Edward POV
La tarde estaba tranquila en el hospital, así que conseguí que Tayler cubriera el resto de mi turno para poder salir antes a buscar a Bella a su oficina. Sabía que aún estaría trabajando hasta las siete, así que tenía el tiempo justo para llegar a su oficina y darle una sorpresa.
Llegué más rápido de lo habitual, ya que un viernes a esa hora apenas había tráfico, ya todo el mundo estaba fuera para pasar el fin de semana o en casa con la familia.
Al entrar al edificio los guardias de seguridad no me prestaban mucha atención, andaban algo ocupados con algún problema.
- Tenemos que localizar la llamada, se oyen golpes…señorita me escucha? – decía el guardia de seguridad angustiado. - Espera Pol, voy a consultar con el ordenador desde donde se está haciendo la llamada, el edifico está casi vacío y no me costará mucho encontrar el origen de la misma.
Me paré frente al mostrador.
- Hola soy Edward Cullen, voy a la planta trece a buscar a Isabella Swan – dije al guardia que me miraba. - PLANTA TRECE POL!!!! – dije el otro guardia chillando. - Si eso he dicho, que voy a la planta trece. - Disculpe señor, hay una emergencia en esa planta.
Ambos guardias salieron corriendo hacia el ascensor y yo tras ellos.
- En la planta trece está mi novia – dije a los guardias de seguridad que me miraban cuando me paré con ellos a esperar el ascensor. - Está bien, suba pero manténgase detrás de nosotros – me contestó el que el otro había llamado Pol. - Embry, crees que sea seguro? – preguntó el tal Pol - No lo sé Pol, pero tampoco podemos dejarlo aquí abajo.
Las puertas del ascensor se abrieron y los tres nos subimos en él. Uno de sus guardias insertó una llave para que el ascensor subiese directo, ya que no se paró en ninguno de los pisos por los que íbamos pasando y subíamos directos al piso trece.
Mi corazón estaba martillando mis oídos a doscientas pulsaciones por minuto, creo que en cualquier momento se me iba a salir del pecho. Estaba asustado y preocupado por Bella, ella debía seguir en el piso trece, el piso en el que parecía que había algún problema y al que nos dirigíamos.
Pese a no hacer ninguna parada el maldito ascensor parecía que iba más lento de lo normal. Estaba tenso y a punto de salir disparado como un cohete de la tensión que estaba acumulando. Sin darme cuenta mis puños se habían cerrado y mis uñas se clavaban en la palma de mis manos.
Por fin sonó la campanita del ascensor que indicaba la llegada al piso trece, y las puertas se abrieron y ahí mi mundo se me vino abajo.
- MALDITA SEAS BELLA!!!! – gritó con furia un hombre joven que tenia sujeta a Bella al mismo tiempo que la abofeteaba.
No pude contener mi ira y salí corriendo a matar a ese animal.
- BELLAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
El dos segundos llegué hasta donde se encontraban Bella y aquel tipo y no pude contenerme al ver a Bella en el suelo semi inconsciente.
- MALDITO SEAS! – grité con furia. - Vaya si el medicucho ha venido a salvar a la putita – dijo él con una sonrisa burlona en su cara.
Me abalancé sobre él y le propiné un puñetazo que lo hizo caer de espaldas al suelo. Cuando me disponía a seguir machacándolo los guardias de seguridad ya habían llegado a mi altura y uno de ellos me sujetaba el brazo mientras el otro esposaba al tipo ese.
- Hijo no vale la pena, ya la policía se encargará de él. Atiende a tu novia que te necesita, la ambulancia viene de camino - me dijo el tal Pol cariñosamente.
Caí al suelo sobre mis rodillas junto a Bella, estaba sangrando, con su camisa hecha girones y semi inconsciente.
Me quité mi chaqueta y cubrí su desnudez. Sujetaba su mano con fuerza.
- Edward eres tú? – alcanzó a decir Bella débilmente – te amo. - Yo también te amo mi amor – le dije con un hilo de voz.
Bella perdió el conocimiento y la ambulancia llegó. Para mi suerte era Erik, el paramédico del servicio de ambulancias del hospital en el que yo trabajaba, que al verme allí se sorprendió.
