Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220931
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 47: Dulce espera

Bella POV


Las fiestas navideñas pasaron en un abrir y cerrar de ojos, y ya estábamos de nuevo con la rutina habitual.
El mes de Enero había pasado rápidamente y ya estábamos a mediados de Febrero. A penas me quedaba un mes y medio para dar a luz.

Edward me había dicho que me tomase las cosas con calma, ya que con la barriga y siete meses y medio de embarazo debía aflojar el ritmo.


Estaba convencido que lo mejor era que descansara el último mes antes de dar a luz, pero me encontraba perfectamente y no veía necesario hacer un parón de un mes cuando tendría la baja maternal después de dar a luz. Entonces disfrutaría de mi bebé y descansaría, pero necesitaba dejar varios temas listos en la oficina, de lo contrario a mi vuelta sería un caos.


Dulce espera, esa era la frase habitual de Edward.
Todas las noches después de la cena nos sentábamos en el sofá a ver la televisión un rato antes de acostarnos. La verdad es que no la veíamos mucho, más bien charlábamos del trabajo, de cómo nos había ido el día a ambos, como me encontraba y otras cosas.


Él se sentaba en el sillón frente al sofá y tomaba mis pies y los masajeaba para estimular el riego sanguíneo y aliviar la hinchazón que tenían mis tobillos al final del día.


- Eres tan testaruda – decía sonriente – de verás que no te sentirías mejor en casa éste último mes?
Negaba con al cabeza también sonriendo.


- Yo testaruda? Mira quien fue a hablar, como éste pequeñín – decía acariciando mi barriga – saque la testarudez de ambos…


- O pequeñina no? – me contradecía siempre él en lo referente al sexo del bebé.


- Será un niño – dije convencida -  Un Edward.


El sonreía y seguí masajeando mis pies, era agradable estar así con él, era todo lo que esperaba al final del día, su compañía, su risa…poder perderme en aquellos ojos verde esmeralda que me miraban con deseo, pese a parecer un zepelín a punto de despegar.


Hasta los cinco meses de embarazo nuestras relaciones sexuales habían sido placenteras, pero a partir del séptimo mes ya no estaba cómoda, no conseguía encontrar una posición en la que me resultara cómoda estar, era algo habitual en el embarazo, pero me preocupaba.


No lo había hablado con mi padre, sé que era médico, pero era mi padre. Con Carlisle si había comentado el tema, y me había tranquilizado saber que era normal y nada preocupante, por lo que pese a la vergüenza que pasé, me quedé tranquila al saberlo.


Flashback


- Bella, algunas mujeres no sienten comodidad al mantener relaciones sexuales durante el embarazo, bien por dolor, inseguridad o por alguna otra causa física o psicológica. Cada mujer es distinta, y puede pasarte a los tres meses, a los seis o simplemente no pasar. No tienes de que preocuparte, todo va sobre ruedas y tu embarazo está muy bien


Fin Flashback


Después de aquello me animé a hablar con Edward del tema, y él no le importaba no acostarse conmigo, solo quería que yo me sintiera bien y tranquila, pero para ser sincera yo seguía teniendo las hormonas locas, y eso incluía un deseo de sentir a Edward que me consumía.


Tomé el mando de la televisión y la paré. Miré a Edward con deseo y me levanté del sofá tomándolo  de la mano. Él sonrío, pensando que íbamos a la cama, que le pasaría por la cabeza en aquellos instantes, pensaría que tenia sueño o había adivinado mis intenciones?


Llegamos al dormitorio y empecé a desnudarme. Edward tenía los ojos como platos y me miraba de arriba abajo, creo que ahora si había captado a la perfección mis intenciones.


- Estas segura? – dijo con la voz ronca de la excitación.


Solo asentí mientras me acercaba a él y lo desnudaba con la mirada. El comprendió de inmediato la urgencia y se quitó la ropa esperando allí a mis órdenes.

Tenerlo así para mí me encantaba. Tomé su mano y lo senté en el borde de la cama.


