Edward POV

Había pasado ya un mes desde el nacimiento de Renesme. Bella estaba ya recuperada, debía evitar hacer esfuerzos, pero ya podía llevar una vida normal.

Éste fin de semana habíamos vuelto a nuestro apartamento, teníamos ganas de estar en casa los tres en familia. En casa de mis padres nos sentíamos a gusto, pero necesitábamos nuestro espacio.
La próxima semana se celebraría el juicio contra Jacob y Victoria. Bella debía aisistir como denunciante y parte de la acusación.

- Como estas amor? – le dije sentados en el sofá de la sala de nuestro apartamento mientras Renesme se terminaba su biberón.

- Bien, tengo ganas de cerrar éste capitulo de mi vida definitivamente. Cuando todo esto pase me quiero ir de viaje contigo y con Reneseme, necesito una vacaciones lejos de todo – contestó visiblemente animada.

- Hecho! – contesté sonriente.

Bella realmente era una persona fuerte, muy fuerte. Aunque tropezara se volvia a poner en pie, una, dos y las veces que hiciese falta. Pero sabia que todo tiene un límite, y después de lo que ella había vivido en éste último año, me asustaba que en algún momento se hiciera pedazos y se desmoronara sin remedio.

Yo estaba ahí, al igual que mis hermanos y el resto de la familia. Todos apoyavamos a Bella, y ahora estaba nuestra hija, ese era el motor principal de nuestra vida. Ella y el amor que nos procesábamos el uno al otro.

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El inicio de semana pasó rápidamente y el jueves llegó, el día del juicio.

Habíamos quedado con los abogados de la familia en el bufete M&M que había cerca de los juzgados para ultimar detalles.

Bella debía subir a declarar. Era preciso que realizara el relato de todo lo sucedido durante el secuestro. Yo ya sabía toda la historia, y aún me daban ganas de retorcerle el cuello a Jacob cuando recordaba todo lo que había hecho.

Llegamos puntuales al bufete y nos encaminamos a los juzgados, apenas estábamos a un par de manzanas del edificio.

Entramos a la sala del tribunal y ocupamos nuestros lugares. Bella estaba en el asiento de la parte acusadora junto con los tres abogados que llevarían el caso. Solo eran los portavoces, ya que en realidad el bufete entero con los veinte abogados que lo completaban, se había volcado en el caso. Era el bufete que gestionaba todo lo referente a la familia Cullen, y siempre habían estado con nosotros.
Entraron los agentes con Jacob y Victoria, y noté como Bella se tensaba, habían pasado muchos meses sin volver a verlos a ambos.

Victoria buscó entre los asistentes con su mirada hasta que me localizó y me sonrió dulcemente. Estaba loca? Pensaba que yo estaba allí por ella?
El abogado de Jacob también era uno de los mejores de New York, un tiburón que solo aceptaba casos en función de la repercusión mediatica de los mismo, y éste la tenia y mucha.

Entró el jurado y seguidamente el juez.
El juicio empezó con los alegatos de ambas partes. Posteriormente nuestros abogados llamaron al estrado a Bella, había llegado el momento.

Bella relató todo lo acaecido el mes de Julio, hacía ya nueve meses. Nuestros abogados dejaron que iniciase el relato y ella habló durante media hora sin ser interrumpida por nadie. Toda la sala estaba en silencio escuchando a Bella. Mi familia no había escuchado la historia completa con tantos detalles, incluida la fuga de Bella. Podía ver en sus caras distintas emociones, pena, dolor, rabia…todas se iban entremezclando mientras Bella relataba su historia.
Las caras de Jacob y Victoria eran bien distintas a las de los miembros de nuestra familia.

Jacob sonreía, se veía que estaba disfrutando de aquello. Victoria en cambio se mantenía con el semblante serio, quizás con el relato de Bella estaba empezando a asimilar la magnitud de sus actos y las consecuencias de los mismos.