- Edward, que ha pasado? – preguntó Erik sorprendido. - Erik, es mi vida, mi amor, la razón de mi existencia – dije con lágrimas en mis ojos a punto de desbordarse. Pero aguanté, tenía que ser fuerte. - No te preocupes Edward, tranquilízate y dejamos hacer nuestro trabajo – me dijo Erik poniendo una mano sobre mi hombro.
Erik se puso a trabajar sobre Bella revisando sus constantes, indicando al enfermero que le pusiera un gotero, le colocó un collarín y la pusieron en la camilla. Cuando terminaron me indicó que los siguiera. Yo estaba en estado de shock, me movía de modo mecánico sin saber muy bien porque, solo seguía la camilla donde Bella iba inconsciente.
- Edward, Edward, me escuchas? – me decía Erik, y por fin conseguí contestar. - Erik – dije algo aturdido. - Ella está bien, no te preocupes, la llevamos a hacer un chequeo al hospital, pero estate tranquilo si? – me dijo sujetando mi hombro – como te encuentras Edward? – preguntó Erik en tono profesional.
No pude contestar y me derrumbé llorando como nunca lo había hecho, la tensión acumulada de esa última media hora me estaba pasando factura. - Tranquilo, todo está bien – me decía Erik de modo cariñoso. Realmente era un buen amigo y compañero, y sin duda le debía una, y muy grande – quieres llamar a alguien – me dijo Erik cuando me tranquilicé.
Asentí y tomé mi teléfono del bolsillo de mis pantalones y llamé a la persona que siempre acudía cuando tenía un problema.
Carlisle POV
Había salido algo antes de lo habitual del hospital, prefería llevarme papeleo a casa para poder disfrutar de una cena en familia y adelantar algo de trabajo durante el fin de semana. Tenía que preparar una conferencia que debía dar la próxima semana en el hospital.
Llegué a casa y ya habían llegado Alice, Jasper, Emmet y Rosalie. Sabía que Edward y Bella tardarían algo más, ya que Edward no acababa su turno en el hospital hasta las ocho.
Saludé a todos y me encaminé hacía mi despacho para dejar allí mi cosas antes de darme una ducha y ponerme algo cómodo. Eran ya las siete y media cuando el móvil sonó en mi bolsillo. Miré el identificador de llamadas, era Edward.
- Hola hijo, algún problema en el hospital? – pregunté cordialmente, ya que sabía que aún no había acabado su turno. - Papa ha pasado algo con Bella – la voz de Edward me indicaba que algo iba mal, muy mal. Su voz era sombría como hacía tiempo que no oía. - Que pasa hijo? – dije algo alarmado. - Papa te necesito, estamos en el hospital, han atacado a Bella – a continuación oía sollozar a Edward desde el otro lado de la línea. Oí como alguien tomaba el teléfono. - Doctor Cullen soy Erik el paramédico – conocía bien a Erik, era uno de los paramédicos del servicio de ambulancias del hospital. - Dime Erik – pregunté angustiado mientras cogía de nuevo mi cartera y las llaves del coche saliendo de mi despacho hasta el salón.
El resto de la familia se quedó en silencio al verme aparece con el teléfono en la mano y mi talente serio, y más al oírme hablar.
- Como está Bella? – pregunté de modo profesional. - Estamos llegando al hospital con la ambulancia. Está inconsciente debido a los golpes que ha sufrido, pero no parece grava doctor Cullen. Tiene un fuerte golpe en la mejilla y el labio partido, pero nada que deba preocuparnos físicamente – dijo Erik tranquilizándome. - Bien Erik salgo para el hospital enseguida, dile a Edward que en veinte minutos estoy ahí. Mantenme al tanto de cualquier novedad Erik.
Colgué el teléfono consciente de que todas las miradas se centraban en mi persona, así que no me ande con rodeos.
