Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220952
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él.

Bella POV


La semana pasaba rápidamente. El  sábado iríamos a casa de los Cullen a celebrar el cumpleaños de Esme. La verdad es que me daba cierta vergüenza por todo lo que había pasado entre Edward y yo en los últimos meses, pero él me había asegurado que sus padres estaban encantados con la noticia de nuestra reconciliación.


Vivir con Edward era maravilloso. Por las mañanas él se levantaba antes que yo y siempre tenía listo el desayuno para cuando yo salía de la ducha. A veces entraba más tarde al hospital y nos duchábamos juntos y me llevaba al trabajo.


Hoy al salir del trabajo por la tarde, había quedado con Rosalie, Emmet y Edward para ir a comprar el regalo de cumpleaños de Esme.


Rosalie y Emmet me esperarían en el centro comercial, y Edward se reuniría con nosotros más tarde, ya que debía tratar algunos asuntos en el hospital y hasta las siete no saldría.


Sobre las seis de la tarde salí de la oficina rumbo al centro comercial, allí había quedado con Emmet y Rosalie en una cafetería a la que solíamos ir cuando íbamos al centro comercial. Llegue con el metro, pues luego me iría con Edward en el volvo.


Llegué a la cafetería y allí me esperaban ya los tortolitos haciéndose carantoñas.


- Hola! – dije acercándome por su espalda para sorprenderlos.


Ambos saltaron en sus asientos y al verme sonrieron.


- Bella! me diste un susto de muerte – dijo Rosali abrazandome y dándome un beso en la mejilla.

- Hola preciosa – dijo Emmet saludándome del mismo modo que Rosalie.


- Que tal su día? – dije sentándome en una de las sillas libre frente a ellos.


- Bien, algo ajetreado con las dos sesiones de fotos que he tenido, pero divertido - dijo Rosalie.


- Yo he estado haciendo las fotos de comida! – dijo Emmet. Rosalie y yo lo miramos algo interrogantes – para un menú de un restaurante y los folletos publicitarios. Y luego me han invitado a comer.

Tenemos que ir en cuanto lo inauguren, la comida estaba deliciosa!


Emmet era la persona que conocía que más cantidad de comida era capaz de ingerir de una sola atacada. Y pese a tal cantidad de ingesta de alimentos no tenía ni un gramo de grasa en su cuerpo, era puro músculo.


- Solo te faltaba eso, hacerle fotos a la comida – dijo Rosalie guiñándome un ojo y haciendo que ambas riésemos a carcajadas.


- Osita, yo no tengo la culpa de tener siempre tanta hambre…. – dijo Emmet haciendo un puchero.

- Bueno vamos a dar una vuelta mientras esperamos a Edward, así vemos si podemos comprar algún modelito nuevo para el sábado – dijo Rosalie entusiasmada – hace siglos que no voy de compras!


Nos fuimso a la zona de tiendas para echar un vistazo a la ropa y complementos, era algo que a Rosalie le encantaba, los complementos.


Después de un rato y varias compara mi móvil sonó indicando que tenía un mensaje de Edward preguntando donde nos encontrábamos. Le respondí el mensaje y en cinco minutos lo veía como venía caminando hacia nosotros.


- Hola mi amor – dijo rodeando mi cintura y besándome, olvidando que estábamos acompañados y en medio de un centro comercial.


- Hola – dije pegada a sus labios – te he echado de menos.


- Si ya lo veo  - dijo divertido mirando las bolsas que llevaba en mi mano.


Durante la siguiente hora nos dedicamos a buscar el regalo perfecto para Esme, y finalmente a Rosalie se le ocurrió mirando el escaparate de una joyería.


- Y qué tal si le compramos una pulsera con las iniciales de cada miembro de la familia como charms? – dijo animada.


- Me he perdido – dijo Emmet con el ceño fruncido.


- Los charms son piezas con distintas formas que se colocan en las pulseras para decorarlas como quieras. Tienes animales, letras y un sinfín de cosas.


- Me parece muy buena idea – dijo Edward.
Entramos en la tienda y compramos la pulsera con varios charms de letras y algunos de flores y brillantitos. En total compramos doce charms. Ya no le cabían muchos más a la pulsera, pero era bonito llevar la inicial de cada miembro de la familia.


