Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220940
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 43: Sorpresa inesperada

Edward POV


Abrí el sobre que tenía entre mis manos, había un mechón de pelo, era de Bella, sin duda. Aún conservaba el olor a fresas de su champú.
Las lágrimas rodaron por mis mejillas y caí de rodillas al suelo con el mechón de pelo en mis manos y el sobre con la carta en la otra.


No era capaz de leer, estaba totalmente fuera de mí, solo con tener aquel mechón entre mis manos, aquel olor…era de ella.


Conseguí serenarme y salir corriendo hacía el apartamento de Rosalie y Emmet. Aporré la puerta hasta que Rosalie me abrió. Entré y no pude decirle nada, solo le tendí el sobre y el mechón de pelo a mi hermano.


Emmet empezó a leer en voz alta:


No la busques, ella no va a volver. Sigue con tu vida y olvídate  que algún día la conociste y la tuviste, ahora ella estará mejor sin ti.


- NADA MÁS? – gritó Rosalie


- No, no dice nada más – contestó Emmet cerrando una de sus manos en un puño.


- PERO…ESTO NO ES DE BELLA, ELLA NO HA ESCRITO ESTO ESTÁ CLARO, Y JAMÁS ENVIARIA UN MECHÓN DE SU PELO!!!! – volvió a gritar Rosalie – MALDITO JACOB BLACK!!! LO UNICO QUE QUIERE ES TORTURARNOS!!! Y MALDITA SEA QUE LO ESTÁ CONSIGUIENDO – gritó Rosalie estallando en llanto.


Emmet estaba con los ojos como platos al ver la reacción de Rosalie. Yo me acerqué a ella y la tomé de la mano para tranquilizarla.


Cuando Emmet reaccionó se acercó a ella y la abrazó con fuerza, ahí fue cuando Rosalie sacó todo lo que tenia dentro y empezó a sollozar en el hombro de Emmet.


Cuando los ánimos se calmaron fuimos a la comisaria a ver al oficial Smith.


- Esto indica que la persona que tiene a Bella es alguien que ustedes conocen. Es más sabe lo que Bella significa para Edward, y probablemente esta persona también sienta algo por Bella. Las palabras que utiliza indican posesión y reclamo por algo que considera suyo.


- JACOB BLACK – dijo Rosalie entre dientes.


- Parece lo más probable, ya que él tiene motivos y era novio de Bella, pero no podemos detenerlo, solo tenemos sospechas. Por otro lado si lo detuviéramos no encontraríamos a Bella, probablemente no nos diría su paradero.


- Y entonces, que nos queda hacer? – dije desesperado.


- Esperar, le voy a poner vigilancia las 24 horas del día, él mismo nos conducirá hasta Bella.


- Pero no estaba ya vigilado? – pregunté algo enfadado.


- Tenemos vigilada la casa de Victoria, pero desde que Bella desapareció él no ha aparecido. La pasada semana como no se celebró la vista tampoco apareció, así que no sabemos su paradero. Debemos esperar, tarde o temprano aparecerá.


- Y qué hay de Victoria? – pregunté con los puños apretados.


- Hemos hablado con el señor Mulder, tal y como acordó con usted no la había despedido, y ahora a petición mía y tras la desaparición de la señorita Swan, va a esperar a despedirla cuando aparezca la señorita Swan, de lo contrario podemos alertar al señor Black a través de ella.


- Entiendo – dije pensativo – bien señor Smith, gracias por su ayuda.


- No se preocupe Edward, daremos con la señorita Isabella Swan. Nos mantenemos en contacto. Adiós.
- Adiós.


Salimos de la comisaria algo más animados.

Me alegraba saber que el señor Mulder había aceptado no despedir a Victoria, no tenía pensado verme con ella, no podía, pero tampoco quería que alertara a Jacob arriesgándome a perder a Bella.

 

Jacob POV


Un mes, ese era el tiempo que hacía que Bella estaba conmigo, no en el modo en el que a mí me gustaría, pero por lo menos no estaba con él, la había alejado de él para siempre, y aunque me costase meses que ella me aceptase, no me rendiría.


