Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212112
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 13: Llamada de Madrugada

Bella POV

 

 

-         ¿alo? ¿Alice?- pregunte temerosamente.

-         Sep- se notaba un poco adormilada.- disculpa el despertarte pero no tuve alternativa.

-         Directo al grano, estoy cansada y me acabo de golpear- dije de forma huraña.

-         ¿te golpeaste? ¿Por qué? ¿Donde?- pregunto verdaderamente preocupada.

-         Si, te acabo de decir que me golpee, porque creí que podría tratarse de una emergencia, pero ya veo que no, y me caí del primer escalón y me golpee en la mesita de entrada.

-         Bella, que despistada- dijo un tanto más relajada.

-         Directo al grano Alice, ¿estas con insomnio fui la primera en tu lista de contactos?- ahora me nació una nueva duda- ¿de donde sacaste mi número?

-         Eeeeh, ¡culpable!- dijo con gracia- lo conseguí en la universidad

-         ¡Ok! Da lo mismo- dije groseramente- tengo sueño y me duele la cara, podrías ir directo al grano.

-         Que huraña, mujer. Bueno, déjame decirte que no fue mi idea. Así que te paso al responsable, no me dejaba dormir tuve que ceder, lo siento. Adiós, nos vemos mañana, si aun puedes abrir los ojos.- concluyo burlándose de mí.

-         ¿de que se trata esto Alice?- pregunte ya indignada.

-         De nada en particular, necesitaba estuchar tu voz- reconocí esa maravillosa y aterciopelada voz.

-         ¿Edward?- pregunte muy curiosa y con una leve sonrisa en el rostro.

-         Eso creo…- dijo con una voz preocupada.

-         ¿Qué sucede?- pregunté.

-         No debí llamarte, por mi insistencia saliste dañada.- se notaba muy afligido

-         No fue nada…- dije aún tratando de darme cuenta de que esto era verdad y no un sueño.

-         No trates de aminorar mi responsabilidad, te dañaste ¿verdad?

-         Me golpee, pero no me duele, fue solo un golpe.- le mentí, aún me dolía un poco.

-         ¿Te pusiste hielo?

-         ¡No!- respondí- ¿es una llamaba de consulta medica?

-         Jaja… para nada. Necesitaba hablar contigo…

-         ¿así?... ¿sobre que?- pregunte curiosa.

-         Sobre cualquier cosa…- respondió tímidamente.

-         ¿Te puedo hacer una pregunta?

-         ¿Yo irrumpo la tranquilidad de tus sueños y tú amablemente me preguntas si puedes preguntar algo?- me reí de sus palabras.

-         Adelante…- dijo.

-         ¿Por qué te pones nervioso cuando me dices algunas cosas?- trate de sonar casual.

-         Porque… tú me pones nervioso- admitió.

-         ¿yo? Ni siquiera sabia el efecto que causaba, me considero inocente…- trate de sonar divertida.

-         Soy un poco tímido.

-         Te mofas de mí- dije con una gran sonrisa.

-         No lo hago es en serio.

-         ¿de verdad?- pregunte con mucha curiosidad

-         De verdad

-         ¿pero porque te doy vergüenza?

-         Porque me gustas…- dijo rápidamente, se escucharon risitas al otro lado de la risa y que no eran de Edward.

-         ¿esta Alice contigo?

-         Si, ella se ofreció a dormir aquí, para cuidarme.

-         Me darías un minuto, necesito ir a buscar una manta.

-         No te preocupes, podemos hablar mañana, duérmete.- dijo con tono sobre protector.

-         No quiero, se me quito el sueño, quiero hablar contigo ¿me esperaras?- pregunte dulcemente.

-         Ee… yo… si… emm… obvio- dijo tartamudeando.

-         Lo siento, no quise ponerte nervioso, espérame vuelvo enseguida…- dije y deje el teléfono en el mueble, corrí hacía la sala para encontrar el cobertor. Lo deje encima del mueble también.

-         Espérame otro minutito- dije con voz agitada.

-         Ok, pero ve con cuidado no quiero que regreses toda golpeada.

