Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220929
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 10: Tocando el cielo

Edward POV

La suave luz del sol se había empezado a colar por la ventana de mi habitación indicando que ya había amanecido. La piel de Bella se veía realmente hermosa cuando los rayos del sol incidían en su espalda desnuda.

Había pasado la noche con la mujer más maravillosa del mundo, y ahora había despertado con ella en mi cama. La sensación era maravillosa, y quería tenerla así el resto de mi vida.

Se removió algo inquieta y frunció el ceño, se estaba despertando.

- Buenos días Bella durmiente – susurré en su oído.

Una sonrisa se extendió por sus labios sin abrir los ojos. Era realmente hermosa, tanto que mirarla era mi perdición…
Bella abrió sus ojos chocolate y se quedó mirándome aún con una sonrisa en sus labios. Su reacción me cogió totalmente desprevenido. Se incorporó sobre sus codos y se acercó a mí pegando su cuerpo al mío, sintiendo como su piel acariciaba mi piel. Sus pezones hacían cosquillas en mis pectorales, y esto estaba provocando que mi erección creciese por momentos. Ya estaba excitado solo con mirarla, así que soldarme a ella piel con piel o ayudaba en absoluto a tener mis instintos a ralla.

- Buenos días Edward Cullen – dijo Bella con sus labios pegados a los mío. Oír mi nombre de sus labios era maravilloso.

Al parece notó mi erección, ya que metió una de sus manos entre las sabanas y la llevó hasta mi miembro erecto, el cual empezó a masajear delicadamente mientras me besaba.

- Bella…amor… - intentaba decir entre jadeos – si sigues así no sé si voy a poder controlarme y te voy a atar a la cama todo el día – conseguí decir.
- Y quien dice que quiero que te controles? – dijo juguetonamente.

Empezamos a besarnos apasionadamente, mientras yo jugaba con sus pechos ella seguía masajeando mi erección.

- Ahora vuelvo – me dijo Bella de modo seductor.

Se alejó de mí y se metió bajo las sabanas, yo no entendía que estaba pasando y no sabía si había hecho algo mal, pero lo que pasó a continuación no dejó que siguiera pensando en ello…

Bella bajó hasta mi erecto pene y se lo metió en la boca, haciendo que se me escapara un gemido de placer. Tiré las sabanas de la cama hacía atrás para poder verla mientras lamia y masajeaba mi miembro.

Mirarnos a los ojos mientras ella succionaba mi pene y lo lamia, aún me excitaba más, pero me faltaba algo, tenía ganas de tocarla y darle yo también placer.

- Eso es trampaaa – dije con la voz alterada por la excitación. Ella me miraba divertida – Solo estás jugando tu.
- Ya llegará el momento en que te toque jugar a ti – dijo pícaramente.

Juro que esta mujer iba a matarme de placer.
Me abandone al placer de las caricias de Bella, hasta que llegó un momento en el que no pude más y tu que rogarle, suplicarle que me dejase hacerle el amor.
Bella accedió pero no me dejó moverte. Se montó sobre mí y se introdujo mi pene en su húmeda entrada. No estaba dentro, ella lo tenía sujeto con su mano y jugaba con la punta de mi pene en su entrada.
Eso me estaba volviendo loco. Notaba su calor, su humedad y tenía ganas de entrar en ella, pero esos preámbulos no me disgustaban en absoluto y solo hacían que cada vez me excitara más.

Finalmente Bella se introdujo mi miembro por completo, momento en el que clavó sus manos en mi pecho para sujetarse, mientras tiraba la cabeza hacia atrás con un gemido de placer.
Me encantaba verla así de excitada y saber que el causante era yo. Eso a mi ego masculino le daba alas.

Bella empezó a moverse rítmicamente mientras nuestras respiraciones iban subiendo su ritmo. Notaba mi corazón atronando en mis oídos. Alargué mis manos para tocar los pechos de Bella, eran perfectos.

