Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212091
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

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Capítulo 23: Autentico Desconocido

Bella POV

 

Era un autentico desconocido, Ángela me había identificado una persona que me era desconocida. No entendía ¿Cómo Edward podían ser así? No lo podía creer. Necesitaba que él fuese quien confirmara o denegara la información. Mi marina no podía haber sido ultrajada por él. Lloré todo él camino hacía su casa. En una ocasión casi choco por lo nublada que tenía la visión. Iba conduciendo a 180 kilómetros. Me estacione, ni siquiera saque las llaves o cerré la puerta del auto me dirigí inmediatamente hacía su casa. Toqué muy fuerte, me limite por mis ganas de patear la puerta.

Me había dejado sola hoy día, sin ninguna explicación, ni siquiera me llamo por teléfono. Después de todo lo que le había dado, pero claro eso no le importo de seguro yo era una encamada más obvio, y ahora que ya me había quitado lo único que tenía me ignoraría como lo hacía con Ángela y Jessica o cualquier otra chica. No podía parar de llorar.

Nadie abrió y volvía a tocar.

-         voy- gritó Alice. Me limpie la cara para que no me notara tan descontrolada- hola bella ¿Cómo estás?- pregunto tratando de abrasarme. Pero la corrí.

-         No te acerques a mí.- le grité, de seguro ella era la cómplice de todo, ella se había encargado de hacérmelo ver como una pequeña ovejita, de seguro toda su familia lo sabía. Eso me produjo más ira, claro como eran de dinero tienen que haberlo protegido y claro como Marina era una muchacha humilde no había podido defenderse, más que con los abogados del estado, si es que lo había hecho.

-         ¿Qué te sucede bella?- pregunto una muy sentida Alice.

-         ¿Dónde esta tu hermano?- pregunte muy enojada, con una mezcla de vergüenza.

-         En la sala…- no espere que dijera algo más me fui a toda prisa. Lo vi compartiendo con toda su familia y riendo de lo lindo, me dio vergüenza verlos a todos, pero necesitaba confrontarlo.

-         ¿amor?- preguntó muy sorprendido. Me dio pena que me dijera así. Porque sabía no era verdad, el hace una semana había estado con otra así que su amor no era.- se suponía que estarías en la Universidad.- claro, así el tendría tiempo libre al lado de Tanya, quien estaba abrazada a él, quizás también era uno de sus amoríos… fui una idota como se burlaron de mí ayer cuando la conocí quizás que habían hecho en la noche. No pude aguantar las lágrimas, eran lágrimas de rabia. Esme se percato de lo que sucedía y se trató de acercar.

-         ¿te suena el nombre de Jessica Stanley y el de Ángela Weber?- pregunte con ironía pero con dolor a la vez.

-         ¿de que me hablas?- preguntó un tanto sorprendido.

-         Las conoces, pero ¿sabes? No me interesa porque no me conocías pero- iba a especular, necesitaba tratar de pillarlo, más que mal todo lo que sabía eran cotilleos.- y ¿Tanya? Cuando estuviste con ella si me conocías.

 

Su rostro se descompuso y obvio el de Tanya, era verdad, dios santo era verdad… todos los presentes se sorprendieron mucho, creo los otros eran los padres de ella.

 

-         ¿Qué diablos sucede Tanya? Y quiero una muy buena explicación- agregó un hombre mayor encolerizado.

-         No fue nada, fue una estupidez.- dios de una especulación había sacado una verdad y ni siquiera era de los cotilleos si no que de mis propias ocurrencias. Me lleve a la cara mis manos y me la tape. Lloré un poco más fuerte.

-         ¿Cómo fuiste capaz? ¿Cómo me hiciste eso?- dije acercándome a él con mucha rabia. Levante la mano y le di una gran cachetada, una que me dolió hasta en lo más profundo. Hasta en la punta de los pies. Eran como puñaladas en el corazón.- ¡me engañaste! Jugaste conmigo y te reíste de mí… me enamoraste y me hiciste creer que me amabas ¿para qué? Tan solo para acostarte conmigo y la misma mañana salir corriendo sin dar una explicación. Eres una porquería.

