Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220964
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 44: A salvo

Jacob POV


Estaba harto!
Harto del rechazo de Bella y de su pasividad. Había tenido paciencia durante tres meses, no quería forzar la situación, pero todo tiene un límite, y el mío estaba ya casi sobrepasado.


No había podido evitar amenazarla cuando le llevé el desayuno. Después a la hora de comer cuando entré en la habitación ni siquiera se digno a mirarme.
Ya tenía su cena lista, así que me encamine a la habitación como de costumbre.


- Bella, retírate a la esquina, traigo la cena – dije con voz monocorde.


Esperé y abrí la puerta entrando a la habitación con la bandeja de la cena. No vi a Bella al entrar, así que imaginé que estaría en el baño, pero al avanzar hacia dentro y darme la vuelta para cerrar la puerta, sentí un golpe en la cabeza y la bandeja de la cena fue a parar al suelo.


Caí de rodillas apoyando mis manos en el suelo para intentar estabilizarme y no darme con la cara contra las baldosas.


Sentí otro golpe en la espalda y quede aturdido y tumbado en el suelo. No estaba del todo inconsciente, podía notar como Bella se movía rápido por la habitación y cruzaba la puerta que no me había dado tiempo a cerrar.
No conseguía ponerme en pie, estaba mareado.

 

Bella POV


Tome la silla de madera que tenía en uno de los extremos de la habitación. Esperé hasta que Jacob saliese a dar uno de sus paseos fuera de la casa. Tome la silla por la parte superior y la estrellé con todas mis fuerzas contra el marco de la puerta del baño. La silla pareció no notar el golpe, así que repetí la operación hasta que conseguí que saltara una de las patas de la silla.


Coloqué de nuevo la silla en la esquina donde se encontraba apoyándola contra la pared y dejándola derecha.


Me puse un pantalón de deporte y una camiseta de manga larga con una sudadera encima y me calcé unas deportivas, las más cómodas que tenía.
Estábamos a finales de Octubre, así que haría frío, pero no podía detenerme por ello.


Jacob no tardaría en volver a entrar para traerme la cena, así que debía estar preparada.


Envolví el extremo astillado de la pata de la silla con una camiseta a modo de mango para no lastimarme con las astillas. Ya era casi la hora.


Oí unos pasos que se acercaban a la puerta…

- Bella, retírate a la esquina, traigo la cena – resonó la voz de Jacob al otro lado de la puerta.


Había llegado el momento. Me coloqué tras la puerta, debía actuar rápidamente y con precisión, no podía titubear, de lo contrario el plan no funcionaria.

Abrió la puerta de la habitación con la bandeja de la cena en sus manos. Noté como me buscaba por la habitación con la mirada, ya que no estaba en el lugar acostumbrado.


Cuando avanzó al interior de la habitación para cerrar la puerta y dejar la bandeja sobre la mesa me avancé rápidamente y lo golpee con todas mis fuerzas en la cabeza.


La bandeja de la cena cayó al suelo desparramando toda la comida.


Jacob cayó de rodillas apoyando sus manos en el suelo y quedando a cuatro patas como el perro que era. No me lo pensé y volví a golpearlo en la espalda, dejándolo aturdido y tumbado en el suelo.

Me moví rápido y salí de la habitación en busca de la salida. Podía ver a Jacob intentando ponerse en pie, pero estaba suficiente mareado como para darme tiempo a poder salir de allí.


Todas las ventanas tenían rejas, no podía salir por ninguna de ellas. Encontré la puerta de entrada pero estaba cerrada con llave. Corrí buscando la cocina, a ver si podía salir por alguna otra puerta trasera.
Conseguí llegar a la cocina y la puerta trasera no estaba cerrada con llave.


Abrí la puerta y cuando puse un pie fuera noté como me agarraban del pelo y tiraban de mí hacía el interior de la casa.


Se me escapó un grito de dolor al sentir el tirón, y un escalofrío recorrió mi cuerpo al oír aquella voz.


- MALDITA SEA BELLA! DÓNDE CREES QUE VAS? – grito enfurecido tirando de mí hacia el interior de la casa.


No podía rendirme, había llegado el momento de luchar, aquel era el momento de sacar toda mi ira y defenderme de aquel malnacido.


Giré sobre mi misma como un eje aguantando el dolor que sentía por el agarre de Jacob en mi pelo y le propiné una patada en la entre pierna.


Soltó un alarido y soltó su agarre.


Cuando se flexionó sobre si mismo para agarrarse las pelotas adoloridas por el puntapié que le acababa de dar, aproveché que su cara estaba a la altura de mi cintura y le di una patada en la boca, haciendo que saliera despedido hacía atrás y cayendo sobre la mesa de la cocina.


