Después de cenar en Angelos nos fuimos a casa, el día había sido largo, pero aún nos quedaba el viernes para terminar la semana y poder disfrutar del fin de semana con más tiempo para compartir con Bella.
Nos acostamos temprano, ya que ambos estábamos cansados del día de trabajo, el centro comercial y la cena.
Me faltaban horas al día para poder estar a su lado, mirándola, acariciándola y sintiéndome el hombre más afortunado sobre la faz de la tierra por tenerla a mi lado.
En menos de lo esperado ya sonaba mi despertador anunciando que había llegado el momento de levantarme. Por un lado estaba feliz por saber que estábamos a viernes, y eso significaba dos días de absoluto descanso junto a Bella. Pero por otro lado mi cuerpo pedía más horas de sueño.
Me levanté y me ducho dejando a Bella dormida en la cama, cuando saliera de la ducha la despertaría.
Cuando salí del baño Bella no estaba en la cama, y llegaba hasta la habitación el delicioso aroma del desayuno. Se me dibujó una sonrisa tonta en la cara y me vestí para ir al encuentro de Bella.
Estaba en la cocina acabando de preparar unos huevos revueltos para acompañar las tostadas, el café y el zumo de naranja que ya tenía listo.
- Buenos días – dijo sirviendo los huevos en los platos.
Yo no dejaba de mirarla, y cuanto más la miraba más me maravillaba de lo hermosa que estaba por la mañana, con su cabello revuelto y su pijama de ositos.
- Buenos días – dije acortando la distancia que nos separaba y quitándole la sartén de las manos la abracé y besé pegando mi cuerpo al suyo.
- Se va a enfriar el desayuno – dijo con sus labios pegados a los míos.
- Si, tiene razón – dije tomándola de la cintura y acercándonos hasta la mesa para sentarnos a desayunar.
Empezamos a desayunar y a charlar de lo que nos esperaba ese día.
- Hoy me recogerá Alice en la oficina, tengo clase de defensa personal – dijo dándole un mordisco a una tostada.
- Bien, y te parece que yo te recoja a la salida de la clase? – dije sonriendo, se me hacía muy pesado esperarla en casa, prefería ir a buscarla para hacer más llevadera la espera de estar juntos.
- Me parece bien, Alice se irá con Jasper a cenar, así podrá irse antes si no me tiene que traer a casa – dijo Bella.
- Bien, pues a las nueve entonces? – dije levantándome para marcharme a trabajar.
- A las nueve – dijo levantándose para recoger los platos.
Salí del apartamento a duras penas, haberle dado un beso de despedida a Bella no había sido buena idea, me costaba un esfuerzo sobre humano separarme de sus labios.
Conduje hasta el hospital con una sonrisa estúpida en mi cara, debía ser fruto de lo feliz que me sentía aquella mañana.
Aparqué en mi plaza de aparcamiento y me fui directo a mi despacho. Jessica me dijo buenos días, lo que significaba que hoy no me esperaban sorpresas.
Decidí subir a ver a Tania a ver como seguía. Sabía que estaba en la fase terminal, y no era momento para rencores, debía mostrarle mi apoyo.
Cuando entré en su habitación me sorprendió verla intubada. Me dirigí a ver a la enfermera de planta para preguntar.
- Porque la señorita Delani está intubada? – pregunté algo molesto.
- Doctor Cullen durante el día de ayer la señorita Delani respiraba con dificultas, así que no hubo otra opción que intubarla – contestó la enfermera tendiéndome el informe de Tania.
La situación era muy crítica, Tania ya no aguantaría mucho más.
Volví a la habitación. Estaba sedada para evitar que se intentase quitar el tubo y para hacerla sufrir innecesariamente, más si cabe. Parecía que estaba dormida. Me dio mucha ternura ver a Tania en ese estado, realmente hubo un tiempo en que la amé, no como amaba a Bella, pero sí que la quise, y me dolía verla así, no deseaba que nadie tuviese que luchar de este modo por su vida, ni tan siquiera Tania.
Después de un rato sonó mi busca. Le di un beso en la frente a Tania y salí de la habitación. Me dirigí al teléfono del mostrador para llamar al punto de control de urgencias.
- Jessica soy Edward, alguna urgencia? – pregunté.
- Si, se trata de su hermana Alice, está aquí en urgencias – contestó Jessica.
- Avisa a mi padre, enseguida estoy ahí Jessica – dije colgando el teléfono y saliendo disparado hacía urgencias.
No esperé siquiera al ascensor y bajé los escalones de dos en dos.
Llegué a urgencias antes que mi padre.
- JESSICA DÓNDE ESTÁ ALICE? - dije a voz de grito.
- Box 6 – contestó de inmediato.
