Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212086
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 34: Debes descansar

Bella POV

 

El séptimo mes

Estas muy grande, amor, cada día se nota el aumento de tu tamaño. Con papá estamos mejor que nunca amándonos y amándote cada día más. Mi vida ha cambiado tanto con su presencia, hoy por hoy estoy valorando mucho lo que la vida me ha dado cariño. Te e valorado mucho más a ti. Nos vamos a casar, ahora que no estoy haciendo nada, me voy a dedicar con tu tía Alice y tu abuelita Esme a organizar los preparativos. Digo que no estoy haciendo nada, porque la familia me convenció a congelar la carrera, para dedicarme al cien por ciento al embarazo, ya que Carlisle me contó que el adelanto del parto de tu tía se debió a que nunca descansaba. Decidí aceptar porque quiero lo mejor para ti hija y si tu bienestar conlleva que tenga que dejar mis estudios por ahora, encantada de la vida lo hago por ti.

 

-         ¿Qué haces?- preguntó Edward.

-         Escribo.

-         Y ¿Qué escribes?- preguntó acercándose a mi escritorio, traía una taza de café que hizo que mi nariz se degustara con el aroma.

-         Aleja el café, me darán ganas de tomar y con respecto a lo otro, escribo un nuestra hija un diario con el proceso del embarazo.- alejo la taza de mí y se acercó muy sorprendido.

-         ¿verdad?- pregunto sonriéndome.

-         Verdad…- agregué.

-         Y ¿Qué le escribes?- pregunto con los ojos pegados en las paginas.

-         Todo lo que siento día a día- le confesé.

-         Nunca me contaste- agregó juntando las cejas.

-         Es que pensé que era algo tonto, me daba vergüenza- le confesé bajando la mirada.

-         ¿tonto? Dios bella, es maravilloso que le escribas, eso deja al descubierto cuanto le amas y cuanto quieres hacerla participe de tu vida.

-         Nuestra vida- le confesé acercándome a sus labios y besándolo- y no siempre fue así- me dio vergüenza, pero tenía que saberlo, tenía que saber que en un principio no quería a nuestra hija.

-         ¿a que te refieres?- preguntó.

-         A que… dios es terrible decirlo, pero al principio yo no la quería- lo mire dudosa por su reacción, estaba esperando que me criticara, tenía todo el derecho a hacerlo.

-         Después, cuando termines de escribir, ¿podría leerlo?- preguntó.

-         Por supuesto- le confirme.

-         Entonces te dejo terminar, para después poder leerlo.- me beso y se acostó en nuestra cama. Digo nuestra, porque todo lo que era mío ahora también es de él.

-         Ok- dije desconcertada, lo que le acababa de contar merecía todo lo contrario a un beso. Pensé que se enojaría por mi mala forma de pensar. Al parecer noto mi incertidumbre.

-         No te voy criticar bella, porque se que tu reacción se debía a mi comportamiento.

-         ¿Qué?- pregunte desconcertada.

-         Mi conducta te hacía pensar que era una porquería, y pensabas que estabas embarazada de él. Lo más lógico era que me odiaras, y si me odiabas a mí odiarías todo lo que te recordaras a mí, Renesmee formaba parte de eso, no se trata de que la odiaras de verdad a ella, por ser ella, la odiabas por ser yo también.- me trato de hacer creer.

-         Eso no es verdad, ni siquiera te odié a ti.- agregué- era solo que no estaba preparada para ser madre, no quería traerla a un mundo donde tuviera que estar sola igual que yo- le confesé sinceramente.

-         Tu no estabas sola- dijo estirándome sus brazos.

-         Ahora lo sé, pero en ese momento no. Pensé que todo el mundo se me iba a la basura.

-         Mi bella- dijo abrazándome, bajo hasta mi enorme panzota y deposito besitos en ella, mi piel estaba muy pálida y traslucida.

-         Te amo- dije masajeado su cabeza y acariciando sus cabellos.