Llegó el turno de las preguntas que iniciaron nuestros abogados para dejar en claro y remarcar ciertos aspectos del relato de Bella.

Luego llegó el turno de la defensa, ahí era donde la cosa se podía poner fea, pero Bella estaba tranquila, se mantenía firme y estaba preparada para responder lo que fuese necesario.

- Bien señorita Swan – empezó el tiburón – quisiera felicitarla por su reciente maternidad.

La sonrisa que está el momento había estado instalada en los labios de Jacob se esfumó, y la cara de Victoria con el semblante serio pasó a ser de rabia.

Estaba claro que el tiburón no había compartido ésta información con sus defendidos y aquello les había pillado por sorpresa.

- Gracias – contestó Bella seria.

- Si las cuentas no me fallan usted estaba embarazada durante su secuestro no es cierto? – prosiguí el tiburón.

- En efecto, no lo sabía con certeza ya que no me había realizado ningún test de embarazo, pero la ausencia de mi periódo me indicaba que era lo más probable – contestó Bella.

- Entonces quiere decir eso que usted no sufrió daño alguno durante esos tres meses y su bebé nació sano y salvo? – preguntó el tiburón.

No entendía muy bien a dónde quería llegar, pero Bella ya había explicado en su relato de lo ocurrido que Jacob no le había puesto una mano encima ni  le había causado daño alguno, al menos no físico.

- Si se refiere a daño físico, no, no sufrí daño alguno – Bien por Bella!!!!

- Si por supuesto estoy hablando de daño físico y el trato que el señor Black le dispensó durante su…lamemoslo convivencia – éste abogado me estaba empezando a sacar de quicio!

- Protesto señoria! – dijo uno de los abogados – estamos en un juicio por secuestro e intento de homicidio, no de convivencia y fin de semana de amigos en una casita – dijo mordaz uno de nuestros abogados.

- Se acepta – contestó el juez – señor Sulivan, llame a las cosas por su nombre, su cliente está acusado y siendo juzgado por intento de secuestro – advirtió el juez.

- Si señoria – contestó el tiburón – no tengo más preguntas.

Bella se retiró del estrado y llegó el turno de Jacob, iba a ser interesante ver que tenia que decir en su defensa ese malnacido.

- Bien señor Black – inició el tiburón – cual era su rutina durante los tres meses en los que retuvo a la señorita Swan?

- Bueno me levantaba temprano y preparaba el desayuno para Bella y para mí – relataba sonriente mirando a Bella, parecía que estaba hablando de su luna de miel en lugar de un secuestro – le llevaba el desayuno y comprobaba su estado. Luego la dejaba desayunando volvía a la hora del almuerzo…

- Protesto señoria! Esto ya lo ha explicado mi clienta, la rutina diaria a la que estaba sometida por el señor Black – dijo uno de nuestros abogados.

- Denegada – contestó el juez, estaba claro que quería escuchar ambos puntos de vista – prosigan – indicó a Black y a Sullivan, haciendo que ambos sonrieran.

- Básicamente entraba solo a la habitación de Bella en las horas de las comidas para llevarle alimento y comprobar que estuviese bien.

- Me puede decir que tenía aquella habitación en la que la señorita Swan se encontraba? – preguntó Sullivan

- Pues había una cama, baño propio, televisión…y tenia ropa en el armario y enseres de aseo en el baño – dijo Jacob satisfecho.

- Es decir que la señorita Swan contaba con todo lo necesario para su higiene y descanso? – recalcó Sullivan

- Si – afirmó Jacob.

- Bien, gracias señor Black. No haré más preguntas – dijo retirándose a su asiento.

Uno de nuestros abogados se puso en pie y se acercó hasta donde se encontraba Jacob.

- Señor Black, me puede decir si la señorita Swan fue hasta esa casa por su propia voluntad? – preguntó el abogado.

La cara de Jacob se había tornado seria, ya no sonreía como antes con las preguntas de nuestro abogado.

- No – contestó.

