Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212101
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

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Capítulo 51: Lo estoy perdiendo todo

Bella POV

 

Sentía un dolor punzante en la cabeza, era como si me la estuviesen taladrando. Me desperté y me descoloqué un poco, anoche había bebido mucho. El cuerpo de Alec descansaba cerca del mío, tuve que llevarme las manos a la boca para acallar el grito de espanto que atento con salir. No podía entender ¿Cómo había podido hacer eso? Me sentía fatal… era una puta… engañe al hombre que más amo en el mundo por la decepción del día. Lo engañe por que me sentía una mierda por no poder encontrar un especialista, lo engañe para desahogar mis penas. Las lágrimas eran parte de mi rostro y no podía detenerlas. Me levanté sigilosamente para no despertarlo, no quería toparme con sus ojos y sentir más rabia conmigo misma, él tenía una familia, ni siquiera pensé en eso… de hecho ni siquiera pensé en la mía, en mi esposo… en mis hijos. Me vestí en tiempo record, tome mi cartera y salí de ese cuarto donde quedaba mi poca decencia, mi poco amor por mí, por mi gente, donde quedaba mi matrimonio, donde quedaba el más grande de mis errores. Salí del hotel y me dirigí al estacionamiento por mi auto. Cuando me subí me permití mirar el celular. Tenía 70 llamadas perdidas, 50 eran de Edward y 20 de Uzzy y Nessie que tenían celular. Nuevas lágrimas caían por mis ojos. No podía creer la estupidez que había hecho. Me dolía el corazón, con todas mis fuerzas y en una actitud estúpida, estrelle la cabeza en el manubrio, como era de esperar al instante empezó a caerme sangre de la herida, me saqué el gorro que aun traía puesto y lo usé para parar la hemorragia. Dios, si que me dolió, ahora lo único que me faltaba era que me hubiese aturdido y no pudiese manejar bien. Esperé unos segundos, aún seguía llorando, mis sollozos eran bastante audibles, incluso un joven se me acercó preguntando por mi estado, cuando me vio el rostro bañado en sangre se alarmo y pidió llevarme al centro de salud cercano y le dije que no se preocupara que iría sola, pero no me lo permitió. Me acompaño, tuvieron que ponerme 4 puntos, la herida fue muy grande, tuve que inventar que me caí cuando iba bajando hacia el estacionamiento. El muchacho fue muy simpático se llamaba Demetri, era un muchacho bastante apuesto, era como Emmett en cuanto a musculatura. Nos despedimos y realmente le agradecí con el alma lo buen muchacho, tenía 20 años. Aunque no fue producto de mi imaginación que el muchacho buscaba hacerse el lindo, le argumente que podría ser su madre.

Volví a ver el teléfono y tenía 25 nuevas llamadas, había cometido la estupidez de dejarlo en el auto. Eran 15 de Edward y las otras eran del resto de los familiares. Nuevas lágrimas cayeron por mi rostro, y nuevos sollozos se formaron, hasta que me altero el sonido del móvil. Era Edward… respire profundamente para tratar de calmar mi respiración.

 

-         ¿Bueno?- respondí, tenía que hacerlo, no podía dejar que se siguieran preocupando por mí, y por sobre todo que mis niños pensasen que me podía haber pasado algo, más que mal tenía que haber llegado anoche.

-         Bella… por el amor de dios… ¿Dónde estas?- Edward estaba histérico, casi sollozando, se escucharon gritos al otro lado de la línea… gritos tales como “mamá contesto”

-         Estoy bien… no te preocupes- conteste con voz sin vida, me extraño mi tono. Las lágrimas continuaban su curso, cerraba los ojos y me veía con Alec en la cama, y también veía a Edward con los ojos llorosos pero no de pena, si no que de ira.

-         ¿Qué no me preocupe? Amor tenías que llegar anoche, ¿has visto todas las llamadas que te e dejado? Son más de 30- agregó.

-         65 para ser más exactos- quise sonreír, pero no pude, cada palabra, cada pensamiento estaba perturbado por el recuerdo de la noche recién pasada y de mi estúpido actuar.

