Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212105
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta

Bella POV

 

Habían pasado varios días, mi casa estaba toda desordenada, cuando llegaba de la universidad me tiraba en la cama con ganas de descansar. Las horas eran estresantes y muy agotadoras. Ver a Edward con una chica diferente cada día me dolía en lo más profundo, pero no sacaba nada con seguir engañando a mi corazón él había sido responsable de la violación de Marina, ella misma me lo dijo, bueno no exactamente, pero algo.

 

“Visita a la casa de Marina”

 

-         ¿bella?- preguntó enormemente sorprendida- Dios creí que nunca vendrías.

-         ¿Cómo estas?- pregunte abrazándola muy fuerte.

-         Muy bien chica y ¿tú?, tienes que haber estado muy ocupada para no haber venido antes- dijo mientras entrábamos a la sala.

-         Ocupada, independencia.- agregué.

-         Si, de algo me entere…- acotó tratando de zanjar el tema. Ella me conocía bien, sabía que me hacia mal hablar de Charlie.- ven quiero presentarte a alguien- agregó tomando mi mano y llevándome al patio de atrás.

-         ¿a quien?- pregunté un poco intrigada.

-         ¿cariño?- pregunto dulcemente. Fue cuando lo vi, era un pequeñito ángel con carita redondita, tenía los ojos cafés y era un poquito morenito.- ¿recuerdas que te hable de tía bella?- le pregunto amablemente. El pequeño angelito levanto su rostro hacia mi dirección. Unos dulces hoyuelos marcaban sus mejillas. Se levantó y salió de la pequeña piscina inflable, sus bracitos se levantaron en mi dirección.

-         ¿tía bella?- preguntó infantilmente. Se quedó parado frente a mí, pero no aguante la tentación y lo tomé en mis brazos.

-         Y tú eres Gastón ¿verdad?- pregunté dulcemente.

-         Él mismo, mamá me puso así por el abuelito, tengo cuatro años y me gustan los autos ¿quieres ver mis autos?- preguntó distraídamente.

-         Me encantaría mi amor, ve a buscarlos- le dije mientras lo bajaba, se alejo de nosotras y corrió a lo que creo era su sala de juego. Aproveche de conversar con Marina.- ¿Qué sucedió Mari?- le pregunté.

-         Es una historia larga.- agregó.

-         No te preocupes tengo todo el tiempo del mundo.- y eso era más que verdad, nadie me esperaba en casa o nadie dependía de mí. Ni siquiera me llamaban por teléfono.

-         Un día salí enojada de casa, tú sabes como siempre fue mi mamá, así que decidí ir a dar una vuelta. Quería ver a Jake, así que me dirigí para aya. Hace poco había conocido a un muy buen muchacho, o eso era lo que creía, se llamaba Félix, me encantaba y me dejé engatusar, con él perdí mi niñez. Te hable de él para que entendieras quien era.- acotó- Cuando me dirigía a la casa de Jake él apareció en mi camino y me ofreció llevarme a una Discoteca aun sabiendo que era menor de edad. Acepté, aparte el muchacho me gustaba y según él éramos novios. Me dio una pila de cosas, cuando Sam me hizo un examen tenia grandes cantidades de drogas en el cuerpo. De seguro empezó poniéndome algo en la bebida. Recuerdo que estábamos bailando, yo me encontraba mareada, mi cuerpo ardía, y me sentía con ganas de…- se quedó callada.

-         ¿de hacer el amor?- agregue velozmente, no quería que se sintiera intimidada, quería todo lo contrario que ella pudiese confiar en mí.

-         Si…- agregó bajando la vista.

-         ¿Por qué te sonrojas?- pregunté.

-         Porque no es fácil decir que tenía ganas de tener sexo a los 13 años.- agregó tajantemente.

-         No es fácil, pero fue lo que te sucedió y no te juzgaría jamás cariño, además quiero que confíes en mí, quiero escucharte porque eres una muy buena amiga.- de verdad lo quería.

-         Gracias bella, y sí, fue eso lo que me paso. A mi favor puedo argumentar que lo amaba, que era un hombre que me hacía sentir una princesa, que me decía mil cosas lindas, se hacía el tímido, por todo se sonrojaba, pero cuando por primera vez nos acostamos, en un hotel de paso, cambió, casi nunca me llamaba, nunca más me dijo que me amaba, y se distanciaba, solo venía a buscarme cuando quería que saliéramos para acostarnos, y créeme que yo como una tonta e infantil mocosa lo justificaba. Pensaba que esa era la forma de amar, más que mal no tenía como saber lo contrario si mis padres apenas se hablaban.- parecía como si en parte hubiese descrito a Edward- ese día estábamos en la pista bailando… - en ese momento llegó Gastón.

-         Míralos…-  indicó con las manitos hacía mí. Tenía una maletita llena de autos. Ahora ya sabía su debilidad, podría traerle uno para la próxima.

-         Wow cariño, cuantos autos…- agregue sorprendida, de verdad eran bastantes.

-         Papá me los regala- eso me dejo sin habla, marina tenía novio y el pequeño angelito le decía papá. La mire de soslayo y ella me sonrió.

-         Parte de la historia- asentí. Esperaríamos un rato, para seguir con la plática.

 

Seguí jugando con él niño y los autitos hasta que la puerta de enfrente se abrió, cuando levante la cabeza pude ver nuevamente a mi gran amigo Quil.

 

-         ¡papi!- gritó Gastón que se puso en pie y corrió a su encuentro. ¡Dios Quil era el “papá” de Gastón! Pero si era tan joven para asumir esa responsabilidad, ¡un niño!, esta bien un niño es una bendición pero te cambian la vida entera, te desordenan el mundo, horas sin dormir, llanto, vomito, dios y Quil lo optaba voluntariamente, debía de quererla mucho. Pude ver a Marina observándome detenidamente, quizás veía mi cara de especulación.

-         ¡hola mi amor!- dijo besándolo y abrazándolo con gran amor. Con amor paternal.- ¿has sido obediente con mamá?

-         ¡Si papi!- agregó gritando y levantando las manos.

-         Hola amor- dijo Marina besando los labios de Quil- mira quien por fin vino a verme.- agregó apuntando en mi dirección.

-         ¿bella?- preguntó abriendo unos grandes ojos.

-         La misma.- agregué.

-         Wow pensé que no vendrías ¿te habías enojado conmigo?- preguntó muy serio.

-         No ¿Por qué?- estaba sorprendida.

-         Porque el día que te vi en casa, quedaste de ir al otro día para que habláramos y nunca llegaste.- dios se me había olvidado por completo.

-         Lo siento tanto, es que estaba con tantas cosas, dios lo siento.- agregué velozmente.

-         No hay problema, bella, ya estas aquí- agrego observándome detenidamente. Su mirada me puso nerviosa otra vez, ¿Por qué me miraba de esa forma cuando era novio de Marina? Dios no me interesaba averiguarlo.

-         ¿Amor?- preguntó la muchacha- ¿puedes jugar en la piscina con Gastón? Bella y yo estamos conversando.

-         Obvio amor- dijo dirigiéndose a ella y luego al pequeño- vamos hijo, ven a jugar con papá.

 

Salieron del salón en dirección al patio trasero, fue cuando Marina se acomodo más a mí lado, recostó su cabeza en mis piernas tal como cuando éramos pequeñas y me contaba de las peleas de sus padres. Lo que me hizo recordar.

-         marina y ¿tus padres?- pregunte mientras acariciaba sus cabellos.

-         Se divorciaron hace mucho- agregó- mamá vive aquí y papá se volvió a casar. Ella no deja que venga a ver al niño, le dice que formamos parte de su pasado y solo ella y su embarazo son su futuro, así que le pedí que no venga para que no tenga problemas con ella.- concluyó maduramente.

-         Que pena cariño, el niño tiene derecho a pasar tiempo con su abuelo.- agregué.

