Ian POV

Era maravilloso verla sonreír. Verla tan feliz. Me sentía tan afortunado de saber cuanto me amaba, afortunado de que ella me aya aceptado nuevamente en su vida, después de haberme comportado como el salvaje de su ex. Todos estos días que estuvimos separados no podía ni dormir tranquilo, porque siempre la soñaba reconciliándose con Gastón, que según dice papá era un muy buen niño… claro… ahora no opinaba lo mismo. Ese era mi gran miedo. Las noches nunca eran tranquilas, los veía besarse, los veía pasear por el parque tomando de las manos a un niño hermoso, un niño parecido a ella. Era tan doloroso verla así tan lejos de mí, que de vez en cuando tomaba mucho café y no dormía nada. Pero verme aquí, ahora, tomándola de esa cintura redondeta me hacía el hombre más feliz y afortunado del planeta.

Quería llevarla a cenar, quería que conversáramos de las cosas que a hecho o de lo poco que e podido hacer en su ausencia. Quería que nos pusiéramos al día, y por sobre todo quería pedirle de corazón y formalmente que me perdonara. Quería una bella reconciliación, lo único malo era que tenía que llevarla de vuelta a casa.

-         ¿Te parece si primero vamos a cenar?- pregunté levantando las cejas para darle a entender algo. Ella sonrió y me golpeo el hombro.

-         Vamos- dijo y me dio un dulce beso.

-         Ok… tengo algo reservado- fuimos a un lindo restaurante que no era muy elegante, pero era lo suficiente para que ella se sintiera cómoda. Era el paraíso poder verla con ese vestido que resaltaba su abultado vientre, se veía realmente hermosa.

Nessie POV

El lugar era hermoso, era como para jóvenes. Me sentía tan cómoda a su lado, poder abrasarlo era un maravilloso sueño.

Nos sentamos en una mesa un poco apartada, pedimos comida árabe, pues hace unos días tenía el antojo de hacerlo.

Estábamos de lo mejor, conversando, dándonos comida en la boca y besándonos cada cierto rato. Fue ahí cuando lo vi. Me quedé helada, estática. Se empezó a acercar a nosotros, me di cuanta que Ian pudo sentir mi incomodidad y miro en la dirección que yo lo hacía.

-         ¿Quién es?- me preguntó, pero no pude responder, estaba paralizada.

-         Hola cariño- agregó el muy idiota mirando a Ian, quien se percató al instante de quien era.- ¿Quién es este tipo?- preguntó indicando a mi acompañante.

-         Soy su novio- agregó Ian poniéndose en pie y extendiendo su mano como si Gastón fuese a dársela.

-         ¿Novio?- preguntó mirándome.

-         ¿Qué no entendiste?- preguntó un molesto Ian.

-         No estoy hablando contigo, estoy hablando con mi mujer- agregó… ¿Qué? ¿Qué? ¿su mujer? ¿ahora era su mujer? Este tipo estaba loco.

-         No es tu mujer- gruño Ian, me di cuenta que si no salía de mi estado de shock estos 2 terminarían yéndose a las manos.

-         ¿a no? Ella es mi mujer… aunque ahora estemos separados, ella terminara conmigo- agregó el idiota.

-         ¿Qué quieres Gastón?- le pregunté fríamente.

-         Quiero una explicación… ¿Qué haces con este idiota?- preguntó.

-         Modérate… no quiero enojarme- tuve que tomar del pecho a Ian para que no se fuera encima de Gastón quien mantenía una macabra sonrisa en los labios.

-         Escúchame… Ian es mi novio… el tu y yo ya no existe por eso no tengo porque darte una explicación… ahora el es mi hombre… así que aléjate de mí por favor.- le pedí tomando de la mano a Ian para poder alejarnos.

-         O no mi amor…. Tu y yo tenemos mucho que hablar- dijo tomando mi brazo, Ian fue mucho más rápido y no pude detenerlo. Le propino un golpe en el rostro por haber sido tan brusco conmigo.

-         ¡Imbecíl… te voy a matar!- grito Gastón acercándose a Ian.

-         No por favor- me puse entre ellos.