Decidimos irnos a cenar a Angelos, ya que estábamos muy animados los cuatro y habíamos resuelto el regalo para Esme.

 


Victoria POV


Al salir del trabajo me dirigí al centro comercial. Había quedado en verme con Jacob después del trabajo a eso de las siete.


Llegué a una de las cafeterías del centro comercial y me senté a esperarlo mientras me tomaba un cappuccino.


Jacob llegó puntual a la cita.


- Que tal todo? – dijo mientras le hacía una seña al camarero para que le tomase nota – Un cerveza por favor.


- Bien, un día tranquilo. Y tú que tal, que hiciste hoy? – pregunté, ya que estaba todo el día en casa y no sabía en que ocupaba su tiempo libre.


- Nada especial, algo de ejercicio y poco más – contestó


- Bueno, vayamos al grano – dije cortando la conversación y cambiando de tema radicalmente – Bella se ha mudado, ya no vive en el apartamento que alquiló hace dos meses cuando regresó de Forks. Ahora vive con Edward Cullen en su apartamento – la cara de Jacob se puso roja de la ira mientras apretaba la mandíbula – Jacob cálmate o te vas a lastimar algún diente si sigues apretando la mandíbula de ese modo.

- No puedo creer que se haya ido a vivir con él! – dijo apretando los dientes y escupiendo las palabras.


- Se ha comprometido con él para ser exactos – dije aclarando los hechos.


Jacob tenía los puños apretados con las manos descansando sobre sus muslos.


- MALDITA SEA! – dijo cabreado.


- Jacob cálmate o dejamos esta conversación para otro momento, contrólate y no montes una escena – en ese momento una pareja llegó a la cafetería y se sentó en una de las mesas, estaban muy acaramelados, me daban cierta envidia.


- Está bien, ya me he calmado – dijo abriendo las palmas de sus manos y cruzando los brazos sobre su pecho.


- Vaya, que casualidad, realmente el mundo es un pañuelo – dije mirando hacia la mesa de la parejita. Bella acababa de llegar y se había sentado con ellos – No te gires, pero Bella está aquí.

Jacob se tensó en cuanto oyó el nombre de Bella y que ella estaba a escasos metros de donde nos encontrábamos. Charlaba animadamente con la pareja que estaba con ella. Al parecer debían ser muy amigos por el modo en el que se saludaron cuando Bella llegó a su mesa.


Después de diez minutos se marcharon.

Dejé un billete de veinte dólares para pagar la cuenta y me levanté.


- Vamos, quiero ver a dónde van – dije esperando a que Jacob se levantase.


Seguimos a Bella y a sus amigos por el centro comercial. Iban de tienda en tienda haciendo compras cuando Bella sacó su teléfono y lo miró sonriente.
Se quedaron allí junto al escaparate de una tienda. Esperaban a alguien.


- Creo que esperan a alguien – le dije a Jacob.

A los cinco minutos llegó Edward. Estaba tan guapo como de costumbre. Aquel hombre era maravilloso en todos los sentidos. Noté como Jacob se tensaba a mi lado al ver como Edward llegaba hasta Bella y la tomaba por la cintura pegándola a su cuerpo y besándola.


Tuve que sujetarlo para que no saliese disparado a por ellos arruinando todo nuestro plan.


- Jacob! Tienes que tener la cabeza fría – le recordé. Yo tenía tanto que ganar como él. Si nuestro plan daba resultado yo me quedaría con Edward y Jacob con Bella.


- Maldita sea! Como puede estar con ese? – dijo irritado.


- Pues la verdad, tiene muy buen gusto – dije sonriendo. Jacob me miró con ira – que quieres que te diga Jacob? Es un hombre guapo y encantador, y encima rico, que más se puede pedir? – y seguro que es un semental en la cama, pensé para mí misma.
Seguimos todos sus movimientos hasta que después de hacer una última compra en una joyería se dirigieron al aparcamiento.


La otra pareja se montó en un jeep, y Edward y Bella en un volvo plateado.


- La próxima semana! – dijo Jacob cuando subimos a mi coche – ya no lo quiero retrasar más, porque si me los cruzo de nuevo no respondo.


- Está bien, pero dame algo de tiempo para poder averiguar sus horarios y sus hábitos y poder hacerlo – dije intentando tranquilizarlo.