- No?, quiere decir que usted la durmió y arrastró hasta allí sin tan siquiera pedirle opinión? Quiere decir que la retuvo en contra de su voluntad encerrada entre cuatro paredes durante tres meses? – dijo mordaz el abogado.

- Era por su bien! – contestó Jacob.

- Por el de ella o por el suyo propio? – dijo el abogado – o más bien por apartarla del señor Edward Cullen?

- ELLA NO DEBÍA ESTAR CON ÉL!!! ELLA ES MÍA!!! – Jacob había perdido totalmente los papeles – ESE MALDITO SE ESTABA INTERPONIENDO ENTRE NOSOTROS, TENIA QUE ALEJARLA DE ÉL.

Se oyeron murmullos de asombro en la sala. La cara del tiburón era un poema, sabía que después de aquello poco iba a poder hacer por su cliente.
- Bien, no haré más preguntas.

- USTED NO LO ENTIENDE!!! ELLOS NO PUEDEN! NO DEBEN ESTAR JUNTOS! BELLA ES MI PROMETIDA, ELLA ES MÍA, DEBÍA ENTREGARSE A MÍ NO A ÉL!! ESE HIJO DEBÍA HABER SIDO MÍO – Jacob estaba fuera de si, se había levantado de su silla y estaba gritándole al abogado a todo pulmón con todos los presentes boquiabiertos.

- Agentes – gritó el juez a los dos polícias que habían traido a Jacob al inicio del juicio – llévenselo.

Los agentes tomaron a Jacob y lo iban sacando a rastras de la sala mientras seguía gritando.

- BELLAAAAAAAAAAAAAAAA!!! BELLAAAAAAAAAA!!!
Bella se mantenía firme, no desbio la mirada ni un solo instante de él. Estaba orgulloso de ella.

Bella POV

Conseguí mantenerme firme durante el interrogatorio y mi paso por el estrado, pero cuando sacaron a Jacob de la sala casi me desmorono allí mismo. No podía negar que sentía miedo. Miedo de que me arrebatase lo que más quería, a Edward y a mi hija. Miedo de que toda aquella locura no terminase jamás y él saliese de la cárcel y me apartase de nuevo de mi familia.

Pero debía mantenerme firme y no demostrar debilidad. Debía ser fuerte.

- USTED NO LO ENTIENDE!!! ELLOS NO PUEDEN! NO DEBEN ESTAR JUNTOS! BELLA ES MI PROMETIDA, ELLA ES MÍA, DEBÍA ENTREGARSE A MÍ NO A ÉL!! ESE HIJO DEBÍA HABER SIDO MÍO – Jacob estaba fuera de si, se había levantado de su silla y estaba gritándole al abogado a todo pulmón. Estaba petrificada en mi sitio.

- Agentes – gritó el juez – llévenselo.

Mientras sacaban a Jacob de la sala seguía gritando

- BELLAAAAAAAAAAAAAAAA!!! BELLAAAAAAAAAA!!!

No podía creer lo que acababa de pasar. Billy el padre de Jacob estaba entre los presentes. Estaba llorando, incrédulo a todo lo que su hijo estaba haciendo.

Estaba apenada por aquel padre, debía ser duro ver que tu hijo se ha convertido en un monstruo, y ahora que era madre podía entender mejor su dolor.
- Bien, letrados, sigamos ahora con la acusación de la señorita Swan contra la señorita Stewart.

Ahora venia el otro trago amargo, Victoria.

Pero con ella no iba a tener piedad, sabía que había sido complice de Jacob, había intentado acostarse con Edward como lo había hecho con Jacob cuando estábamos a una semana de la boda, y todo porque?

Que era lo que la impulsaba exactamente a poner sus ojos en todos los hombres con los que yo estaba o había estado?

El abogado de Victoria y Jacob llamó a ésta al estrado para declarar, estaba segura que iba a soltar una sarta de mentiras.

- Bien señorita Stewart, puede explicarnos exactamente cual es su implicación en éste caso? Ya nos han quedado claros los motivos de l señor Black y su implicación en el mismo, ahora es su turno.

