Bella POV

Nos fuimos en el Volvo de Edward, pero manejo Jasper, ya que Eddie aun andaba un poco desorientado. Apele contra él para que no fuese y se quedara descansando, pero el muy testarudo no quiso, después tiene cara para decirme a mí cabezotas.

Nunca me había percatado que por el lado izquierdo de la universidad había un pasaje. Fue por donde entramos. Había casas muy lindas, eran muy espaciosas, pero muy caras. Además no necesito una casa, es estúpido tener como 3 dormitorios extras si viviré sola.

-         no necesito una casa si seré solo yo.- les decía, mientras Alice miraba alucinadamente unas casas que había que confesar estaban preciosas.

-         Eso es verdad cariño, vamos a ver a Mike, es mi amigo y además es dueño de unos buenos departamentos, son mas baratos que todo lo demás aquí pero no están amueblados- me miro interrogativamente.

-         Me parece genial. Esa es la otra parte de la que se encargara Alice- dije.

-         ¡si!- gritó ella- ahora bien, si piensas venir a quedarte esta misma noche, si es que todo sale bien obvio. tendremos que ir a comprar todo al Mall, así que démonos prisa.- acotó tomando de la mano a Jasper. Nos volvimos a meter al auto y fuimos a los departamentos que dijo. Cuando llegamos nos acercamos a una pequeña oficina que estaba al lado del edificio, me pude fijar que tenia más o menos 15 pisos.

-         ¡Hola!- saludo afectivamente a su amigo Mike – ¿Cómo has estado?

-         Muy bien Jasper, muy bien. Pero veo que tu mejor.- concluyo dando la mano a Alice.- es un placer conocerte al fin, no sabes cuanto a hablado este hombre de ti.- acotó.

-         Un gusto conocerte también, y espero que este caballero- dijo tocando la punta de la nariz de Jasper- te aya hablado solo maravillas de mí.

-         Ni lo dudes. Ni lo dudes.- respondió el hombre.- pero cuéntenme que los trae por aquí, ¿al fin vivir solos?

-         Aun no Mike, no me presiones tanto- dijo el rubio con tono juguetón.- es por mi cuñada, quiere rentar un departamento.- agregó. Aun Edward no me pedía nada formal, ni siquiera sabia si quería hacerlo, y quizás las palabras de Jasper lo estén presionando solamente.

-         Un gusto señorita ¿es usted hermana de Alice?- pregunto mirando mi rostro detenidamente, luego paseo su vista por todo mi cuerpo. Su mirada me molesto y al parecer también a Edward.

-         No- respondió este- es mi novia. Alice es mi hermana.- me encantó que aya dicho que era su novia, pero se que lo hizo para que ese hombre dejara de desnudarme con la mirada.

-         Perfecto- dijo aun sosteniendo mi mano, cuando se percato de la mirada de Edward me soltó.- ¿Qué tienes en mente?

-         Algo no muy espacioso, seré solamente yo y de vez en cuando mi novio, así que algo que no tenga muchos dormitorios.- acote sonriéndole a Edward.

-         ¡Ok!-dijo el tipo- tengo algo para ti. Vamos, ahí te digo los requisitos.

-         Ok.- Nos metimos por un pasillo que permitía dar automáticamente con el ascensor.

-         Te dijo Jasper que los departamentos no son amueblados ¿verdad?- concluyó el hombre.

-         Verdad. – acoté.

-         Solo la cocina esta acondicionada- dijo. Nos detuvimos en el séptimo piso y fuimos a la departamento 28. Metió la llave y abrió- pase.- me indicó con la mano. Hice que Edward pasara primero, me dio miedo su cara, estaba que casi le saltaba en sima al tipo ese, que no estaba nada de mal. Era de pelo corto y negro, tenía los ojos cafés y su cuerpo era muy atlético, se notaban todos sus músculos gracias a esa polera blanca que llevaba puesta.

El lugar era espacioso. Pero sencillamente preciso. No había ningún mueble, pero podía visualizarlo todo, ya me había conectado con el lugar. Una de las tantas cosas que me fascinó eran los grandes ventanales, y un balconcito que tenía una gran vista. Edward se percato de mi mirada y me sonrió.