-         Te amo- agregué- y te tengo un regalo- confesó rápidamente. Él sabía sobre mi forma de ser y tenía muy claro que no me gustaban los grandes regalos, así que esperaría ver de que se trataba y después podría ver si lo devolvía o no.- y no se puede devolver- agregó descubriendo la línea de mis pensamientos, esta vez termino riéndose.

-         Y ¿Por qué no se puede devolver?- pregunte intrigada.

-         Porque es exclusivamente para ti, lo mande a hacer hace mucho tiempo.

-         ¿Qué es?- pregunté, esto ya me olía mal.

-         Tendrás que esperar, Alice o Esme me llamaran en un rato.- agregó.

-         Y ¿Qué tienen que ver ellas?- pregunte, mucho más curiosa.

-         Porque ellas están alistando todo, quise decírtelo antes, porque si llegábamos y lo veías te podría enojar y ellas se han esforzado mucho para que te guste.- confesó aun besando mi vientre.

-         ¿haber?- pregunte levantando su rostro- ¿Qué te traes entre manos?

-         Nada malo amor, confía en mí. Solo júrame que no te enojaras, es un regalo con mucho amor, no solo para ti, para mí también- me confundió aun más.

-         Ok, vamos entonces- concluí.

-         Te dije que ellas me llamarán cuando podamos ir, por mientras termina de escribir para poder llevármelo después- agregó apuntando hacia mi escritorio.

-         Ya no podré escribir más, te lo puedes llevar igual- agregué disgustaba, más que los regalos odiaba las sorpresas.

-         No te enojes, amor- concluyo mientras sonaba su teléfono celular.- ¿ves? Ya podremos ir.

-         Eso espero- le confirme mi nerviosismo.

-         ¿aló?- espero un rato- vamos para allá.

-         ¿nos podemos ir?- pregunté.

-         Por supuesto cariño- agregó.

 

Condujo con toda tranquilidad, se reía a cada rato cuando veía mi cara de ansiedad. Estaba muy intrigada, no se de que podría tratarse, más encima el me había confesado que hace mucho lo estaba haciendo y para mí, exclusivamente para mí.

Llegamos a casa de Edward, pensé que ese era nuestro destino, pero doblo y siguió manejando.

 

-         ¿De qué se trata esto Edward Cullen?- pregunte un poco molesta, esto ya no me estaba gustando.

-         En unos minutos lo sabrás, lo juro preciosa.- confesó acariciando mi rostro.

-         Me tienes confundida.

-         No lo estés cariño mío. Te juro que es una bella sorpresa.

 

Deje de insistir, más que mal, Edward me aseguró quedaba poco para llegar.

 

-         ahora debes cerrar los ojos- pidió Edward.

-         ¿Qué?- pregunte.

-         Parte de la sorpresa, si no lo haces Alice me matara- confesó lo último con un puchero muy sexy.

-         No hagas eso, no inspiras pena, provocas otras cosas en mi cuerpo- agregué tocando su pecho.

-         Dios bella, no digas o hagas eso, no sabes el efecto que causas en mi.- dijo llevando una pequeña mirada hasta la parte abultada de su pantalón.

-         ¡Edward!- le critiqué sonriendo.

-         Lo siento es involuntario, provocas mucho en mí- confeso estacionándose y besándome.

-         ¡lo sé!- confesé muy segura- ¡Y me encanta provocarlo!- dije depositando un beso sensual en la comisura de sus labios.

-         Dios bella- dijo con la voz envuelta en excitación- me vuelves loco… será mejor que sierres los ojos, porque si sigues torturándome de esa forma, mi pantalón no lo resistirá- confeso muy cerca de mi oído.

-         Jajajaj… ok- y los cerré. El volvió a encender el auto.

-         Ya no los puedes abrir, te ayudaré a bajar, pero no los abras hasta que te avise ¿Ok?- me indicó.

