Bella POV

Los días pasaban y mi cuerpo seguía deteriorándose más. Aún albergaba la esperanza de que Carlisle hubiese podido hacer algo con mi enfermedad, pero según él era muy peligroso, que era mejor conformarme con él tiempo que dios me estaba brindando que arriesgarme con la operación y perderlo. Además según él, éticamente ningún doctor se involucraría en este caso, ya que era 90 % probable que hubiesen complicaciones que terminaran matándome. Había conversado con Edward sobre la idea de buscar posibles candidatos a los cuales ofreciéndoles una jugosa cantidad aceptarían, pero él se negó, cree que es mejor conformarse con la posibilidad del tiempo.

-         ¿Qué?- pregunté extrañada por su actitud.

-         Es un riesgo bella- concluyo apenado.

-         ¿un riesgo para qué?- pregunté confundida.

-         Puedes morir- me fulmino casi gritando.

-         ¡VOY A MORIR!- me sentía horrible y más encima sabiendo que había una posibilidad y ahora era él quien no podía ayudarme.

-         Pero tendremos tiempo- concluyó- podrás ver crecer a tus hijos, podrás ver nacer a tu nieto, podrás amarme un poco más… tiempo bella, tiempo con vida- trato de hacerme entrar en razón.

-         ¿vida? ¿tú le llamas a esto vida? Vomito todo el santo día, no como, no duermo, me cuesta respirar, si no fuese por los medicamentos estaría votada en el suelo gritando de dolor. Cada día bajo más de peso ¿vida? ¿Hasta que llegue el punto donde no los reconozca?- me puse a llorar. No podía hacer esto sin su apoyo, y no quería tener el mismo desenlace de mamá.

-         Bella- susurró acercándoseme.- entiéndeme por favor… tengo pavor de perderte- afirmó.

-         Me perderás Edward, si no hacemos nada tarde o temprano te dejaré, pero esta es una opción, una luz de esperanza ¿te imaginas lo que sería si me sanara?- trate de persuadirlo, él cerró los ojos y sonrió.

-         Dios sabe cuanto lo deseo y cuantas veces lo e imaginado, pero no podemos hacer esto por desesperación- recriminó.

-         Es que tu no entiendes Edward… ¡Estoy desesperada! No me quiero morir… ¡Estoy aterrada con la idea! Cada día me queda menos tiempo- llore más fuerte.

-         Mi amor…- también comenzó a llorar, jamás se mostraba débil ante mí y sabía lo que esto tenía que significar para él.

-         Te lo pido por favor, por el amor que me tienes, ayúdame, ayúdame a buscar un médico, albergo la esperanza… no me puedo morir- le dije.

-         No lo veo como opción, porque es como suicidarte bella, ya no hay nada que hacer, la enfermedad esta arraigada a tu organismo, se que es como entregarte a la muerte, pero bella no estoy dispuesto a arriesgarte el tiempo que tienes, debes de conformarte con la radioterapia y la quimioterapia- concluyó con firmeza. Me trague el dolor de sus palabras, o sea él ya se había conformado, el ya se resigno a vivir sin mí.

-         Ya te resignaste- agregué mirándolo con ojos penetrantes.

-         Dios sabe cuanto daría por entregarte mi vida bella- concluyo llorando aún.

-         Pero eso no es posible, no me puedes dar tu vida- comencé a gritar- te resignaste, sabes que voy a morir, por eso no me ayudarás, no te interesa la posible posibilidad…

-         Lo siento…- no me miro.

-         Que fácil ¿no? No eres tu el que se va a morir, no eres tu el que dejara a su familia, “SOY YO”, tu seguirás disfrutando de la vida, de la buena vida. Veras a nuestros hijos graduarse, después casarse, podrás presenciar el crecimiento de nuestros nietos, de seguro te volverás a enamorar, podrás vivir todas esas experiencias al lado de otra que me remplazara, una Celeste aparecerá en tu vida, una que robara mis vivencias, “SOY YO LA QUE SE VA A MORIR” tu seguirás aquí “YO NO”… serás igual que Charlie, tendrás otra familia, más hijos- finalicé.

