Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220954
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 2: Mi destino.

Bella POV

 

Salí del edificio lo más rápido que pude. Ni siquiera saludé al guarda de seguridad que había en la planta baja. Necesitaba salir de allí.

Notaba que me faltaba aire, me costaba respirar.

 

Cuando salí a la calle no recordaba donde había aparcado el coche. Tenía la cara bañada en lágrimas y estaba allí parada en medio de la acera sin saber hacía que dirección dirigirme.

No conseguía pensar con claridad, todo estaba sucediendo como a cámara lenta, y yo necesitaba cuanto antes despertar de aquella pesadilla.

 

Conseguí calmarme y recordar dónde tenía el coche, estaba en el aparcamiento frente al edificio de oficinas donde trabajaba Jacob.

 

Avancé hasta el borde de la acera y crucé la calla precipitadamente.

Oí el sonido de un claxon y un frenazo. El coche se acercaba hasta mi posición…todo se volvió negro.

 

 

 

Edward POV

 

La mañana había sido tranquila en el hospital. En urgencias no había mucho movimiento. Sólo habían entrado dos niños que se habían hecho daño peleándose en el jardín de infancia y hubo que darles algunos puntos. Luego entró una chica que se había caído en casa haciendo la limpieza, nada serio, sólo una pequeña fractura en el cúbito.

 

No había visto a mi padre en todo el día, había junta directiva, y los días de juntas era difícil vernos, pero habíamos quedado a la hora de comer en la cafetería del hospital, ya que por la tarde tenía más reuniones y no le daba tiempo de ir a casa a comer. Y yo por mi parte tenía turno de doce horas y tampoco iría a comer fuera del hospital.

 

Estaba en urgencias hablando con una de las enfermeras, Jessica. Había salido algunas veces con ella y me sentía a gusto en su compañía. Era guapa, inteligente y soltera. Igual que yo, desde que rompí mi compromiso con Tania, no había vuelto a tener una relación seria, no la necesitaba ni la buscaba.

 

Tania había sido hasta hace poco más de un año mi novia y prometida, hasta que un día al llegar al apartamento que compartíamos antes de la hora habitual, la encontré en la cama con Mike Newton, uno de sus compañeros  de trabajo con el que últimamente parece que pasaba demasiado tiempo.

 

Yo no le di importancia al hecho de que pasara tanto tiempo con él, hasta que los encontré en nuestra cama.

 

Tania intentó justificarse al principio, y luego me culpó de su infidelidad diciendo que había sido yo quien la había arrojado a los brazos de Mike, por mis horarios y mi falta de “dedicación” a nuestra relación.

 

Terminé con ella y ese mismo día recogí mis cosas y me mudé a casa de mis padres de nuevo. En unos meses cuando me sentí preparado me mudé a un apartamento a vivir solo.

 

De pronto nos avisaron que en unos minutos la ambulancia llegaba con un trauma por accidente de coche.

 

Todo el equipo de urgencias se puso en marcha. Yo era el médico de guardia, así que atendería el trauma con el resto del equipo de urgencias.

 

Nos preparamos con el atuendo adecuado y nos fuimos a la entrada de urgencias de las ambulancias a esperar su llegada.

 

 

Bella POV

 

Desperté acostada en una…camilla?. Un hombre me hablaba, pero con un ruido de sirena de fondo no conseguía oírlo. Estaba aturdida y no entendía lo que me estaba preguntando.

 

-      Isabella? Como te encuentras? Isabella me escuchas? – me decía el hombre vestido de paramédico.

 

No conseguía enfocar mi vista bien y vocalizar. Llevaba una mascarilla puesta e igualmente me costaba respira. Sentía como una presión en el pecho, como un peso.

Intenté incorporarme y el paramédico me lo impidió.

 

-      Señorita por favor no se levante, vamos camino del hospital y es mejor que se mantenga lo más quieta posible hasta que los médicos la examinen, puede tener daños internos.

 

Daños internos? De que hablaba?

Poco a poco conseguí recordar. A Jacob a medio vestir con Victoria, eso hizo que los ojos se llenaran de lágrimas y el paramédico se preocupó.

