Edward POV

Ya no aguantaba más. ¿Por qué bella tenía que ser tan ingenua? Ese tipo lo único que quiere es estar cerca de ella, y luchar por su amor… un sentimiento tan puro no se borra de un día a otro.

Tenía ganas de salir a partirle la cara, quería que dejara tranquila a mi mujer, que nos dejara en paz. Incluso estaba pensando en pedir la ayuda de Emmett para darle un escarmiento a ese idiota, estaba decidido ¡Lo quiero lejos de la vida de bella! ¡Lejos de nuestra vida!

Más encima se hacía el muy decente en presencia de bella, y me dejaba a mí como un idiota. El no me va a quitar a la mujer que amo, no se que pretende pero no lo voy a permitir, aparte soy yo el estúpido que estaba recostado arriba decidido a no bajar o más aun no responder el beso de bella cuando subió. Quizás desde que hora esta aquí. En ese momento mi vista se poso en un precioso lienzo, ¡Dios el cuadro era hermoso! Pero lo que me inundo de rabia y que provoco que comenzara a ver todo rojo, fue el retrato de Jacob Black, que estaba muy sonriente, bella tenía un gran don, pues el rostro del idiota reflejaba el profundo amor que sentía por ella.

Estuve tentado a romperlo, pero no podía cometer esa bajeza, menos cuando había sido yo el idiota que rechazo la propuesta de bella, ya que era obvio que ella quería pintarme.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->¿amor?- preguntó con una tímida voz, mientras mis ojos aun estaba puestos en ese lienzo. Suspire.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->¿si?- pregunté.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Perdón, no sabía que te disgustarías tanto.- acotó.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->No te disculpes, no me enojas tú, me enoja ese…- me centre- me enoja Jacob.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Pero ¿Por qué te enojas, si solo vino a visitarme?- pregunto ella abrazándome por detrás, su panza tocaba mi espalda.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Porque no se trataba una visita de cortesía, el aun alberga esperanzas.- le confesé.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Lo sé- agregó ella, lo que provoco aun más ira en mí, si ella sabía que él aun albergaba esperanzas, ¿Por qué lo alentaba? Me voltee para encararla.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Entonces ¿Por qué?- al parecer ella no entendió mi pregunta- ¿Por qué lo alientas?

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->No lo aliento cariño, pero no lo quiero sacar de mi vida, porque lo quiero, porque es como mi hermano, se que él no le siente así, pero yo sí, yo lo amo- agregó, su afirmación me paro el corazón. Bella vio mi cara de horror- contextualízalo a lo que te estoy diciendo bobo, lo amo como se ama a un hermano. De mi parte no hay ningún otro sentimiento hacia él. Además me alegro mucho que viniera, me sentía muy sola- confesó deshaciendo el enganche en mi cintura, y dirigiéndose nuevamente a su lienzo.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->¿Por qué no me llamaste?- idiota, ella subió, y tu fingiste dormir.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Subí, pero estabas durmiendo, no quise molestarte, más de lo que ya estas molesto conmigo- confeso con pesar en la voz. Me acerqué y acaricié su barriga.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Nunca estuve molesto contigo, era una pequeña actuación- confesé muy cerca de su oído. Se volteó y me miró feo.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->¿Tú… fingías estar… molesto conmigo?- yo asentí sonriéndole, pensé que no se iba a enojar tanto- ¡Santo Dios! ¿tienes la más remota idea de lo mal que me sentí?- me gritó alejándome de ella. Agarro su chaleco y se dirigió hasta nuestra habitación, aun era temprano y ni siquiera habíamos cenado, pero ella quería acostarse.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Bella- dije agarrándola del brazo ya en nuestra habitación

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->¿Qué quieres?- preguntó groseramente sin encararme.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Lo siento bella, perdóname ¿sí?- le pedí con tono en suplica.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Que fácil- agregó en un sollozo, dios la había hecho llorar, la voltee para que pudiese mirarme.- que fácil es pedir disculpas, después de hacerme sentir mal todo el día, después de ni siquiera preocuparte por mi, en todo el santo día- terminó gritándome, tenía que tranquilizarla no era bueno que se exaltara.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Lo siento preciosa, te juro que lo siento, dios perdóname, nunca fue mi intención hacerte llorar, sabes cuanto te amo, es solo que estoy tan preocupado por ti y por la niña, que pensé sería una manera efectiva para que te dieras cuenta del horror que significa para mí que les pase algo…- agregué con suma sinceridad. Ella trató de portarse indiferente, pero no pudo, tomo mi rostro y me beso, me besó con suma pasión.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Te amo…- confesó sobre mis labios- sabes que te amo, y que no tengo nada que perdonar, solo no me hagas eso otra vez por favor…

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->No lo haré más, lo juro princesa, te lo juro.- le confesé. Ella se acercó más a mí, y mi cuerpo reaccionó a su contacto. Dios esta mujer me enloquecía, pero no podíamos hacer el amor.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Te deseo Edward, te deseo con toda mi alma, con cada milésima de mi cuerpo- confesó entre gemidos, reacción que provocaban mis manos por sus caderas.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Bella no podemos, dios es imposible no podemos- sabía muy bien que no era posible, mi ímpetu por ella, mi necesidad por poseerla salvajemente podría hacerle daño a ella y a la bebé.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Pero te deseo, necesito de ti, necesito tu cuerpo desnudo contra el mío.- sus palabras a mi oído provocaron una vigorosa erección.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Bella…- susurre contra su cuello, la necesitaba, y si era eso lo que ella quería, se lo daría, le haría el amor.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Edward…- gimió, mientras se recostaba en la cama, comencé a quitarle el vestido que traía y la deje velozmente desnuda ante mis ojos que se deleitaban con su hermosura, su barriga estaba más pálida que cualquier otra parte de su cuerpo, una línea vertical oscura se traza en ella.

<!--[if !supportLists]-->-         <!--[endif]-->Estás hermosa…- confesé mientras me perdía en sus cabellos y la acariciaba por completa. Bese sus senos y baje hasta su vientre, lo acaricie, lo besé, pero poco a poco comencé a bajar y besé su intimidad mientras que bella arquea la espalda. La situación era tan excitante, que no pude aguantar más. Velozmente me saqué toda la ropa, quedé completamente desnudo encima de Bella. Tuve que arrodillarme entre las pernas de bella, ya que no podía recostarme sobre ella y ella no podía subir encima de mí, ya que le dolía la espalda. La penetré lentamente, ya tenía ocho meses, y no era recomendable hacerlo, pero ¡Dios! Con ella tan cerca y dispuesta a destruir la poca voluntad que tenía no podía detenerme. Ella arqueó la espalda mientras me deleitaba con un magistral gemido que pronunció mi nombre. La excitación quemaba por todo mi cuerpo, y ¡dios sabe que es así! Trataba de hacer lo posible por dar pequeñas y muy delicadas embestidas. Esta situación me estaba destrozando, estaba tan acostumbrado a penetrarla profundamente, a sentirme completamente en su interior que esta sensación me frustraba un poco, lo que no quiere decir que ella no me haga disfrutar, muy por el contrario, me hace desearla más. Sin poder aguantar mucho, empece a penetrarla un poco más duro, hasta antes su cara era de absoluto placer, pero ahora su cara estaba descompuesta por una mueca de… ¿dolor? Mi cabeza aun no lograba conectarse con mi cuerpo, sobre todo con mi ansiosa erección que estaba más que feliz gozando a bella.