Corrí la cortina y casi me caigo al suelo de la impresión. Alice se sujetaba el brazo izquierdo para mantenerlo en una posición en la que no se le fuese para un lado antinatural. Se había roto el brazo con una fractura abierta que había traspasado la piel haciendo que el hueso saliese al exterior.
- JESSICA PREPARA EL QUIROFANO Y AVISA AL DOCTOR CROWLY . LAUREN HAY QUE PREPARAR A ÉSTA PACIENTE PARA LA CIRUGIA.
- Edward, cálmate, estoy bien en serio – dijo Alice con su vocecilla.
Me giré hacia ella y me la quede mirando, aún no le había preguntado siquiera como se encontraba, me había concentrado en disponer todo lo necesario para operarla cuanto antes sin ni tan siquiera decirle una palabra.
- Lo siento Alice, como te encuentras? Que ha pasado? – dije acercándome a Alice y acariciando su mejilla.
- Me resbalé en la entrada de casa – dijo apenada – y bueno llamé un taxi para que me fuese a buscar y me trajese al hospital, ya que creo que con el brazo así no hubiese podido llegar por mí misma.
- ALICE! PERO COMO SE TE OCURRE? - dije enfadado – porque no nos llamaste, te hubiésemos ido a buscar de inmediato. Avisaste a Jasper? – Alice negó con la cabeza - pero Alice, ne serio que eres de lo que no hay!
En ese momento llegó Lauren y se llevó a Alice a hacer unas radiografias para descartar más fracturas y para prepararla en el preoperatorio. Yo me fui con ella para ayudar a Lauren y para ver a Tayler, que sería quien la operaría.
- Jessica si llega mi padre por favor indícale donde encontrarnos – dije a Jessica.
- Si doctor Cullen .
Después de hacerle las radiografías y preparar a Alice llegó mi padre, y ambos hablamos con Tyler antes de la intervención.
- Bien es una operación sencilla, parece más de lo que es por la impresión de que el hueso atraviese la piel y salga al exterior, pero con éste tipo de fracturas es habitual – dijo Tyler seguro de sí mismo.
- Tyler crees que se recuperará sin que queden secuelas? – dijo mi padre.
- Por su puesto. Va a necesitar algunos meses de rehabilitación, eso es todo. Bien en media hora empezaremos – dicho esto se retiró para prepararse y ver a Alice.
- Hay que llamar a tu madre – dijo mi padre sacando el teléfono.
- Bien, yo llamaré a Jasper, creo que debe estar al corriente de lo que pasa – contesté alejándome un poco de mi padre para poder hablar ambos sin molestarnos.
Busqué el número de Jasper y marqué. Al tercer tono Jasper atendió la llamada.
- Hola Edward, que tal va todo? – contestó animado.
- Jasper te llamo porque Alice ha sufrido un accidente y en media hora entra en quirófano para operarla de una fractura en el brazo.
- COMO? PERO COMO? QUE HA PASADO? ESTA BIEN? – dijo Jasper desesperado.
- Jasper tranquilízate, está en buenas manos. Ven para el hospital y te explico todo con detalle, pero no te apures, en serio que está bien – contesté intentando tranquilizar a Jasper.
- EN DIEZ MINUTOS ESTOY AHÍ! – y colgó.
Mi padre también había acabado de hablar con mi madre.
- Jasper llegará en diez minutos – expliqué.
- Tu madre también viene de camino, justo ahora acababa de llegar a casa de hacer algunas compras.
A los diez minutos Jasper aparecía corriendo por el pasillo del hospital hacía donde nos encontrábamos. Venía con la cara desencajada y colorada por la carrera.
- QUE HA PASADO? – preguntó nervioso.
- Jasper cálmate – le dijo Carlisle poniendo una mano en su hombro para tranquilizarlo – Alice ha resbalado en la entrada de las escaleras de casa y se ha roto un brazo, eso es todo – dijo Carlisle.
- Eso es todo? Y si eso es todo porque debe entrar en quirófano? – dijo algo incrédulo por las palabras de mi padre.
- Porque tiene una fractura abierta y el hueso atravesó la piel saliendo hacía afuera. Hay que ponerle una placa y colocar de nuevo el hueso. Luego le darán unos puntos para sellar la herida – expliqué.
Jasper tenía los ojos como platos mientras le relataba los detalles. Se quedó blanco como una pared.
- Jasper estás bien? – preguntó mi padre.
- Si, si…solo me lo estaba imaginando y creo que no ha sido buena idea – contestó Jasper visiblemente afectado.
Tyler salió ya preparado para entrar a quirófano.
- Bien me voy a lavar y entramos en quirófano en cinco minutos. En cuanto acabe salgo a hablar con ustedes.
- Tyler, podemos entrar un momento a ver a Alice?, él es su prometido – dije intentando que Jasper pudiese entrar un momento.
- Está bien, pero entrar y salir – dijo Tyler.
Entramos rápidamente a la antesala de quirófano.