- Dos semanas a lo sumo – dijo serio – no más.


- De acuerdo, en dos semanas – contesté.

 

 


Edward POV


Después de cenar en Angelos nos fuimos a casa, el día había sido largo, pero aún nos quedaba el viernes para terminar la semana y poder disfrutar del fin de semana con más tiempo para compartir con Bella.


Nos acostamos temprano, ya que ambos estábamos cansados del día de trabajo, el centro comercial y la cena.


Me faltaban horas al día para poder estar a su lado, mirándola, acariciándola y sintiéndome el hombre más afortunado sobre la faz de la tierra por tenerla a mi lado.


En menos de lo esperado ya sonaba mi despertador anunciando que había llegado el momento de levantarme. Por un lado estaba feliz por saber que estábamos a viernes, y eso significaba dos días de absoluto descanso junto a Bella. Pero por otro lado mi cuerpo pedía más horas de sueño.


Me levanté y me ducho dejando a Bella dormida en la cama, cuando saliera de la ducha la despertaría.
Cuando salí del baño Bella no estaba en la cama, y llegaba hasta la habitación el delicioso aroma del desayuno. Se me dibujó una sonrisa tonta en la cara y me vestí para ir al encuentro de Bella.


Estaba en la cocina acabando de preparar unos huevos revueltos para acompañar las tostadas, el café y el zumo de naranja que ya tenía listo.


- Buenos días – dijo sirviendo los huevos en los platos.
Yo no dejaba de mirarla, y cuanto más la miraba más me maravillaba de lo hermosa que estaba por la mañana, con su cabello revuelto y su pijama de ositos.

- Buenos días – dije acortando la distancia que nos separaba y quitándole la sartén de las manos la abracé y besé pegando mi cuerpo al suyo.


- Se va a enfriar el desayuno – dijo con sus labios pegados a los míos.


- Si, tiene razón – dije tomándola de la cintura y acercándonos hasta la mesa para sentarnos a desayunar.


Empezamos a desayunar y a charlar de lo que nos esperaba ese día.


- Hoy me recogerá Alice en la oficina, tengo clase de defensa personal – dijo dándole un mordisco a una tostada.


- Bien, y te parece que yo te recoja a la salida de la clase? – dije sonriendo, se me hacía muy pesado esperarla en casa, prefería ir a buscarla para hacer más llevadera la espera de estar juntos.


- Me parece bien, Alice se irá con Jasper a cenar, así podrá irse antes si no me tiene que traer a casa – dijo Bella.


- Bien, pues a las nueve entonces? – dije levantándome para marcharme a trabajar.


- A las nueve – dijo levantándose para recoger los platos.


Salí del apartamento a duras penas, haberle dado un beso de despedida a Bella no había sido buena idea, me costaba un esfuerzo sobre humano separarme de sus labios.


Conduje hasta el hospital con una sonrisa estúpida en mi cara, debía ser fruto de lo feliz que me sentía aquella mañana.


Aparqué en mi plaza de aparcamiento y me fui directo a mi despacho. Jessica me dijo buenos días, lo que significaba que hoy no me esperaban sorpresas.
Decidí subir a ver a Tania a ver como seguía. Sabía que estaba en la fase terminal, y no era momento para rencores, debía mostrarle mi apoyo.


Cuando entré en su habitación me sorprendió verla intubada. Me dirigí a ver a la enfermera de planta para preguntar.


- Porque la señorita Delani está intubada? – pregunté algo molesto.


- Doctor Cullen durante el día de ayer la señorita Delani respiraba con dificultas, así que no hubo otra opción que intubarla – contestó la enfermera tendiéndome el informe de Tania.


La situación era muy crítica, Tania ya no aguantaría mucho más.


Volví a la habitación. Estaba sedada para evitar que se intentase quitar el tubo y para hacerla sufrir innecesariamente, más si cabe. Parecía que estaba dormida. Me dio mucha ternura ver a Tania en ese estado, realmente hubo un tiempo en que la amé, no como amaba a Bella, pero sí que la quise, y me dolía verla así, no deseaba que nadie tuviese que luchar de este modo por su vida, ni tan siquiera Tania.


Después de un rato sonó mi busca. Le di un beso en la frente a Tania y salí de la habitación. Me dirigí al teléfono del mostrador para llamar al punto de control de urgencias.