-         El tu y yo no se a acabado porque estas embarazada de mí, ese bebé que cargas es mi bebé, no de este- concluyo. Se me llenaron los ojos de lágrimas, ¿Por qué ahora tenía que aceptar al bebé? ¿Por qué ahora tenía que dárselas de buen padre?

-         ¿ahora?- mis ojos no pudieron contener más las lágrimas. Quería parecer enojada, pero mi voz salio extremadamente melancólica, salio en un pequeño susurro- ¿ahora aceptas al bebé?- Ian me observó decepcionado.

-         Amor- dijo acariciando mi rostro, no pude reaccionar así que no me moví- siempre te e amado y por supuesto que también a nuestro bebé. Solo déjame demostrártelo- dijo acercándose a mí- solo dile que nos de un poco de privacidad- me pidió mirando a Ian. Me acerque a él y le acaricié el rostro.

-         ¿Dame unos minutos para hablar con Gastón?- bajo la vista decepcionado, pero asintió y se alejo de nosotros.

-         ¿Por qué haces esto?- le pregunté, sabía bien que hace un rato estuvo actuando- ¿Qué pretendes conseguir?- le pregunté.

-         Te amo… y quiero recuperar el tiempo, quiero recuperarte a ti y a nuestro bebé- agregó.

-         Pero decías que no era tuyo…- le recordé.

-         Pero ¿de quien más? Se que me amas… jamás podrías estar con otro hombre… nadie te podría hacer el amor como yo lo hago- agregó muy seguro de sí, se acerco y trato de besarme, pero no se lo permití.

-         Yo te amé…- recalque muy bien la frase…- ahora amo a Ian.

-         ¿para que te engañas? Eso lo haces por que te sientes despechada…. Amor piensa en nuestro bebé- pidió mientras acariciaba mi barriga.

-         Es en el en quien pienso… y quiero que sea feliz… tu ya me demostraste que nunca lo has amado, ni a él ni a mí…- le dije- Gastón me pediste que abortara- le volví a recordar.

-         Estaba estresado cariño… estaba confundido, te amo, quiero formar una familia contigo. Se que mi actitud te confundió, quizás es mi culpa que estés confundiéndote con ese tipo… pero ¿Qué puede ofrecerte él? Es un niño... Nessie te amo… siempre lo he hecho, nos conocemos de niño, no echemos a perder eso. Soy el hombre de tu vida… él hombre que te ama… ni él puede sentir por ti lo que yo siento- escuchaba anonadada… tanto había deseado escucharlo decirme eso… tantas noches soñaba despierta que él me amaba y que amaba a nuestro bebé, pero ahora estas palabras me producían rabia, ira, dolor… ya no quería escucharlo.

-         El nosotros murió Gastón, estoy enamorada de Ian… él ahora es el amor de mi vida, mi hombre- quedó boquiabierta.

-         ¿Qué?- no le dije nada, pero parece que se dio cuenta del trasfondo de mi afirmación.- ¿tu hombre?- preguntó.

-         Mira… jamás podría negarte el ver al bebé, porque aunque con toda mi alma quisiese lo contrario eres el padre…- me interrumpió gritando.

-         ¿querrías que él fuese el padre?- preguntó jalándome del brazo.

-         Con toda mi alma…- aunque no tenía derechos, quería que supiera lo que pensaba, mi verdad.

-         ¿te acostaste con él?- preguntó con la mandíbula apretada. No pude responderle, igual me daba un poco de vergüenza, así que mire para otro lado.- te acostaste con él…- fue una afirmación.

-         ¿Qué esperabas? ¿Qué mientras tu te tirabas a todas las chicas de Forks yo estuviera esperándote?- pregunté casi gritándole.

-         Pero ese soy yo… soy hombre- me reí- tu eres mi mujer… no puedes estar encamándote con él… sabes que aunque este con otras eres tu a quien amo- confesó.

-         Pero yo ya no te amo…- le dije.

-         Eres una…- pero no lo dejé.

