Bella POV
El sexto mes
Decidí que lo mejor era quedarme aquí hasta que nacieras, después cuando mi cuerpo no estuviera tan agotado, me dedicaría a buscar un lugar más estable, lo mejor por ahora era quedarme y seguir arrendando.
No puedo entender porque el amor o entusiasmo por ti aun no llega, incluso celeste me aconsejaba y trataba de hacer entender que tu eras fruto de eso tan lindo que sentí y que siento por tu padre y que eres parte de la entrega maravillosa de cuerpo y alma.
Te veía crecer cada día dentro de mí. Apareció tu cabello, pestañas y ya abriste tus ojitos, los cuales encontraba maravillosos. Pesas 900 gr. y mides 38 cm. Estoy hablándote, acariciándote pero era tan extraño porque te siento como algo externo, algo lejano a mí, como si fueras un juego o una fantasía de mi mente retorcida.
Muchas noches e soñado despierta como será tu llegada Renesmee, porque ese será tu nombre, mezcla de la dulce Esme que era tan buena con nosotras y parte del recuerdo de mi adorada Renée que perdurara en ti.
Estoy aun más gorda, e vuelto a orinar con mucha frecuencia, me duele la parte baja, los calambres son constantes, me han aparecido bastantes estrías en el vientre y la piel de mis senos se ha vuelto más translucida ¡Esto ya me tiene aburrida! Daría lo que fuera porque saliera rápido, pero a la vez me da pavor.
- ¿bella?- preguntaron por el teléfono.
- Con ella…- acote muy cansada.
- ¿Qué a pasado por que no has venido a verme?- preguntó la voz que aun no reconocía, al parecer estaba un poco desorientada.
- ¿Quién es?- pregunte con duda.
- Tú amiga mujer, Marina. ¿Qué ya no me recuerdas?- preguntó sentida.
- Dios Marina… que vergüenza contigo… no e tenido tiempo para ir a verte…- acoté.
- Ya lo noté… ¿Por qué no te das un paseo por la Push? Jake quedó de venir a vernos…- preguntó.
- Eso estaría perfecto… ¿a que hora estaría bien?
- A las 6 sería perfecto… ¿te parece?
- Nos vemos.- agregué.
Creo que lo mejor es tratar de relajarme y si esto sería así como una cena de viejos amigos, me parecía perfecto.
Tome una minuciosa tina, quería relajarme y el agua caliente haría un buen trabajo. Miraba la pelota que tenía por vientre y lloré. Quería con toda mi alma poder llenar el vacío que sentía, poder expresar el amor por ella, ser como cualquier mujer y sentirse felices y afortunadas con un bebé.
Me salí mejor, no quería deprimirme aún más. Me puse un vestido azul sin mangas que me regalaron Celeste y Charlie. Me maquille sutilmente y ondule un poco mi cabello. Cuando me mire al espejo me veía muy bonito, un gordita y todo como estaba irradiaba un no sé qué especial. La tarea mas complicada sería elegir calzado, pero finalmente me decidí por unas sandalias de color canela.
Me dirigí camino a la Push, el viaje se me hizo bastante corto. Cuando entre vi a un muy divertido Quil, que sostenía entre sus brazos a Gastón, el que alzaba las manos gritando a mamá que estaba volando.
La escena era hermosa, se me acercó Jake.
- ¿Cómo están Bells?- preguntó muy amablemente.
- Bien Jake, Renesmee crece bastante y yo me expando- hice una mueca como de que estaba engordando.
- Eres boba, es solo la niña, veras que cuando des a luz recuperaras tu antiguo cuerpo.- acotó como si fuera tan superfial para pensar eso.
- Jake lo que quiero es sentirme bien, volver a dormir, no si mantengo mi cuerpo intacto.
- Ah- agregó. Me extrañaba verlo solo, si bien me había contado sobre sus problemas con Gina, también me contó que todo era solucionable. Me extraño verlo sin ella.
- ¿Y Gina?- le pregunte, se puso muy serio.
- Ya no estamos juntos- confeso.
- Que lastima- agregué, pensando que necesitaba mi apoyo.
- La verdad es que no, ya no estábamos muy bien juntos, la quiero y mucho no lo puedo negar, es por eso que decidimos ser amigos, y esta noche vendrá con su nuevo novio.- agregó campante por la vida.
- ¿Y… bueno… eso no te molesta?- pregunte muy curiosa.
- No, la verdad es que me hace feliz que Gina, haya encontrado un complemento que la haga feliz- agregó. Cada vez su actitud me encantaba más.
- Y… ¿Quién es?- pregunté aún más curiosa.
