Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220933
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 46: Nueva vida

Edward POV


Hacía ya una semana que Bella estaba de nuevo a mi lado y al lado el resto de la familia. Después de salir del hospital nos instalamos en casa de mis padres, ya que así lo había pedido Bella para pasar unos días junto a sus padres, que se quedaban hasta el fin de semana.


El lunes por la mañana en cuanto le dieron el alta nos fuimos a nuestro apartamento a recoger algunas de sus cosas para irnos a casa de mis padres.


Cuando entramos en el apartamento noté como Bella miraba el salón y el sofá, el último lugar en el que había estado hacía ya más de tres meses atrás cuando Jacob la arrancó de mi lado.


Recogimos y al medio día ya estábamos en casa de mis padres para comer todos juntos.


Toda la familia se había tomado el día libre, necesitábamos un día en familia después de todo lo acaecido durante el fin de semana.


Mi madre estaba radiante. Había preparado una comida suculenta, parecía el día de navidad, solo que estábamos en Octubre, ya a mediados de mes.


El embarazo apenas se le notaba a Bella, ella era muy delgada y menuda, por lo que algo de barriga no se apreciaba como embarazo aún. Solo tenía cuatro meses de embarazo y se encontraba perfectamente.
Estaba sentada en el sofá mirando de un lado a otro las bromas que Emmet le hacía a Rosalie, a Jasper haciéndole carantoñas a Alice, y ella recibiendo muestras de cariño de sus padres.


Renné y Charlie estaban contentos de estar aquí justo cuando la policía encontró a Bella. Ella era su única hija, y no podía imaginar lo duro que había sido para ellos si la hubiesen perdido. Yo mismo creí casi enloquecer en aquellos tres meses en los que no supe nada de ella, y ahora que la tenia de nuevo a mi lado, no me hacía la idea de estar sin ella ni sin mi hijo, que pese a no haber nacido ya era parte de nosotros, de la familia.


Después de aquella semana regresamos a nuestro apartamento, ya se había fijado la fecha para la vista de Jacob y Victoria, sería el mes de Noviembre.
Muy a mi pesar Jacob había sobrevivido al disparo de la policía. Le había alcanzado en la cabeza, pero por alguna broma del destino no había muerto, solo le habían quedado secuelas físicas. Sufría una atrofia muscular en la mitad izquierda de su cuerpo que le impedía moverse con normalidad y llevar su vida cotidiana de modo habitual. Necesitaba una muleta para caminar, y su brazo izquierdo no respondía a las órdenes que su cerebro le mandaba, colgaba al lado de su tronco de un modo antinatural, muerto, sin vida. Como yo me había sentido aquellos tres meses.
El abogado de la familia había dicho que no era necesario que Bella asintiera a la vista, ya que por el momento no era necesario. Se lo agradecí enormemente, ya que en su estado creo que no sería conveniente su asistencia.


El juicio sería otro cantar, ahí si que asistiría, pero el abogado le iba a solicitar al juez el aplazamiento hasta el mes de Abril, para cuando Bella ya hubiese dado a luz.


Se enfrentaba a varios cargos de secuestro, intento de homicidio entre otro.


En cuanto a Victoria no estaba en mejor posición ya que había sido considerada cómplice al haberse presentado en el lugar donde Jacob tenía a Bella retenida y haberla agredido cuando Bella intentaba escapar. Y para acabar de rematar había seguido a Jacob tras Bella con el coche hasta que la policía los detuvo.

 

Bella POV


Había pasado una semana maravillosa en casa de los padres de Edward. Los Cullen era muy hospitalarios y cariñosos, tanto conmigo como con mis padres.
Me dejé mimar por toda la familia, especialmente por mis padres, necesitaba el cariño de mi familia y sobre todo necesitaba a Edward.


Los tres meses que había pasado alejada de él habían sido un infierno. Solo aquella personita que crecía dentro de mí me había dado las fuerzas suficientes para mantenerme cuerda y con la cabeza fría. Mi bebé se había convertido en mi prioridad, aún cuando no me había podido hacer ninguna prueba de embarazo, sabía que estaba embarazada por las faltas y por los cambios que mi cuerpo estaba experimentando. Mis pechos estaban más llenos y duros. Mi cintura se había ensanchado, y mi vientre tenía un pequeño bulto que día a día había ido creciendo.