Jasper y mi padre entraron a ver a Alice, yo ya la había visto antes de que entrase a quirófano, así que los dejé entrar a ellos para que se quedasen más tranquilos al verla.
En cinco minutos ya estábamos en la sala de espera y Tyler había entrado a hacer la operación, cuando llegó Esme desesperada.
- CARLISLE!!!!!! Que ha pasado? Dónde está Alice? – dijo mi madre preocupada.
- Tranquilízate Esme, sólo es una fractura en el brazo. Pero es una fractura abierta y hay que recolocar el hueso y fijarlo con una placa.
Esme empezó a sollozar y mi padre la abrazó tratando de tranquilizarla. Supongo que el tener un hijo en un quirófano no debía ser algo fácil para una madre y un padre.
La operación duró un par de horas, y fue todo un éxito. Tyler salió a explicarnos como había ido todo. Sin complicaciones, había sido una fractura limpia, no habían astillas ni otras lesiones.
Cuando Alice se recuperó de la anestesia la llevaron a una habitación para pasar la el resto del día y la noche en el hospital, si todo iba bien al día siguiente ya podría irse a casa.
Esme no consintió dejar a Alice sola y dijo que ella se quedaría todo el día y la noche con ella.
Jasper tampoco quiso separarse de Alice, así que mi padre y yo nos fuimos a antender algunos asuntos del hospital dejando a Alice con Jasper y Esme.
Era la hora de comer, así que llamé a Bella para explicarle lo sucedido.
- Hola mi amor – contestó al teléfono mi angel.
- Hola - dije contento por oír su voz – Bella amor ha pasado algo – dije intentando sonar despreocupado.
- Que pasa Edward, me estas asustando – dijo Bella preocupada.
- Verás Alice resvaló en las escaleras de casa y se ha roto un brazo. La ha operado de urgencia para colocar el hueso y fijarlo con una placa – dije tranquilo.
- COMO? Y PORQUE NO ME AVISASTE? – dijo alterada.
- Bella mi amor, solo es una fractura, no es nada por lo que debamos preocuparnos en exceso, su vida no corre peligro – dije intentando quitarle importancia.
- Ya! Pero han tenido que operarla y todo! Edward me podrías haber llamado antes, me hubiese gustado estar ahí – dijo enfadada.
- Lo siento, no pensé que te lo tomaría de ese modo. Ya está en su habitación con Esme y Jasper – dije intentando disculparme.
- Bien, dejo algunos temas atados y salgo para el hospital – dijo firme.
- De acuerdo, avísame cuando llegues por favor – dije dulcemente.
- Está bien, nos vemos en un rato – y colgó.
Bella estaba muy unida a Alice, y debí imaginar que no llamarla enseguida no le iba a hacer ninguna gracia, pero en estos casos lo mejor es avisar cuando ya está fuera de quirófano.
Mi padre avisó a Emmet, y la reacción había sido la misma que la de Bella. Emmet también se había molestado por no avisarlo antes.
Después del almuerzo llegaron Emmet, Rosalie y Bella para ver a Alice.
Juntos fuimos a su habitación a ver como seguía.
Alice ya se había recuperado de la anestesia totalmente y ya estaba dando brincos por la habitación pensando en que no podría hacer nada con aquel brazo y eso la tenía algo molesta.
Esme y Jasper aprovecharon la visita para ir a comer algo a la cafetería, ya que ninguno de los dos se quería separar de Alice más de lo necesario.
- Estas muy enfadada? – le dije a Bella al oído cuando salimos del hospital hacía casa.
- Si – dijo riéndose – vas a tener que pedirme perdón – dijo divertida.
Sabía de sobras que no estaba enfadada, y que solo era un modo de hacerme saber lo mucho que me necesitaba como yo a ella.
Bella había llamado al gimnasio avisando de lo sucedido y diciendo que ni ella ni Alice irían ese día. Alice tardaría algún tiempo en poder volver a las clases, creo que eso le había supuesto un alivio, porque me parece que lo hacía más por apoyar a Bella que porque realmente le gustasen esas clases.
Nos dimos una ducha y Bella preparó la cena, tenía ganas de cocinar decía, así que yo no me opuse, cuando le salía la vena cocinera disfrutaba con sus maravillosas comidas, era algo que también me gustada de ella, su talento culinario.
Me encantaba su lasaña de verduras, su rissotto de setas y su tiramisú. En ésta ocasión me sorprendió preparando una pizza, en la que incluso había hecho ella misma la masa.
Cenamos y luego vimos un rato la televisión. Esa noche nos acostamos temprano, pues al día siguiente nos iríamos temprano a casa de mis padres para prepararlo todo para la fiesta de Esme. Ella estaría en el hospital con Alice y Jasper hasta media mañana que le diesen el alta a Alice, luego vendrían a casa junto con Carlisle.