 

-      Se encuentra bien? Siente algún dolor? Si lo necesita le pondré más calmante – dijo el paramédico de modo profesional.

 

Negué con la cabeza. Ya recordaba el coche. Había cruzado la calle sin mirara y el coche no tuvo tiempo de frenar.

 

-      Fue culpa mía – le dije – crucé la calle sin mirar, iba muy aturdida.

 

-      Ahora no se preocupe de eso señorita, debe preocuparse por usted y por su salud.

 

Mis ojos que ya estaban a rebosar de lágrimas acabaron por desbordarse. Me puse a llorar desconsoladamente, y el paramédico inyectó un líquido con una jeringuilla por la intravenosa que tenia colocada.

 

Empecé a sentirme soñolienta, me pesaban los parpados, y no sabía si iba a aguantar mucho más rato despierta.

 

-      No se preocupe, solo es un sedante, en un rato llegaremos al hospital.

 

Oí la voz del paramédico como si me hablara desde el otro lado de una habitación vacía, como con eco.

Me sumí en un estado de semiinconsciencia, escuchaba lo que pasaba a mí alrededor, pero era como estar en un sueño. No conseguía abrir mis parpados ni moverme.

 

La ambulancia se detuvo y me movían, alguien se acercó a mí y abrió uno de mis ojos enfocando con una luz. Era molesta, Luego me enfocaron el otro ojo. Quería protestar y decir que me molestaba esa luz, pero desapareció, ya no me enfocó más.

 

-      Informe del trauma – pregunto una voz masculina.

 

 

Edward POV

 

-      Informe del trauma – pregunté al paramédico que venía con la persona de la ambulancia, siguiendo el procedimiento habitual.

 

Entramos con la camilla a uno de los box de urgencias.

Me puse a trabajar sin prestar atención en la persona que venía tumbada en la camilla. Era una chica joven, y guapa. Revisé la contracción de sus pupilas con la linterna. Buena contracción, no habían daños neuronales.

 

El paramédico me dio el informe.

 

-      Mujer, 23 años. Ha sufrido un atropello. Presenta contusiones en las piernas y dificultad respiratoria. Tiene una laceración en la ceja derecha, creo que va a necesitar algún punto. Se le ha inyectado analgésico, pero estaba muy desorientada y nerviosa, quería levantarse en la camilla de la ambulancia y le he inyectado 50 miligramos de sedante. Está estable.

 

-      Bien, gracias Erick – le dije despidiéndolo para seguir trabajando – Jessica, necesito placas completas, y a su regreso coseremos esa ceja – no quería dejar nada por revisar, y menos con un atropello.

 

Jessica ya venía con una bolsa para guardar la pertenencia de la chica, su bolso y sus zapatos, el resto de la ropa  iba a quedar inservible. La chaqueta que llevaba a juego con la falda tenía una manga descosida desde el hombro. La falda seguía entera, pero íbamos a cortarla para examinar a la paciente, no quedaría nada.

 

Irina la otra enfermera de mi equipo ya había empezado a cortar su falda y la camisa que había bajo la chaqueta. La chica, Isabella, así se llamaba, ya estaba en ropa interior.

 

Tenía un cuerpo bonito, incluso en ese estado podía darme cuenta de ello.

“Edward céntrate, eres medico, ella es tu paciente y debes salvarle la vida”

 

Una vez monitorizada y después de comprobar que no tenía ninguna hemorragia interna, Jessica e Irina se llevaron a Isabella a hacer las placas. Las había pedido urgentes, así que en quince minutos estarían en el mostrador de urgencias.

 

Mi padre entró a urgencias. Cuando lo vi miré el reloj. No me había dado cuenta que ya era la hora de comer.

 

-      Lo siento papá estoy esperando las placas de un trauma que acaba de entrar – le dije apenado.

-      No te preocupes, iré a buscar algo de comida a Angelos y comemos en mi despacho, te parece?

-      Gracias papá – conteste.

 

En ese momento llegaron Jessica e Irina con la paciente, Isabella.

Seguía inconsciente. Ya le habían puesto un camisón del hospital.

