Carlisle POV
Cuando llegué al hospital lo primero que hice fue llamar a Bella, ya que Esme me había dicho que el lunes sin falta la llamara. Así que después de hablar con Bella llamé a Esme para confirmarle que tanto Bella como Rosalie, la hermana de Jasper vendrían el sábado a la cena.
Cuando colgué llamé a Edward para decirle que tendríamos invitados. Él se encargaría de avisar a Emmet, que estaba como loco por ver de nuevo a la hermana de Jasper.
Bella POV
Había sido agradable hablar con Carlisle. Lo había conocido a él y a su hijo en el hospital el día que… los había conocido, no más. No quería recordar las circunstancias en las que se había producido, dolía recordar el motivo por el que llegué hasta el hospital donde trabajaba Carlisle Cullen y su hijo, que no sabía su nombre, solo su apellido.
Había quedado a comer con Rosalie en Angelos, mi restaurante favorito. Hacía ya mucho tiempo que no iba, creo que desde que…Oh! por más que intentara olvidar el pasado éste parecía que se empeñaba en seguir ahí, en el presente, sin darme tregua ni descanso.
Ya no podía más! me había estado consumiendo un mes entero en la agonía y el sufrimiento. Ya no quería continuar así, de modo que si mi restaurante favorito me traía recuerdos lo superaría. Si Carlisle Cullen y su hijo el doctor Cullen me traían recuerdos del día que los conocí, lo superaría. Estaba harta de tener que llorar a un hombre que no valía la pena, no me había respetado como mujer ni como su prometida, y había llegado el momento de dejar el luto y empezar a vivir.
Llegué a Angelos y Rosalie ya me esperaba en la puerta, siempre tan puntual. Entramos y nos sentamos en una mesa junto a la ventana, me gustaba ver pasar la gente desde dentro, era divertido.
Nos trajeron la carta y pedimos, y cuando había conseguido sentirme cómoda en el local y tener una conversación animada sobre los planes que teníamos para el sabado, sacando de mi cabeza los recuerdos que me traía Angelos…Rosalie palideció y empezó a maldecir por lo bajo.
- MALDITA SEA! Con todos los restaurantes que hay en New York precisamente ese PERRO tiene que venir a éste restaurante?
Me quedé congelada en el sitio, estaba de espaldas a la entrada del restaurante, por lo que no veía quien entraba, pero a juzgar por la sarta de barbaridades que seguía diciendo Rosalie, no necesitaba saber quien había entrado al local.
- Bella, no te gires, con un poco de suerte no nos verá, a ver si se sienta y nos largamos!!! - dijo Rosalie enojada. - NO! – dije autoritariamente – estoy harta de esconderme, evitarlo y quedarme en casa lamiéndome las heridas. SE ACABÓ! Si se acerca le diré que se vaya y punto, no voy a dejar de hacer o de ir a donde me plazca por temor de encontrarme con Jacob.
Mi amiga me miró algo preocupada, pero luego me sonrió.
- Estas es la Bella fuerte y valiente que yo recordaba. Y vas a poder ponerlo en práctica ahora mismo, porque ese perro viene para acá.
Casi le escupo el sorbo de vino en la cara a Rosalie al decirme que Jacob se estaba acercando a nuestra mesa, no me lo podía creer, sería capaz?
Jacob POV
Me había tomado un par de horas para comer, y decidí ir al restaurante favorito de Bella. Se había convertido en una costumbre ir un par de veces a la semana. No es que la pasta me entusiasmara, pero creo que en el fondo sólo iba con la esperanza de encontrarla ahí comiendo y poder charlar con ella.
No la había encontrado ninguno de los días que había ido, imaginaba que ella era consciente de que podría encontrarse conmigo allí y había decido dejar de frecuentar ese restaurante. Dudé en la entrada si entrar o irme a comer a otro lugar, pero ya que había llegado hasta allí, sería a modo de despedida, el último día en Angelos, como despedida del restaurante y de Bella.
Entré al local y aún quedaban mesas libres. Mientras esperaba al metre vi a Rosalie, y cuando me fijé en con quien estaba sentada casi me caigo de espaldas de la impresión. Esa melena larga, ondulada y castaña no podía ser de otra persona. Jamás olvidaría ese pelo, y su olor a fresías que tanto añoraba.
Respiré hondo e ignoré la mirada asesina de Rosalie y me encaminé a su mesa, quizá sería la única oportunidad que iba a tener de poder hablar con Bella.
Edward POV
Papá y yo habíamos salido a comer a un restaurante cercano, Angelos, mi restaurante italiano favorito.
Llegamos a la puerta y aún quedaban mesas libres. Al fondo había una pareja que más que comer pasta se estaban comiendo entre ellos. Un grupo de hombres de negocios al otro lado del local, todos con sus agendas electrónicas y sus teléfonos móviles, dando la impresión de ser personas muy activas y ocupadas. En otra mesa había dos chicas, una rubia que me resultaba familiar y otra que estaba de espaldas a la puerta, sólo veía su melena castaña, y junto a ellas un chico moreno. El chico no estaba sentado en la mesa, parecía algo triste, y la chica rubia lo miraba con cara de enfado.