Noté como estaba a punto de llegar al orgasmo y ella me iba a acompañar. Ambos empezamos a movernos más rápido y a jadear y pronunciar nuestros nombres, hasta que estallamos de placer.

Sin sacar mi miembro de su interior, Bella se recostó sobre mi pecho. Su cabello me quedaba a la altura de la nariz y podía oler su aroma de fresas, era muy agradable tenerla tan cerca.

- Creo que tendría que irme a la habitación de Alice a darme una ducha y vestirme antes de que el resto de la familia se despierte… - dijo algo sonrojada.
- Puedes ducharte aquí conmigo – le dije a Bella divertido.
- Edward Cullen, recuerdas que estamos en casa de tus padres? Ya es bastante embarazoso pensar que hemos dormido juntos y algo más…como para que encima me pillen en tu ducha.

Estaba totalmente sonrojada, y yo disfrutaba viendo su rostro carmesí cuando me regañaba.

- Está bien, pero desayunarás conmigo? – le dije divertido.
- Yo ya he desayunado – la respuesta de Bella provoco que ambos empezáramos a reírnos notando que yo seguía dentro de ella, y que el movimiento de nuestros cuerpos al reírnos estaba provocando que mi pene volviera a tener vida propia.

Bella se dio cuenta y se levantó para vestirse, dejando un gran vacío junto a mí. No me gustaba esa sensación, necesitaba tenerla cerca.

- Creo que será mejor que me vaya o no conseguiremos despegarnos en todo el día.

Mientras se colocaba su ropa interior y su pijama, no podía apartar la vista de su cuerpo. Sabía que aquello me iba a costar una ducha de agua fría, pero no podía evitar mirarla, esa mujer era la perfección.

Me levanté de la cama y me acerqué hacía Bella, mientras veía como sus ojos me recorrían toda mi anatomía.

- Te veo en el desayuno – le dije divertido mientras me iba a la ducha.

Entré en el baño y oí resoplar a Bella y luego como se abría y cerraba la puerta de mi habitación.
No pude evitar que una sonrisa adornase mi cara el resto de la mañana. Estaba feliz, dichoso, y había encontrado a una persona maravillosa. Atrás quedaban mis noches de soledad y lamentos por lo que pasó con Tania, ahora me daba cuenta que en realidad no la había amado, o no al menos como amaba a Bella. Este sentimiento era mucho más fuerte que el que había sentido alguna vez por Tania. Se parecía más a una necesidad. Bella era algo que necesitaba, como el aire para respirar, la comida para nutrirme y el resto de cosas que necesitaba para vivir, en los que ahora en esa lista Bella estaba en primer lugar.


Bella POV

Salí de la habitación de Edward aún en estado de shock. Era asombroso el cuerpo que tenia, y más aún el placer que sabia dar con cada parte de su anatomía.

No tenía ni idea de la hora que era, pero parecía que no se oían ruidos en el pasillo. Cuando puse mi mano sobre el pomo de la puerta de la habitación de Alice me quedé congelada en el sitio cuando se abrió la puerta de la habitación de Emmet. Rosalie salía también a hurtadillas de la habitación, y ambas nos quedamos mirándonos al principio asustadas hasta que reaccionamos al ver que éramos nosotras dos.

- Ahora regresas? – preguntó Rosalie regañándome.
- Y tú? O me vas a decir que has ido a darle los buenos días a Emmet?

Ambas empezamos a reírnos y a mandarnos callar la una a la otra para no hacer ruido.
Entramos en la habitación de Alice y tanto la cama de Alice como la mía y la de Rose estaban intactas. Alice tampoco estaba ni en la habitación ni en el baño. Ambas nos mirábamos extrañadas, hasta que la puerta de la habitación se abrió mientras Alice entraba de puntillas cerrando la puerta con cuidado.

- Tranquila Alice que no vas a despertar a nadie – le dijo Rose sorprendiéndola, cosa que provocó que Alice pegara un brinco que casi se cuelga de la lámpara del techo.
- ROSALIE HALE! Es que quieres que me de un ataque al corazón? – preguntó Alice molesta.

Alice desvió su mirada a las camas que estaban hechas.

- Si que han madrugado e hicieron las camas también? – preguntó Alice sarcásticamente. De sobras sabía que no habíamos pasado la noche en su habitación.

Las tres estallamos en carcajadas y seguidamente establecimos los turnos de ducha. Alice nos cedió el baño, ya que éramos las invitadas, mientras iba a su armario para decir que modelito se colocaría hoy.

Rose se duchó primero, ya que ella necesitaba más tiempo para arreglarse el pelo, así nos dejaba margen a mí y a Alice.

Yo no me secaba el pelo habitualmente, pero para mi sorpresa cuando salí de la ducha Rosalie me esperaba con el secador y el cepillo para secarme el pelo. Ella ya se había arreglado el suyo dejándolo totalmente liso.

Alice se fue al baño y Rosalie secó mi pelo haciendo unas ondas en las puntas. Era fantástica con estas cosas.

Alice salió del baño con el pelo ya arreglado y lista para vestirse.

Cuando estuvimos listas salimos de la habitación para bajar a desayunar a la cocina.
Cuando bajábamos las escaleras notamos el olor a café y tostadas recién hechas que salía a nuestro encuentro, y cuando llegamos de la cocina ahí estaba él.

Edward estaba junto con Esme su madre, y estaban preparando el desayuno para todos. Cuando me vio entrar en la cocina se acercó hasta mí y me dio un abrazo para atraerme hasta su cuerpo. Besó mi coronilla y me susurró al oído…

- Buenos días otra vez – me dijo cariñosamente.

Mi cuerpo se estremeció al notar su aliento cerca de mi oreja y mi cuello, y a él se le escapó una risita mientras se alejaba de mí hasta la tostadora.

Esme nos miraba con una sonrisa maternal en su rostro. Se la veía feliz.

- Buenos días chicas – nos dijo Esme a las tres.

Nos sentamos en la mesa de la cocina y en ese momento llegarón Jasper y Emmet.

- Buenos días preciosa – le dijo Emmet a Rosalie dándole un beso en los labios, nada casto para dar los buenos días.
- Buenos días osito – contestó Rosalie acariciando su mejilla.

Mi amiga estaba feliz, y yo me sentía también feliz de verla a ella tan enamorada.

Jasper se acercó a Alice y le dio un beso en la mejilla.

- Hola amor – dijo Jasper tímidamente. Estaba claro que las muestras de afecto en público no han sido nunca el fuerte de Jasper. Desde que yo lo conocía no lo había visto nunca con ninguna chica, incluso llegué a pensar que quizás sus gustos eran otros, pero ahora sabía que no había encontrada la adecuada hasta que conoció a Alice.

Alice se giró y le devolvió el beso a Jasper pero en los labios, colgándose de su cuello y pegando su cuerpo al de él.

- Bueno días cariño – le dijo Alice divertida.

Jasper se puso colorado como un tomate, no estaba acostumbrado a esas muestras de afecto tan efusivas.

- Desayunamos ahora que estamos todos? – dijo Esme, cosa que me sorprendió, ya que Carlisle no estaba.

Esme pareció notar la interrogación pintada en mi cara.

- Carlisle tuvo que salir temprano al hospital, tuvo una urgencia, así que no nos acompañará para desayunar, pero espera poder reunirse con nosotros para comer.

Era maravilloso pensar en que iba a pasar el resto del día con Edward y con su familia, pensar en que justo íbamos a desayunar y todavía nos quedaba toda la mañana y la tarde, hacía que mi humor fuese muy bueno.

Capítulo 9: Fiesta de pijamas Capítulo 11: Un día maravilloso

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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