Edward POV

Cada día la extrañaba más, de vez en cuando sus actitudes me trastornaban, porque si me decía que ya no me amaba ¿Por qué le dolía tanto verme con otras chicas?

Papá se había dado cuenta de lo que estaba pasando, de mis actuales andanzas en busca de chicas que no conocía en la universidad.

-         ¿conversemos?- me pidió un día cuando fui a despedirme a su despacho. Tenía una cita con una chica a la que muchas veces soñé poseer. Hoy por fin cumpliría una meta personal. Esta chica era diferente que las otras, por ella sentía un cierto respeto, que en la cama olvidaría. Una pequeña sonrisa se vislumbro en la comisura de mis labios.

-         Si papá, ¿de que se trata?- pregunte mientras me sentaba en el sillón.

-         De los comentarios en la Universidad- agregó.

-         Y ¿Qué se comenta?- pregunté, como si no supiera que todas comentaban sobre mis dotes sexuales.

-         Que andas con una y con otra- agregó mirándome de forma intransigente.

-         Wow, no sabía- estaba jugando con fuego, pero lo único que esperaba era que él no cometiera el error de contarle a Esme, no quería que ella se enterara de lo poco hombre que era al engatusar a muchachas que terminaban creyendo que las amaba profundamente, con las cuales me acostaba y después no las volvía a mirar.

-         No juegues conmigo Edward, por favor no hagas que me sienta más decepcionado- agregó. Me dio lastima que sintiera decepción por mí, pero este era yo, quizás era su oveja negra y si era buen padre, tendría que aceptarme tal cual.

-         Lo siento padre, este soy yo.- agregué sin poder mirarlo a los ojos.

-         No hijo, este no eres tú, en esto te transformo Isabella Swan- agregó con molestia. Me extraño su reacción, mi padre nunca había sido así, irradiando odio a otros y menos a la hija de sus 2 grandes amigo.

-         No papá, ella no fue, ella me hizo una buena persona, una persona normal, pero ya que no me quiere no tengo por que ser bueno, o dejarme consumir por el dolor de su ausencia. Han pasado 2 meses viejo y ella no me ha hablado- agregue melancólicamente- me duele su ausencia no te lo voy a negar, pero ella decidió tomar otro camino, el cual ni siquiera se, y el que tampoco esta unido a Jacob, ahora solo me queda olvidarla, tratar de reconstruir mi vida, y dejarla a ella enterrada en mi pasado. Ella creyó que viole a su amiga, que le fui infiel con Tanya y una cuanta manada más de chicas, pero no es verdad. Si ella decidió arrancarme de su corazón con entupidas mentiras, perfecto, pero no voy a congelar mi juventud y mi deseo, por ella. Amo mi vida como esta, no te voy a mentir que daría lo que fuera por que ella viniese a pedirme que estuviera a su lado, pero ni modo voy a disfrutar lo que la vida me dio, y lamentablemente ella no era parte de eso.- agregué poniéndome en pie y dirigiéndome a la puerta.

-         Solo te pido que te cuides hijo, recuerda que tienes un buen futuro y eres joven para cargar con responsabilidades- sabía bien a lo que se refería, no embarazar a una de mis aventuras, no traer a este niño a una familia sin amor. Eso me lo había repetido cientos de miles de veces, así que lo sabía. Aparte no iba a cometer el error de tener sexo con alguna chica sin protección, si se acostaban conmigo se acostarían con cualquiera, y podría contraer alguna enfermedad.

-         Lo tendré presente- y me fui.

Me estaba cansando de esta vida, pero era lo único que me permitía dejar de pensarla entre mis brazos diciéndome fuerte y claro lo mucho que me amaba.

-         estas tenso- confeso la voz femenina que me sacó de mis cavilaciones.

-         Es que lo estas haciendo muy bien- le confesé, para que volviera a lo suyo.