-         ¡NO ERES TU MADRE!- gritó en mi dirección.

-         No… no lo soy, pero pasara lo mismo, una vez me muera la vida continuara para ti, para mis hijos, mi familia… y yo seré el bonito recuerdo… solo un recuerdo- me tape la cara, si seguía entraría de seguro a un estado de shock.

-         Eres una egoísta… tu más que nadie sabe que si pudiese haría lo que fuese por salvarte… pero eso es matarte antes de tiempo… no sabes lo que duele pensar que un día me faltarás y como dices sinceramente espero que la vida de nuestros hijos continúe y que tu seas el mas maravilloso de sus recuerdos, pero lo que es para mi la vida no será la misma… jamás bella, jamás volveré a amar porque no se amar a nadie más que no seas tu…- volví a llorar.

-         Si me amas ayúdame- le pedí a secas.

-         No me pidas eso… no me martirices de esa forma bella- pidió.

-         Si me amas dime que si- le supliqué.

-         Te amo, pero no puedo ayudarte a que mueras antes del tiempo que te dan los médicos.- me tragué el orgullo.

-         Amor… que bonito sonaba antes… ¿ahora? Ahora es una palabra vacía para mí… se que para operarme necesito tu consentimiento, y como se no me ayudaras… me veo obligada a recurrir al último de mis recursos- confesé poniéndome un chaleco, tenia un poco de frío y quería salir a dar un paseo.

-         Y ¿Cuál?- preguntó preceptivo.

-         No me voy a quedar de brazos cruzados, no voy a morir Edward y si para eso tengo que…- pasé saliva de forma estridente- tengo que divorciarme lo voy a hacer… y formalmente lo hago… si no recapacitas, te pido el divorcio- así es como toda mi vida va directo al basurero. Salí y me fui.

Me sentí horrores por tener que pedirle el divorcio, pero no tenía otra opción, él jamás autorizaría la transacción de dinero que el médico que se arriesgara a operarme pediría, pues tenía más que claro que no me la harían en un hospital, esto sería en una clínica privada. Se que es estúpido querer divorciarme, pero estamos hablando de mi vida, de mi futuro, no estoy dispuesta a quedarme acostada en la cama de brazos cruzados y terminar por morirme.

La tarde estaba realmente helada, bueno no creo tanto porque había mucha gente en la playa con bañadores, niños corriendo con poca ropa, pero mi cuerpo estaba helado, mis defensas estaban bajando. Tenía que empezar a buscar rápido, ya no había tiempo que esperar, tiempo es lo que menos tengo. Eso sobre todo es lo que no entiendo de Edward, Carlisle me dio mas o menos 1 año de vida, pero nada es seguro, podía ser menos de eso ¿Qué importa arriesgarme si eso me puede sanar para siempre? Anhelo volver a tener un bebé, un bebé igual a Edward, aún somos jóvenes, no quiero que mi vida acabe así, no quiero morirme de esta forma. Empecé a llorar. Cada día como menos y lo que alcanzo a comer lo vomito al rato, antes pesaba 55 kilos ahora estoy en 43, mi cuerpo esta horrible, se ven todos mis huesos, la ropa me queda extremadamente grande. Aún albergo en la mente la última imagen de mamá, su cuerpo estaba en los huesos toda deteriorada, con la vista ida ya ni me reconocía, no quiero eso para mis bebes, no quiero eso para mi familia.

Seguí llorando.

No entendía ¿desde cuando Edward es tan egoísta? Porque claramente él estaba siendo egoísta conmigo, se que como medico es casi imposible pero hay un 10%, y eso es maravilloso para mí. Debido a ese 10% se sustenta mi vida, o si no ya estaría desplomándome y sin ninguna esperanza. Pero ese bendito 10% me motiva a mirar un futuro prometedor, un futuro que mamá no logró tener. Ese sería mi futuro, porque si de algo me estaba tratando de convencer, era que no me moriría, pues ¡NO ME VOY A MORIR! Eso jamás.

