Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220937
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 55: La boda

Bella POV


Tal y como había sospechado el duende psicópata me había torturado durante cuatro largas horas. Me había hecho la manicura y la pedicura, agradecí que ayer me depilasen en el spa, ya que no me podía imaginar a Alice depilándome con aquella energía…


Me había puesto una mascarilla de arcilla y otra de pepino para luego ponerme crema.


De repente en el silencio en el que solo se escuchaban las manos de Alice trabajando sobre mi rostro con las mascarillas, una melodía familiar inundó toda la casa.
Era mi nana. Edward estaba tocando el piano y estaba tocando mi nana.


No pude reprimir una sonrisa de felicidad al escuchar las notas de aquella canción.


Podía imaginarlo sentado en el banquito del piano con su cabeza inclinada hacía las teclas y los ojos cerrados. Con su pelo color cobre revuelto como era habitual en él.


No pude quitar la sonrisa de mi cara cuando en mi mente aparecía la imagen de Edward en el piano como tantas y tantas veces lo había visto y aquella melodía inundaba cada rincón de mi ser, de mi alma.
Era Edward y tocaba para mí.


Al cabo de un rato la melodía cesó, e imaginé que él también había empezado a prepararse para la boda.
Esme entró con una bandeja con el almuerzo, y la verdad no recordaba que tenía tanta hambre, serían los nervios.


Al rato regresó para llevarse la bandeja y Renné me trajo a mi hija, ya estaba vestida con su pequeño vestidito blanco con detalles amarillos. Parecía una princesita. Descansaba dormida en los brazos de su abuela, ajena a la tortura a la que estaba siendo sometida su madre.


Llegó Rosalie para ayudar a Alice con el peinado. Secaron mi pelo y lo trenzaron para hacer un semi recogido en la parte alta de mi cabeza, dejando parte de la mitad de mi pelo suelto en tirabuzones que habían hecho con las tenacillas calientes.


Cuando ya estuve peinada y maquillada me coloqué la ropa interior en el baño y salí con la bata para ponerme el vestido.


Entre Rosalie y Alice me lo colocaron y abrocharon.
Faltaba apenas media hora para las cinco de la tarde y yo ya estaba lista y más nerviosa que antes.
Mi padre entró en la habitación con un ramo de rosas amarillas en sus manos, era mi ramo de novia.


- Estas preciosa Bella – dijo Charlie acercándose a besar mi mejilla y entregándome el ramo.


- Gracias papá – estaba emocionado, y a mí me emocionaba verlo así de feliz.


- Mi niña ya se ha hecho mayo, y ahora ya tiene su propia familia – dijo acariciando mi mejilla cuidadosamente.


- Y en ella también estáis tú y mamá – dije sonriendo y con los ojos llenos de lágrimas a punto de rodar por mis mejillas.


Renné entró en la habitación muy sonriente.


- Oh!!!!! Alice!!! – dijo Renné mirándome de arriba abajo para luego dirigirse a Alice que estaba sonriente a mi lado – has hecho un trabajo fantástico!!! – decía con las manos en la boca – Bella estas preciosa.


- Gracias mamá – dije sonriente.


- Gracias Renné – contestó Alice.


Entraron Rosalie y Esme a la habitación.


- Bueno, como necesitas algo nuevo, y ya tienes el vestido – dijo Esme – te traigo algo prestado – dijo acercándose a mí para colocar en mi muñeca una pequeña pulsera con perlas que hacía juego con mis pendientes – me la regaló Carlisle cuando nos prometimos.


- Gracias Esme – dije acariciando la pulsera que acababa de colocar en mi muñeca.


- Bueno hija, y aquí tienes algo usado. Tu padre y yo restauramos la tiara de tu abuela Swan y le hemos colocado perlas a juego – dijo mamá sacando de una caja una tiara que Alice colocó enseguida sujeta en el moño y sujetando el velo.


- Mamá, Papá – dije con la voz rota por la emoción – no era necerio – me sabia mal que gastasen tanto dinero en aquello.


- Si lo era, eres nuestra única hija, y ahora que eres madre entenderás de lo que te hablo – dijo Renné.


Solo asentí. La entendía perfectamente. El amor de una madre es aquel amor incondicional en el que darías hasta la última gota de tu sangre por tu hijo.

- Bueno – dijo Rosalie adelantándose – solo te falta algo azul.


Me tendió una cajita y la abrí, en ella había una liga blanca con un lazo azul de seda.


- Es preciosa Rosalie – dije mirándola a los ojos que eran del mismo color azul que la liga que mi amiga me había regalado.


- Me alegro que te guste – dijo tomando la liga y agachándose para colocármela.


Alice subió mi vestido y yo levanté mi pie del suelo para que Rosalie subiese la liga hasta mi muslo.

- Bien ahora ya está todo listo! – dijo Alice – son las cinco y cinco, momento en el que la novia debe hacer su entrada.


Ni siquiera me había dado cuenta de que esa media hora había pasado tan rápida recibiendo los presentes de mis seres queridos.


Me sentía dichosa, feliz y con ganas de ser la señora Cullen.


Aunque Edward y yo ya nos pertenecíamos en todos los sentidos, de algún modo la boda era un modo de hacerlo oficial.

 

 

Edward POV


Llegamos a casa temprano. Entré con la esperanza de poder ver a Bella, aunque fuese solo un instante. Sus ojos, su sonrisa…apenas habíamos estado separados el día de ayer y ésta noche pasada y me parecía una eternidad.


Me había costado conciliar el sueño, no encontrar el cuerpo de Bella junto a mí en la cama era algo a lo que no me podría acostumbrar jamás. Sin ella junto a mí apenas había podido dormir.


Llegamos a la cocina pero allí no estaba Bella. Mi madre debió imaginar que era lo que estaba pensando en aquel momento.


- Acaba de estar aquí desayunando, pero Alice se la llevó a la carrera cuando escuchó el sonido del coche – me dijo  mi madre acariciando mi mejilla.

Bufé por la impotencia de no poder ver a Bella, realmente me estaba empezando a enfadar con mi hermana.


- No te enfades Edward, ella lo hace para que todo sea perfecto, ya solo quedan unas horas – añadió mi madre viendo mi cara de disgusto y pasándome a mi hija en brazos.


A ella también la había extrañado. Era como tener una parte Bella y mía en mis brazos. Aquellos ojos de color chocolate como los de su madre me miraban abiertos como platos.


Cuando le decía algo sonreía. Era perfecta, simplemente perfecta.


Me encaminé hacía la sala del piano, necesitaba relajarme y tocar un rato.


Tomé la cestita donde dormía Renesme normalmente cuando estaba en la sala y la coloqué junto a mi en el piano.


Empecé a tocar la nana de Bella, aquella canción que había compuesto hacía algún tiempo cuando la conocí.


Aunque no pudiese verla sabía que ella escucharía la melodía. Su canción. Tocaba para ella, y miraba a mi hija que estaba tranquila junto a mí escuchando la melodía que había compuesto para su madre.


Estuve un buen rato tocando, allí con los ojos cerrados, hasta que me di cuenta que Renesme se había quedado dormida en su canasto.

Se veía tranquila, feliz. Y yo también estaba feliz.

- Tienes hambre? – dijo mi madre entrando a la sala del piano.


- Si, la verdad – dije sonriente con la vista aún fija en mi hija.


- Vamos  a almorzar – contestó Esme tomando el canasto con Renesme dentro.


Después del almuerzo la tarde se pasó rápidamente.
Me di una ducha y me empecé a vestir con el traje que hacía un par de días me había probado.


Estaba ya listo, apenas faltaba una hora para la boda, pero debía bajar a empezar a recibir a los invitados que no tardarían en empezar a llegar.


Apenas quedaban unos minutos para las cinco, así que mi padre me vino a buscar junto con Emmet y Jasper para ocupar nuestras posiciones bajo el velador del jardín, junto al sacerdote que ya estaba también listo.


Todo estaba decorado de un modo exquisito. Sin duda Alice había hecho un buen trabajo, eso tenía que reconocerlo.


Las sillas blancas dejando un pasillo central con una alfombra roja hasta el velador, y todo cubierto de florecitas blancas pequeñas adornando el pasillo y los alrededores.


Los invitados habían tomado posición en sus asientos. Renné ya había bajado también y estaba en su lugar.
Sólo faltaban las damas de honor y la novia.
Se empezó a escuchar una música suave que daba entrada a las damas de honor.


Alice y Rosalie estaban realmente espectaculares, ambas con un vestido de raso dorado que marcaba su figura. Largo hasta los pies y con una pequeña abertura lateral en uno de sus costados.


Entró Alice primero, sonriente, seguida de Rosalie, que también estaba sonriente.


Empezó a sonar la marcha nupcial y al fondo de la alfombra roja que conducía hasta mi posición estaba Bella, mi Bella.

 

 

Bella POV


Estaba nerviosa. Ya habíamos tomado posiciones para hacer nuestra entrada en el jardín de la casa Cullen, allí era donde se celebraría la boda.


Alice y Rosalie entraron las primeras, siguiendo el ritmo de una melodía dulce y alegre a la vez.


- Bella tranquila, todo va a salir bien – dijo Charlie apretando  mi brazo para infundirme valor.


- Papá, pase lo que pase no dejes que me caiga si? – dije esbozando una sonrisa nerviosa.


Conociendo mi carencia de sentido de coordinación y mi torpeza, solo podía pasar que el día de mi boda camino del altar, rodeada de mi familia y amigos y con la vista de todos puesta en mí, mi torpeza hiciese acto de presencia haciendo que aterrizase en el suelo con mi vestido de novia.


Empezó a sonar la marcha nupcial y llegó el momento de hacer nuestra entrada, y ahí fue cuando lo vi. De pie, junto a su padre y hermanos.


Mi padre tuvo que tirar un poco de mí para que empezase a andar, pero en realidad yo lo que quería era salir corriendo y acortar la distancia que me separaba de Edward.


Fije mis ojos en sus orbes verdes que rebosaban felicidad, así como su sonrisa impresa en sus labios.


Todo a mi alrededor desapareció, solo estábamos él y yo.


Me sentía que flotaba conforme iba avanzando de la mano de mi padre hacía el hombre de mi vida, hacía el que se iba a convertir en mi esposo en todos los sentidos y modos humanos posibles.


- Te entrego a mi hija, cuídala y hazla feliz – dijo Charlie pasando mi mano de su brazo a las manos de Edward.


- Más que a mi vida – dijo Edward apartando sus ojos de mi por un instante para mirar a mi padre y volver a fijar su mirada en mi de nuevo.


El sacerdote empezó con la ceremonia, pero la verdad es que no le presté demasiada atención, estaba mirando a Edward a los ojos. Aquellos ojos verdes que desde el primer día que los vi me habían hipnotizado.

Llegó el momento de los votos…


- Yo Edward Cullen, prometo amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, todos los días de mi vida y para toda la eternidad.


- Yo Isabela Mary Swan, prometo amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, todos los días de mi vida y para toda la eternidad.


Habíamos cambiado la frase de “hasta que la muerte nos separe” por “para toda la eternidad”, ya que ambos estábamos convencidos que ni tan siquiera la muerte podría llegar a separarnos, a romper nuestro amor.


- Por el poder que me ha sido concedido os declaro marido y mujer, puedes besar a la novia.


Con una sonrisa en sus labios Edward puso una de sus manos en mi mejilla y la otra en mi cintura atrayéndome hacía él y dándome un beso. Yo enrede mis manos alrededor de su cuello entrelazando mis dedos con su pelo y pegando mi cuerpo al suyo.


Todos los presentes estallaron en aplausos y carcajadas, haciendo que Edward y yo abandonásemos nuestro beso para poder recibir las felicitaciones de todos los asistentes.

Capítulo 54: Hogar, dulce hogar Capítulo 56: La boda II

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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