Bella POV

Jamás creí que pudiera ser tan feliz. Me pasaba el dia cuidando de mi hija, que ya tenía 3 meses y era la alegría de Edward y la mía, y del resto de la familia.
Edward había empezado con la rehabilitación y después de la luna de miel se reincorporaría al trabajo.

Yo por mi parte aún quería estar unos meses más con nuestra hija, por eso hasta Enero del año próximo no tenía intención de volver al trabajo.

Entre cuidar a mi hija y la decoración de nuestra nueva casa, los días habían pasado sin apenas darme cuenta. Faltaban apenas dos días para mi boda y ya todo estaba listo.

- Bellaaaaaaaaaaaaaa!!! Vamos necesito que vengas conmigo – gritó Alice tirando de mí hacía su habitación y haciéndome dejar a Renesme con Edward en el sofà de la sala de la casa familiar.

- Alice! Cálmate por favor! – decía subiendo las escaleras tras ella atropelladamente. Conociendo mi torpeza en cualquier momento iba a acabar por el suelo!

Llegamos a la habitación de Alice y allí estaban ya Rosalie y Esme y una gran bolsa plateada sobre la cama de Alice.

- Bella, necesito que te pruebes tu vestido para ver si todo está correcto antes de la boda, faltan menos de dos días y hay que dar los últimos retoques si fueran necesarios.

Alice abrió la bolsa y quedo ante mí el que iba a ser mi vestido de novia. Era sencillo pero elegante, digno de una princesa de cuento de hadas.

Era un vestido de color champagne, con toda la parte superior drapeada y pegada al cuerpo, en forma de palabra de honor. La parte de la falta salía desde la cintura y era caída y con una cola de apenas un metro, cosa que agradecía, realmente ya iba a ser complicado maniobrar con el vestido y los tacones, porque seguro que Alice no me dejaría usar zapatillas, y si encima añadíamos una cola de más de un metro, la cosa se ponía muy complicada.

El vestido  me quedaba como anillo al dedo, simplemente perfecto. No era necesario hacer nada ni arreglar nada.

- Estas preciosa Bella – dijo Rosalie visiblemente emocionada.

- Si – asintió Esme.

- Alice es perfecto – dije con una sonrisa mirándome al espejo.

- Lo sé! Sabía que era el vestido perfecto para Isabela Mary Swan.

- Gracias Alice – dije emocionada abrazando a mi futura cuñada.

- Me alegro que te guste! – dijo bajando la cremallera del vestido para poder quitármelo - bueno ahora voy a ver a Edward – dijo guardando de nuevo mi vestido mientras yo me vestía de nuevo.

Salió de la habitación como un rallo y nosotras la seguimos hacía la sala. Edward ya subía por las escaleras siendo arrastrado por Alice a su habitación, ya que yo compartía habitación por Alice, por eso de no dormir juntos antes de la boda, y menos a escasos dos días.

Edward pasó junto a mi y se detuvo un instante para rozar mis labios con los suyos y seguir hacía su habitación con cara de sufrimiento.

- Ya tendrán tiempo para eso en la luna de miel! – dijo Alice tirando más fuerte del brazo de Edward.

- ALICE!! – gritamos ambos a la vez.

Bajamos a la sala para quedarnos junto a nuestra alegría mientras Alice torturaba a Edward.

Edward POV

- No puedo creer que siendo algo tan pequeño puedes resultar tan irritante!! De verás que no me lo explico!! – le dije a mi hermana sonriendo cuando entrábamos a mi habitación a la carrera. Ella segúí tirando de mi brazo bueno hasta que consiguió cerrar la puerta.

En apenas cinco minutos ya estaba cambiado.

- ESMEEEEEEEEEEEEE – gritó Alice abriendo la puerta para llamar a nuestra madre.

Esme llegó y se quedó mirándome con una sonrisa en sus labios.

- Alice…es…perfecto! – decía visiblemente emocionada – Edward estas muy guapo, creo que vas a ser el hombre más guapo de la boda, y no porque seas mi hijo o el novio – dijo Esme acercándose para darme un beso en la mejilla.

- Mamá… – dije algo ruborizado.

- Es la verdad hijo – dijo seria ésta vez.

- Bien, tu tampoco necesitas arreglos, todo está perfecto – dijo la enana juntando sus manos y dando saltitos.

- Alice gracias por encargarte de todo – dije sinceramente.

- Para que están las hermanas Edward? – dijo sonriendo abrazándome también.

Cuando me coloqué de nuevo mi ropa normal Alice guardo de nuevo el traje y bajamos a la sala.

Renesme se había despertado y estaba en los brazos de Bella, que le decía cosas mientras nuestra pequeña hija sonreía e intentaba atrapar uno de los mechones de pelo de su madre.

Nunca me cansaría de contemplar aquella imagen.

Bella y mi hija eran simplemente perfectas.

Tenía todo lo que podía desear en ésta vida: mi familia, mi hija y en dos día el amor de mi vida iba a convertirse en mi esposa.

Alice POV

Estaba feliz, ver a Edward y a Bella a un día de su boda era algo mágico. Tenían la felicidad reflejada en sus caras, y yo me alegraba de ello. Habían sufrido y luchado mucho por su amor, y después de todo lo que habían pasado, se merecían ser felices.

