Bella POV

Estaba de vuelta en New York. Alice y Rosalie me habían conseguido un nuevo apartamento cerca del trabajo, eso me dejaba más tiempo para poder dormir, ya que podía levantarme algo más tarde e ir al trabajo andando, no necesitaba ni metro ni taxi, cosa que me alegraba. Me gustaba caminar por la ciudad y ver a la gente y la vida de la city. Era algo que me fascinaba de New York, la convergencia cultural de la gran manzana.
Me reincorporé al trabajo y todos me recibieron con mucho cariño, echaba de menos a mis compañeros de la oficina, entre todos éramos como una gran familia.

Volví al gimnasio a trabajar con Aro, y Alice se apuntó a las clases también. Sabía que a Alice no le hacía ninguna gracia aquello, pero lo hacía más por estar algún tiempo conmigo que por la defensa personal.

Alice había intentado hablar sobre Edward pero no se lo había permitido, deseaba que fuera feliz con Tania, pero no tenía intención de conocer los detalles.

Cambiamos las clases del jueves al viernes, así llegaba más tarde a casa y los fines de semana no se me hacían tan largos. Añoraba Forks y la calidez de la casa de mis padres.

Después de dos semanas ya de vuelta en New York, éste viernes Alice se vendría a dormir a mi apartamento con Rosalie, íbamos a hacer una fiesta de pijamas. Ya teníamos un arsenal de golosinas, palomitas y películas en dvd. La noche prometía.

Acabamos la clase en el gimnasio y Rosalie nos esperaba en recepción, quería evitar ir al edificio donde Edward tenía su apartamento, no me apetecia cruzarme con él y con Tania.

Llegamos a mi apartamento en el coche de Rosalie, ya que Alice había dejado el suyo en mi casa para poder volver juntas en un solo coche.

Hizimos las palomitas, cogimos los refrescos y las golosinas y nos plantamos en la sala a charlar un rato antes de ver alguna película.

Rosalie nos estuvo contando curiosidades de vivir con Emmet, era muy divertido su osito, como le llamaba cariñosamente, y se notaba que ambos eran felices compartiendo su vida juntos.

- Bella, has pensado en hablar con Edward – preguntó Rosalie. Me tensé ante su pregunta y negué con la cabeza.

- Rosalie no te esfuerces, he intentado hablar con ella mil veces y sale huyendo sin dejarme hablar – dijo Alice resignada.

- Y lo volveré a hacer si el tema de ésta noche va a ser Edward – dije empujando a Alice amistosamente.

- Bella, creo que por la amistad que tenemos nos merecemos que por una maldita vez en tu vida nos dejes hablar, nos escuches y luego si quieres no volvemos a tocar el tema – dijo Rosalie enfadada.

- No entiendo el punto de todo esto Rosalie, en serio que no. Edward y yo no estamos juntos. Él ha vuelto con Tania, y yo estoy esperando a mi principie azul, fin de la historia.

- Veras Bella es que la cosa no es como tú crees, ese es el punto – dijo Alice también algo molesta.

- A no, bueno perdón creo que moriré en el intento esperando a otro Edward en mi vida – eso sí sería correcto, no creo que encontrase a nadie que pudiese ocupar el lugar que Edward había ocupado y ocupaba en mi corazón.

- MALDITA SEA BELLA! ERAS MUY TESTARUDA! DEMASIADO, Y ESO NO TE VA A TRAER NADA BUENO EN LA VIDA! – dijo Rosalie poniéndose en pie y sacudiéndose las palomitas de su regazo.

- Rosalie yo no…. – estaba realamente molesta, y no entendía aún el porqué.

- TU NO NADA BELLA! NO ESCUCHAS A NADIE, DAS LAS COSAS POR SENTADAS, Y LO PEOR ES QUE TE EQUIVOCAS DE CABO A RABO! – dijo Rosalie alterada.
- Rosalie calmate – terció Alice.

- NO ME CALMO, YA ESTOY HARTA, Y LE GUSTE O NO VA A ESCUCHAR TODO LO QUE TENGO QUE DECIRLE!! SE ACABÓ EL TENER CONTEMPLACIONES CON LA POBRE BELLA, PORQUE ELLA NO LAS TIENE CON LOS DEMÁS, Y MUCHO MENOS CON EDWARD

No podía creer lo que estaba escuchando, Rosalie estaba defendiendo a Edward, vale que no era un ogro y no tenía toda la culpa de lo que había pasado entre nosotros, en eso estábamos empatados, pero de ahí a defenderlo a capa y espada había un trecho.

Noté como mis ojos se llenaron de lágrimas mientras veía la cara de enfado de Rosalie, la conocía bien, y sabía que no había hecho más que empezar.

- ESTUVO MAL QUE EDWARD TE OCULATASE LO DE JACOB, PERO SOLO LO HACÍA PENSANDO EN TU BIENESTAR EMOCIONAL, PENSABA DECIRTELO, PERO TU TE ENTERASTE ANTES DE QUE ÉL TUBIESE LA OCASIÓN DE EXPLICARSE, Y BIEN TE ENFADASTE CON ÉL.  LUEGO TU DECIDES CON ELLA – dijo señalando a Alice – DEDICARTE A MENTIRLE Y A IRTE CADA TARDE AL GIMNASIO A SUS ESPALDAS. QUE CONSTE QUE ENTIENDO TU POSTURA, PERO NO ERA NECESARIO MENTIRLE. Y LUEGO PARA COLMO, AHÍ SI QUE TE TENGO QUE DAR LA RAZÓN, ÉL CONTRATA UN SERVICIO DE PROTECCIÓN PERSONAL SIN CONSULTARTE, PERO LO QUE HICISTE LUEGO BELLA, ESO NO SE HACE, Y LO PEOR DE TODO ES QUE YO TE AYUDÉ…TU, NI CORTA NI PEREZOSA LE TIRAS EL ANILLO DE COMPROMISO A LA CARA Y TE LARGAS SIN DECIRLE NADA!!!!!

Realmente recordar todo aquello me sobrepasaba, y ver a Rosalie de ese modo conmigo me tenía sorprendida, no era capaz de decir nada, jamás me había hablado así.

- Y CUANDO POR FIN ENTRAS EN RAZÓN Y TANIA CONTESTA AL TELÉFONO, UNA VEZ MÁS BELLA NO DEJA QUE NADIE LE EXPLIQUE NADA Y DA POR HECHO QUE EDWARD HA VUELTO CON TANIA.

- Y TU QUE PENSARIAS ROSALIE? – dije ya cabreada.

- NO LO SÉ BELLA, PERO POR LO MENOS ESCUCHARIA A MIS AMIGAS! QUE SE QUE ELLAS NO ME MENTIRIAN!! Y TU NI SIQUIERA NOS HAS DADO UNA OPORTUNIDAD!!! – dijo Rosalie más cabreada.

- AHORA LO ESTOY HACIENDO NO? – dije con lágrimas en mis mejillas, no había aguantado más y mis ojos se habían desbordado.

- BELLA LAS COSAS NO FUNCIONAN ASÍ. DESDE QUE HAS VUELTO DE FORKS TE HAS NEGADO A HABLAR DEL TEMA, HA HABLAR CON EDWARD Y A SABER NADA DE LO QUE A ÉL SE REFIERE. HASTA HOY QUE NO ESTOY AQUÍ HECHA UNA FURIA CONTIGO NO HE CONSEGUIDO QUE ME ESCUCHES BELLA, DE VERDAD QUE NO ESPERABA ESTO DE TI.

Mis lágrimas seguían cayendo por mis mejillas, no podía enender porque Rosalie era tan dura conmigo, sé que puedo resultar algo terca cuando me lo propongo, pero el no querer saber nada de Edward era para evitar sufrir.

- Rosalie, amo a Edward, y si supieras cuanto me duelo saber que está con Tania, no me dirias todo esto – dije entre hipos por el llanto.

- BELLA! EDWARD NO ESTÁ CON TANIA, ELLA FUE A VERLO AL HOSPITAL PARA DISCULPARSE POR TODO EL DAÑO QUE LE HIZO EN EL PASADO Y PARA DESPEDIRSE DE ÉL.

- Para despedirse? – pregunté algo confusa.

- Bella – Alice cogió a Rosalie por el brazo obligándola a sentarse para hablar ella en su lugar. Alice estaba tranquila y no levantaba el tono de voz del mismo modo que lo estaba haciendo Rosalie – Tania tiene cáncer, le quedan seis meses de vida como mucho. Ella ha cambiado, y quería despedirse de toda la gente que quiere, entre ellos de Edward.

Tania se estaba muriendo? Edward no estaba con ella? No daba crédito a lo que Alice y Rosalie me habían dicho. Y yo había estado más de un mes evitando a Edward, pensando que era de lo peor por seguir buscándome estando con Tania, y ahora resulta que…

- Espero que no sea demasiado tarde y él te perdone Bella, porque yo no sé si lo haría, en serio Bella, te has comportado como una niña chica con una pataleta por un juguete  - dijo Rosalie más calmada.

- Yo no….pero …. – no conseguía articular ninguna frase completa y mucho menos con sentido – ROSALIE MALDITA SEA! SI SOY TESTARUDA LO SÉ!

Rosalie se levantó y se acercó a mí rodeándome con sus brazos.

- Ai amiga! Creo que tienes que corregir ese carácter tuyo y aprender a dar segundas oportunidades y a escuchar a los que te quieren, que nunca van a querer nada malo para ti – me dijo secando mis lágrimas.

Rosalie me contó cómo había tomado Edward la noticia de mi marcha y como habían guardado el secreto ella y Alice hasta que decidió volver a New York.

Edward se había desesperado intentando hablar conmigo, pero yo no le había contestado las llamadas ni los emails, y no podía encontrarme en casa, y que había hecho jurar sobre la biblia a Alice y Rosalie que él jamás sabría donde vivía.

- Tengo que hablar con él, pedirle perdón – dije sorbiendo los mocos de la llantina.

- Creo que va a ser algo complicado, se ha ido a Brasil a arreglar algunos asuntos que Carlisle y Esme tenían allí pendientes, ya que Carlisle no podía viajar por asuntos del hospital – dijo Alice apenada-  PERO ESPERA…PODRÍAS REUNIRTE CON ÉL EN BRASIL!!! ESTARÁ ALGUNOS DIAS EN RIO, Y LUEGO IRÁ A ISLA ESME.

- Isla Esme – preguntamos Rosalie y yo al unísono.

- Si, es una Isla que Carlisle le regaló a Esme – dijo Alice despreocupada.

- Le regaló una Isla? – pregunté algo incrédula

- Si, para nosotros las cosas materiales no tiene valor si no podemos disfrutarlas con la familia y la persona que amamos, y como a Esme le encanta Brasil, Carlilse le dio una sorpresa regalándole una Isla para ir y estar solos siempre que así lo quisieran – explicó Alice.

- Y como se supone que voy a encontrar a Edward en rio o la Isla Esme? – pregunté algo preocupada.

- Por eso no te preocupes, yo me encargo. Llamaré a Gustavo el encargado de mantener en orden la casa y la Isla y acordaré con él que te vaya a recoger al aeropuerto y te lleve hasta la Isla par esperar a Edward, si mis cálculos no fallan y sales mañana hacía Brasil, en un par de días podrías estar en la Isla, y Edward estará tres día en río, así que llegará justo después de ti.

- Alice, estás loca lo sabes no? – le dije algo asustada.

- Si, lo sé, pero todo sea por el amor!!! – dijo risueña.

– Tenemos muchos planes que hacer y muy poco tiempo.

Alice tomó su teléfono móvil y marcó al aeropuerto. Consiguió un vuelo que salía a las diez de la mañana rumbo Houston. De ahí cogería otro avión hasta Río de Janeiro. Era la alternativa más rápida para conseguir llegar hasta Isla Esme antes que Edward y esperarlo allí.

Luego volvió a marcar un número en su teléfono y consulto el reloj, y con un perfecto brasileño habló con el interlocutor del otro lado del teléfono. Rosalie y ya la mirábamos extrañadas, desde cuando Alice hablaba Brasileño? Solo conseguimos entender dos nombres, Gustavo y Bella Swan. Gustavo  era el nombre que había mencionado anteriormente, el encargado de cuidar la casa y la Isla.

- Bien todo listo. Saldrás mañana en el vuelo de las diez de la mañana hacía Houston. Allí harás trasbordo y cogerás un vuelo directo a Río de Janeiro. A tu llegada al aeropuerto Gustavo te esperará con un cartelito con tu nombre para llevarte hasta la Isla. Ya le he indicado que llene la nevera de comida y la despensa, que tu y Edward os quedareis algunos días. Rosalie, tu llamarás el lunes al trabajo de Bella diciendo que está enferma, le pediremos a Carlisle un parte de baja para llevarlo el martes o el miércoles a tu oficina.

- Alice, todo eso lo has planeado en apenas media hora? – estaba sorprendida de la inventiva de mi amiga, a veces creía que había equivocado su profesión, en lugar de diseñadora debería haber sido guionista.

- Bueno soy muy imaginativa cuando me lo propongo. Eso si Bella, los quiero de vuelta en un mes como mucho para asistir a la inauguración de mi tienda!

- Un mes Alice? No puedo justificar tanto tiempo de ausencia en el trabajo, creo que como mucho un par de semanas – dije algo triste.

- Por eso no te preocupes, yo me encargo con Carlisle.

Edward POV

Había llegado a Brasil hacía tres días. Era agradable el cambio de ciudad. Allí nada y todo me recordaba a Bella. Nada porque no había estado allí con ella, y todo porque soñaba despierto pensando que algún día la llevaría a Brasil a conocer ese maravilloso país y pasar algunos días en Isla Esme.

El ritmo de aquella ciudad era muy distinto al de New York. La gente se tomaba las cosas de otro modo, sin el estrés diario que había en las grandes ciudades. Las cosas eran más tranquilas y cotidianas, pudiendo disfrutar de los placeres del día a día, como de la comida, de un mojito al atardecer junto algún chiringuito de la playa, y los bailes de las calles que estaban abarrotadas de gente y de vida nocturna después de la puesta de sol.

Me quedaba un día más allí en Río, y luego partiría hacía Isla Esme con el bote que teníamos en el puerto. Gustavo había hablado conmigo el día antes y me había asegurado que todo estaba a punto para mi llegada.

Aquella noche el calor de Río era sofocante, por lo que después de un mojito y una caipiriña decidí irme a descansar al hotel con el aire acondicionado, saldría al amanecer hacía Isla Esme.