-         es precioso- me dijo

-         muy bonito- dije mientras ponía la cabeza en su hombro.

-         ¿Seguirás viendo el departamento?- preguntó Mike con un tono que no pude identificar.

-         En realidad no- todos quedaron muy desconcertados, incluso Edward- me encanto, así que dispara ¿Cuánto?- todos se rieron.

-         800 dólares al mes, tienes que pensar que es una residencia bien ubicada y es casi de ensueño.- elogió a su departamento- todos los gastos del departamentos van incluidos, tienes estacionamiento, gimnasio en la piso 15 y piscina, Wi-Fi, línea telefónica y cable instalados. ¿Qué te parece? Ah… y si tienes cualquier problema lo conversas con Jessica, mi asistente, y lo solucionamos.

-         Creo que deberíamos conversarlo primero bella.- dijo Edward llevándome al balcón.- no me gusta el lugar- disparó.

-         A ti no te gusta Mike- lo corregí acercándome, trató de hacerse el loco, pero no le resultó, terminó confirmándolo con una enorme sonrisa.

-         Bueno, en parte… a lo que voy es que ¿es muy cara para ti?- pregunto- porque podemos pagarlo a medias o buscar otro lugar- acotó. Le sonreí y me acerque para besarlo. Mi lengua acarició su labio inferior y al instante Edward abrió la boca dejando que nuestras lenguas se fusionasen. Alguien carraspeo la garganta.

-         Si bella acepta, pueden en privado inaugurarlo, no esparzan su miel.- agregó una sonriente Alice. Volvimos a unirnos al grupo.

-         Tengo el dinero- le susurre a Eddie.

-         Ok…- agregó.

-         ¿Dónde firmo?- pregunté. Mike sonrió.

-         Tendremos que bajar, mañana a primera hora tendremos el contrato. Eso si tienes que pagar 3 meses por adelantados.- agregó. Eso me parecía perfecto así no tendría que estarme preocupando tanto por esa cuenta.

-         ¿Dónde te pagamos?- agregó Edward, que me miro dándome a entender que el me ayudaría.

-         Edward…- dije dulcemente- no es necesario. Te pagare 6 meses- dije en dirección a Mike. Edward me miro sorprendido.

-         Fantástico- agregó Mike- bajemos entonces para que arreglemos algunos detalles.

-         ¿Por qué me miras así?- le pregunte a Edward- ¿Qué te creíste que tu novia era pobre?- pregunte con una sonrisa y recalcando la palabra novia.

-         Absurda- concluyó besando mis labios.

Bajamos y pagué en efectivo los 4800 dólares de los 6 meses. Me entregó una boleta donde lo acreditaba. Agradecí a mi madre que me diera suficiente dinero por si tenían algún percance. Mike quedó muy conforme, me dijo que mañana por la mañana estaría el contrato listo.

-         Mike ¿podría instalarme hoy mismo?- pregunté.

-         Por mi no hay problemas pero…- entendí por donde iba.

-         Vamos a ir a comprar…- concluí.

-         No veo el problema, toma- dijo tendiéndome las llaves.

-         Gracias, nos vemos después- se sonrió y Edward me miró con cara de escepticismo. Me limité a sonreírle.

Compré una muy linda cama de dos plazas, venía con 2 veladores, una lámpara. En un minuto Edward se separo de nosotros, Alice dijo que había ido al baño. En la misma tienda comenzamos a buscar la ropa para la cama, cuando encontraba una que me gustaba Alice me decía que no, que estaba fea, que no combinaría con el color del departamento y una cantidad de cosas más. Hasta que sentí un brazo rodeando mi cintura.

-         ¡Listo!- acotó. Cuando me dí vuelta me percate que traía una caja más o menos grande.

-         ¿Qué es?- pregunté indicándola.

-         La ropa para tu cama- concluyó con una sonrisa nerviosa.

-         Pero…- fue lo único que pude decir.

-         Nada…- concluyo besándome.

-         ¿Alice sabía?- pregunté.

-         Jasper también- agregó.

-         Podrías habérmelo dicho y no dejar a tu hermana bajar mi autoestima.- confesé con un puchero- me hizo creer que no tengo nada de gusto.

-         No concuerdo en eso…- dijo levantando las cejas. No me pude aguantar a su maravillosa sonrisa y tuve que besarlo otra vez.

-         ¡Me salpican Jazz!- grito Alice. Nosotros sonreímos aun con los labios juntos.

-         Vamos- dijo Alice agarrando mi mano.

-         ¿A dónde? Solo veníamos por la cama.- le hice ver- lo demás lo pediré por Internet.- se detuvo en seco y me miro con odio, debo admitir me dio un poco de miedo.

-         Mientras yo viva- dijo con un dedo levantado en mi dirección- Jamás volverás a comprar por Internet.- concluyo arrastrándome hacia tecnología. Mire a Edward y le tendí la mano para que pudiese rescatarme.

-         ¡ayuda!- le susurre. Jasper no pudo aguantar las ganar y rió de lo lindo.

-         Nadie podrá salvarte, además te servirá, cuando estés sola será tu única compañía.- dijo mientras indicaba los televisores.

-         ¿Esa es tu idea de mi única compañía?- pregunte fingiendo decepción, pero en realidad me encantaba por lo menos sentiría bulla. – pensé que hablabas de un musculoso caribeño o un retrato tamaño completo de Robert Pattinson- dije con tono jocoso en dirección a Edward que me miraba con fingido enojo.- sabes que te prefiero- le sonreí mientras lo besaba. Cuando lo abrase y puse mi rostro en su hombro me pude percatar que mirando toda la escenita esta un iracundo Jake. Sentí pavor. Las piernas empezaron a temblarme. Dios esta vez Jake lo mataría, pues esta vez él me había besado, pues yo lo había besado. ¡eso! Yo lo había besado por que quería besarlo, por que quería estar con él, si era capaz de venir y pedirme una explicación se la daría antes de que pensara que Edward me estaba obligando a algo.

-         ¿Qué pasa cariño?- preguntó Eddie al notar mi reacción.- ¿ya no quieres comprar más?

-         No es eso- dije aun abrazándolo, no podía separar los ojos de Jake y tampoco quería separarme de él, quería protegerlo.

-         ¿Qué pasa?- pregunto mientras me tomaba por la cintura para poder darse vuelta y observar la dirección de mi mirada.- BLACK- dijo casi aguantando la respiración. En el instante lo solté, necesitaba ver a Jake y notar cuando se aproximara. Un vendedor se le acercó y ofreció sus servicios él asintió y dejo de observarnos.

-         Vámonos- le susurre a Edward.

-         Este lugar es público, tenemos el mismo derecho que él de estar aquí.- concluyó.

-         Eso es verdad bella, aparte estamos viendo tu televisor- dijo apuntando un maravilloso plasma.

-         Entonces me llevo ese- dije haciéndole seña a una vendedora. La cual comenzó a acercarse- quiero largarme de aquí- dije muy sería. Todo el rato rehuí a las caricias de Ed, cuando me tomaba la mano yo se la soltaba sutilmente para que no se fuese a sentir.

-         ¿Cuándo este Jacob cerca tendré que conformarme solo con mirarte?- preguntó un tanto indignado por mi actuar.

-         Compréndeme, no quiero que salgas lastimado.- acoté.

-         Se defenderme- dijo abriendo sus brazos para poder abrazarme, el me estaba haciendo una invitación, que no podía rechazar, pero no quería tener problema. Me limite a negar con la cabeza. Bajo lentamente los brazos y suspiro. Miro en dirección a otras cosas de la tienda y se mantuvo lo más lejos de mí. Ninguna vez me dedico una furtiva mirada, se había sentido muy rechazado y yo anoche había decido que Jake no me separaría de lo hermoso que tenia con él. Le dejé la billetera a Alice, para que ella pagara la compra y silenciosamente me acerqué por la espalda de Edward. Concluí abrazándolo fuertemente.

-         Perdóname… no quise dañarte- dije. Pero él no me habló.- ayer hice una promesa y hoy la rompí, pero si tu me lo permites puedo comenzar de nuevo.- le confesé, él aun mantenía silencio- ¿no te interesa saber de que se trataba la promesa?- pregunte tentándolo, esta vez iba a esperar hasta que se dignara a responder o me corriera de su lado.

-         ¿de que se trataba?- dijo con tono desinteresado.

-         ¿te interesa saber?- juguetee- es que no pareces realmente curioso.- suspiro y entre mis brazos aun se volteo para mirarme.

-         Todo lo que se trate de ti me interesa.- confesó.

-         Estaba bien- sonreí, había logrado mi cometido.- ayer cuando salí de casa de Jake por lo que te había tratado de insinuar por teléfono- le dije su mandíbula se tensó y miro a otro lado. Yo tome su rostro y lo acerqué al mío.- me prometí que no dejaría que por su culpa se arruinara lo precioso que tenemos.- después de eso deposite un apasionado beso en sus labios. Él lo respondió con el mismo deseo del que nos dimos en la madrugada en su sillón. Bajo su mano hasta mi cintura y me acerco más a él. Acto siguiente un carraspeo.

-         Así que de eso se trata…- dijo Jake con tono de burla.

-         ¿Qué quieres?…- pregunto Edward separando su rostro, pero manteniendo sus brazos en torno a mí.

-         Te meterás con todos los hombres en Forks- ignoró por completo a Edward y se limitó a mirarme con un rostro burlesco.

-         ¿Quién te crees que eres para faltarle el respeto de esa forma?- preguntó un indignado Edward que se acercó a Jake.

-         Su amigo- concluyo.

-         Ja… por favor- agregó Edward entre risas, pero después se puso muy serio y toco con un dedo el pecho de Jake- ¡ALEJATE DE MI MUJER!- no me gusto su tono posesivo.

-         Ja… ¿tu mujer?- preguntó entre risas. Estaba segura que con algo iba a salir.

-         Si… Black, bella es mi mujer por que esta conmigo, es mi novia.- Jake me lanzó una mirada envenenada.

-         Hace unos días era la mujer de otro, después casi le pertenece a otro, me perteneció a mí y ahora ¿a ti?- pregunto riendo- vas bien bella 4 en unos días.

-         Eres un idiota- agregué.- nunca te pertenecí y nunca te perteneceré así que no te pases películas Jake.

-         Yo te quiero Bella, no te voy a dejar tan fácilmente.- agregó acercándoseme y depositando un besito en mi mejilla. Después de eso se alejo de nosotros.

-         ¿Por qué dejaste que te besara?- pregunto un tanto enojado.

-         No pude evitarlo, aparte ha sido mi amigo por años ¿Qué querías que hiciera?- pregunté como si no supiese la respuesta que el daría.

-         ¿Alejarte? Bella, te insultó y dejaste que te besara… eso es… es…- no continuo.

-         ¿estúpido? Bueno soy una estúpida entonces, pero él a sido mi mejor amigo y se también que no siente de corazón todo lo que dice, es solo que esta celoso.- acoté dándome la vuelta y volviendo al lugar donde estaba Alice.

-         Toma- dijo entregándome la billetera.

-         ¿Qué esperamos?- pregunte, quería ir a mi casa, acomodar la cama y poder dormir.

-         Que nos entreguen el televisor y la factura bella.- agrego mientras que Jasper se iba a conversar con Edward.

Cuando nos entregaron el televisor le entregaron la tarjeta de crédito a Alice, abrí mi billetera y aun mantenía la misma cantidad de dinero.

-         Pero Alice…- la critiqué.

-         Es un obsequio de Jazz y mío.- dijo sonriéndome. Me limité a abrasarla y después besar en la mejilla a Jazz.- gracias por el obsequio.

-         Menos mal que te gusto, creíamos que gritarías hasta que te pediríamos que nos devolvieras el dinero- acotó.

-         ¿puedo devolverles el dinero?- pregunte en broma.

-         No le des ideas Jazz y vámonos- dijo.

Nos fuimos al estacionamiento con el televisor y la ropa para la cama que me regalo Edward. Le pedí a Alice que se sentara atrás conmigo para que conversáramos sobre los detalles del departamento. En realidad poca atención le ponía había sido una escusa para no tener que irme sentada con Edward, estaba cansada de pedir disculpas por este día.

Cuando llegamos se encontraba una camioneta con el nombre de la tienda donde había comprado la cama. Cuando nos bajamos nos acercamos para saber si me esperaban a mí o era a otra persona. Pero era a mí. Les costo mucho subirla. Pero al final lo consiguieron, al despedirse Edward se les acercó, al parecer les dio una gran propina ya que los hombres sonrieron y agradecieron mucho.

Me ayudaron a armarla y hacerla. Las sabanas eran hermosas, era de seda y de un color azul, toda la demás ropa le hacía juego, quise lanzarme sobre él y agradecerle, pero estaba muy serio. Así que lo dejaría para otro momento. Nos sentamos en la cama y Jazz uso uno de los veladores para poner el plasma encima, y comenzó a programarlo para dejármelo listo. Llegar y usar. Al rato sonó el timbre.

-         tus primeras visitas oficiales- grito Alice- ve a abrir- Baje porque el departamento tenia una división que hacía que el dormitorio estuviese en altura, era sin paredes, desde la sala tu podías verlo. Era bello tenía estilo. Tenía 2 baños uno era en el dormitorio principal, el que recién describí y otro estaba en el otro cuarto que tenía el departamento. Ese sí tenía paredes y todo eso. Había sala de lavado, cocina junto al comedor y una sala muy espaciosa. El timbre volvió a sonar y me saco de mis pensamientos.

-         Si no abres terminaran yéndose.- grito Alice que estaba al lado de Jazz aun programando el plasma. Al abrir me encontré con 4 personas muy sonrientes. Emmett traía una de mis maletas, Rosalie traía unas bolsas, Carlisle traía mi otra maleta mientras que con su mano libre rodeaba la cintura de Esme quien traía un pastel de moras. Mi favorito.

-         Ammm- me quede sin palabras, se veían tan lindos ahí parados.

-         ¿podemos entrar a tu casa?- pregunto Emmett con una gran sonrisa en el rostro.

-         Obvio. pasen- dije abriendo la puerta. A medida que iban entrando me saludaban con un amable besito. Hasta Rose me saludo con una gran sonrisa.

-         ¿Dónde le dejo las maletas a la señorita?- pregunto Emmett. Bajo Edward aun serio.

-         Familia- saludo- llevémoslas al cuarto de bella.- dijo mirando a su hermano.

-         Te trajimos unas cosas.- agregó Rose- así tendrás desayuno mañana.- ella me sonreía ¿me sonreía? Dios ¿ahora me apreciaba un poco más? Al parecer vio la duda en mi rostro.- solo deseo llevarme mejor contigo haces muy feliz a Ed.- concluyó besándome la mejilla y yéndose al segundo piso.- permiso.- agrego.

-         ¡estas en tu casa!- le grite. Me encantaba la idea de poder ser su amiga.

-         Traje un pastel para celebrar tu nuevo hogar.- concluyo.

-         Gracias Esme- fingí una sonrisa que no logró engañarlos.

-         ¿Cómo estas cariño?- pregunto Carlisle mientras me abrazaba. Me guiaron a la cocina, que quedaba justo bajo el segundo dormitorio. Así que los chicos no nos podrían ver. Aunque si hablábamos muy fuerte podrían escucharnos. Suspire.

-         Acostumbrándome a esto- dije indicando el departamento.

-         Extrañas tu hogar- aseguro Esme.

-         Extraño a Charlie- confesé con lágrimas en los ojos. Esme acariciaba mi mano mientras que Carlisle mi espalda.

-         Sabes que él te ama y que te recibiría feliz en casa otra vez, bella.- confesó el hombre.

-         Lo sé, pero no puedo olvidar- no pude impedir el tono de angustia en mi voz.

-         Se que es difícil cariño, pero cuando hay amor entre dos seres como entre un padre y una hija, todo se puede perdonar.- apeló Esme.

-         Yo lo perdonaría, pero no puedo olvidar. No puedo sacarme la imagen de Renée agonizando y él contándole sobre su aventura.- sin previo aviso aparecieron algunas lagrimas en mis mejillas.

-         Esas lágrimas no son solo por eso ¿verdad?- preguntó Esme

-         Estoy cansada Esme- dije suspirando entrecortadamente- tengo dolor acumulado, hace tan solo 6 meses perdí a mamá, hace unos días perdí a un gran amigo, Alec, fue mi novio por 5 años, anoche perdí a mi mejor amiga, Celeste y a mi papá, siento que estoy perdiendo a mi mejor amigo, Jacob y ahora siento que pierdo a Edward por culpa de mi mejor amigo y por mis constantes errores e inseguridades- suspire- son muchas perdidas este último tiempo- confesé. Esme me observó con dulzura.

-         A Edward no lo perderás corazón, él te quiere mucho, se notó que están un poquito distanciado, pero ya veras que se le pasa.- acotó.

-         Tranquilidad y paciencia, vivir sola es una gran responsabilidad, pero quiero que sepas que puedes contar con nosotros bella, en lo que sea ¿ok?- dijo Carlisle, me gusto mucho que me hablara tan paternalmente, ese era el cariño que más necesitaba en estos momentos.

-         ¡Listo!- acotó Jazz que venía bajando las escaleras, tras él 4 personas más.- quedo instalado el cable también.

-         ¡oh! Muchas gracias- dije secándome las mejillas rápidamente y regalándoles una sonrisa. A Edward no pude engañarlo, se percató del hecho, pero ni siquiera se me acercó.- siento no tener asiento para ofrecerles. Otro día los invitare a una cena de inauguración.- concluí animadamente, era lo menos que podía hacer para agradecerles lo buenos que eran conmigo.

-         No te preocupes por los asientos, ya es tarde y tenemos que irnos.- agregó Carlisle.- adiós cariño- dijo depositando una besito en mi mejilla, todos se despidieron menos Edward, así que concluí se quedaría un rato más.

-         Voy a dejarlos abajo…- agregué. Me agradaba tanto Emmett, era como un niño pequeño en cuerpo de hombre, no dejaba de molestar a rose, me prometió traer su consola de video juegos para que tuviésemos un campeonato. Me despeino y se mofo de mis revolucionadas hormonas. Hasta que llego la hora de que realmente se fuesen.

-         Adiós. Gracias por venir- confesé.

-         De nada cariño.- grito Esme. Todos se alejaron menos Eddie.

-         ¿Subirás?- le pregunté abriendo mis brazos para que me abrasara. Pero no lo hizo.

-         En realidad no…- dijo aun serio- tengo que irme mañana tengo clases muy temprano.- agregó.

-         Ah… entonces nos vemos por la tarde, si quieres puedes venir para que cocinemos algo, ya tendré mesa.- concluí riendo.

-         Doy clases con papá…- volvió a decir. Estaba serio y muy rígido.

-         Ok… entonces cuando puedas o quieras verme me llamas y nos ponemos de acuerdo- dije un poco más seria.

-         Te llamo entonces- concluyó y dio la vuelta para irse.

Me quede parada ahí como una estatua, pensé que estaba jugando y que volvería, pero cuando lo vi subirse al auto de su papá, me di cuenta que de verdad estaba indignado. Esme me observo con tristeza.

Me quede mirando como los 2 autos de alejaban del edificio donde me quedaba sola. Me di vuelta y camine para llegar a los ascensores, me subí y presione el numero 7. No pude evitar que las lágrimas fluyeran, sentía un vacío dentro de mí. ¿Cómo fue que mi vida había cambiado tanto?

Entré al departamento numero 28, el mío, y sentí la soledad envolver el lugar. Estaba tan vacío, tan oscuro y tan feo.

¿Por qué tenía que estar aquí sola si hace un poco más de 24 horas tenía un hogar?

-         te necesito tanto mamá- susurre tapándome la cara.

Como pude llegue a la cama y tomé mi celular para ver la hora, eran las 11 de la noche. Necesitaba tanto hablar con cualquier persona, pero no podía llamar a nadie, no tenía a nadie con quien hablar. Así que me limite solo a escribir un mensaje, a parte como terminaron las cosas no querría hablarme.

“tu ausencia se siente por todos lados. B.” después, lo envié, al instante apague el teléfono no quería que me llamara impulsado por la culpabilidad.

Me quedé dormida con él teléfono en la mano, cayendo en cuenta de mí enorme soledad.

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espero les guste como va

aun no me siento bien del todo haci que les dejo algunos para que se entretengan hasta nuevo aviso, pero no se preocupen no pasa de dos días.... las quiero mil kilos....

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