- Jessica soy Edward, alguna urgencia? – pregunté.

- Si, se trata de su hermana Alice, está aquí en urgencias – contestó Jessica.


- Avisa a mi padre, enseguida estoy ahí Jessica – dije colgando el teléfono y saliendo disparado hacía urgencias.


No esperé siquiera al ascensor y bajé los escalones de dos en dos.


Llegué a urgencias antes que mi padre.


- JESSICA DÓNDE ESTÁ ALICE?  - dije a voz de grito.

- Box 6 – contestó de inmediato.


Corrí la cortina y casi me caigo al suelo de la impresión. Alice se sujetaba el brazo izquierdo para mantenerlo en una posición en la que no se le fuese para un lado antinatural. Se había roto el brazo con una fractura abierta que había traspasado la piel haciendo que el hueso saliese al exterior.


- JESSICA PREPARA EL QUIROFANO Y AVISA AL DOCTOR CROWLY . LAUREN HAY QUE PREPARAR A ÉSTA PACIENTE PARA LA CIRUGIA.


- Edward, cálmate, estoy bien en serio – dijo Alice con su vocecilla.


Me giré hacia ella y me la quede mirando, aún no le había preguntado siquiera como se encontraba, me había concentrado en disponer todo lo necesario para operarla cuanto antes sin ni tan siquiera decirle una palabra.


- Lo siento Alice, como te encuentras? Que ha pasado? – dije acercándome a Alice y acariciando su mejilla.


- Me resbalé en la entrada de casa – dijo apenada – y bueno llamé un taxi para que me fuese a buscar y me trajese al hospital, ya que creo que con el brazo así no hubiese podido llegar por mí misma.


- ALICE! PERO COMO SE TE OCURRE? -  dije enfadado – porque no nos llamaste, te hubiésemos ido a buscar de inmediato. Avisaste a Jasper? – Alice negó con la cabeza -  pero Alice, ne serio que eres de lo que no hay!


En ese momento llegó Lauren y se llevó a Alice a hacer unas radiografias para descartar más fracturas y para prepararla en el preoperatorio. Yo me fui con ella para ayudar a Lauren y para ver a Tayler, que sería quien la operaría.


- Jessica si llega mi padre por favor indícale donde encontrarnos – dije a Jessica.


- Si doctor Cullen .


Después de hacerle las radiografías y preparar a Alice llegó mi padre, y ambos hablamos con Tyler antes de la intervención.


- Bien es una operación sencilla, parece más de lo que es por la impresión de que el hueso atraviese la piel y salga al exterior, pero con éste tipo de fracturas es habitual – dijo Tyler seguro de sí mismo.


- Tyler crees que se recuperará sin que queden secuelas? – dijo mi padre.


- Por su puesto. Va a necesitar algunos meses de rehabilitación, eso es todo. Bien en media hora empezaremos – dicho esto se retiró para prepararse y ver a Alice.


- Hay que llamar a tu madre – dijo mi padre sacando el teléfono.


- Bien, yo llamaré a Jasper, creo que debe estar al corriente de lo que pasa – contesté alejándome un poco de mi padre para poder hablar ambos sin molestarnos.


Busqué el número de Jasper y marqué. Al tercer tono Jasper atendió la llamada.


- Hola Edward, que tal va todo? – contestó animado.


- Jasper te llamo porque Alice ha sufrido un accidente y en media hora entra en quirófano  para operarla de una fractura en el brazo.


- COMO? PERO COMO? QUE HA PASADO? ESTA BIEN? – dijo Jasper desesperado.


- Jasper tranquilízate, está en buenas manos. Ven para el hospital y te explico todo con detalle, pero no te apures, en serio que está bien – contesté intentando tranquilizar a Jasper.


- EN DIEZ MINUTOS ESTOY AHÍ! – y colgó.
Mi padre también había acabado de hablar con mi madre.


- Jasper llegará en diez minutos – expliqué.


- Tu madre también viene de camino, justo ahora acababa de llegar a casa de hacer algunas compras.
A los diez minutos Jasper aparecía corriendo por el pasillo del hospital hacía donde nos encontrábamos. Venía con la cara desencajada y colorada por la carrera.


- QUE HA PASADO? – preguntó nervioso.


- Jasper cálmate – le dijo Carlisle poniendo una mano en su hombro para tranquilizarlo – Alice ha resbalado en la entrada de las escaleras de casa y se ha roto un brazo, eso es todo – dijo Carlisle.


- Eso es todo? Y si eso es todo porque debe entrar en quirófano? – dijo algo incrédulo por las palabras de mi padre.


- Porque tiene una fractura abierta y el hueso atravesó la piel saliendo hacía afuera. Hay que ponerle una placa y colocar de nuevo el hueso. Luego le darán unos puntos para sellar la herida – expliqué.
Jasper tenía los ojos como platos mientras le relataba los detalles. Se quedó blanco como una pared.


- Jasper estás bien? – preguntó mi padre.


- Si, si…solo me lo estaba imaginando y creo que no ha sido buena idea – contestó Jasper visiblemente afectado.


Tyler salió ya preparado para entrar a quirófano.
- Bien me voy a lavar y entramos en quirófano en cinco minutos. En cuanto acabe salgo a hablar con ustedes.


- Tyler, podemos entrar un momento a ver a Alice?, él es su prometido – dije intentando que Jasper pudiese entrar un momento.


- Está bien, pero entrar y salir – dijo Tyler.
Entramos rápidamente a la antesala de quirófano.

Jasper y mi padre entraron a ver a Alice, yo ya la había visto antes de que entrase a quirófano, así que los dejé entrar a ellos para que se quedasen más tranquilos al verla.


En cinco minutos ya estábamos en la sala de espera y Tyler había entrado a hacer la operación, cuando llegó Esme desesperada.


- CARLISLE!!!!!! Que ha pasado? Dónde está Alice? – dijo mi madre preocupada.


- Tranquilízate Esme, sólo es una fractura en el brazo. Pero es una fractura abierta y hay que recolocar el hueso y fijarlo con una placa.


Esme empezó a sollozar y mi padre la abrazó tratando de tranquilizarla. Supongo que el tener un hijo en un quirófano no debía ser algo fácil para una madre y un padre.


La operación duró un par de horas, y fue todo un éxito. Tyler salió a explicarnos como había ido todo. Sin complicaciones, había sido una fractura limpia, no habían astillas ni otras lesiones.


Cuando Alice se recuperó de la anestesia la llevaron a una habitación para pasar la el resto del día y la noche en el hospital, si todo iba bien al día siguiente ya podría irse a casa.


Esme no consintió dejar a Alice sola y dijo que ella se quedaría todo el día y la noche con ella.


Jasper tampoco quiso separarse de Alice, así que mi padre y yo nos fuimos a antender algunos asuntos del hospital dejando a Alice con Jasper y Esme.
Era la hora de comer, así que llamé a Bella para explicarle lo sucedido.


- Hola mi amor – contestó al teléfono mi angel.

- Hola  - dije contento por oír su voz – Bella amor ha pasado algo – dije intentando sonar despreocupado.


- Que pasa Edward, me estas asustando – dijo Bella preocupada.


- Verás Alice resvaló en las escaleras de casa y se ha roto un brazo. La ha operado de urgencia para colocar el hueso y fijarlo con una placa – dije tranquilo.


- COMO? Y PORQUE NO ME AVISASTE? – dijo alterada.


- Bella mi amor, solo es una fractura, no es nada por lo que debamos preocuparnos en exceso, su vida no corre peligro – dije intentando quitarle importancia.


- Ya! Pero han tenido que operarla y todo! Edward me podrías haber llamado antes, me hubiese gustado estar ahí – dijo enfadada.


- Lo siento, no pensé que te lo tomaría de ese modo. Ya está en su habitación con Esme y Jasper – dije intentando disculparme.


- Bien, dejo algunos temas atados y salgo para el hospital – dijo firme.


- De acuerdo, avísame cuando llegues por favor – dije dulcemente.


- Está bien, nos vemos en un rato – y colgó.
Bella estaba muy unida a Alice, y debí imaginar que no llamarla enseguida no le iba a hacer ninguna gracia, pero en estos casos lo mejor es avisar cuando ya está fuera de quirófano.


Mi padre avisó a Emmet, y la reacción había sido la misma que la de Bella. Emmet también se había molestado por no avisarlo antes.


Después del almuerzo llegaron Emmet, Rosalie y Bella para ver a Alice.


