Después de un rato bajamos a la sala. Ya se había retirado casi toda la familia a sus habitaciones, había sido un día duro y todos necesitábamos descansar.
El teléfono vibró en mi bolsillo.
- Si – contesté al segundo timbrazo.
- Soy el oficial Smith – dijo con voz amortiguada – tenemos a Isabella.
- COMO? – dije aún incrédulo – LA HAN ENCONTRADO? ESTÁ BIEN?
- Edward vamos camino del hospital – dijo el oficial – Isabella está bien, pero es necesario que le hagan un chequeo. Nos vemos en el hospital.
- A QUE HOSPITAL LA TRASLADAN? – pregunté rezando para que llegase a nuestro hospital.
- Al Memorial Sloan-Kettering, es el hospital donde ustedes trabajan no? – preguntó el oficial.
- SI EL MISMO, SALGO PARA ALLÁ DE INMEDIATO – contesté feliz y algo preocupado al mismo tiempo.
- Que pasa hijo? – preguntó mi madre acercándose a mí preocupada.
- LA HAN ENCONTRADO MAMA!!! HAN ENCONTRADO A BELLA – dije con lágrimas en los ojos.
- HAN ENCONTRADO A BELLA? – dijo Charlie desde lo alto de la escalera.
- SI CHARLIE! LLEVAN CAMINO DEL HOSPITAL – contesté emocionado.
- Y A QUE ESTAMOS ESPERANDO? – gritó Rosalie detrás de Charlie.
Salimos todos en estampida rumbo al hospital.
Algunos en el coche de Emmet y otros en el de Carlisle, yo estaba demasiado nervioso para conducir, hubiese sido una temeridad.
Los veinte minutos que duró el trayecto hasta la llegada al hospital se hicieron eternos.
Carlisle llamó para avisar de la llegada de Bella, quería a todo el personal de urgencias atendiéndola.
Apenas llegamos entramos a la sala restringida de urgencias.
- DONDE ESTÁ BELLA? – grité desesperado a Jessica que se acercaba hacía nosotros.
- Cálmate Edward por favor – me dijo mi padre sujetándome el hombro – Jessica donde está Isabella Swan.
- Está con Tyler en el box tres, la está revisando – dijo Jessica sonriendo – parece que todo está bien Edward – dijo Jessica mirándome.
Carlisle, Charlie y yo salimos hacia el box tres, al ser médicos habíamos podido entrar sin problemas, y más siendo mi padre el director del hospital. No podía aguantar más sin ver a Bella, ver que estaba sana y salva, que era ella la que estaba en aquella camilla.
Cuando abrimos las cortinas del box pude ver aquellos maravillosos ojos chocolate de nuevo.
El tiempo se detuvo a mí alrededor, no veía a nadie más, solo aquellos ojos que había añorado tanto en los últimos tres meses.
Los ojos de Bella, de mi Bella, mi amor, mi vida y la razón de mi existencia.
No podía hablar, no podía decir nada, no me salían las palabras. Mis pies avanzaban solos hasta la camilla para acariciar aquel rostro que me miraba con aquellos hermosos ojos de los cuales ahora brotaban lágrimas a borbotones.
No sé en qué momento mi visión dejó de ser clara y por mis mejillas rodaban las lagrimas que había estado conteniendo durante la última hora, desde que recibí la llamada del oficial Smith diciéndome que mi Bella estaba a salvo.
- Edward… - susurró Bella desde la camilla estirando su mano.
Avancé hasta tomar su mano entre las mías y besarla.
- Bella – dije mirando aquellos ojos que me dejaban sin aliento por mucho tiempo que pasase mirándolos.
Bella estiró sus brazos y se colgó de mi cuello abrazándome, y yo la tome por la cintura respondiendo a su abrazo. Ambos llorábamos como niños, pero no era de tristeza, si no de alegría. Alegría por tenerla de nuevo entre mis brazos, nada ni nadie me iba a separar del amor de mi vida, no lo iba a permitir.
Noté como Bella soltaba uno de sus brazos y le tendía la mano a alguien, sin duda debía de ser su padre, lo oía gimotear cerca de nosotros.
- Bella cariño, como te encuentras? – dijo Carlisle acercándose a nosotros.
Me separé de Bella muy a mi pesar, debía dejar que Tyler acabase el trabajo de reconocimiento.
- Bien, me encuentro bien, algo cansada – contestó mi Bella con su dulce voz. Esa voz que tanto había soñado con oír de nuevo.
- Estábamos esperando a Edward para hacerle a Bella una última prueba del chequeo – dijo Tyler sonriente.
Jessica entró con el carrito de ecografías y todos nos quedamos extrañados. Tendría Bella alguna lesión interna?
- Bien, lista? – preguntó Tyler a Bella.
Bella asintió y se subió el camisón del hospital dejando su vientre al descubierto. No conseguía entender que estaba pasando.
Tyler le echó gel en el abdomen y puso en marcha el aparato y empezó a explorar el abdomen de Bella.
Todos mirábamos el monitor esperando ver qué era lo que le sucedía a Bella, cuando de repente un repiqueteo rápido nos dejo a todos clavados en el sitio.
BOM, BOM, BOM, BOM, BOM, BOM, BOM.
Miré a Bella y ella sonreía, tenía los ojos llenos de lágrimas. Carlisle y Charlie miraban el monitor sorprendidos, tanto o más que yo, pero ninguno se atrevía a decir nada.
El repiqueteo del pequeño corazón latiendo en el vientre de Bella se escuchaba fuerte y sano, sin duda era un milagro, pero…desde cuando estaba Bella embarazada?
Bella pareció leer el curso de mis pensamientos y contestó a la pregunta que yo no había formulado en voz alta.
- Tres meses y medio – dijo sonriente.
- COMO? – pregunté levantando la voz por encima del sonido del corazón de mi hijo.
- Estaba ya embarazada cuando Jacob… - dejo la frase incompleta – pero no lo supe hasta que no llevaba cerca de un mes secuestrada, y entonces tampoco estuve segura hasta este momento, no he querido ver a nuestro hijo hasta que tú estuvieses a mi lado.
- Pero como…como pediste ocultarlo? – millones de preguntas se agolpaban en mi cabeza. Había intentado Jacob con Bella…NO! Me negaba a creer y pensar eso!
- No fue difícil, en realidad Jacob me tuvo tres meses encerrada en una habitación, apenas lo veía para las comidas – contestó Bella mirándose las manos – apenas me hablaba y me miraba, salvo para decirme que tarde o temprano te olvidarías de mí y sería suya.
- MALDITO SEA!!! – dije apretando mi mandíbula – JURO QUE COMO TENGA DELANTE A ESE MALNACIDO LE VOY A RETORCER EL PESCUEZO.
- Edward, ahora debemos dejar eso en manos de la policía, tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos – dijo mi padre mirándome a mí y a Bella.
La tenía de nuevo conmigo, estaba sana y salva, y me había hecho el mejor regalo: un hijo, una trocito de Bella y mío.
Rosalie POV
Carlisle, Charlie y Edward habían entrado en el restringida de urgencias, a la que sólo los médicos tenían acceso. El resto de la familia esperábamos en el despacho de Edward, que era el que estaba más cerca de donde tenían a Bella.
Todos estábamos muy nerviosos esperando noticias acerca del estado de Bella.
Tres largos meses habían pasado sin saber nada de ella, hasta que por fin la policía había conseguido encontrarla siguiendo a Jacob.
Mis sospechas, que meses atrás comenté con Emmet y Edward respecto a al autoría del secuestro, quedaban confirmadas.
Jacob se había obsesionado con Bella desde el momento en el que Bella lo dejó. No asumió la ruptura y había intentado por todos los medios reconciliarse con ella. Bella no había dado su brazo a torcer, y poco después conoció a Edward.
Lo suyo fue un amor a primera vista como se suele decir, como me pasó a mí con Emmet, y es que los hermanos Cullen tenía ese atractivo que hace que te vuelvas loca, no sólo por su aspecto físico y su atractivo, sino por su personalidad y su gran corazón.
La espera entre aquellas cuatro paredes se hacía eterna. Bella estaba ya allí, en aquel hospital, a solo algunos metros de dónde estábamos esperando.
Tenía los nervios a flor de piel, estaba nerviosa y con unas ganas locas de salir corriendo a urgencias a buscar a Bella.
Sin darme cuenta unas lágrimas traicioneras empezaron a bañar mis mejillas, haciendo evidente mi nerviosismo.
Renné se quedó mirándome y se acercó hasta donde yo estaba parada, aún sorprendida de mi propia reacción.
- Traquila Rose, ya la tenemos aquí con nosotros de vuelta – me quedé mirando la sonrisa maternal de Renné y la abracé sin poder contener los sollozos.
En aquel preciso instante la puerta se abrió entrando Charlie y Carlisle. Todos nos quedamos quietos parados en el sitio esperando noticias de Bella.
Charlie entro a abrazar a Renné y a susurrarle al oído, y el resto lo miramos extrañados.
Por fín Carlisle habló.
- Bella está bien, no tiene ningún daño y todos los exámenes han salido perfectos – dijo por fin Carlisle sonriendo.
- De veras? - pregunté sujetando mis manos una contra la otra y frotándolas nerviosamente – podemos verla?
- Bueno en realidad... – dijo Carlisle girándose hacía la puerta en la que iba entrando Bella andando por su propio pie con una bata del hospital y sujetándose a la cintura de Edward.
Mis lágrimas se desbordaron de nuevo y no pude evitar correr a abrazar a mi amiga.
- BELLAAAAAA – grité desesperada sollozando.
- Rosalie cuanto te he extrañado – dijo Bella soltando a Edward para abrazarme.
El resto de la familia se acercó a nosotras y cedí mi puesto, muy a mi pesar, a Renné, ya que ella más que nadie necesitaba abrazar a su hija.
Ambas se fundieron en un abrazo derramando lágrimas y sollozando, a lo que el resto de los allí presentes nos hizo emocionar y terminamos todos llorando de la alegría de tener a Bella de nuevo con nosotros.
- Hay algo que tenemos que decirles – empezó a decir Edward. Miró a Bella y ella sonrió y se llevó la mano a su vientre – Bella y yo esperamos un hijo.
- Ya? Tan rápido han ido? – dijo Emmet bromeando – pero si justo acaban de encontrar a Bella!
- EMMET!!!! – gritamos varios al unísono.
Emmet se sonrojó avergonzado y Bella y Edward seguían con la sonrisa impresa en sus labios.
- Bella tiene ya casi cuatro meses de embarazo Emmet – aclaró Edward.
- COMO? – dije sorprendida – has estado todo éste tiempo…. – dejé mi frase a medias, no podía imaginar lo que debía haber sido para Bella estar lejos de su familia y de Edward llevando ella sola el embarazo, y lo peor de todo, y si hubiese perdido al niño?.
Deseché los pensamientos que me atormentaban y intenté concentrarme en lo positivo, Bella estaba con nosotros y estaba a salvo.
- Si Rosalie – contestó Bella sacándome de mis cavilaciones – he estado secuestrada tres meses y ocultándole mi embarazo a Jacob, no sabía de lo que hubiese sido capaz de haber sabido que esperaba un hijo de Edward.
No era capaz de contestar, solo miraba a mi amiga sorprendida por su entereza y su fuerza. Porque requería mucha fuerza haber superado tres meses de secuestro con un bebé en sus entrañas.
Renné y Esme abrazaron a Bella emocionadas.
- Nuestro primer nieto – le dijo Esme a Renné con lagrimas en los ojos.
Todos estábamos emocionados felices, Bella estaba de nuevo con nosotros y un bebé iba a estar correteando por casa en apenas unos meses.
- Siento interrumpir – dijo un policía asomando su cabeza por la puerta del despacho – Bella te sientes con fuerzas para que hablemos un rato? – dijo el policía.
- Por supuesto oficial Smith, necesito contarle todo lo sucedido cuanto antes – dijo Bella segura de si misma.
Salimos todos del despacho dejando a Bella y Edward con el oficial, ya que así lo pidió ella, necesitaba tener a Edward a su lado.