-         No bella- dijo histéricamente, su actitud me confundió- ¡Dios! Yo te amo- eso no me lo esperaba.

-         ¿así? Y ¿Cómo me explicas lo que paso con Tanya?- agregué en un gritó. Todos estaban estáticos en la sala.

-         Fue mi culpa bella… te juro, yo me metí en su pieza, pero no paso nada te lo juro, el me hecho de inmediato, me dijo que jamás estaría conmigo porque te amaba- me puse a reír.

-         Ooooh que romántico, la aventura defiende a su galán- dije sarcásticamente, me dio pena, lo que ellos tenían debía de ser muy fuerte por que aunque ella sabia que su padre la recriminaría ella lo defendió.

-         Bella te juro que es verdad- agregó otra vez Tanya.

-         Eres una perra, ¿para que me hicieron vivir en una falsa?- pregunte mirando en dirección a todo el mundo en la sala.- si no me hubieras dicho que me amabas igual me abría acostado contigo, pero hoy tendría menos que lamentar- le escupí en el rostro. La cara de Edward estaba demacrada, sabía lo próximo que vendría, no me volvería a ver y si era verdad que se había enamorado de mí, sería el precio que tendría que pagar, sufriría como yo sufría con su engaño.

-         Bella te amo… jamás te engañe, tu cambiaste mi vida, desde hace 4 años mi vida cambió, antes era diferente, pero madure desde que un incidente cambió mi vida, pero tu me sanaste- maldito imbécil hablaba de lo que le había hecho a mi amiga, toda su familia ponía cara de desconocer a lo que Edward se refería, pero yo les aclararía la memoria.

-         Me engañaste, jugaste con mis sentimientos, te llevaste mi inocencia y no te importo un poquito, pero ¿sabes lo que jamás te perdonare?- le pregunté, sus ojos se pusieron brillosos, comprendió que estábamos terminando, era estúpido no haberlo comprendido desde el primer minuto que puse un pie en su maldita casa.

-         Bella, te amo…- dijo en un susurro.

-         ¿sabes lo que jamás te perdonaré?- volvía a preguntarle gritando e ignorando su acotación…

-         No bella, no lo se… dios santo esto es tonto bella. Yo te amo y no te e sido infiel, tu eres la única a la que amo, dios compréndelo mujer- dijo acercándose a mi.

-         Marina Díaz- dije… el se paró al instante.- ¿la recuerdas? Pelo castaño, ojos color café, blanca, bajita y de “13 años”- dije recalcando la última identificación.

 

Edward me miro perplejo, sus ojos estaban abiertos de par en par, su rostro expresaba un pequeño atisbo de dolor. Creí por un momento que acotaría algo, pero no dijo nada… dios tuve que llevar las manos al rostro para poder taparlo. Me tire contra la pared, y lloré, grite, todos me miraban anonadados, Edward comenzó a llorar también, intento acercárseme pero lo aleje, lo empuje con tanto ímpetu que si no hubiese sido por Emmett hubiera caído sobre una mesa de cristal.

-         Era una niña…- solloce.- era una niñita ¿Por qué?

-         No pude hacer nada bella…- agregó entre lágrimas.

-         ¿Cómo que no?- le grite me dieron ganas de volver a golpearlo.- la violaron, con tu pandilla la violaron- con eso lo estaba incluyendo a él también.- y me dices que no podían haber hecho nada.

-         Me abrían matado si los hubiera denunciado- acoto entre lágrimas.

-         Maldito perro… ¿por eso preferiste violarla?- le grite frente a todos- ¡era mi amiga! Mi amiga de infancia y la violaste, tú y esos gañanes de tus amigos, la dejaron embarazada. Casi la matas. – agregué. Esme estaba llorando abrazada a Carlisle, y la cara de todos los presentes era de perplejidad.

-         ¿Qué?- me preguntó enormemente sorprendido. Pero era obvio estaba fingiendo, quizás su familia no lo sabía.