-         Dime lo que quieras… ya no me duele… ahora bien, si quieres ver a tu hijo tendrás que controlarte, pues realmente a mi no me interesa que tengas contacto con él, así que todo depende de ti- me empecé a alejar necesitaba tenerlo lejos de mi, necesitaba besar a mi hombre, que me abrazara y que me dijera que todo estaría bien y que él siempre estaría conmigo. Cuando lo encontré lo vi parado al lado del auto de su padre. Me acerqué lentamente, sabía que tendría que estar enojado.

-         Te llevo a casa- dijo frío y tajante. Pero… ¿Qué no se suponía que cenaríamos y después iríamos a pasear? Esta vez ni siquiera me abrió la puerta del auto, él se metió en el lado del conductor y me esperaba. No subí, me quede parada en el mismo lugar. Me miro intrigado sin saber porque no entraba hasta que se inclino y me abrió la puerta y fue donde me permití subir al auto. Él siempre hacía eso, era lógica que lo esperara. Me acomodé el cinturón y pregunté.

-         ¿A dónde iremos ahora?

-         A tu casa- otra vez fue frío, ni siquiera me miro.

-         Estaciónate- le pedí, pero no me hizo caso.- ¡Maldita sea ¿te puedes estacionar?!- le pregunté gritando.

-         No- acotó y siguió el camino. Iba a mentir.

-         Me siento mal y necesito vomitar… ¿quieres que lo haga aquí?- le pregunté, fingí un poco, y dio resultado, porque me miro inquieto y estaciono. Velozmente tomé la llave del contacto y la escondí en mi espalda.

-         ¿Qué demonios?- preguntó frunciendo el seño.

-         Eso es lo que preguntó yo… ¿Qué demonios te pasa? ¿no se suponía que iríamos a pasear?- le pregunté.

-         Dame las llaves Nessie- extendió la mano.

-         ¿ya empezamos? Se que la que mentí antes o bien omitió información fui yo, pero en la cena habíamos quedado de no volver a hacerlo… habíamos quedado de acuerdo en decirnos todo- le recode…

-         Eso mismo podría decirte a ti- agregó y sentí que una luz se encendió en mi interior.

-         ¿estas celoso?- pregunté. Esquivó mi mirada- estas celoso- le sonreí.

-         Estoy decepcionado, no de ti, si no que de la situación, por no haberte conocido antes, por no haber sido yo quien te embarazara, por tener tantas cosas que te unen a él, porque lo sigues amando… ¿Qué va a pasar ahora? ¿llegamos hasta aquí, verdad?- preguntó con un evidente pesar, sus ojos se llenaron de lágrimas.

-         Mírame…- le pedí, pero no lo hizo, sutilmente voltee su rostro para que me permitiera ver sus ojos- ¿aún dudas de mí?- pregunté.

-         Nessie, estás embarazada de él… te ata algo muy importante a su vida- confesó.

-         Pero yo te amo a ti- le dije y lo besé. Su rostro no cambió, seguía con una expresión dolida.

-         No me des ilusiones- agregó- tienes el derecho a decirme que quieres volver con él, no te sientas obligada a nada- agregó triste.

-         Ian… te amo… ya no me interesa otro y no me interesara otro que no seas tú, te amo y te necesito, le dejé muy claro que ya no me interesa tener nada con él, le dije que eres mi hombre- acerqué mi cuerpo más al del- el amor de mi vida, Ian ya no deseo a nadie más que a ti- lo miré directo a los ojos y se los vi brillar.

-         ¿verdad?- preguntó sin creerme aún- ¿De verdad me amas?- preguntó.

-         Con toda mi alma… te amo, te amo, te amo y te amo…- confesé sobre sus labios- nunca dudes de eso- acaricie su rostro con todo el amor que sentía por él.- ahora ¿sigues enojado?- pregunté.

-         No estaba enojado, Nessie no puedo vivir sin ti… estaba pensando que haría desde ahora sin tus besos, sin tu amor o tus caricias, Nessie entiende no se vivir sin ti- no pude aguantarme las ganas de tirarme sobre su cuerpo y besarlo. Aun era de día así que cualquiera que pasara podría vernos.

-         ¿A dónde podremos ir?- pregunte dándole a demostrar todo el deseo que estaba sintiendo por él.

