Jacob POV

Me sentía tremendamente mal, por todo lo ocurrido, sabía que había exagerado pero era la única forma de que ese tipo dejara de deseas lo mío.

Con Gina lo soporte, a fin de cuenta eran solo miradas, pero lo de bella fue el colmo, ¿Cómo se atreve a abrasarla? ¿Ha tocarla de esa forma? ¿Ha mirarla con cara de deseo? Bella es mía y no dejare que venga un aparecido e intente quitármela. Eso nunca sucedería.

Lo más vergonzoso de todo es que ese patán es hijo del Dr. Cullen. Dios años en la Universidad y nunca me entere de aquello.

El día fue insoportable, aparte el rostro me dolía por el golpe que me dio ese mastodonte de Emmett. Idiota, tuvo la oportunidad de tocarme solo porque me quede helado por la paternidad del mejor profesor que e tenido.

Necesitaba hablar con bella, necesitaba saber que me perdonaba. Cuando la vi irse con la familia de ese idiota me dio mucha rabia, pero sabia que era necesario, eso me permitiría tranquilizarme. Podría respirar y pensar mejor las cosas. Estaba claro que debía ir a verla, pero lo primero era lo primero. Debía ir a cambiarme la ropa ya que mi polera estaba salpicada con sangre, un poco de la mía y bastante de la de él. Eso me hizo sonreír un poco, yo no soy una persona mala, ni mucho menos agresiva, pero su proximidad hacia la mujer que amo, me dejo ciego.

Cuando llegue a casa, me cambie de ropa velozmente, no quería que Billy tuviese oportunidad de verme y pedirme una explicación, aunque igual no era muy difícil darse cuenta de que había peleado, pues mi cara lo dejaba al descubierto.

Baje y tome mi auto, decidí ir por Gina, pues ella no había ido en su carro. Cuando llegue a la Universidad todas las miradas se posaron en mi rostro, pude ver la cara de espanto de mi novia cuando me vio.

-         ¿Qué demonios te paso?- pregunto histérica.

-         Un problema- dije tendiéndole la mano, ella la tomo- vamos, camino a casa te explico.

Se limito a afirmar. Subimos al carro, desee con todas mis fuerzas que no me preguntase nada. No quería decirle que los celos por mi amiga hicieron que casi matara a su “ayudante preferido”. Sabía que Gina se ponía nerviosita cuando ese tipejo la miraba.

-         ¿Ahora me dirás?- pregunto aun un poco intranquila.

-         Tuve una pelea…- dije secamente.

-         Pero… ¿Por qué?- pregunto muy sorprendida- tu no eres agresivo.

-         Pues no, pero ese tipo se lo busco.

-         Y ¿Qué hizo?- dijo especulativa.

-         Me provocó…- fue lo único que pude decir.

-         Pero… ¿con quien peleaste?- sus frente estaba poblada de arrugas.

-         Cullen- solté. Ella llevo las manos a su boca, para poder ahogar el grito que profirió.

-         Noooo… ¿pero que te hizo?... ¿acaso fue por mi culpa?- pregunto seriamente.

-         En parte… bueno tú culpa no, si no la de él, por mirarte tanto.- gallina, no era capaz de decir la verdad.

-         ¿pero que paso? ¿Por qué ahora?- me gritó.

-         No me grites Gina, sabes que me revienta.- la critique alzando un poco la voz.

-         Lo siento…- dijo apenada, bajo la vista. Tome su mentón y lo alce para que me viese.

-         No lo digo de mala forma amor, es solo que yo nunca te e gritado o ¿si?- pregunte, ella negó con la cabeza- entonces es lo mínimo que espero de ti, el mismo respeto que yo te entrego, nada amas ¿OK?- hipócrita, yo si le faltaba el respeto deseando a otra mujer.

-         Es que necesito saber… no entiendo porque te peleaste con él, para que te dejara el rostro así.

-         Gina… mira ese chico me colmo la paciencia, te miraba como perro baboso y se termino acercando a bella, eso me indigno, no voy a dejar que ese tipo se acerque a mi gente.- la mire de reojo y pude ver su cara transformada, se volteo para mirar por la ventana- ¿Qué sucede?

-         Así que… ¿todo esto fue por ella?- pregunto con en tono muy triste, aun miraba por la ventana.

