Carlisle POV
Todo iba tan bien, el parto era limpio, salvo por el hecho que se estaba adelantando mi segunda nieta. Creo que nadie en el mundo salvo otro hombre en mi situación podría sentir la emoción que me invade en este mismo momento, sabiendo que seré el primero que reciba el cuerpecito caliente de mi nieta. Todo era perfectamente soleado, pero de un segundo a otro todo comenzó a nublarse.
- Salgan de aquí- grité en dirección a mis hijos, Alice estaba estática y Edward histérico.
- No me saques te lo suplico- rogó mi hijo.
- Necesito trabajar en ella, sáquenlos- pedí a los enfermeros, no era apropiado que Edward viera en esas condiciones a bella.
- ¡NO, ES MI MUJER Y TENGO DERECHO A ESTAR AQUÍ!- gritó, pero ya no podía observarlo, mis ojos estaban puestos en bella.
- ¡EDWARD SALE DE AQUÍ!- tuve que gritarle. Bella ya no respondía. El monitor marcaba que no había pulso. No podía creerlo.
- No hay pulso doctor.- agregó Britany la enfermera.
- Conducto- grite- despejen- pero bella no respondía. Mis ojos se estaban llenando de lágrimas, no podía creer que mi otra hija se estuviera muriendo.
- Nada- agregó Britany otra vez.
- Cargando… despeje- pero el monitor no marcaba diferencia. Bella se estaba yendo.- Vuelve bella, por favor vuelve- rogué.
- Doctor- agregó ella, dándome a entender que no había nada que hacer.
- no, No, NO- grite- ¡CARGANDO…DESPEJEN!- grité. Hubo un pequeño cambio, pero el monitor volvió a mostrar que no había pulso.
- Hora de la muerte…- agregó Britany dubitativa, era yo quien tenía que confirmarlo.
- Doctor…- pero la ignoré- Carlisle- agregó ella, sabia que no había más que hacer, pero no podía detenerme, se lo debía a mi hijo, a bella y a mi nieta.
- CARGANDO, DESPEJEN- y esto fue un milagro, el monitor volvió a marcar pulso. Mis ojos no aguantaron y me puse a llorar. Ella estaba viva, su pulso era débil, pero vivía, mi nuera, mi hija, la madre de mi nieta, estaba viva. Me quede por mucho estabilizándola, no sé realmente cuanto tiempo habría pasado, pero no me sentía capaz de dejarla en ningún momento, solo yo haría lo imposible si es que volvía a colapsar.
- La niña esta bien- agregó mi amiga. Recién pensé en verla, ni siquiera le habría dado la atención que merecía.- ahí esta.
- Es preciosa- el color de su cabello era igual al de Edward, mi miraba con unos ojitos expectantes, eran de un hermoso verde esmeralda. Su rostro estaba inquieto sabía que extrañaba a su madre. Debía de ir a ver a Edward y pedirle que entrara a verla ella lo necesitaba.
- Deberías salir a dar noticias a tu familia, llevas aquí más de 2 horas y no nos autorizabas para salir a decir nada, vislumbre a tu hijo y esta destruido.- confesó eso me descompuso, mi inconciencia debía tener de nervios tomados y de un pánico inexplicable a su hijo. Me saqué los guantes, el sombrero y la bata de operación y salí para dar las noticias.
Edward POV
Papá salió y me paré al instante, su cara denotaba cansancio.
- ¿Cómo esta bella?- me abalance sobre él.
- Estable- mi cuerpo se relajo, ame tanto esas palabras, aunque sabía que todo podía pasar, tenía mucha fe. Ella se recuperaría y podríamos llevarnos a nuestra hija a casa, verla crecer y consentirla.
- Dios, pensé lo peor…- agregué.
- ¿Cómo esta la niña?- preguntó Esme.
- Bien, ella esta perfecta y lista para conocerte- su rostro cambió, era de un orgullo paternal sobresaliente. Termino la oración mirándome.- ella necesita a su mamá, pero bella aun no despierta.
- Quiero verla- agregué.
- Vamos- dijo mi padre indicándome el pasillo. El pensó…
- No… a bella- confesé, no me estaba comportando como debía, pero necesitaba verla, necesitaba saber que ella estaba bien, que podía respirar, que se recuperaría, que esto era real.
- Edward… ammm… ve a tu hija- concluyo casi con tono de crítica.
- Ustedes la quieren conocer ¿no?- pregunté.
- Por supuesto hijo- agregó mi madre.
- Entonces, vallan ustedes primero, necesito ver a mi bella…- cuando termine mis ojos se llenaron de lágrimas. Carlisle suspiró y bajo la vista resignado.
- Ok… acompáñame.- dijo con tono neutral, quizás estaba decepcionado por mi proceder.
- ¿Qué harías si se tratara de Esme?- pregunté, no me gustaba que me criticara con su mirada. Me miró sorprendido como creyendo que no le harían jamás esa pregunta.
- Comprendo el punto hijo, pero la niña también te necesita, aparte bella no sabrá que estas acá.- agregó como si de eso se tratara el asunto.
- ¿Tú crees que esto se trata únicamente de que ella sepa que estoy aquí para hacerme pasar por un buen tipo? ¿por un prometido perfecto?- agregué sentido por su comentario.
- No me mal interpretes Edward, digo que ella no sabrá que estuviste aquí, encambio Renesmee a la que ni siquiera haz mirado si lo sabrá, ella te necesita, dios ¿es tan difícil de entender? Su madre esta ahí dentro, no la puede amamantar, a estado llorando desde que nació una enfermera tubo que darle el biberón con la formula Láctea y tu brillas por tu ausencia.- agregó mucho más indignado.
- No me critiques, por favor, solo quiero verla, besarla y voy a ver a mi bebé.- confesé. Al parecer comprendió mi necesidad por verla.
Estaba recostada en una cama conectada por todos lados, sus signos vitales eran estables. Estaba tan pálida, tan débil como sin vida. Me acerque rápidamente a su cuerpo, necesitaba su contacto, necesitaba sentirla entre mis manos y saber que estaba con calor corporal. Puse mi cabeza en su pecho y escuche sus latidos, ese era el remedio para mi dolor. Saber que su corazoncito aun repiqueteaba.
- Mi bella- susurre acercándome a sus labios, trate de besarle pero el tubo que tenía en su garganta me lo impedía un poco.- te juro que todo saldrá bien… por favor se fuerte y vuelve a mi, por favor Bella, vuelve a mi.- no pude retener el llanto, quería que esta situación fuese un sueño, que fuese como una premonición así como una película súper conocida que tiene 3 secuelas. Me gustaría estar en la casa y poder detener mis entupidas manos y no dañarla. Si no hubiésemos intentado hacer el amor nada de esto estaría pasando.- te amo mi bella, lo siento, lo siento tanto.
Susurré, me quedé ahí con ella no sé cuantas horas, solo quería estar entrelazando sus manos.
- la vamos a trasladar a su cuarto- agregó Britany, la enfermera de confianza de mi padre.
- Ok- conteste resignado a esta situación, ella no despertaría por mucho rato.
- Ella es muy fuerte- confesó la chica- y va a estar bien, si no se dio por vencida antes, no lo hará ahora Cullen.- agradecí sus palabras, mientras acarició mi espalada. Ella era una chica tan buena y diferente a todas, incluso fue la única chica a la que nunca le insinúe nada, porque pensé que podría gustarme si es que me mezclaba en su vida. Aunque en realidad ella nunca expreso algún sentimiento un por mí, a ella le gustaba mi hermano Emmett, pero al parecer cuando este empezó a salir con Rossi, ella puso una brecha entre él y sus sentimientos.
- Gracias- los acompañe hasta que entramos en la habitación donde estaban las cosas de bella.
- Bueno, aquí quedará y yo seré su enfermera de turno, no le sacaré los ojos de encima y cualquier cambio que presente no dudaré en avisarte, pero lo primero debe ser lo primero ¿no crees?- agregó ella y el peso cayó sobre mis hombros, prometí que iría a ver a mi hija y no lo hice.
- ¿Dónde esta?- pregunté, ella sabía muy bien a lo que me refería.
- Al final del pasillo, esta toda tu familia ahí, pero no es lo que ella quiere…- agregó sonriéndome- ni lo que necesita.
Deposite un besito en los labios de mi preciosa mujer y salí del cuarto. Me dirigí al final del pasillo y vi a la patota que conformaba mi familia, estaban en una sala privada, creo por influencias de Carlisle, ya que la niña debería estar con todos los otros bebés recién nacidos.
Cuando entre vi a Esme con los ojos llorosos, mi madre nunca terminaría de emocionarse con la llegada de sus nietas. Papá me miró dando a entender que debía haber estado hace rato ahí.
- La niña no para de llorar y Carlisle dice que tiene fiebre- agregó mi madre mirándome con mucho temor.- no a querido tomar formula.- me acerqué y la vi, estaba llorando mucho y su cara era de un color rojo intenso pero por sobre todo ello, era igual a bella, era su carita en miniatura, sus ojos no los podía ver porque estaban cerrados y su cabello oculto bajo el gorrito azul fuerte que bella había escogido.
- Ya no sabemos que hacer- agregó Alice con carita de nervio.
- Bebé- dije acercándome- ¿Por qué lloras mi Renesmee?- le pregunté dulcemente mientras Esme la ponía en mis brazos.
- Mírala- agregó Alice. La niña se había callado y casi, casi podaría decir que me reconoció. Subió una de sus manitos a mi cara.
- Hola mi bebé- derepente abrió sus ojitos, y vi un verde esmeralda cristalino. Subí mi mano para acariciar su rostro mientras ella acariciaba el mío, la despojé de su su gorrito y me puse a llorar, su cabecita estaba poblada por pelusitas onduladas de un rojo cobrizo.
- Es igual a bella, pero con tu cabello y ojos- agregó mamá mientras se acercaba a mí. Renesmee no dejaba de observarme, tenía sus cejas fruncidas y una o en sus pequeñitos labios, su naricita poblada de puntitos.
- Te amo- le dije y sus manitos se posicionaron en mi rostro.
- Toma- dijo mi padre acercándome un biberón.- quizás a ti te quiera recibir. Me senté en un silloncito al lado de la cunita de la niña y la acomode para que estuviera muy a gusto.
- ¿Por qué me miras así? Soy yo mi carita de ángel, papito- y le trate de poner el biberón en la boca, ella abrió su boquita al instante y empezó a tomarse la formula.
- Wow, ella te reconoció, ella reconoció tu voz- dijo Alice dando saltitos.
Si, me había reconocido, reconoció mi voz. Mi hija, era una palabra tan inmensa, ella era tan única y especial, es hermosa. Tan linda como mi bella y con algunas cosas a mí. Esta escena sería perfecta si bella estuviese amamantándola.
__________________________ disculpen el atraso, no e estado en mis mejores dias
besitos y porfa siganme apoyando....
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besitos
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