- Bueno yo…realmente no tengo nada que ver en el caso. Jacob me pidió quedarse en mi casa durante algún tiempo, y como era un viejo amigo…

- Protesto señoria! – dijo uno de mis abogados – la señorita Stewart y el señor Black mantenían una relación amoroso que se inició cuando el señor Black estaba comprometido con la señorita Swan.

- Bien, esto es cierto señorita Stewart? – preguntó el juez.

Victoria se le había quedado la cara blanca como la cal.

- No exactamente, Jacob y yo solo nos acostábamos de vez en cuando, no se puede decir que aquello fuese una relación.

- Prosiga abogado – dijo el juez al abogado de Victoria.

- Bien, estábamos en que Jacob le pidió cobijo en su casa.

- Si, y como he dicho como eramos amigos, amantes o como prefieran llamarlo, lo acogí en mi casa mientras se quedaba en New York algún tiempo.

 Estuvo unos meses y luego se marchó, dijo que había alquilado una casa en las afueras, y no hice preguntas.

- Protesto señoria! – dijo mi abogado – aquí tenemos una copia del contrato de arrendamiento de la casa en la que la señorita Swan permaneció detenida junto con la copia del pago del depósito que se efectuó con la tarjeta de crédito a nombre de Victoria Stewart.

Se levantaron de nuevo murmullos en la sala.

- Y bien señorita Stewart? – preguntó el juez.

- Si, yo lo ayudé a rentar la casa, pero no sabía que pretendía. Ayudar a un amigo no es un delito no? – dijo sonriente. Sin duda era más astuta que Jacob.

- Prosiga abogado – dijo el juez.

- Bien señorita Stewart ayudo con el depósito para rentar la casa al señor Black. Que más sucedió a continuación.

- Empecé a salir con Edward Cullen. Nos veíamos de vez en cuando, en principio solo erámos amigos, pero la cosa parecía avanzar hacia otros derroteros.

- Usted estaba saliendo con el señor Edward Cullen? – dijo el abogado sonriendo.

- Si, mientras él vivía ya con Isabella Swan – contestó mirando a Edward.

Me giré para ver la cara de Edward, pero lo que me preocupó realmente era la cara de mis padres, ellos estaban algo sorprendidos, molestos…mezcla de ambos.

- Y que pasó? – preguntó el abogado.

- Bueno todo iba bien hasta que Isabella desapareció, a partir de ese momento dejamos de vernos, y no entendía el motivo. Tampoco volví a ver a Jacob hasta que habían pasado tres meses de la desaparición de Isabella y se presentó una noche en casa. Nos acostamos y me confesó que tenía retenida a Isabella en la casa.

- Y porque no alertó inmediatamente a las autoridades? – preguntó el abogado.

- Tube miedo – dijo poniendo cara de niña asustada, sin duda se merecía un Óscar por aquella fantástica actuación – Jacob era muy agresivo y tuve miedo de ir a la policía, temía por mi propia seguridad.

- Y que hizo? – insistió el abogado.

- Al día siguiente cuando él se marchó decidí ir a la casa para convencerlo que soltara a Isabella, pero cuando llegué ella estaba en la puerta dela casa y el la amenzaba a cierta distancia con un cuchillo. Intenté ayudar a Isabella pero ella pensó que yo también la quería agredir y me atacó – dijo imitando un sollozo – hechó a correr y Jacob tras ella cuchillo en mano, así que sogí el coche para intentar ayudarla y que Jacob no la alcanzara, estaba segura que si lo hacía la mataría.

- Protesto señoria! – dijo mi abogado. Estaba que hechaba chispas! Como podía ser tan ciníca? – la declaración de mi cliente difiere del realto de la señorita Stewart.

- Señorita Stewart, sabe que está bajo juramento? – recordó el juez.

- Si señoria. Entiendo que Isabella pensase que la iba a atacar y que ella contára otra cosa, pero la realidad es que mi intención era ayudarla.