-         …- no pude contestar.

-         Todo por ella.- afirmó

-         No Gina, no se trata exclusivamente de ella, se trata de que ese tipo me quiere quitar todo lo que es mío- acoté.

-         Y ¿Cómo lo sabes? ¿lo conoces?- me enjuició.

-         No necesito conocerlo. Tu eres mi novia y te miraba como baboso, me vio cerca de Bella y se acerco a abrasarla, ese idiota- dije agarrando más fuerte el volante- no voy a dejar que le haga daño.

-         ¿a bella?- volvió a preguntar, pero esta vez me miro, sus ojos estaban brillosos- ¿te la quiere quitar? ¿A la amiga o a la chica que amas?

-         Gina…- dije tratando de fingir una mueca de molestia- ¿Cómo se te ocurre decir eso?

-         Bueno, porque lo estoy viendo, veo el celo en tu rostro. El me miraba con deseo, se me acercaba lo suficiente, pero nunca te peleaste con él. Y tampoco me hubiese gustado que lo hicieses, pero algo más de preocupación. Ahora él se le acerca un segundo y tu te lanzas como animal.- finalizó mirando hacia el suelo.

Me estacione para poder conversar mejor.

-         Gina yo… yo…- trate pero no pude decir nada coherente.

-         Llévame a casa por favor- dijo esquivando mi mirada.

-         Ok…- volví a conducir. Maldito cobarde, esta mujer era maravillosa, porque nunca pude amarla de verdad.

El resto del camino fue silencioso.

-         llegamos.- dije.

-         Gracias- dijo bajando rápidamente del auto. Imite su acción y me aproxime para poder tomarla del brazo.

-         Gina, te quiero. Eres mi novia, pero ella es mi amiga, y voy a protegerla.- trate de ser lo mas sincero.

-         Me quieres… y ¿A ella? ¿a ella la amas verdad?- su rostro estaba muy triste.

-         Si…- me dio vergüenza aceptarlo, no por mi ni por bella, si no que por Gina, porque sabía todo el esfuerzo que había hecho ella para que yo la amara, todo lo que ella me había dado y me lo dejo bien claro dejándome ser el primer hombre que gozara con el deleite de su cuerpo. Sus ojos se cerraron y asintió lentamente. - Gina lo siento, lo intente, intente amarte con todo mi corazón, pero no pude. Este sentimiento hacia ella me supera- le confirme.

-         No te preocupes, siempre fuiste sincero. Siempre supe que la amabas…

-         Gina te quiero y pedemos volver a intentarlo- le propuse.

-         No- negó al instante- y menos ahora que ella esta aquí.- trato de sonreírme mientras acariciaba mi rostro.

-         Lo siento…- dije mientras corrían unas lagrimas por mi rostro.

-         Lo sé… si algún día te decides por mi ven a buscarme, yo te amo y te puedo esperar.- después de eso deposito un sutil beso en mis labios y se fue rumbo a casa.

-         Lo siento…- volví a susurrar para mí.

Decidí irme a la playa un rato, necesitaba tranquilidad, poder analizar, pero lamentablemente no pude llegar a nada nuevo, en mi mente vagaba la única idea de ir a pedirle disculpas a bella y ahora que ya no estaba con Gina y ella con ese Alec, podíamos darnos una oportunidad. La necesitaba junto a mí, amarla y poder sentir el rose de su cuerpo junto al mío, necesitaba con toda mi alma hacerle el amor.

Volvía al auto y fui a guardarlo a mi casa, tome un taxi y llegue al aparcamiento de la universidad, ahí encontré el auto de bella, sabía muy bien que guardaba una copia de la llave bajo el asiento. Fui directo a su casa, igual era un poco tarde así que ya debería haber llegado.

Toc, Toc, golpee la puerta.

-         ¿hola?- abrió una niña pequeña muy menudita, su pelo era oscuro, su piel excesivamente blanca, no tanto como la de bella, si no que un poco menos. Sus ojos eran deslumbrantes eran de un verde precioso. Esa chica era muy bonita.

-         Hola… ¿se encuentra bella?- pregunte cortésmente.

-         No, aun no a llegado- dijo serrando un poco los ojos- ¿Jake? ¿Jake verdad?- pregunto un tanto curiosa.