-         Veré lo que puedo hacer- trate de decir con fingida molestia.

-         Jaja… ok- finalizo.

-         No te muevas…

-         Ok…

Corrí hacía la sala de lavado, donde estaba mi silla mecedora, la traje arrastrando y la deposite al lado del mueble donde estaba el teléfono, me senté y me arrope para seguir con la conversación.

-         ¡llegue!

-         ¿Estas entera?- pregunto entre risas.

-         Enterita.

-         Me parece bien y cuéntame ¿Cómo ha estado tu noche?

-         Estresante, pero la madrugada esta mejor… - dije con malicia.

-         Eee… eso me reconforta- dijo tímidamente.

-         No tengas vergüenza conmigo, ya somos amigos. Y habando de eso me debes una presentación.

-         Ok, comienzo:

“Mi nombre es Edward Cullen, odio que me digan Ed, pero mi familia igual lo hace, y si a ti te gusta puedes decirme así también. Tengo 24 años y siempre e vivido en Forks. Soy el menor de 3 hijos, primero viene la odiosa de Alice, después Emmett.

Alice esta comprometida con mi gran amigo Jasper y Emmett con su gemela Rosalie. Mis padres ya los conoces, papá se llama Carlisle que es doctor y mamá es Esme que es diseñadora de una línea de ropa. Curso mi penúltimo año de medicina. No e tenido grandes relaciones, pero hace mucho más o menos cuando tenía 16 años conocía aun muchacha que fue mi novia se llamaba Tanya teníamos la misma edad. Ella se fue a estudiar a Londres literatura, decía que era una muy buena ciudad para alguien que añora ser escritor. Bueno al igual que tu me encanta la música clásica, mi interprete favorito es Debussy y mi autora favorita es Jane Austen”.

Finalizo con un gran suspiro fingiendo como si le faltase el aire.

-         Ok…- dije alargando la expresión.

-         ¿algo más que desees saber?- dio rienda suelta a mis ocurrencias.

-         ¿Por qué no haz vuelto a tener novia?

-         No lo sé, creo porque no e deseado abrirme a una nueva posibilidad- eso me desanimo.

-         Oh, ok… - dije tratando de fingir desigualdad.

-         Si te gustaba Gina ¿Por qué no te acercaste a ella?

-         No me atreví, ya te dije, soy tímido.

-         Y ¿Por qué te acercaste a mi?- pregunte no podía seguir su lógica.

-         …- hubieron unos segundos de silencio.

-         ¿mmm?- lo incité a continuar- ya te dije no debes avergonzarte conmigo, ¿Qué es lo más grabe que puede suceder? ¿Podría cortarte? Prefiero un millón de veces escuchar tu linda voz que mis estúpidas cavilaciones.

-         Porque te encontré preciosa y porque me dí cuenta de que necesitabas apoyo y quería ser yo el que pudiese brindártelo.- dijo tímidamente.

-         Ok, eso me parece hermoso de tú parte ¿Por qué pensaste que me enojaría?

-         Porque nos acabamos de conocer y porque estoy trayendo problemas a tu vida, bella.

-         ¿problemas? Dios eres lo mejor que me a pasado en esta maldito pueblo.- dije con suma sinceridad.

-         ¿verdad?- dijo muy ilusionado- ¿eso era como un cumplido o me equivoco?

-         No, no te equivocas.

-         Pero de todas formas, si no me hubiese interpuesto en tu camino, quizás ahora Black estaría contigo.- dijo bastante resignado.

-         Estoy cómoda ahora- dije tratando de hacerle ver que me encantaba su compañía telefónica.

-         ¿verdad?- pregunto sin creerme.

-         De verdad hombre, en este momento no me gustaría estar conversando con nadie más.- dije coquetamente.

-         Ehhh… G… racias… entonces…- dijo- pero igual creo que ya se habrían arreglado, si no hubieses estado todo el día conmigo habrían tenido tiempo para conversar.

-         Y lo tuvimos.- confesé.

-         ¿verdad?- pregunto muy sorprendido- ¿Qué paso? ¿puedo preguntar no? Más que mal ahora somos amigos.