-         ¡Dame las llaves ahora Nessie!- pidió vehemente.

-         Con mucho gusto- se las di y le sonreí. Manejo como loco todo el trayecto, quería encontrar un buen lugar, pero todos estaban reservados. Paseábamos por la cuidad sin saber donde podríamos pasar. Hasta que mis ojos divisaron el lugar idóneo o quizás nuestra única opción.- Ian- le dije y apunte en dirección al lugar.

-         ¿Estas loca? Ese lugar es repugnante…- sonreí.

-         Amor… no creo que sea tan malo- le dije, no era una gran cosa, pero un Motel tampoco estaba tan mal, lo único que me interesaba era poder estar con él en cualquier lugar.

-         Nessie… tiene que ser sucio.- reí otra vez.

-         ¿quieres que estemos juntos?- pregunté rodó los ojos dándome a entender que la respuesta era de lo más obvia.- entonces estaciónate- le dije.

-         Pero Nessie…- trato de apelar.

-         Pediremos la mejor habitación.- le dije, igual estaciono el coche y nos bajamos, tomados de las manos entramos al lugar.- ¡Hola!- salude a la recepcionista

-         Hola, mi nombre es Gianna ¿En qué los puedo ayudar?- preguntó, vi a Ian rodar los ojos. Se veía tan adorable cuando hacía eso.

-         Queremos el mejor cuarto que tengas, por favor- le pedí.

-         Ok- sonrió la muchacha. Pagamos y nos entregó las llaves de la habitación.

-         No creo que este tan mal- dije frente a la puerta. Los colores del cuarto eran chillones, tenía un espejo en el cielo. Ian me miro y rodó los ojos. No puedo negar que el lugar era vulgar, ni siquiera con Gastón que era de lo más frío habíamos pisado un lugar así. Aunque a decir verdad no me interesaba el lugar, no me interesaba donde si no la grata compañía. Lo necesitaba seca de mi cuerpo, lo quería acariciándome, así que ya no aguante más, él aun inspeccionaba el lugar, pero me tire sobre su cuerpo y ambos caímos en la cama  y nos reímos.

-         ¿Estas segura del lugar? Quizás podríamos llamar a casa y ver si esta sola- agregó, era una buena idea, pero ya estábamos aquí y no aguantaba más.

-         Es una buena idea… pero ya es tarde- dije besando su cuello, el gruño y yo reí por su reacción.

-         Me vuelves loco mujer…- agregó dándome vuelta y poniéndose él sobre mi cuerpo, pero sin apoyar su peso.

-         ¿Haz practicado mucho?- le pregunté. Era entre broma y en serio, quería saber si había estado con algunas otras mujeres.

-         Pero solo no es entretenido- le golpee el hombro y él rió.

-         Te deseo tanto- agregué.

-         Igual yo- confirmo y empezó a besar mi cuello. Poco a poco desabrocho el vestido y quede en ropa interior ante sus ojos. Me miraba con lujuria lo que hacía que mi entrepierna se humedeciera en gran magnitud. Acarició y besó mis pechos sobre el sostén. Hasta que lo sacó de en medio y empezó a morderlos y con su mano libre acariciar mi entrepierna.- estás tan lista para mí- tuve que morderme el labio para no gritar literalmente de la loca excitación que este adolescente me estaba haciendo sentir.

-         Como siempre- susurre cuando pude controlarme. De repente se rompió la conexión por el inoportuno sonido de mi móvil.

-         No contestes- dijo. Pero tenía que hacerlo, pues podía ser importante.

-         Dame un segundo- y me pare para poder contestar. Era papá, sonreí por su sobreprotección.- ¿papá?

-         ¿Dónde están?- preguntó. Me acosté en la cama y abrase a Ian que estaba frustrado, sonreí por su cara. Él empezó a besar mi cuello y me empezó a hacer cosquillas.

-         Comiendo- me reí e Ian también, creo que papá se percató de aquello.

-         ¿Qué están haciendo?- preguntó sospechoso.

-         Papá estamos cenando en un restaurante- le dije… era una pequeña mentirilla.

-         ¿verdad?- Ian empezó a acariciarme la entrepierna. Me sobresalte al sentir su contacto.