-         Pues gracias, es un placer- dijo y después continuo masturbándome, lo hacía tan bien, ella si sabía como meter un pene en su boca. No pude aguantar más y la levante para traerla a la cama, siempre me tomaba el tiempo para hacer gozar a las chicas deleitándolas con mi lengua en su entrepierna, pero mi urgencia era mayor, así que me fui directo al grano. Me introduje en su húmedo interior lentamente, para después embestir rápido. Ella gemía y arqueaba su espalda, el grado de excitación al parecer para ella era sobre humano, me gritaba que era el mejor con el que había estado, que no dejara de moverme y como todo un caballero le obedecí.

-         ¡Oh dios estas tan estrecha!- le grité. Ella siguió gritando.

-         No pares… o.h mi… dios…- agregó. Continué besando sus pechos, era muy lindos, pero muy grandes a mi creer, me gustaban pequeñitos como los de… los de ella. Esos que cayeran en mi mano completa, no los que fueran muy grandes como los de Jessica por ejemplo. Aunque no pudo negar tenían un sabor espectacular.

Cuando termine me salí de su interior y me tumbe a su lado, nuestra respiración estaba agitada. Descansamos hasta que me relaje tanto que empezó a darme sueño, sabía que ese era el minuto de mi despedida, no esperaría para que apareciera su novio y me destrozara el cuerpo. Me vestí rápidamente, ella aun continuaba desnuda sobre la cama, la mire y me deleite por completo antes de salir, ella era mucho más linda desnuda.

-         gracias por venir, me encantó tu visita- me confeso con una gran sonrisa.

-         Y a mí me encanto poseerte- dije recostándome sobre ella para besarla, volví a la puerta- nos veremos luego Gina.

Me encantaba la idea de haber estado con la chica de Jacob, ya que él de seguro estaba con mi Bella.

La universidad era monotonía pura, necesitaba graduarme rápido para comenzar a trabajar en el hospital, me aburría hacer clases, más encima la clase ni siquiera me ponía atención, el curso era en su mayoría mas mujeres que hombres. Así que no digamos que se concentraban en mis palabras más que en el burlo de mi entrepierna. Mi padre se indignaba y me llamaba la atención a mí, cuando claramente yo no hacía nada, bueno en la clase. Por que fuera de estas paredes las poseía como a ellas más les gustaba.

Pero ahora si me daba cuenta de la veracidad de las palabras de mi padre. ¡EN ESTO ME HABÍA CONVERTIDO ISABELLA SWAN!

Al parecer Ángela se estaba haciendo amiga de Bella, así que era su turno para ser probada. Si era realmente verdadera con bella, ella preferiría no acotarse conmigo, pero si no, era porque ella no la estimaba de verdad. A mi verdaderamente me encantaba la segunda opción ya que me permitiría verle la cara cuando me paseara con ella por toda la facultad.

La vi acercarse eufóricamente a Jake, se le tiro encima y al parecer se daño, porque termino acariciando sus senos. La polera era un tanto escotada, así que de seguro con el porte del patán había podido deleitarse con ellos.

Continuaron conversando, vi a Black pasar por muchos estados de ánimo, desde ironía, alegría, celos, rabia, preocupación y nuevamente alegría.

Vi cuando subió a su auto, al parecer la seguiría, bella le sonrío y agregó algo como “Veré lo que puedo hacer”.

Comencé a caminar por el estacionamiento y cuando me percate que me miraba, acorrale a Ángela en la puerta del copiloto de mi auto. Ella se me quedó observando con los ojos abiertos como platos, estaban cristalinos. No sé si su dolor se debía a verme besando a otra chica o que la otra chica fuese Ángela.

Su cuerpo empezó a temblar y se dio vuelta para quedar de espalda a mí, pude ver que estaba vomitando. Wow si que le impacto la escenita. Pensé en acercarme, más que mal era el mejor estudiante de medicina, pero se le acerco ese gigante así que me quede parado por si la cosa era más grabe. Me irrité cuando aferro sus manos a la cintura de bella y cuando ella acabo de vomitar la volteo para aprisionarla contra su pecho.

De la nada Ángela volvió a besarme y pude ver como bella me observaba y forcejeaba con Jacob para que la soltara. El beso que me dio la muchacha no permitió que bella se diera cuenta de que estaba mirándola. Trato de caminar pero no alcanzó a dar ni un paso cuando se empezó a ir directo al suelo, el idiota de Black no se había percatado, solté a Ángela y fue todo como en cámara lenta corrí despavoridamente en su dirección no quería que se dañara, pero lamentablemente no pude llegar y ella azotó la cabeza en la acera. Cuando la voltee, vi su rostro bañado en sangre, no pude contener las lágrimas, pensé que lo peor podría estarle ocurriendo.

-         aléjate de ella- me grito el mastodonte ese, que me propino un manotón que por poco me tira de cabeza al suelo. Me la quito de las manos y vi como se le acercaba mi hermana, ella era mi salvación.

-         Alice, dile que me deje llevarla- le pedí.

-         Jake ¿puedo ir contigo? Mi papá esta de turno y puede examinarla.

-         pídeselo- le supliqué.

-         Esta vez no Edward, voy a llevarlos al hospital y no quiero que tu vallas con nosotros, no después de que bella este así por el espectáculo que montaste.- me avergoncé- no creas que no me dí cuenta.

-         ¿conduces o me la llevo sola?- le preguntó Black a mi hermana.

-         Si quieres ir ve, pero hazlo tu solo. Lo más seguro es que bella crea que te solapo todas las aventuras, por eso dejo de ser mi amiga.- agregó gritándome mientras se metía al auto del tipo ese.- si quieres ir ve en tu auto- después de eso salió disparada del estacionamiento.

Mi hermana estaba indignada por mi actitud desde que terminamos con bella, me hizo saber su disgusto desde un comienzo, pero me dedique exclusivamente a ignorarla, ahora me pasaba la cuenta todo eso.

-         ¿en que nos quedamos?- pregunto una sonriente Ángela, que se acerco coquetamente hacia mí, ¿Qué acaso no se daba cuenta de lo apurado que estaba?

-         Quítate de mi camino- agregué empujándola, me dio lastima la situación, ya que ella había terminado con Erick para estar conmigo, pero lo que ella no entendió era que yo solo quería aventuras no compromisos.

Me fui a toda prisa, en muy poco tiempo estaba tras el auto donde iba mi bella, dios lo único que esperaba era que estuviera bien, que no estuviera perdiendo demasiada sangre o que el idiota de Black estuviera ayudándola lo más posible. Llegamos al hospital y al primero que vi fue a mi padre, me estaciones de forma muy pobre ya que quería salir lo más rápido posible a ver el estado de ella.

-         ¿Cómo esta?- pregunte cuando me acerqué, aun estaba desmayada, su cuerpo estaba desvanecido entre los brazos de Jacob, su rostro cubierto en sangre. Los mire pero no me respondieron.

-         Estábamos conversando y se sintió mal, empezó a vomitar- Black narraba la historia, mientras corríamos al hospital- me pidió que la soltara, fue entonces que intento caminar y se cayó, si no hubiese sido por el golpe no me habría dado cuenta.- agregó el tarado ese.

-         Estabas cerca debiste detenerla cuando iba cayendo- le critiqué.- debiste estarla mirando.

-         Igual como tu mirabas a la mujer con la que estabas, que más encima es compañera de bella. Estoy seguro que ella se puso así cuando te vio.- agregó gritando.

-         Jake- fue tan solo un susurro el que salio de sus labios. Quizás estaba soñando. Pero ese tan pequeño y minúsculo susurro hizo al hombre que la sostenía enormemente feliz. Después de eso la pasaron a una sala, mi mismo padre le suturaría la herida. Sonó el teléfono de Black y contesto alejándose de nosotros. Después de unos minutos volvió y se dirigió exclusivamente a mi hermana.