-         Quiero que me expliquen en este mismo instante que demonios pasa aquí Edward y porque demonios bella esta diciendo que tú violaste a una pequeña.- agregó un preocupado padre.

-         No la…- pero no lo deje continuar.

-         Te lo explico yo- le grité indicando a Edward- este junto a su pandilla, violó y mato a una inocente y violo y embarazaron a otra que es justamente mi amiga Marina Díaz. ¿Qué chico es el mundo no?- pregunte mirando al patán ese. Al patán que tanto amaba.

-         ¡dios santo!- gritó una histérica Esme.

-         Eso no es verdad mamá, yo sería incapaz de hacerle eso a una pequeña.- agregó velozmente mirando a su madre.- dios madre te lo juro por el amor que siento hacia ustedes.- finalizó tomando su rostro y mirándola directamente a los ojos.

-         Te creo hijo- agrego ella.

-         No hay peor ciego que el que no quiere ver… ¿quieres conocerla Esme? Ella podría ser la madre de tu nieto- hable con total ironía.

-         Ya basta Isabella- grito Edward.- Si no deseas creerme aya tú, pero no voy a permitir que dañes a mi madre ¿me oíste?- pronuncio enormemente serio en mi dirección. Su mirada furibunda me dolió, pero ya no había nada más que hacer.

-         La dañaste tu solo cuando violaste a 2 niñas pequeñas. Te voy a hundir, aunque me gaste la vida vas a pagar por habértele cruzado en su camino, por haberla marcado y dañado tanto, ella es mi amiga y estaré a su lado para descubrir la verdad.

-         ¿Ahora?- lo mire con interrogativa, no sabía lo que había querido decir.- ¿Después de que pasaste alejada de ella toda una vida?- eso era un golpe bajo- ¿después de que te olvidaste de estas malditas tierras y de su gente? ¿ahora? ¿Cuándo nunca supiste lo que le paso? ¿ahora qué…- pero no lo deje terminar.

-         ¡BASTA!- le grite sus palabras me recordaban mi pasado y la ignorancia que había tenido que vivir. Sus palabras me recordaban que jamás supe de ellos que a lo mejor ella ni se acordaba de mí- siempre pensaste eso y nunca lo dijiste, cuando Jake me criticaba tu decías que yo no había tenido la culpa y ¿ahora me dices esto?- agregué con pena.

-         E sufrido por 4 largos años pensando que pude haberla ayudado y no salir corriendo de ese Pub cuando esos hombres la ultrajaban- dijo con melancolía en el tono. Sus palabras dolieron en el corazón al saber que estaba hablando de mi amiga Marina.- y no pienso sufrir el calvario de la desconfianza por tu parte, si no me crees perfecto, ándate y no vuelvas a mirarme nunca más, estaré esperando que intentes hundirme, mira que si lo intentas te advierto de inmediato, me puedo llevar a mucha gente de tras, no estoy dispuesto a que dañes a mi familia y a mi de paso por algo que no cometí, si se hunde un inocente hundiré muchos cercanos a ti bella, no me tientes.- su amenaza me asustó, no podría permitir que inocentes cayeran por mi arrebato.

-         Perfecto, no lo aré, aunque francamente no tengo a nadie a mí alrededor. Sigan viviendo en su mundo de fantasía donde el dinero lo compra todo- dije dándome la vuelta- lo que es yo me largo de esta mugre de pueblo.

-         ¿Qué?- pregunto muy sorprendido- ¡no! ¡No! ¡NO! Tu no puedes irte, aquí esta tu familia, tu vida ahora, bella. Aquí estoy yo- al enumerarse lo hizo con un débil susurro.

-         Eras muy perfecto para ser real Edward Cullen- agregué con mucha tristeza.

-         Bella lo ciento, te amo, disculpa todo lo que dije, sabes que no lo siento de corazón.- agregó.

-         Eso es lo malo, que no lo sé y que nunca lo supe.- era mi muerte en vida. Atrás dejaba todo lo que añore sería mi futuro y mi felicidad. Me acerque a la puerta y la abrí, pero antes de salir, me pare y los mire. Suspire.- Señores, Isabella se retira de escena…- mire a Edward- PARA SIEMPRE.

 

Salí dando un portazo, me subía al auto y maneje a toda prisa, pude ver a Edward tomar su auto y empezar a seguirme. Yo ya no quería hablar con él. Tomo su celular lo podía ver por el espejo retrovisor, al instante comenzó a sonar el mío. No conteste, lo deje que sonara sabía muy bien quien era. Conduje nuevamente a 180. Llegue a mi departamento. Y subí a toda prisa, ni siquiera deje bien estacionado. Era estúpido correr tanto o cerrar la puerta con llave si él la abriría con las copias que yo misma le había dado y jamás lograría trancar la puerta, no me podía ningún mueble que fuera capaz de detenerlo. Cerré y me fui a mi cama, me tapé como si eso me ayudara. Abrió la puerta y cerro con un portazo.

 

-         ¡bella!- me grito- baja quiero conversar- pero yo no hice caso. Sentí sus fuertes pisadas en las escaleras. Llego al cuarto y me destapo con suma brusquedad. La fuerza que uso dejo la ropa en mi living y a mí casi en el suelo.- ¿Por qué no eres capaz de creerme?- pregunto un poco enojado.

-         Porque mientes- le confirme.

-         ¿Cómo sabes que lo hago? ¿Quién te lo dijo?- pregunto casi en punto de ebullición.

-         La gente, maldita sea- no iba a decirle que había sido Ángela, la podría meter en problemas.- toda la Universidad sabe tu fama.

-         ¡dios desde mucho antes que aparecieras en mi vida, muchísimo antes que no estoy con otra mujer!- gritó muy cerca de mi rostro, su aliento me envolvió completa, sin pensarlo muy bien me acerque y lo bese, él me lo respondió.

 

Me acerque a su cuerpo y deje que la pasión me dominara, como pude lo empecé a desvestir, él termino sacando su Jeans y boxer, mientras yo en tiempo record me desnudaba. Me acerque a su cuerpo y comencé a frotar mi sexo con el suyo, para que se excitara, no quería preámbulo, sentía una urgencia de él dentro de mí. Cuando su miembro estuvo lo bastante duro lo agarre con la mano, el contacto lo hizo gemir de excitación, y lo comencé a introducir lentamente en mi interior, pero antes de que pudiera penetrarme completamente salió de mí y se agacho para mirarme la entre pierna, pensé que era para excitarme, pero no hizo nada, solo se quedo mirando y de pronto acerco su mano, el contacto me excito, tuve que arquear la espalda y tirar mi cabeza hacia atrás. El no me había tocado de forma sexual solo puso sus dedos sobre mi intimidad y rozó la parte de mis muslos.

 

-         te dañe- dijo sin mirarme a los ojos.

-         ¿Qué?- pregunté con impaciencia, no necesitaba un chequeo medico ginecológico, lo necesitaba a él dentro de mí ¡ahora!

-         Estas llena de pequeños cardenales justo aquí- dijo tocando mis muslos y un poco de mi intimidad, me levante para mirarme y era verdad, la cosa había empeorado. En la mañana no se veía así de morado, pero no dolía.

-         ¡Oh!- fue lo único que inteligentemente pude acotar.

-         ¿duele?- pregunto mirándome por primera vez.

-         Para nada… te necesita- dije levantándolo un poco y atrayéndolo hacía mí.

-         Lo siento, no quise dañarte bella, jamás abría querido hacerte eso.- dijo mirando hacía abajo

 

Su sexo estaba paradito así que como no me estaba dando espacio para volver a penetrarme tomando su miembro, me abrí lo que más pude y levante la cadera. La idea fue magnifica, pude sentir como su miembro entraba poco a poco por mi cavidad. Volvió a doler un poco, pero no era nada imposible. La excitación era salvaje, mi cuerpo lo anhelaba. El solo cerró los ojos, se que aun estaba pensando en mis cardenales.

