Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212057
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 40: De vuelta en casa

Bella POV

 

Me sentía extremadamente cansada. Mi cuerpo no reaccionaba mucho a lo que deseaba hacer. Me dolía el todo, era como si hubiese estado mucho tiempo en una misma posición.

Me sentía extraña, no me sentía tan abultada así que por inercia lleve mis manos a mi panza, pero estaba parcialmente plana. Me asuste así que abrí los ojos de golpe para encontrarme a una dormida Alice en el sofá frente a mí.

 

-         Alice…- susurre, mi voz estaba ronca. Ella no reaccionó.- Alice…- la llamé un poco más fuerte. Esta vez se removió y abrió un ojo, la imagen fue cómica.

-         Bella- agregó antes de levantarse del sillón- ¿te sientes bien?

-         Si Alice, un poco incomoda nada más…- agregué.

-         Edward estará tan feliz de que por fin ayas despertado- eso me trajo de vuelta a mi realidad.

-         ¿y Renesmee?- pregunté dubitativa.

-         Edward esta con ella, lo voy a llamar, dame un minuto.- tomó su celular y rápidamente le pidió que viniera. En menos de un minuto Edward estaba parado en la puerta. Su carita denotaba cansancio e incluso podría apostar que no ha comido casi nada.

-         Preciosa…- agregó mirándome dulcemente- pensé que jamás despertarías- me extraño su acotación.

-         ¿Por qué dices eso bobo?- agregué besando sus labios.

-         ¿Cómo que por qué?- preguntó él.

-         No… entiendo- agregué desconcertada.

-         Haz estado durmiendo por 3 días, bella.- agregó.

-         No… ammmm… no puede… o sea, ¿Y Renesmee?- pregunté.

-         Esta bien, extrañándote.- suspiré.

-         Tráemela, quiero verla…- agregué rápidamente. Eran tres días que había nacido, ella me debía necesitar tanto como yo a ella.

-         Vuelvo enseguida- advirtió. Alice no paraba de sonreír.

-         ¿Cómo es?- pregunté impaciente.

-         Igual a ti, pero con una mezcla de Edward. Es verdaderamente hermosa, bella- concluyo con gran adoración.

-         Si es hermosa entonces es igual a Eddie- concluí como si fuera la acotación más obvia del mundo.

-         No eres muy objetiva- se mofó.

-         ¿Tiene los ojos de Edward?- pregunte emocionada.

-         Tu misma los veras- concluyo aquel maravilloso hombre en el umbral de la puerta. En sus brazos cargaba el cuerpecito de mi hija, de nuestra hija. Se veía tan pequeña. Mientras se acercaba pude notar que el poquito cabello que tenía era de un rojo cobrizo, y estaba medio ondulado, eso lo había sacado a Charlie.

-         ¡Ooo...!- estaba tan emocionada mientras que iba sintiendo su calidez y su livianito cuerpo en mis brazos.- es delgadita.

-         No a querido mucho la formula que le da Carlisle, apenas y yo consigo hacerla beber un poco.- confesó.

-         Quizás hay algo malo en ella- me espanto la sola idea de que a mi bebé le pasara algo, así que sacudí la cabeza y deseche la idea. Volví a hablar antes de que Edward pudiera decir algo.- pero eso lo comprobaremos cuando despiertes, querida.- susurre muy cerca de su orejita, lo suficiente como para no molestarla. Sin mayor aviso comenzó a moverse, sus bracitos se levantaban en cualquier dirección y su boquita marcó una perfecta “o”. era tan chiquita pero a la vez enormemente exquisita. Alice no había exagerado Renesmee era preciosa, era la niña más linda que había visto, y tratando de ser muy objetiva, podría decir que su hermosura es mucho más despampanante que la de su padre.

-         Parece que lo comprobaremos ahora.- su pequeño cuerpecito se contorsionaba en mis brazos y sus patitas daban pequeños golpecitos a su tía Alice que se nos había acercado. De pronto rompió a llorar, su llanto me acongojó quizás tenía hambre, me había esperado por mucho, me dio pena no poder estar para ella en sus primeras horas de vida, donde más necesita la protección y la leche de la madre, no una formula.