Vislumbre a Nessie en la playa, estaba muy cerca de un muchacho, ese debía ser ian, el hijo de Jacob, si Jacob porque si el se había alejado de mi vida era porque no quería ser mi Jake. Junto a ellos había 3 niños, 2 niñas, 1 niño. Estaban jugando con una pelota, se veían tan felices. Me daba pena por Nessie que me contó todo lo que paso con él muchacho, me daba pena porque muy pronto, exactamente en 3 días partiríamos nuevamente a casa. Me daba pena que Jacob estuviese tan alejado, pues ellos se habían enamorado. Me reconfortaba que estuviese teniéndome más confianza. Que hubiese podido contarme que tuvo relaciones con ese muchacho, pero ella debía ser conciente que estaba jugando sucio, ella tenía que contarle sobre su estado, mal que mal si él verdaderamente la amaba la querría igual, a fines él no era biológicamente de Jacob. Le hice ver esa posibilidad, me juro que antes de irnos le diría, que le haría ver que aunque le haya mentido ella lo ama. Así y todo era una relación casi imposible, vivíamos extremadamente lejos.

-         ¿Por qué tan sola?- preguntó de repente mi hijo mayor.

-         Porque lo necesitaba, pero me encanta que estés aquí- dije mirándolo e invitándolo a sentarse conmigo.

-         ¿estabas llorando? ¿te sientes mal?- preguntó velozmente, mientras me tomaba el rostro.

-         No Uzzy estoy bien- concluí- pero estuve llorando.

-         ¿Por qué?- preguntó contrariado.

-         La vida- agregué- la rara, rara vida- por no decir “Mi maldita vida”

-         No estés triste, se que todo esto pasara, un 10% en demasiado- concluyó. Lo mire directo a los ojos, el ya sabía sobre mis posibilidades- estuve buscando en la Internet y encontré algunos oncólogos que podrían ayudarte- agregó. Mi niño hermoso me apoyaba.

-         Gracias- susurre, automáticamente se agolparon lagrimas en mis ojos.- no sabes lo que significa para mí.

-         También tengo esperanza, se que te sanaras y compartirás el resto de la vida con nosotros, no te vas a morir má- él estaba cumpliendo el rol que le tocaba a su padre.- se que es doloroso, pero te prefiero divorciada antes que muerta- volvió a decirme y ahora sus ojitos se llenaron de lágrimas.

-         Lo siento… mi dios lo siento, se que les estoy dañando, siempre hemos sido una familia feliz, pero es mi vida de la que estamos hablando, de nuestras vidas, tengo la esperanza de que tu padre recapacite…- concluí sin poder aguantar las lágrimas.

-         No te agites que te hará daño, y se que es por tu bien, y como ya te dije te prefiero divorciada antes que muerta- me sentía en el paraíso con sus bellas palabras.

-         Te amo- concluí.

-         Y yo te amo más- me dejo recostarme en su piernas. Era maravillosa conexión que teníamos, estábamos en un silencio para nada incomodo, podría decir que todo lo contrario, vi como se unió a la ecuación de niños que antes había visto mis propios hijos, Grece y Vlady, podía apostar que Vlady era el más feliz de todos. Grece nos miro y desvió la vista apenada. Sabía cuanto sufrimiento provocaba en mis hijos y también sabía cuanto más les provocaría una vez se empezara a tramitar el divorcio. Pero de algo estaba segura, totalmente segura, ellos se irían con su padre, solo cuando estuviera sana vivirían otra vez conmigo.

-         Voy a caminar un rato, te veo después ¿ok?- dije en dirección a mi hijo, me miro con cara de “debo protegerla”- no eres superman y yo solo caminare por la playa, llevo mi móvil- dije agitando el aparato, sonrió.

La vida se haría tan dura para todos, pero desde ahora y por unos meses debí de dedicarme a mí. A ver como lo haría con esta maldita enfermedad, a ver como y con quien me conseguiría el dinero, porque más encima recién pensé que los divorcios no soy Express.

Me metí un poco al mar, quería sentir el agua en mis pies, quería dejarme llevar un rato aunque con esto de mis defensas bajas y el frío capaz de tome un catarro.

El agua no estaba ni fría del todo, pero para nada caliente como al principio la sentía, para mi estas vacaciones habían terminado hace rato ya, pero seguíamos aquí por los niños que estaban disfrutándolo mucho. A demás no podía romper la ilusión del momento en Nessie. Me volví a sentar en la playa pero ahora mas cerca del agua, podía sentir chispitas en mi rostro, la sensación se sentía bien. Me dejé llevar por los pensamientos y me dejé envolver por Morfeo.

Jacob POV

Decidí caminar por la playa, aún no le contaba a la familia sobre mi nuevo proyecto. Aún no le contaba a nadie sobre mis planes de volver a Forks. No podía me aterraba la idea.

La mejor forma de escapar a todos mis problemas fue eso mismo… “escapando”. Quise escapar de Forks, de Bella y de todo lo que tuviese que ver con mi pasado. Escapar con Britany para poder darle la vida que ella merecía, para poder llegar a amarla y formar la familia que tanto anhele. Pero ahora tendríamos que volver y no sabía como reaccionaría cuando se lo contara.

Necesitaba pensar, así que mientras los niños jugaban en la playa con Estefanie la novia de mi niño ian y mi esposa salía al mercado para comprar lo que hiciera falta para la cena, baje a darme una vuelta. Me encantaba esa niña Nessie como le decían, cuando la vi por primera vez pensé que era mi ahijada, pero no era así, no se podía negar que se parecía mucho, o quizás era solo producto de mi imaginación, no conocía a Nessie hija de bella, recibí la última foto de ella cuando tenía más o menos 2 años. Desde ese momento decidí alejarme, aún me dañaba tener que estar en contacto con ellas y con su maravillosa familia que estaba conformada por Cullen y dos hermosos bebes. Decidí que lo mejor era alejarme completamente si de esa forma quería formar una vida junto a mi novia. Después de dos años de noviazgo le pedí matrimonio, aún no me titulaba pero con el trabajo de practicante y ella de enfermera nos alcanzaba. Buscamos durante 1 año un bebé pero no podíamos, sin más a nuestras vidas llego la posibilidad de la adopción. Fue cuando conocimos a mi hijo mayor un niño de 4 años sin historial. Era encantador, solo nos miramos y dijimos “el es nuestro hijo”. Así que hoy por hoy tiene 17 años. Mis otros bebés vinieron tiempo después, queríamos dedicarle todo nuestro tiempo a ian que nos estábamos olvidando de volver a intentarlo hasta que fue el mismo ian quien nos pidió un hermanito, pero hombre, el quería un niño para jugar al balón, lamentablemente para él nació Sarah, mi niña hermosa, es igual a su madre, pequeña, delgadita, pelo chocolate piel broncínea y ojos verdes. Esa niña no heredo nada de mí, todo de Bry y me alegraba porque es hermosa. Ahora ella tiene 10 añitos. Luego viene mi otro campeón Jacob de 6 añitos, es idéntico a mí a esa edad lo que me enorgullecía mucho. Es hermoso pero un diablillo, es enormemente travieso, le gusta molestar a su hermana. Y finalmente Isabella de 3 añitos, el nombre fue idea de Bry, primero pensé que era una idea enfermiza, pero ahora no, me encanta mi bella hermosa que es igual a mi madre. Es chiquita pero muy inteligente, su carácter pasivo y su sonrisa pegada al rostro la hacían igual a mi madre. Me recordaba tanto a ella, que se sentiría totalmente orgullosa de sus nietas como lo hacia papá que aunque vivía en Forks viajaba 3 veces al año para ver a sus hijos como decía él. Me senté en la playa quería relajarme un momento y fue cuando vi aquel espejismo.

Estaba sentada a lo lejos pero sus facciones eran fáciles de reconocer. Estaba tan delgada, su rostro decaído, contrariado, miro en mi dirección pero no se percató de mi presencia, tenía unas horribles ojeras moradas, su piel estaba muy blanca, parecía papel y sus labios ya no tenían el mismo color rubí de siempre. Esto era como un presagio, a lo mejor bella estaba enferma, o quizás ese idiota de Cullen le estaba dando mala vida. Estaba entera de blanco pero la ropa le quedaba extremadamente grande, quizás no era ella y como recién la pensé la imaginé. La vi sacar del bolsillo de su vestido un pañuelo, se tapó la boca con él y tosió.

Me quedé helado cuando vi sangre en el pañuelo, ella estaba claramente muy enferma. Sin que se diera cuenta me acerque un poco más por detrás y sonó su teléfono.

-         ¿aló?- preguntó con ese inconfundible tono de voz tan particular en ella. Me quedé helado, era ella, era bella, estaba ahí en frente de mí, pero enferma, quizás desahuciada. Espero mientras le hablaban por la línea- Cansada- agregó y su voz si que lo denotaba- ¿te puedo llamar luego Charlie?- eso era lo único que me faltaba para autoconvencerse- si dale besitos a Celeste de mi parte y a mis hermanos- papá me había contado que Charlie había tenido hijos con Celeste 3 para ser exactos, pero no me había contado nada sobre una posible enfermedad en bella. A lo mejor nadie sabía y por eso se había venido a brasil, para que nadie la viese morir. De pronto vi como mi hijo caminaba hasta acá venían abrazados con Nessie… ahora todo calza ¿no? Me escondí velozmente, Nessie se puso tras el cuerpo de bella, la brazo y besó, mi hijo igual la besó. ¿Por qué no me había contado nada? ¿Por qué mi hijo me estaba mintiendo cuando nunca lo había hecho? ¿Por qué esa muchacha invento toda una historia y no me confesó que era hija de bella? A lo mejor ella no me reconoció. Pero si no te hubiese reconocido no te habría mentido, respondió aquella vocecita en mi interior, a lo mejor bella ya sabía de mi estadía aquí. A lo mejor vino con toda su familia, mas que mal Nessie dijo que había venido con su familia por vacaciones ya que a su padre medico las había pedido ¡Cullen!... no… no… bella no… ella no podía haber heredado la misma enfermedad de su madre…. Nooooo… me maldecía, grité en mi fuero interno, quizás si hubiese sabido antes habría podido hacer algo. Que irónica la vida… siendo oncólogo por sus síntomas creo ya no podré ayudarla.

Me aleje de ella, perdí contacto ¿Y de qué me sirvió? DE NADA… Ahí estaba frente a mis ojos y más aún me dolía haberme alejado de ella y verla tan enferma.

¿Por qué? Dios dime por favor ¿Por qué? Quise alejarme, y ahora estaba aquí.

Necesitaba hablarle, necesitaba saber de sus propios labios como estaba… aunque la respuesta era muy obvia. Poco a poco empecé a acercarme, vi los ojos de mi hijo y denotaban extrañeza, quizás se preguntaba de donde salí. Después sonrió.

-         Papá- agregó risueño, se notaba que estaba tan enamorado de la hija de la que fue mi mejor amiga. Pude ver el cuerpo de Nessie tensarse. Volteo y me observó, pero los ignoré.

-         ¿bella?- susurré. Me sentía tan extraño, había tanta distancia entre nosotros. Ella se dio vuelta al instante, no me había percatado que estaba llorando. Era mucho más impactante verla así de cerca que a la distancia, la cercanía me proporcionaba al descubierto total la gravedad del asunto.

-         Martina papá, te he dicho mil veces que la mamá de Nessie se llama Martina- se notaba un poco enojado. Pero no iba a desperdiciar tiempo dirigiéndome a él, eso era algo que no me concernía, era la muchacha mentirosa la que tenía que arreglar el asunto.