-         Si lo somos- dije firmemente- cuando regrese a casa el estaba esperándome y conversamos. Me pidió disculpas por ser tan agresivo y por tratarme tan mal, pero lamentablemente no se disculpo ni se vio afligido por lo que te hizo a ti, así que obviamente no pude aceptar sus disculpas.

-         Eres una boba, debiste hacerlo, él es tu amigo y yo pudo sobrevivir sin unas disculpas- dijo con tono disgustado.

-         No, no debí, porque no quiero tener a un amigo matón, que ni siquiera se aflige de sus actos, aparte después volvió a insultarme y terminamos peleándonos definitivamente. Le pedí que se fuese de mi casa y que no me hablase más.

-         Bella…- dijo tristemente.

-         ¿Qué sucede?- pregunte rápidamente, no soportaba el hecho de escucharlo así.

-         Debiste disculparlo cuando fue sincero contigo, me da mucha pena que hayas perdido a un gran amigo por mi culpa- dijo con tono melancólico.

-         Eso es lo malo, Edward, que el ya no es mi amigo. Jacob nunca me va a perdonar el que no haya podido estar para el funeral de Sarah su madre.- dije también tristemente.

-         No entiendo.- su tono era confundido.

-         Sucede que cuando me fui, Jacob continuo llamándome, pero yo no le contestaba, me daba pena, necesitaba de él, pero no podía alimentar sus falsas esperanzas, la idea de mis padres era nunca más volver. Pensé que pronto se cansaría, que se daría cuenta de las excusas y no llamaría más. A mi me hacía mal saber que esto no sucedía y más encima mamá ya estaba teniendo leves síntomas de su enfermedad…- me interrumpió.

-         Perdón, ¿Cuál fue su enfermedad?

-         Adenocarcinoma Gástrico, Cáncer de Estómago, lamentablemente fue una tumoración maligna. La enfermedad en su primera etapa se curso de modo asintomático hasta que el tumor afecto la capa muscular del estómago y paso a ser un tumor gástrico.- dije con melancolía, quizás si se hubiese hecho un chequeo medico a tiempo, aun estaría conmigo.

-         Es una enfermedad muy complicada, porque lamentablemente hay muchos síntomas agresivos.

-         Si…- confesé con dolor en el rostro- siempre se la pasaba en la casa acostada, nunca tenía ganas de nada, casi ni comía, estaba delgada y muy pálida. Un día se desmayo, cuando llegue del instituto la encontré tirada en el baño, llame a papá y obligada la llevamos al doctor, ahí se lo diagnosticaron, ya era difuso, estaba localizado por cualquier parte del estomago. Mamá se dejo consumir en el dolor, sabiendo que lo que tenía era irremediable, pasaba todo el día cansada y llorando. Pero lamentablemente los síntomas seguían, tenía nauseas, vómitos y dolores excesivos. Los dolores óseos apenas le permitían ponerse en pie. Hasta que un día platicamos con ella y le rogamos que por nosotros tomara tratamientos, que le permitirían un control de la enfermedad y una mejor calidad de vida. Acepto, primero comenzó con quimioterapia hubo una evidente mejoría, los dolores ya no eran tan persistentes, pero después de un tiempo dejaron de tener su efecto inicial, así que fue un tratamiento de terapias combinadas, empezó a tomar sesiones de radioterapias. Los doctores siempre fueron sinceros con nosotros nos dijeron desde un principio que la enfermedad estaba muy avanzada, y que las terapias estaban siendo utilizadas únicamente con finalidad paliativa, que le permitirían aliviar los síntomas no que le permitirían aumentar su índice de supervivencia- esa afirmación me dio pena- ella duro 6 años con su enfermedad pero ya no era la misma, sufría, por las noches la oía gritar de dolor, era espantoso, no por mi, si no que por ella, ya no podía hacer lo que más amaba, que era dar clases de música, ya no se podía valer por si misma. Los últimos meses, comenzó a presentar alteraciones hepáticas, dificultades respiratorias y sufrió una hemorragia digestiva alta que la llevo a ser internada en la clínica. Su último síntoma fue alteraciones neurológicas.- me quede callada un minuto, recordado- después murió- termine susurrando.

-         Lo siento…- dijo también en un susurro.

-         No te preocupes, es un dolor que con el tiempo voy a ir superando- dije tratando de sonreír para que mi tono saliese un poco alegre.

-         Debes vivir el luto, eso es lo mejor. Solo aceptando el dolor se puede superar- me aconsejo.

-         Gracias.

-         ¿Por qué?

-         Por escucharme, hace mucho que no hablaba de ella con gran detalle, siempre contaba lo justo y lo necesario, créeme me alivio mucho contártelo.- confesé sinceramente.

-         De nada, bella, estaré junto a ti siempre que quieras.- dijo muy seguro.

-         Gracias.- susurre- bueno prosigo, la enfermedad de mi mamá no me dio mucho tiempo de pensar en Jake, habían pasado 3 años que el había llamado y de un momento a otro dejo de hacerlo. o eso creí yo, después Charlie, mi papá, me confeso que él había dejado de pasarme las llamadas, ya que se daba cuenta de lo mucho que sufría. Jake llamo por 9 años- dije un poco apenada, realmente no había valorado bien eso, y más encima dude de su veracidad.

-         ¿9 años? Wow… eso si que es mucho tiempo- confeso sorprendido.

-         Si, lo es. La última llamada que hizo, fue para informarme de la muerte de Sarah, su madre, ella estaba embarazada, cuando fue al parto algo resulto mal, ella murió y el bebé también.

-         ¡Que lástima!- agregó.

-         Si… ella era como otra madre, cuando los míos se ausentaban por los negocios de papá me quedaba en su casa, ella era una mujer maravillosa, risueña, entregaba una dulzura e irradiaba felicidad… me hace acordar Esme, tu madre tiene sus misma mirada, una mirada de amor y dulzura.

-         Gracias por referirte así de ella… se alegrara mucho al saber que le tienes gran estima.- dijo alegremente.

-         De nada, es lo que siento. Pero  Sarah era especial, era de esas personas a las que este mundo le queda demasiado grande.- dije con alegría, recordarla me daba mucha alegría.

-         Se nota que la querías mucho.- afirmo.

-         Demasiado. Sentí mucho la ausencia de su presencia. Creí que viniendo aquí podría aplacar el dolor que me provocaba la ausencia de mi propia madre, pero me encontré con la ausencia de la que era como mi otra mamá y eso es muy triste. – dije apenada. Ya era hora de desviar de mí la conversación.

-         Lo siento mucho bella, aparte ahora, por mi culpa, pierdes a tu mejor amigo.- confeso apenado.

-         …- suspire, no había pensado en esa perdida aún- bueno ahora quiero saber más de ti, más de tu vida. ¿Qué cosas te han pasado?

-         ….- note un gran vacío. Como si le hubiese incomodado mi pregunta.

-         Yo…- titubeo nuevamente.

-         Si te sientes incomodo podemos hablar de otras cosas.

-         ¡Ok! gracias- pensé que no iba a aceptar, de verdad debe de incomodarle bastante, debe de ser algo muy complicado para él.

-         Ok… aparte de leer y escuchar música clásica, ¿Qué más te gusta hacer?- pregunte, no era de mayor ocurrencia, pero no sabía que preguntarle, porque algo estaba claro, de su pasado no quería hablar.

-         Tocar el piano, es mi mayor distracción, lo amo de verdad…- dijo muy complacido.

-         ¿de verdad?- pregunte curiosa.

-         Si… ¿Por qué?- preguntó dudoso.

-         Tenemos otra cosa en común, también toco el piano. Mi madre me enseño- confesé.

-         Wow… tenemos mucho más de lo que creíamos en común… Esme me enseño también, pero después cuando comencé a ser mejor que ella, tuve que tomar clases particulares.

-         Wow… el estudiante supera al maestro…- bromee- lamentablemente yo no pude tomar clases particulares, el tiempo jamás me abría alcanzado. Así que seguí practicando sola, mi piano estaba en la recamara de mi madre, le encantaba escucharme, decía que tocaba desde corazón.