Ya tenía cuatro meses de embarazo, y no se notaba demasiado, pero ahora con los cuidados de mi familia y una buena alimentación y ejercicio, haría que mi bebé creciera fuerte y sano dentro de mi vientre hasta que llegase el momento de conocernos, de verle la carita.


Esperaba que fuese igual a Edward, un niño con aquellos ojos verdes y aquel pelo cobrizo. No me importaba que no se pareciese a mí, siempre que fuese igual a Edward.


A menudo soñaba en como seria nuestro hijo, no podía evitar pensar en él como un chico igual a Edward. Supongo que a todas las embarazadas les pase, que sueñan en cómo será su hijo, a quién se parecerá. Por otro lado estaba el tema del parto, me aterraba la idea de dar a luz, no tanto por el dolor, si no por la posibles complicaciones y que algo saliese mal.


Tenía tres médicos en la familia, así que estaba segura que los tres harían lo posible porque todo saliese bien.


Después de aquella semana, regresamos a nuestro apartamento. Se me hacía algo extraño estar allí después de tres meses, pero no tenía miedo alguno, aquel era mi hogar y estaba con Edward, y mi mayor temor estaba entre rejas.


Edward había contratado un servicio de seguridad para el edificio lo pagaban él y Emmet, ya que ambos se preocupaban por la seguridad de Rosalie y la mía. El resto de vecinos no habían puesto inconveniente alguno, ya que era algo positivo y gratis.
Había dos guardias en la entrada del edificio y un tercero en nuestro piso. La verdad me daba cierta tranquilidad tenerlos allí.


Pese a las indicaciones de mis doctores de permanecer descansando en casa, el lunes me fui a la oficina, necesitaba salir y volver a mi rutina. No suponía ningún riesgo para mi embarazo y realmente lo necesitaba, estar encerrada en el apartamento no me apetecía en absoluto.


El recibimiento de mis compañeros en la oficina fue muy caluroso, con algunas lágrimas y todo por parte de mi jefe y mi asistente. Realmente era reconfortante volver al trabajo. Siempre me he sentido muy a gusto en la empresa y con mis compañeros y superiores.


El día paso rápidamente y antes de darme cuenta Edward asomó la cabeza por la puerta de mi despacho.


- Lista para irnos a casa? – dijo desde la puerta de mi despacho.


Di un pequeño respingo, ya que estaba tan concentrada en el trabajo que no le había oído ni siquiera abrir la puerta.


- Lo sineto Bella – dijo acercándose con cara de preocupación hasta donde yo me encontraba.


- Tranquilo, estaba concentrada y no te oí llegar, solo es eso – dije sonriendo.


- Nos vamos? – dijo tendiéndome su mano.

- Si – contesté.


Salimos hacía nuestro apartamento para disfrutar de una cena y un baño…


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Noviembre


Jacob POV


No podía creer que finalmente todo hubiese salido mal. Ella estaba de nuevo junto a él, viviendo su vida, juntos. Y yo estaba aquí, en la cárcel y lisiado. Porque tuve la mala suerte de que aquel maldito balazo no acabó con mi vida?


No, el castigo que se me había impuesto era peor. Una penitencia por todos mis pecados? Me entraban ganas de reír a carcajadas de lo irónico de la situación.


Debí haber ido a por ese maldito de Cullen, haber acabado con él y con toda su familia, de ese modo Bella se habría quedado sola aunque yo estuviese preso. Pero esas malditas clases de defensa personal dieron sus frutos y Bella consiguió escapar. Y si no hubiese sido por la maldita de Victoria…no me hubiese encontrado jamás.


Lo tenía todo planeado al detalle, debía esperar el tiempo suficiente para sacar a Bella de allí y llevármela lejos, pero Victoria debía encargarse del maldito de Cullen, pero ni para eso sirvió.
Fui cuidadoso e intenté pasar desapercibido, que no me siguieran cuando me acercaba al pueblo a comprar, pero cometí el error de ir a New York, echaba de menos estar con una mujer, y ahí fue cuando me equivoque.