Yo aportaba mi pequeño granito de arena a su felicidad organizando una boda de cuento de hadas. Algo que disfrutasen y recordasen el resto de su vida.

Mi sobrina Renesme era la cosa más maravillosa que teníamos en la familia. Era un bebé tranquilo y risueño, y se había convertido en la mimada de mamá y de sus tíos.

La boda era mañana, y el día de hoy tenia pensada una sesión de spa completa para Bella, de ese modo trataríamos tanto su aspecto físico para dejarla impecable como su aspecto emocional, pues estaba algo nerviosa y convenía que se relajase para poder descansar y no tener ojeras para la boda.

Durante la mañana iríamos al spa, peluquería y a almorzar, sería una pequeña despedida de soltera pero durante el día, con todas las chicas de la familia, incluida Renné que había llegado ayer por la noche.

Nos levantamos temprano y Renesme se quedó con su padre en la casa mientras Bella y Edward se despedían apasionadamente, ya que hasta la boda en la que se encontrarían en el altar, ya no se iban a ver.

- Alice porque no puedo ver a Edward en todo el día? – decía mi cuñadita enfadada.

- Muy sencillo, hoy tienes sesión de spa – no sabía que iríamos todas al spa para darle una sorpresa – y luego almuerzo conmigo. Por la noche llegaremos a casa pero no podrás ver a Edward, la tradición dice que no se puede ver los novios el día antes, así que debemos cumplirla, por lo tanto hasta que no vayas a reunirte con Edward al altar se acabó – dije seria.

Realmente me daba pena separarlos de ese modo, pero era necesario y el reencuentro en el altar sería mucho mejor si tan solo los hacía esperar un poco.

- Bella hoy es viernes, son las nueve de la mañana, verás a Edward mañana a las cinco de la tarde para la boda, solo serán unas 32 horas!!! Por favor!! – dije divertida.

Bella frunció el ceño e hizo un puchero, se veía tan tierna, pero no me convencería.

- Vamos que llegaremos tarde al spa.

Pasamos gran parte de la mañana entre el spa y la peluquería, y luego nos fuimos a almorzar a un restaurante del centro con una terraza fantástica llena de flores y sombrillas.

Cuando llegamos allí nos esperaban el resto de las chicas que gritaron todas cuando nos acercamos a la mesa, sorprendiendo a Bella.

- SORPRESA!! – dijimos todas a coro.

- Oh! – dijo Bella realmente sorprendida y con una sonrisa en sus labios – están todas aquí!

- No creías que te dejaríamos sola con Alice todo el día? – dijo Esme divertida – queremos que llegues a la boda totalmente cuerda!

Todas rieron pero yo no las acompañé, mi propia madre en mi contra….

- MAMÁ!!! – dije divertida.

- Vamos Alice cariño, a veces cuesta seguirte el ritmo con la hiperactividad que tienes.

Más risas, y ésta vez si me uní al resto de mi familia.

Bella POV

Almorzamos agradablemente en un restaurante en el centro de New York. Era muy reconfortante tener allí a las mujeres importantes de mi vida: Renné, Esme, Rosalie y Alice.

En éste grupo no incluía a mi hija, ya que ella aún no era una mujer, era el bebé más importante en mi vida!

Extrañaba estar alejada de ella tantas horas, ya que desde que tenía sus tres meses de vida apenas nos habíamos separado cuando Edward y yo estuvimos en el hospital, pero desde entonces me levantaba y me acostaba junto a ella y a Edward. Ellos eran la razón de mi vida y mi existencia.

También estaban los hombres de mi vida, esos que formaban parte de mi familia: Charlie, Carlisle, Emmet, Jasper y por supuesto Edward.

Tenía una familia, maravillosa, una hija e iba a convertirme en la señora Cullen, algo que me hacia inmensamente feliz.

El dia pasó rápidamente y cuando me quise dar cuenta ya estábamos de vuelta en casa. Edward, Jasper y Emmet no estaban, pero por supuesto aunque Edward hubiese estado en casa no me habrían dejado verlo!

Emmet se había llevado a Edward a nuestro antiguo apartamento junto con Jasper, para pasar allí la noche. Los tres vendrían directamente a la mañana siguiente para preparase para la boda.

Después de dar muchas vueltas en la cama conseguí conciliar el sueño, pero el despertador de Alice Cullen no me dejó terminar de descansar cuando estaba en mi mejor momento.

 
La torrura había empezado. Bajé a desayunar a la cocina y juste en ese momento escuché el coche de Emmet, los chicos habían llegado.

- Bella!!! nos vamos!!! – dijo Alice sacándome de la cocina sin poder tan siquiera poder ver a Edward por la ventana.

- Maldita sea! – dije enfurruñada cuando me arrastraba escaleras arriba.

Alice ignoró mi comentario y me empujó al baño para que me diera una ducha.

- Tienes media hora, ni un minuto más! – dijo sentándose en la cama para esperarme, con los brazos cruzados sobre su pecho.

Éste día iba a ser muy largo, lo presentía.