-         No lo sé exactamente, bella estamos preocupados… ¿Dónde estas? ¿Qué paso?- estaba realmente preocupado.

-         Me… me quede…- sopesé la opción de decirlo pero él no se merecía eso, el merecía que enfrentara los hecho pero frente a frente.

-         ¿Qué?- gritó histérico.

-         No me fue bien- y lloré, lloré por mi maldad, por mi mala suerte y por mi futuro. Lloré por ser una mala madre, una esposa infiel y una pérfida mujer- me quedé en el mismo hotel, estaba destruida, no quería manejar así, me tomé una de mis pastillas para dormir y cuando desperté vi las llamadas.- “perra…. Puta…” me gritaba aquella vocecita interna “te mereces todo lo que te esta pasando… te mereces morir, perra”. Sollocé más fuerte.

-         Mi amor… lo entiendo, pero no puedes preocupar de esa forma a tu familia, ahora bien… dame la dirección del lugar para poder ir a recogerte.

-         No hace falta, ya voy conduciendo…- le mentí… “otra vez” ¡CALLATE! Le grité a aquella maldita voz que no dejaba de torturarme.

-         Maneja con cuidado, te quiero completa aquí ¿ok?

-         Si- susurré. “mosquita muerta” y ahí estaba otra vez.

-         Te amo- agregó aquel hombre maravilloso. De mi parte solo hubo un inmenso vacío, silencio absoluto, un abismal e inmenso vacío.- ¿estas ahí todavía?- preguntó sorprendido.

-         Si Edward…

-         Ok…- alargó la expresión- Uzzy quiere hablarte te lo doy.

 

Y ahí vamos de nuevo, después de recibir una sarta de “¿Cómo estas? ¿Dónde estas? ¿Por qué no llamaste? ¿Cómo paste la noche? ¿Te vamos a buscar? ¡En tu estado no puedes manejar! ¡Se prudente! ¡Te amamos má! ¡No te desesperes hallaremos una solución!” y demases pude cortar y llorar tranquilamente. Tenía que manejar pues le había dicho a  mi esp… ya no podía decirlo sin que se me contrajera el corazón… le dije a Edward que ya iba de camino a casa.

Fue uno de los viajes mas lagos, incomodo y angustioso de toda mi vida. No hallaba la hora de llegar a mi hogar, pero a la vez lo único que quería era alejarme de mi destino. Cuando estacione salieron todos a esperarme. Edward se sorprendió mucho cuando me vio el parche en la frente, y los demás se sorprendieron de mi cabello, ya casi no quedaba rastro de él, lo peor de todo es que se me estaban cayendo las cejas y las pestañas.

-         ¿Cómo estas amor? ¿Qué paso? ¿Tuviste un accidente? ¿Por eso no llegaste?- muchas preguntas y no tenía ganas de responder. Papá y Celeste estaban también, solo salieron los grandes a recibirme, los niños estaban dentro de la casa, me extraño que no estuviese ni Uzzy ni Nessie entre la atestada multitud, porque si que esta era una gran multitud. Mirar a Celeste me trajo el peor de los recuerdo. Alec sobre mí haciéndome suya. Mis ojos se abnegaron en lágrimas.

-         Quiero descansar… Cele ¿me acompañarías?- pregunté, quería mostrarle la foto que Alec me había entregado para ella, algo bueno de toda esta situación.

-         Por supuesto- dijo mirando a los presentes, como sin saber que hacer.

-         Amor pero…- Edward quería apelar, pero en estos momentos lo que menos quería era tener que enfrentarlo.

-         Quiero conversar contigo- dije dirigiéndome nuevamente a ella, y a Edward ni una miranda, me sentía verdaderamente culpable.- es importante- se limitó a asentir. Entramos y los niños se me tiraron encima. Después de los maravillosos besos y abrazos subí a mi cuarto acompañada de Cele. Me desnude mientras ella me observaba, creo que quedo en shock al ver el estado en que estaba mi cuerpo, pues ya estaba muy deteriorada. Ni siquiera quería ducharme, solo me puse la pijama de forma directa y me metí a la cama. Le indiqué que se sentara conmigo y así lo hizo, tomé mi cartera y saqué la foto de mi billetera y se la enseñé.

