Edward POV

En un par de días saldríamos del hospital, ya había pasado una semana, y Carlisle se quería asegurar antes de darnos el alta a ambos de que todo estaba bien.

Bella no había vuelto a sufrir ninguna otra crisis, todo estaba bien. Las primeras noches había tenido algunas pesadillas y no había conseguido dormir tranquila, pero a partir de la tercera noche, había descansado bien el resto de la semana.

Había coincidido su descanso con la visita del oficial Smith, había venido a informarnos de la muerte de Jacob, murió allí mismo en el juzgado abatido por los agentes que lo custodiaban.

En cuanto a Victoria, durante el tiroteo a Jacob se había escapado una bala que la alcanzó en la espalda y la había dejado en una silla de ruedas de por vida.

- Pobre Billy – me dijo Bella cuando el oficial Smith se marchó – no me imagino lo duro que debe ser para un padre sobrevivir a un hijo, y perderlo de ese modo…

- Jacob escribió su destino  mi amor, él y solo él es el culpable de todo lo que ha pasado, y simplemente recibió su merecido – contesté intentando no ser duro.

- Lo sé, pero su padre es una buena persona y no merecía sufrir de este modo – contestó Bella.

No dije nada ante sus palabras. Yo era padre ahora, y podía entender el sufrimiento de Billy, pero su hijo nos había hecho mucho daño, y sé que está mal pensar de ese modo, pero la muerte de Jacob había traído la tranquilidad que necesitábamos a nuestras vidas.

Por otro lado estaba Victoria, ella no había encontrado la muerte, pero tenía un castigo peor. El agente Smith nos contó que la habían trasladado a la cárcel de Jacksonville, cerda de la casa de sus padres, dónde la atenderían y cuidarían cuando obtuviese la libertad condicional, ya que ella no podía valerse por si misma.

La vida pone a cada quien en su lugar, y Jacob y Victoria no eran una excepción, sus maldades habían tenido un precio muy alto que ambos debían pagar.

- Bella, creo que cuando ambos nos recuperemos… - dije intentando encontrar las palabras adecuadas.

- Si Edward – dijo ella atenta a mis palabras.

- Creo que…Bella…quieres casarte conmigo? – dije levantándome de la cama y acercándome hasta ella que permanecía de pie frente a mi cama.

En un principio se quedó callada mirándome a los ojos sin decir nada…

- Sé que ya te lo había pedido, pero quería hacerlo de nuevo para fijar una fecha y decirle a Alice que nos ayude con los preparativos, me gustaría que… - no me dejó terminar. Una sonrisa se extendió en sus labios.

- Si  - y después de contestarme me besó apasionadamente.

La abracé con la mano derecha, que era con la única que podía hacerlo, y la estreché pegándola a mi cuerpo.

Realmente echaba de menos la calidez de su cuerpo, su aliento mezclado con el mío, y la danza que nuestras lenguas tenían cada vez que nos besábamos de ese modo.

- Te parece si le decimos a Alice que se encargue de todo? Digamos para un par o tres de meses como máximo? – pregunté mientras seguía con mis labios sobre los suyos.

- Me parece bien, pero algo sencillo – dijo preocupada.

Mi hermana era de todo menos sencilla.

- Bueno tratándose de Alice… - dije algo divertido.

- Sabes qué? Me da igual, que haga lo que quiera, yo solo estaré ahí para darte el sí quiero y que tú me lo des a mí, el resto no me importa.

Nos fundimos de nuevo en otro abrazo y otro beso apasionado, hasta que la visita de mi padre hizo que nos separásemos, con Bella sonrojada y yo volviendo a la cama para ocultar la tienda de campaña que se había formado en mi entrepierna.

Alice POV

Llegué al hospital con Renesme, ya hacía un par de días que Bella y Edward no veían a la niña, y ahora que el peligro había pasado decidí llevarla para darles una sorpresa.

- Hooolaaa!!! Miren a quien les traigo… - dije entrando en la habitación con Renesme.

- RENESME!!! – gritaron Edward y Bella al unísono.
Ambos se levantaron a mi encuentro, habían echado de menos a su hija, y se notaba que la necesitaban.

- Oh Alice!!! Gracias!!! – dijo Bella abrazándome y dándome un beso.

- Toma, cada día pesa más – dije entregándole a Renesme, ya tenía cerca de dos meses, y estaba creciendo muy rápido.

- Hola preciosa – dijo Bella besando la frente de su hija que acababa de despertar con todo el alboroto que habíamos montado.