En todo ese mes Bella había estado encerrada en aquel cuarto, y yo deambulando por el resto de la casa. No quería volver a la ciudad, compraba lo necesario allí en las afueras y regresaba de nuevo a la casa.


Victoria me había llamado un par de veces para decirme que Edward no la había vuelto a llamar, estaba furiosa porque la desaparición de Bella no había causado el efecto que ella deseaba, que Edward se rindiera a sus pies. Por el contrario al parecer Edward se había refugiado en su familia y su trabajo, y cuando ella lo había intentado llamar para quedar siempre obtenía una negativa por su parte.


Sin duda aquel maldito iba a sufrir en sus propias carnes lo que yo había sufrido todo este tiempo en el que Bella había estado con él.


Como me habría gustado verle la cara cuando recibió el mechón de pelo de Bella y la carta. Sabía que ahí le dejaba claro que Bella estaba con otro, y seguro que eso lo hizo enloquecer.

 


Bella POV


Ya había pasado un mes. Un mes encerrada entre aquellas cuatro paredes. Seguía tomando el jarabe, pues las nauseas no habían desaparecido del todo, si habían mejorado gracias al jarabe.


Estaba en el baño peinándome el pelo mojado, me acababa de dar una ducha, cuando rebuscando entre las cosas del mueblecito bajo el lavamanos encontré tampones, compresas y de más, y entonces caí en la cuenta de algo que no me había parado a pensar. En aquel mes allí encerrada no había tenido el periodo…
Empecé a hacer cuentas y la última vez que lo había tenido…fue dos semanas antes de que me secuestrara Jacob.


Un mes y medio? Si, ese era el tiempo que hacía que no tenía el período. Entonces? Un mes y medio sin el periodo, las nauseas, los vómitos….

Abrí mi boca de par en par e inconscientemente me llevé las manos a mi barriga. Podría ser que…estuviese embarazada? Siempre había sido muy puntual con mi menstruación, así que llevaba dos semanas de retraso según mis cuentas.


Dos gruesas lágrimas rodaron por mi mejilla y una sonrisa se formó en mis labios. Estaría embarazada de Edward? eso sería el regalo más maravilloso del mundo. Pero… y si Jacob se enteraba? Que haría él? Que le haría a mi bebé?


No! No podía permitir que ese mal nacido se acercase a mí. Hasta ahora él había tenido paciencia y no había intentado nada, pero no sabía cuánto tiempo podría tardar en querer algo más de mí.


Mi cabeza era un hervidero, no dejaba de maquinar modos de salir de allí. Fingir un accidente o una enfermedad para obligarlo a que me llevase al hospital, era lo menos peligroso, porque enfrentarme a él y pelear no entraba dentro de mis planes, eso podría dañar a mi bebe.


No sabía si la policía me buscaba, pero estaba claro que no me habían encontrado en un mes y podrían pasar perfectamente los nueve meses de embarazo y que no dieran conmigo.

 

Victoria POV


Tres malditos meses!!! Y Edward seguía sin querer saber nada de mí! Si contestaba mis llamadas, pero muy educadamente me mandaba a freír monas!
La desaparición de Bella había causado el efecto contrario al que yo pretendía. Jacob lo había hecho fatal! A que él estaba convencido, eso lo sabía con toda seguridad, de que Bella no se había ido por su propia voluntad.


El timbre de la puerta me sacó de mis pensamientos.

- Que haces aquí? – contesté furiosa cuando abrí la puerta.


- Gracias! Yo también me alegro de verte después de tantos meses – dijo Jacob con ironía – veo que sigues conservando tu buen humor.


- Qué quieres Jacob? – dije enfadada.


- Puedo pasar, o vamos a hablar en la puerta? – dijo él divertido.


Me aparté para dejarlo pasar y avancé hacia la sala. Oí la puerta cerrarse y los pasos de Jacob tras de mí.


Me quedé de espaldas a la puerta con los brazos cruzados y sentí como me rodeaba con sus brazos tomándome de la cintura y haciendo girar para quedar cara a cara.


- Porque estas molesta? No me has echado de menos? – preguntó besando mi cuello.


- No – dije aún enfadada con los brazos cruzados sobre mi pecho – para nada – pero me tembló la voz al pronunciar estas últimas palabras, y él no notó y sonrió contra mi piel.


- Seguro? – dijo de nuevo lamiendo mi cuello y pasando sus manos de mi cintura hasta mi trasero, que asió con fuerza para apretarme contra su cuerpo notando su erección en mi estómago.


No contesté a ésta última pregunta y lo besé. Nos desnudamos en uno al otro allí en la sala e hicimos el amor salvajemente. Hacía tres meses que no me había acostado con nadie, desde la última vez que lo hice con él.


Me había reservado estúpidamente para Edward, pero eso no había sucedido.


Nos quedamos tumbados sobre la alfombra de la sala mientras nuestras respiraciones recuperaban el ritmo normal.


- Pues yo creo que si me has echado de menos – dijo Jacob apartando un mechón de mi pelo y colocándolo detrás de mi oreja.


- Sigo enfadada contigo – le dije.


- Por Cullen? – preguntó divertido.


- No nos hemos visto en tres meses, no quiere saber nada de mí – dije dolida.


- Dale tiempo, tampoco es tanto, solo tres meses – dijo esta vez serio.


No contesté y me levanté recogiendo mi ropa y vistiéndome.


- Dime Jacob, a que has venido? Acaso Bella no te da lo que has venido a buscar? – dije divertida sentándome a horcajadas sobre él, que seguía tumbado en el suelo con su brazos detrás de la nuca, ahora me tocaba jugar a mí.


- Todo a su debido tiempo Victoria. Necesitaba un respiro, así que le dejé la cena y me he venido a verte y a pasar la noche contigo.


- Y que pasa si yo tuviera planes? – dije molesta, colocando mis manos sobre mis caderas.

- Los tienes? – me dijo con una sonrisa.


Fruncí el ceño a modo de respuesta, no era necesario articular con palabras que no tenía planes, ya que me había pasado tres meses esperando a Edward Cullen sin éxito.


Empezamos a besarnos de nuevo, aquella iba a ser una noche muy larga…

 

Edward POV


Habían pasado ya tres meses y ese malnacido de Jacob Black no había dado señales de vida, era como si se lo hubiese tragado la tierra.
Los padres de Bella no sabían nada tampoco, había confiado en que esto acabase pronto e irnos de vacaciones a Forks, pero parecía que eso no iba a suceder.


Este fin de semana Carlisle y yo viajaríamos a Forks a hablar con los padres de Bella y ver si entre todos se nos ocurría algún plan para todo aquello.


El sábado por la mañana salimos rumbo a Forks. Charlie el padre de Bella nos esperaría en el aeropuerto de Seatle a nuestra llegada.


En unas horas estábamos ya viajando hacía Forks en el coche de Charlie y Renné. Ambos tenían mal aspecto, se veían tristes y cansados, podía ver en sus facciones como la desaparición de su hija había causado estragos en ellos.


Llegamos a la pequeña casa de los Swan, y cuando crucé la puerta los recuerdos me abrumaron y me dejaron allí clavado en el sitio. Todo el lugar estaba plagado de ella, de sus fotos escolares, sus recuerdos familiares…


Renné notó el cambio en mi estado de ánimo y me tomó de la mano guiándome hasta la sala donde nos sentamos a charlar. No estaba prestando demasiada atención a la conversación, andaba distraído con una foto de Bella que había vestida con su traje de ballet. Era una niña encantadora, sabía que si tuviese una hija me gustaría que se pareciese a Bella, con aquellos ojos color chocolate tan intensos.


La conversación que se estaba desarrollando en la sala consiguió captar mi atención.


- He hablado con Billy, y me ha dicho que Jacob lo llama un par de veces a la semana, pero que dice que sigue en New York. Que ha encontrado un trabajo y vive en casa de una amiga.

- Miente! – espeté.


- Lo sé Edward, pero no puedo decirle a Billy que sospechamos que Jacob tiene a Bella, de lo contrario él podría decírselo a su hijo, o reclamarle, y ponerlo en estado de alerta.


- Lo sé Charlie – dije a modo de disculpa por mi reacción.


- Confiemos en que tarde o temprano Jacob aparecerá y entonces la policía podrá seguirlo y dar con Bella – dijo Carlisle transmitiéndonos a todos su optimismo.
- Hay Carlisle viejo amigo, eso espero – contestó Charlie algo resignado.


Cenamos en casa de los Swan y nos retiramos a dormir a nuestro hotel. Por la mañana Charlie nos llevaría de regreso al aeropuerto para tomar el vuelo a New York.
De camino al hotel mi teléfono sonó.


- Si? - contesté


- Edward? soy el oficial Smith, tenemos a Black – di un respingo en el asiento del coche haciendo que Charlie parase en el arce y él y Carlisle concentraran sus miradas en mi. No habían alcanzado a oír lo que el oficial me había dicho, pero estaba seguro que por mi reacción y la expresión de m i cara podían hacerse una idea de qué algo pasaba.


- Cómo? – dije incrédulo.

- Ha llegado ésta tarde a casa de Victoria. Estamos en la puerta esperando a que salga para seguirlo, confiamos en que nos conduzca hasta el paradero de la señorita de Bella – en estos tres meses el señor Smith se había acostumbrado a llamar también Bella a la que al principio llamaba la señorita Swan.


- Estoy fuera de la ciudad pero ahora mismo cogeré un vuelo de regreso.


- No se apure Edward, tampoco puede hacer nada ni intervenir, así que tranquilícese, pero confío en que todo se resuelva éste fin de semana. Por el momento creo que no se va a mover ésta noche, pero nos vamos a quedar haciendo guardia para seguirlo en cuanto salga del apartamento de la señorita Stewart.


Colgué el teléfono con mi corazón a 200 pulsaciones por minuto, quizás éste fin de semana se resolvía todo y por fin volvería a tener a Bella a mi lado.


- Que pasa hijo, todo va bien? – preguntó  Carlisle con su mirada clavada en mi cara al igual que Charlie, esperando mi respuesta.


- Parece que apareció Jacob – dije animado.


Les conté toda la conversación que había mantenido con el oficial Smith y ambos estaban también esperanzados en que los acontecimientos fuesen favorables y por fin encontrasen a Bella.

 

Bella POV


Contaba los días que llevaba aquí encerrada. Tres meses habían pasado ya, si mis cuentas no fallaban. Necesitaba saber en qué mes estaba y en qué día, de lo contrario acabaría por volverme loca allí encerrada.
La televisión me había servido para mantenerme al día respecto a lo que estaba pasando en el mundo.


También me había ayudado a hacer algo de ejercicio para no terminar con los músculos agarrotados, pues allí dentro no tenía demasiado espacio para estirar las piernas, así que aprovechaba para seguir uno de los programas matinales de gimnasia a diario.

Todavía podía disimular el embarazo, tres meses aún no se notaban demasiado en mi cuerpo, y con ropa holgada podía esconder el pequeño bultito que se había formado en mi vientre. Sin duda alguna si Jacob se hubiese acercado lo suficiente o intentado algo, se habría dado cuenta de que algo había cambiado en mí.
No sabía cuánto tiempo iba a poder esconderlo, pero debía hacerlo por el bienestar de mi bebe y por el mío propio.


Sabía que estaba sola, ya que Jacob me había traído la cena más temprano de lo habitual y se había marchado con su coche, había aprendido a distinguir los ruidos en la casa para saber cuándo se ausentaba y cuando estaba rondado fuera.


Había cenado temprano y me había acostado a ver una película en la cama, los viernes siempre solían pones en la Fox alguna película interesante, y aquel viernes ponían una que tenía intención de ver.


No sé en qué momento me quedé dormida, pero creo que no alcancé a ver ni el principio de la película, de todos modos ya la había visto, y no me gustaba el final, las tragedias no eran lo mío, y menos en aquellas circunstancias.


Los rayos de sol entrando por la ventana me despertaron, haciendo que por un momento antes de abrir los ojos pudiese fantasear con que a mi lado estaría Edward, que todo esto era una pesadilla y que me encontraba a salvo en nuestro apartamento compartiendo estos meses tan especiales de espera para la llegada de nuestro primer hijo.


Pero la realidad me golpeó en la cara sin piedad. Estaba allí, en aquella habitación que se había convertido en mi cárcel desde hacía tres meses.

Cada mañana me levantaba de la cama e intentaba comer y no volverme loca por el bien de mi hijo, eso era lo que me daba fuerzas para no cometer una locura, o contra mi propia vida o contra Jacob. El odio que sentía por él iba creciendo día a día, motivos no me faltaban. Me había separado de la persona más importante de mi vida, me retenía allí en contra de mi voluntad, y lo peor de todo, es que estaba condenando a mi bebé que no tenía la culpa de nada, ni siquiera había pedido venir a éste mundo.


Me levanté y me día una ducha como cada mañana y me vestí con ropa cómoda. Arreglé mi cama y mi habitación. Sabía que Jacob no tardaría en llegar con el desayuno.


Eran ya las nueve de la mañana y no había dado señales de vida. Oí un coche y me asomé a la ventana, era él que llegaba con la misma ropa que llevaba el día anterior, no había vuelto a dormir.


Entró en la casa y oí ruido de platos y cacharros en la cocina. En media hora se acercó como siempre a mi puerta.


- Bella apártate a la esquina de la habitación – me dijo desde afuera.


Entró con la bandeja del desayuno y con un rosa.
- Buenos días – dijo sonriente mirándome.


- Buenos días – contesté sin apenas prestarle atención.

- Como has amanecido hoy? – dijo dejando la bandeja y acercándose hacía mi con la rosa en la mano.


- Bien, gracias – contesté con tono monocorde.

- Esto es para ti – dijo extendiendo su mano y entregándome la rosa a una distancia prudencial.

- No tenias que molestarte – contesté tomando la rosa y dejándola sobre la cama.


- Bella esto no puede seguir así – dijo serio con sus manos apretadas en puños.


- Y qué esperas Jacob, que me lancé a tus brazos después de lo que has hecho? – dije algo enojada.

- Llevo tres meses siendo paciente, tres largos meses en los que tu actitud no ha cambiado respecto a mí, respecto a nosotros – le corté en seco.

- No hay un nosotros Jacob – dije levantándome y poniéndome en pie para mirarlo directamente a los ojos – perdiste cualquier oportunidad el día que te acostaste con Victoria, el día que me atacaste en la entrada del gimnasio, y por si todo eso no había sido suficiente, secuestrándome y manteniéndome aquí encerrada – dije con voz tranquila.


- Tú me obligaste a ello, no había modo alguno de acercarme a ti para intentar hablar contigo – dijo algo más relajado.


- Jacob es que no hay nada de qué hablar, no lo entiendes? No quiero volver contigo, no has sido justo ni honesto conmigo, y eso debería ser lo primero, pero no! Tú me traes aquí a la fuerza y esperas que yo cambie de idea?


- He tenido paciencia Bella, pero se está agotando, y por las buenas o por las malas serás mía, y no habrá nadie para ayudarte, así que mejor vete haciendo a la idea – dicho esto se dio media vuelta y dando grandes zancadas salió de la habitación dando un portazo y cerrando la puerta con llave.


Las lágrimas empezaron a rodar de modo descontrolado por mis mejillas bañando mi cara. No pude evitar llevar las manos a mi vientre.

- No va a pasar nada, mamá te protegerá – le decía al bulto de mi barriga.


Debía escapar de allí, no podía aguantar más allí dentro, y mucho menos esperar a que Jacob cumpliese sus amenazas de tomarme a la fuerza, arriesgándome a que le hiciera daño a mi bebé.


Debía idear un plan, y tenía que hacerlo cuanto antes.

Capítulo 42: Ella no está. Capítulo 44: A salvo

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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