-         También lo creo, pero prefiero que este bien, es un buen hombre nada más que se busco malas mujeres- termino sonriendo- mi mamá sigue igual, hay veces que me dan ganas de lárgame de aquí y créeme si estuviera sola lo haría, pero con Gastón es difícil, él merece estabilidad y si me voy de aquí no la tendría.- me dio lastima su desamparo.

-         ¿te irías?- le pregunte maquinando mi contraataque.

-         Si tuviera como y donde, obvio- agregó.

-         Vente conmigo- le dije. Era una forma de tener compañía- tengo un cuarto extra, y sería perfecto para ti y el niño. Tengo pagado 6 meses así que no tendrías que preocuparte por nada.- le propuse. Se paro y me miro con gran sorpresa.

-         Bella, no sabes lo que me propones…- agregó.

-         Obvio que lo se, bueno con el niño- puso cara de pena, como si pensara que diría algo en contra de él- tendríamos que buscar una guardería para que lo vieran las horas que estamos fuera de casa estudiando, pero apenas me desocupe lo paso a buscar y viceversa.- su rostro se ilumino con una radiante sonrisa.

-         ¿lo dices de verdad?- pregunto sorprendida- ¿estas jugando verdad?

-         Claro que no… - agregué. Sería perfecto si ella quisiera hacerme compañía.

-         Mira, es fenomenal que quieras compartir tu espacio conmigo, pero tengo que pensarlo, ver que es lo mejor para Gastón y preguntar la opinión de Quil- me respondió.

-         Eso es perfecto, pero quiero que sepas que no estas desprotegida, que si quieres puedes contar conmigo- le dije mientras la traía para que se recostara nuevamente en mis piernas, quería continuar con la conversación anterior.

-         Gracias bella- concluyo.

-         Entonces… ¿estabas en la pista bailando?…- agregué. Ella sonrió.

-         Si… y me dijo algo de que había llegado un amigo de hace mucho y que se les había distanciado. Fuimos a saludarlo y cuando llegamos mi cuerpo no daba más y comenzó lo peor. Salude así no más al muchacho- agregó.

-         ¿Cómo era el muchacho?- le pregunté curiosa, quizás se trataba de Edward.

-         Fue hace mucho no lo recuerdo bien, pero lo que nunca olvidare son su ojos, eran de un tono verde esmeralda, unos ojos profundos que me miraban con extrañeza- agregó, ese si que era Edward, me alegraba tanto que no fuera el otro.

-         Ah.- fue lo único que agregué.

-         No puedo negar que yo misma lo incite, pero yo solo lo quería a él, a Félix, pero cuando empezamos, otro muchacho se agregó y me obligo ha hacerle cosas- se detuvo para suspirar- pase de mano en mano bella y cuando por fin desperté mi cuerpo ardía, ya no de deseo sino que de dolor, sangraba por todos lados y dolía cada movimiento. Ya no estábamos en el Pub, sino que en los bosques colindantes a la Push. Me avivé, y cuando centre por fin mi atención en ellos, los vi ultrajando a otra muchacha, estaban todos desnudos, nunca supe la cantidad exacta, pero creo fueron unas 4 o 5 personas. La muchacha ya no se movía, incluso uno de los mismos gritó que estaba muerta pero seguían… seguían… violándola, uno de los enfermos era Félix. Cuando acabaron creo que pensaron que yo estaba muerta y si hubieran sabido que no lo estaba, ten por seguro que lo habrían hecho, me abrían matado, porque cuando se fueron Félix me pego una patada tan fuerte en el hombro que me la fracturo, como pude aguante el dolor y las ansias de gritar, mi instinto de supervivencia fue mayor. Sentía una energía diferente, como si supiera que algo maravilloso en mí iba a suceder dentro de nueve meses.- culmino la acción tocando su plano vientre y sonriendo.

-         Tu ángel- agregué en un susurro.

-         Exacto.- concluyo.

-         ¿Cómo pudiste soportarlo?- le pregunté.

-         Nunca quise ser mamá, era una posibilidad lejana a mí, pero bella, todo cambia cuando lo sientes, cuando sientes sus movimientos o cuando puedes escuchar sus latidos y ver su cuerpecito dentro de ti, calentito, protegido. Dios es una sensación que nadie puede imaginar, solo se siente cuando te llega el momento.- agregó poniéndose en pie.

-         Dios, que fortaleza…- agregué.

-         Es amor, bella, amor por lo tuyo, por el pedacito que crecer y que llena de amor tu vida, dios no se como explicártelo, pero es algo… algo extraordinario, bella jamás, jamás en la vida o en la muerte me arrepentiré de haber salido esa noche, porque de hacerlo él no existiría y mi mundo bella- dijo con ojos llorosos- mi mundo no existiría. Lo siento- dijo secándose las lágrimas- creo que es el amor maternal, es un incondicional sentimiento.

-         Y ¿sabes si el tipo de ojos verdes, el amigo de Félix fue uno de los que te… bueno te violo?- pregunte precipitadamente, estaba tan nerviosa, necesitaba saberlo ¡ya!

-         Lo siento bella, no se presentaron antes de violarme, ni tampoco me miraron así que no sabría responderte eso.- agregó con una sonrisa fingida.

-         Lo siento Mari, dios fue una pregunta entupida- comenzaron a caer lágrimas de mis ojos, no se si era producto del dolor de Marina o mi propio dolor de no saber si había sido Edward uno de los violadores.

-         ¿Por qué lloras?- pregunto sutilmente.

-         Por la situación Mari- argumente.

-         ¿y que más?- preguntó tan acertadamente.

-         Me enamore, pero es imposible, ya no se puede…- agregué con pesar.

-         ¿pero por qué, bella?- pregunto desconcertada- ¿acaso tiene novia? ¿acaso es…- pero no la deje terminar, sabía muy bien que era lo que estaba pensando.

-         No. No es Jake- agregué.

-         Wow, pensé que tratarías de quitárselo a Gina, ella es una gran mujer a sufrido mucho con tu fantasma en su relación- Marina y sus desatinadas.

-         Eso no es mi culpa, yo ni siquiera sabía de su existencia.- agregué tratando de defenderme.

-         Bueno y entonces, ¿Quién es?- preguntó- y ¿Por qué no se puede?

-         Se llama Edward y no se puede por que es el tipo de ojos color Esmeralda- agregué rápidamente. Su rostro se desfiguró y sus manos le temblaron. Velozmente se paro y camino hasta la ventana que daba una visión panorámica de Gastón.

-         ¿Cómo sabes que es él?- pregunto entre jadeos.

-         Porque tiene los ojos verde esmeralda y porque cuando le hable de ti, se quedo petrificado.- argumente.

-         Nunca pensé que ellos volverían, tenía entendido que todos se fueron antes de que amaneciera, ese mismo día. ¿volvieron todos?

-         No lo sé, Mari, solo lo conozco a él- agregué.

-         Y ¿Qué dijo cuando le hablaste de mí? ¿le dijiste que me embarace?- pregunto con los ojos abiertos como platos.

-         Me dijo que el no te hizo nada, que fueron los demás, pero que no pudo defenderte.- agregué.

-         Y ¿tú no le crees?- pregunto con mala cara. ¿Qué le sucedía? no esperaba que me mirara así, después de decirle que me había enamorado del chico que la había violado. Parecía como si estuviera enojada conmigo.

-         ¿Qué te pasa?- le pregunte sorprendida.

-         El hombre que amas te dice que no lo hizo y ¿tú no le crees?- preguntó como si la respuesta fuera de lo más obvia. Puse cara de especulación- bella si él dice que no fue, entonces no fue.- agregó.

-         ¿Cómo puedes saberlo? Tu misma dijiste que no los viste el rostro.- le argumente.

-         No estoy segura de que lo aya hecho, bella. El que no viera su rostro no quiere decir que sea culpable.- agregó tranquilamente.

-         Es que sin conocerlo ¿tú le crees?- pregunté.

-         Para que tu lo ames tiene que ser una buena persona… no creo que lo aya hecho.- agregó campante.

-         Dios…- me callé y suspiré.- no se que decir me dejas sin palabras.

-         Las únicas palabras que debes pronunciar son las que salgan de tu corazón- dijo poniendo su dedo sobre mi pecho- si lo amas no lo dejes ir, quizás si lo hizo, pero se arrepintió, eso me basta y debería de bastarte a ti.- agregó abrazándome- te juro que si me decido me iré contigo- agregó, eso me hizo feliz.

-         Eso sería fenomenal.

 

La conversación fue muy grata y conocer a eso pequeño bombón de Gastón fue gratificante.

 

Los días continuaban pasando y me seguía sintiendo cansada, no era tanto lo que hacía en la universidad, y lo que hacía en la casa era nada. Así que no entendía, a lo mejor era el estrés y la soledad, porque en estos dos meses nadie me había llamado, ni siquiera Alice. Bueno en todo caso no esperaba que lo hiciera después de lo grosera que fui en su casa. De hecho era mejor que me mirara con odio en la universidad y que hasta muchas veces me ignorara, era mejor no tener contacto con lo que me acordara a Edward que seguía paseándose con chicas de diferentes facultades, hasta lo vi pasearse por mi facultad abrazando a Ángela.

Estudiar se me hacía cada vez más difícil con el cansancio que sentía, me dormía rápidamente y no se porque después de amar tanto el café me estaba dando problemas al estomago, quizás abusé del. Las clases de matemáticas eran un asco, Tanya era una maldita idiota que se concentraba en joderme toda la clase, llevaba como 3 notas 1, de las acumulativas. No entendía nada de lo que me explicaba, y prefería decir que no sabía desde la clandestinidad de mi puesto al final que desde el pizarrón frente a todas las miradas. Además me daban muchas ganas de orinar, dios, parecía niña chiquita, ja. Eso más le desagradaba.

Salí de clases y me encontré a Jake en el estacionamiento, fue cuando lo vi que me percate de un resplandor en su cabeza, era como una luz, si eso, una luz milagrosa, él sería mi santo, ¡JAKE TENDRÍA QUE HACERME CLASES DE MATEMATICA!      

 

-         ¡hola Jake!- lo salude efusivamente. Cuando me acerqué a él sentí un leve dolor en mis senos, lo hice con mucha fuerza.- ¡ouch!- dije acariciándome.

-         Eres una tonta, no hagas eso, saldrás más dañada que yo.- agregó riendo.

-         Ja… emmm. Lo tendré muy presente.- agregué riendo, pero me concentre, tenía que hacer la pregunta del millón- ¿te pude pedir un favor?

-         Obvio bella, ¿tienes algún problema que quieras eliminar?- preguntó fingiendo un golpe con sus manos. Me limite a rodar los ojos.

-         No se trata de eso.- colocó cara de fingida decepción y luego sonrió- Pasa que me esta yendo horrible en mates y como se que tú eres el mejor con eso- agregué especulativa.

-         ¿quieres que te ayude?- preguntó sonriendo abiertamente.

-         Sep, si no fuera molestia.- agregué, quería que él decidiera y que no se sintiera obligado por nuestra amistad.

-         Obvio que no me molesta niñita- dijo peñiscando dulcemente la punta de mi nariz.- ¿cuando quieres empezar?- preguntó.

-         Hoy mismo, mañana también me toca esta clase y quiero entender los ejercicios para por último intentarlo.- le expliqué.

-         ¿no le entiendes a Tanya?- pregunto muy curioso- eso que consideraba que era muy buena.

-         Creo que no es muy objetiva con respecto a mí. No creo le simpatice.

-         Y ¿Por qué no le simpatizarías?- pregunto riendo.

-         Porque mantiene una aventura con Edward- le solté, se ruborizó pero no de vergüenza sino que de rabia.

-         ¡ese hijo de…- pero no lo deje terminar.

-         ¡Jake! Controla tú vocabulario.- le critiqué.

-         Dios lo siento, es que no lo puedo creer, es ilegal tener una relación con una profesora.- agregó riendo malévolamente. Dios, quizás mi actuar le traería problemas con su carrera.

-         Es que parece que ellos eran novios desde pequeños, y ahora se vieron y…- no sabía como arreglarla-… sexo, solo sexo.

-         Ah, y con eso ¿tú como estas?- me pregunto. ¿Qué era lo que esperaba? ¿Qué le dijera que estaba perfecta que me alegraba por él, que le deseaba lo mejor del mundo, que lo había olvidado? Dios Jake era un cabeza dura.

-         Superándolo.- fue lo más inteligente que se me ocurrió en este momento decir, sabía bien que no podría engañarlo, él más que nadie me conocía muy bien.

-         ¿quieres ir a mi casa?- preguntó.

-         Prefiero la mía, esta más cerca y aparte no me e sentido muy bien del estomago, estoy devolviendo todo lo que como, prefiero no serte un estorbo, a si que sígueme con tu coche, es súper cerca de aquí.- agregué. Era verdad ayer había comido huevos muy entrada la noche y me cayeron mal, así que ahora lo vomitaba casi todo, pues en el almuerzo había comido pasta y estuvo sabrosa.

-         Me parece…- agregó subiéndose a su auto- te sigo, no manejes tan lento ¿Ok?- estaba molestándome, era un bobo, pero me gustaba que pudiésemos ser amigos así, sin necesitar nada más del otro. Nada más que compañía. Sana compañía.

-         Veré lo que puede hacer.- agregué sonriendo.

 

De pronto Edward salió con Ángela muy pegada a su cuerpo. Cuando me vio la acorraló en la puerta y la beso con pasión, mientras acariciaba su muslo. Dios ¿Por qué me hacía eso? ¿Por qué jugó conmigo de esa forma y ahora besa a esta chica frente a mí? ¡Porque se supone que no lo amas! Agregó mi vocecita interna.

Mis manos comenzaron a sudar y las piernas me temblaban. De pronto sentí mi estomago revolverse. Tuve que voltearme y vomitar, Jake se me acercó en el instante y me aferró por la cintura, cuando termine de vomitar me aferro entre sus brazos.

 

-         ¿Cómo te sientes?- preguntó muy preocupado.

-         Un poco mareada- confesé. Pude ver que Edward aun continuaba besando a esa niña- ¡suéltame estoy bien!- no quería inspirar lastima o que viera el efecto que tenía su actuar en mí.

-         ¡Ok! Pero creo que quizás deberíamos irnos juntos, si vives cerca de aquí después puedo venir por mi auto- mi vista seguía pegada en ellos, y el movimiento de mi estomago era mayor.

-         No, si estoy mejor- eso claramente era mentira, me estaba costando respirar, me dolía la cabeza y estaba muy mareada. Traté de dar un paso en dirección a mi auto, pero sentí la luz apagarse, fue como si hubiera quedado en una completa oscuridad, sentí el ruido de un tremendo golpe, como un ¡Quij! O algo así. Pero mis pensamientos se apagaron a medida que sentí unos calidos brazos enredándose en mi cintura.

 

Cuando desperté estaba recostada en una camilla, de seguro era la enfermería de la Universidad. Me dolía un montón la cabeza. Así que la lógica hizo que levantara la mano y me la tocara. Sentí como un parche en la frente, como entre el cuero cabelludo, bueno si habían tenido que poner puntos, no se vería en mi frente una posible cicatriz.

 

-         ¿Cómo estas?- preguntó una voz masculina, un tanto hostil. Me extraño la reacción.

-         ¿Quién es?- pregunté. Pues su reacción me intrigaba un poco.

-         Yo- dijo asomándose desde un escritorio. Era Carlisle, ahora me daba cuenta de porque su tono.

-         ¿No dicen que a la hora de tratar a un paciente los doctores son imparciales?- agregué un tanto irónica mientras me paraba. Pero me volví a sentir mal.

-         No te pares… y con respecto a lo anterior ¿Qué quisiste decir?- preguntó mirándome detenidamente, fijándose si es que le hacía caso. Y tuve que hacerlo esta vez, me sentía mal.

-         A tú tono, sonó un tanto grosero.

-         Lo siento, es imposible ser imparcial cuando estas calumniando a mi hijo Isabella.- agregó.

-         ¿quieres conocerla? No vive muy lejos de aquí- agregué.

-         Edward me contó lo que sucedió y le creo.- concluyo, bueno era lógico el amor de padres es infinito y ciego. Nuestros hijos nunca son malos. Suspire.

-         Estás ciego…- agregué.

-         ¿Sabes? estoy cansado y no tengo ganas de discutir contigo, así que vamos a lo que nos convoca.- agregó indiferentemente.

-         Perfecto, quiero irme rápido.- acoté.

-         Puedes intentar pararte lentamente y sentarte aquí- dijo indicando frente a él, pero ni siquiera me miro. Tuve que hacerlo muy lento la cabeza me dolía y a todos mis antiguaos síntomas ahora se le agregaba un repugnante sabor metálico en la boca. Me senté frente a él, pero no me miró.

-         Se que no puedo exigir, pero ¿puedo ir al hospital?, quiero que otro medico me examine, me desagrada tu trato.- agregué un poco más molesta, en el instante levanto la mirada, estaba como preocupado.

-         ¿te sientes mal aún?- preguntó.

-         Un poco- aun tenía ese persistente mareo.

-         ¿Qué sientes?- volvió a cuestionar.

-         Quiero ir al hospital- agregué.

-         Bella estas en el hospital, tuvimos que suturar la herida fue un tanto profunda. Así que probablemente estarás mareada.- agregó, ¿Cómo era que llegue al hospital y ni cuenta me dí?

-         ¿en el hospital?

-         Si, te trajo Jake y mi hija, estaban muy asustados.- me sorprendió que nombrara a su hija.

-         ¿Alice?- pregunte como una tonta pidiendo una respuesta cuando él ya lo había confirmado.

-         Si Isabella, Alice y Jake, pero vamos a lo esencial ¿Qué sientes?- lo mire con enojo. ¿Cómo podía ser así? Él tenía que darme gracias por no haber denunciado a su hijo.

-         Fatiga…- agregué. Lo mejor era aportar y así me podría ir luego.

-         ¿Qué más?- preguntó anotando en su cuadernillo.

-         Cansada, mareada, me duelen…- agregué pero me arrepentí de dar ese detalle.

-         ¿Qué?- preguntó.

-         Me duelen los pechos, tengo ganas de orinar y por si fuera poco de vomitar, y si no terminamos con esto terminare haciéndolo aquí en tu escritorio.- agregué rápidamente, de verdad necesitaba vomitar. Me miró muy intrigado.

-         Isabella…- estaba dudoso-… ¿Cuándo fue tú último periodo?

____________________________

mis chicas... disculpen el atraso, es que e tenido muy mala suerte,

porque despues de superar el rutavirus.... agarre una gripe muy pero muy fuerte, que me tuvo incomunicada y en cama sin poder escribir.... la fiebre no me dejaba pensar mucho jip

las quiero mil....

ahora quiero explicarles.... (y a DIAMONDHEART)

lo que sucede que bella... no pudo escuchar palabra alguna porque mal interpreto el mutismo de Edward... el se sorprendio tanto que se desenfoco un poco, y si lo primero que te dicen es que el fue un posible violador de la que se supone es casi tu hermana, independiente que por cosas del "destino" estuvieran incomunicadas... creo que te impactas y no oyes ni crees verdades... porque ella proponía el juntarlos con Marina, pero el no estuvo de acuerdo....

fue por eso chicas... pero = no se preocupen la vida da muchas vueltas y llegara el momento en que bella recapacite y se de cuenta que le debe más que una disculpa a ese hombre que lamentablemente a caido en un muy mal camino..... espero que lo que viene en los nuevos capis no les sorprenda e visto muchos casos donde las chicas piensan así y por si no se han dado cuenta ésta bella es muy diferente a la verdadera.....

se les quiere mil kilos...

esme sigan votando para que mi fic suba y suba Y SUBA

 

 

 

Capítulo 23: Autentico Desconocido Capítulo 25: ¡No puede ser! (1era parte)

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
14447987 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10763 usuarios