- No tengo idea, pero dice que de la facultad.- agregó.
- Ah… pero, ¿tú no sospechas en nadie?- pregunté.
- La verdad es que no, ha sido muy reservada en el asunto. Me pidió que no le preguntara nada, que lo presentaría “formalmente” hoy.- agregó.
- Pero ¿no te da nada?- le volví a enjuiciar- algo de celos ¿quizás? ¿rabia? ¿algo?- agregué.
- En realidad más que algunos de esos sentimientos, siento curiosidad de saber quien, de hoy y no antes ¿entiendes?- agregó.
- Sip- en eso sentimos golpear la puerta, y mi corazón empezó a latir muy rápido, incluso Renesmee se movía mucho. Agarre la mano de Jake y la puse en cima de mi vientre, para poder relajarme, él masajeó y sonrió con los pateos. Ya no estaba mirando la puerta.
- Eres una inquieta- agregó Jake bajando un poco, como para quedar a la altura de la panza.
- No le digas así que se enojara…- le concluí cuando la sentí patear más fuerte.
- Wow ¿Qué le has hablado de mí que se pone tan nerviosa?- pregunto riendo…
- Solo lo odioso que eres- dije tomando su rostro con mis manos y depositando un apretado beso en su mejilla.
- ¡MIRA QUIEN ESTA AQUÍ!- agregó Marina.
- Dije que vendría- agregó, pero estaba sola.
- ¡Hola Gina!- le saludo Jake- ¿viniste sola?- preguntó con verdadera sorpresa.
- No… es que esta hablando por teléfono.- agregó, sentí que me miro extrañamente. De repente comenzó a sonar mi teléfono portátil. El visor marcaba Edward. Él hombre era realmente odioso, de buena forma lo digo, era mejor contestarle ahora, por que o si no me llamaría unas 1000 veces más, pensando lo peor. Tome en teléfono y me aleje del grupo excusándome.
- ¿aló?- preguntó.
- Hola ¿Qué quieres?- pregunté.
- Saber de ti y nuestro bebé.- acotó muy tiernamente.
- Eres lindo…- después de que lo dije me arrepentí.
- Y tú maravillosa…- agregó.
- Edward no te confundas… quiero decir que encontré muy linda la forma en que te expresaste…- agregué.
- No necesitas darme explicaciones, por ser la madre de mi bebé, tienes el derecho a decir lo que desees.- confesó.
- Ok…- alargué la frase- ¿quieres algo en especial?- pregunté.
- No… solo quería saber si estabas bien… ¿has sentido algo en especial?
- No… aparte del cansancio, me siento bien.- le confesé, no quería empezar a decirle mil síntomas, como para que se preocupara y más encima viniera a buscarme aquí mismo a la casa de Marina.
- Y ¿Qué haces? ¿comiste?- volvió a preguntar.
- Estoy con unos amigos, y estoy a minutos de comer…- agregué.
- ¿estas lejos de tu departamento? ¿quieres que después te pase a buscar?- me preguntó, pero eso era lo que menos quería.
- Estoy embarazada… no enferma o lisiada, aparte Jake me ira a dejar.- le confesé.
- Eso es perfecto para mí, se que él te cuidara mucho- agregó y su actitud me sorprendió enormemente.
- Así que ¿son de paz?- pregunté con un deje de ironía.
- Confías y lamentablemente te sientes mucho más cómoda con él que conmigo, no encuentro una mejor persona para cuidarlas cuando yo no puedo. El también te ama, lo hará bien…- agregó con pesar. Y me molestó que él pensara que podía haber alguien que pudiera cuidarme mejor y con él que prefiriera estar por sobre él.
- No prefiero a nadie que no seas tú…- agregué y me volví a arrepentir.
- Ah…- agregó. Dios esa era mi retirada.
- Me tengo que ir…- agregué velozmente.
- ¡No! ¿Dónde estas? Necesitamos hablar, necesito que me digas eso otra vez… bella, dime ¿Dónde estas?- preguntó desesperado.
- Lo siento me tengo que ir… hablamos luego- concluí y le corté. Me senté en el jardín trasero de Marina, necesitaba que el aire refrescara mis mejillas ardientes.
- ¿Edward?- preguntó.
- Si…- agregué.
- Aun lo quieres ¿verdad?- preguntó bajando el rostro.
- Si Jake, aun lo amo, pero no puedo perdonarlo.- le confesé con el dolor de mi corazón, no podía perdonar el que estuviera envuelto con la violación de mi amiga.