La adrenalina corría por mis venas dándome la valentía y la fuerza que necesitaba para ser capaz de enfrentarme a Jacob y huir, por Edward, por mi bebé y por mi familia.


Jacob tomó un cuchillo que había sobre la mesa y empezó a avanzar hacía mi. La puerta seguía abierta, por lo que empecé a cruzar la puerta andando hacía atrás sin quitarle la vista de encima.


Se formó una sonrisa burlona en los labios de Jacob y de nuevo noté como alguien me cogía de nuevo del pelo.


- A donde crees que vas Bella? – dijo la voz amenazante de Victoria sujetándome en el porche, fuera de la casa.


Sabía que ella había estado implicada en todo esto desde el principio, pero no entendía porque quería hacerme tanto daño, porque me odiaba.

 

 

Edward POV


No pude dormir en toda la noche pensando en la llamada que había recibido la noche anterior. El maldito de Black por fin había aparecido, y la policía andaba tras él para conseguir dar con el paradero de Bella.


Me levanté en cuanto el sol salió y me di una ducha. Cuando estaba por salir de mi habitación para bajar a desayunar tocaron a la puerta de mi habitación.

Cuando abrí me encontré con mi padre, ya estaba a punto para bajar a desayunar e irnos cuanto antes al aeropuerto de Seatle para regresar a New York lo antes posible.


Bajamos a desayunar y en el hall del hotel estaba Charlie con Renné.


- Pasa algo Charlie? – preguntó mi padre mirando las maletas de Charlie y Renné.


- No todo está bien, me preguntaba si les importaría que viajáramos con ustedes hasta New York, no podemos quedarnos aquí en Forks sabiendo que Bella puede aparecer en cualquier momento.


- No está bien Charlie, llamaré a Esme y se alojaran en casa – dijo Carlisle.


- No es necesario Carlisle, no queremos causar molestias - agregó Renné.


- No es ninguna molestia, son de la familia y no permitiré que se alojen en un hotel teniendo sitio suficiente en casa – sentenció Carlisle.


- Te lo agradezco amigo – dijo Charlie poniendo una mano sobre el hombro de Carlisle.


Tomamos las maletas y salimos en dirección al aeropuerto, ya desayunaríamos algo en el avión, debíamos volver cuanto antes.


En una hora habíamos conseguido billetes para Charlie y Renné en el mismo vuelo que nosotros, en esa época no había mucha gente que hiciese ese vuelo, por lo que no iba completo y no tuvimos problemas.


Faltaba media hora para embarcar, así que aprovechamos para comer algo rápido antes de subir al avión.


Embarcamos y el vuelo salió puntual rumbo a New York. Cuando ya se apagó la señal de los cinturones y los teléfonos Carlisle llamó a mamá para informarle de las noticias que teníamos de la policía y de la llegada de Charlie y Renné a casa.


Estaba toda la familia en casa, por lo que cuando Carlisle terminó de hablar con mamá aproveché para hablar con Emmet. Le di todos los detalles de la conversación telefónica con el oficial Smith y soltó un “por fin!” que hasta Charlie y Renné oyeron desde sus asientos contiguos a los nuestros. Los cuatro sonreímos ante la alegría de Emmet.


No podíamos negar que toda la familia estaba muy animada con la aparición de Jacob, y con esperanzas renovadas de encontrar a Bella.
Después de tres meses parecía un milagro tener buenas noticias.

 

A nuestra llegada al aeropuerto Emmet y Rosalie nos esperaban para recogernos e irnos a casa de mis padres.


Rosalie se fundió en un abrazo con Renné, y ambas no pudieron evitar soltar algunas lágrimas. Luego abrazó a Charlie y éste casi acaba también llorando allí mismo.


Emmet me dio un gran abrazo de oso en cuanto me vio. Él apreciaba a Bella, y sabía que tener buenas noticias había sido un elixir después de tres meses sin nada más que una larga espera.


Llegamos a casa y Esme había preparado una habitación de invitados para Charlie y Renné, que fueron a asearse antes de la cena.

Emmet y Rosalie también se quedaban a dormir en la que había sido la habitación de Emmet, así que decidí quedarme yo también a dormir, no quería regresar a mi apartamento aquella noche, quería estar con mi familia en aquellos momentos de incertidumbre, de espera.

 

Victoria POV


Estaba harta de todo aquello. Una rabia me inundaba todos los sentidos haciendo que cada día que pasaba odiara más a la maldita de Bella. No conseguía entender que veían los hombres en ella, era tan poca cosa que aún no me explicaba cual era el atractivo que tenía.