-         Que niño tan lindo ¿Quién es?- preguntó sonriéndome.

-         Fernando…- susurré, no entendía como no notaba el parecido entre el niño de la foto y su hermano, si era el vivo relejo de su padre, su hermano.

-         ¿Fernando? ¿Tengo… qué.. conocerlo?- preguntó dudosa, me limite a asentir, me encantaba verla desconcertada.- pues lamento decepcionarte, pero ni idea de quien pueda ser…- concluyó con el entrecejo fruncido.

-         Es tu sobrino- le canté- anoche vi a Alec- “hipócrita” volvió aquella maldita voz “¡¿y qué pretendes que diga?!” Le pregunté…. “¡OH cele es tu sobrino, la foto me la dio minutos antes de que nos fuéramos a su cuarto a tener sexo salvaje, a y ni siquiera fue una vez, si no que 3 por la noche, o quizás más quien sabe… aaah por que déjame que te cuente que estaba tan borracha… que ni siquiera me acuerdo bien cuantas veces folle con tu hermano esa noche… ¿Qué cómico no? Por fin le hice su sueño realidad….. OH ¿Qué cómico no? Ni siquiera pensé en Edward! ¿ESO QUIERES MALDITA Y ESTUPIDA VOZ?” “pues no estarías mintiendo” la voz se estaba burlando de mí. ¡MALDITA!

-         ¿Cómo que lo viste? ¿Cuándo? ¿Dónde?- sus ojitos estaban abnegados en lágrimas.

-         Anoche… en el mismo hotel donde me hospede yo en Seattle.- le confesé… ¿vez? no estoy mintiendo… le desafíe… “veamos hasta donde llega la sinceridad” me quede helada, no pensaba contarle la verdad.

-         ¿Cuántos años tiene?

-         1…- susurré.

-         Pero ¿Cómo esta? ¿Qué te dijo? ¿Te habló de mí?- asentí.- cuéntamelo todo.

-         Saque en conclusión que te extraña mucho… que le gustaría recuperar el tiempo, pero que su orgullo se lo impide…- estuvimos conversando mucho, se reía de algunas cosas que le contaba.

-         y a ti ¿Qué te dijo? Ustedes terminaron mal…- agregó… “esto se pone muy bueno” ¿Cómo podía ser posible que mi propia mente estuviera en mi contra? “lo siento bellita… esta eres tú… todo lo que digo es lo que tu piensas…” suspire… “veamos hasta donde eres capaz de llegar con tu estúpida política de la verdad ante todo”.

-         Nada… conversamos como si nada hubiese pasado- aquella maldita voz empezó a reírse de mí, se burlaba… e ironizaba con la situación.

-         Wow… si que a madurado… aunque espero de corazón que podamos reconciliarnos… que pueda ver mi felicidad- me quedé en silencio… solo la observaba, veía sus facciones y sopesaba el hecho de ¿Cómo se lo tomaría? “para que haces eso… es perdida de tiempo… Jamás le dirás, eres tan cobarde” suspiré y abrí la boca para decir algo- lo amo, es mi hermano y lo quiero conmigo, quiero disfrutar a su niño, a mi sobrino… ¿lo puedes creer, bella? ¡TENGO UN SOBRINO!- grito… aun no decía nada “cobarde, jamás lo harás, eres demasiado cobarde”- un sobrinito, estoy tan emocionada… ni siquiera puedo contener las lágrimas.

-         Me acosté con él- y ya… lo dije y punto… tenía que confesárselo a alguien, la sonrisa se le quedó congelada en el rostro y poco a poco fue desapareciendo.

-         ¿Qué?- estaba asombraba… “… wow bella… me dejaste sin… wow… no tengo palabras… dios… wow”

-         Lo siento… tenía que decírselo a alguien… ya no puedo contenerme más, esta angustia me esta matando- agregué. Se llevo las manos a la boca y se quedó en shock, mientras yo lloraba como una maldita magdalena… “pero, bien que anoche no llorabas ¿no?” ¡CALLATE! Grite mentalmente, destrozada, ya no quería escucharla más.

-         Por dios…- susurró.