 

La dejaron en el box en el que habíamos estado atendiéndola.

Yo seguí en el mostrador esperando las placas. A los diez minutos llego Lauren con las placas que esperaba.

Me entregó el sobre y me acerque a uno de los cuadros visualización de radiografías.

 

Todo estaba bien, ni huesos rotos ni hemorragias, sólo contusiones y magulladuras. Ahora solo quedaba dar unos puntos en su ceja.

 

-      Jessica prepara el quit de sutura con hilo del 2.5 para el box 5.

-      Si doctor Cullen enseguida – contestó Jessica.

 

Cuando llegué al box ella ya estaba despertando, se estaba acabando el efecto del sedante.

 

-      Hola Isabella, soy el doctor Cullen, estas en el hospital – le dije suavemente.

 

Cuando por fin abrió del todo sus ojos me quedé parado en el sitio.  Esos ojos color chocolate que me miraban intensamente me habían atrapado.

 

 

 

 

Bella POV

 

Estaba aturdida, no lograba enfocar mi vista. Lo último que recordaba era al paramédico camino del hospital.

Oí una voz cerca de mí.

 

-      Hola Isabella, soy el doctor Cullen, estas en el hospital – me dijo una voz suavemente.

 

Conseguí abrir los ojos y me quedé allí atrapada en un mar de color verde esmeralda que me miraba. No conseguía decir nada, solo estaba mirando con mis ojos como platos una mirada que me observaba.

 

Por fin pude procesar las palabras que había escuchado, estaba en el hospital, y él debía ser mi médico.

 

-      Como te encuentras Isabella? – me preguntó

-      Algo aturdida – conseguí responder, pero no sabía si estaba aturdida por el accidente o por el médico.

-      Recuerdas algo de lo que pasó? Que día es hoy? – preguntó el doctor.

-      Emmm, si crucé la calla sin mirar, viernes 25 de Marzo de 2011 – contesté.

-      Bien, veo que ya estas recuperándote – contestó con una media sonrisa torcida que me dejó sin aliento.

 

Tomó una carpeta que había a los pies de mi cama y anotó algo.

 

-      Tengo que coserte esa ceja, o de lo contrario te va a quedar una buena cicatriz – me dijo él señalando mi rostro.

-      Oh! – me lleve instintivamente mi mano hacia la ceja y antes de que me tocara la herida el doctor Cullen me lo impidió. Cuando su mano entró en contacto con la mía sentí un escalofrío, pero no era para nada desagradable.

-      Será mejor que no te toques esa herida, podría infectarse – me dijo muy serio.

 

Vi como se giraba hacía una mesa con el instrumental necesario para suturarme. Estaba acostumbrada a todo aquel material, pues mi padre era médico en Forks, en el pueblo donde había vivido hasta hacía algunos años.

 

Tomó una jeringuilla para pincharme algo de anestesia.

 

-      No la necesito – le dije

 

Se quedó mirándome con cara de sorpresa.

 

-      Si que eres valiente – dijo divertido – pero yo soy el médico y por lo tanto decido yo si es preciso o no anestesia, te parece? – dijo con una sonrisa aún en sus labios.

-      Está bien – no quería discutir, sólo quería que me cosiera la ceja y salir de allí cuanto antes. Necesitaba un baño y pasar una semana entera bajo las sabanas.

Y ahora que pensaba en ello, debía ir al apartamento que compartía con Jake a recoger mis cosas, no me quedaría allí ni un minuto más.

 

El doctor Cullen me pinchó la anestesia. Realmente tenía buena mano, no sentí el pinchazo.

 

 

Edward POV

 

Aún podía notar en mi mano la descarga eléctrica que me había producido tocar su piel. Algo extraño me sucedía con aquella chica, y no sabía decir de qué se trataba exactamente.

 

Mientras ella andaba metida en sus pensamientos yo le pinche la anestesia. Quería coser la herida sin temor a que ella sintiera dolor alguno mientras lo hacía.

 

Empecé a coser la herida y ella cerró sus ojos. Estaba tranquila, parecía que estaba dormida.

 

-      Listo, ya tienes la herida suturada – le dije.

-      Es usted muy rápido con la aguja doctor Cullen – le dije sonriendo. Porque diablos me había puesto a coquetear con él?

 

Estaba segura que tenía un aspecto horrible, toda sucia y magullada y con el camisón del hospital…un momento…CON EL CAMISÓN DEL HOSPITAL!!! Y quien diablos me lo había puesto? Espero que no fuese él.

 

-      Sucede algo? – preguntó el doctor Cullen.

-      No nada, solo pensaba dónde estaría mi ropa – mentí.

-      Me temo que tuvimos que cortarla para poder examinarla con la mayor celeridad posible, de todos modos estaba rasgada y dudo que se la hubiera podido poner en alguna otra ocasión.

 

Bueno quizás él no me puso el camisón, pero sí está claro que estaría presente cuando me quitaron la ropa, y sin duda había sido él el que me había examinado. Porque siempre aparecen los médicos guapos en las situaciones más embarazosas?

 

-      Y mis cosas? Necesito mi teléfono para poder llamar que me traigan algo de ropa.

-      Ahora aviso a una enfermera para que le entregue todas sus pertenencias – dijo él en tono profesional.

-      Bien respondí.

-      Se quedará a pasar la noche aquí en observación y mañana le daré el alta y podrá irse. Ahora si me disculpa rellenaré todo el papeleo para que pueda irse cuanto antes – dijo él muy serio.

 

Yo solo asentí y me quedé en la camilla. Fantástico tenía que pasar la noche en el hospital.

En un par de minutos llegó una enfermera con una bolsa de plástico y me la entregó.

 

-      Señorita Swan aquí tiene.

-      Gracias.

 

Busqué en la bolsa a ver donde tenía mi teléfono, necesitaba llamar a Rosalie para que me trajera algo de ropa y viniera a recogerme al hospital.

 

Al coger mi teléfono de mi bolso, tenia 30 llamadas perdidas, todas eran de Jake, algunas desde la oficina, desde casa y otras desde su teléfono móvil.

Borré la lista de llamadas completa y llamé a Rosalie.

No conseguí tranquilizarla y evitar que viniera al hospital, por mucho que le dije que debía pasar la noche en el hospital que por la mañana nos veriamos, no hubo modo alguno.

 

-      QUE CLASSE DE AMIGA CREES QUE SOY? COMO TE VOY A DEJAR TODA LA NOCHE SOLA EN EL HOSPITAL?  - dijo Rosalie dolida.

-      Rosalie en serio que no es nada, el médico quiere que me quede en observación por si apareciese algún coagulo en la cabeza o algo. Es el proceso rutinario después de un trauma por accidente.

-      BELLA! en media hora estoy en el hospital!!!!!!

 

Suspiré exasperada, Rosalie era imposible.

 

-      Veo que sabe mucho de traumas? – dijo el doctor Cullen consiguiendo que me asustara, no lo había oído llegar.

-      No mucho, lo que le he escuchado decir a mi padre – contesté.

-      A que se dedica su padre? – preguntó intrigado?

-      Es médico.

-      Quizás lo conozca, como se llama?

-      Oh…no, él no trabaja aquí en New York, trabaja en un pueblecito de Washington llamado Forks.

-      Ah…entiendo – dijo pensativo.

-      Se llama Charlie Swan – le dije, no quería que pensara que le mentía o no quería decirle el nombre de mi padre.

-      Creo que no lo conozco, pero quizás mi padre si, él conoce a gente de muchos hospitales, ha viajado mucho por todo el país – dijo él.

-      Su padre también es médico? – pregunte con curiosidad.

-      Si, trabaja en éste mismo hospital – dijo él sonriendo.

 

Tenía que reconocer que aquel médico era agradable, y guapo, pero esto era un tópico, lo del médico guapo que te atiende en el hospital y está casado con alguna enfermera…

 

-      Bueno la dejaré para que pueda descansar señorita Swan – dijo él muy serio.

 

Yo solo asentí y me tiré en la camilla. Necesitaba poner en orden mis ideas después de todo lo que había pasado ese día.

Capítulo 1: Sorpresa inesperada. Capítulo 3: Vagando por mi mente

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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