Primero Jacob, que pese a no haberse acostado tan siquiera con ella, la amaba por encima de todo, incluso habiendo estado yo a su lado en los momentos difíciles en la empresa y acostándome con él cuando lo había necesitado, no había conseguido borrar de su corazón a Bella. Ella estaba ahí grabada a sangre y fuego.


Después Edward Cullen, un médico brillante, guapo y con una inmensa fortuna. Un hombre que Bella encontró por casualidad y conquistó sin explicación alguna. Ya estaba viviendo con él en unos meses, e incluso había conseguido que de nuevo le pidieran matrimonio.


Cogí las llaves y mi bolso y salí de casa rumbo al garaje.


En media hora llegué a casa de Jacob, y el espectáculo que me esperaba era de lo más divertido, Bella propinándole una patada en la entrepierna a Jacob y luego otra en la boca.


Me bajé del coche y corrí hacía la casa. Jacob había tomado un cuchillo e iba avanzando hacía Bella, que ya estaba en el porche de la casa de espaldas hacía mí sin perder de vista a Jacob.


No resistí las ganas de cogerla del pelo y aprovechar la ocasión para desquitarme, tenía ganas de hacerle daño, de hacerla sufrir. Ella era la causa de que Edward aún no estuviese conmigo, solo ella tenía la culpa de todo.


A Jacob se le dibujó una sonrisa en su cara cuando me vio tras Bella sonriendo.


- A donde crees que vas Bella? – dije con voz amenazante sujetándola por el pelo allí en el porche de la casa.


Bella forcejeo e intentó zafarse de mí, pero pasé uno de mis brazos alrededor del cuello mientras con el otro tiraba más fuerte de su pelo haciendo que soltase un alarido de dolor.


Estaba disfrutando con aquello, me gustaba oírla gritar.


Noté como Bella estiraba su pierna doblándola hacia atrás y me daba una patada en la espinilla. Eso había dolido. Deshice mi agarre y caí al suelo sobre mi trasero con la pierna adolorida y ahora también mis posaderas por el trastazo que me acababa de dar al caer.


- MALDITA SEAS ISABELLA SWAN!!! – grité sentada en el suelo.


Bella empezó a correr y Jacob dio una zancada para saltar sobre mi y salir corriendo tras ella.
Conseguí ponerme en pie y llegar hasta mi coche, arranqué y salí disparada hacia donde ambos habían salido corriendo.


Cuando me quise dar cuenta venían varios coches por el camino de acceso a la casa, Bella estaba parada en medio del camino y Jacob llegando hasta ella.

 

Edward POV

No dejaba de andar de un lado a otro de la sala de casa de mis padres, creo que en cualquier momento iba a acabar haciendo un surco a lo largo de la estancia.


-  Edward tranquilízate – me dijo mi madre acercándose hasta mí – en cuanto la policía tenga noticias nos llamaran.


- Si lo sé mamá, pero no puedo evitarlo – contesté con el ceño fruncido.


Charlie no paraba de retorcer sus manos una y otra vez. Rosalie estaba sentada en el sofá junto a Renné, ambas intentaban conversar para distraerse, pero por la expresión de sus rostros no estaban consiguiéndolo.

Después de una hora me ausenté de la sala y me encaminé al piso superior, necesitaba distraerme o me volvería loco. Entré en la estancia donde teníamos el piano y me senté a tocar la nana que había compuesto para Bella.


Estaba concentrado en la música, con los ojos cerrados, sintiendo la melodía como iba fluyendo desde mi corazón hasta mis dedos que iban tocando las teclas del piano.


No sé en qué momento las lágrimas empezaron a mojar mis mejillas. Sentí unas manos apoyarse sobre mis hombros. Eran unas manos fuertes que yo conocía perfectamente.


- Sácalo, saca todo lo que llevas dentro – me dijo mi padre con sus manos en mi espalda transmitiéndome su apoyo. Él estaba ahí, siempre estaba cuando lo necesitaba, al igual que el resto de mi familia.


Lloré como un niño, como hacía meses que no lloraba, desde la noche en que llegué al apartamento y Bella no estaba. Había reprimido mis lágrimas desde aquella primera semana que Bella no estaba, y ahora no podía seguir conteniéndolas por más tiempo. Necesitaba llorar, desahogarme y sacar fuera todo aquel dolor que me oprimía el pecho, haciendo casi doloroso el simple gesto de respirar.


Cuando me calmé mi padre se sentó junto a mí en el banquito del piano, como muchas veces lo había hecho.


- Gracias – susurré mirándolo a los ojos.


- Estaré siempre que me necesites, ya lo sabes – dijo cariñosamente.


Si lo sabía, me lo había demostrado durante toda la vida.

 

Bella POV


Tenía que seguir, ahora no había llegado hasta ahí para que aquella bruja de Vitoria se interpusiera en mi camino. Estiré mi pierna flexionándola hacía atrás y dándole un puntapié en la espinilla a Victoria, tal y como Aro me había enseñado en las clases de defensa personal, que ahora estaban dando sus frutos.

Deshizo su agarre maldiciendo y cayendo sobre su trasero contra el suelo.


- MALDITA SEAS ISABELLA SWAN!!! – gritó colérica desde el suelo.


Empecé  a correr con todas mis fuerzas hacía el camino de acceso a la propiedad. En un momento empecé a notar las pisadas de Jacob tras de mí, y oí el ruido de un coche que arrancaba y derrapaba en la casa, debía de ser Victoria que se había levantado del suelo y también había salido a perseguirme.

No miraba hacia atrás, solo corría, mi vida dependía de ello.


Gracias a no haberme abandonado aquellos tres meses y haber intentado mantenerme en forma notaba mi musculatura tonificada, pero no podría correr hasta encontrar un sitio desde el que llamar para pedir ayuda, solo necesitaba la suficiente ventaja como para perder a Jacob y la arpía de Victoria y poder seguir a paso ligero.


Empecé a ver luces que avanzaban por el camino de acceso por el que yo iba corriendo. Avanzaban hacia nosotros. Por un momento pensé en que podía se alguien más que estaba ayudando a Jacob, pero venía más de un coche en nuestra dirección. Descarté la idea y frené en seco esperando a que llegasen los coches a mi altura.


Noté como Jacob llegaba hasta mí y me tomaba del brazo retorciéndolo hacía mi espalda y pegando el cuchillo a mi garganta.


Los coches se detuvieron a escasos metros de nosotros y se bajaron hombres armados de los tres coches.

- JACOB BLACK, NO TIENES ESCAPATORIA – gritó uno de ellos, era la policía!! Estaba a salvo, me habían encontrado – SUELTA A ISABELLA Y DEJA EL CUCHILLO EN EL SUELO.


- Crees que todo va a resultar tan fácil? – dijo Jacob en mi oído con los dientes apretados – no vas a salir viva de esta Isabella.


Un escalofrío recorrió mi columna vertebral de pies a cabeza ante sus palabras, había llegado mi fin?
Victoria llegó con el coche y se detuvo quedándose dentro del mismo. Ya había varios hombres apuntándola y ella no se movía del interior del vehículo. No podía verla, pero si veía a los hombres y no había oído la puerta del coche que se acababa de detener a nuestras espaldas.


- BIEN, SI NO QUIEREN QUE ISABELLA SUFRA NINGÚN DAÑO, NOS VAN A DEJAR QUE NOS MARCHEMOS – dijo Jabob ciñendo más el cuchillo a mi cuello. Noté como la hoja acarició mi piel y me hacía un pequeño corte, por el que enseguida empezó a correr la sangre.


Uno de los policías hablaba por un walkie-talkie, y los otros dejaban de apuntar a Jacob, acaso se iba a salir con la suya.


- ESTÁ BIEN, TRANQUILO, NO QUEREMOS QUE LA CHICA RESULTE HERIDA, ASI QUE NO HACE FALTA QUE APRIETES TANTO EL CUCHILLO, NO VAMOS A DETENERTE – dijo uno de los policías, el que parecía que estaba al mando.


Todo pasó muy rápido, se oyó un disparo y segundos después Jacob cayó al suelo muerto.


Me quedé quieta, completamente rígida con los puños apretados y mis ojos cerrados y apretados también fuertemente.


No sentía dolor, creo que estaba bien, pero no conseguía destensarme y mover ningún músculo de mi cuerpo, estaba allí como cincelada en piedra.


Noté la voz de un policía que se acercaba a mi posición.


- Isabella, estas bien? Todo a pasado, estas a salvo – me decía una voz amable – Isabella…

No pude seguir escuchando, noté como me flaqueaban las piernas y todo se desmoronaba a mi alrededor.

Unos brazos firmes me sujetaron para que no impactara contra el suelo, y con la cabeza recostada sobre el pecho de aquel policía oí como pedía una ambulancia.


- MATT!!! ESA MALDITA AMBULANCIA NO LLEGA? – dijo el policía a gritos.

Capítulo 43: Sorpresa inesperada Capítulo 45: El reencuentro

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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