- Han atacado a Bella – A Rosalie se le escapó un grito de horror y se llevo las manos hasta la boca – parece que no tiene nada grave, ya la están trasladando al hospital y Edward va con ella. - VAMOS AL HOSPITAL – gritó Rosalie agarrando a Emmet de la camisa con lágrimas en los ojos. - Vamos iremos en mi coche – dije dirigiéndome al resto de la familia.
Salimos del garaje a toda prisa.
El camino hasta llegar al hospital fue en silencio, nadie dijo nada. Todos estábamos tensos por lo acaecido esa tarde.
Aparqué en la plaza que tenía asignada en el aparcamiento del hospital. Antes de salir del coche cogí mi identificación para poder acceder a todas las áreas del hospital.
Nos dirigimos hacia la entrada de urgencias a paso ligero. Emmet iba sujetando a Rosalie, estaba muy alterada y preocupada por Bella. Alice y Esme tampoco estaban mejor.
Llegamos a urgencias y accedimos por una de las puertas reservadas para el personal del hospital y guie a la familia a una sala de descanso de enfermeras.
- Necesito que esperen aquí. Ésta zona está restringida al personal del hospital. En cuanto sepa algo de Bella regreso – salí de la sala hacia el mostrador de urgencias. - Betty donde está Edward? – pregunté a una de las enfermeras que estaba en el mostrador. - En el Box 4 doctor Cullen – me contestó Betty.
Llegué hasta el box de urgencias que me había indicado Betty, y allí estaba Bella en la camilla. Su cara estaba con un enorme ematoma en su pomulo y los labios hinchados. Tyler la estaba examinando bajo la atenta mirada de Edward, que no se separaba de ella ni un momento observando a Tyler.
- Edward hijo, sal y deja trabajar a Tyler – le dije cariñosamente poniendo mi mano en su hombro. - Papa… - me susurró Edward con la voz rota – no puedo separarme de ella – dijo con los ojos llenos de lágrimas. - Tyler estaremos en el área de descanso de las enfermeras, por favor cuando termines de revisar a Bella nos avisas.
Conseguí sacar a Edward y llevarlo hasta el área donde esperaba el resto de la familia. Cuando entró y vio al resto de la familia allí reunida se derrumbó. Empezó a llorar como un niño pequeño en los brazos de Esme, me dolía verlo de ese modo. Rosalie empezó a llorar temiendo lo peor.
- Edward hijo, tranquilízate, Bella está fuera de peligro, ahora en cuanto Tyler termine de examinarla la subiremos a una habitación – lo decía más para el resto de la familia que para el propio Edward, ya que verlo de ese modo había hecho que Rosalie y el resto de la familia pensasen en lo peor.
Cuando Edward parecía algo más calmado, intenté que me explicara que había pasado.
- No lo sé papá, no sé quien era él, sólo sé que llegue a la oficina de Bella antes de que ella se marchara a casa, Tyler me iba a cubrir la última hora para poder darle una sorpresa e irla a buscar a su oficina. Cuando llegué un tipo la había abofeteado y ella estaba tirada en el suelo con su ropa hecha girones. Bella consiguió llamar a seguridad y subieron conmigo en el ascensor. JURO PAPÁ QUE SI NO ME LLEGAN A DETENER LO MATO ALLÍ MISMO!!! – dijo Edward con ira. - Pero quien querría hacerle algo así a Bella? – preguntó Rosalie con lagrimas en los ojos. - Lo han detenido? – pregunte. - Si. Los guardias de seguridad lo esposaron mientras esperábamos a la policía y a la ambulancia. - Como era ese tipo? – pregunté a ver si conseguíamos algún dato más. - Era alto, muy musculoso, así como Emmet, y moreno. Creo haberlo visto alguna vez, pero no recuerdo dónde… - Edward estaba sumido en sus pensamientos – SI! Lo ví en casa de Bella, una de las noches que fui a dejarla a casa, estaba al otro lado de la calle hablando por teléfono. - Cómo? Sabe donde vivimos? – dijo Rosalie horrorizada. - Rosalie no te preocupes, está detenido mi amor, el no se va a acercar a ustedes – dijo Emmet de modo posesivo. - Eso quiere decir que conoce a Bella, y probablemente Bella lo conocerá a él.
|