-         Un día tendré que escucharte, y después podrás escucharme tú.- aseguro.

-         Pero tendría que ser en tu casa, ya que no trajimos el piano.- concluí.

-         Sería un verdadero placer señorita Isabella.

-         Gracias “ED”- me burle, el sabía que no me gustaba mi nombre completo.

-         Jajaja- su risa era preciosa- ¿y que más te gusta?

-         Pintar… es una de mis más grandes fascinaciones.

-         Y ¿Qué pintas?- pregunto ansioso.

-         De todo, paisajes, retratos, lo que se me ocurra en el momento.

-         Un día muy próximo, cuando vuelva a ponerme en pie- especifico- te llevare a un lugar que te fascinara, para que puedas pintar.

-         Te cobrare la invitación.

 

Después de eso seguimos conversando de lo que se nos ocurriese, hablamos en serio y a veces jugamos y nos reíamos mucho. No me di cuenta cuando el sol ya entraba por la ventana de la cocina. Pero no tenía sueño y al parecer él tampoco. Y lo peor de todo, bueno no se si será lo peor pero lo más raro de todo, es que no quería cortarle, no quería parar de escuchar su voz y esa melodiosa sonrisa cuando encontraba chistosa algunas de mis vivencias. De repente sentí pisadas que se aproximaban hacía la cocina.

 

-         Wow… parece que alguien se levando- dije susurrando- ¿Qué hora es?

-         Las 8:30 de la mañana- confesó mientras yo emitía un gritito ahogado- ¿Qué sucedió? ¿estas bien?- preguntó muy preocupado

-         Si, pero es tarde, o… bueno temprano…- dije pensativa- la cosa es que se nos paso la hora y papá se dará cuenta de que estuve aquí toda la madrugada

 

Al instante que dije eso mi papá entro a la cocina. Emitió un grito y un salto de sorpresa cuando me vio. Eso me causo gracia.

-         solo soy yo, hombre valiente- dije riendo.

-         Ya me doy cuenta… ¿Qué demonios haces aquí?- pregunto mientras miraba su reloj de pulsera.

-         Hablo por teléfono- dije.

-         Creo que deberíamos despedirnos.- comentó Edward.

 

No alcance a responder cuando note la expresión de sorpresa en el rostro de mi padre. Quien abrió unos ojos que parecía se escaparían de su sitió.

-         ¿Qué pasa?- pregunté muy asustada por su expresión.

-         ¿Qué diablos te paso en la cara?- pregunto aproximándose para mirarme mejor- ¡tienes morado el ojo bella! ¿dime que demonios te hizo Jake?- grito muy irritado, lo que me asusto mucho.

-         Nada papá. Cuando baje para hablar por teléfono, estaba todo tan oscuro que me tropecé y golpee en la mesita de entrada. Sabes como soy, no me puse hielo.- dije aun sosteniendo el teléfono.

-         No te creo, pienso que lo estas protegiendo. ¡Pero ese idiota me va a escuchar!- dijo muy irritado, saliendo de la cocina. Me pare en el instante y me pude ver reflejada en el espejo que estaba en la entrada arriba de la misma mesita que me había dañado. La parte de la ceja hacía el parpado de mi ojo izquierdo estaban totalmente hinchado, y morado.

-         ¡Papá!- grite muy preocupada- ¿Cómo puedes creer que Jake podría hacerme esto?- dije indicando mi ojo.

-         Pues ya te golpeo una vez el brazo- dijo casi echando espuma por la boca.

-         ¡El corrió mi brazo, no me golpeó el brazo!- grite para que le quedara bien clarito- ¿Cómo puedes pensar eso de Jake? Esta bien, discutimos y todo eso, pero él sería incapaz de golpearme, el me quiere, lo que pasa es que es un poco torpe para expresarlos. Pero jamás ¡JAMÁS! Sería capas de golpearme.- me di la vuelta y me dirigí nuevamente a la cocina tomo el teléfono y hable.

-         ¿Edward sigues ahí?- pregunte curiosa, a lo mejor había colgado.

-         Si, bella.- dijo un tanto preocupado- ¿Cómo esta tu rostro?

-         Por favor, tu no ¿Ok?- respondí un tanto enojada.

-         Es que me es inevitable preocuparme.

-         Esta bien- mentí, realmente lo tenía bastante hinchado- solo que no me puse algo helado y se hincho un poco, pero nada más. Igual después podrás verlo por ti mismo. ¿Ok?

-         Ok… aunque ya es demasiado tarde igual pon algo helado en la zona, puede ayudarte con la inflamación.- agregó.

-         Termino siendo una llamada de consulta medica- dije riendo.

-         Jajajaj… eres absurda- conluyó.

-         ¿con quien sigues hablado? E de suponer que no has dormido nada para estar en condición de hablar con tu decano ¿verdad?- pregunto aún indignado, veía como sus ojos se clavaban únicamente en mi izquierdo.

-         Con Edward Cullen… hijo de Carlisle…- dije sabiendo que eso lo haría calmar un poco.

-         Aaaah…- acotó sorprendido, después se clavo una breve sonrisa en sus labios.- dale mis salidos y dile que se recupere pronto.- su actitud me resultó un tanto extraña

-         Ok…- dije alargando la expresión- Charlie te da saludos y dice que te recuperes pronto- dije hacía el teléfono.

-         Oh… pues dile que muchas gracias- dijo tímidamente. Me reí de su forma de hablar y el también me acompaño.

-         Dice que gracias papá.- dije dirigiéndome a Charlie y ahora al teléfono- bueno Edward, fue un gusto charlar contigo, pero tengo que comenzar a prepararme para ir a la Universidad, hoy tengo clases hasta el medio día, así que después te iré a ver- a mi papá se le dibujo una pequeña sonrisa.

-         Perfecto, entonces estaré esperándote- dijo dulcemente.

-         Adiós.- finalicé.

-         Adiós bella- acotó- ¡ah! Y a mi también me fascino escuchar tu voz- me dejo sin aire por segundo.

-         G… Gra… Gracias entonces- no pude evitar el tartamudeo. Ahora fue quien rió.

-         Te quiero- dijo apresuradamente y corto. Ya podía verlo sonrojarse.

Sonreí mirando el teléfono, luego corte.

 

-         ¿Qué paso?- pregunto un muy especulativo Charlie.

-         Nada papá… ¿se te paso la rabieta de niño pequeño?

-         Creo que si… solo que me preocupe bella, ayer peleaste muy duro con Jake y ahora te veo el ojo morado… ¿Qué podía pensar?- pregunto con una expresión como si la respuesta fuese de lo más obvia.

-         Cualquier cosa…- dije dándole pie a la mal interpretación, el asintió- ¡menos que Jake me hubiese golpeado!- prácticamente grite.

-         Cálmate, no seas tan huraña, y mejor dime que deseas de desayunar, lo preparare mientras tomas una ducha porque tienes una cara terrible.- confeso.

-         Pues gracias. A mi favor puedo decir que el día de ayer paso a la historia no por ser el mejor día de mi vida- dije mientras me aproximaba a la escalera para ir a tomar un baño- y con respecto al desayuno, solo huevos y tostadas por favor.

-         ¿leche o sumo de naranja?- grito para que alcanzase a oír.

-         Leche Pa.- le respondí.

 

Mi padre podía ser muy servicial cuando se lo proponía.

No podía parar de pensar en Edward, me había encantado conversar con él, aunque hubiese sido aun mejor si hubiéramos estado cara a cara. Pero fue grandioso escucharlo. No se porque no me enoje, si hubiese sido otro, ejemplo Jake, le habría cortado en el instante, pero con el fue tan distinto, era como si necesitase escucharlo, era como si mi cuerpo y mente necesitasen de él.

Ahora lo único que esperaba era que la mañana pasase rápido para poder ir al hospital.

_________________________________________

deben de seguir en la historia porque se comenzara a poner muy muy intensa.. vienen cosas que los sorprenderan

las quiero kilos,,,

sigan  escribiendo sus comentarios y votandome

xoxo

Capítulo 12: La Pelea Capítulo 14: Alejate de mi

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
14448109 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10763 usuarios