Ya no había marcha atrás y después de la vista se había fijado la fecha del juicio para el mes de Mayo. Pasaría seis meses más entre rejas. El abogado de los Cullen así lo había solicitado alegando que su cliente necesitaba reposo. De todos modos los juicios demoran aproximadamente eso, entre la vista y el juicio suelen pasar de cuatro a seis meses, así que mi abogado no tuvo inconveniente alguno, pero me preguntaba…porque necesitaba Bella reposo? acaso no se veía con fuerzas de volver a verme?


Me reí internamente. Ella no me había olvidado. Había dejado una huella muy honda en ella, algo que ni el tiempo podría borrar, ni tan siquiera el hecho de estar entre rejas iba a hacer que Bella me olvidase, y eso era algo que me hacia feliz, me satisfacía enormemente.


Durante la vista Victoria no había dejado de llorar como una magdalena. No paraba de suplicar y decir una y otra vez que ella no había tenido nada que ver y se enteró en el último momento, cuando aquella noche fui a su casa y durante las conversaciones de alcoba se lo confesé. Para entonces ya hacía tres meses que yo mantenía retenida a Bella, así que ella no era cómplice del secuestro pero si una encubridora, ya que en el momento en que se enteró de todo debió haberlo denunciado.


Según relataba había ido a la casa a ayudar a Bella, pero la declaración de la propia Bella estaba seguro que era todo lo contrario, por no contar que salió disparada con su coche a perseguir a Bella.


Me daba risa verla así de humillada, ella la altiva Victoria, la mujer fuerte e independiente. Rebajada a suplicar clemencia ante el abogado de los Cullen y el juez. Me reía internamente de todo aquello.

 

Victoria POV


Debía intentar por todos los medios exculparme de los cargos que se me imputaban. Ese maldito de Jacob era un bueno para nada, y no había sido capaz de mantener quietecita a Isabella.


Aquella perra había conseguido huir, y no solo eso, para colmo la policía había localizado la casa y a mí allí en aquel preciso instante. No debí acudir a aquel lugar, pero estaba muy ofuscada por la negativa de Edward de vernos. Ella había tenido la culpa de todo esto! Ella era la culpable!!


Maldecia una y mil veces a Isabella Swan!!! Ella se había interpuesto en mmi felicidad una y mil veces! Primero con Jacob, sin ni tan siquiera acostarse con él ni una sola vez había conseguido volverlo loco! Loco de amor por ella, besaba el suelo por el que ella pisaba.


Y luego Edward, por azar, por cosas del destino, o llamémosle como sea, había conocido a Edward Cullen, un médico refutado y perteneciente a una de las familias más adineradas de la costa Este, y bueno la mosquita muerta había conseguido enamorarlo a él también. Al hombre más maravilloso sobre la faz de la tierra, perfecto, esa era la palabra que lo describía, perfecto.


Edward Cullen es la perfección hecha hombre, un dios griego. Algo que solo debería estar al alcance de unos pocos y no de esa maldita de Isabella Swan! ELLA NO LO MERECE! NO LO MERECE!!! EL ES MÍO!!!!


Y en contra de todo pronóstico una vez más esa maldita mosquita muerta se salía con la suya! Se quedaba con el chico, con su dinero y con su amor, y aquí me encontraba yo intentando salir airosa de la peor situación en la que me había visto involucrada.
Mi abogado no era muy optimista, ya que la declaración de Isabella no era para nada favorable a mis intereses, pero confiaba en poder llegar a un acuerdo y conseguir una pena mínima, y en todo caso al no tener antecedentes salir en libertad condicional.

Si eso sucedía me iría de New York, ni el mismísimo Edward Cullen valía pasar mi vida en la cárcel, aunque…por otro lado ganas de estrangular a la maldita de Isabella no me faltaban.


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Diciembre

Bella POV


Ya tenía seis meses de embarazo. Mi barriga ya no dejaba lugar a dudas. En los últimos dos meses me había salido una barriga considerable, toda la que no había aparecido en los tres primeros meses del embarazo.


Se acercaba navidad, y mis padres vendrían a pasar las navidades en casa de los Cullen. Este año todos habíamos cogido días de vacaciones y pasaríamos todas los días en familia.


La familia se había convertido en uno de los pilares más importantes en mi vida, siempre lo había sido, pero ahora mucho más.


Tenía una familia maravillosa, con cuñados y con Rosalie y Alice que eran como hermanas. Esme y Carlisle me trataban como a una hija, y eso era de agradecer, ya que estando mis padres en Forks y yo en New York, a veces echaba en falta el calor paterno.


Una semana después…


Emmet y Rosalie se había encargado de ir a buscar a Charlie y Renné al aeropuerto, yo necesitaba dejar listas algunas cosas en la oficina. Hacía ya dos meses de mi vuelta, pero aún me estaba poniendo al día en algunas cuentas importantes.


Edward me pasó a buscar por el trabajo, él ya había salido del hospital más temprano y había pasado por casa a recoger las bolsas que dejamos preparadas por la mañana.


Llegamos a casa de los Cullen justo a tiempo para la cena, era noche buena, veinte cuatro de diciembre, y todos estábamos muy entusiasmados por celebrar las primeras navidades juntos.


Después de la cena charlamos animadamente en la sala, todos estábamos felices de compartir aquellos momentos. Mi madre me tocaba el vientre, estaba muy feliz de ver como evolucionaba bien mi embarazo, y le sorprendía que en aquellos dos meses mi barriga hubiese crecido tanto. Yo le decía que se debía a los cuidados de Esme, y Edward a mi lado hacía pucheros por no mencionarlo a él. Estaba claro que toda la familia se había volcado en mí, pero Esme era la más maternal y cariñosa, era como mi segunda madre.

 

Edward POV

Era el hombre más feliz sobre la faz de la tierra. Tenía lo que podía desear: una familia maravillosa, una mujer maravillosa y ahora un milagro en camino, un hijo.


Un hijo fruto del amor entre Bella y yo. Una pequeña parte de ambos que había hecho una personita que crecía dentro del vientre de Bella.


Era maravilloso ver su barriga crecer día a día y sentir las patadas de mi hijo en su interior. Era médico y estaba acostumbrada a estas cosas, pero vivirlo en primera persona era algo muy distinto a lo que había experimentado hasta ahora.


Amaba a Bella, más que a mi vida, y ahora mi corazón estaba hinchado para poder albergar en su interior el amor que procesaba hacía ella y nuestro hijo.


Era un amor distinto, el amor de padre, protector, un amor lo único que lo único que anhelaba es poder proteger a mi hijo de todo lo que lo desea, de todos los peligros y las maldades del mundo.


En cambio el amor que procesaba hacía Bella era algo distinto, una necesidad, como la necesidad que tienen mis pulmones del aire para poder respirar, algo profundo, puro. Algo que hacía que ella fuese el eje de mi vida.


Ya tenía seis meses de embarazo, y pese a sentirse hinchada y poco atractiva, a mi me seguía pareciendo la mujer más deseable del mundo.


El embarazo había redondeado su cuerpo e hinchado sus senos, la hacían verso atractiva y deseable, igual o más que sin estar embarazada.


Ella se enfadaba por las mañanas cuando avanzaba su estado de gestación y alguna de las prendas que se había comprado ya no le servían. Yo me reía y le decía que era normal, pero ella se enfurruñaba haciendo un puchero de lo más dulce.


- Si sigo así no me voy a poder ni subir en el elevador! Sobrepasaré el peso máximo permitido – decía mirándose de perfil.


- No te preocupes, pondremos un montacargas si es necesario – intentada hacer bromas, pero ella con las hormonas revolucionadas no las tomaba demasiado bien.


- EDWARD!!!!!! hablo en serio! Estoy feliz con mi embarazo, pero estoy tremenda!!! – decía sonriendo y acariciando frente al espejo su barriga abultada.
No habíamos querido saber el sexo del bebé, y ya habíamos empezado a barajar algunos nombres de ambos sexos. Bella estaba convencida que sería un mini Edward, y yo por mi parte guardaba la esperanza de que fuese una niña, igual a ella en todos los aspectos.


Pero para eso aún teníamos que esperar tres meses más…
 

Capítulo 45: El reencuentro Capítulo 47: Dulce espera

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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