-         ¡ok!- dije obedientemente.

 

Finalmente llegamos a nuestro destino, fueron unos 15 minutos desde la casa de ellos.

 

-         ¿Quiénes estarán aquí?- pregunté aun con los ojos cerrados.

-         Todos… y cuando digo todo, me refiero a todos…- concluyó. Hice ademán de abrir los ojos- ¡ni se te ocurra Isabella!- agregó saliendo del coche, al instante estaba abriendo mi lado del auto. A tientas encontré su rostro.

-         ¡y tu no vuelvas a llamarme Isabella!- deposite un pequeño golpe en su cabeza, que más que golpe pareció una caricia.

-         ¡entendido!- agregó.

-         Llegaron- gritó Alice.

-         Alice ¿me dirás de que va todo esto?- pregunté sabiendo la respuesta.

-         Nop…- agregó risueña.

-         No abras los ojos, en segundos lo descubrirás tu misma.- concluyó Edward. Suspire resignada. No entendía ¿Por qué no estaba enojada, cuando no creo exista persona que odie más las sorpresas que yo? Me ayudaron a caminar un poco.

-         Perfecto- agregó Edward- recuérdame darte un gran beso Gusy.

-         Es merito de Esme- concluyo ella.

-         Entonces la felicitare.

-         ¿de qué? Quiero saber- fingí un puchero.

-         Es que no había visto el lugar todavía, esto también es una sorpresa para mí, cariño, y es precioso.- confeso cerca de mi oído. Dios este hombre provocaba tantas cosas en mi, si no estuviera embarazada ya me habría tirado encima del desde un comienzo en el auto, lo anhelaba tanto dentro de mi cuerpo. Mi intimidad lo necesitada. Dios la sola idea de sentirlo, me agito. Mi respiración se agitó y tuve que recordarme que estaba toda la familia presente.

-         Edward, no le hagas eso, recuerda su estado- le critico Alice, se sintió un golpe u un ¡Auch! Que me provoco mucha gracia.

-         ¿estas preparada?- preguntó Edward, ignorando el golpe de su hermana, que aun reía bajito.

-         ¡lista!- le confesé muy ansiosa. Cuando me destapo los ojos, lo primero que vi, fue que estaban todos presentes. Toda la familia de Edward, estaba Charlie de la mano con Cells, también estaba Marina y Quil que estaba cargando al bebé maravilloso de Gastón que estiraba sus manitas en mi dirección, en el auto de Edward había guardado un regalo que le habíamos comprado, este era el mejor momento para dárselo.

-         ¡Edward ve por el regalo de Gastón!- el me miro con extrañeza, y Alice también, no entendía que les sucedía.- ¿Qué sucede?- pregunte intrigada.

-         ¿te gusto?- preguntó.

-         ¿Qué?- aun no entendía.

-         El regalo bella…- dijo una decepcionada Alice.- si no te gusta podemos arreglarla, agregar más pisos, no sé a tu gusto bella.- el rostro de los familiares estaban a la espera, a la espera de mi reacción que hasta ahora no era ninguna, porque aun no entendía ni sabía cual era el regalo. Edward se puso nervioso y bajo la vista.

-         ¿cariño?- le pregunté- ¿podrías decirme cual es el regalo?- pregunté- ambos, tanto Alice como él me miraron extrañados y luego Edward indico.

 

Cuando comprendí el rumbo de su mirada, pude percatarme que delante de mis ojos había una hermosa casita apiedrada, tenía dos pisos y techo de madera, el cual se veía cubierto de forma muy natural con hermosa vegetación. Tenía un jardín principal arrebozado de rosas. Mi mirada estaba perdida en aquel maravilloso lugar, que parecía sacado de los cuentos.