-         El mismo… lamentablemente no tengo el gusto de saber tu nombre- dije caballerosamente.

-         Celeste- dijo acercándose y dándome un beso en la mejilla- la mejor amiga de tú mejor amiga- acoto indicándome.

-         ¿Quién es?- preguntó Charlie desde la casa.

-         Jake- grito Celeste.

-         ¡Hola Jake!- gritó- Dile a bella que entre, ya es tarde y hace frío.- acotó.

-         Ommm… pues me gustaría, pero bella no viene con él- acotó la joven

-         ¿Cómo?- pregunto el hombre acercándose- ¿Dónde esta bella?

-         No lo sé, vine a conversar con ella, pues terminamos un poco mal hoy… disculparme… pensé que ya estaba aquí- acoté.

-         ¿Qué rayos te paso en la cara?- pregunto ignorando todo lo que le acababa de decir.

-         ¡Accidente!- dije al instante.

-         Me parece más a una pelea que aun accidente.- ciertamente era muy observador e intuitivo.

-         Realmente un accidente- agregué.

-         Ok- alargó la frase- pasa, voy a llamar a bella…

-         Gracias- entre y me fui directo a la sala, me senté en el sillón y junto a mi lo hizo celeste

Pude escuchar a Charlie en la cocina.

-         Hija, ¿Dónde estas metida? Ya es tarde y no haz llegado- se calló esperando la respuesta.

-         ¿estas herida? ¿Qué diablos te sucedió, cariño?- preguntó muy alarmado. Mi cuerpo reacciono involuntariamente ante aquel cometario, me quede muy atento.

-         Aaaaaah… dios bella, que sustito. Te voy a ir a buscar, ya que tu auto esta aquí.- al parecer no lo había sucedido nada.

-         Si hija, aquí, Jake lo acaba de traer, pensé que estabas con él por eso no te llame antes, pero cuando lo vi entrar y solo, me asuste, él también pensó que ya estabas aquí.

-         Si cariño, pero esta un poco raro, y con un la nariz hinchada, al parecer se peleo con alguien ¿sabes que sucedió?- al parecer bella le preguntó por mí.

-         ¿Qué? Pero si Jake es incapaz de lastimar a alguien, nunca lo e visto molesto.- acotó el hombre, al parecer bella le estaba dando una resumida de la peleita.

-         Pues por que Billy siempre me a hablando de él, me a dicho que es un chico muy pacifico, además bella tú lo conoces.- al parecer bella continua enojada.

-         ¿Qué?- preguntó anonadado.

-         No me refiero a eso Bella, me refiero al hecho de que me dijiste que fue agresivo contigo. Santo dios, ¿Cómo que fue agresivo contigo? ¿Qué demonios te hizo? Y espero una buena explicación, algo que no me obligue a sacarlo a patadas de mi casa.- se me fue la respiración, lo único que me faltaba ahora era que Charlie me golpeara, porque de lo que estaba muy seguro era que yo jamás le pondría un dedo encima a él.

-         ¿Qué actitudes Bella?- preguntó aun furioso.

-         Voy a conversar con él, y después iremos a buscarte- dijo.

-         No pienso ir con él, en este momento lo único que deseo es que se largue de mi casa, pero lo primero es lo primero necesito una explicación de su parte.- estaba verdaderamente disgustado.

-         Aaaaaah, si, me refería a Celeste cariño.

-         Si hija, y también tendrás que explicarme porque se fue Alec.

-         Lo se, pero no voy a dejar que te dañen, no vemos después…- pude darme cuenta de que colgó, pues lo hizo con mucho ímpetu. Me pare para poder defenderme en cuanto a argumentación, me sentía más seguro de pie que sentado.

-         ¡Quiero que me expliques en este mismo instante! ¡¿Cómo es eso de que has sido agresivo con mi hija?!- estaba rojo de cólera, los ojos parecían que se arrancarían de su lugar.

-         Charlie te lo explicare, te lo juro, pero cálmate, no estarás pensando en golpearme ¿verdad?- trate de argumentar.

-         Oh dios si que me lo estoy pensando.- agregó muy serio.

-         Cálmate Charlie- agrego la muchacha poniendo una mano en el pecho del hombre, este la miro con dulzura.- ¿Cómo podrá explicarte si no lo dejas?- su actitud me hizo recordar a mi madre. Ella intentaba ser dulce y conciliadora. Charlie le dedico una sutil sonrisa.