-         Papá tengo que cortar, llegaremos en un rato- le dije y corte, tire el teléfono por donde primero pude. Me monté sobre el cuerpo de Ian y empecé a sacarle la ropa y la tiré por todos lados. Hasta que de un momento a otro quedamos desnudos. Me tumbó en la cama y empezó a bajar. Se detuvo en mi vientre, lo besó y acarició y hasta le susurró que lo amaba. Bajo hasta llegar a mi entrepierna y empezó a darme el segundo mejor de los placeres. Con su lengua daba maravillosas caricias, todo mi cuerpo convulsionaba por el enorme deseo y placer. – te amo- susurré echando la cabeza hacia atrás donde pude mirar para el techo y me vi. Me vi excitada y con el hombre de mi vida entre mis piernas. Las imágenes y la situación provocaron que mi entrepierna se humedeciera más. De repente lo sentí dejar de hacer su excelente trabajo y lo vi seguir el hilo de mi mirada, cuando lo vi estaba mirando hacia el espejo y sonreía.

-         Te necesito- dijo y subió hasta quedar posicionado sobre mis piernas. Con un solo movimiento supo por que camino ir, así que me reí- ¿Qué pensabas? ¿Qué siempre me guiarías?- me preguntó.

-         Te amo- susurré en su oído. La sensación era maravillosa, sentirlo dentro de mí era sentir el mejor de los placeres. Las embestidas eran cada vez más constantes y firmes. Mis gemidos inundaban toda la habitación y los del le hacían compañía.

-         Eres maravillosa- confesó, llenándome de él. Cada vez se movía más rápido y mi cuerpo empezaba a tensarse. Mis paredes se contrajeron provocando un roce perfecto un roce que hizo a Ian explotar en mi interior. Gritamos el nombre de nuestro compañero envueltos en el mejor de los orgasmos y estoy completamente segura que todos en el motel pudieron escucharnos. Ya entendía el brillo en los ojos de mis padres, las reconciliaciones eran maravillosas.

-         Eres el hombre de mi vida- susurré mientras nuestras respiraciones empezaban a controlarse.- esta a sido una reconciliación gloriosa- agregué.

-         El paraíso total- complementó. Después de eso nos dejamos sumergir en un profundo sueño, abrasados, besándonos.

Sentí el teléfono sonar, trate de alcanzarlo, pero no podía, ni siquiera sabía donde estaba. Cuando abrí los ojos estaba oscuro, por lo que me sobresalte, debía de ser muy tarde. Como pude me pare y me dirigí al lugar donde se suponía debía estar la luz, cuando la encendí vi la mejor de las visiones. Ian estaba completamente desnudo y dormido. Una pequeña sonrisa se vislumbraba en su sereno rostro. Ese hombre era tan hermoso y lo mejor de todo es que era solo mío. Me empecé a acercar a la cama, quería besarlo y hacerle el amor por 3 era vez esta noche, pero me desconcentro el sonido del teléfono, bufé pero empecé a buscarlo. Estaba tirada cerca de la puerta del baño lo recogí al instante y el visor anunciaba a papá. Eso no fue lo que me espanto, si no que en el visor se marcaba la hora y eran las 3 de la madrugada. ¡Dios Santo! Dije para mis adentros. Mi padre me mataría. Ian se sobresalto cuando escucho un grito que no pude aguantar, era un grito de asombro. Me miró preocupado y se paró al instante.

-         Son las 3 de la mañana- dije, se sorprendió mucho y miro su reloj que estaba sobre el velador.

-         Dios…- la llamada finalizó y pude ver que tenía más de 60 llamadas solo de mi padre. Me fui al pantalón de Ian y vi su celular ¡Apagado! Lo prendí y poco a poco el buzón de voz empezó a marcar llamadas perdidas, en total deben de haber sido unas 15. habían algunos mensajes de voz que escucharía. “Ian ya es tarde… se que Nessie no tiene que ir al colegio, pero te pido como favor que no la traigas muy tarde, comprendo que estén ocupados y por eso no contesten, pero por favor sean prudentes” un mensaje extremadamente sencillo, lleno de tranquilidad. “Es tarde… y aun no contestan… quiero que traigas a mi hija en este instante Ian” wow mucho más amenazante. “estas abusando…” wow. “quiero a mi hija en mi casa en una hora o si no la castigare” que mal… estaría castigada quizás por cuanto, porque de ese mensaje han pasado como 3 horas. De repente mi teléfono empezó a sonar otra vez.