- Denegada.

- No tengo más preguntas señoria – dijo el abogado de Victoria.

Era el turno de interrogatorio de mis abogados.

- Señorita Stewart, usted mantuvo un romance con el señor Black cuando aún estaba prometido con la señorita Swan no es cierto?

- Si, así es – contestó sonriente.

- Y donde se veían? – preguntó el abogado.

- En la oficina, yo era la secretaria del señor Black cuando ambos trabajábamos en la agencia de publicidad.

- Y porque no se veían fuera del trabajo? – preguntó el abogado.

- Porque como usted ha dicho Jacob estaba prometido con Isabella y manteníamos en secreto lo nuestro – contestó ella con cara de prepotencia.

- Y porque salió a la luz? – preguntó el abogado.

- Protesto señoria! A donde nos lleva todo esto, no es relevante lo que la señorita Victoria haya tenido anteriormente con el señor Black.

- Si lo es señoria – aclaró mi abogado – esto determinará la clase de “relaciones”  que la acusada establece.

- Prosiga – indicó el juez.

- Bien, señorita Stewart? – preguntó mi abogado.

- Isabella llegó un día a la oficina con la cena para Jacob, ya que nos habíamos quedado hasta tarde en su despacho, y abrió la puerta de la oficina cuando ambos estábamos vistiéndonos, no esperó a que Jacob le diese paso.

- Pero usted estaba casada no?

- Si, pero mi matrimonio no funcionaba – contestó indignada.

- Y con el señor Cullen, como se conocieron? – preguntó el abogado.

- Bueno conocí a Edward un día que fui a urgencias porque James, mi ex marido me había pegado. Actualmente tiene una orden de alejamiento por si quiere comporbarlo.

- Si, aquí la tengo – dijo el abogado presentando la orden – y digame que fue lo que motivó a su ex marido para agredirla?

- Se enteró de mi aventura con Jacob.

- Señorita Stewart, no es cierto que usted mantenía una relación con Jacob Black mientras seguía casada con su marido James y al mismo tiempo también mantenía otra relación con el señor Malcom Mulder?
Victoria palideció, ese era uno de los socios de la famosa agencia Mulder.

- Bueno, algo así.

- Y con Edward Cullen también inició una relación? – preguntó el abogado.

- NO! NO LLEGAMOS A ESO!!! – dijo acalorada – Edward – prosiguió de nuevo más serena – es un caballero, y hasta que no terminara con Isabella no quiso comprometerse conmigo. Me repetaba y quería hacer las cosas bien, así que solo saliamos como amigos, pero había una fuerte atracción entre ambos – dijo mirando a Edward de modo lascivo. ilusa!!! Se lo había creido todo.

- Usted dice que Edward Cullen tenía intención de dejar a la señorita Swan para iniciar una relación con usted? – preguntó mi abogado.

- Así es – contestó feliz.

- Bien, no tengo más preguntas señoria.

Charlie POV

No salía de mi asombro, mi futuro yerno, el padre de mi nieta, una de las personas en las que más había confiado saliendo con una de las personas que más daño habían causado a mi Bella.

Necesitaba una explicación a todo aquello, algo realmente que me aclarase todo el barullo de ideas que se estaban formando en mi cabeza, de lo contrario Edward Cullen iba a tener que ser muy convincente porque todo aquello era demasiado.
Esperaba que en realidad existiese una explicación, algo en lo que encontrar sentido a todas las varvaridades que aquella mujer estaba diciendo acerca de su vida y lo que había pasado entre Edward y ella.

Y Bella? no parecía sorprendida en absoluto con todo aquello. No le afectaba saber que Edward se había estado viendo con aquella arpía?

- Cálmate Charlie – me susurró Renné, estaba tenso y la tenía cogida de la mano con más fuerza de lo normal.

- Lo siente – dije disculpándome por mi agarre.