-         ¿Qué paso?- volvió a preguntar.

-         Dios Charlie tu sabes cuando quiero a tu hija, sabes el inmenso amor que siento por ella, jamás sería capaz de golpearla. Fue mi culpa y lo se, quizás eso me cueste su amistad, pero no tenía forma de saber lo contrario.- dije todo muy rápido.

-         Haber cálmate, será la única forma de que puedas explicarme bien.- volvió a decir pero ya mucho más tranquilo.

-         Pasa que mal interprete una situación, estaba muy indignado con bella y lo que hice fue correr su mano, estaba enojado Charlie, pensé que estaba jugando conmigo y lo acepto se que fue una acción brusca pero fue sin intención, te juro que me arrepiento. Yo amo a tu hija. Y jamás haría algo que la pudiese dañar. Jamás.

-         Pero el que digas que la amas no justifica tu acción, si no que la empeora aun más. No se que pensar. Voy a ir a buscar a bella…

-         Iré contigo- dije rápidamente.

-         No, me pidió que no fueras- confesó.

-         Pero necesito hablar con ella.- lo necesitaba con todas mis fuerzas.

-         Ve a buscarla, con Jake los esperaremos, merecen tener una conversación.- volvió a defenderme la niña.

-         Está bien… no podré hacer más que respetar la decisión de bella, si ella no quiere verte, tendrás que irte y volver otro día. Esta vez no jugare a tu favor ¿me oíste?- confeso con suma seriedad.

-         Esta bien…- el hombre se puso su chaqueta y tomo las llaves del auto.

Celeste resulto ser una chica muy entretenida. Me contó anécdotas que incluían a una patosa bella. Era muy sutil a la hora de hablar de su amiga, se notaba que la quería mucho, también habló de cómo lidió bella con la enfermedad de su madre y eso realmente me dio mucha pena. Desee con todas mis fuerzas poder estar ahí y vivir ese tan difícil proceso junto a ella. Celeste terminó alegrando mi muy mal día, me hacía reír con facilidad.

-         Calla…- se escuchó la dulce voz de la chica más hermosa. La vi aparecer de la nada.

-         Bella- dijo parándome en el instante- bella yo…- trate de acercarme.

-         Conversemos a fuera- su mirada era fría- voy a ir a buscar  una chaqueta.

La vi subir la escalera y entrar a su cuarto. Cerró la puerta de un portazo. Me quede por unos minutos petrificado, mirando hacía su dirección, me incorpore cuando vi también subir a Celeste y entrar al mismo cuarto de bella.

Decidí salir y sentarme en la mecedora.

-         Dios ¿Qué demonios les sucede a todos?- pude escuchar sus gritos- ¿Por qué a celeste y a ti les a dado por defenderlo?- Quizás no fue la mejor idea venir hoy a conversar con ella.

-         No hables tan fuerte bella te va a escuchar.- puse atención y escuche los susurros de Charlie.

-         Bueno que me escuche entonces, para que se de cuenta de que estoy indignadísima con él.- me basto solo con ver su cara cuando llegó para saberlo.

-         La noche esta fría mejor sal- dijo Charlie con mal tono.

-         Dios ahora por culpa de él te enojas conmigo- dijo mientras se habría la puerta. Tenía muy claro que era este mi momento. Que debía jugar mis mejores cartas para que bella quisiese estar conmigo.

Me puse en pie al instante y me dirigí hacia ella, no quería perder ni un minuto. Ni un segundo.

-         cálmate- dijo de forma cortante- ahora soy yo la que te pide que no me toques.- sus palabras me dolieron pero me las merecía.

-         Bella…- pude articula, mi voz denoto la amargura que me envolvía, me dirigí nuevamente a mi antiguo lugar y le pregunte- ¿te puedes sentar a mi lado por último?- se aproximo de mala gana.

-         Habla rápido, porque estoy cansadísima. Ha sido un día de locos.- eso era cierto.

-         Bella lo siento, te juro que no quise lastimarte. Bien sabes que jamás te pondría un dedo encima, solo que no medí el hecho sustancial de que soy más fuerte que tú, bella lo siento.- de verdad estaba muy arrepentido. Mi voz temblaba, necesitaba que me perdonase.