-         Me tengo que ir, me acaba de llamar Gina y dice que se siente mal- agregó- ¿podrías decirle a bella que la llamare luego por favor? Y también que la quiero mucho- suspire profundamente.

-         Obvio que se lo diré Jake, ve tranquilo- mi hermana le acarició el brazo como para reconfortarlo ¿Cuándo demonios se habían hecho tan amigos?

-         Gracias Alice- y comenzó a marcharse, cuando le iba a preguntar sobre su nueva amistad con Jake, él volvió para agregar- Alice si se siente un poco desorientada, ¿podrías llevarla a casa?

-         Si Jake, vete a casa- el grandullón le sonrió.

-         ¿desde cuando que son tan amigos?- pregunte apretando los dientes. Odiaba esa camaradería que había entre ellos.

-         Desde hace mucho, me cae bien y quiere a bella- agregó, lo último que pronuncio me indigno.

-         ¿Cómo puede quererla si esta de novio con Gina?- agregué.

-         Ya no lo son Eddie, terminaron- no lo podía creer, ¿entonces ayer cuando me acote con ella ya no eran novio?

-         ¿entonces por qué no me dijo nada Gina?- le pregunté.

-         No lo sé, eso solo lo puedes comprender tú- dijo levantando las cejas.

-         No te entiendo, y no me interesa, voy a ver a Bella.- agregué. Me metí a la sala donde se suponía estaba Bella, pero justo en el camino me pillo mi padre.

-         ¡Edward!- me llamo, indignado por mi atrevimiento- se supone que no puedes estar ahí.

-         Y se supone que tu estabas ahí con ella.- agregue.

-         Ya termine, aparte ya no esta ahí, la lleve a mi privado, ahí estará hasta que despierte y pueda examinarla más a fondo.- agregó.- así que voy, y no te vallas, quiero hablarte después.

-         Ok- conteste con resignación. Me acomodé al lado de Alice y nos quedamos en silencio por una larga hora, hasta que ella no lo soporto más y llamo a Jasper.

-         Eres tan predecible, no podrías estar en silencio por mucho.- me saco la lengua, sabía que la ira contra mi se estaba disipando, cuando se despidió de su tan amado novio, vi como se abrió la puerta y salía la muchacha que tenía el rostro blanco y un poco descompuesto.

-         ¿Cómo estas bella?- preguntó mi hermana- aunque no debería ni preguntar, con lo mal educada que fuiste ese día.- era tan torpe, ¿Para que le decía eso?

-         ¿Sabes? Si no te interesa de verdad mi maldito estado, no me preguntes- le contesto ella muy molesta, al parecer la consulta medica la había dejado con mal humor.

-         Parece que esta bien, lo maldito aquí sigue siendo su genio- me di la vuelta, quería irme, porque lo más probable era que mi presencia la molestara aun más. Pero para mi sorpresa me detuvo.

-         Edward no te vallas- dijo con un tono que no pude identificar- cuando veas esto te darás cuenta que lo maldito aquí no es solo mi genio.- me estaba dando una carpeta.

-         ¿Qué es?- pregunté con mucha curiosidad.

-         Tómalo- no me interesaba caer en sus bromas, así que se lo hice saber.

-         No me interesa, mi padre puede darte una opinión.- agregué. Mi respuesta la apeno, ya que esos ojos chocolates maravillosos se inundaron con lágrimas.

-         Ok…- su tono salió apenado- ¿Alice?- le tendió la carpeta y esta la tomo.- nos vemos- y desapareció de nuestra vista.

-         No puede ser- dijo mi hermana con la vista fija en los documentos.- dios, no puede ser.

-         ¿Qué?- pregunté arrebatándole los documentos de las manos. Pero mi pregunta encontró su respuesta cuando leí de que se trataba, bueno más bien vi las imágenes.

-         Wow, al parecer serás papi, hermanito- dijo saltando- seré tía por partida doble ¿lo puedes creer?- estaba realmente emocionada, pero a mi se me venia el mundo encima, la noticia sería perfecta si bella hubiera confirmado mi paternidad. Quizás y por sus palabras no era mío, si no que de ese idiota de Jacob Black, un Black creciendo dentro de Bella.

-         Y ¿será mío?- pregunte casi para mí.

-         Edward Anthony Cullen, ¿Cómo puedes creer eso?- pregunto muy indignada, agarro la carpeta y la puso frente a mí indicando el tiempo.

-         Te presento a tu hijo y tiene dos meses- acotó levantando las cejas. Como tratando de hacerme entender algo. Porque hace más o menos dos meses había tenido relaciones con bella y la última vez había sido sin preservativo, y que yo supiera ella no se cuidaba.

-         Dame eso- dije arrebatándole la carpeta de las manos y dirigiéndome a la oficina de mi padre. Al entrar lo encontré mirando por la ventana y cuando me miro pude ver la emoción en sus ojos. La acción termino confirmándome la información, ese niño era mío.

-         ¿así que es mío?- como si en este minuto necesitara confirmación, bastaba con ver el rostro de mi padre, el mismo que puso cuando se enteró del embarazo de Rose.

-         Seré abuelo por partida doble ¿puedes creerlo?- me puse a reír por la forma parecida que tenía con Alice para expresar la felicidad.

-         Seré padre, ¿puedes creerlo?- la noticia me hizo el ser más feliz del mundo, algo mío crecía dentro de la mujer más maravillosa del mundo. Pero no podía pasar por alto el hecho de que ella me odiara, quizás estaba mal con la idea del embarazo.

-         ¿Estas bien?- preguntó.

-         Feliz viejo- agregué.

-         Pues entonces me atrevo a felicitarte, ya que con bella no pude hacerlo- agregó, era lo que bastaba para reafirmar mi teoría.

-         ¿lo tomo mal?- pregunté.

-         Si Edward, ella no quiere ser madre- agregó. Dios tenia urgentemente que hablar con ella, quizás estaba pensando en cometer una locura. Al parecer mi padre noto la urgencia en mi rostro- ella no se siente preparada, pero nunca dijo algo sobre abortar, hijo.

-         Entonces ¿Qué quiso decir?- pregunté intrigado.

-         Bueno, ella no acepta la idea, le propuse que una vez nacido el bebé, tú te hagas cargo de él hasta que ella crea que es su minuto para ser madre.- agregó, su conjetura me indignó.

-         ¿Cómo regalarlo? ¿Qué acaso esa mujer esta loca? No quiero que vuelvas a maquinarle tonterías en su cabeza- agregué con rabia- ella es la madre y por ley natural es ella la que esta con él- agregué.

-         ¿no lo quieres en tú vida para seguir con tu promiscuidad?- agregó mi padre mal interpretándome.

-         Dios que errónea tu forma de pensar sobre mí. Que más quisiera en estos momentos que bella me aceptara en su vida otra vez, o que se vinieran a vivir con nosotros, tenerlos en mi vida sería la mejor responsabilidad, jamás vuelvas a pensar que no lo quiero, porque es mi hijo, y por el voy a ser mejor.- esa era mi meta personal. Por él iba a cambiar, ya no andaría en la boca de todos, o mejor dicho de todas, por él iba a mejorar mi estilo de vida y trataría por todos los medios de recuperar a su madre. Y si eso no ocurría y bella seguía pensando que no estaba lista para esto, acondicionaría mi vida, mi casa y mi espació para tenerlo.

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les estoy dejando artos por lo despreocupada que fui con ustedes chicas... las quiero mil kilos