- Pero ¿y si cambiara? Quizás podrían intentarlo- agregó aun sin mirarme. Tuve el deseo de tomar su mano y lo hice, Jake me demostraba a cada instante su amor, y sobre todo ahora, pidiéndome que le diera una oportunidad a otro- él es el padre de tú bebé, si lo amas no tires a la basura el poder formar una familia, bella, te lo mereces…
- Gracias, Jake. ¿entremos? Me dio un poquito de frío.
- Ok…- agregó. Cuando entramos vi Gina parada en la puerta con unas manos en su cintura, la otra persona no se podía ver. Paso un momento en que todos los mirábamos, e incluso me sorprendí viendo a Jake tan emocionado.
- ¿Qué te pasa?- le pregunté.
- Nada… es solo que me alegra que este feliz-agregó. Dios ¿Por qué no podía amar a este hombre? ¿Por qué simplemente no podía dejarme encantar con la bella persona que él era? En ese momento vi como unos labios se pegaban a los de ellas, y unos ojos maravillosos miraron el entorno.
¡Dios! ¡NO PUEDE SER! ¡Se novio era Edward! ¿Por qué? ¿Por qué se ponía de novio justo con la persona que por desgracia pertenecía a mi núcleo de amigos? Dios ¿Por qué se presto para eso?
Me lleve las manos a la boca y sentí como mi estomago vibraba. Ya no me interesaba que fuera su novia, me interesaba el hecho que él estuviese aquí, en la misma casa de Marina.
Sus ojos se posaron en mi rostro, pero pude ver su cuerpo petrificado cuando vio a la muchacha que sostenía a Gastón en sus brazos, que se estaba durmiendo, porque ellos habían llegado más tarde. Gina también se dio cuenta de su petrificación, y se dio vuelta para regalarme la mejor sonrisa de ironía.
- ¿Por qué haces esto?- preguntó un muy irritado Jake.
- ¿Qué hace qué?- pregunto Marina. Edward la miro aun más sorprendido, pude ver como sus ojos se llenaron de lágrimas.
- Eso Jake ¿Qué estoy haciendo? Solo traje a mi novio.- Edward ni siquiera acotó algo parecía una estatua de piedra. Me comí mi orgullo, cuando me percate que el cuerpo del empezó a temblar cuando Marina se paro exaltada al reconocerlo.
- Tu ojos- dijo casi híper-ventilando- tú… yo te vi, eras amigo de Félix ¿verdad?- Edward seguía temblando. Tuve que acercarme, estaba pálido y sudaba, aunque no fuese entendida en la medicina, sabía que si no le decía algo, caería al suelo. Agarré su rostro entre mis manos.
- ¿Edward? Tranquilo, respira…- le aconsejé.
- No puede ser…- murmuro.
- El destino es cruel…- acoté mientras sus ojos desprendían lágrimas. Si que el destino era cruel, pues él y yo ya no podríamos estar juntos.
- Quiero explicarte- le dijo sin mirarme, sino que posando sus ojos en los de Marina- si bella, a conversado contigo, debes de pensar lo peor de mí.- agregó, sin tranquilizarse.
- ¿Qué sucede aquí?- preguntó Jake, mientras Marina entregaba el cuerpo del niño a Quil.
- El estaba el día que me violaron- soltó a boca de jarro. Gina se quedó helada y Jake abrió unos ojos de plato.
- ¿QUÉ?- preguntó gritando.
- Jake calma- agregué.
- ¿Qué me calme? ¿me pides que me calme cuando este hijo de puta se violo a nuestra amiga?- amenazo. Se acercó a grandes pasos y lo tomo de la camisa- ¡Esta vez te mato!- le gritó. Me puse histérica, pero antes de que su puño pudiera aterrizar en el rostro del amor de mi vida, Marina lo agarro con mucho ahínco.
- Si no puedes calmarte, tendrás que marcharte Jake…- agregó ahora muy tranquila.- así que decide ¿te quedas o te vas?- le preguntó muy sería.
- ¿Cómo puedes estar tan tranquila cuando este animal te destruyo la vida?- le criticó.
- No quiero que hables así ¿me oíste? Mi hijo es lo más maravilloso en este mundo, el no me desgracio la vida…- Jake se sonrojo.
- Tu sabes porque lo digo, jamás me referiría a Gastón de esa forma…- dijo aun aferrando de la camisa a Edward que como idiota aún miraba a mi amiga. Gina era un adorno más en la sala.
- Quiero que conversemos ¿te parece?- Le pregunto ya sin rastro de sorpresa a Edward. Que solo asintió.- ¿bella?- preguntó en mi dirección.
- vayan los esperamos acá.- agregué. Edward me miro, casi con lastima, como si sintiera que lo dejara solo.