-          Perfecto y que más…

-         Lamento haber dudado de tus sentimientos hacia mí, bella, no debí dudar, hace unos días me habías expresado todos tus sentimientos y aun así dude. Pero es que era obvia la situación, era directo a pensar que había pasado algo entre ustedes, dios, me indigne, bella no lo pensé, por eso actué así, impulsado por la rabia, mi vida- me apresure a tomar sus manos, para que no tuviese tiempo de quitarlas- jamás te abría tratado tan mal y jamás te habría dicho todas esas cosas.

-         Pero las dijiste- la había lastimado y mucho.

-         Lo se mi amor- puse una mano en su cara, para hacer que me mirase- pero lo siento, Bells, necesito que me perdones. Te amo, te e amado desde siempre y me cegó ese tipo, tu ex, que intento jugar conmigo.- por fin podía expresarle de corazón todos mis sentimientos.- Te creo, creo que no paso nada con él, creo que un estas intacta para mí, para que seas mi mujer, en todos los aspectos de la vida bella.

-         ¿Qué?- preguntó muy confundida. No se como no podía comprender mis palabras, cuando había sido ella misma la que me lo propuso esta mañana.

-         Quiero poseerte bella, tal como tu lo deseas, quiero que vamos a un lugar especial, ¿vamos a cenar primero? Se que has estado todo el día en el hospital debes de estar hambrienta.- sabía que podría convencer a Charlie para que le diese permiso. La necesitaba, la necesitaba hoy mismo.

-         Ja…. Ammm… dios… eeh…- dijo con una sonrisa irónica en el rostro- ¿Tú piensas que después de lo que ocurrió me entregaría a ti?- me extraño muchísimo su actitud.

-         Pues si bella. De hecho lo creo.- dije muy seguro.

-         Wow… lamento decirte que NO… dios Jake, me equivoque, mira dame tiempo, dame tiempo para pensar bien las cosas, quiero tener la cabeza clara. Tengo muchas opciones y quiero barajar bien mis cartas…- ¿Qué? ¿Opciones? ¿De que opciones hablaba?

-         ¿Cuáles opciones? Creí que solo el ser mi novia era tu opción.- dije ya un poco más intranquilo.

-         Mmmm…- aun mantenía esa sonrisa irónica en el rostro- no Jake, el estar contigo no es mi única opción.- eso me descolocó.

-         Y ¿Cuáles son las otras?- estaba entrando a un muy claro estado de pánico.

-         …- no me pudo contestar, quedo muy pensativa. Esto ya me olía mal.

-         ¿Cuáles son bella?- afirmé muy bien su rostro, para que no pudiese rehuir mi mirada.

-         Estar sola por ejemplo…- aclaró.

-         Pero bella- solté el aire que había estado conteniendo por la incertidumbre- me amas, ¿Para que estar sola si puedes tenerme?- si ella me amaba podríamos estar juntos, eso me hizo feliz, lo que como resultado poso una pequeña sonrisa en mi rostro.

Pero ella no me respondió, muy por el contrario rehuyó mi mirada.

-         o ¿Ya… no… me amas?- pregunté mirándola fijamente.

-         No lo sé Jake, ya no lo sé…- dios… maldita sea... ella ya no me amaba. Mi mundo se estaba desplomando.

-         ¿pero por qué?- pregunté muy sorprendido.

-         ¿Cómo que por qué? Hoy no te reconocí Jake, casi matas a un muchacho al que ni siquiera conocía, y e esperado todo este rato para que me digas que estas arrepentido de eso, pero nada. ¿Cómo que por qué? Porque parecías un animal descontrolado- me descompuso el tema, me indigno que lo sacase en nuestra conversación, ese era un tema aparte. Me daba pena pensar que por culpa de ese patán ya no podría estar con bella, mis ojos se pusieron cristalinos- lo siento Jake, pero no puedo olvidar y perdonarte como si nada, porque en estos momentos hay una familia sumamente preocupada de uno de sus familiares que esta en el hospital, esperando que su ojo no se vea implicado con secuelas que le quiten visión. ¿sabes lo que sucedería si perdiese visión?- me gritó- ¿lo sabes?

-         Si bella, lo se- grité bajando la vista- y me siento mal por eso, pero él se lo busco.- respondí con rabia.