-         Lo siento, lo siento- grité llorando, era un grito que no podría haber llegado a los oídos de nadie más.

-         ¿te obligo?- preguntó histérica.

-         Ese es el problema… que no, yo quise, yo quería estar con el la noche entera…- susurré, no quería ni pensar que mis gritos llegaran a la sala.

-         Isabella- ni siquiera se me acercaba, se dedica a negar con la cabeza y mirarme con los ojos empañados- mi hermano esta casado, tiene un bebé… bella tu familia, Edward… dios no lo puedo creer- dijo parándose de la cama y yéndose. Ahí me quedé sola, ya no tenía con quien desahogarme. Pensé que volvería, pero no lo hizo, mi amiga, ya no me apoyaría. Me sentí la peor de todas las mierdas. Me acosté, tenía demasiado claro que tenía que contarle todo a  Edward, no podía ni se merecía mi engaño… con estos pensamientos en mi cabeza, gracias a dios, dormí. Cuando desperté vi el más hermoso cuadro, Edward estaba dormido y tenía a nuestro hijo entre sus brazos, quizás Uzzy había vuelto a tener esas espantosas pesadillas donde todos desaparecíamos y el quedaba solito en un lugar completamente desierto. Me paré lentamente, me calce las pantuflas de levantar y una chaqueta, estaba muy helado. Bajé esta el despacho de Edward quería ver como le estaba yendo con las opciones de especialistas. Encendí el portátil y me metí en su correo. Volví a desilusionarme… muchos de los especialistas que tenía en mente visitar, se negaban a realizar la intervención. Me fui a la cocina y preparé café, me fui al estudio de pintura. Los cuadros de Uzzy eran muy lindo, no había tenido tiempo de notarlo, pero los de Grece eran fenomenales, ella tenía una técnica innata, pidió permiso para poder estudiar cuando entre a la universidad Arte. Le dijimos que era su vida y que ella debía elegir como vivirla, que todos apoyaríamos cual fuese su decisión. Tomé un lienzo necesitaba distraerme un poco, encendí la luz del jardín y salí, tenía que ser tarde o de madrugada, bueno no sé, la cosa es que estaba muy oscuro. Puse el trípode, la mesita para los utensilios y el óleo y me puse a pintar. Me salía del corazón. Tiré trazos que momentáneamente no formaba nada, pero que con más pinceladas tendrían la forma correcta. Mi gran don era poder pintar tan rápido que los terminaba en horas. Me pinté sola, en un lugar oscuro.

-         ¿Por qué tan solita?- preguntó Edward aferrándoseme a la cintura y besándome el cuello. Salte, pues me asusto. Como pude me escabullí de su enganche, no podía me sentía horrible de saber cuanto me amaba… desearía que no lo hiciera.

-         No tenía sueño- agregué fingiendo ir a buscar algo.

-         Me refería al lienzo- mientras entre el se quedo contemplando la pintura- porque note que eres tú.

-         No lo sé… creo que es por mi estado de ánimo- dije volviendo al lugar, pero para mi desgracia volvió a abrazarme por la espalda y besarme el cuello.

-         Pero tu no estas sola…- susurro en mi oreja. Tuve que cerrar los ojos, este hombre me estaba matando, no podía sencillamente no podría seguir así, necesitaba decírselo. “piensa en tu familia Isabella”, argumento nuevamente la voz, ya la estaba echando de menos. Volví a escabullirme se su enganche.- ¿Qué te sucede bella? ¿Por qué me esquivas?

-         No te esquivo, es solo que estoy… pintando…- tenía que hacerlo, era ahora o nunca, mis ojos ardían. “piensa en las consecuencias, una cosa es decirle a tu amiga y otra muy distinta es decirle a tu esposo… ¿te das cuenta de lo que estas arriesgando?”

-         Son las 4 de la mañana, ¿Por qué saliste de la cama? ¿Qué pasa contigo?- baje la vista, me sentía sucia- dijimos que no más mentiras- “ wow…. Si que estamos en aprietos” y en ese preciso momento sentí como tocaba la llaga que me estaba carcomiendo el pecho.

-         Nada- susurré, pero no pude evitar las lágrimas.

-         ¿Qué pasa? ¿Qué me ocultas? ¿Qué paso allá?- preguntó… dios como podía tener esa capacidad sensitiva… de todas las preguntas, todas fueron acertadas. No pude responder, me dedique a sollozar más “hoy tú no eres la victima bella… la victima es tu familia… la victima es Edward”- algo me dice que hay que lo que te pasa es muy malo- confeso, la ironía de la situación me hizo sonreír- me estas asustando bella…

-         Eres un hombre maravilloso- le dije en un suspiro “patética”- eres una hombre que a estado conmigo siempre, que me a amado en las buenas y en las malas… eres maravilloso, encantador… el padre de mis hijos… el hombre que elegí para toda la vida- estaba balbuceando¿para toda la vida? Pues la noche pasada no pensaste eso”

-         Dios me estas espantando- me gritó.

-         Lo siento… perdóname…- susurré, me tuve que sentar, sentía las piernas flaquear.

-         ¿Qué paso?- preguntó

-         Lo siento… Edward- baje la vista… me daba vergüenza mirarlo. “no lo hagas Isabella, piensa en tu familia”

-         ¿paso algo en Seattle?- preguntó asentí. “dios bella… piensa en tus hijos… ¿Cuáles serán los motivos del divorcio de sus padres? Prometieron dejar eso allá… piensa en la familia de Alec…” si no pensó él en su familia, no tengo porque pensar yo en ellos, le respondí… “bella… piensa en tus hijos”

-         Edward yo… yo… estuve con Alec- agregué temerosa, me daba pena, vergüenza, rabia conmigo misma, dolor, miedo y muchos sentimientos más. El sonrió un poco.

-         Si… Cele algo dijo, le mostró a todos la foto de su sobrino.- sonrió, lo miré fijamente.- amor, no me importa, es tu ex, puedes tener una relación cordial con él, además es hermano de tu casi mamá- sonrió mientras yo estaba totalmente seria. “lo empezó a comprender”. Poco a poco el rostro le fue cambiando de expresión, empezó a tensarlo. Y me soltó el rostro que antes había estado tan feliz acunado entre sus manos. “ OH MI DIOS… entendió… ya esta hecho, no te bastó con arruinarte ahora arrastraras a tus hijos… mala madre”

-         Lo siento…- susurré, no me interesaba si era él quien me pedía el divorcio, solo necesitaba que supiera que estoy arrepentida, que a sido el peor de mis errores.

-         Tú…. Tratas de decirme que tú…- pero no pudo seguir, sus ojitos se llenaron de lágrimas.

-         Te engañe con él- le dije- lo siento tanto, Edward.- quise tomar su rostro, pero agachado y como pudo se alejo de mí. Tenía los ojos abiertos como plato, y poco a poco empezaron a derramar lagrimas- lo siento- me dolió su rechazó. “y que esperas… ¿Qué te alabe… Qué  te felicite?... lo engañaste… se acaba de enterar que su mujer es una puta y ¿quieres que sonría?” maldita voz nuevamente se burlaba de mí.

-         ¿me engañaste con Alec?- preguntó, como si aun no quisiese asimilar la respuesta.- ¿te acotaste con él?- me gritó. Asentí.- dilo…- me zarandeó- respóndeme, quiero escucharte.

-         Si… me…- pero no pude seguir, me dolía confesárselo.

-         Te acostaste con él… ere una…- pero se mordió el labio.

 

 

 

 

Edward POV

 

A pesar de todo, no podía insultarla y menos en su estado, bella… Isabella me engaño, se acostó con ese idiota, sabía que algo estaba pasando, quizás cuantas veces más se a metido con alguien.

-         Handa dilo… Dilo- me incitó- no me interesa, me lo merezco- agregó llorando, debo decir que me da enorme pena verla así, pero jamás la justificaría, jamás podría hacerlo. Ella me engaño, pena, ira… dolor, ¿calentura? Pues por lo que aya sido, lo hizo, y jamás se lo perdonaré, ella no era la mujer de la que me enamoré, o ¿quizás siempre fue así? ¿Quizás el amor me cegó y no me pude dar cuenta a tiempo de la estupidez que era casarme con ella? O ¿enamorarme de ella?

-         ¿Cómo pudiste? ¿no pensaste en tu familia?- ella no respondió, se dedico a rehuir a mi mirada, agresivamente me acerque y la agarre de la cara para que me observara.- ¡¡ME MEREZCO UNA MALDITA EXPLICACIÓN!!- grité.

-         Me lastimas- dijo entre sollozos.

-         Y ¿sabes cuanto me lastima esto? ¿sabes cuanto me duele saberte poseída por otro? ¿el la cama de otro?- me estaba descontrolando, cada vez iba quedando menos del tranquilo Edward, al parecer esta mujer lo estaba extinguiendo lentamente- ¿abriéndole las piernas a otro? ¿Qué te faltó?- le pregunté fríamente- ¿te falto más cama que tuviste que salir a ofrecerte como una puta?- se alejo un poco de mí, la voz denotaba la gran ira que me estaba dominando.- ¡HABLA MIERDA!- le grite mientras la zarandeaba.

-         Tome mucho y…- pero no la deje, no me interesaba saber los hechos ni menos que me detallara la escenita.

-         ¿te gustó?- pregunté enfermizamente, ella me miro sorprendida y hasta creo que yo lo estaba- ¿te gusto comportarte como una perra? ¿Cómo una puta barata?- le escupí las palabras a la cara. Me dirigí a la puerta y la cerré con llave y cerré el ventanal.

-         ¿Qué vas a hacer?- preguntó horrorizada y creo nuevamente yo también lo estaba, pero no podía detenerme.

-         ¿te gustó sentirte como una puta?- ella me miraba con miedo- pues haberlo dicho antes.- Después de eso la tire al sillón, sus ojos se abrieron como plato, le rasgué la ropa y la dejé desnuda ante mis ojos, era hermosa, aunque su cuerpo estuviese cada día más desgarbado, era hermosa, y me cegó la sola idea de que ella le hubiese pertenecido a otro, que otro hubiese tenido el placer de tocarla. Pude notar en sus senos pequeños cardenales o quizás como chupones y eso basto para que mi mente se cegara absolutamente, le abrí las piernas, me baje el cierre del pantalón y los boxer solo lo necesario como para dejar mi pene a fuera y la penetre con una brutal embestida. Grito, pero se limitó, sabía que podían escucharla. Me moví rápido, tuve que ponerle la mano en la boca porque me molestaba oírla, sus manos estaban empuñadas y sus ojos desprendían millones de lágrimas, la bese y mordí por donde se me fue permitido. Me costaba la penetración, ya que no estaba lubricada, estaba totalmente seca, pero como pude forzaba mis clavadas, sabía que le estaba haciendo daño pero no podía parar, me puse a llorar, lloré sobre su cuerpo, sus ojos miraban la pared y su rostro estaba contraído por el dolor. Lloré por la bestia en la que me había convertido, pero la bestia que formo Isabella Swan, lloré por mi maldita suerte, por mi familia hecha mierda. Llore por ser tan patán y por estar abusando de mi mujer. Lloré por su engaño y lloré también por no ser suficiente para ella, por no bastarle solo con mi amor. Lloré por mi vida, aquella que hace unas horas era aceptable, pero que ahora es una verdadera porquería. Sentí como llegaba a mi punto máximo, salí de su interior y ella se volteo para quedar en posición fetal. Sin más me acomodé la ropa y salí del estudio de Isabella. Cuando llegue al baño, necesitaba tomar una ducha para enfriar mi cuerpo, pude notar manchas rojas en mi pantalón. Sangre. Sangre de bella…

 

 

 

 

 

Bella POV

 