- Todo tiene una explicación, así que debemos conceder el veneficio de la duda si? – dijo mi esposa cariñosamente. Sin duda era mi complemento perfecto, siempre me hacía detenerme a pensar las cosas y no precipitarme en mis juicios y opiniones.

Asentí  y la bese. Aquel juicio estaba siendo duro, muy duro. Y no quería ni imaginar como estaba siendo para Bella. Pero se la veía serena, segura de si misma, había titubeado al contar todo lo que había pasado en aquellos tres meses. Nos había mirado a todos y había relatado, del modo más sereno posible, todo lo acontecido durante su secuestro.

Sin duda debía ser paciente y dejar explicarse a Edward, se lo debía a Bella.

Edward POV

Sin duda aquella mujer estaba ciega si no veía que yo no lo amaba ni la había amado jamás. Era mi culpa, por haber representado tan bien mi papel, pero sin duda había valido la pena. Bella era consciente de todo lo concerniente a Victoria, y por suerte todo aquello que había dicho en el estrado no nos afectaba en lo más mínimo.

- Llamo a declarar al señor Edward Cullen – era mi turno.

Me levanté y me dirigí al estrado, había llegado el momeno de poner los puntos sobre las ies.

- Bien señor Cullen, me puede aclarar la realción que mantenía con la señorita Stewart? – preguntó el tiburón.

- Amistad – contesté.

- Amistad?, no es cierto señor Cullen que usted tenía intención de dejar a la señorita Swan para iniciar una relación con mi clienta, la señorita Stewart?
- No – contesté secamente.

- No? – se quedó el abogado viéndome de modo incrédulo.

- No, conocí a Victoria en el hospital y sentí pena por ella por los golpes que traía. Empezamos a vernos y a salir como amigos, nada más.

- No es cierto que se besaron en su primera “cita” en la puerta del hospital donde trabaja usted? – dijo el tiburón.

Podía ver la cara de Bella roja de la ira, ella había presenciado aquello junto con Rosalie y recordarlo no era lo que me apetecía en aquel momento.

- Si és cierto, pero no fue un beso de despedida, nada más. Y no volvió a suceder – dije cortante.

- Y que opinaría su prometida si supiese eso? – dijo el abogado mirando a Bella con una sonrisa en sus labios.

- Protesto señoria!

- Acepatada. Abogado, limitese a interrogar al testigo.
- Bien señoria. Señor Cullen volvió a salir con la señorita Victoria? – preguntó de nuevo aquel maldito.

- Si, volvimos a salir como amigos, pero no sucesió nada más entre nosotros.

- A que se refiere? No se volvieron a besar? – dijo sonriente el maldito abogaducho.

- No, no nos besamos ni sucedió nada sexual. Solo salimos como amigos.

- Y ahora en que punto está esa “amistad”? – preguntó de nuevo el abogado.

- No hay punto. No existe amistad alguna. Victoria intentó agredir a Bella y fue complice de Jacob y ahí terminó nuestra amistad – no podía decirle que habíamos planeado una venganza y por eso había salido con ella.

- Y con la señorita Swan en que punto está?

- Protestó señoria! No es necesario conocer las condiciones personales de la relación entre el señor Cullen y mi cliente para éste juicio.

El juez me miró y yo asentí y el abogado desisitió de su protesta.

- Se acepta, señor Cullen no tiene que responder si no lo desea.

- Lo haré señoria, no tengo nada que ocultar. La señorita Swan es la madre de mi hija, la mujer a la que amo más que a mi vida, y la mujer que se va a convertir en mi esposa en unos meses – dije feliz y orgulloso, sonriendo y mirando a Bella que me devolvía la sonrisa.

Oí un gruñido y desvié mi vista hacía el origen del mismo, era Victoria que estaba roja por la ira.

- MALDITO SEAS EDWARD CULLEN – dijo levantándose de su asiento – UNA Y MIL VECES MALDITO!!!

- Controlese señorita Stewart – intervino el juez.