Me senté a horcajadas sobre él y jugué con su miembro en mi entrada. Ambos gemíamos ante el contacto de nuestros sexos. Solo hacía dos semanas que no hacíamos el amor, pero en el último mes no había sido como siempre, no había sido tan placentero…


Introduje su miembro en mi interior y ambos nos abrazamos pegando nuestros cuerpos el uno al otro, todo lo que mi barriga nos permitía.


Yo marcaba el ritmo, y Edward se dejaba amar. Ambos gemíamos de placer, y  nuestros cuerpos se fundían el uno con el otro.


Edward juagaba con mis pezones hinchados, que ya habían adquirido el color oscuro característico de los pezones de las mujeres embarazadas.

El movimiento cada vez era más rápido, ambos estábamos disfrutando de aquello. Edward me tomó por el trasero para intensificar las envestidas, ahora él también marcaba el ritmo. La lujuria y el desenfreno se apoderaron de nosotros y juntos tocamos el cielo, llegando al clímax con los espasmos de nuestros cuerpos abrazados.


- Bellaaaaa – dijo Edward al borde del orgasmo.


- Edwaaaaarddd – balbuceé contra sus labios.

Nos quedamos allí sentados sin movernos de la postura en la que habíamos tomado en nuestro baile, acompasando de nuevo nuestras respiraciones.


- Ha sido increíble – dijo mirándome a los ojos y besando mis labios – como te encuentras?


- Perfectamente! Mejor que nunca – dije sonriente.


Nos acomodamos en la cama, ambos desnudos, sin ponernos el pijama, tapados y abrazados entre las sábanas y las mantas.

 

 

 

Edward POV

El día había llegado a su fin, de nuevo otro crepúsculo. El cielo plomizo amenazaba lluvia.

Ésta era la mejor hora del día, la que compartía en casa con Bella. Los meses de embarazo le sentaban de maravilla, cada día se notaba más su embarazo en su abultado vientre, y eso la hacía verse bella, haciendo honor a su propio nombre.


Habíamos estado charlando animadamente después de la cena y yo me había dedicado a masajearle los pies como cada noche. Era algo que hacía a diario para aliviar la hinchazón de sus tobillos.


Tomó el mando de la televisión y la paró. No me había dado cuenta de la hora, ya era algo tarde, e imaginaba que Bella estaba cansada y con ganas de acostarse. Me miró con aquellos ojos color chocolate con una mirada que no conseguí descifrar al principio. No era una mirada para nada de cansancio, aquella mirada estaba…cargada de deseo?


Se levantó del sofá tomando mi mano y llevándome con ella a nuestra habitación. Llegamos al dormitorio y empezó a desnudarse. Yo estaba atónito, embobado mirando su cuerpo y sus manos desprendiéndose de su pijama y de su ropa interior. Ahora veía claramente sus intenciones.


- Estas segura? – dije con la voz ronca de la excitación.


Solo asentió mientras se acercaba a mí clavaba su intensa mirada en la mía. Comprendí  de inmediato la urgencia y me quité la ropa esperando allí de pie sin saber qué hacer exactamente, era como la primera vez. Bella sonreía mientras tomó mi mano y me llevó hasta el borde de la cama donde me senté.

Ella se sentó a horcajadas sobre mí y empezó a jugar con mi miembro en la entrada de su sexo. Aquel roce estaba excitando todavía más mi más que endurecido pene. Ambos gemíamos ante el contacto de nuestros sexos. Solo hacía dos semanas que no hacíamos el amor, pero en el último mes no había sido como siempre, no había sido tan placentero… Bella había sentido algunas molestias propias de su avanzado estado de gestación, por lo que habíamos decidido esperar hasta después del parto.


Me estaba deleitando con aquellas caricias cuando de repente introdujo mi miembro en su interior haciendo reaccionar mi cuerpo y atrayéndola hacía mi todo lo que su barriga me permitía.


Ella marcaba el ritmo y yo me dejaba amar. Ambos gemíamos de placer, y  nuestros cuerpos se fundían el uno con el otro.