 

-         Vuestro regalo- agregó Alice dándonos una cajita transparente que tenía dos llaves, que de seguro eran de la casa. Mi vista quedo paralizada, las llaves tenían los mismos llaveros que las de mi departamento, nada más que estas eran de oro, oro puro, se notaba. Abrí la boca para agregar algo, pero no pude. Aun todos seguían a la espera de mi reacción.

-         No te gustó ¿verdad?- agregó Esme uniéndose a la escena. No pude responderle, mi vista estaba perdida en mi regalo, bueno, nuestro regalo, porque esta casa era tanto mía como de Edward, y muy pronto también de nuestra Renesmee. Pude notar la decepción en los ojos de esa maravillosa mujer, que de seguro había gastado gran parte de su tiempo en la sorpresa.

-         ¿Qué no me guste?- dije mirando la casa, que de un momento a otro empezó a nublarse- eso es imposible Esme, es maravillosa, gracias- dije mientras la abrazaba. Mis ojos desprendían lágrimas.

-         Me alegra que te guste cariño, estaba tan preocupada, tu cara denotaba decepción.

-         Para nada, es preciosa- le confirmé.

-         Gracias mamá- agregó Edward uniéndose a la Escena y dándole un gran abrazo.

-         No es solo merito mío, es un regalo de todos, y todos ayudaron a la remodelación- agregó.

-         Gracias- agregué. Pese de mano en mano, dando gracias por el regalo, hasta que llegue a los brazos maravillosos de ese pequeño con carita de ángel.

-         Mamita, mamita, tía esta gordita- todo reímos. Lo tome en brazos, pero acomodándolo en mi cadera por el lado, y con Edward lo llevamos al auto, el regalo lo habíamos metido en la parte de lo asientos traseros, era muy grande y no caía en el maletero.

-         ¡te tenemos un regalo!- agregué, besando su mejilla.

-         ¡es algo muy especial! Es exclusivo para ti.- agregó Edward- pero debes serrar los ojos y no abrirlos hasta que yo diga ¿Ok?

-         Igual que tía bella- agregó con voz infantil. Me limite a sonreírle. El pequeño oculto su rostro entre mi cuello. Y pude sentir su exquisito olor. Este niño me hacía pensar como me sentiría cuando tuviera a mi bebé entre mis brazos. Aparte se parecía mucho a mi amiga, me provocaba ternura. Todos miraban expectantes. Edward le pidió ayuda a Emmett y sacaron del auto otro auto, uno para niño, era de carrera, pero miniatura, se podía abrir la puerta e incluso tenia una llave que lo encendía. Era negro con naranjo. Lo pusieron en el suelo y todos rieron, era muy gracioso. De reojo vi el rostro de felicidad de mi amiga, que ya podía imaginarse la carita de su hijo.

-         Ya puedes abrirlos- le dije. Gastón se volteó y lo vio, su rostro se ilumino de un brillo especial, y me miro emocionado. Lo maravilloso, fue que me regalo un abrazo tan exquisito, que me enterneció y provoco que mis ojos se llenaran de lágrimas.

-         Gracias, gracias, gracias- repetía dándome besitos, extendió sus bracitos en dirección al amor de mi existencia, y este lo levantó en el aire y lo abrazo con gran amor. Deposito besitos en las mejillas del niño. Después lo deposito en el suelo, y este fue corriendo en dirección hacia sus padres, porque aunque Quil no lo fuera biológicamente, se había ganado ese puesto a base de meritos, Marina me había contado lo maravilloso que era con ambos.

-         ¿Qué te regalaron cariño?- pregunto Marina fingiendo no entender, sus ojos estaban brillosos.

-         Un auto mami, un auto de carrera- grito emocionado- ven a verlo papi- dijo tomándolos de las manos. Ambos lo acompañaron y el abrió su auto y se metió dentro, era igual que un auto de verdad, había salido caro, pero al ver su rostro, el gasto valió la pena.

-         ¡Que hermoso bebé!- le dijo marina sacando su celular y tomándole una foto. Luego me miró- gracias- susurró.

-         Te quiero- dije abrazándola.

 

La tarde paso muy agradable, todo había sido maravilloso. El lugar era precioso y no parábamos de reírnos con los intentos de manejar de Gastón.

¿Comente que la casa era preciosa? Dios es que no me cansaba, era maravillosa, la casa era sencillamente preciosa. La sala estaba amueblada de una forma muy parecida a la de mi departamento, ellos había medido todo para que me sintiera en casa. En la esquina había un piano idéntico al de Edward, pero este era de un maravilloso color caoba, era precioso. Las paredes no tenían ni un adorno y ahí iba otra gran sorpresa. Me acondicionaron un cuarto de pintura, estaba amueblado y tenía todo lo necesario para empezar a pintar en este mismo instante. El cuarto tenía un ventanal que permitía salir directamente al patio trasero que era lo más maravilloso que había visto en toda, toda mi vida. Dios esta casa cada vez era más perfecta. Todo me enamoraba más. Las rosas rodeaban un pequeño estanque con borde de brillantes piedras. ¡Era muy bonito todo!

 

-         ¡Bella tienes que descansar!- agregó un muy enojado Carlisle.

-         ¿Qué?- me extrañaba su actitud.

-         Te haz movido de un lado para otro y no haz descansado nada- dijo aun molesto- Edward- grito en dirección al patio. Edward estaba sentado tomándose una cerveza con sus hermanos, se paro en el instante un poco asustado.

-         ¿Qué paso?- grito en mi dirección.

-         Nada aún… pero no quiero que le suceda lo mismo que a Rosalie, por favor llévala a descansar…- arremetió saliendo de la habitación de forma agresiva.

-         ¿Qué le sucede a tu padre?- pregunté enojadisima.

-         No lo se- confeso poniendo cara de confusión y regalándome una preciosa sonrisa, que me hizo olvidar lo recién acaecido.

-         Te amo- le confesé para después culminar besándolo.

-         Te dije hoy lo hermosa que te vez…- agregó sobre mis labios. Era un adulador, hoy no me había hecho nada especial, ni siquiera me había dicho que me produjera un poco a son de los invitados, que estaban todos muy bien vestidos.

-         Eres un adulador, ni siquiera estoy maquillada- le critiqué.

-         Y no lo necesitas, tu belleza es natural y aunque estuvieras envuelta en lodo te verías divida- confesó, luego puso cara como de estar imaginándome cubierta en lodo.

-         ¿Me estas imaginando?- el asintió pícaramente- depravado- luego comenzó a carcajearse.

-         Vamos…- dijo rodeándome y conduciéndome a la multitud- los despediremos, para poder subir a descansar.- agregó, me confundió mucho.

-         ¿aquí?- pregunté.

-         Obvio, amor, es nuestra casa, ya después podremos ir por tus cosas.

-         Pero necesito mi pijama, mi ropa, mis cosas para la ducha…- su cara ya reflejaba la respuesta.

-         ¡Alice!- concluimos al unísono. Nos reíamos mientras nos acercábamos a la familia.

-         Tenemos que despedirlo, Bella esta cansada.- Charlie se puso en pie al instante y se acerco velozmente a mi lado.

-         ¿te sientes mal, cariño?- preguntó intrigado, fue un error que todos le contaran lo del adelanto de Emily, solo lograron asustarlo y que me llame por teléfono cada una hora. Sus manos se posaron sobre su nieta.

-         No Pa´, es una exageración, ni siquiera me siento cansada, pero al parecer Carlisle se enojo conmigo y se fue, así que mejor le haré caso, no quiero disgustarlo.- confesé de corazón, a pesar de lo molesta que me aya sentido, por sobre todo me daba pena que Carlisle se molestara conmigo, le había aprendido a querer mucho.

-         ¿Carlisle se fue? ¿Y enojado?- pregunto una muy preocupada Esme, que se puso en pie al instante.