-         ¿Cómo que él se lo busco? ¿Qué hizo? ¿Qué me hizo? Porque el hecho de que él mirara a Gina, no va relacionado en nada con que el me hablara.- me sorprendió que el le hubiese contado eso, o sea, habían tenido tiempo para conversar, o sea ¿ya eran amigos? O ¿conocido?

-         ¿te lo contó? ¿él te dijo que la miraba? O sea tan mal no esta si tuvieron tiempo para conversar o ¿no?- dije con sarcasmo en la voz. Que estúpido era, porque demonios la seguía tratando así, pero estos malditos celos.

-         ¿Sabes que? A-L-E-J-A-T-E  D-E  M-Í- se paro, para poder entrar a la casa.

-         Espera, espera- dije tomándola del brazo- lo siento, bella, por dios no te alejes de mi, no otra vez, por favor.- su cara expreso el dolor que le produjeron mis palabras.

-         Nunca me aleje de ti, me alejaron, nunca estuvo en mis manos decidir estar o no en tu vida… así que no me critiques eso también- casi me escupió en la cara.

-         Dios, nada es tu culpa, siempre los demás son los culpables, ¿Cómo es que de los nueve años nunca, nunca contestaste tú?- me entró curiosidad.

-         Lo mismo digo yo- respondió con tono enjuiciador- ¿Cómo es que por casualidad nunca conteste yo? ¿Cómo puede ser posible que por nueve años no me enterase que llamabas? ¿Cómo? ¿llamaste no?- sus palabras me molestaron.

-         ¿Qué estas tratando de decir? ¿Qué no te llame?- realmente me estaba enojando, realmente me estaba indignando.

-         No lo sé, dímelo tú- me tentó.

-         ¿Cómo puedes pensar que te estoy mintiendo?- este maldito jueguito me estaba cansando.

-         Y tú ¿Tú si tienes derecho de pensar de mí lo que se te ocurra?

-         ¡Yo no solo lo he pensado, lo e visto Isabella Swan! ¡te vi! ¡TE VI CON SAM! ¡TE VI CON TU EX!- le escupí en la cara. Pude ver la pena reflejada en sus ojos. Pero no lloró.

-         Perfecto, si eso es lo que piensas y crees de mí, no hay nada más que hablar- se dio la vuelta y se alejo aún más.

-         Bella, bella, por favor tratemos de arreglar la situación.

-         Lárgate de mi casa, lárgate de mi vida- me gritó con todas sus fuerzas, de repente salió Charlie, tenía un rostro de preocupación.

-         ¿Qué sucede aquí?- preguntó.

-         Estoy aburrida de ti.- continuó gritándome, estaba muy enojada.

-         Bella yo…- trate de hablar, necesitaba excusarme, si era necesario me arrodillaría frente a ella para que me perdonase.

-         Tu nada, lárgate de mi vida, no voy a permitir que sigas humillándome, no quiero verte más ¿entiendes?

-         ¿Qué esta pasando aquí? ¿Qué es lo que sucedió? ¿Qué le hiciste a mi hija?- pregunto Charlie muy indignado, me agarro del brazo con mucha fuerza.

-         Nada, yo no lo hice nada Charlie. Es ella la que esta confundida y juega con los sentimientos de los demás- idiota, idiota ¿esta es tu forma de arreglar las cosas? Porque déjame decirte estúpido que insultándola no arreglaras nada, ¡contrólate!

-         ¿Yo? ¿Y tú? ¿acaso no estas jugando conmigo mientras estas con Gina?- con la pelea no tuve tiempo de contarle que ya no estaba con ella- Eres igual que Alec, quieres lo mismo que quería él de mí. Nunca querrás tener nada serio conmigo porque nunca me perdonarás el hecho de que no haya vuelto a verte desde cuando me fui.- eso no era cierto, yo ya la había perdonado. Lo que sucede es que soy un estúpido celoso que no se puede controlar.

-         ¿se propasó contigo bella?- preguntó indignado su padre.

-         No. Pero quiero que se valla, échalo por favor.- dijo y se dio la vuelta. Me quede viéndola alejarse de mí. Me quede paralizado, ya no era capaz de decirle nada más. Ya le había dicho que la amaba, pero no le basto. Ya en mis manos no se encontraba arreglar la situación.

-         Ándate Jake, es lo mejor- dijo un serio Charlie.

-         Yo la quiero Charlie, la quiero de verdad- no pude evitar el quiebre de mi voz.

-         Lo se hijo- dijo mientras me tomaba del hombro- y se que ella también te quiere. También se que a sido un día agotador. Espera unos días y veras como se solucionan las cosas.- me alentó el hecho de que él quisiese que se arreglaran las cosas con bella- toma- dijo extendiéndome las llaves de su auto.

-         No te preocupes voy a tomar un taxi.- agregue.

-         Está bien, nos vemos mañana- palmeó mi espalda y entró a la casa.

Me quede esperando el taxi, cuando llegue a mi casa y me disponía a bajar decidí darle una nueva dirección. Me baje y le pagué.

Toc, Toc. Golpee a la puerta. Era realmente tarde, pero la necesitaba.

-         ¿Qué haces aquí?- pregunto una adormilada muchacha que restregaba sus ojos.

-         Te necesito, te elegí- le respondí con una sonrisa en los labios.

-         ¿Qué?- pregunto aun dormida.

-         Te necesito Gina, quiero pasar la noche contigo. Te prometo que…

-         Shhhh- silencio mis palabras con un dedo sobre mis labios- no me prometas nada que después no puedas cumplir, sabes que estoy aquí para ti, pasa.- dijo haciéndome un gesto con la cabeza para que entrara a la casa.

-         Gracias- dije besándola.

-         De nada…- confeso sobre mis labios- las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para ti.

-         ¿están los tíos?- pregunte mirando hacia el segundo piso.

-         No, salieron.- acotó con una sonrisa picara en el rostro.

La abrase y comencé a besarla apasionadamente, ella respondió como siempre a mis besos.

Se separó un poco y me tomo la mano.

-         vamos a mi cuarto.- sugirió.

-         Adelante, te sigo.- concluí.

Cuando llegamos a su pieza, cerró la puerta con llave.

-         por si mis papas llegasen temprano.

Me aproxime a ella y comencé a acariciarla, rápidamente le quite la parte superior de su pijama. La aproxime a la cama, pero ella me tiro bruscamente para caer recostado. Se aproximó lentamente y me desabrocho el pantalón, abrió el cierre y bajo mi boxer. Tomo entre sus manos mí ya pronunciado miembro y comenzó a acariciarlo. Tuve que cerrar los ojos, no aguantaba la excitación.

-         vamos Gina hazlo- dije mientras posicionaba mis manos en su cabeza. Nunca antes le había pedido que me hiciese sexo oral, pero hoy lo deseaba.

-         ¿Lo deseas?- pregunto mientras se acercaba lentamente.

-         Sabes que si- dije casi sin aliento, su trabajo con las manos era grandioso, ya me imaginaba cuando lo tuviese dentro de su boca.

Comenzó dando pequeños besos en la parte superior. Para luego introducirlo completamente en su boca. Dios la sensación era magnifica. Logró hacerme gritar de excitación. Se lo metía una y otra vez sin parar, luego con su lengua lo recorría por completo. Con mis manos en su cabeza fui marcándole el ritmo de mi deseo, las embestidas en su boca eran cada vez más constantes y profundas. Dios estaba haciendo un excelente trabajo. Me tenía en las nubes. La solté para poder aferrarme a la cama, sentía el calor y la excitación por todo mi cuerpo, mientras ella seguía lamiendo y acariciando mi pene. Estaba apunto de acabar. Trate de alejarla, para no terminar en su boca pero ella no me lo permitió.

-         deseo que acabes en mi boca, justo aquí.- dijo introduciéndoselo nuevamente.

-         Oh Gina… dios… eres grandiosa- mis gemidos de excitación eran cada vez más fuerte.- no pares, dios no pares- dije mientras ella continuaba su magnifico trabajo.

Termine directo en su boca. Pude ver como mi semen estaba en su lengua, después se lo trago. Eso me excito nuevamente. La tome y posicione en la cama, ahora a ella le tocaba disfrutar. Quite su short, gracias al cielo no traía puesta tanga me ahorro tiempo. Abrí sus piernas y comencé a depositar pequeños besitos en su intimidad, la cual estaba completamente mojada.

Ella arqueó su espalda y emitió un gemido maravilloso. Puse una de sus piernas sobre mi hombro y adentre mi lengua en la cavidad de su intimidad. Gina grito de deseo. Con mi dedo acaricie su clítoris y luego lo baje para poder introducírselo. Reacciono poniendo sus manos sobre mi cabeza. Poco a poco comencé a moverme dentro de ella, su cavidad era tan calida y estrecha que me excitaba la sensación en mi dedo. Ya deseaba penetrarla y sentir su calidez y estreches en mi miembro.

-         dios Jake no pares, quiero más, lo quiero todo- se posiciono en mi rostro una sonrisa picara.

Así que introduje otro dedo, sus gemidos eras magistrales, producían tanto en mí, éramos uno a la hora de hacer el amor. Continué lamiendo con la punta de mi lengua su erecto clítoris, lo que mas me encantaba de ella era su fácil tendencia a saciar mis deseos. Quizás lo hacía, porque era lo que ella podía entregarme para poder olvidar a Be… ¡NO! Me grite, ¡ESTA NOCHE NO ESTA PERMITIDO PENSAR EN ELLA!

Me levente y saque rápidamente mi ropa, Gina termino de sacar sus sujetador. Volvió a acostarse y me abrió las piernas. Pero tenía una idea mejor. La pare y voltee en el instante, sus rodillas y sus manos estaban apoyadas en la cama. Junte sus piernas y rápidamente la penetre. La embestí una y otra vez, y cada vez más profundo. Agarre sus hombros para permitirme mayor movilidad, sus gemidos eran cada vez más altos.

-         no te detengas…- dijo con voz entrecortada- dios Jake no te detengas.

Abrí sus piernas, lo que me permitió mayor profundidad de las embestidas, ella solo grito de excitación. Mis manos se aferraron a sus maravillosos pechos. Los acaricié y apreté mientras entraba y salía de ella. Dios era tan estrecha, su calidez me enloquecía.

-         dios Gina- grite- oh dios, eres tan estrecha.- pude ver el rubor en sus mejillas.- me excitas tanto.

-         Sigue Jake- dijo entre gemidos.

Saqué mi pene de su vagina y comencé a adentrarlo lentamente por su ano. Si esta noche habíamos experimentado tanto, podíamos hacer esto. Ella se dio cuenta de mis intenciones y se coloco rígida, intento voltearse, pero la detuve.

-         no te preocupes seré delicado- acoté mientras me introducía. Wow era magnifico, dios esto era el paraíso. Gina se quejo.

-         Jake no, me duele.

-         Estás muy nerviosa cariño. Pero te gustara, debes relajarte.- le asegure.

-         No Jake, me duele- gritó mientras forzaba otra embestida.

-         Gina cálmate, no es para tanto- le grite.

-         Me duele Jake, ¿no lo entiendes?- pregunto.

Aferre una de mis manos a su cintura y la otra la baje hacia su entrepierna, comencé a acariciar su clítoris. Quizás de esa forma comenzaría a disfrutar y me dejase a mí gozar también. Gimió fuertemente.

-         Te lo dije, solo relájate cariño- me aferré más a su cintura.- lo estas haciendo muy bien- dije entrecortadamente mientras embestía con más fuerza.

-         Jake…- acotó ahogando un pequeño grito.

-         Lo haces bien- dije entre dientes, estaba que explotaba de excitación- esto juega mucho a tu favor. Creo que me estoy decidiendo por ti, sigue portándote bien y me quedare contigo, lo prometo.

Después de eso todo comenzó a fluir, puso mucho de su parte. Dios me dolía jugar con ella. Pero esta noche no se que demonios me sucedía. Las embestidas fueron cada vez más profundas, aquella cavidad ya se había acostumbrado a mí. Y eso me disgustaba, no era la misma sensación, ya no se sentía la misma estreches que en un principio. Abandone su clítoris y aferre mis manos a su cintura, estaba a punto de terminar así que la embestí mucho más rápido, Gina, estaba totalmente callada, de vez en cuando se quejaba por mis bruscas embestidas. Finalmente no aguante más y termine dentro de ella. Después de unos segundos caí a su lado, ella volteo el rostro al sentido contrario que el mío y no habló más durante la noche y yo me deje llevar por el cansancio y me dormí.

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bexotes sigan la historia

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