El dolor me desgarraba, pero me lo merecía, no dije ni hice nada, dejé que saciara toda su ira con mi cuerpo, prefería eso antes de que me lastimara más con palabras, trate de pensar en los bellos momentos, esos felices, dejé que hiciera lo que quisiera, que me mordiera, y todo sin chistar, no dije ni una palabra. Pues nuevamente lo digo… lo merecía. Cuando me penetro sentí como si me hubiese roto. Más que el acto me dolía el mensaje, lo que el sentía. De un segundo a otro llego al punto máximo y descargo en mi interior. Al instante se salio de mi y se lo agradecí, me dolía demasiado, acto reflejo cerré las piernas y me puse en posición fetal… Edward había abusado de mí, Edward me violó. Me forzó, quería dejar de pensar, pero me dolía demasiado. Él se paro se acomodó la ropa y se largó, me lleve la mano a mi entrepierna, necesitaba hacer presión, sentía que de esa forma se pasaría, pero mayor fue la sorpresa cuando vi mi mano salir llena de sangre. Me paré al instante, no quería manchar el sillón. Los harapos que antes habían sido mi pijama me sirvieron para controlar la sangre. Me dolía, a penas si me podía mover.

Como pude fui al baño de la pieza de visitas y me metí a la ducha. El agua salía roja. Me lleve las manos a la cara y lloré, me deje caer en la tina y el agua escurría sobre mi cuerpo. Estoy tan cansada. Arta de todo, me duelen los huesos me duele el alma. De una cosa estaba más que segura, adiós 10%. Ya no había posibilidades, no me quedaba más que aceptar la realidad y dejar de ilusionarme con cosas que jamás sucederían. Me estoy muriendo y nada ni nadie podrá hacer algo por mí. Deseaba, anhelaba con toda mi alma que la muerte llegara a mí ahora, sin ver la cara de mi familia decepcionada por mi actuar, sin que nadie me odiara. Quería morirme sin despedirme de nadie, me lo merecía. Ya no me queda nada, solo la ilusión de que Edward pueda encontrar una maravillosa mujer que lo haga feliz y que pueda ocupar mi lugar y ame a mis hijos. El hecho de pensarlo me daba lastima, pero era algo que con el tiempo debería aprender a aceptar.

Pase horas en la tina hasta que sentí que golpeaban a la puerta.

 

-         ¿má?- preguntó Uzziel. No quería responderle, aun estaba llorando.- má ¿estas bien?- preguntó un poco más preocupado.

-         Si- susurre.

-         Llevas horas en la ducha ¿Qué pasa? ¿te sientes mal?- era muy sobre protector.

-         No- me salió la voz un poco más firme.

-         ¿te peleaste con papá?- cuestionó otra vez- es que está encerrado en la habitación… ¿Por qué no me dejas pasar?- era intuitivo.

-         Porque estoy desnuda hijo

-         Pero má… te he visto desnuda ¿desde cuando eres tan pudorosa conmigo? Aparte eres hermosa ¿Por qué te daría vergüenza?- preguntó entre bromas. Pues porque tengo cardenales que me hizo Alec y las mordeduras y marcas moradísimas que me dejo tu padre te espantarían… pero claramente eso no podía decírselo.

-         Ya voy a salir Uzziel… ¿me darías un poco de privacidad?- le pedí.

-         Ok… pero si no sales en 20 minutos voy a echar la puerta abajo, ya me estoy preocupando.- ultimó.

 

Estaba claro, ya no había posibilidades. Me vestí con un pantalón de deporte y un polerón, no quería que se vieran rastros. El cardenal que me hizo Edward en la parte de la mandíbula, no tenía como ocultarlo, así que respire profundo y salí.

 

-         ¡Amiga! Ya me estaba preocupando- reconocía tanto ese tono alegre de voz. Cuando mire la sala me encontré a una hermosa familia, que claramente no era la mía, era Jasper y Alice junto a sus niños Charlotte y Marco.- ¿Cómo te encuentras?- pregunto mientras se me acercaba a toda velocidad.

-         Aquí…- susurré. Me dedicó una sonrisa triste.

-         Traemos noticias bella- agregó Jasper tratando de disipar la tensión en el ambiente.

-         ¿así?- pregunté con gran curiosidad.

-         Hay un especialista….- agregó sonriente, suspiré y cerré los ojos.

-         Pero esta es una opción real…- apoyo Alice- el Dr. Riveros dice que un 10% es una gran posibilidad. Es una noticia maravillosa. Tendrás que viajar porque es en Brasil, pero es una gran oportunidad, es algo maravillosos, vivirás….- la pare.

-         Ya no más especialistas- quería cortar el asunto de raíz, no me interesaban crear fantasías que no llegarían a buen resultado.