Juntos fuimos a su habitación a ver como seguía.
Alice ya se había recuperado de la anestesia totalmente y ya estaba dando brincos por la habitación pensando en que no podría hacer nada con aquel brazo y eso la tenía algo molesta.


Esme y Jasper aprovecharon la visita para ir a comer algo a la cafetería, ya que ninguno de los dos se quería separar de Alice más de lo necesario.


- Estas muy enfadada? – le dije a Bella al oído cuando salimos del hospital hacía casa.


- Si – dijo riéndose – vas a tener que pedirme perdón – dijo divertida.


Sabía de sobras que no estaba enfadada, y que solo era un modo de hacerme saber lo mucho que me necesitaba como yo a ella.


Bella había llamado al gimnasio avisando de lo sucedido y diciendo que ni ella ni Alice irían ese día. Alice tardaría algún tiempo en poder volver a las clases, creo que eso le había supuesto un alivio, porque me parece que lo hacía más por apoyar a Bella que porque realmente le gustasen esas clases.

Nos dimos una ducha y Bella preparó la cena, tenía ganas de cocinar decía, así que yo no me opuse, cuando le salía la vena cocinera disfrutaba con sus maravillosas comidas, era algo que también me gustada de ella, su talento culinario.


Me encantaba su lasaña de verduras, su rissotto de setas y su tiramisú.  En ésta ocasión me sorprendió preparando una pizza, en la que incluso había hecho ella misma la masa.


Cenamos y luego vimos un rato la televisión.  Esa noche nos acostamos temprano, pues al día siguiente nos iríamos temprano a casa de mis padres para prepararlo todo para la fiesta de Esme. Ella estaría en el hospital con Alice y Jasper hasta media mañana que le diesen el alta a Alice, luego vendrían a casa junto con Carlisle.

 

 

 

Bella POV


El día había sido largo, y después de visitar a Alice en el hospital, nos fuimos para casa. Me apetecía cocinar algo, no tenía ganas de cenar fuera de casa.


- Hoy me encargo yo de la cena – dije cuando llegamos a casa.


- Me parece bien, pero aún nos da tiempo de darnos una ducha - dijo Edward tomándome por la cintura.
Nos fuimos hasta la habitación sin dejar de besarnos y desnudarnos el uno al otro. Cuando llegamos nos terminamos de quitar la poca ropa que aún nos quedaba y nos metimos en la ducha.


Edward me lavaba el pelo, me encantaba que lo hiciera. Cuando terminó con mi pelo empezó con mi cuerpo, pero en lugar de utilizar la esponja, se puso jabón en sus manos y me embadurnó todo el cuerpo masajeando cada parte de mi cuerpo. Luego me aclaró el jabón del cuerpo y empezó a lamerme dejando suaves besos y lametones por mis pezones, mi barriga…hasta llegar a mi intimidad. Ayudado con sus dedos y su lengua me hizo llegar al clímax.


Salimos de la ducha y nos fuimos a la cama, ambos aún mojados, y allí entre caricias y besos hicimos el amor.


Nos quedamos un rato tumbados en la cama. Era agradable estar así con Edward, aislada del mundo y de lo que sucedía a nuestro alrededor, en aquel instante de paz sólo estábamos él y yo.


Finalmente me levanté y me puse ropa cómoda.


- Voy a hacer la cena – dije sonriendo y besando la punta de la nariz de Edward, que seguía tumbado en la cama.


- Te ayudo – dijo incorporándose, no era una pregunta, era una afirmación.


- No, me encargo yo, tu entretente con cualquier otra cosa hasta que te deje entrar a la cocina – dije divertida.


- Está bien. Revisaré mis emails – dijo resignado.
Preparé la masa de la pizza, puse los ingredientes y la metí en el horno.


Salí de la cocina y Edward estaba con su portátil revisando sus correos.


- En veinte minutos estará la cena  - le dije.


- Bien – dijo sonriendo.


Cuando la pizza estuvo lista cenamos en la cocina. Edward recogió los platos y pusimos el lavavajillas.
Nos quedamos sentados en el sofá viendo la televisión un rato, pero nos acostamos temprano, al día siguiente teníamos mucho que preparar para el cumpleaños de Esme.

 

Capítulo 33: La mudanza Capítulo 35: El cumpleaños de Esme.

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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