Empecé a jugar con sus pezones hinchados, que ya habían adquirido el color oscuro característico de los pezones de las mujeres embarazadas. Su cuerpo había cambiado, pero seguía siendo maravilloso, excitante y exuberante.


El movimiento cada vez era más rápido, ambos estábamos disfrutando de aquello. La me tomé por el trasero para intensificar las envestidas, ahora era yo el que tenía la urgencia de sentirla, de penetrarla y empecé a marcar el ritmo de las envestidas. Bella se dejaba llevar y jadeaba de placer. La lujuria y el desenfreno se apoderaron de nosotros y juntos tocamos el cielo, llegando al clímax con los espasmos de nuestros cuerpos abrazados.


- Bellaaaaa – dije al borde del orgasmo.


- Edwaaaaarddd – balbuceó ella contra mis labios.

Nos quedamos allí sentados sin movernos de la postura en la que habíamos tomado en nuestro baile, acompasando de nuevo nuestras respiraciones.

- Ha sido increíble – dije mirándola a los ojos y besando sus labios – como te encuentras?


- Perfectamente! Mejor que nunca – dijo sonriente

 

Tomé a Bella en brazos y nos metimos bajo las sabanas y las mantas, abrazados, rozando piel con piel, sin pijama que estropease aquel contacto, y allí nos quedamos profundamente dormidos.

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Marzo


Edward POV


Bella ya estaba en la recta final de su embarazo, apenas si quedaban un par de semanas para cumplir la fecha prevista para dar a luz.


Ambos estábamos excitados y expectantes. No haber querido saber el sexo del bebé durante todo el embarazo nos tenía algo ansiosos, al igual que poder verle la carita a nuestro hijo o hija.


Bella finalmente había accedido a seguir trabajando desde casa, con casi nueve meses de embarazo ya tenía dificultades de movilidad con la tremenda barriga que tenía.


En casa pese a trabajar igualmente lo hacía a otro ritmo, y solo ocupando una parte del tiempo para dejar ciertos temas listos antes de dar a luz, momento en el que se dedicaría cien por cien al cuidado del bebé.


Me fui a trabajar como cada mañana despidiéndome de Bella con un beso en los labios. Me iba algo intranquilo, ya que no había pasado muy buena noche, cada vez le costaba más conciliar el sueño, no acababa de encontrar una posición cómoda en la cama, y si lo hacía no era durante demasiado rato.


- Si te sientes mal llámame y regreso enseguida a casa de acuerdo? – le dije besándola en los labios.

- Descuida, a de más hoy Rosalie tiene el día libre, así que no estaré sola, comeremos juntas, ya que Emmet no vendrá a comer tampoco.


- Bien, regreso temprano, nos vemos para la cena – dije saliendo del apartamento y dejando mi corazón allí con ella y mi bebé.


Me fui al trabajo algo preocupado, pero sabía que Rosalie la ayudaría si era necesario trasladarse hasta el hospital. Ya teníamos la bolsa de Bella y del bebé preparada desde hacía ya tres meses, así que todo estaba listo, no había de qué preocuparse.

 

 

 

Bella POV


Edward no se fue a trabajar muy convencido, estaba algo preocupado, y es que no había pasado una buena noche. Aún me quedaban dos semanas para cumplir los nueve meses de embarazo, pero cada vez me resultaba más complicado mi vida cotidiana, como dormir o simplemente mirarme los pies, que ya no veía hacía tiempo por mi enorme barriga.


Hoy había quedado en pasar el día con Rose, sesión de belleza. Necesitaba depilarme, cortarme las uñas de los pies y cuidarme un poco.


Me levanté temprano y preparé el desayuno para mí y para Edward. Él seguía acostado cuando terminé, así que me di una ducha y cuando estaba enjabonándome el pelo el entró a la ducha conmigo.


Ya no podíamos practicar sexo en la ducha, con aquella barriga era algo complicado que me pudiese coger en brazos y pegarme contra la pared como había hecho antes de quedarme embarazada, pero igualmente disfrutábamos de la compañía el uno del otro bajo el agua. El me lavaba el pelo, y yo le frotaba la espalda.


Se cayó la esponja pero no podía agacharme a recogerla, así que Edward se agachó quedando mi sexo a altura de su cara.


Una mirada traviesa por su parte me indicó que aquella ducha iba a ser algo interesante…empezó a pasar sus manos pro mis muslos y me levantó mi pierna derecha apoyándola en su hombro. Deslizó su lengua por la cara interna de mi muslo haciendo que mi cuerpo se estremeciera ante el contacto cálido y húmedo de ésta.


Llegó hasta mi sexo y allí hundió su lengua y su boca provocando un gemido que se escapó de mis labios.

Con una mano me sujetaba la pierna para que no perdiese el equilibrio, y con la otra mano ayudaba a su lengua en su trabajo de masajear mi clítoris.
Estaba mojada, excitada y Edward me estaba llevando al paraíso en aquel instante, en aquella ducha.


No tardé en alcanzar el clímax entre espasmos y latigazos de placer que todo mi sistema nervioso provocaba en mi excitado cuerpo.


- Buenos días – dijo Edward dejando mi pierna de nuevo en el sulo y acercándose hasta mis labios para besarlos, con una sonrisa dibujada en su boca.


- Buenos días – susurré todavía aturdida.


Salimos de la ducha y desayunamos entre miradas y sonrisas. Era un silencio agradable que ambos estábamos disfrutando.


Después de tranquilizarlo diciéndole que pasaría el día con Rosalie se despidió y se marchó al hospital.
Recogí la cocina e hice la cama. Ordené un poco el apartamento y a las diez de la mañana ya estaba en casa de Rosalie, preparada para la beauty sesion, como ella la llamaba.


- Buenos días gordita – me saludó abriendo la puerta de su apartamento.


- Ni que lo digas – dije mirando mi barriga y entrando  a su apartamento.


- Oh vamos Bella! solo tienes tripa, todo es bebé! De espaldas ni siquiera parece que estes embarazada! – me dijo para consolarme.


- Si tu lo dices… - dije desparramándome en el sofá.

- Mete los pies en el barreño, necesito que los tengas un rato en remojo para la pedicura, y mientras te pondré una mascarilla de arcilla en la cara – dijo sin darme tiempo a protestar con el tubo de mascarilla ya a punto.


- Bien, hoy me he propuesto dejarte hacer y no protestar – dije resignada.


- Así me gusta, el embarazo te ha devuelto algo de sensatez – dijo divertida.


Después de la pedicura, la mascarilla de arcilla, la mascarilla de pepino y labarme y secarme el pelo de nuevo, cosa que ya había hecho ésta mañana….mmmmy por cierto con mayor placer que ahora, pensé recordando mi ducha matutina, finalizamos la primera tanda de la sesión.

- Bueno comamos algo y luego seguimos – dijo Rosalie sonriendo. Estaba disfrutando de lo lindo tratándome como una barbie.


- No tengo mucho a petito – dije algo incomoda, tenía la barriga tensa, la piel parecía un tambor, y se había instalado una pequeña molestia en la parte baja y en las lumbares, como una presión.


- Ah no! No pienso dejar que mi sobrino nazca raquítico!! – dijo Rosalie acercándome un sándwich y un zumo de frutas – he preparado algo ligero, así que como un poco Bella, tienes mala cara – dijo Rosalie mirándome seria – te encuentras bien?

- La verdad? No, no me encuentro demasiado bien – dije incorporándome para ir al baño – necesito ir al baño.


Di dos pasos hacía el baño, y justo en mitad de la sala noté como empezaba a correr agua por mis piernas. Me quede parada mirando el charco que se estaba formando a mi alrededor.


- Bien Bella, respira, tranquila, solo has roto aguas, hay tiempo de sobras para llegar al hospital – me dije más a mi misma que a Rosalie para tranquilizarme.


- OH!!! DEMONIOS BELLA! HAS ROTO AGUAS – estaba claro que lo tendrían que haber dicho más alto para calmarla también a ella.


- Eso creo, esto… podrías ir a por la bolsa de mi apartamento? Está en el armario de la entrada. Y luego nos iremos al hospital – dije respirando como en las clases de preparación del parto.


- Bien! No llamamos a Edward? – dijo Rosalie algo histérica?


- No, lo llamaremos camino del hospital, no quiero que salga corriendo para venir a buscarme, podemos ir nosotras y llamarlo por el camino.


- BIEN! BIEN! VOY! – dijo saliendo disparada a mi apartamento. Me quedé con las llaves en la mano cuando apareció de nuevo por la puerta a la correr – necesitaré las llaves no? – dijo con una risa histérica.


- Rose, cálmate, hay tiempo – dije intentando tranquilizarnos a ambas – y traeme un pantalón y unas braguitas limpias.


Estaba realmente asustada, no sabía cuando podía tardar todo, pero un intenso dolor que hizo que me doblase por la mitad me indicó que ya había empezado la cuenta atrás.


Rosalie regresó a la carrera, se calzó sus deportivas y tomó las llaves del apartamento, del coche y su bolso.
- Bien, vamos? – preguntó mirándome mientras me acababa de poner la ropa limpia.


Salimos en el ascensor directas al parcking del edificio. Rosalie me dejó apoyada en la pared junto al ascensor y fue a buscar el coche. Colocó unas toallas y me senté en el asiento del copiloto abrochándome el cinturón y salimos zumbando al hospital.

 

Edward POV

Las rondas de la mañana habían sido tranquilas. Había quedado para almorzar con mi padre, el tenia la mañana tranquila hasta después del almuerzo, que tenía una reunión con la junta directiva del hospital.
Estábamos en la cafetería acabando el almuerzo cuando mi teléfono vibró en mi bolsillo, era una llamada de Bella.


- Hola mi amor, todo bien? – dije guiñándole un ojo a mi padre que sonreía.


- En realidad no – dijo Bella haciendo que me tensara y borrara la sonrisa de mi cara al instante – vengo de camino al hospital, he roto aguas Edwaraardd ….aaaaaah!!!!!! – gritó Bella de dolor.


- Cada cuanto tienes las contracciones? – pregunté algo nervioso.


- Cada diez minutos, estamos llegando ya a la entrada de urgencias – dijo Bella respirando y jadeando.


- Bien, nos vemos allí – dije cortando la llamada.

- Bella está de parto? – preguntó Carlisle.


- Si, ya está llegando al hospital, afortunadamente Rosalie estaba con ella y la trae de camino. Las contracciones son cada diez minutos, así que no se si tengamos mucho tiempo – dije preocupado por lo inminente del parto.


- Bien hijo, vamos! Cancelaré la reunión, lo primero es lo primero! – dijo Carlisle levantándose de mi asiento y colocándose la bata.


Salimos disparados a la puerta de urgencias, donde ya espera con una silla de ruedas a Bella. Justo cuando llegamos, en ese momento llegaba Rosalie con Bella.


- Bien amor, ya está, todo está controlado – dije ayudando a Bella a salir del coche y tomando su mano.


Rosalie salió a la carrera del vehiculo abriendo el maletero y sacando la bolsa de Bella y del bebé.

- Regreso en un minuto, voy a dejar el coche en otro lugar donde no moleste – dijo entregándole la bolsa a mi padre.


- ROSE! – grito Bella – NO TE TARDES, TE NECESITO – dijo Bella apretando los dientes por otra contracción.


Rosalie asintió y salió disparada a aparcar el coche en la zona de parcking de visitas.


Entramos a la carrera hasta la sala de exploración. Entre Carlisle y yo subimos a Bella a la camilla con la ayuda de dos enfermeras más. Cortamos el pantalón y Carlisle le hizo la exploración.


- No hay tiempo de anestesia, Bella ya estás dilatada de casi nueve centímetros, el bebé está por nacer.

- Bien! – contestó Bella resoplando y apretando los dientes de nuevo.


Las contracciones ya eran muy seguidas, por lo que la trasladamos a la sala de partos. En ese instante entraba Rosalie por la puerta a la carrera.


- Como va todo? – preguntó viendo que nos llevavamos a Bella.


- Ya está de parto, el bebé esta por nacer – dijo Carlisle.


Yo no podía estar pendiente de nada ni de nadie, solo de Bella.


Nos mirábamos a los ojos sin decir nada, aquel era un momento especial, nuestro primer hijo, y Bella estaba esforzándose al máximo para tráelo al mundo.


Mi padre iba a ser el médico que iba a estar asistiendo a Bella en el parte, así lo habíamos querido ambos, yo estaría acompañando a Bella y ayudando si fuera necesario, y Rosalie sería la acompañante de Bella, ella había querido que estuviese presente su amiga, su hermana, y la que sería la madrina de nuestro hijo junto con Emmet.

 

 

Bell

a POV


Me sacaron del box de urgencias a la carrera hacía la sala de partos. Afortunadamente Edward estaba allí conmigo, todo el temor que había sentido aquellos tres primeros meses de mi embarazo pensando en que daría a luz a mi hijo alejada de él se habían evaporado en el momento en el que lo vi aparecer por el box de aquel mismo hospital.


Éste hospital había sido testigo de la primera vez que nos vimos, de nuestro amor y de toda nuestra visa. Incluso en éste momento iba ser testigo de uno de los momentos más importantes en la vida de Edward y la mía, el nacimiento de nuestro primer hijo.

Rosalie nos alcanzó camino de la sala de partos. Me entraron las enfermeras mientras Carlisle, Edward y Rosalie se preparaban con la ropa adecuada para entrar al parto.


Tenía al mejor equipo del hospital pendiente de este nacimiento, por no mencionar al director del hospital y al jefe de urgencias, ambos mi suegro y mi futuro marido respectivamente.


Carlisle estaba tranquilo y concentrado cuando entró a la sala de partos. Edward también parecía muy profesional, pero algo más nervioso, esto no era un caso más, se trataba de su hijo.


- Bien Bella, vamos a empezar – dijo Carlisle revisando las contantes en los monitores que tenía a su izquierda.


No respondí verbalmente, me limité a asentir con la cabeza mientras Rosalie se colocaba al lado izquierdo de la camilla tomándome la mano.


- Bien cuando sientas la contracción necesito que empujes con todas tus fuerzas, no antes, por muchas ganas que tengas. Y cuando te diga que te detengas, tienes que dejar de empujar – dijo firme Carlisle.

- Edward, ocupa mi puesto - dijo Carlisle retirándose y cediendo el taburete que había frente a mí a Edward.


Edward empezó a trabajar en mi entrada, haciendo que está se abriera para poder dejar paso a nuestro hijo. Pinchó algo de anestesia en la parte donde era necesario hacer el corte para no sufrir desgarros, pero la verdad llegados a éste punto lo que menos me preocupaba era notar el corte de la episiotomía.
Pasados un par de minutos cortó con el bisturí para dejar libre la salida del bebé.


- Bien Bella, se acerca la contracción – dijo Carlisle mirando el monitor – empuja ahora!!!


Empecé a empujar con todas mis fuerzas, notaba como si me estuviesen desgarrando por dentro, de cintura hacía abajo, era una sensación extraña, como si alguien tirase de mi bebé hacía fuera y él se resistiese a salir agarrándose a las paredes de mi útero.


- Bien descansa! – ordenó Carlisle.


- Ya veo la cabeza!!! – dijo Edward entusiasmado.

- Bella prepárate de nuevo, ahí llega otra contracción – había pasado apenas un minuto!!! – empuja Bella!
Resoplando y maldiciendo por el dolor empuje de nuevo con todas mis fuerzas, aquello era insoportable!


- Para de empujar Bella! – ordenó Carlisle.


- Ya tiene la cabeza fuera – dijo Edward – es precioso Bella!!


- Bien Bella, ya lo tenemos casi fuera, este será el último empujón – dijo Carlisle animándome – empuja Bella!


Empuje con todas las fuerzas que me quedaban, ya estaba al límite de mi cansancio, no sabía si sería capaz de empujar otra vez más. Solo deseaba terminar cuanto antes, ver a mi bebé y que éste dolor desapareciera.


- Ya están los hombros!! Ya sale!! – dijo Edward entusiasmado – ES UNA NIÑA!!! – gritó con lagrimas en los ojos.


No pude reprimir las lágrimas y también empecé a llorar. Mi hija. Mi niña, un pedacito de mi y de Edward. Rosalie a mi lado hipaba también.

Edward colocó la pinza del ombligo y cortó el cordón poniendo a nuestro bebé sobre mi pecho. Era perfecta, pequeñita y preciosa como una muñequita.

Empecé a marearme…


- Mi niña…que bonita eres – dije algo soñolienta.


- Bella? – oía la voz de Carlisle cada vez más lejana – ESTÁ PERDIENDO MUCHA SANGRE, HAY UNA HEMORRAGIA – gritó, y ahí todo se volvió negro, me fui quedando dormida con la imagen de aquella niña preciosa.

 

 

 


Rosalie POV


Bella estaba haciendo un esfuerzo descomunal para traer a su bebé al mundo, y todo con parto natural. No había dado tiempo de poner anestesia, ya estaba demasiado dilatada cuando llegamos al hospital.


Ya estaba la cabeza fuera, solo quedaba un último esfuerzo. Bella estaba agotada, podía verlo en sus facciones. Tenía todo el pelo sudado y pegado a la frente, que también estaba empapada. Una enfermera se acercó y le secó la frente y la nuca.

- Ya están los hombros!! Ya sale!! – dijo Edward entusiasmado – ES UNA NIÑA!!! – gritó con lagrimas en los ojos.


No pude reprimir las lágrimas y también empecé a llorar y a hipar.


Bella y Edward se miraban y lloraban, estaban felices, y yo estaba también feliz de poder compartir aquel momento con ellos.


Edward colocó la pinza del ombligo y cortó el cordón poniendo al bebé sobre el pecho de su madre. Era una niña preciosa, pese a estar cubierta de sangre y fluidos todavía.


- Mi niña…que bonita eres – dijo Bella besando la cabecita de su hija, pero algo no iba bien, la voz de Bella se iba desvaneciendo, se la veía soñolienta.


- Bella? – llamó Carlisle – ESTÁ PERDIENDO MUCHA SANGRE, HAY UNA HEMORRAGIA – gritó, y ahí todo empezó a acelerarse.


Una de las enfermeras me sacó del paritorio llevándome fuera a la sala de espera. Allí aguardaba el resto de la familia sonriente, esperando buenas noticias, pero al ver mi cara descompuesta supieron que algo no iba bien. Rompí a llorar en los brazos de Emmet, no era capaz de articular ninguna palabra, solo pensaba en Bella y en aquella preciosa niña que nada más nacer podía perder a su madre, era injusto.
Después de todo lo que Bella había pasado…esto no podía estar pasando, no a ella, no a Bella.

 

Edward POV


Tenía a mi hija en brazos, era perfecta, como una muñeca.


Pese a estar cubierta de sangre y fluidos se adivinaban las facciones de Bella, tenía su nariz, y podía ver la forma de sus labios igual a los míos. Era mitad Bella y mitad mía, una parte de cada uno perfecta y maravillosa.


No pude reprimir las lágrimas al mirar a Bella a los ojos. Aquellas orbes color chocolate que me habían encandilado desde el primer día que las vi en éste mismo hospital.


Coloqué la pinza y corté el cordón de mi hija. El cordón que mantenía su vida unida a la de Bella. Pero aquello era algo puramente físico, ese cordón jamás se rompería.


Puse a nuestra hija en el pecho de Bella. Estaba feliz, radiante.


- Mi niña…que bonita eres – dijo Bella besando la cabecita de su hija, pero algo no iba bien, la voz de Bella era débil y apenas un susurro.


Cuando fui a rodear la estancia para acercarme a ella…


- Bella? – llamó Carlisle – ESTÁ PERDIENDO MUCHA SANGRE, HAY UNA HEMORRAGIA – gritó, y ahí todo empezó a acelerarse.


Carlisle se coloqué frente a las piernas de Bella que aún seguían subidas al potro de partos y empezó a trabajar. Me quede unos instantes allí parado sin saber qué hacer hasta que reaccioné.


- Puede tener algún desgarro interno – dije con voz mecánica y profesional.


- INGRID – gritó Carlilse – AL QUIROFANO TRES! YA!!!!!!!!!! Y AVISA A TYLER!!!!


Bajamos las piernas de Bella y la cubrimos y salimos disparados de la sala de partos hacía el quirófano tres, ya allí se estaba preparando todo para la intervención. Bella tenía una hemorragia interna y disponíamos de muy poco tiempo para encontrarla y detenerla.


Salimos como alma que lleva el diablo atravesando el pasillo y saliendo por la sala de espera. Mi familia estaba allí y todos miraban la escena horrorizados.
Nadie preguntó nada. Por las prisas era de suponer que algo no iba bien.


- PAPA NO PUEDO PERDERLA! NO AHORA!!! – dijo apretando mi mandíbula mientras entrábamos al quirófano.


- Tranquilo Edward, confía en mí, no la perderemos, no lo permitiré – contestó Carlisle.


Tyler ya estaba preparándose y entró al quirófano a ayudar a mi padre. Yo estaba demasiado involucrado emocionalmente en la paciente como para poder ser de gran ayuda, todo lo contrario, así que mi padre solicitó la presencia de Tyler por si me fallaban las fuerzas durante la intervención.


- Jessica por favor puedes ver dónde está la niña y llevarla con mi madre por favor? – le dije a Jessica.

- No te preocupes Edward, yo me encargo – dijo apoyando una de sus manos en mi hombro – todo estará bien – me dijo con su sonrisa.

 

Alice POV


Rosalie salió de la sala de partos, por fin íbamos a tener noticias de mi sobrina o sobrino!!!


Pero algo no iba bien, la cara de Rosalie no era de alegría, salía hecha un mar de lágrimas, y aquellas lágrimas no eran de alegría. Algo no iba bien.


Se lanzo a sollozar a los brazos de Emmet y ninguno de los presentes nos atrevimos a preguntar nada, algo estaba pasando y no era nada bueno.


De repente salieron Edward y mi padre con la camilla en la que Bella iba inconsciente. Ambos tenían la cara desencajada por el dolor y por las prisas algo estaba mal, muy mal.


Pasó una enfermera y entró al paritorio del que había salido Bella, oímos llorar un bebé, pero nadie se atrevía a preguntar si…


Al cabo de veinte minutos de incertidumbre una enfermera sonriente salió del paritorio con un bebé envuelto en una toalla.


- Señora Cullen – dijo dirigiéndose a Esme – le presento a su nieta.


Esme no pudo contener las lágrimas. Allí estaba la hija de Edward y Bella, y ellos no estaban allí con nosotros para poder disfrutar de éste momento.


Todos nos acercamos a contemplar a aquella hermosa niña. Tenía las facciones de Edward y Bella, partes de ambos. Se tocó la carita con una de sus manitas y bostezó abriendo sus ojitos y dejándonos ver unas orbes de color chocolate iguales a las de su madres.
Todos estábamos llorando, desconsolados.


- Y su madre? – preguntó Esme a la enfermera


- No le puedo informar todavía de su estado, sigue en quirófano, ha sufrido una hemorragia interna y están intentando encontrar el origen de la misma – dijo de modo competente – deme un minuto y regreso.


Y dicho esto la enfermera se marchó a la carrera en la misma dirección que había seguido la camilla de Bella.

Capítulo 46: Nueva vida Capítulo 48: Bella...te necesito.

 


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Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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