-         Perdóname bebé, no quise estar alejada de ti tanto- de pronto se quedo callada y sus ojitos me buscaron, cuando los vi no pude aguantar y lloré, eran puros y cristalinos, inocentes e infantiles pero de una dulzura especial. Sus ojos eran incluso más bellos que los de su padre. ¡Esta bien lo acepto soy muy poco objetiva! Es mí hija y para mi es el ser más precioso y maravilloso del mundo entero, después venía su padre.

-         También te reconoció ¿Por qué no le hablé más?- preguntó Alice para ella. Me reí ante su comentario.

-         Alice, mi voz la escucho desde siempre y luego la de Eddie, es normal que nos la reconozca o ¿no?- pregunté sin saber por que dijo también, pero lo intuí.

-         Ya lo sé. Los amo, pero tengo que irme, con Jazzy tenemos algo que hacer, te vemos en casa bella.- agregó, me desconcertó lo que dijo, y tal parece Ed noto la confusión en mi rostro.

-         Aguafiestas… aun no le decíamos a bella que podía irse, boba, acaba de despertar- agregó un refunfuñón Edward.

-         La falta de sueño lo pone así, mal humorado.- nos dio un beso a los 3 antes de salir.

-         Me alegra que por fin podamos irnos- agregué muy gustosa con la noticia, mientras acariciaba la cabecita de mi niñita, mi consentida niñita porque sin tratar de malcriarla consentiría todos sus gustos. Descubrí uno de mis senos, le pedía a Edward que trajera un pañito húmedo, para poder limpiar la zona que Renesmee chuparía.

-         No sabes lo que provocas haciendo eso- confeso Edward con los ojos entrecerrados. Me sonroje un poco y después opte por seguir el juego, lo hice más lentamente y lo observe mientras me mordía el labio. Decidí que lo primero era lo primero, Renesmee aun me observaba con sus cejitas muy juntas, su carita era como de estar pensando, tenía las mismas facciones de Edward, todos mentían al decir que se parecía a mí, y ni siquiera me sentía mal por eso, me daba gusto que hubiese predominado la hermosa genética del los Cullen.

-         ¿Tienes hambre?- pregunté acercando el pezón a su boca. Acto seguido ella la abrió y lo aprisionó. Debía admitir que dolía un poco, pero era una sensación tan maravillosa el sentir que eras tu quien amamantaba a tu propia hija, a tu sangre, saber que eres tu la que la ayuda a crecer y a vivir. Sentí lagrimas correr por mis mejillas, no era de dolor o incomodidad ni nada físico, era una sensación del alma, nunca me cansaría de sentir su lengüita en mi pecho y provocar el movimiento para mamar. Ver su boquita moverse con tal frenesí, ver como su cuerpo extrañaba al mío, ¡dios, verla cerrar los ojitos y relajarse mientras una de sus manitos descansaba sobre mi pecho! Era la mejor sensación del mundo, Rossi tenía toda la razón. Cualquier atisbo de miedo o inseguridad que en su memento hubo, ahora desapareció, la amaba más que a mi propia vida y haré lo que sea para ser una buena madre, que buena ¡LA MEJOR MADRE DEL MUNDO ENTERO! Amaba a este pedacito de mí y del hombre más precioso del mundo, que aun me observaba con fijación. ¿Cómo pude no amar o querer estar con mi bebita? Estoy segura de que si hubiese seguido con la idea de dársela a Edward en este momento, al sostenerla no habría podido, habría desistido y me la habría llevado a casa.- tenías mucha hambre, cariño.- Agregué mientras acariciaba su cabecita.

-         Estuvo esperándote por 3 días, esta ansiosa- sonrió Edward.

-         Te amo- dije mirándolo fijamente.

-         Te amo más- agregó- Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo.- me besó.

-         Gracias a ti también, sin tu aporte no abría estado aquí- dije. Volvió a besarme.

-         Iré a buscar a Carlisle para que te otorgue el alta ¿OK?- solo asentí.

 

Carlisle nos encontró en óptimas condiciones para poder irnos, ya extrañaba casa, y aparte quería que la niña ya estuviese en su lugar.

Me extraño que no hubiese estado Esme o Charlie, incluso podría decir que me dio muchísima pena. Eddie insistió con ponerme en la silla de ruedas para llevarme al auto. Por ropa me puse un jeans, una polera azul intenso y zapatillas. El color de la ropa de mi niña era azul también, me gustaba como se veía ese tono en contraste a su piel blanquita, porque Renesmee era extremadamente blanquita, salvo por un rosadito de sus mejillas. Muchos enfermeros pensaron que era niño debido al color de la ropa y a que no quise perforarle sus orejitas. Edward apeló, pero me negué rotundamente, era un acuerdo previo, nada de aritos para nuestra hija, y sinceramente me alegraba que me hubiese hecho caso.

 

-         ¿En qué piensas?- preguntó Edward que iba conduciendo, yo por obvias razones iba en los asientos traseros.

-         Nada en particular- agregué para esquivar el tema, de verdad que me dolía que no me hubiesen ido a ver al hospital hoy cuando desperté.

-         Nada de omisiones ¿recuerdas?- me observo con fijación. Rodeé los ojos.

-         Es solo que… me sorprendió que no… bueno que no hubiese nadie… tu sabes… más familia- me costo expresarme.

-         ¡Aaaaah!- agregó. Espere un momento pero no volvió a hablar.

-         Y ¿Eso será todo lo que dirás?- pregunté extrañada.

-         Es que han venido bella, pero tú estabas dormida, no sabes cuanto me ayudaron con Renesmee.- suspiré y asentí.

-         No eres la primera nieta Nessie, la emoción no es la misma- no sé porque lo dije en voz alta, pero realmente lo pensaba. Nessie era la segunda nieta, no era tan esperada como Emy. Estábamos llegando a casa, así que el lugar era solitario. Edward se estaciono en el primer sitio que quiso y se volteo para encararme.

-         ¿Cómo puedes pensar eso?- sus cejas se juntaron por la curiosidad.

-         No lo sé, es solo que… siento que con Nessie es todo diferente…

-         ¿Cómo se te ocurrió ese apodo?- estaba más extrañado.

-         No sé, solo lo pensé- agregué mirando el cabellito colorín de mi nena.

-         Hey- puso su mano en mi mentón, para poder levantarme la vista.- todos aman a “Nessie”, ya lo verás- me sonrió y después siguió manejando.

-         Ok…- agregué y después me dedique a observar a mi hija, hasta que llegamos.

-         Ven cariño- tendió sus manos hacía mí, pero le entregue a la niña para que el la llevara, yo aun estaba un poco adolorida. Entramos a la casa y todo estaba muy tranquilo y ordenadito.

-         Debo admitir que hiciste un buen trabajo en la casa, ya temía regresar y encontrar las ruinas- dije muy divertida.

-         Hey ¿por quien me tomas?- dije acercándoseme y besándome.- vamos, deben descansar.

-         Noooooooo… dime que puedo hacer otra cosa- agregué contrariada, estaba aburrida de las camas, bueno no tanto, pero a eso en particular Edward no se refería.

-         Te diría una… mmm… pero creo aun no estas lista- me reí por la idea de que ambos hubiésemos pensado lo mismo.

-         Ok…- y subimos a nuestra habitación, cuando entramos estaba toda la familia, algunos sentados en la cama contemplando a Emy y otros en el suelo. Fue todo tan cómico porque cuando entramos en vez de gritar todos susurraron ¡SORPRESA! fue para que ninguna de las 2 bebés despertaran. Mis ojos se llenaron de lágrimas, la cunita de Nessie era hermosa y de color azul.

-         ¡Ohhhh! Llegaron- Esme fue la primera en acercarse- hermosa, estos malvados no me dejaron ir a verte cuando despertaste- me confeso mientras me envolvía en un abrazo maternal.

-         No hay problema- susurre apunto de llorar.

-         Si lo hay… en el auto casi le da un ataque depresivo- confeso Edward al que miré con un muy, pero muy y mas que fingido odio

-         Lo siento y… gracias- la mire sin saber de que hablaba- por darme a esta colorida hermosa- concluyo para luego arrebatarla de los brazos de mi futuro esposo.

 

Nessie pasó de mano en mano, todos la besaron, abrazaron y regalonearon. Me reí con los rostros de Carlisle y mi padre, los cuales se pusieron a llorar en sus respectivos turnos.

 

-         no han parado de hacer eso cada vez que la tienen en sus manos. ¡Uffff! Y tienes que verlos cuando ella los mira- todos nos reímos de la confesión de Eddie.

-         No te burles que cada vez que ella te reconoce lloras como mujercita- agregó Emmett dando una palmadita en la espalda de su hermano.