-         ¿Qué tan avanzada esta?- pregunté. Me miró confundida, y después con odio.

-         Nos vamos ¿ok?- dijo con tono fatigado.

-         ¿Qué te sucede?- pregunté mientras la tomaba por el brazo para impedirle que se fuera. Mi mano lo rodeó completo.

-         Suéltala papá- grito ian. Volví a ignorarlo.

-         Bella, necesito saber- agregué con pesar, sabía que me merecía su rechazo, más que mal nunca más hice intentos por saber de ella.

-         ¿ahora?- me gritó y bien merecido que lo tenía pero con la notoriamente avanzada enfermedad le podía hacer mal exaltarse.

-         Calma- le pedí con tono suave.

-         No me voy a calmar…- volvió a gritar, pero esta vez no tan fuerte- te largaste, nunca más quisiste volver a saber de mí, y ¿ahora te preocupa mi estado? Pues déjame decirte que puedes irte al infierno- estaba totalmente agresiva.

-         Mamá…- agregó Nessie como si supiera que estaba dando demasiada información a ian que la observaba confundido. Bella estaba más blanca, si es que eso pudiese ser posible. Su rostro se surcado por una espesa capa de sudor, a simple vista noté que le estaba subiendo la temperatura. Trate de acercarme, pero corrió mi mano con un golpe seco que con lo delgada que esta puedo apostar le dolió más a ella.

-         Mamá- le critico Nessie.

-         Cariño, perdón pero es hora de hablar con ian, les doy espacio necesito descansar me voy.

-         Pero mamá- agregó con tono suplicante.

-         Nessie me siento mal, así que me voy a casa- agregó.

-         Pero…- quería volver a refutar pero bella la paró en seco.

-         Es tu problema no mío, tu mentiste no yo- le grito. Pero ¿Qué le pasaba? ¿Tenia que hablarle así? Estoy conciente que se equivoco razones tiene que tener, pero es para que ella le de la espalda, lo mejor era que todos estuviésemos aquí más que mal es una estupidez.

-         Mamá…- susurró apenada como con ganas de llorar.

-         Me siento mal Nessie, quiero estar con mi familia en casa ¿es mucho pedir?- su tono era suave, más bien lastimero, al parecer de verdad se siente mal, ya que pensé era mera escusa para irse y no hablar conmigo.

-         ¿Qué pasa aquí Estefanie?- preguntó ian. Me daba pena que esta niña hubiese jugado con mi hijo, igual como una vez su madre jugo conmigo.

-         Vamos Nessie dile la verdad a mi hijo…- le incité.

-         Tú no te metas- pidió una muy agresiva bella.

-         Maldita sea es mi hijo…- le grité tomándola del rostro. Estaba demasiado fría, pero si recién tenía temperatura, lo había visto.

-         No te me…- pero no pudo seguir porque se empezaron a desprender lágrimas de sus ojos.- Me voy a morir- me quedé helado. Eso no podía ser verdad, bella no podía morirse.

-         ¿Qué?- susurré. Por la gravedad de lo que estaba viendo era un tanto obvio, pero aún así no me podía permitir creerlo.

-         Me voy a morir Jake… me voy a morir y ni tu ni nadie podrá impedirlo- se fue, ahí me quede mirando, contemplando se esbelta figura alejarse a toda velocidad de mí. Lo mejor era no presionarla, no podía seguirla y pedirle atención, ya era mucha emoción por hoy. Miré a mi hijo que estaba enojado con Nessie, lo mejor era darles privacidad. Me fui a casa.

____________________

chicas les deje 3 capis para que se entretengan... e estado escribiendo arto asi que intuyo que manana subire mas.... te ngo mas ahora conmigo.. pero deseo jugar con el misterio...

jeje

no me odien... quizas en la tarde suba mas.....\

jeje

las quiere teresita alias... esme