-         ¿Qué?- Alice se quedó anonadada, bueno creo que todos en la sala quedaron anonadados. Uzzy tenía la mandíbula abierta.

-         ¡Eso!… ya no quiero más especialistas…- agregué despectivamente mientras miraba para otro lado. “mala idea bella”.

-         ¿Qué demonios tienes en el cuello?- preguntó Alice acercando sus dedos curioso al moretón de mi mandíbula. Acto reflejo, todos voltearon a mirarme.

-         ¿Qué demonios?- preguntó Uzzy acercándose velozmente a mirarme.

-         Nada- y me fui de la sala.

 

Carlisle me obligo a asistir a unas terapias compartidas. Decía que me ayudaría el convivir con gente que tuviese mi misma enfermedad. Que sería bueno ponerme en la situación de otros que estaban pasándolo peor que yo.

 

-         Buen día Isabella, Carlisle me habló de ti ¿Cómo te encuentras?- preguntó la doctora.

-         Aquí- eso era lo que respondía siempre cuando me realizaban la misma pregunta. Me daba pena decir que mal, quizás incomodaría a la gente y decir que estaba bien era realmente una estupidez.

-         Ok- me sonrió- pasa. Este es un grupo nuevo así que empezaremos con conocernos. Todos se presentaron, nos dijeron su nombre y la enfermedad, no recuerdo quien es quien no me interesaba para nada poner atención.- ok… faltas tu Isabella- me volvió a sonreír, ya me estaba irritando esa mujer.

-         Odio que me digan Isabella, y creo que todos los que estamos aquí nos estamos muriendo así que no necesito detallar mi estado o condición- agregué fríamente, ni siquiera me intereso el dolor de los demás.

-         Ok- sonrió otra vez- y ¿Cómo te gusta que te digan entonces?- era amable de eso no cabía duda, pero tanta amabilidad, a mí particularmente, me estaba irritando de sobremanera.

     -    Bella- conteste hostilmente.- Entonces… hola Bella, sinceramente me alegra que estés aquí tratare de ayudarte en lo que me sea posible y eso va para todos.- la multitud asintió, idiotas como si unas simples palabras pudiesen arreglar sus patéticas vidas.- ok empezaremos… soy Gabriela y seré más que una doctora una consejera, una guía y si ustedes me lo permiten una gran amiga. Lo que les esta pasando es algo tan normal- ¿normal? ¿Cómo normal? Al parecer noto mi incertidumbre en el rostro- si, normal… ¿Por qué? Pues porque es una enfermedad muy común chicos, el cáncer constituye la segunda causa de muerte en el mundo, situación que se repite en nuestro país.- wow ¿Tan pronto empezó con la típica charlita? Fue entonces cuando me desconecte. Escuchar mi cruda realidad dolía, atormentaba, apuñalaba a mi corazón. Esta situación no la quería para mí ni para nadie, ni siquiera para mi peor enemigo. Quería que todo esto fuese un maldito mal sueño- Cuando el diagnóstico médico es cáncer quien lo recibe, no puede escuchar absolutamente más nada. El shock emocional, que se produce como consecuencia de la asociación que se hace de esta enfermedad con la muerte, es inevitable. A partir de esto, el ahora paciente oncológico cae en un estado crítico de terror, desesperación, cuando no de desesperanza.- al parecer estaba relatando mi historia- Se oye decir, "el cáncer me cambió la vida": ahora sólo se piensa en un futuro inmediato y muy poco promisorio, lo que genera un estado de infinito dolor y angustia, como sentimiento continuo, impidiendo toda actividad y descanso. Pero quiero decirles que…- no más no más ilusiones. Ahora sí definitivamente necesitaba desconectarme de esta absurda terapia. Así que no escuche más, pues nada de lo que decía esta extraña mujer me haría sentido. Una sola cosa era clara, en un futuro cercano me moriría y ni ella ni nadie podría contra eso.

 

 

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espero que no esten enojadas

por tener que esperar tanto....

no me odie.... ya viene lo bueno... jeje

su amiga Esme

Capítulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capítulo 52: Luz? I

 


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Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
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