-         Por lo menos fui menos mujercita que tu, recuerda que casi te desmayas la primera vez que sostuviste a tu niña- cada vez disfrutábamos mas de la familia. Celeste no se separaba de mi, me abrazaba y acariciaba el pelo, era realmente como una madre.

 

A toda esta escena le faltaba un toque, uno que espere durante toda la tarde, pero que nunca apareció. Necesitaba tanto la presencia de Jake, quería que él estuviese aquí, que me dijese que me quería y que viera a mi hija. Al parecer Edward se percato de que mi atención estuvo muy alejada de los regalos que nos había dado la familia. Quería llamarlo, pero respetaría su decisión, a lo mejor por algo no quería estar aquí.

 

Escuche a Eddie preguntarme algo una vez que la familia se había ido y habíamos acostado en su cunita a nuestra hija, la cual estaba pegada a mi lado de la cama, a pesar de que Carlisle y el mismísimo Ed dijera que era mejor que se acostumbrara de una vez, quería tenerla cerquita, para cuando apenas se moviera un poquito la pasara a nuestra cama, necesitaba su cercanía

-         ¿cariño?- preguntó nuevamente trayéndome al ahora.

-         Ammmm… ¿me decías?- estaba en otra.

-         ¿Qué te sucede? Y por favor no me digas que nada, porque me di cuenta que estas como en las….- no alcanzó a terminar cuando se la solté.

-         Extraño a Jake- vi como su cuerpo se tenso, las que recién eran manos cariñosas, ahora estaban convertidas en puño.

-         Ammm….- quiso decir algo pero no pudo.

-         Necesito que venga Edward, quiero que vea a nuestra hija, porque no la conoce ¿verdad?- le pregunté.

-         No bella, cuando saliste de tu gravedad le pedí que se fuera- me levante extrañada.

-         ¿Qué tú hiciste qué?- le pregunté.

-         Eso bella, le pedí…. Le exigí que se fuera- lo mire reprobando su actuar- no me encontraba del todo bien, lo único que quería era a la familia cerca no a él.

-         Pero él tenía derecho a estar ahí es mi amigo…- me levante de la cama y recogí el teléfono y marqué su numero después de sonar 3 veces contestaron.

-         Aló- ese era Billy.

-         Hola Billy, soy bella ¿se encuentra Jake?- directo al asunto.

-         Hola bella, pues….- dudó- no, esta… bueno salió- era un pésimo mentiroso, lo descubrí desde un comienzo cuando gritó mi nombre.

-         Dile que se ponga al teléfono, necesito hablar con él, Billy- le pedí.

-         No bella, si no esta- agregó un poco más confiado, pero ya no podía engañarme.

-         No me mientas se te da mal- se quedó callado unos segundos.

-         Lo siento Jake, esta chica es perceptiva- se escucho maldecir a Jake- por cierto ¿Cómo esta el orgullo de Charlie?- sonreí por la forma particular para preguntar por mi hija.

-         Perfecta, duerme- después de felicitarme y desearme buenas noches me entregó a Jake.

-         Isabella- agregó con duda.

-         No Jake tu eres mi amigo y estarás conmigo todo el tiempo que quiera así que te vienes a mi casa ahora, tengo a alguien que presentarte y más encima otra persona necesita hablarte también- eso era por Edward, él tendría que pedirle disculpas a  Jake por comportarse como un idiota.

-         No es necesario- agregó.

-         Hazlo por mí…. No, no, no, por Nessie, ella quiere ver a su padrino- Edward me miró muy sorprendido, creo que hasta Jake estaba perplejo, en ese momento Edward se paró y se fue de la habitación sentí sus pisadas por la escalera.- te esperamos, aún no cenamos y si tu ya lo hiciste mala suerte lo volverás a hacer, te espero no me falles amigo- y le corte.

 

Verifique si la niña estaba cómoda y dormida y baje para poder conversar con Edward, él necesitaba entender que Jake era una parte fundamental de mi vida y que nunca podría salir, el me conoció con él y tendría que aprender a vivir o convivir con él lo encontré con los pies metidos en la fuente del jardín.

 

-         Tendremos que hacer algo con ella, Renesmee crecerá y esto será un peligro- le argumente, sacándome las sandalias y sentándome a su lado.

-         Necesito pensar bella, no quiero discutir, a parte deberías estar con la niña luego se despertara.- agregó frío, su tono no me gustó.