 

-         muévete- le dije muy seria mientras aun tenía los ojos cerrados, cuando termine la frase los abrió y le sonreía pícaramente- no lo puedo hacer sola. Ayúdame a disfrutar.

 

Al parecer eso lo excito, porque poco a poco comenzó a embestir. Dios este hombre era magnifico y mi intimidad ya se amoldaba a él.

-         te amo- me susurro al oído.

 

Mis dientes estaban apretados por el disfrute y deleite que me estaba entregando este hombre. Las embestidas fueron cada vez más constantes y la excitación del momento hacía que fueran más profundas. Grité su nombre. Gemí en sus labios y él solo embestía, era tan rica la sensación. Empecé a sentir la misma presión que anoche en mí estomago, concentrada en la parte baja. Con todas mis fuerzas hice que quedara debajo de mí y comencé a mover mi pequeño cuerpo sobre el del. Sentía la dureza de su intimidad clavando profundamente la mía. Dios esto era volver al paraíso, cada parte de mi cuerpo se regocijo con su magistral presencia. Los gemidos eran cada vez más fuertes, Edward jugaba con mis pechos, mientras yo continuaba saltando sobre él. Me quede parada y fue el quien prosiguió dando pequeñas embestidas en mi interior que me tenían al borde de la locura, al parecer a él también, estábamos aun paso de alcanzar el clímax, el metió un dedo y acarició mi clítoris en cosa de segundos y con unas descomunales embestidas estallo dentro de mí y aquella extraordinaria sensación junto a sus gritos terminaron llevándome a la excitación total y derramando mi propia excitación sobre su miembro. Ambos habíamos alcanzado el cielo.

Edward me acomodo a su lado y me abrazó, pero este juego no era el que tenía en mente, me aleje de él y me puse en pie. Con el dolor de mi alma debía echarlo.

 

-         me voy a duchar, cuando te vallas deja las llaves abajo- agregué, con ganas de tirarme al suelo a llorar. No alcance a llegar al pasillo cuando Edward agarro mi brazo y me obligo a mirarlo.

-         ¿de que me estas hablando?- pregunto muy sorprendido.

-         No creíste que esto era una reconciliación ¿verdad?- pregunte muriéndome por dentro. Me dolía tanto o más que a él esta situación, lo amaba, necesitaba que estuviera conmigo. Me dolía que después de haberme vuelto a entregar tuviera que ser sacado abruptamente de mi vida, pero no podía soportar tenerlo cerca sabiendo que su cuerpo le pertenecía a muchas y que más encima había abusado de mi amiga. Porque aunque lo hubiese negado, vi su reacción cuando la nombre y hable de ella.

-         Bella ¿estas jugando conmigo?- pregunto ofendido.

-         Tal como tú, decidí que lo mejor era entrar a tu juego…- agregué.

-         Bella, yo no e jugado contigo… ¡dios! ¿Cómo te hago entender que nada de lo que escuchaste es cierto?- pregunto aferrando más mi brazo.

-         Si no quieres dañarme suéltame por favor- le acoté, él lo hizo- no me interesa creerte o no, quiero que te alejes de mi vida, esta bien te quise no lo puedo negar, lo pasamos bien, lo disfrutamos, pero era solo eso, eras un novio de paso, nunca me proyecte contigo o algo por el estilo, no eres mi tipo y eras tú o estar sola, y obvio estas lindo, preferí tu compañía- no podía creer como era capaz de decir tantas cosas falsas y tan suelta de cuerpo, a lo mejor debí estudiar actuación.

-         Tú me amas- dijo muy seguro de sus palabras. Debía hacerle creer que no lo quería para que se fuera de mi vida, estaba claro que no podría denunciarlo porque me amenazó con dañar a la gente que aunque no estaba a mi lado quería. Así que no lo quería en la mía, aunque mi alma se quebrara por dentro

-         Ja… emmmm… déjame decirte que no eres el mejor premio del mundo- sabía de su falta de autoestima, así que me aprovecharía de eso. Su cara se descompuso.

-         ¿Por qué intentas engañarme?- preguntó.

-         Edward yo no estoy enamorada de ti- dije pausadamente y recalcando cada palabra- estaba molesta con Jake, eso fue todo- ¡ERES UNA MALDITA! Me grité.

-         Y ¿Qué tiene que ver ese en nuestra conversación?- preguntó apretando la mandíbula…. ¡NO SEAS DESGRACIADA, NO LO HAGAS, NO LO DAÑES DE ESA FORMA!

-         Porque estoy enamorada de él, no de ti Edward, él a sido mi único amor y lo tenías más que claro- ¡MALDITA PERRA! ¿POR QUÉ LE HACES ESO?

-         Amm…- abrió la boca para argumentar algo pero la cerró.

-         Lo que viví contigo fue intenso, rico- dije acercándome un poco- lo repetiría, pero no fue nunca algo tan, tan serio. Aparte el que no nos veamos más te deja a merced de tu antigua vida, si quieres ser mi amigo, perfecto, pero no quiero nada de compromisos contigo. Si un día estas solo y buscas sexo ven a verme, pero no quiero ser tu novia, decidí que perdía mi tiempo tratando de cambiarte ahora quiero jugármela por Jake.- ¡Que caradura!

-         Pero yo te amo…- agregó en un susurro.

-         Pero yo no- le dije inmediatamente, sus ojos se llenaron de lágrimas. No entendía como podía creerlo si hace un rato le había demostrado mi amor y anoche y todos los días que le decía cuanto lo amaba.- no eres suficientemente bueno para mí, eres bueno en la cama, pero nada más, eres un mediocre tipo trancado que sobresale netamente por ser el hijo de un prestigioso Doctor, y cuando te titules serás su sombra y las oportunidades las compraras con su fama, no por tus meritos- ahora si que me dieron ganas de llorar, quería abofetearme por hacerlo llorar.

-         Nunca me amaste- agregó.

-         Me gustaste y lo pasamos bien- agregué acariciando su rostro, quizás era la última vez que podría deleitarme con su cuerpo. Pero antes de saciar mis ganas de aquel contacto tomo con su mano la mía y groseramente la deposito a mi lado.

-         Perfecto, si quieres jugar jugaremos- agregó y comenzó a vestirse.- Nunca más me acercare a ti hasta que vengas suplicándome que volvamos.- agregó, lo mejor era que se fuera luego o si no para eso no faltarían más que segundos.

-         Ja…. Emmmm… entonces nos vemos- agregué desapareciendo hacia él baño.- cuando salgas deja las llaves- le grite.

 

Cerré la puerta del baño y agarre la toalla de mano. Me la puse en la boca y comencé a llorar. Me la metí un poco para poder ahogar los gritos que quería expresar. La puerta se cerró con un portazo y salí del baño rápidamente para poder mirarlo por la ventana. Fue cuando lo vi salir, y acercarse a su auto, pero para mi desgracia se le acercó una mujer muy linda, de pelo castaño claro y con un cuerpo bien erótico, con proporciones perfectas. La muchacha se le acercaba mucho, hasta que toco sensualmente con su dedo los botones de su camisa, él no se le alejó.

Me alejé de la ventana no quería presenciar el efecto de mis propias palabras. Volví la mirada hacía la mesa del comedor y me percate que estaban las llaves que le había dado a Edward, las tome y acaricie la mitad del corazón que contenía sus iniciales. Lo dí vuelva una y otra vez, mire cada detalle que tuviera y luego lo colgué en el gancho para las llaves que estaba al lado de la puerta. Me dirigí otra vez a la cama y me acosté con la almohada sobre mi cabeza tratando de disipar los sollozos. Todo lo que le había dicho, me dañaba al parecer más a mí que a él. Quería estar con él, pero no podía no sería la segunda, tercera, cuarta o la que fuera de nadie. No dejaría que todos en la Universidad se burlaran de mí. Aparte necesitaba saber de verdad que era la lo había pasado con Marina, no creía totalmente su versión, pero dentro de mí quería creer que no era culpable. Mil de ideas llenaban mi cabeza, quería asomarme a la ventana y ver si aun estaban conversando, de seguro ya no, pero igual no fui, no quería verlo coqueteando con otra, si más encima recién habíamos terminado.

¿Cómo había sido capas de decirle tantas cosas?

¿De hacerlo creer que era poca cosa para mí? Cuando era yo poco para él.

¿Cómo pudo creer que no lo amaba?

Dios quería resolver tantas dudas que había en mi cabeza para lograr reconfortarme.

 

No me dí cuenta cuando sonó mi celular, eran las 8 de la mañana del día lunes. Era mi despertador para ir a clases. Me había quedado acostada por 3 días. Sin siquiera recibir ni una sola llamada, si hubiese muerto nadie se hubiera dado cuenta, ya estaría en proceso de descomposición. ¿Por qué mi papá no me buscaba? A claro debe estar ocupadísimo con se nueva mujer.

Me dolía el estómago, de seguro era producto de la fatiga o mi próximo periodo menstrual.

 

Me di una ducha rápida y me fui a la universidad. Cuando llegue encontré a Jake sentado en una banqueta, tenía una pila de libros a su lado y uno que tomaba toda su atención y preocupación, tenía el entrecejo fruncido y con sus dedos jugaba con sus labios, era típico de él cuando no entendía algo y trataba de buscarle la lógica.

Baje y trate de alejarme lo que más pude para que no me mirara y quisiera hablarme, lo que menos necesitaba en estos momentos era un ataque de ira de él ahora. Para mi desgracia justo levantó la cabeza y me vio.

 

-         ¡BELLA!- me grito. Me quede parada esperándolo.- ¿podemos hablar?- me pregunto amablemente.

-         Obvio Jake, si podemos.- agregué.

-         Necesito pedirte una disculpa, no quise que el otro día te fueras de mi casa. Se que te sentiste mal por mi actitud, pero…- no lo dejé terminar.

-         No hay problemas Jake, ya se me olvido, y si no te basta con eso. Te disculpo.- agregué sonriéndole.

-         ¿De verdad?- pregunto sonriente.

-         De verdad.

-         Te juro que tratare de no ser tan idiota, tratare de portarme bien ¿ok?- Jake era lo único que me quedaba y no me daría el privilegio de dejarlo ir. Asentí.

-         Me parece perfecto.- agregué.

 

Entramos juntos, fue en aquel momento cuando lo divisé a la distancia. Estaba muy risueño, con una muchacha que lo miraba como si lo estuviera desnudando, él estaba con un brazo puesto en la pared y el otro en la cintura de la chica. Se le acerco y le susurró algo al oído, después la besó. Deje de respirar bruscamente y Jake se dio cuenta de mi estado, enseguida siguió la dirección de mi mirada y se percato.

 

-         ¡OH DIOS!- agregó- ¡AHORA SI QUE LO MATO!- lo agarre del brazo mientras agachaba la mirada.

-         No Jake, déjalo.- agregué caminando en dirección a mi facultad.

-         ¿Cómo quieres que lo deje si esta con otra cuando es tu novio?- me preguntó un iracundo Jake.

-         Ya no somos novios…- agregué.

-         ¿Qué?

-         Eso… que ya no somos novios, terminamos el viernes.- le respondí un poco irritada.

-         ¿Por qué?- ¿qué acoso no se daba cuenta que el temita me irritaba?

-         No es de tu incumbencia- agregué hostilmente.

-         Ya veo porque tu humor entonces.

 

Después de eso lo dejé atrás y me fui en dirección a mi sala de clases, dándome cuenta que él hombre que estaba con esa chica me era un autentico desconocido.

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ahora se viene lo mejor... pero tendram que esperar un poquito... dejen sus comentarios... para saber como voy... se les quiere un monton y lamentablemente no tengo tiempo para dejarles mis saludos en especial a cada una, pero les juro que pronto les dejare mis mensajes

 

las quiero mil kilos.....

adiosin desde chile

esme

Capítulo 22: La conversacion Capítulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
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