- Esta conversación también te corresponde- agregó sonriéndome. Dentro de mí necesitaba saber más, pero no me imaginaba el dolor que me provocaría que se llegara a la verdad exacta. O a esa que yo creía era la verdad.
- Ok…- susurre. Vi como hirvió Jake y salió de la casa dando un portazo. Llegó Quil y le pedimos que fuera a buscarlo, que conversara con él y que se llevara a Gina. Lo hicieron así que nos quedamos en la sala.
- ¿Qué paso?- pregunto ella.
- Ammm…- no pudo argumentar nada.
- Solo cálmate, no te juzgaré por nada, solo quiero entender, por que no recuerdo nada.- agregó acercándose un poco más.
- Yo esa noche salí a celebrar una buena nota que nos sacamos, cuando llegué al Pub vi a Félix contigo en la pista, trate de alejarme lo que más pude, pero me encontré con la otra parte del grupo. Mario, Cesar, Iván y Alex, este último hermano de Félix. Estuve ahí con ellos, y de la nada se me acercaron, tú estabas drogada ya.- agregó y miro hacia abajo.
- Y ¿Qué paso?- preguntó ella muy curiosa, yo me comía las uñas del nervio.
- Seguiste consumiendo- aun no levantaba la vista, y te subiste arriba del animal ese. Y paso todo muy rápido, encima de ti estaba otro, sabía que tenía que denunciar, pero tenía miedo- derepente comenzó a llorar y me dio mucha pena.
- Y ¿Qué paso?- pregunté tratando de alentarlo y darle un voto de confianza. Me miro con ojos de esperanza.
- ¿Qué más paso Edward?- preguntó ella.- ¿Qué hiciste?
- Me fui…- agregó, mientras puso las manos en su rostro para ocultarlo por la vergüenza.- tuve terror de que me pudieran dañar, egoístamente no pensé en ti, solo en lo que podrían hacerle a mi hermana y mi amiga, si se enteraban que yo los había delatado. Además si estabas ahí era por que querías, eso pensé, pero cuando me levante por la mañana y vi el noticiario y estaba tú y otra chica violada. Dios, me quise morir.- agregó, me dolía su dolor, y más me dolía mi desconfianza, porque como una idiota le creí a otros en ves de a él. Pasé mi mano por su cintura y me aferre a su cuerpo, ya no me importaba si estaba con Gina, me lo merecía, me merecía que ya no me amara, pero quería que supiera que le estaba creyendo, que sintiera mi apoyo. Me observó muy sorprendido, muy pocas veces me acercaba tanto, ni siquiera dejaba que me acariciara la panza.
- Fueron los peores años de mi vida, Marina, años sin poder dormir profundamente, años donde te aparecías en mis sueños y me pedías ayuda y donde yo no podía. Lo siento, perdóname, lo necesito, he vivido meses con el resentimiento de bella, solo necesito que me perdones.- agregó poniéndose de rodillas frente a mi amiga.- yo no lo hice, yo no te violé, te lo juro, jamás podría haberlo hecho, e jugado con chicas, me e acostado con muchas- sus palabras me dolieron- pero no sin consentimiento, me e comportado como una porquería de ser humano, pero jamás te habría violado marina, jamás te habría dañado de esa forma.- Marina estaba llorando, y Edward no dejaba de rogar perdón.
- Eres un buen hombre, gracias por tu sinceridad, y te perdono, porque desde que bella me lo contó te creí, creí en tú inocencia.- acotó ella. Edward me observó con extrañeza.
- Yo no te creí, se lo conté por obligación, pero aun creía que eras uno de ellos- agregué con pesar.
- ¿Y ahora me crees?- preguntó esperanzado.
- Si, ahora te creo, porque vi la sinceridad en tus - le respondí, no aguantó y me sonrió.
- Gracias- dijo en dirección a mi amiga y después a mí.- Gracias Bella, significa mucho para mí.
- De nada. Lo siento Mari, pero no me podré quedar, estoy cansada, así que me voy.- agregué.
- Esta bien cariño, acuérdate de llamarme cuando quieras, ¿ok?- acotó.
- Gracias, y discúlpame con los demás- dije en su dirección y después mire a Eddy.- nos vemos, pásalo bien.
- Te iré a dejar.- agregó.
- Pero ando en mi auto, además estas con Gina, tienes que quedarte.- agregué un tanto decepcionada por la idea de que se quedara con ella.
- Te sigo, y… después puedo volver- agregó mirando a Marina.
- Puedes volver cuando quieras, eres el padre de mi niña- dijo acariciando mi panza- eres bienvenido en mi casa.
- Gracias
Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia
