Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212092
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 17: No tengo donde ir esta noche........

chica espero les guste...poco a poco ira tomando un rumbo no muy determinado me gusta ser un tanto impredecible en los acontecimientos

Klau y Montse muchas gracias por leer mi fic las quiero mucho.... lindas

__________________________________________________________________

Bella POV

 

Vagué gran parte de la noche por todos lados. Fui a buscar algún hospedaje o un hotel de paso, pero los hospedajes estaban llenos y los hoteles de paso eran demasiado ordinarios. Aun estaba llorando y creo estaba entrando en un cuadro de histeria, quería llega a casa de Edward pero el lugar era muy oscuro y desconocido para mí. Me demore como una hora tratando de encontrar el camino indicado y cuando lo encontré y estuve frente a su casa, no pude bajar del auto. Estaban todas luces apagadas así que decidí irme. Cuando me iba alejando se encendió la luz en la entrada y vi asomarse a Carlisle que me hizo seña con la mano, pero decidí ignorarlo y me fui. A los minutos comenzó a sonar mi teléfono celular, el visor marcaba “casa”, así que debía de ser Charlie, a lo mejor Carlisle lo había llamado. Por supuesto que no iba a contestar. Se aburrió al rato. Después volvió a sonar y el visor marcaba “casa Cullen”. Decidí no contestar. No tenía ganas de que Carlisle me escuchara llorar, aparte no le quería contar el motivo de mi ida de casa. Al rato volvieron a llamar, el visor marcaba “Edward”. Quise contestarle, pero no pude, mis sollozos lo dejarían muy intranquilo y me terminaría convenciendo de ir a su casa. El teléfono dejo de marcar, pero recibí una notificación que me avisaba que había almacenando un mensaje de voz. Lo escuche.

 

Bella, soy Edward, dime donde estas e iremos a buscarte, tu papá nos contó que decidiste irte, sabes muy bien que puedes quedarte aquí el tiempo que desees. Carlisle dijo que te vio alejarte de nuestra casa, pero que no golpeaste ¿Cómo estas? Bella, estoy muy preocupado, no podré dormir el resto de la madrugada pensando donde andas metida… cuando escuches este mensaje llámame te lo pido”.

 

Me dio pena el tono de su voz, pero ellos ya estaban en contacto con Charlie y no quería que me localizara fácilmente. El visor me volvió a notificar de otro mensaje de voz.

 

Bella, cariño por favor perdóname, vuelve a casa, si sigues vagando por ahí te puede pasar algo peligroso, ven, sentémonos los tres y conversemos, Celeste a sido tu amiga desde hace mucho y yo la quiero hija… por favor, llámame”.

Ahora se preocupaba, pero cuando la eligió a ella no le importo nada más.

Decidí ir al único lugar donde me sentiría cómoda.

 

Toc, Toc. Nada.

Toc, Toc. Nada.

Decidí que lo mejor sería irme, a lo mejor Jake estaba ocupado, o en casa de Gina y lo único que haría sería molestar a Billy, quien llamaría a Charlie y después me vendría a buscar. Cuando estaba resignada en que lo que quedaba de esta noche dormiría en mi comodísimo auto vi asomarse a Jake por el balcón de su habitación.

 

-         ¿bella?- escuche un susurro, su voz se volvió un tanto grosera- ¿Qué demonios haces aquí?- Wow que recibimiento.

-         Que… que… ría hab… b...b..lar contigo- dije castañeando los dientes, era una mezcla de frío y nerviosismo.

-         Dame un segundo, bajo en seguida- agrego y desapareció de la ventana. Mientras me acercaba a la puerta él venia bajando las escaleras rápidamente.

-         ¡Hola!- saludo.

-         Hola- agregué. Metiendo las manos en mis bolsillos.

-         ¿Qué haces aquí?- pregunto de forma poco agradable.

-         Si quieres me voy…- agregué un poco molesta.

-         ¿sabes que hora es? ¿Qué haces sola aquí?- fruncía el seño.

-         Yo…- no quería contarle las razones de mi expulsión de casa.

-         ¿estuviste llorando?- pregunto acariciando mi rostro. Su contacto me reconforto, pero me hizo soltar nuevas lágrimas.

-         Si…- agregue, como si no fuese obvio.

-         ¿Qué paso?- pregunto muy preocupado mientras me abrazaba, sentía mi cuerpo entumecido y mis dientes castañeaban.

-         No tengo donde ir esta noche…-  dije mirando hacía el suelo.

-         ¡eres una mentirosa!- dijo mirándome seriamente- si tienes un lugar- indicó con la mano hacía el interior de su casa.

-         Gracias Jake…- dije ahogando los sollozos.

 

Entre a la casa y Jake encendió la luz del salón.

-         siéntate, te traeré un té caliente.- argumentó.

-         Gracias.- me senté mientras lo esperaba. El visor volvió a marcar un mensaje de voz.

 

Bella, soy Edward, por favor llámame, necesito saber donde estas, pues si no quieres decírmelo, solo comunícate para que podamos saber como te encuentras, todos estamos muy preocupados. Esme y Carlisle te mandan a decir que te prometieron ayuda, que por favor se la pidas. Bella en estos momentos mi corazón esta perdido, porque cuando te fuiste en la tarde lo llevaste contigo, te necesito, por favor tan solo llama”.

 

Me afligió su dolor, pero hoy no lo llamaría. El teléfono volvió a sonar, esta vez era un mensaje de texto. Era de Edward.

 

solo respóndeme este mensaje para saber si estas bien, de otra forma tendré que salir a la calle para encontrarte. Edward…”

 

Decidí que lo mejor era contestar: “Estoy bien, no me llames. B”

Al instante llego Jake con una taza humeante, la tomé con ambas manos y la apreté, el calor se sentía exquisito.

 

-         me explicaras ¿Qué haces a las 4 de la madrugada sola montada en tu auto?- preguntó mirando fijamente mis labios.

-         Pues, me fui de casa.- confesé avergonzada por su mirada.

-         ¿Qué?- alzó la vista hasta mis ojos. Comenzó a sonar el teléfono.

-         Si es Charlie, no le digas que estoy aquí, por favor.- le pedí suplicando.

-         Pero ¿Qué sucede?- preguntó intrigado.

-         Solo contesta y dile que no estoy aquí, muéstrate sorprendido, hazlo por mi ¿por favor? O ¿por nuestra amistad?- pregunté. El asintió y se dirigió a contestar.

-         Diga…- preguntó fingiendo estar adormilado.

-         ¿Bella? ¿aquí?, pero si son las 4 de la madrugada Charlie- fingió un bostezo. Esperó un buen rato hasta que el acompañante en la otra línea que era papá dejase de hablar.

-         ¿Qué? Y tú ¿la dejaste irse? ¿sola? ¿a las 4 de la madrugada?- pregunto indignado- ¿sabes lo que le puede suceder sola en la calle?- mi miro y guiñó un ojo. Me encantó que lo hiciese sufrir un poco.

-         Intentare llamarla a su celular, quizás tenga más suerte, en un rato te llamo.- y finalizó la llamada.

-         ¿Qué te dijo?- pregunté.

-         Pregunto si acaso estabas aquí conmigo, yo le dije que nop.- me sonrió gentilmente- me informo que saliste hace mucho de tú casa, así que deduzco no haz comido nada. Ven…- dijo tendiéndome la mano.

-         No te molestes por mí, por favor.- dije negándome a su enganche.

-         Bella…- agregó- yo te hice un favor, ahora te toca a ti, pedí comida italiana y quedo el plato de Billy, el viejo ese no llego a dormir.- me hizo sonreír el tono en su voz- además podrás contarme porque te fuiste de casa y mantienes a todo el mundo desesperado.

-         ¿todo el mundo?- pregunté. Solo lo llamó Charlie.

-         Se escuchaban los gritos histéricos de tu amiga…- concluyo, mientras me arrastraba hasta la cocina. Tomo el plato servido del frigorífico. Lo metió al microondas y le puso 8 minutos.

-         Entonces…- inquirió.

-         Me fui de casa, por que peleamos- le estaba diciendo la verdad a medias.

-         Ok- dijo alargando la palabra- Y ¿Por qué pelearon?- volvió a preguntar.

-         Por… - dudé.

-         Puedes contármelo, sabes muy bien que puedo guardar un secreto, somos amigos ¿o no?- preguntó mientras puso una mano sobre las mías.

-         Si lo somos- dije- pero debes jurarme que no le dirás a nadie esto, este será nuestro secreto Jake, ¡júramelo! es la única forma para que te lo diga.

-         ¡te lo juro!- dijo levantando su mano libre- será nuestro secreto.

-         Pille a Charlie y Celeste teniendo sexo- me seguía dando pena. Así que baje la vista.

-         Y ¿por eso te fuiste de casa?- pregunto dulcemente mientras levantaba mi mentón.

-         En parte…- confesé- le pedí que la echase, pero él se negó. Yo la necesitaba fuera de mi vista lo antes posible así que los amenace de que llamaría a Alec y le contaría que su hermana estaba acostándose con mi papá. Pero el también me amenazó de que si yo decía algo me tendría que ir y me fui- narré.

-         ¿lo llamaste?- Preguntó sorprendido.

-         ¿Cómo se te ocurre? No soy tan perra.- acoté.

-         Pero… - estaba confundido.

-         Le hice ver que tenía que decidir a su aventura o a su hija. Él no fue capaz de responder Jake- dije llorando- me bofeteó. Y me dejo irme en medió de la noche. ¿y ahora esta preocupado? Pues que se valla al demonio- escupí las palabras con ira contenida.

-         Y ¿Celeste?- preguntó.

-         Pues que se pudra, se pueden ir al infierno juntos el par de porquerías- dije mientras me aferraba a la mesa, dejé caer mi cabeza en ella y lloré, Jake se puso en pie al instante y me levanto de la silla para sentarse él, después me depositó en sus piernas.

-         El llanto es el mejor remedio para las penas cariño. Llora te ara sentir mejor.- argumento contra mi cuello. La sensación provoco escalofríos desde mi cuello hasta el terminó de la espalda. Jake pudo darse cuenta de mi reacción y aproximo aun más su rostro al mío. Pero cuando iba a besarme sonó el celular. Fue mi salvación, por que no quería engañar a Edward, aunque no había nada formal entre nosotros, no podía hacer caso omiso a mis sentimientos por él.

-         ¿Quién llama tan tarde?- preguntó aun cerca de mí, pude sentir su respiración entrar por mi boca y me fue insoportable no compararlo con el de Edward. Lo siento, pero ni se le acercó.

-         No lo sé, tengo que ver.- dije. Tenía que ser mi padre, era lo obvio. pero el visor indicaba Edward. Quise ignorarlo.

-         ¿Quién es?- preguntó, si le había contado todo lo anterior no le mentiría en esto.

-         Edward Cullen- solté. Pude ver como se tensó su mandíbula y miro el teléfono que un sonaba. En un segundo lo arrebato de mis manos y contestó. Me quede helada y no pude quitárselo.

-         ¿Qué quieres?- pregunto claramente enojado.

-         esta conmigo y esta muy, muy bien, ni te lo imaginas- argumento, pero ¿Quién se  creía para hacer ese tipo de insinuaciones?

-         Jacob Black, “su amigo”- dijo remarcando la palabra con un tono sardónico.

-         Esta dormida, ¡agotada!- abrí mis ojos como platos y luego bajo el teléfono de su oído.

-         ¡que grosero! ¡cortó!- dijo mientras depositaba el teléfono en la mesa. Lo tome en el instante, era verdad había cortado. Mire a Jake con furia, pero ¿Cómo se le ocurría hacer eso? Me puse en pie y me fui corriendo hacía la puerta de salida, necesitaba alejarme de Jake antes de discutir con él. Pero me sostuvo el brazo y me obligó a voltearme.

-         ¿A dónde vas?- preguntó sorprendido por mi actitud.

-         ¡Que te importa!- le grite.

-         ¡Santo dios Bella! ¿pasaras la noche en el auto?- pregunto.

-         Para nada- dije riendo- la pasaré con Edward Cullen…- acoté. Sabía que se indignaría pero se merecía esa respuesta por idiota.

-         ¡no te vallas! Te lo suplico…- dijo con los dientes apretados.

-         Me voy…- argumenté.

-         ¡Por favor!- agregó- lo siento, de verdad, es que te quiero bella, eres especial para mí y no tolero la proximidad de ese tipo.- concluyó.

 

Sus palabras eran sinceras, lo sabía, pero ya no era lo mismo, a mi vida había entrado Edward y era maravilloso. No podía permitir que él arruine lo que tenemos.

Como me gustaría que todo fuese tan diferente y poder quererlo como él se lo merece. Por que afines de cuenta no el malo sino un muchacho celoso.

 

-         ¡Jake!- sentí gritar.- ¿Dónde estas?- vi bajar por las escaleras a Gina, vestía con una camisa de Jake. Se indigno al verme- ¿Qué demonios hace ella aquí? Me prometiste que no la verías más, me dijiste que ya no eran amigos- gritó.

Así que eso pensaba Jake… suspire, sonreí hacía él y comencé a alejar de su casa. ¿Cómo pudo intentar besarme mientras su novia estaba arriba acostada en su recamara? ¿Cómo pudo intentar eso, después de haberla seguramente poseído?

 

-         ¡Bella soy hombre! Dios perdón- gritó, pero no lo mire solo subí a mi auto y me largué de ese lugar.

 

Decidí estacionarme en un sitió que me permitiese hacer una llamada. Busque el contacto y lo marqué.

Espere pero no contestó. Debía volver a intentarlo y así lo hice, pero nada.

Necesitaba hacer algo efectivo para que contestara. Comencé a escribir un mensaje.

 

Edward estoy sola y necesito tu ayuda, me perdí mientras iba a tu casa, no se donde estoy, tengo miedo”- todo fue una exageración porque aun no estaba de camino a su casa y tampoco estaba asustada, la parte de que lo necesitaba esa si era verdad. Pulse la tecla enviar. No pasaron ni 30 segundos cuando mi visor marcaba una llamada entrante “Edward”.

 

-         quédate tranquila, papá va a salir a buscarte- dijo rápidamente. HO-HO.

-         Edward dile que no salga, no es necesario.- acoté tímidamente.

-         ¡me mentiste!- eso era una afirmación.

-         Necesitaba que me contestaras- agregué.

-         Dame un segundo- dijo dirigiéndose a mí. – papá- grito, ahora se dirigía a Carlisle- falsa alarma. Bella está bien, encontró el camino.

-         Ok- se escucho el murmullo de su padre.

-         Tendrás que venir, ¿Dónde estas?- pregunto un poco hostil.

-         Estoy en la Push, pero no en casa de Jake, me salí de ahí cuando te inventó esas cosas- dije.

-         No tienes que darme explicaciones, no somos nada, ¿lo recuerdas?- preguntó un poco tenso.

-         No voy a discutirte nada aún, lo haré después, te llamaba para preguntar ¿si podía ir a tu casa? No quiero dormir en mi coche.- agregue.

-         Que absurda eres, no tienes que preguntarlo. Solo ven con cuidado, necesito verte entera ¿Ok?- preguntó.

-         Hare todo lo que pueda, un último favor, que mi papá no valla o sino tendré que salir corriendo de ahí también.- concluí

-         Entendido. Te esperamos. Maneja con cuidado, cualquier cosa llámame por favor ¿Ok?- pregunto.

-         Ok- concordé- te veo luego.

 

Me fui hacía su casa, la verdad tuve que esforzarme bastante, pero no me fue tan complicado como antes. Puede ser también por que el reloj del auto marcaba las 5 de me madrugada y estaba amaneciendo.

Cuando llegué me percaté que casi todas las luces de la casa estaban encendidas.

Apenas estaciones Edward salió en pie de la casa, vestían un pijama de seda negro, le asentaba muy bien, hacía que el color de su piel, mezclado con la luz del amanecer fuese blanco papel.

Me estacioné y salí del auto la mi mochica al hombro, en la mano sostenía mi neceser con los útiles de aseo.

 

-         Hola- susurre bajando la cabeza.

-         Hola- dijo mientras me extendía la mano. La tomé- estas congelada. Vamos entra.

-         Gracias- dije mientras lo abrazaba, necesitaba su contacto, no me rodeo con los brazos en un comienzo, pero después cedió y me beso la frente.

-         Ni te imaginas lo angustiado que estaba. Estaba histérico pensando que te podría suceder algo.- susurró contra mi cabeza.

-         Lo siento- dije levantando el rostro y besando sus labios. El contacto fue mi mejor calmante, no me importaba nada mientras estuviera rodeada por sus brazos. No me dolía ni siquiera el engaño hacía mi madre o el hecho de que la mortificaran en su último minuto de vida. Lo único que me importaba era sentir el dulce y calido roce de sus labios con los míos.- te necesitaba. ¿Cómo no pude darme cuenta antes?- me pregunte a mi misma.

-         Si lo hiciste pero eres tan cabezotas que te fuiste- dijo contra mis labios- entremos o sino terminaremos congelados.- impuso, me llevo hasta la sala donde estaban todos levantados, incluso Rosalie. Al instante se incorporaron.

-         Cariño- dijo Esme acercándoseme- estábamos tan mortificados ignorando tu paradero.- me abrazo y besó- estas congelada, iré por una taza de té calentito.- concluyo mientras intentaba alejarse de mí, pero se lo impedí.

-         ¡te necesito! Solo abrázame Esme, déjame imaginar por un segundo que ella esta aquí conmigo.- porque aunque me había impedido pensarlo, ellas tenía gran parecido físico.

-         ¡te quiero cariño! Y no importan los sucesos, merecen ser felices.- esas palabras me calaron, quizás Charlie era feliz con Celeste y dios, él se lo merecía, pero no podía aceptarlo, aun no podía. Mantuve por un rato más el abrazo, después nos sentamos en un sillón sumamente espacioso y muy cómodo. Esta vez me recargue sobre el cuerpo de Edward.

-         Toma- dijo Alice con una taza humeante en las manos. Se lo recibí, el contacto con el objeto fue fascinante.

-         ¿les arruine la velada?- pregunté expectante mirando el rostro de ambos, Jasper y Alice.

-         No… no seas bobita- respondí firmemente, pero en el rostro de Jasper se veía la decepción.

-         Lo siento- acoté mirándolo.

-         No te preocupes- dijo con una gran sonrisa- podemos continuarla otro día

 

Lo que más me fascino, fue que no me preguntaron nada, sobre los motivos de mi ida de casa. Al rato todos se incorporaron y volvieron a sus recamaras, menos Carlisle que tuvo que comenzar a alistarse para ir al hospital.

 

-         lo siento Carlisle- confesé.

-         No te disculpes cariño, cuando un familiar esta mal debemos apoyarlo.- agregó, ¿el me sentía parte de su familia? Pero si recién estábamos teniendo algo con Edward.

-         No la presiones papá…- agregó Edward alargando la frase.

-         ¡Ok!- confesó con una sonrisa en el rostro- Esme te preparo un cuarto- dijo poniendo los ojos en blanco como tratando acotar algo.

-         ¡papá!- lo regaño Edward.

-         ¡¿Qué?! Pero si no he dicho nada…- agregó riendo.

-         Pero tu cara lo dejo ver…- dijo con los ojitos entre cerrados.

-         Bueno me voy- agregó y comenzó a subir las escaleras y de repente soltó- ¿Cómo si necesitase un cuarto que esta al lado del de Edward?- se preguntó con una gran sonrisa en el rostro.

-         Jajajajaj…. No había entendido- confesé entre risas- ¡¡ESPERO NO TE MOLESTE!!- le grité a Carlisle, Edward me miro anonadado por mi relajada reacción.

-         ¡PARA NADA!- confesó el hombre que ya había desaparecido de nuestra vista. Edward me miro aun más sorprendido.

-         ¿Qué?- no pude evitar preguntar.

-         No tienes para que seguirle el juego- agregó muy serio.

-         Quería saber si le molestaba que durmiese en tu recamara, y al parecer NOP- le confesé con una gran sonrisa.

-         ¿Quieres dormir conmigo?- pregunto sonrojándose. Era tan tierno que se avergonzara con mis palabras. Eso me hacía dar cuenta que le gustaba de verdad.

-         ¿te moleste?- pregunte fingiendo sorpresa.

-         Para nada- confesó- pero pensé que te sentirías incomoda en mi recamara.

-         ¡No pienses por mí, porque nunca acertaras!- confesé levantando una ceja en aires de misterio. Se puso muy nervioso, tragó en seco y me observo un poco ruborizado.

-         Ok… - fue su magistral respuesta, intento decir algo más pero lo silencie con un beso. Esta vez fui quien acarició su labio inferior con la lengua, necesitaba entrelazarla con la de él. Cuando se realizo el contacto mi cuerpo se estremeció, entrelace mis manos en su desordenado cabello y lo acerque más a mí, pude ver en su rostro el deseo que inundaba en él. Me recosté en el sofá y lo guié para que se posicionara sobre mí. Él sutilmente lo hizo sin cargar ni un solo gramo de su cuerpo en el mío, solo permitiéndome sentirlo cerca. Luego aferro sus manos a mi espalda y comenzó a besar mi cuello, la sensación era excitante, por donde sus labios tocaban dejaban una corriente eléctrica, sentía mi cuerpo arder. Libere una de mis piernas y la posicione en su cintura, permitiéndome atraerlo más a mí. De esa forma nuestras intimidades entraron en contacto, lo que me hizo emitir un pequeño gemido entre sus labios. Al parecer eso excito más a Edward que me miro con ojos de deseo. Pude sentir su erecto miembro en mi intimidad, por sobre la ropa. Hasta que…

 

-         Vallan a un cuarto ¡Dios!- se burlo Emmett que venía de la mano con Rose. Ya estaban vestidos y se dirigían a la cocina. Ambos rieron estruendosamente.

-         ¡Ok!- acoté y tome de la mano a Edward. – ¡tápense los oídos!- les dije antes de que empezáramos a subir la escalera.

-         Jaja… ¡ok!- gritó Emmett.

-         Guíame- le dije a Edward. Que estaba totalmente intimidado con mis palabras.- ¿Qué sucede?- pregunte acercándome y besándolo.

-         Creo que lo mejor es que duermas en el cuarto que te preparo Esme- confesó sobre mis labios, me separe.

-         ¿Qué?- pregunte sorprendida, ¡valla! Con la insinuación que le hice a Emmett, debe de pensar que quiero tener relaciones con él.

-         Creo que es más prudente…- acotó rehusando mi mirada.

-         Eres aun más hermoso de lo que pensaba…- confesé sonriendo. Él se sorprendió por mis palabras y me observo nuevamente pero con unos ojos de interrogativa.- pensaste que por lo que le dije a Emmett quería tener relaciones contigo… y aun así me propusiste que durmiéramos separados, ¿sabes lo que habrían hecho otros?- le informe.

-         No…- confesó, antes de contestarle le hice un gesto con la cabeza para que supiera que siguiéramos subiendo.

-         Bueno, tanto Alec cono Jake, me hubiesen llevado corriendo hacia sus cuartos.- sentí su rigidez, pues emitió más presión en nuestras manos entrelazadas.

-         ¡Wow!... digamos que soy diferente.- confesó con la mandíbula apretada.

-         Y es lo que más me encanta de ti.- dije observándolo al rostro. Habíamos subido al tercer piso, la última habitación a mano izquierda era la de él.- si aun crees que es mejor que duerma en otro cuarto lo haré- dije parándome en el que estaba al lado del de Edward.

-         ¿lo crees tú?- preguntó mi opinión, era mucho mas lindo de lo que había sido hace un rato. ¡DIOS MIO, CREO QUE ME ESTOY ENAMORANDO DE ÉL!

-         Lo único que creo es que no estoy preparada para “eso”- dije recalcando la palabra “eso”. Me sonrió y guió hasta su habitación.

-         Adelante señorita- su cuarto era muy grande tenía una estantería llena de libros y discos, los cuales estaban muy bien ordenados. Tenía una cama de 2 plazas en el centro de la habitación. Pude notar que tenía baño propio. Lo que más llamo mi atención fue el enorme ventanal que remplazaba a todo un muro. La vista era paradisíaca, me quede observando mucho rato, como el sol empezaba a aclararlo todo. – Bonito ¿no?- preguntó.

-         ¿bonito?- pregunte surcando mi frente con arrugas- ¡ESO ES UN INSULTO! Es maravilloso, precioso, paradisíaco… y… pues… no se me ocurre un adjetivo que lo identifique en ciencia exacta.- él me sonrió.

-         Ahí esta el baño, puedes cambiarte.- acotó.

-         Gracias.- entré para poder cambiarme y ponerme el pijama, lo hice muy rápido, el estar sola me hacía recordar. Pude sentir mis ojos inundados en lágrimas otra vez. Los limpie y Salí muy rápido. Edward me esperaba sentado en le cama, cuando me vio salir estiro su brazo para que lo tomara. Cuando lo hizo me llevo hasta la cama y me acomodo las mantas para que entrara, después él lo hizo. Me acomodo en su pecho y ahí permanecimos, mirando el amanecer.

-         ¿Qué piensas?- preguntó.

-         En todo…- dije en medio de un suspiro.

-         Y ¿Qué es todo?- preguntó.

-         En Charlie, Celeste, mamá, Jake, Alec, tú, yo y todo lo que tendré que hacer en un rato más.- le confesé.

-         Debes de ir pensando poco a poco bella, si lo intentas de abarcar todo, pronto algo se escapara de tus manos. Poco a poco cariño.- me encantó que me llamase cariño.

-         Es que es difícil dejar de pensar en todo.- agregué.

-         Pero no imposible. Mira lo que paso debe de tener su explicación, solo que no les diste tiempo bella…- acotó me quede rígida. Y me levanté un poco para poder mirarlo.

-         ¿Qué?- pregunte descompuesta.

-         Lo sé, bella. Me lo dijo papá denante. Charlie se lo contó.- lleve una de mis manos a mi boca. ¿Así que eso era lo que venia ahora? ¿haría que todo Forks se enterara de su aventura con Celeste? Quise llorar pero me las aguante.

-         ¿todos lo saben?- pregunte.

-         No, solo Esme, Carlisle y yo- agregó. Asentí.

-         No lo puedo creer, ni siquiera de avergonzó de contarlo…- agregué.

-         No entiendo porque debería avergonzarse bella, el amor no provoca vergüenza.- no podía dar fe a lo que estaba escuchando.

-         Nooooo…- dije negando- nooooo…- negaba mientras caían lagrimas por mis mejillas.

-         Lo siento cariño, es mi opinión y deberías valorarla.- agregó dulcemente.

-         No puedo… valorarla… mientras… estés… con… ese tipo- dije entrecortadamente, los sollozos no me permitían una buena dicción.

-         Ese tipo es Charlie, tu papá… en toda esta noche, nunca has pensado ¿Qué el realmente es feliz con ella?- preguntó, me indignó que se pusiera de su lado.

-         No… solo he pensado que desde hace tres años lo hacían, mientras yo sufría cuidando a mamá. Mientras ella agonizaba. Solo e podido pensar que él le besaba los labios y le decía que la amaba mientras se encamaba con esa perra.- la brusquedad en mis palabras lo anonado- Que por las tardes iba a mi casa y me ayudaba con sus cuidados. Que se sentaba a su lado, que la tocaba sin ningún remordimiento. Y pienso en que ese infeliz la mortifico los últimos segundos de su existencia confesándoselo… ¡EN ESO PIENSO!- grite- ¡PIENSO EN EL DOLOR QUE LE PRODUJO! No me pidas que piense en lo que pueden sentir entre ellos, eso no me interesa.- termine tapando mi rostro y llorando desconsoladamente.

-         No lo sabía cariño- confesó mientras me abrazaba- pensé que solo era una rabieta sin mayor sentido. No sabía cuanto dolor te provocaba esto- su tono estaba compungido.

-         No puedo perdonarlo, no sabiendo que se lo dijo, en que me pidió un minuto de privacidad con ella antes de que muriera.- confesé- necesitaba estar con ella, necesitaba que supiera que estaba tomando su mano mientras se dormía, y él me arrebato la posibilidad de que ella me escuchara decirle cuanto la amaba, en vez de que le confesara que la engañaba con la mejor amiga de su hija, que tenía casi la mitad de su edad. ¡dios!- sollocé.

-         No te sigas mortificando- susurro en mi oído.- no te sigas mortificando- dijo mientras me abrazaba y comenzó a tararear una especie de nana. La cual poco a poco me fue tranquilizando. Hasta que me sumergí en un profundo sueño. Donde estábamos mamá, papá y yo en las últimas vacaciones que tuvimos antes de que ella enfermase. Se veían tan felices, corrían por toda la playa. Papá la besaba con intensidad. De repente vi a Celeste sentada junto a mí, mirando a mis padres. Eso me produjo ira. Esto no era un sueño, sino que era un recuerdo. Solo que es ese momento no pude notarlo.

 

Sentí unos brazos a mí alrededor y me reconforto pensar que Edward aun estaba a mi lado. Poco a poco comencé a abrir los ojos y lo vi. Estaba sonriéndome, se veía hermoso, con su cabello cobrizo desordenado. Baje la vista y note que estaba vestido, sobre la cama.

 

-         ¿Por qué estas levantado?- pregunte con pereza.

-         Porque la hora que es lo amerita…- confeso sonriéndome.

-         ¿Qué hora es?- pregunte.

-         Las 3 de la tarde- confeso. Me lleve la mano a la boca y ahogue un grito. Se me había ido toda la mañana para poder encontrar algo que arrendar, no quería abusar de los Cullen.

-         ¿Por qué no me despertaste?- pregunte tratando de incorporarme.

-         Porque dormías placidamente.- agregó. Cuando me senté en la cama vi mis maletas y un nuevo closet ubicado al lado del que hasta anoche estaba ahí. ¿Ese ropero era para mí?

-         ¿Por qué subiste mis maletas?- pregunté.

-         Para que acomodes tu ropa, también trajimos con Emmett el ropero de la habitación que Esme te había preparado para que lo ocuparas aquí.- dijo con una hermosa sonrisa en el rostro. Me daba pena tener que rechazar su propuesta, pero no iba a ser un estorbo- ni siquiera se como no te despertaste, Emmett hablaba muy fuerte.

-         No lo sentí, al parecer estaba muy cansada- le confesé. Estaba nerviosa pero debía decírselo- ammm… no debiste hacerlo Edward… te pedí quedarme por una noche, no de forma permanente. Eso era lo que ayer estaba pensando también. Necesito buscar un departamento- acoté mirándolo seriamente.

-         ¿Qué?- pregunto sonriendo, pero yo no me reí. Así que se percato de que estaba hablando enserio.- bella… no necesitas irte, puedes quedarte hasta que se solucionen las cosas con Charlie.- agregó.

-         Ese es el problema, no voy a solucionar nada con él. Esta es mi independencia definitiva. Me voy a ir a vivir sola. Es como no sé… mi nueva vida.

-         Pero bella… aun tienes que terminar tu carrera, vas en el 2do año recién… no puedes vivir sola. ¿Cómo pagaras tus cuentas?- pregunto preocupado.

-         Tengo dinero para vivir por unos meses, si no me alcanzara tendría que trabajar hasta que se lea el testamento de mamá. Después de eso podré dedicarme netamente a los estudios.- su mirada era negativa- es una buena herencia, ella la heredo de sus padres.

-         No estoy preocupado por eso, estoy preocupado de que te vallas a vivir sola. Tendrás muchas responsabilidades, en cambio aquí tendrás solo que preocuparte por los estudios. Se que tienes una beca por notas, si las bajas te la pueden quitar.- argumento. Me molestó su negatividad.

-         Gracias por el apoyo. Ya se que puedo contar contigo- dije irónicamente mientras me ponía en pie e iba a la mochila por la ropa. Me tomaría un baño y después me largaría.

-         Ese es el problema Isabella- no me gusto el tono de su voz- que te ofrezco mi ayuda y no la quieres.- argumento molesto- ¿preferirías la ayuda de Black? En su casa si te abrías quedado ¿verdad?- pregunto con ironía.

-         No necesito esto- dije dándome vuelta para ir al baño.

-         Lo necesitas a él- volvió a acotar- quizás ayer deberías haberte quedado aya y no haber venido a molestarme a mí.- sus palabras me dolieron. Fue la misma sensación de la cachetada que me dio ayer Charlie. Me voltee para poder mirarlo y estaba muy serio. Pero cuando vio que mi rostro estaba bañado en lágrimas corrió para alcanzarme. Gracias al cielo estaba cerca del baño y me encerré ahí.

-         No te preocupes me voy a vestir y me largo de tu casa.- dije con pesar- y de tú vida.

-         Bella… dios lo siento, no quise hacerte llorar me puse celoso. Dios bella háblame, por favor… bella…- estaba histérico.

-         Me visto y me voy…- le susurre. Y así lo hice me vestí, me lave los dientes y peine mí cabello, necesitaba una ducha, pero no la tomaría aquí. Me disponía a salir del baño, pero no quise, no quería encontrármelo. Así que saqué de la mochica mi teléfono celular para poder llamar a mi salvadora. Busque el numero y llamé.

-         ¿bella?- preguntó muy sorprendida.

-         Necesito que subas al cuarto de Edward y que lo obligues a bajar, necesito hablar contigo. ¿puedes?- pregunté.

-         Obvio… pero ¿paso algo?- preguntó con recelo.

-         Aquí te cuento.- dije.

-         Ok… voy subiendo.- agregó.

 

Me cortó, y esperé. Necesitaba que lo sacara de su recamara para poder bajar sin un sermón de su parte.

 

Toc, Toc. Se escucho un golpe en la puerta del cuarto.

 

-         ¿Quién?- preguntó Edward, no me equivoqué, aun estaba ahí.

-         Soy yo…- agregó Alice.

-         Pasa… ¿Qué deseas?- el tono de su voz estaba sin matices.

-         Que bajes…- agregó sin preámbulos.

-         Espero a bella, esta en el baño, tenemos que conversar- agregó.

-         Bueno, fue bella la que me llamo para que te lo pidiese, quiere conversar conmigo…- confeso. Edward no contesto nada por unos segundos. Sentí unos pasos acercarse al baño.

-         No podrás irte sin conversar conmigo primero…- me sentenció con un dulce tono- te quiero y no te dejare ir, no dejare que te alejes de mi vida.- podía notar el dolor que causaba mi silencio.

-         Dame unos minutos con Alice, te juro que después conversamos- dije abriendo la puerta y observándolo.

-         Ok… pero necesitamos conversar- concluyó sin acercarse a mí. Se que las palabras que me había dicho hace un momento no las sentía de verdad, así que debía dejar de comportarme como una estúpida adolescente, o sino me terminare quedando sola.

-         Te disculpo- dije acercándome y depositando un sutil beso en sus labios- se que no lo dijiste de corazón, y tampoco creo ser tan fuerte como para mantenerme alejada de ti.- su semblante se tranquilizó, expiro una gran cantidad de aíre y volvió a besarme- ahora solo dame privacidad con mi cuñada- dije sonriéndole. Él me acompaño con otra.

-         Ok… pero igual lo diré; “lo siento de corazón, jamás haría algo que te dañara, te necesito como al oxigeno. Si tu no estuvieses e mi vida, no se que sería de la mía”.- confesó con ternura.

-         Te amo- susurre. No pude aguantar en mi garganta aquellas palabras, era como si quemasen. Lo sorpresa en su rostro era evidente. Miro a Alice y luego volvió a observarme y después volvió a ver a Alice.

-         ¿la escuchaste?- pregunto más bien grito en su dirección.

-         Sip- concluyó Alice- ¡escuche lo mismo que tú! Y creo como ya no se requieren mis servicios me retiro.

-         No ALICE… necesito conversar otra cosa contigo. Más bien ahora no necesito que Edward se valla- acoté mirándolo, aún mantenía grabada una despampanante sonrisa.

-         Yo también te amo- susurro dándome un beso.

-         Ok… ¿para que soy buena?- pregunto Alice. Mientras me separaba de Edward. Me senté en la cama y Alice imitó mi acción, mientras que Edward se sentó en un sofá que estaba cerca de la repisa de libros y cd´s.

-         Necesito encontrar un departamento- dije mirando a Edward, quería notar su reacción, la cual fue un suspiro y nuevamente seriedad.- y me imagino que tu eres la mejor entendida en todas esas cosas.- acoté. En su rostro se dibujo una gran sonrisa que después fue remplazada por una mueca de tristeza.

-         ¿Por qué te quieres ir, bella?- preguntó.

-         Quiero mi independencia.- le confesé de corazón.- y Edward me apoya ¿verdad?- pregunte en su dirección mientras le tendía a la mano. Éste se puso en pie y camino para poder tomarla se sentó de tras de mí y me aferro sus manos a la cintura.

-         Si es eso lo que quiere mi chica, pues la apoyo.- dijo depositando un besito en mi mejilla.

-         Gracias.- le confesé. Esas gracias eran de corazón, porque necesitaba su apoyo y tenerlo cerquita de mí.

-         Así que tendremos que ayudarla a encontrar algo…- concluyó.

-         ¿Qué te parece el barrio Universitario? hay mucho donde elegir y esta a unas cuadras de la Universidad.- concluyó Alice.

-         Me parece bien… y ¿a ti bella?- me preguntó.

-         Realmente no ubico, pero si ustedes les parece apropiado entonces me parece.- no tenía idea donde quedaba él lugar o como era. Pero para que Alice lo sugiriese no debía ser un mal lugar.

-         Es una zona donde viven solo Universitarios. Es un lugar tranquilo, bueno según donde busquemos- dijo dirigiéndose a mí, después miro a Edward- me parece que sería mejor al lado izquierdo ¿te parece?- preguntó.

-         Te iba a proponer lo mismo, el otro lado no me gusta para bella.- acotó.

-         ¿en que se diferencian los dos lados?- pregunte con tono juguetón. Lo más lógico es que fuese el dinero.

-         El lado derecho del lugar esta caracterizado por ser muy fiestero, y el lado izquierdo se podría decir que es… no sé ¿exclusivo?- preguntó en dirección a su hermano.

-         Muy exclusivo- concordó.

-         No digamos que tengo mucho dinero como para algo taaaan exclusivo- agregue.

-         No te preocupes por eso, te ayudo si no puedes, más que mal seré como tú inquilino- dijo depositando un sutil beso en mi nariz. Decidí que lo mejor era no negarme de inmediato, pues el había hecho un gran esfuerzo.

-         ¿tienes tiempo?- le pregunté a Alice.

-         Obvio, le diré a Jasper que nos acompañe tiene amigos ahí.- acotó levantándose de la cama.

-         Gracias.- concluí, ella me guiño un ojo.

-         Vamos- dijo Edward- necesitas comer algo primero.

 

Después de almorzar nos fuimos en busca de mi nuevo hogar.

 

Capítulo 16: ¡La amo, Bella! Capítulo 18: Soledad....

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
14447795 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10763 usuarios