Edward POV

Bella me había hecho el hombre más feliz del universo. Su perdón era un milagro para mí, y todo gracias a la conversa con Marina, tenía que volver a verla, tenía que mantenerme cercano a ellos y ayudarla en todo para que a Gastón no le faltara nada.

Hacer el amor con bella fue maravilloso. Mis sueños o recuerdos nunca le hicieron justicia. Tocar la pancita donde descansaba mi angelito, donde sus movimientos eran caricias para mi corazón, fue perfecto. Bella nunca me permitió poder tocar su vientre desnudo y menos besarlo, por eso que fue de una excitación profunda, lo que hizo que terminara mucho antes dentro de ella. Era tanta energía acumulada, tanto anhelo por su cuerpo, o que sus labios pronunciaran mi nombre envuelto con profunda excitación, que no podría haber durado más, incluso apenas baje su vestido, mi erección estaba completa. Su contacto fue lo que mi cuerpo más anhelaba en este mundo.

Pesqué el teléfono y marqué a mi casa, bella quería que ellos estuvieran al tanto de todo, para no llegar de improviso.

-         ¿Bella?- pregunto Alice.

-         No, Edward- acoté con un tono que dejaba al descubierto mi enorme felicidad.

-         ¿Por qué tanta felicidad hermanito?- preguntó muy curiosa.

-         No preguntes tanto… ¿me comunicas con mamá?- le pregunté.

-         Esta acompañando a Rose, no se a sentido muy bien, acabo de bajar y estaban abrasaditas ¿te sirve si llamo a papá?- preguntó. Me dejó preocupado el estado de Rosalie.

-         ¿pero ya esta mejor o no?- si estaba mal tendría que ir a verla, aun sabiendo lo maravilloso que es mi padre, me gustaría estar ahí con mi hermano.

-         Dice papá que las contracciones son cada vez más constantes y largas, así que lo probable es que se adelante el parto. Ha andado muy preocupado Edward, Rose tiene 8 meses recién cumplidos.- agregó, la información me preocupo más.

-         Y ¿Emmett como está?- pregunte aun sabiendo cual sería la respuesta.

-         A estado todo el tiempo al lado de Rose, esta muy preocupado, pocas veces lo había visto así.- confesó. Tuve que pararme, y me aproxime a donde estaba mi ropa, acomode el teléfono entre el oído y el hombro, para seguir hablando.

-         Voy para allá- le confirmé.

-         Puedo notar que estas de un animo espectacular, tu voz irradia felicidad, por ende no puede tratarse de algo que no sea Bella, por favor quédate con ella, acá somos muchos y no tenemos nada más que hacer que esperar, si se acaban de reconciliar no lo dejes sola.- agregó dando en el clavo de todo lo acontecido, ese duendecillo, si no me conociera tanto diría que es vidente.

-         Estas en lo correcto, en todo Alice, pero quiero apoyar a Emmett- no acababa de terminar de responder, y bella se había puesto en pie y se dirigió a su armario. Agarró un pantalón deportivo que cuando se lo puso noté, le quedaba muy suelto, y una polera manga larga, se calzó unos tenis y una chamarra. Me observo con una gran sonrisa, como dándome a entender que estaba lista para ir conmigo.

-         Es tarde y estás cansada mi bella- agregué.

-         ¿mi bella? Wow- acotó mi hermana por el teléfono. Mientras que bella me contestaba.

-         Pero tú necesitas ir, y yo necesito estar contigo- agregó con carita de desesperación.- no quiero estar sola, no después de lo que hicimos- me confesó, su preocupación me dolió, ella no quería volver a sentir lo mismo que sintió cuando no me vio después de haberme entregado su primera vez. Me acerqué y la abrase.

-         Jamás sentirás lo mismo mi bella, jamás te dejare sola después de hacerte el amor.- agregué sin recordar que sostenía el teléfono cerca de mi boca.

-         ¡¡Hey no quiero escuchar detalles íntimos!!- gritó mi hermana.

-         Te amo…- agregó bella, que culminó besándome. Sus ojos irradiaban ternura con una placentera mezcla de felicidad.

-         ¿es mi cuñada de nuevo?- preguntó muy emocionada mi hermanita duende, aun sabiendo la respuesta.

-         Si Guzzy…- respondí aun teniendo mis labios unidos a los de bella.

-         ¡QUE LINDO!- gritó en mi oído. Su grito me sobresalto y bella se rió de mí. Me encantó que le provocara alegría, no quería ver rastro de preocupación en su semblante.

-         ¡PODRÍAS EVITAR DEJARME SORDO!- grite también, pero sin aguantar la risa.

-         No me grites bobo. Oye, ¿aun quieres hablar con Carlisle? Viene bajando.- agregó.

-         No, voy para allá, no le digas a nadie lo de la reconciliación, mañana queremos decirlo, invitaremos a Charlie y Celeste ¿mantendrías el secreto Guzzy?- pregunté, quería que se enojara.

-         ¿con quien crees que estas hablando? ¿Qué acaso alguna vez te e fallado?- realmente se había sentido, su tono era apesadumbrado.

-         No preciosa, era solo una broma- le confesé, ella terminó riéndose.

-         ¡Maldita manipuladora!- le critiqué.

-         ¡Hey modera tu vocabulario! Oye papá quiere hablarte, nos vemos en un rato.- agregó.

-         ¡Ok Alice!- agregué efusivo. Bella ya se había alistado, estaba tendiendo la cama mientras yo terminaba de vestirme.

-         Edward- saludo.

-         Papá, cuéntame ¿Qué pasa?- me fui directo al grano.

-         Se esta adelantando el parto. Las contracciones son muy contantes, así que llame al hospital y pedí que estuviesen preparados para cualquier cosa. Esme esta con ella, trata de ayudarla con la respiración, pero los dolores se le están haciendo insoportables.- agregó todo velozmente, en un respiro. Mi padre estaba muy nervioso con la apresurada llegada de su primer nieto.

-         Tranquilo viejo, todo va a salir bien. Con bella estamos saliendo para allá- agregué.

-         Edward, bella necesita descansar, no quiero que Renesmee se adelante también- confesó con verdadera preocupación.

-         Lo sé papá, es que quiere ver a Rose.- agregué.

-         Está bien, maneja con cuidado hijo- agregó.

-         Si papá, nos vemos en un rato más.- y corté.

-         No creo que sea buena idea hacer un almuerzo, mejor deberíamos esperar un tiempo para dar la noticia.- agregó bella, abrazándome.

-         Rosalie y el bebé estarán bien, y nos casaremos, porque es lo que deseamos y lo que queremos para nuestra niña.- agregué, pero otra idea surgió en mi cabeza, me quedé pensativo por un rato.

-         ¿Qué sucede?- preguntó acariciando mi entre ceja.

-         Nada amor, estaba pensando en algo, que aun no puedo decirte, pero te juro que es algo bueno.- agregué cuando vi su carita de preocupación.

-         Ok… vamos, que se hace muy tarde.

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espero que les guste

Danny mis capitulos desde ahora son dedicados a ti.....

te quiero mucho