Rosalie POV

Nos levantamos el sábado muy temprano. Había muchas cosas que hacer y muy poco tiempo. Alice me había hecho una lista mientras Esme y Jasper se habían ido a comer el día anterior, así que tendríamos que dividir las tareas con Edward y Bella o de lo contrario no estaría todo listo para cuando llegasen a casa del hospital, y estaba segura que Alice me mataría incluso con un brazo inutilizado incluso.

Llamé a la puerta del apartamento de Bella y Edward y abrío la puerta Bella, ya estaba vestida y lista, cosa que agradecí, no me apetecía interrumpir su tan agitada vida sexual.

- Buenos días. Tenemos un montón de cosas que hacer y muy poco tiempo, así que tenemos que dividirnos para poder tenerlo todo listo – dije de carrerilla.

- Buenos día Rosalie – contestó Bella – me parece bien, será lo más rápido.

- Bien, Edward y tú se deben encargar de ir a buscar la carne y la tarta. Emmet y yo iremos a por los arreglos florales y las verduras – consulté mi reloj.

- Nos vemos a eso de las once en casa de los Cullen? – dije algo agitada.

- De acuerdo, intentaremos llegar antes para empezar a preparar el jardín y la barbacoa – contestó Bella.

- Bien, nos vemos en un rato – dije saliendo corriendo a buscar a Emmet para ponernos en marcha.
- Hasta la vista – contestó Bella.

Emmet ya estaba listo, así que nos fuimos a por las verduras.

En media hora tuvimos todo listo y nos fuimos a la floristería Marc’s, la favorita de Esme, a por los arreglos florales que Alice tenia encargados y pagados desde hacía una semana.

Cuando tuvimos el jeep cargado con todo lo necesario salimos pitando a casa de los Cullen, eran cerca de las diez y media de la mañana.

Llegamos a las once a casa y Edward y Bella ya estaban preparando en jardín. Siguiendo las instrucciones de Alice había colocado manteles blancos y guirnaldas blancas adornando las copas de los arboles.

Edward estaba acabando de colocar las luces cuando llegamos.

- Hola! Veo que han aprovechado la mañana! – dije agitada. Realmente los preparativos de la fiesta me tenían desquiciada, no entendía como Alice podía disfrutar con todas estas cosas, yo por el contrario estaba que se me salía el corazón por la boca.

- SI! Ya tenemos el jardín listo, solo faltará encender las velas cuando llegue el momento. La carne está ya también lista en el refrigerador junto con la tarta. Trajiste las verduras? – preguntó Bella.

- Si, las dejamos en la cocina – dije mirando el maravilloso jardín, aún estaba embelesada mirando lo bonito que había quedado.

- Bien pues manos a la obra – dijo Bella devolviéndome a la realidad.

Preparamos las verduras en las brochetas y Edward y Emmet encendieron la barbacoa para ir preparando las brasas.

Carlisle había llamado que ya salían del hospital y venían de camino. Ya todo estaba listo para darle la sorpresa a Esme.

Esme POV

Alice había dormido toda la noche de un tirón, cosa que me permitió a mí también descansar. Jasper se había dormido en la cama de al lado de Alice que estaba vacía, y yo había descansado en el sofá de la habitación.

Carlisle se había quedado también a pasar la noche en el hospital por si necesitamos algo, él había dormido en el sofá de su despacho.

A las doce del mediodía le dieron el alta a Alice y nos marchamos para casa. Carlisle me había dicho que los chicos estaban en casa, incluida Bella y Edward, que por fin habían hecho las paces, era uno de los mejores regalos de cumpleaños, eso y poder llevar a Alice de vuelta a casa.

En media hora llegamos a casa.

- Carlisle, estaba pensando que quizás sería buena idea que llamásemos para pedir algo para comer – dije incomoda. Me gustaba cocinar para mi familia, pero con todo lo de Alice no había tenido tiempo de hacer la compra de la semana, y dudaba que pudiese cocinar algo decente para todos, por no mencionar que pese a haber dormido algo, estaba agotada del hospital.

- Me parece bien, entremos y ahora lo hablamos con los chicos.

Asentí y entramos a casa. Alice se fue derecha hacía el jardín con Jasper, y Carlisle a la cocina. Yo me fui a mi habitación para darme una ducha y cambiarme de ropa.

Cuando salí de la ducha Carlisle me esperaba con un vaso de agua y una pastilla.

- Tomate esto, te sentará bien para el dolor de cabeza – dijo sonriendo.

Después de tantos años me conocía lo suficiente para saber cuándo me dolía la cabeza y cuál era mi estado de ánimo en cualquier circunstancia.

- Vamos al jardín – dijo tomando mi mano.
Salimos al jardín y allí estaba mi familia esperándome.

- FELICIDADES!!! – dijeron todos al unísono.

El jardín estaba precioso, decorado con guirnaldas blancas, manteles blancos con centros florales, y Emmet y Edward estaban preparando una barbacoa.
Bella y Rosalie estaban junto a Alice y Jasper, y todo sonrientes.

No pude evitar emocionarme y derramar algunas lágrimas, pero por supuesto no era de tristeza, si no de felicidad de tener a toda la familia allí reunida.

- Mamá no llores- dijo Alice acercándose a mí y abrazándome con su brazo bueno.

- Muchas gracias a todos – dije hipando por la emoción – Bella, me alegro de verte – dije acercándome a Bella y abrazándola. La quería como una hija, ella le había devuelto a Edward la sonrisa, y por eso le estaría siempre agradecida.

- Felicidades Esme – me dijo estrechándome ella también.

Luego me saludaron el resto de la familia y nos sentamos en la mesa a disfrutar de la barbacoa.
Después de la comida trajeron una tarta con velas e incluso regalos, habían pensado en todo. Mis hijos y sus parejas me regalaron una pulsera con las iniciales de cada uno de los miembros de mi familia, que ahora con la llegada de Rosalie, Bella y Jasper estaba completa. Carlisle me regaló una nueva cámara fotográfica, ya que la otra que tenía se había estropeado, y me venía muy bien para mis proyectos.
Pasamos una tarde animada y cuando estaba oscureciendo el jardín se iluminó con millones de lucecitas que había por las copas de los arboles.

- Oh! es precioso!! – dije emocionada de nuevo – de verdad muchas gracias, este ha sido uno de los mejores cumpleaños de mi vida. Junto a mis seres queridos, mi familia. No puedo pedir más.

Seguimos charlando hasta que se hizo ya tarde y decidimos recogerlo todo y entrar en casa.

Todos se quedaban a pasar el fin de semana en casa, así que mañana tendríamos nueva reunión familiar y podría disfrutar de todos ellos como hacía tiempo que no sucedía.

Bella POV

Me levanté temprano para salir a correr. El viernes me había saltado la clase con Aro, y no quería abandonarme todo el fin de semana hasta el lunes sin hacer nada.

Con gran esfuerzo dejé a Edward durmiendo y me levanté vistiéndome en el baño y saliendo como un ladrón de la habitación.

Esme ya estaba levantada y preparando el desayuno.

- Buenos días Bella – dijo Esme besando mi mejilla.

- Buenos días Esme – dije correspondiendo a su beso.

- Dormiste bien? – preguntó

- Sí, mucho. Gracias – contesté.

- Que quieres desayunar?

- Nada, voy a salir a correr un rato, así que desayunaré más tarde, cuando regrese.

- Son las siete de la mañana.. – me miró extrañada.

- Si lo sé, pero es que si no salgo ahora cuando Edward se despierte ya no tendré fuerza de voluntad para ello.

Esme se echó a reír y tomó un botellín de agua del refrigerador y me lo dio.

- Bien, cuando regreses te preparo el desayuno – dijo Esme cariñosamente.

- Trato hecho – dije sonriendo encaminándome hacía la puerta de la entrada.

Salí de casa de los Cullen a correr por los alrededores. Era una zona residencial muy tranquila, llena de casas igual de impresionantes que la de los Cullen. Allí vivía gente muy exclusiva de New York.

Me coloqué los auriculares del Ipod y di un trago de agua a la botella. La dejé en el suelo para hacer algunos estiramientos y cuando hubo calentado la musculatura tome la botella poniendo en marcha el cronometro de mi reloj y empecé a correr.

Mientras iba corriendo y escuchando música iba observando el paisaje. Pese a ser una zona urbanizada habían muchos jardines y zonas verdes, realmente era increíble que estuviésemos en aquel paraíso verde a solo veinte o treinta minutos escasos de New York.

Después de cerca de cuarenta y cinco minutos corriendo me detuve a hacer de nuevo más estiramientos. Era algo que ayudaba con los músculos para no tenerlos engarrotados después del ejercicio.

Cuando terminé los estiramientos reemprendí de nuevo la carrera de vuelta a casa de los Cullen. No me había alejado mucho, ya que pese a haber corrido cuarenta y cinco minutos lo había hecho muy cerca de la casa de los Cullen, por la zona que conocía, ya que la urbanización era muy grande y no había tenido ocasión de recorrerla entera, solo la zona cercana a casa de los Cullen.

Ya estaba llegando a casa de los Cullen cuando noté que un vehículo pegado al arcén iba circulando muy despacio. Al principio no le di importancia, pensé que era alguien que iba a estacionar el vehículo, pero después de un par de minutos empecé a sospechar que aquel coche me estaba siguiendo. No quería girarme a mirar quien era, ya que no quería alertar al o los ocupante de que me había percatado de que me seguían.

Divisé la casa de los Cullen y apreté el pasó. El vehículo se quedó parado y yo entré a casa como una exhalación.

Cerré la puerta y me quedé apoyada en ella respirando y expirando el aire a toda velocidad. Notaba mi pulso acelerado.

Quien me había estado siguiendo?

Edward asomó la cabeza por la cocina, ya se había levantado. Al ver mi cara se acercó hasta donde yo estaba.

- Pasa algo Bella? te sientes mal? – dijo colocando una de sus manos en mi mejilla con gesto preocupado.
Respiré hondo y mentí.

- No, estoy bien, pero creo que el último sprint hasta casa me ha dejado algo acalorada.

No podía decirle lo del coche… Y si habían sido imaginaciones mías? Porque alguien en aquella urbanización iba a querer seguirme? Si no cabía duda, eran imaginaciones mías, seguramente el volver a casa de los Cullen me había hecho acordarme de los días que había pasado allí después del a agresión de Jacob y me estaba volviendo una paranoica. No le había mentido, simplemente mi imaginación me había jugado un mala pasada y no tenia porque compartirla.
Desterré el absurdo suceso de mi mente y bese a Edward.

- Me voy a dar una ducha y bajo a desayunar.

- Bien – dijo besando mis labios.

Me subí a la habitación de Edward, que ahora compartíamos cuando nos quedábamos en casa de sus padres y me di una ducha para bajar a desayunar con el resto de la familia.

Jacob POV

Victoria consiguió la dirección del apartamento donde Bella se había ido a vivir con el tal Edward Cullen. Era un edificio del centro de New York.

Era un lugar que no estaba al alcance de cualquiera, aunque teniendo en cuenta el potencial económico de la familia Cullen o me sorprendia. Según los informes de Victoria toda la planta del edificio donde vivian ambos hermanos Cullen era de su propiedad. Un total de cuatro apartamentos de ciento veinte metros cuadrados.

Dos de los apartamentos estaban ocupados por Rosalie, la rubia psicópata amiga de Bella que vivía con el hermano del tal Edward, Emmet Cullen. Otro de los apartamentos lo ocupaban Bella y Edward. El tercer apartamento era de la única hermana, Alice Cullen, y el cuarto apartamento de sus padres, pero apenas lo utilizaban.

Al parecer Alice aún vivía a las afueras de New York en casa de sus padres.

También tenia la dirección de la casa de las afueras.
Después de ver dónde quedaba el edificio de apartamentos, decidí ir a ver la casa de las afueras.

Apenas en media hora llegué a la zona residencial que Victoria me había descrito. Las casas allí eran imponentes y majestuosas, se notaba que la gente que allí residía era gente importante de New York.
Paré justo en frente de la casa de los Cullen, y me quedé allí en el coche agazapado. Era temprano y no se veía nadie por la calle, apenas eran las siete de la mañana.

De repente la puerta principal se abrió y alguien salió de la casa. Cuando se abrió la cancela del jardín pude ver que era Bella. Salia ataviada con mallas y una camiseta de manga corta. Llevaba su Ipod y una botella de agua en la mano.

Se paro en la entrada de la casa y empezó a hacer estiramientos. Tomó un sorbo de agua y se colocó el Ipod e inició su ejercicio saliendo a correr calle abajo. Puse el coche en marcha y me dirigí a la otra calle perpendicular, de ese modo la vería sin ser visto.
Estuvo corriendo durante cerca de cuarenta y cinco minutos cuando se detuvo de nuevo a hacer estiramientos y beber agua. No pude reprimirme y me acerque poco a poco con el coche hasta donde ella se encontraba, pero quedando a una cierta distancia. No se dio cuenta de mi presencia, estaba concentrada en sus ejercicios y con los auriculares puestos no había tan siquiera escuchado el ruido del motor.

Inicio la carrera de nuevo y yo la iba siguiendo con el coche, no podía evitar seguirla, la tenía allí tan cerca, y no había nadie por la calle, era demasiado temprano…me resultaría tan fácil bajarme del coche y arrastrarla al interior y llevármela lejos.

Lejos donde ese maldito de Cullen no la encontrase nunca y Bella fuera mía para siempre.

Estábamos cerca de casa de los Cullen, debía tomar una decisión. De repente Bella aumentó la velocidad y se fue como un rayo hasta la casa de los Cullen, entrando al jardín y perdiéndose de mi vista.
No tenía prisa, todo era cuestión de paciencia, tarde o temprano volveríamos a estar juntos, de eso estaba seguro.