-         Bueno, no se si se fue, pero lo que se es que se disgusto mucho conmigo, estaba muy enojado.

-         No esta enojado cariño, esta preocupado, ha sufrido mucho por lo de mi nieta, no quiere que te pase lo mismo, compréndelo el amor de abuelos es algo irracional, sobre todo para él que siente que siendo medico no cuida bien de ti de la bebé- agregó acariciándome la panza.

-         Esme tiene razón y en mejor que descanses cariño.- agregó Charlie.

-         Es que ya deje la carrera ¿ahora que? ¿dejo de moverme también?- pregunté irritada, Edward me apretó la mano, dándome a entender que era hora de respirar profundo y calmarme. Estas malditas hormonas me tienes como una rebelde quinceañera.- lo siento, se que lo dicen por nuestro bien- termine poniendo una mano en mi vientre, que a acto reflejo Renesmee comenzó a moverse muy bruscamente, dios tuve que abrazarme fuertemente a Edward, para no caer rendida al suelo, me dolía mucho.

-         ¿bella?- todos se preocuparon mucho y se pararon de sus lugares.

-         Dios ¡se esta estirando!- sentía que algo se me desgarraba por dentro. Edward se sentó en el suelo, y me posiciono entre sus piernas encima de un cojín, que alguien debe haberlo proporcionado.

-          Estírate, como si estuvieses bostezando- me pidió. Lo hice- respira profundo.

-         ¿Qué le pasa, por qué esta tan inquieta?- pregunté muy preocupada, mi voz salió como un sonoro quejido. En el instante pude ver como Carlisle corría en mi dirección.

-         ¿Qué paso?- preguntó poniendo sus manos en mi barriga, se notaba que estaba muy nervioso.

-         ¡esta inquieta! Dios duele- aferre mi mano con mucha fuerza a la de Edward.

-         Vamos a hacer ejercicios de respiro, tú sígueme- me pidió y obedecí, pero de vez en cuando no podía, por que sentía una fuerte presión en la pelvis.

-         Se esta acomodando bella, es normal que lo haga, no que duela tanto- dijo enviándole una mirada cómplice a su hijo.

-         ¿Qué pasa Carlisle? Dime la verdad amigo, por favor.

-         Aunque bella no esta haciendo gran actividad, sigue sin descansar y tomar peso a mis indicaciones. Hoy a estado moviéndose de un lado a otro y la bebé debe estar inquieta y cansada también, debe estar incomoda por eso adelanto su cambio de posición- agregó al publico, después solo a mi- ¿sientes presión en la pelvis?

-         Si- dije con la reparación más acompasada.

-         Es la cabeza de la bebé que se debe estar adaptando, va a pasar, muy pronto, solo sentirás presión no dolor, avísame cuando de je de doler ¿OK?- me pidió, mientras observaba el reloj.

-         ¿Que pasa?- pregunte susurrando hacia Edward.

-         Ammmm…

-         No maquines una respuesta medica, solo lárgala.

-         A fines del séptimo mes el bebé tendría que acomodarse en la pelvis, y recién ahí deberías comenzar a sentir un leve malestar, y tú acabas de entrar al séptimo mes.- confeso con pesar.

-         ¿aun no pasa bella?- pregunto Carlisle.

-         ¿se puede adelantar?- pregunte ignorando a mi suegro, trate de voltearme y observar al padre de mi hija.

-         Si bella, es probable…- confeso aferrando mi rostro con ambas manos- pero estarás bien, y ella también lo estará, solo debes prometer desde ahora que descansaras. ¡Bella debes descansa!

-         Lo prometo.

________________________

porfa dejen sus comentarios con respecto a la pregunta que les plantie....

y con respecto a como les gustaria que siguiera el Fic.... se les quiere....

sigan mi nueva propuesta...

"Por Messenger"

Capítulo 33: Emily Cullen Capítulo 35: Pequeño Disgusto 1

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
14447686 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios