Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212068
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte)

Bella POV

 

 

Mientras me acercaba vi como se percató de mi presencia, pero de un minuto a otro decidió ignorarme. Siguió mirando a la chica que tenía en frente, la cual le sonreía y coqueteaba con esas largas pestañas.

Me detuve en seco, me dolió y molestó su actitud, si ya no quería estar conmigo, bastaba solo con decírmelo. Así que si ese era el caso, no se lo pondría sencillo, tendría que ser lo suficientemente machito para terminar con nuestra relación. Seguí acercándome. Me tropecé muchas veces con mis propios pies, tendía a ser muy torpe cuando estaba nerviosa y ahora estaba nerviosísima.

 

-         Hola- salude. Ambos me observaron, la muchacha de pie a cabeza, creo se percató de que casi vestíamos igual. Mientras que Edward con nerviosismo. - ¿podemos hablar?

-         ¿tiene que ser ahora? ¿no tienes clase?- pregunto cortésmente. Pero al diablo su cortesía yo quería hablar ahora ya.

-         No me interesa… necesito hablar una palabrita contigo, después dejo de molestarlos- dije mirándolos a ambos.

-         Ja… creo que estas confundiendo las cosas bella- agregó un agraciado Edward.

-         ¿confundí lo nuestro?- pregunté. La muchacha quedó muy impresionada.

-         Para…- trató de decir pero la muchacha se adelantó.

-         Así que ella es…- acoto mirando a Edward. Él la observó anonadado, con unos grandes ojos. Yo me temí lo peor, a lo mejor ella era su novia y yo solo había sido un juego. A lo mejor él se lo había confesado por eso ella habló así.

-         ¿a qué te refieres?- pregunté con la mandíbula apretada.

-         Hola soy Tanya- agregó… ahora lo diría, diría algo cómo “la novia de Edward”- y tu debes ser la muchacha que enamoro a mi gran amigo.- confesó. Me quede mirándola con la boca abierta y luego mire a Edward que la miraba de igual forma.

-         Es Bella…- confeso con una pequeña sonrisa.

-         Lo puedo ver- dijo la mujer- ¿Cómo te llamas?- preguntó. A Edward le pareció gracioso su comentario.

-         Me llamo Isabella pero me dicen Bella.- acoté.

-         Aaaaah… ja… bueno un muy lindo seudónimo te queda preciso- agregó mientras yo me sonrojé.

-         Gracias.- concluí, luego mire a Edward.

-         Los dejo para que conversen tranquilamente- agregó- nos vemos luego.

-         Gracias- susurro Ed.

-         ¿Qué tal tu noche?- pregunte, se quedo congelado, como si le hubiese sorprendido mi pregunta.- por que la mía, pésima- agregue, al parecer eso lo tranquilizo.

-         Siento haberte mortificado.- dijo dulcemente mientras se me acercaba.

-         No hay problemas, ya paso- le respondí con una gran sonrisa. Termino de cruzar la distancia que nos separaba y me beso apasionadamente. Esta vez su lengua no pidió permiso se adentro rápidamente. No se lo criticaría jamás, su contacto me fascinaba. Era demasiado dulce y sabroso.

-         Ese contó por los que no te di anoche- acotó contra mis labios. El beso prosiguió hasta que tuvimos que separarnos a regañadientes cuando nos quedábamos sin aliento. Cuando nos separamos, pude ver a Jacob observándonos, estaba de la mano con Gina, así que no tendría mucho que criticarme. Cuando Edward se percató de la dirección de mi mirada intentó separarse.

-         ¿A dónde crees que vas?- dije abrazándolo por la cintura y atrayéndolo nuevamente hacía mí. Culmine la acción besando sus labios de la misma forma que el beso anterior, para que se percatara de lo mucho que lo amaba y que no estaba dispuesta a perderlo por un casi amigo celoso. Porque si de algo estaba segura era que Jake no podía ser mi amigo si seguía humillándome, en eso tenía mucha razón Eddie.

-         Wow… que cambio- susurro Edward contra mis labios.- pero creo será mejor detenernos antes de que los hombres sigan deseando ser yo en este momento.- me reí, ¿Cómo podía ocurrírsele semejante tontería?

-         Bobo…- lo deje de besar pero seguí abrazándolo.

-         Debes ir a clases, pero iré a cenar contigo si quieres.- agregó.

-         Me parece estupendo.- agregue besándolo otra vez, pero ahora no tan fogosamente.- te estaré esperando.- después de eso me voltee y seguí mi camino, pero algo se me había olvidado darle.- ¡ah! Se me olvidaba, toma, es para ti.

-         ¿De donde…- pero no termino la pregunta. Eran las llaves del portón y de mi departamento. Mike me había dado dos copias de cada una. Lo que llamo mas su atención era que el llavero de metal tenia forma de la mitad de un corazón y tenía dos letras grabadas B. S. me observó detenidamente. Estaba estático así que saque mis llaves y uní la mitad de su corazón a la mitad mía que tenía dos letras grabadas también E. C. Me volvió a observar sin decir nada.

-         ¿no te gusto? Aammm… si lo encontraste mucho puedes poner el que quieras.- dije, ya me estaba asustando, no decía nada.

-         ¿Qué no me gusten?- preguntó- eso es imposible. Están preciosos ¿Cuándo los compraste?- pregunto rodeando mi cintura con sus grandes brazos.

-         Ayer, Alice y Jazz se despistaron, y tú andabas en el “baño”- agregue riendo- así que ahí los compre.

-         Están hermosos bella, ¿ves que tienes gusto?- acotó juguetonamente mientras me besaba.

-         Eso lo supe desde que te vi.- le dije- ya me voy, o sino me regañara mi maestro. Aparte si no llego a tiempo ya después no entiendo... matemáticas- dije mientras corría en dirección opuesta a Edward- te veré en la noche.

 

 

Cuando llegue a mi salón lo encontré lleno, al parecer había llegado tarde.

 

-         permiso- susurré en dirección al pizarrón.

-         Señorita Swan…- dijo la maestra ¿maestra? Pero y ¿él profesor Jefferson? Mire en su dirección para encontrarme con la misma chica que hace un momento estaba riendo y coqueteándole a mi Edward.

-         ¿Tanya?- pregunte confundida.

-         La misma, nueva maestra de matemáticas.- Wow, eso no me lo esperaba.

-         Wow… emmm… bienvenida- dije riendo.

-         Gracias. Pase a tomar asiento, la clase comenzó hace unos minutos, pero por sus razones esta disculpada.- agregó con una gran sonrisa. La mujer era extraordinariamente linda y diablos tenía gustos parecidos a los míos, la misma ropa, la combinación de colores y Edward, porque no había que ser muy inteligente para darse cuenta que le gustaba.

-          Gracias- concluí, pude ver a Ángela hacerme señas con la mano, estaba sentada en la última parte de la sala, si me sentaba allá no lograría entender nada, así que trate de hacerme la tonta y no mirarla pero cuando me disponía a sentarme en el asiento desocupado de la primera fila, mire a la chica sentada y era nada más y nada menos que Celeste, mi madrastra. Quede estática, me desconcertó su presencia, ya me había sacado de casa, dios, ¿Qué más quería? ¿quería qué me cambiara de carrera? O ¿Qué me fuera del pueblo?

-         ¿Cuánto rato tendremos que esperar para que tome asiento señorita Swan?- preguntó un poco molesta la “Maestrita”.

-         Lo siento, es que pensaba sentarme aquí pero veo que esta sucio- dije mirando fijamente a Celeste. Vi como sus ojos se llenaron de lágrimas y que miró en otra dirección. Tuve que ir a sentarme al último asiento en el salón, donde a penas escuchaba.

-         Pensé me estabas ignorando- susurro una risueña Ángela.

-         ¿Por qué haría eso?- pregunte tratando de sonar desconcertada. Al parecer la chica era muy inteligente.

 

Las clases fueron igual de incomodas, no podía despegar mis ojos de Celeste. Hubiese sido tan diferente todo si no se hubiera encamado con mi papá. Ahora estaríamos juntas, riendo, contándonos detalles intimas, que se yo cualquier cosa. Si no hubiese estado con mi papá estaríamos… si no hubiese estado con mi papá de seguro no estaría aquí. Era lógico, no habría dejado a su hermano solo por mí ¡Claro que no! Idiota, a lo mejor ni siquiera le agradaba de verdad y estaba conmigo solo por él. Mi propia idea me desanimo. Me dio pena pensarlo porque yo si la había considerado mi amiga. Las clases habían finalizado, me dirigí al aparcamiento, quería ir rápidamente al Mall, la idea era evitar a toda costa a Alice, con ella se me iría la tarde entera. Cuando llegué encontré a Celeste parada esperando. OH NO, OH NO. Se le acercó un auto, era extremadamente familiar. ¡Dios no! Charlie se bajo del auto y se le aproximó. Claro como la hija lo sabía, no necesitaban seguir escondiéndose. La tomo por la cintura, la aproximo a su cuerpo y le beso apasionadamente. Yo estaba estática parada frente a ello. Al abrazarla Charlie se dio cuenta de mi mirada y la soltó para corriendo acercarse a mí. Trate de ir a mi auto lo más rápido posible, pero me alcanzó.

 

-         ¡bella! ¿Cómo estas?- pregunto tratando de tomar mi cara.

-         Suéltame- le grite- no me hagas un Show aquí.

-         Pero, ¿A dónde vas? Carlisle me dijo que no dormiste ahí anoche ¿Dónde estas quedándote hija? Vuelve a casa por favor- mucha preguntas y acotaciones, lamentablemente no tengo ganas de responder a nada.

-         Eso ya no te importa- Celeste se mantenía alejada de la situación.

-         Hija me tienes loco… ¿Dónde te estas quedando?- preguntó con los ojos brillosos. Me dio pena, por último lo iba a tranquilizar.

-         En mi casa. Arrendé un departamento por aquí cerca- dije indicando hacía la izquierda.

-         ¿sola?- pregunto.

-         Sola ¿con quien más?- casi le grite.

-         Hija vuelve a casa…- me suplicó.

-         El otro día te pedí una condición para volver, ahora no quiero nada. Me independice- dije tratando de fingir una sonrisa.

-         ¿necesitas ayuda?- agregó.

-         Ja… ammmm… nop.- agregue sonriendo- necesito que te alejes de mí.- después de eso me dí vuelta y me metía al auto.

 

Todo fue agotador, pase a comprar alimentos y después algunos muebles. Que llevaron directo, los muchachos fueron muy amables instalaron todo como les pedí, hasta Mike se ofreció a ayudar. Compre sillones, una mesa de centro con algunos jarrones muy lindos de color azul. Compre un comedor hermoso de madera dura con 8 sillas. Costo mucho pero valía la pena si quería que toda la familia Cullen cenara aquí algún día. Comencé a preparar la cena. Esperaba que en cualquier momento llegara Edward.

Preparé Filete de pavo al curry con manzanas y pasas uno de los platos que más me a encantado desde pequeña, mamá lo preparaba todos los domingos. Mientras cocinaba abrieron la puerta, se veía encantador vestía una polera negra y unos Jeans de mezclilla. En la mano traía helado y una botella de vino. Me sonrió y yo tuve que dejar de hacer lo que me tenía ocupada para ir a besarlo. Lo abrase y acaricie su rostro.

 

-         espero que te guste mi comida- le dije.

-         Me gustara- agregó.

 

Comimos muy animadamente, nos reímos y jugueteamos. Me felicito por el gran gusto de la remodelación y me recordó del enojo que provocaría en Alice.

Después de comer nos fuimos a mi cuarto a ver una película Edward la había traído por mi indicación ya que tenía hace tiempo muchas ganas de verla se llamaba PUSH, y trabaja una de mis actrices favoritas Dakota Fanning. Nos estiramos en la cama y me abrace a su cuerpo. Él no miraba la televisión se dedicó a besar mi cuello y a acariciar mi espalda descubierta por la polera sin mangas azul que aun llevaba.

-         ¿te dije que con esa polera te ves hermosa?- acotó sobre mi oído.

-         Nop- agregué con tono juguetón.

-         Te vez hermosísima.- agrego mordiendo mi lóbulo. Su contacto me provoco un gran escalofrío. Me voltee para poder mirarlo, sus ojos expresaban un gran deseo y eso me excito. Me levante para poder besarlo, lo rodee con los brazos y me acerque.

-         Te deseo- agregué. Necesitaba su contacto, sus besos y caricias. Lo necesitaba a él. Hace mucho había fantaseado con perder lo único que era solo mío con el hombre indicado. Había hecho tantas estupideces partiendo por la suprema Sam. Que ahora me arrepentía, si hubiese sabido que una persona tan maravillosa como Edward llegaría a mi vida jamás habría dejado que otro me acariciara, jamás habría dejado que otro me besara. Habría gozado con el privilegio de deleitarme por primera vez con su exquisita boca. Habría dejado que él tocara mi cuerpo por primera vez, me habría reservado. Me arrepentía tanto, pero lo importante era que ahora estaba aquí frente a mis ojos, y que por un milagro de lo divino me amaba tanto como yo lo amaba a él y por sobre todo sabía que era mi hombre indicado, con quien quería estar por el resto de mis días, quería que fuese mi compañero y mi amante el dueño de mi cuerpo y de mi alma.

-         Te amo, bella. Te amo tanto.- agrego, sus palabras eran sutiles caricias para mi corazón dañado. Era lo más lindo que dios me había mandado. Lo necesitaba como al agua para poder sobrevivir, no podría existir si el se alejara de mí.- ¿estas preparada? Se que esto es muy importante para ti y no quiero que sientas la obligación de hacer nada.- concluyo. El era mi paraíso. Mi pasaje al infierno pero a la vez al mismísimo cielo.

-         Te amo… no tengo porque dudar. Te quiero y quiero que me poseas, quiero que sepas que soy tuya y de nadie más.- agregué.

-         No tienes que demostrarme nada cariño, no necesitamos hacerlo aun- agrego.

-         ¿no quieres?- pregunte un poco desanimada por su obstinada postura sobre lo que no debía. A lo mejor era una escusa.

-         ¿Qué si no quiero? Dios bella, te deseo desde el primer día que te vi.- agregó su respuesta me contentó.

 

Lo atraje hacía mi cuerpo, tome el control y apague la televisión, necesitaba tranquilidad, porque aunque lo deseara mucho estaba muy asustada. Enrede mis dedos en su cabello y me deleite con el sabor de sus labios, era la única forma que jamás dejaría de relajarme. Comencé a bajar mis manos por su escultural cuerpo, toqué todo por mi camino hasta que llegue a la parte inferior de su polera, la tome y comencé lentamente a quitársela. Su cuerpo era magistral estaba todo marcadito. Lo mire con deseo y eso lo hizo sonreír. Comencé a depositar pequeños besos en su pecho para luego ir ascendiendo y llegar nuevamente hasta esos perfectos labios, nuestras lenguas danzaban a un unísono son.

 

-         ¿Estas segura?- volvió a preguntar mientras descendía por mi cuello.

-         Te deseo…- fue lo único que pude acotar.

 

Después de eso todo comenzó a fluir. Se deslizó por mi cuello y delicadamente bajo la polera dejando mis pechos al descubierto, los miro fijamente y después observó mi rostro.

 

-         eres perfecta, sencillamente perfecta- deposito un pequeño beso en mis labios- te juro que seré delicado, si deseas parar solo házmelo saber ¿ok?- preguntó.

-         Ok…

 

Comenzó a bajar mi pantalón mientras besaba apasionadamente mis pechos. No aguante y emití un fuerte gemido. Abrió el cierre de mi polera y la quito mientras yo misma saque de nuestro camino mi diminuta ropa interior. Él termino de desnudarse, dejo su humanidad a mi merced, era hermoso, completamente. Sentí miedo, muchas veces escuche a chicas decir que sus primeras veces habían sido ultra dolorosas, que en todo el acto en ningún momento disfrutaron, la misma Celeste me contó de su… dios, no quería ni pensar con quien había perdido su virginidad, no en este momento, no. Sentía pavor, no quería sangrar y que Edward se sintiese culpable. Se volvió a poner sobre mí y abrió sutilmente mis piernas, nunca dejo de observarme y lo encontré maravilloso. Sentí como su sexo acariciaba el mío por encima. Me miró con duda tratando de recibir una definitiva respuesta. Me limité a asentir.

Muy despacio comenzó a penetrarme, pude ver en su cara el goce que le provocaba el acto. Un goce que yo no sentí, muy por el contrario tuve que cerrar los ojos y la boca para no gritar. Me dolía muchísimo, me vi obligada a hundir mis dedos en su espalda, menos mal que no usaba uñas largas pues podría haberlo dañado. Me abrazo metiendo sus manos por mi espalda el solo movimiento me produjo un desgarre que me obligó a gritar, pues no pude tragármelo.

 

-         ¿te hice daño cariño?- pregunto muy afligido. No quise contestar en el instante por que si lo hacía mi voz saldría insegura- ¿bella?- respire profundo y abrí los ojos.

-         Estoy bien- dije de forma rápida, él aun permanecía dentro de mí, pero no se movía.

-         Debes relajarte… déjate llevar, si sigues pensando en el dolor te seguirá doliendo- aconsejó.

 

Respire profundamente unas cuantas veces, él aun no se movía, sabía que estaba esperando una nueva indicación. Ese hombre era maravilloso, era el mejor hombre del mundo entero, me comprendía y esperaba. Era todo lo que un día pude soñar, sus besos, su cuerpo, sus caricias, todo en él era excitante. Pude sentir un cosquilleo en mi parte baja y le asentí para que siguiera. Muy despacio comenzó a moverse, mirándome fijamente.

No puedo negar se sentía una leve incomodidad, pero que al paso del tiempo fue transformándose en una energía concentrada en mi bajo vientre. Era una sensación maravillosa. Él aun se mostraba sumamente delicado.

 

-         más rápido- le pedí en medio de una magistral gemido.

 

El solo obedeció. Nuestras respiraciones estaban muy agitadas y estábamos envueltos en sudor. Él era lo más hermoso que había visto y este momento era magnifico, me alegraba tanto haber esperado por él, por que sabía que él era mi destino. Me sentía completamente excitada con cada embestida que daba Edward.

Nuestros corazones estaban completamente acelerados, sentía una energía envolver todo mi cuerpo, sentía un presión en mi bajo vientre que necesitaba ser liberada.

-         ¡te amo bella, TE AMO!- grito entre gemidos.

 

Aferre mis piernas en torno a su cintura y hundí aun más mis dedos en su espalda. Nuestros gemidos se hicieron más constantes, susurraba mi nombre en mi oído, lo que producía que esa presión aumentara más. Edward prosiguió dando embestidas llenas de amor, podía ver en sus ojos esmeraldas el amor que sentía por mí y la excitación de la que yo, nadie más que yo le estaba entregando. No pude aguantar más la presión se apodero de mi cuerpo entero y creo que la propia presión de él lo inundo porque terminamos gritando el nombre de nuestro acompañante con tanto ímpetu que estoy segura Ángela y Erick pudieron escucharnos. Se quedó dentro de mí mientras posicionaba besos furtivos en mi cuello. Levantó su mirada y me percate que sus ojos estaban abnegados en lágrimas, no fue hasta que toco mi rostro que me percate también estaba llorando. Esperamos hasta que nuestras respiraciones se regularizaron y se salio de mí para poder abrir la cama y ponerme dentro de ella. El azul de la ceda se veía maravilloso combinado con mi piel. Luego se metió a la cama, nos tapo y me acurruco en sus brazos.

 

-         Gracias.- agregó- fue lo más maravilloso que mi novia pudo hacerme dado en la vida entera.-  este hombre era magnifico, pero yo no era su novia, el aun no me lo pedía, aunque realmente no lo necesitaba, nosotros éramos algo más que novios, éramos compañeros, amantes, presente y futuro, amor… y otras miles de cosas que se me ocurrían.

-         ¿Tú novia?- pregunté un tanto agraciada por su expresión.

-         Por supuesto ¿todo el mundo lo sabe menos tú?- pregunto a lo mejor mi falta de interés lo hacía sentirse no correspondido.

-         Quizás todos sabían- agregué- pero tú a mí no me lo habías pedido- dije hundiendo mi mirada en su pecho. Me avergoncé, porque le estaba dando el pie para que me lo pidiera ahora.

-         Es que soy un imbécil, bella.- me sorprendió que se tratara así, abrí unos ojos como plató. El debió pensar que me había sentido mal- dios soy un completo idita, se me paso por alto, me acostumbre tan rápido a ti, a tus besos que me sentía como si ya lo fueras- concluyo dulcemente.

-         Cálmate…- le pedí con la voz mal aterciopelada que pude- para mí también lo eras, no hacía falta que lo dijéramos, nos lo expresábamos, o ¿tu crees que te habría entregado mi cuerpo si no lo hubiese creído así?- trate de preguntar con tono sensual, quería que él supiera que no me importaba su falta. Comencé acariciando su mandíbula con la punta de mi dedo y termine en su glorioso pecho marcadito. Me dieron deseos de él otra vez, pero sentía un pequeño malestar en mi parte baja.- Gracias bella, eres la mujer prefecta, mi mujer perfecta- me abrazó fuerte.

 

-         Gracias a ti. Eres lo mejor que me a pasado en la vida- agregue con ganas de llorar otra vez.- fue hermoso.

-         Fue estar en el paraíso- concluyó besando mis labios.

-         Te amo Edward… no sabes cuanto te espere…- le confesé.

-         Y yo cariño y yo.

 

Después de eso dejamos de hablar solo nos abrazamos y nos dejamos envolver en un sueño profundo impulsados por el agotamiento de nuestros cuerpos. La noche de pasión debía llegar a su fin para dar pie a un maravilloso día lleno de placeres junto al hombre que amo. Junto a mi novio.

 

 

__________________________________

 

espero que les aya gustado,,,... esto es uno de mis capitulos favoritos....

desde ahora se viene lo bueno y las emocion

jijijijiji

 

les quiero

Capítulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capítulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte)

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
14447505 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios