Destino (+18)

Autor: Esme
Género: + 18
Fecha Creación: 28/12/2009
Fecha Actualización: 29/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 164
Visitas: 212047
Capítulos: 70

!!!Terminada!!!El destino se encarga de juntar a dos amigos que tubieron que distanciarse. Jacob y bella volveran a darse una oportunidad... lamentablemente el destino les tiene preparada diferentes cosas. edward un chico solitario entrara de forma abrupta a la vida de bella. Amor, deseo, pasion... muchas expresiones sentimentales son las que caracterizaran a esta historia. Con final muy dramático e intenso.

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Capítulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro

 

holas chicas... gracias de verdad por escribirme me alegra mucho que esten interesadas.... la historia tiene cosas muy inesperadas... pero quiero que les quede mas que claro que todo llegara a buen puerto. chicas.... este sera un final feliz... de eso pueden estar seguras, nada mas que de lo malo se aprende y a bella le queda darse un gran porraso... el capitulo que les subi hoy esta fuerte... pero a pesar de que complicara las cosas terminara bien en un futuro proximo.... se los aseguro... cada dia mas cerca del final.... no me odien todo lo que pasa es por algo y para llegar a algo... lo que pasa es que no soy tan tradicional... no me gustan las historias que no tienen suspenso.... cositas raras... malos entendidos... errores... caidas,, pero con un magestuoso final feliz..... no se preocupen.... nadie muere... jeje... ya no dire mas o contare toda la historia... jeje besitos y soy de SANTIAGO DE CHILE....... MI CORREO ES tereyyo2@hotmail.com

 

 

Bella POV

 

No dormí nada y las ojeras eran terribles, Edward estaba acostado sobre la cama en posición fetal. Me dio mucha pena, pero tenía que ser fuerte, necesitaba centrar las emociones y dejarme llevar por el instinto. Tome una ducha rápida, eran las 7 de la mañana. Me vestí con un conjunto formal negro compuesto por falda, chaqueta y una camisa muy elegante gris. Hoy empezaría la búsqueda de mis opciones, así que tenía que ir presentable. Con el cabello no supe que hacer, casi estaba por caerse completamente. Sin que se me sintieran entre a la recamara de mis hijas y les saqué el sombrero más apropiado para la ocasión. Era negro y bonito, tomé el cabello que se me había caído y de mis más recientes fotografías y las eche en mi cartera, después pasaría a alguna tienda donde hicieran pelucas. Terminé por echarme perfume y bajé. Desayune velozmente tostadas y sumo de naranja. Agarre del estudio de Edward, donde guardábamos las cosas importantes todo mi expediente médico y lo metí en el maletín que usaba para llevar el material a la Universidad, de la cual aún me quedaban unos días de vacaciones. Igual le pediría a Carlisle que me extendiera la licencia en son de buscar al posible doctor que si se atreviera a operarme.

Estaba por irme pero decidí que sería muy inmaduro de mi parte no dejar una nota, tome la libreta para los recados telefónicos y escribí:

 

Edward:

             Salí, no te preocupes, no sé a que hora regresaré, no me llames no podré contestar. B.

 

Subí con mucho cuidado y la deje en el velador de su lado. Después escribí otra.

 

Niños:

            Tuve que salir temprano por eso no quise despertarlos. Traten de portarse bien, pues puede que papá no se sienta muy bien… recuerden que los amo, y que volveré muy pronto hasta mis tesoritos.

              Los ama mucho, mamá.

 

Había una gran diferencia entre ambas notas, pero no tenía ganas ni me fluía nada para escribir a mi esposo. Deje la nota en la pieza de las niñas, particularmente en el velador de Nessie. Baje nuevamente, agarre las llaves del carro, el maletín, me puse la chaqueta y emprendí rumbo, con muchas expectativas.

Fui a las clínicas oncológicas en Port Ángeles, pues no valía la pena preguntar aquí en la misma zona, de seguro Carlisle y Edward ya han hablado con todos los especialistas, ahora bien si era necesario volver a hacerlo tengo en claro que lo are.

El primer especialista Jonathan Alarcón.

-         Buen día Dr. Alarcón- salude cordialmente a la vez que él me indicaba que tomara asiento.

-         ¿Qué la trae por aquí Sra. Cullen?- preguntó.

-         Me e informado sobre usted y decidí traerle mi expediente para que lo analizara y pudiésemos encontrar alguna opción Sr. Alarcón.

-         Será un placer ver su expediente- que ahora ya estaba en sus manos. Nos quedamos en completo silencio por unos 20 minutos, estaba totalmente nerviosa, lo único que se escuchaba decir de vez en cuando era “ok” “Wow” “Perfecto” “ya esta hecho”, etc.

-         ¿Podrá hacer algo?- pregunté directamente, no necesitaba rodeos. Levanto la vista y sus ojos se posaron en los míos.

-         El Dr. Carlisle y Edward ambos Cullen- levanto las cejas dándome a entender el evidente parentesco.

-         Mi suegro y esposo respectivamente- agregué.

-         Ok- alargo la palabra- dan el mismo diagnóstico que haría yo, Sra. Cullen, su enfermedad esta demasiado avanzada como para poder hacer algo, lo siento- agregó entregándome el expediente.

-         Mi esposo esta de acuerdo con la intervención, la aremos particular si usted desea, el dinero no es nuestro problema- agregué. Su rostro se encolerizo un poco.

-         Es una falta de respeto a mi trayectoria como especialista que me ofrezca dinero para operarla, si su esposo esta de acuerdo que sea el mismo quien la realice- ultimó- y déjeme aclararle Sra. Cullen que si en mis manos estuviese la operaría, pero las posibilidades son de un 10%, eso para mi es nada- concluyó, mis ojos se pusieron llorosos, los pude sentir. Me pare extendí mi mano para que él la estrechara y salí de aquella consulta sin decir más nada.

Ya en el auto me permití soltar algunas lágrimas. Sus palabras dolieron mucho, ese 10% para mi era suficiente y él estaba destruyendo mis expectativas. Respire profundo y me hice a la idea que era el primero y que más encima no sería el último que pensara lo mismo.

La mañana se fue tal como llegó, sin novedades, 3 médicos más dijeron exactamente lo mismo y se sintieron igual de mal cuando les di a entender que el dinero no era nuestra problemática. Cansada fui a un restaurante para poder almorzar para ganar energías no sin antes llamar a la casa.

-         ¿Aló?- preguntó Vlady.

-         Mi vida ¿Cómo estas?- pregunté.

-         Bien mami y tú ¿dónde estas?- preguntó.

-         Estoy haciendo algunas cositas, ¿están tus hermanitos por ahí?

-         Si… y también esta papá- me tranquilice, ya me imaginaba que estarían solitos.

-         Dame a Nessie, cariño- le pedí.

-         Si má…. NESSIE MAMÁ AL HABLA- gritó… de seguro sería Edward el primero en contestar.

-         ¿Bella?- y no me equivoqué- ¿Dónde estas?- estaba muy preocupado.

-         Estoy bien, ahora voy a almorzar- me afligía su preocupación.

-         Te estamos esperando en casa, ¿te es imposible llegar?- preguntó.

-         Imposible- le informe, imposible porque después me iría a Seattle, no llegaría a dormir.

-         ¿Dónde estas?- dudó- ¿Con quien estas?- susurró, quizás los niños estaban cerca.

-         ¿con quien voy a estar?- pregunté anonadada por su pregunta, era estúpido pensar que podría estar con otro hombre sabiendo en que condiciones me encontraba.

-         No esquives mi pregunta con otra- acotó.

-         Edward…- susurré.

-         ¿Á qué hora llegas?

-         No voy a llegar…- le informe.

-         ¿¿Qué??- se sorprendió.

-         Quiero hablar con Nessie ¿Me la darías?- sin más nada me la entregó.

-         ¿mamá?

-         Si amor ¿Cómo están?- pregunté.

-         Bien, esperándote para almorzar… ¿llegaras?

-         No voy a llegar amor, y tampoco a dormir- tenía que irme en cuanto terminara de almorzar  pues mañana en la mañana tenía una entrevista con otro buen especialista.

-         Pero ¿Por qué má?- preguntó sorprendida.

-         Tengo una reunión con un buen especialista en Seattle mañana en la mañana, así que no puedo llegar ¿Cómo esta todo en casa? ¿Cómo esta mi nieto?- pregunté riéndome y ella me acompaño.

-         Esta todo bien, y tu nieto, pues sigue creciendo, en un día no hay tanta diferencia- agregó risueña.

-         ¿estarán bien si no llego hoy?- pregunté.

-         Si má, no te preocupes por nada, me encargaré de todo cuando papá no esté, solo cuídate y llámame en la tarde para saber donde estas hospedada ¿ok? Para que estemos tranquilos, porque papá se nota muy preocupado- informó.

-         Dile que estaré bien, mas tarde los llamo ¿ok?- ya me había llegado la orden a la mesa.

-         Ok… te amo má- se despidió cortándome.

-         Y yo más…- susurre a la nada.

-         ¿necesita algo más Sra?- preguntó la camarera.

-         No, gracias

 

Quería encontrar una posibilidad, se lo debía a mi familia. Quería vivir y aunque Edward me hubiese hecho dudar con esa estupidez de mi conciente suicidio, era mentira, lo único que buscaba con esto era sanarme, no hay una doble intención en esto.

La noche estuvo intranquila, me despertaba con cada ruido, pensando que eran los niños. Uno como madre nunca duerme del todo tranquila pensando en sus necesidades. En la mañana me levante tome una duche Express y volví a enfrentarme con mi maldita suerte. Aquel Dr. Vio un poco de posibilidades pero finalmente llego a la conclusión que arriesgaba mucho tentándose a realizar esta intervención. Así que nuevamente mis expectativas se iban al tacho de la basura. Decidí almorzar en es restauran del hotel. Después me iría. Terminé de almorzar y me quedé mirando por la ventana. Veía como transitaba la gente, tranquilamente y sin saber de mí. Sin saber que dentro de unos meses me moriría. Ellos transitaban sin mirar hacia tras. Decidí que necesitaba beber algo fuerte, pero sería solo uno ya que debía conducir. Pagué la cuenta y me dirigí a la barra.

-         ¿Qué desea Señorita?- preguntó el barman. Me agracio que me dijera señorita, más que mal el no tenía como saber lo contrario, no estaba llevando mi argolla de matrimonio, puesto que con Edward la mandamos a achicar.

-         Un whisky por favor- sabía que se me había ido la mano, pero ya estaba hecho, lo bebería y después, tranquilamente, volvería a casa.

-         ¿Por qué tan solita?- preguntó un hombre a mi espalda, no me sonó familiar, así que decidí ignorarlo. - ¿me ignorarás?- volvió a preguntar, que idiota, no se daba cuenta que si no volteaba era porque no quería platicar con él.

-         No deseo platicar- agregué fríamente.

-         ¿ni siquiera voltearas a mirarme, bella?- ¿Qué? ¿me conocía? No lo podía creer. Lentamente me voltee y ahí lo vi, como hace tantos años con su pelo castaño ni tan oscuro ni tan claro, ojos extremadamente claros que me observaban detalladamente y con un poco de picardía, su piel seguía tan blanca como la recordaba, siempre fue muy bello, pero había algo en él que lo hacía diferente, estaba más hombre, más maduro, o quizás era al revés y era yo la que podía verlo con otros ojos ahora.- ¿no me saludarás? Pude notar por como me observabas que ya descubriste quien era- sonrió y dios su sonrisa era lindísima, esos labios gruesos siempre me había encantado.- ¿bella?- al parecer me quede escrutándolo nuevamente más del tiempo debido.

-         Ho… hola Alec- saludé.

-         Déjame decirte que sigues tan hermosa como siempre- adulador, estaba horrible.

-         Mentiroso- dije dándome vuelta.

-         Bueno… solo pasaba a saludar, más que mal somos familia ¿no?- ¿se quería ir? Pero si apenas hemos cruzado algunas palabras, a lo mejor el que me diera cuenta lo interpreto mal.

-         ¿te vas tan luego?- pregunté y se sorprendió mucho.

-         Es que pensé que… bueno, te incomodaba estar conmigo- confesó.

-         Para nada, ven siéntate y platicamos un rato- le ofrecí y le cambió el ánimo.

 

Conversamos gran parte de la tarde, Alec era realmente simpático, ya hasta se me había olvidado lo que me había hecho la vez que terminamos, bueno en este momento llegué a entender lo que significo para él que yo le dijera todas esas cosas. Me contó que sigue en e rubro de la Publicidad y que hace 5 años se había casado, matrimonio que ya tenía fruto, un niño que pude ver en una fotografía que me enseño de 1 año, Fernando. Es realmente adorable con sus cachetitos rojitos y sus ojitos grandes, una delicia de bebé. También le conté que me casé hace ya 15 años, se sorprendió mucho y creyó que me había casado con Jacob.

-         Wow… ese Jacob Black se sacó la lotería- no tenía como saber ya que perdió contacto con Celeste cuando esta confeso su relación con mi padre… su familia la dejo sola.

-         Si hubieses estado más en contacto con tu hermana- le critiqué con un dedo inquisidor- habrías sabido que nunca tuve una relación con él- se quedó sorprendido.

-         ¿y entonces?- preguntó ignorando la parte de su relación con su hermana.

-         Me di cuenta que estaba confundida y después conocí a Edward, del que me enamoré profundamente- le confesé.

 

Le seguí contando de mi vida. Entre risas supo de la infancia de mis 4 diablillos, digo entre risas por que la botella de whisky que habíamos pedido a la mesa estaba haciendo estragos con nuestra cordura. Me pidió que le contara sobre sus sobrinos y lo hice. Prendí mi portátil y le enseñe algunas fotos y videos de ellos, se emocionó mucho cuando vio a Cely aparecer en ellos, incluso se sonrió cuando vio como mi padre la miraba, abrazaba o besaba.

-         Son hermosos, sería lindo que un día los pudieses conocer, ellos saben mucho de ti- le confesé.

-         ¿verdad?- preguntó anonadado.

-         Verdad, Cely no para de hablarles de su tío Alec- sus ojos se pusieron llorosos.

-         Trataré, te juro que lo intentaré- agregó.

-         Deberías darme la foto de tu bebé, para poder mostrársela- le pedí.

-         ¿Tú crees que le importe? Más que mal yo no quise conocer a los suyos- estaba muy apenado, al parecer el Whisky estaba sacando nuestro lado angustioso.

-         Cely no te guarda rencor… siempre noto en su carita como que algo le falta… para su cumpleaños, acción de gracia, navidad, etc… y ese eres tu… no te prives Alec, amas a tu hermana y ella a ti, lo demás no debería importar- le aconsejé.

-         Es que es difícil bella, jamás se me hubiese pasado por la mente que ella estaba teniendo relaciones con tu padre… ¡Con Charlie!- criticó.

-         Yo tampoco lo pude creer, y mira que me toca la parte difícil, verlos en… bueno… tu entiendes- sus ojos se abrieron como plato.

-         ¿Por qué no dijiste nada desde un principio?- preguntó.

-         Porque me fui de casa, a papá le di un ultimátum o era ella o era yo… y aunque en su momento no lo pude ver me di cuenta cuanto la amaba y que para él no era una aventura, el la quería, así que cuando yo quede embarazada me di cuenta que los necesitaba y nos reconciliamos, estuve meses sin mirarlos y cuando lo hacía era para cansarme insultándolos- concluí.

-         ¿Qué te paso bells?- preguntó. Ahora venía el tema peligroso.

 

Le conté sobre mi enfermedad, me observaba con ojos de melancolía. Sentí desde cuando empezaron a caer las lágrimas por mi rostro, pero ya no podía frenarlas. Le conté sobre mi estadía en Seattle. Sentí como su brazo se recargaba en mi cintura, pedimos una ronda más de tequila, y nos desahogamos, bueno creo que lo indicado sería decir que me desahogue. Lloraba mucho, creo que todos nos miraban, bueno me miraban, pero eso ya no me importaba, estaba sufriendo, esa era mi real preocupación, me estaba muriendo. Llegó el momento menos esperado, donde me empecé a sentir un poco mal de la barriga, lo mejor sería irme a dormir de vuelta al cuarto… pero… maldita sea tenía que volver a casa, ni siquiera había hecho reservación y al parecer Alec se percato de aquello y me invito a subir a su cuarto sin compromisos. Le dije que si, más que mal estábamos borrachos y nos dormiríamos pronto, además habíamos compartido antes un dormitorio, sería estúpido negarme ahora.

Llegamos y me tiré en la cama solo me quite los zapatos y la chaqueta de cuero, pues voy había andado más informal. Alec se acostó a mi lado y no pude evitar sentir como su mirada escrutaba mi cuerpo entero.

-         Eres hermosa- segunda vez que me lo decía en la noche, quizás si era verdad y me encontraba hermosa.

-         Gracias- dije un poco sonrojada.

-         Los años te han quedado mucho mejor- dijo acercándoseme más. No…. Eso no podía ser… que no pensara siquiera en acercarse más de la cuenta.

-         Alec…- susurré.

-         Bella, estoy felizmente casado y tu igual, no arriesgaría mi matrimonio, pero también creo que por algo el destino nos ha vuelto a unir 15 años después… estamos aquí, solos en una habitación, nada que perder, nadie se enterara- propuso.

-         Nooooo Alec… amo a mi esposo- confesé al instante.

-         Y no lo cuestiono, se que lo amas y amo a mi Gabriela, pero deseo esto- dijo acercándoseme más y tomándome por la cintura.- nadie sabrá bella… nadie se enterara que fuiste mía…- me susurró en los labios, sentí una extraña sensación en el bajo vientre.

-         Alec… lo… lo siento… pe… pe… pero no qui… quiero- tartamudee muy insegura.

-         Si me lo dijeses con más firmeza te podría creer- dijo acercándose peligrosamente a mi cuello con una sonrisa de suficiencia. Empezó a acariciarme por sobre la ropa, la cintura, la cadera, los muslos y por último el trasero.

-         Nooooo… por favor… Alec no abuses de mi confianza, te lo pido- supliqué.

-         Se que lo deseas- desabrocho mi jeans y sin previo aviso metió su mano por bajo mi ropa interior, lo que me extraño fue que realmente estaba excitada, ya no por ensoñaciones con Jake, si no por él, por sus palabras, por como me estaba tocando. Abrí un poco las piernas y pude sentir su dedo provocándome un exquisito placer al acariciar mi clítoris, pero ahí no se quedó si no que lo adentró en mi interior lo que me hizo gemir, siempre lo estuve mirando para poder ver cuan placer provocaba esto en él, se estaba mordiendo el labio mientras sacaba y metía su dedo en mi interior. Hasta que lo sacó, se lo llevó a la boca y lo saboreo.

-         Quiero probarte- agregó poniéndose sobre mí. Esto era igual que la vez anterior, esta era la hora de negarme, pero no lo hice, incluso le ayude a deshacernos de mis jeans y de los de él, en tiempo record me denude completamente, el sonrió y empezó a besar mis senos para velozmente bajar hasta mi entrepierna.- no tienes idea de cuanto espere este momento- confesó cerca muy cerca de mí. Empezó rozándome con la lengua para frenéticamente continuar lamiéndome el clítoris. Era una sensación maravillosa, me hacía tiritar de la excitación, sentir su lengua en mi interior y sus gemidos, me hacía volver a la vida, me hacia sentirme deseaba otra vez. Mi cuerpo estaba muy esbelto pero no me importaba.

-         Me harás acabar- le confesé- dios Alec…- gemía su nombre mientras sentía su aliento rosar mi parte más sensible.

-         Eso quiero- y siguió metiendo y sacando su gruesa lengua en de mi interior, así fue como contorsionándome aleteando y sosteniendo la cabeza de Alec para que no se le ocurriera dejarme a medias, llegue a un esplendido orgasmo. Mi cuerpo se convulsionaba y mi respiración estaba completamente agitado.

-         ¿Feliz?- pregunté riendo, empezó a subir y me beso con demasiada pasión, me excito de sobremanera sentir mi sabor en sus labios.

-         No del todo- rió también, era una sonrisa picara, que me hizo sonreír nuevamente. Se levanto un poco de la cama y fue hasta su bolso por un condón que se coloco en menos de 5 segundos y volvió a la cama. Abrí las piernas al instante para que pudiese adentrarse en mí.- hermosa, sencillamente maravillosa… siempre fuiste la mujer de mis sueños, siempre fuiste a la que ame…- me dejo helada su confesión- y a la que quise en mi cama- se sonrió y yo también. No se de donde agarré la fuerza pero lo hice, tome su pene y lo froté contra mi intimidad.

-         Entonces…- le susurré mientras por gusto propio acariciaba su prominente erección… cerró los ojos y gimió- haré tu sueño realidad- y sin más lo adentre en mi interior, lo sentí muy bien. Sentí como mis paredes se adaptaban a él.

-         Dios Bella….- gruño y poco a poco comenzó a moverse, la sensación fue maravillosa, era realmente exquisito el movimiento y el roce que provocaba. Me dejé llevar. Me dejé envolver por las maravillosas sensaciones que este hombre me estaba haciendo sentir. No puedo negar que no hay punto de comparación, pero estaba muy bien. Nuestros gemidos se escuchaban por toda la habitación, nuestras respiraciones estaban a la par, podía verlo escrutar mi rostro, me miraba fijamente mientras gemíamos.

-         Más…. Más rápido- le pedí, estaba apunto de llegar a mi limite, sentía como mis paredes de estrechaban y hacían del roce la mejor sensación. Alec empezó a embestir mucho más rápido y de un segundo a otro ambos terminamos en un buen orgasmo, grité su nombre y cuando terminamos sonrió. Se quedó encima de mi y aun penetrándome.

-         ¿fue lo que esperabas o di lástima?- pregunté sonriéndole.

-         Fue lo que siempre soñé bella, gracias- susurró- no sabes cuanto quise poseerte y que me pertenecieras solamente a mí. Es estúpido, pero… pero siempre tuve la esperanza…. Y para ti ¿Cómo estuvo?- preguntó sonriéndome picadamente y levantando las cejas.

-         Estuvo muy bien- dije acariciándole el cabello y atrayéndolo para poder besarlo.

-         Eres magnifica bella…. Magnifica- se salió de mi interior, se quitó el preservativo y se puso otro.- esta noche me perteneces a mí… a nadie más, esta noche te tomaré las veces que quiera, después esto quedara en el olvido- asentí eso era lo que deseaba oír, que para él quedara olvidada esta noche, como yo intentaría olvidarlo.

-         Entonces seré tuya toda la noche… solo tuya- en ese momento sentí como se adentraba nuevamente en mi interior, la sensación fue maravillosa otra vez… me dejé desear 2 veces más en esa noche, donde el alcohol aun corría por mis venas y donde aún no era capaz de darme cuenta de la gravedad de los hechos. El aroma a sexo y los gemidos eran el manjar de nuestra habitación.

 

 

 

 

 

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no me pueden odiar..... solo se le ocurrio a mi mente pervertida....... desde ahora viene la cuenta regresiva........ nada malo pasa como ya les aclare

 

se les quiere y de igual forma necesito que me dejen su opinion PLIIIIIIIIIIIIIIS

Capítulo 49: Luchando por mi 10% Capítulo 51: Lo estoy perdiendo todo

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de una larga Historia Capitulo 2: Por fin la espera se acabo...... Capitulo 3: Verdades Omitidas Capitulo 4: Me merezco una conversacion...(parte 1) Capitulo 5: Me merezco una conversacion..... (parte 2) Capitulo 6: Entendiendo el conflicto... Capitulo 7: Grandioso Domingo, Maldito Lunes... (Parte 1) Capitulo 8: Grandioso Domingo, Maldito Lunes (Parte 2) Capitulo 9: Conociendo al enemigo de Jake Capitulo 10: Amiga del Enemigo Capitulo 11: ¡Dios, lo siento tanto! Capitulo 12: La Pelea Capitulo 13: Llamada de Madrugada Capitulo 14: Alejate de mi Capitulo 15: Quiero conocerte mas Capitulo 16: ¡La amo, Bella! Capitulo 17: No tengo donde ir esta noche........ Capitulo 18: Soledad.... Capitulo 19: te amo, TE AMO!.... (primera parte) Capitulo 20: te amo, TE AMO! (Segunda parte) Capitulo 21: te amo, TE AMO! (Tercera parte) Capitulo 22: La conversacion Capitulo 23: Autentico Desconocido Capitulo 24: El tiempo pasa y el dolor aumenta Capitulo 25: ¡No puede ser! (1era parte) Capitulo 26: !No puede ser! (2da parte) Capitulo 27: ¡No puede ser! (3era parte) Capitulo 28: Esperando su llegada? (I) Capitulo 29: Esperando su llegada? (II) Capitulo 30: Reconciliacion Capitulo 31: Rosalie Capitulo 32: Emily Cullen Capitulo 33: Emily Cullen Capitulo 34: Debes descansar Capitulo 35: Pequeño Disgusto 1 Capitulo 36: Pequeño Disgusto 2 Capitulo 37: ¡SE ADELANTO! Capitulo 38: Desesperacion total Capitulo 39: Vuelve, por favor vuelve Capitulo 40: De vuelta en casa Capitulo 41: Años........... Capitulo 42: Enferma Capitulo 43: Herencia Capitulo 44: Vacaciones Capitulo 45: Vacaciones...2 Capitulo 46: Te vi? Te reconocí Capitulo 47: Reencuentro Capitulo 48: La verdad Capitulo 49: Luchando por mi 10% Capitulo 50: Puedo perderlo todo, menos las esperanzas?/ Reencuentro Capitulo 51: Lo estoy perdiendo todo Capitulo 52: Luz? I Capitulo 53: Luz? II Capitulo 54: Celos Capitulo 55: Reiniciando Capitulo 56: Una gran perdida Capitulo 57: Desesperación Capitulo 58: explicaciones Capitulo 59: Capitulo 60: Se marchó Capitulo 61: Felicidad Capitulo 62: Despertando Capitulo 63: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 1 Capitulo 64: ¿Tan fácil te olvidaste de mí? 2 Capitulo 65: De vuelta a la realidad Capitulo 66: Nuestras vidas Capitulo 67: Destino I Capitulo 68: Destino II Capitulo 69: The end (Imagenes) Capitulo 70: The end

 


 
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