- Y TU ISABELA SWAN…DEBISTE MORIR EN AQUELLA CASA!!! YO MISMA ME TENÍA QUE HABER ASEGURADO DE ELLO – dijo colérica.

- Agentes – dijo el juez – llévensela de la sala, ya he escuchado suficiente.

Aquel juicio parecía un circo. Primero Jacob y luego Victoria. Como podía ser que albergaran tanto odio en su corazón?

Como Jacob que decía amar a Bella podía haberle causado tanto daño?

De Victoria lo podía esperar, había llegado a la conclusión de que estaba loca de celos por Bella, porque ella había tenido lo que ella siempre había deseado, y eso la había hecho odia y envidiar a Bella de un modo enfermizo.

La sala se quedó en silencio después de desaparecer Victoria con los agentes que la custodiaban.

- Suspendemos la vista hasta mañana. En la siguiente sesión declararán los testigos que queden pendientes y deliveraremos. Señor Sullivan, para evitar más altercados sus defendidos no es necesario que entren en la sala, deben asistir al juzgado pero permanecerán en la sala contigua a ésta.

- Si señoria – contestó el abogaducho totalmente abatido. Estaba claro que la cosa no estaba saliendo como él había planeado.

Abandonamos el juzgado algo optimistas. El modo en el que habían perdido los papeles Jacob y Victoria nos había dejado la victoria del juicio en bandeja de plata.
Nos despedimos de los abogados hasta el día siguiente y nos fuimos a comer algo toda la familia.

Charlie estaba con semblante serio, sabía que había llegado el momento de explicar muchas cosas a mi familia, solo Emmet, Rosalie y Bella sabían el verdadero motivo del porqué había estado saliendo con Victoria, pero el resto de la familia no.

Fuimos a un restaurante cercano y una vez allí había llegado el momento de dar las explicaciones.

Cuando la familia escuchó las razones de mis citas con Victoria y Charlie comprobó que Bella era conocedora de las mismas, parecieron calmarse los animos.
- Pero porque hicieron eso? – dijo mi madre algo preocupada

- Para vengarnos de Vitoria por todo lo que le había hecho a Bella. El plan era convencerla de que sentía algo por ella y en la útlima cita presentarme con Bella para presentársela como mi prometida. Victoria no sabia que yo estaba al corriente de que ella conocía a Bella y había sido la causante de la ruptura del compromiso de Jacob y Bella – dije mirando a Bella – cosa que de algún modo tengo que agradecerle porque de lo contrario no la habría encontrado – dije estrechando la mano de Bella y acercándola a mis labios para besarla.

- Algo bueno tenía que tener todo esto no? – dijo ella sonriente.

- Edward – dijo Charlie serio – no te voy a juagar por lo que hiciste, porque mi hija era conocedora y partícipe de todo, así que entiendo que es algo que ustedes discutieron y acordaron, pero espero que no tengamos más sorpresas de éste tipo de ahora en adelante – dijo mirando ahora a Bella.

- No papá, ya está todo aclarado – dijo Bella tomando las manos de su padre por encima de la mesa con ternura.

Seguimos comiendo y nos despedimos. Los padres de Bella se quedaban en casa de mis padres, así que se marcharon los cuatro dejándonos al resto allí aun en el restaurante.

- He tenido que hacer acopio de todas mi fuerzas y mi autocontrol para no lanzarme sobre Victoria y arrancarle los ojos – dijo Roslie cuando ya nuestros padres se habían marchado – pero su cara al saber de Renesme fue increíble!

Todos reímos al recordarlo. Era cierto, había sido un punto interesante ver la cara de Jacob y Victoria al enterarse que Bella había dado a luz un hijo mío, un hijo de ambos, y que durante el secuestro ya estaba embarazada.

La niña se había quedado en casa de mis padres con Sol, la chica que había trabajando en casa de mis padres.

Pasaría la noche en casa de mis padres, tenía cuatro abuelos que la iban a consentir y mimar, y Bella y yo necesitábamos una noche para nosotros.