- Mi princesa, que grande y preciosa está – dijo Edward observando a su hija en brazos de Bella, él aún no podía tomarla en brazos, debía esperar hasta que le quitasen los puntos – Gracias enana – dijo Edward cariñosamente.

- Bueno y que tal están en su “hotel de vacaciones”? – dije sonriendo, sabía que para ambos era menos duro estar en el hospital ambos juntos, sin duda mi padre sabía cómo hacer las cosas, y ser el director del hospital tenía sus ventajas.

- Bien Alice – dijo Bella – tenemos algo que hablar contigo – dijo sonriendo y mirando a Edward.

- No me digas que estas embarazada de nuevo y voy a ser madrina? – dije sonriente, me apetecía ser la madrina de algún niño, y Rosalie ya lo era de Renensme.

- NOO!!! – gritó Bella ante la sonrisa divertida de Edward.

- No sería mala idea – contestó Edward haciéndole cucamonas a su hija.

- NO! Quiero esperar y disfrutar un poco de Renesme, todavía es muy pequeña, y con todo lo sucedido no hemos tenido apenas tiempo de estar con ella, y es tan pequeña… - dijo Bella mirando a su hija tiernamente.

- Bueno y si no estás embarazada que es eso tan importante que tiene que hablar conmigo….me dejaron intrigada.

- Bueno, Bella y yo hemos decidido que ya es hora de formalizar lo nuestro – dijo Edward sonriente.

- ESO QUIERE DECIR QUE SERÉ DAMA DE HONOR? – estaba entendiendo bien y por fin este par de merluzos habían decidido casarse?

- Si Alice, serás dama de honor, y serás la encarga de organizar la boda – dijo Bella completando la frase de Edward.

- Wiiiii!!!!! FANTÁSTICO!!!!!! – pero… un momento – ESPEREN!!!! Para cuando planean que sea el gran día? – dije preocupada.

- Bueno teniendo en cuenta que ahora estamos en el mes de Mayo, nos gustaría que fuera en un par de meses para Julio – dijo Edward.

- JULIIIOOO???? – dije desesperada.

- Bueno quizás para Agosto, pero no más tarde – dijo Bella.

- Tres meses???????? – dije incrédula.

- Bueno Alice queremos algo sencillo, no creo que sea muy complicado organizarlo todo no? – dijo Bella tímidamente.

- AH!!! DIOS!! SENCILLO? NADA DE LO QUE ORGANIZA ALICE CULLEN ES SENCILLO!!!!!!! – dije tomando el teléfono de mi bolso, debía empezar a hacer llamadas cuanto antes.

- Alice tranquila te va a dar algo – dijo Edward riendo.

- TENGO UNA BODA QUE ORGANIZAR!!!!! – dije algo histérica llamando a mi amigo Barny, el era el mejor florista de todo New York – Barny hola! Soy Alice Cullen. Bien gracias, un segundo Barny – dije tapando el micrófono del teléfono – les dejo a la niña, aquí está su comida, pañales y ropa de recambio, en un rato paso a por ella – Barny bien necesito arreglos florales… - continué hablando mientras salía de la habitación, lo tenía todo pensado desde hacía tiempo, solo era cuestión de ponerlo todo en práctica y hacerlo realidad.

Aquella boda iba a ser el acontecimiento social del año, uno de los solteros más cotizados de New York, Edward Cullen, se casaba, y no podía dejar nada al azar.

Bella POV

Desde el momento que le dijimos a Alice lo de la boda, se había vuelto medio loca. Andaba todo el día colgada del teléfono y haciéndole encargos a Jasper, Rosalie e incluso a Emmet.

Nuestros padres estaban felices, yo había llamado a Charlie y Renné que habían regresado a Forks hacía un par de días, para darles la noticia, se habían alegrado mucho, sobre todo mi padre, esto de no estar casada y tener ya una hija no era algo que le agradase demasiado, aunque no me lo decía directamente lo conocía suficiente para saberlo.

Salimos del hospital diez días después de nuestro ingreso, y nos fuimos a la casa de los Cullen. Cada vez me gustaba más estar allí, lejos del ruido de la ciudad, en una zona residencial donde los niños podían jugar en la calle sin temor a los coches ni a ninguno de los peligros de la gran manzana.

Justo cuando hacía ya una semana que habíamos salido del hospital Edward me invitó a dar un paseo por la zona.

- Te apetece salir a caminar un rato? – dijo sonriente.

- Me encantaría – siempre me gustaba salir a pasear tomada de la mano de Edward – nos llevamos a Renesme, creo que le vendrá bien el paseo.

Salimos de casa de los Cullen los tres, para disfrutar de un paseo en familia. Tomamos la calle hacía arriba, dirigiéndonos más hacía el centro de la urbanización. Cuando habíamos recorrido apenas quinientos metros, Edward se internó en el camino de una de las casas que había justo al lado de la de sus padres, pero…parecía que estaba dentro de la misma propiedad, ya que la vaya de la casa de los Cullen no estaba, el jardín se extendía de la casa de los Cullen hasta esa casa.

- Edward dónde vas? – dije algo alarmada.

- Vamos Bella – dijo estirando su mano para que lo siguiese.

- Edward estas entrando en el jardín y la propiedad de los vecinos – dije alarmada. Imaginaba que los conocía, de otro modo no entendía su comportamiento.

Pero no íbamos a dar un paseo? Que hacíamos encaminándonos hacía la casa de los vecinos?

- Tú ves alguna vaya que delimite la propiedad?  - dijo haciendo me fijara de nuevo en lo que antes ya me había fijado pero no había entendido el motivo.

- Pero…esta casa de quién es? – dije algo.

No tenía ni idea de quien vivía en esa casa, era muy nueva y parecía estar vacía. De pronto llegamos hasta la puerta y Edward la abrió.

La casa era luminosa y muy espaciosa, estaba vacía, no había ningún mueble, y efectivamente estaba nueva, parecía construida hacia poco.

- Te gusta? – me dijo Edward sonriente.

- Si es muy bonita – dije mirando los ventanales que iluminaban la escalera que ascendía hasta el piso superior.

- Es tuya – dijo mirándome a los ojos.

- Mía? – dije con la boca abierta.

- Bueno nuestra, es de los tres – dijo sonriendo y mirando a Renesme que dormía en su cochecito.

- Cómo? – pregunté – cuando la has…? – un millón de preguntas se agolpaban en mi cabeza, y no sabía cual formular primero.

- Cuando aceptaste casarte conmigo Esme empezó a construirla, ya tenía planeado hacerlo, y como nosotros somos los primeros en casarnos pues la que primero se ha construido es la nuestra – decía feliz – ahora la siguiente es la de Rosalie y Emmet y por último la de Alice y Jasper. La casa de mis padres y las otras tres están todas en la misma parcela, por eso ya no hay valla en aquella parte – dijo señalando hacía donde habíamos llegado caminando - mis padres han comprado más terreno junto a su casa para poder construir las nuestras.

Estaba perpleja, no sabía que decir, aquello era un sueño y él era mi príncipe azul, como en los cuentos de hadas y princesas. Así era como me sentía, como una princesa.

- Bella di algo – dijo preocupado – si  no te gusta podemos cambiar lo que desees, Esme la diseñó pensando en nosotros pero… - me acerqué hasta él poniendo un dedo sobre sus labios.

- Ssssssshh!! Me encanta! – dije sonriente besando sus labios – solo es que no me lo esperaba y me he quedado algo sorprendida – dije sonriendo.

- Entonces te gusta la casa? – dijo aún preocupado.

- Sip! – contesté feliz – cuando nos mudamos? – dije sonriendo.

Edward me abrazó y me besó tiernamente.

- En cuanto compremos todo lo necesario y nos casemos, te parece? – dijo sonriente. Estaba feliz, podía verlo en el brillo de sus ojos.

- Me parece perfecto!

El llanto de nuestra hija demandando su biberón nos hizo volver a la realidad. Ambos sonreímos y salimos de nuestra casa para volver a la casa de los Cullen a darle el almuerzo a Renesme.

Edward POV

Bella solicitó una excedencia en el trabajo, teníamos por delante algún tiempo para mi recuperación, la boda, la luna de miel, y prefirió timarse algunos meses para poder estar junto a nuestra hija, así que hasta después de navidad no volvería al trabajo.

Vivíamos en una nube, todo era maravilloso. Los preparativos de la boda cada vez estaban más avanzados, ya solo faltaban un par de semanas para la fecha que nos había marcado Alice, el trece de Agosto, justo un mes antes del cumpleaños de Bella.

Alice se había vuelto un diablillo hiperactivo. Estaba siempre haciendo preparativos, planes y llamadas para tenerlo todo listo para el día de la boda. Incluso se había encargado de la ropa de Bella y de la mía, era una fuera de serie. Realmente creo que mi hermana se debería de haber dedicado a esto profesionalmente.