-         Es mi papá- dije, Ian empezó a agarrar su ropa que estaba revuelta por todos lados y empezó a vestirse, lo que para mis ojos era una verdadera lástima. Me quede contemplando su hermoso y desnudo trasero.

-         Puedes dejar de observar mi trasero y contestarle a tu padre- se volteo y me miro sonriendo.

-         Engreído- le dije sonrojada.

-         Me encantas y no te preocupes que ami también me fascina el tuyo- dijo poniendo ambas manos en mi trasero desnudo. Sonreí y conteste.

-         ¿Papá?- pregunte haciéndome la lesa.

-         Nessie ¿sabes que hora es? ¿piensas llegar a casa?- preguntó.

-         ¿te molestaría si no llego?- le pregunté sabiendo de ante mano que me gritaría como loco. Ian me miro expectante.

-         En realidad no, es solo que necesitamos saber para irnos a la cama- agregó un muy calmado Edward.

-         Perdón, creo que usted se equivoco de numero… mi nombre es Renesmee Cullen y tenga por seguro que mi padre no es así…- dije sorprendida.

-         ¿y como es?- preguntó siguiendo con mi juego.

-         Un cavernícola gritón- solté entre risas.

-         Wow… se nota que me amas- agregó- de verdad Nessie ¿estás bien para poder irnos a dormir? Además mañana no tienes colegio, puedes quedarte en casa de Jake- recalco la palabra Jake… “supervisión adulta”.

-         ¿hablas en serio?- pregunté aun más sorprendida.

-         Nessie insistí tanto porque no contestabas y el celular de Ian estaba apagado. No te voy a mentir que hace como 3 horas estaba indignado, por cierto dile a Ian que disculpe mis mensajes, pero estaba preocupado, después tu madre me hizo ver que él te ama y que te cuidara- concluyó. Mi boca estaba abierta.

-         Pues… gracias…- dije.

-         Entonces no llegaras ¿verdad?- preguntó con un deje de nostalgia, su niña estaba grande.

-         Si me das permiso no- le dije.

-         Ok… pero cuídense y duerman en cuartos separados- dijo y después se puso a reír.- lo siento hija, es que aun no me acostumbro a la idea de que ya eres toda una mujercita- dijo.

-         No hay problemas… te amo papá y gracias por el voto de confianza- agregué feliz y calmada, creo que eso era lo que más sorprendía a Ian, el que no hubiese discutido con papá por teléfono.

-         ¿Qué paso?- preguntó.

-         Papá me dio permiso para no llegar- abrió unos ojos de plato.- también puse esa cara, pero ahora a lo nuestro. Ya puedes desvestirte y venir a la cama conmigo- acabé susurrando y mordiéndome el labio.

-         Tentador, pero quiero irme de esta pocilga- agregó.

-         No seas así, este es nuestro nidito de amor- le dije- y ¿sabes?- negó- quiero seguir viniendo, hacer el amor contigo aquí es maravilloso, esta habitación tiene mucho de nuestra historia.- agregué. Sonrió.

-         ¿estas segura?- preguntó.

-         Sip- confirme.

-         Ok… vendremos, pero ahora vayámonos a casa- agregó.

-         Oye, por segunda vez puedo ser tuya toda una noche y ¿ya quieres llevarme a casa?- pregunté un poco desilusionada.

-         Niña boba… vayamos a mi casa… ahí podremos seguir con nuestra larga, larga noche- agregó. Sonreí.

-         Perfecto.- me vestí en un abrir y cerrar de ojos y partimos rumbo a la casa de sus padres a seguir con nuestra noche de pasión, aquella que desearía con toda mi alma que nunca acabara.

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aqui les dejo mas.... dejenme sus comentarios para saber como consideran que va la cosa... jeje

su amiga

esme