-         Esta fría- dije mirando el agua- igual que tu mirada.- me daba pena tener que discutir con él siempre por lo mismo.

-         Lo entenderé bella, pero quiero estar solo, ¿me dejarías por favor?- agregó. Pero no le hice caso, además Jake llegara como un una hora más. Revisé mis bolsillos y luego me metí en la alberca, dios el agua estaba verdaderamente helada, Eddie me miro sorprendido alcé mis manos en su dirección- no siempre puede ser como tu deseas Isabella- agregó pare luego quedarse estático. Su argumentación me dejo muy claro que no pensaba seguirme el juego, lo cual me desilusiono mucho.

-         ¿Sabes que creo?- pregunté, pero él me ignoro mirando hacia otro lado- perfecto aunque no me quieras ver te lo diré, creo que esto- dije moviendo las manos en dirección a la casa- el nosotros no va a funcionar- dije mientras me salía de la alberca.

-         Quizás- agregó. Su actitud me desconcertó, no podía creer que pudiese ser así, que por mi amigo esto iba a acabar, ni siquiera se trataba exclusivamente del sino que de los celos estúpidos y la inseguridad del padre de mi hija, que ahora que apenas había nacido iba a terminar todo- quizás- volvió a agregar más para si que para mí.

-         Perfecto, por si no te haz dado cuenta esta casa tiene varias puertas y muy amplias, cuando quieras te largas- agregué furibunda, él me miro con unos ojos muy abiertos- no te voy a detener, hoy por hoy en mi vida hay algo mucho más importante que tenerte a mi lago ¡MI HIJA!- casi le grité.

-         Nuestra que jamás se te olvide eso- agregó casi gritando también.

-         no me interesa si te quieres ir, pero déjame decirte que desde el momento que decidas largarte no habrá marcha atrás, no voy a volver a tus brazos como una idiota- agregué.

-         Cada cual actúa de la forma que más le acomoda- eso fue la gota que repleto el vaso.

-         ¡¡¡Lárgate!!!- le grité entrando a la casa- cuando quieras ven a buscar tus cosas, te quiero fuera de mi vida lo antes posible- era tan estúpida esta situación, era pelear por nada, pero me acababa de decir idiota y eso no lo toleraría, si en una pareja no hay respeto entonces no hay nada.

-         Bella, bella por dios lo siento…- casi gritaba mientras yo corrí a la habitación, pero igual alcanzo a entrar. Me dirigí al closet, necesitaba ropa seca, quizás hasta me diese hipotermia tratando de arreglar las cosas con él.

-         ¡Que fácil!- agregué.

-         Lo siento, pero es que me pone tan celoso tu relación con él- estaba casi tiritando sus ojos expresaban el pavor que le provocaron mis palabras- perdóname, no quise decir esas cosas, te amo y nunca querría estar lejos de ustedes- dijo haciendo una mueca en dirección a nuestra hija durmiendo. Ya lo había perdonado, igual yo había sobre reaccionado ante la situación, pero igual quería hacerlo sufrir un poquito más.

-         Me insultaste- fingí rabia.

-         Lo se hermosa y de verdad me disculpo, lo siento- estaba a punto de llorar y me había dado cuenta que esto había llegado muy lejos. Me acerque y lo besé con una necesidad tremenda. Mientras había avanzado la plática había ido quitándome algo de ropa, así que de un vuelo me quite la que me quedaba.

 

Lo acerqué hasta la cama y seguí besando, empecé a quitarle la ropa.

 

 

Edward POV

 

El beso se intensificaba a cada minuto más, sus manos desabrocharon mi pantalón, yo con los pies termine bajándomelo. La necesitaba tanto, el solo hecho de pensarme lejos de su cuerpo, de sus caricias y de su profundo amor por mi me aterraba, la dirección de la pelea me aterro, el hecho de que me echara de casa es algo que no podría soportar. Me quitó la polera que traía y empezó a depositar besitos en mi pecho, besando mis pezones, dios sus caricias provocaban tanto en mí. Siguió bajando hasta mi vientre y me beso hasta que por fin llego al lugar que en estos momentos añoraba sus caricias. Lo tomo y se lo llevo a la boca introduciéndoselo rápidamente, mis gemidos fueron instantáneos e inundaron la habitación, la situación era enormemente placentera, enrede mis dedos en su cabellera así empecé a marcar los movimientos de la forma que deseaba. Dios Isabella era una maravilla, esta mujer a diferencia de las tantas otras que compartieron la intimidad conmigo, sabía que parte de mí tocar, como hacerlo y lo que provocaba, me miraba de una forma tan sexy mientras devoraba mi masculinidad, mientras lo frotaba y lamia completo. Esta mujer me tenía al borde de un muy placentero y maravilloso orgasmo, la alejé para no acabar en ella, pero me lo impidió y termine entre sus manos, la corriente y pulsaciones me hicieron gritar su nombre. Cuando me recuperé la tomé y la puse sobre la cama, era mi turno de hacerla gozar, empecé besando sus labios y luego bajando hasta sus senos, su sabor era embriagador, sentía que mi miembro volvía a la vida. Empecé a devorarlos alternadamente, cuando uno se encontraba entre mis labios el otro era masajeado y su pezón pellizcado por mis dedos. Bella se contorsionaba de placer, cada parte y milésima de su cuerpo me confirmaba lo que nunca me cansaría de leer, que me amaba y que todo su ser se reconfortaba con cada una de mis caricias.

 

-         Te necesito dentro de mí- agregó.

-         Quiero hacerte disfrutar completamente- argumenté, pero me volvió a suplicar que la poseyera en el instante.

 

Abrí un poco sus piernas y me adentré lentamente en su interior. Ella grito cuando me sintió, pero no fue un grito de dolor si no que de pasión, pasión porque gracias a mi contacto cada parte de su cuerpo vibraba igual que el mío. Puso sus manos sobre mi espalda y comenzó a masajearla de vez en cuando hundía las uñas en ella, lo que me provocaba mayor excitación. Gemía en su oído mientras que de reojo la observaba mordiéndose el labio inferior, sus gemidos eran deliciosos, siempre estuve atento por si sentía dolor, recién había dado a luz. Las embestidas cada vez se hicieron mas constantes sus manos bajaron hasta mis glúteos impulsándome a llegar mas profundo. La agarre por la cintura para poder impulsarme un poco más, quería hacerla disfrutar al máximo quería redimirme llevándola junto a mi al mas placentero de los orgasmos. Una capa de sudor se veía en nuestros cuerpos, una capa de sudor que lo hacia todo mas sensual y sexy. Bella abría su boquita mientras profería gemidos magistrales, abrió un poco más su piernas y me permití penetrarla mas profundo pensé que le había dolido, pero lo único que salio de su boca fue un  “que sabroso”, me complació lentamente sentí aquel calor envolver mi miembro, sabia que en cualquier momento estallaba dentro de ella, sabia que mi orgasmo seria antes que el de ella, pero la estimule un poco metí una mano entre sus piernas y frote rápidamente su clítoris mientras pegué mi boca a su oreja, tal como esperaba, empezó a gritar mi nombre y a gemir mucho mas rápido, sus paredes comenzaron a tensarse y hacer del rose algo maravilloso, hasta que di mi ultima estocada y caí rendido encima de su cuerpo, tal como siempre habíamos llegado juntos al orgasmo. Me quede dentro de ella unos minutos más mientras frotaba y acariciaba mi espalda, la sensación era impagable hasta que el timbre nos trajo de vuelta a la realidad. Nos sobresaltamos y de mala gana tuve que salirme de su interior.

 

-         Se amable, hazlo por mi ¿OK?- su carita era maravillosa. Me vestí lo más rápido posible y antes de salir de la habitación le susurré en el oído.

-         Por ti soy capaz de besar a Jacob Black- ella se rió.

 

En ese momento comenzó a vestirse, esa mujer era mía, su cuerpo me pertenecía y siempre lo haría, ya no dudaría ella necesitaba a su amigo cerca y lo tendría, nunca más volvería a dañarla por mis malditos celos. La amo mas de lo explicable y por un milagro de la vida ella me amaba también y como muestra de ese maravilloso amor me dio a un pedacito de sol, ese que ilumina mi día a día. Mi mujer ya estaba de vuelta en casa.

___________________________________

las quieroo

denme su opinion y votos....

sigan mi nueva historia ...

MESSENGER.....

una dramatica historia e inesperada.... llena de amor tambien aquello que jamas debe faltar en la vida....

las quiero muchooo

y montse no te preocupes que Jake tendra su final feliz.....

Capítulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capítulo 41: Años...........

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
14447348 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios