Llegamos a casa temprano. Hoy iríamos a cenar a casa de mis padres, había cena familiar para celebrar la navidad y los padres de Bella habían llegado desde Forks para pasar aquí las navidades.
Nos dimos una ducha rápida y nos cambiamos.
- Bella todo va bien? – notaba a Bella algo nerviosa.
- Si amor, solo que estoy feliz de ver a mis padres – dijo animada.
Nos encaminamos hacia la casa de mis padres. Carlisle estaba en la sala charlando con Charlie, y Renné en la cocina con Esme, acabando de preparar algunos detalles de la cena.
Alice estaba en el sofá con Jasper, pero en cuanto entramos por la puerta nos ignoró tomando a Renesme de su carro.
- Hola sobrina!!! – dijo alegrmente lelvandose a Renesme, seguro le había comprado más ropa.
Charlamos animadamente y llegaron Emmet y Rosalie.
Bella fue a la cocina con Rosalie, allí estaban Esme y Renné, así que me distraje con Emmet y Jasper hablando.
Bella POV
- Lo trajiste?
- Si, lo he dejado en el refrigerador. Pero de que va todo esto? – preguntó Rosalie confundida.
- Es una sorpresa para Edward.
Esme y Renné habían llegado hasta nosotras.
- Rosalie la tarta del refrigerador? – preguntó Esme extrañada.
- Es mía – contesté – yo se la pedí para darle una sorpresa a Edward.
- Oh! bien – dijo Esme, ya me avisarás si necesitas algo.
- De acuerdo Esme, en el postre te cuento – dije sonriente.
Nadie sospechaba nada, o al menos eso pensaba yo, tampoco era nada extraño que quisiera darle una sorpresa a mi marido no?.
Llegó la hora de la cena y disfrutamos en familia de una charla animada.
Alice había comprado algunos vestidos y zapatos nuevos para Renesme, alegando que su única sobrina, cosa que iba a ser por poco tiempo, pensé para mí, no podía ir con cualquier cosa.
Alice no cambiaria nunca, ahora ya no me torturaba haciéndome sentir como una Barbie, lo hacía con Renesme, y a ella le encantaba, quizás había heredado de su tía la pasión por la moda? En unos años lo sabríamos.
Llegó la hora del postre y Esme me miró algo duvitatiba.
Yo me levanté y me encaminé hacía la habitación que había compartido con Edward para tomar de mi bolsa lo que había guardado de casa para poner sobre la tarta.
Fui hasta la cocina donde me esperaba Esme.
- Bien – dijo sonriente.
Sacamos la tarta del refrigerador y saqué los diminutos zapatitos de punto y los coloqué sobre la tarta. Esme se me quedó mirando sonriente y yo simplemente le devolví la sonrisa, ella ya sabía que significaba aquello.
- Me voy a la mesa, puedes llevarla tu? – dije amablemente.
- No hay problema, yo me encargo. Llevate la bandeja esa de dulces.
Me fui a la sala llevando la bandeja de dulces y me senté junto a Edward, que conversaba sonriente con Emmet.