Un segundo después la chica rubia se levantó de la mesa molesta y tiró la servilleta con enfado sobre la mesa. La otra chica se levantó también y vi como el chico la miraba y le hablaba, pero ella parecía no contestarle.
Ambas salieron en dirección a la barra para pagar su cuenta. El chico se quedo parado en mitad del local y se sentó en la silla de que antes había ocupado la chica rubia y se llevó sus manos a la cara. Parecía que la discusión que había mantenido con ambas muchachas lo había dejado algo abatido.
Nos asignaron una mesa y fuimos a sentarnos. Papá se sentó de espaldas a la puerta. Cuando nos dieron la carta vi como Angelo el dueño salía a despedir a dos chicas, las que habían estado conversando con el chico que se había levantado y se había ido del restaurante.
En ese momento fue cuando la vi. La chica de pelo castaño se giró hacía la puerta y pude ver sus ojos chocolate. Dos grandes orbes que lucían tristes, sin duda el encuentro con aquel chico tampoco había sido de su agrado. Era hermosa, con la piel blanca como la porcelana y unos labios carnosos y rojos como las fresas. Su pelo en suaves ondas enmarcaba su cara, dándole un aspecto juvenil e inocente. Era Isabella Swan. Angelos saludó primero a la rubia, y luego a Bella. Abrazó y besó en las mejillas a ambas chicas cariñosamente. Ambas se despidieron del mismo modo y se marcharon.
Las seguí con la mirada hasta que Angelos me hizo volver a la realidad cuando vino a nuestra mesa a saludarnos. Hacía años que era amigo de mi padre, y ahora también mío, ya que íbamos a menudo a buscar comida para llevar y mi padre a cenar con mi madre en algunas ocasiones.
Bella POV
- Estas es la Bella fuerte y valiente que yo recordaba. Y vas a poder ponerlo en práctica ahora mismo, porque ese perro viene para acá.
Respiré hondo y tomé lo que quedaba de vino en mi copa. Rosalie me miraba preocupada.
Noté como alguien se paraba junto a nuestra mesa, era él, el olor de su colonia lo delataba.
- Hola Bella – dijo algo tímido.
Alcé mi vista y lo miré con indiferencia, o al menos eso era lo que pretendía, porque cuando mis ojos se encontraron con los suyos millones de sensaciones recorrieron mi cuerpo, entre ellas el odio, la rabia y unas ganas locas de atizarle en la cara y salir corriendo.
- Hola Jacob – dije secamente. - Que tal todo? – preguntó - Jacob, estoy disfrutando de la comida, por favor no me la estropees quieres? – le dije secamente. - Bella por favor llevo un mes intentando verte, hablarte, saber de ti…y hoy que por fin te tengo aquí necesito que me escuches - dijo desesperado. - JACOB BLACK – empecé a decir con los dientes apretados por la ira – NO TIENES NINGUN DERECHO A PEDIRME NADA!! Tú y yo ya no tenemos nada que ver, haz tu vida como yo estoy haciendo la mía. Olvídate de mí, no me busques, no me llames y por favor si volvemos a cruzarnos alguna vez, haz como si no me conocieras. - BELLA POR FAVOR!!!!! TE LO SUPLICO – Dijo Jacob con la cara descompuesta sujetando mi brazo.
Por un momento estuve a punto, muy a punto de ceder, de quedarme allí a hablar con él. Me dolía verlo así de destrozado, pero ya no lo podía ver como el Jacob con el que me iba a casar, ya no veía en él aquel chico que me enamoró en la universidad, sólo veía a Jacob con Victoria en su despacho.
- JACOB, RESPETAME POR FAVOR!! YA QUE NO LO HICISTE DURANTE NUESTRO COMPROMISO HAZLO AHORA!!! – lo fulminé con la mirada.
Rosalie se levantó de la silla bufando de la rabia. Estaba segura que si la hubiera dejado le habría arrancado la cabeza a Jacob, pero no era necesario usar la violencia.
Nos fuimos a pagar y a despedirnos de Angelo. Salimos del local y cada una se fue a su trabajo. Rosalie tenía una sesión de fotos y yo regresaría a la agencia, tenía que terminar una presentación para un posible cliente que estaba dudando entre mi agencia o la de Jacob, y no iba a permitir que me ganara la partida.
Encontrarme con Jacob no había sido nada agradable, me dolía verlo mal, pero solo me dolía por él. Ya no me dolía por mí, por haber roto nuestro compromiso ni por lo que pudo haber sido y no fue. Por alguna extraña razón al verlo me había dado cuenta de que ya no sentía por él lo mismo. Me quedaba el cariño por la amistad de tantos años, un enorme cariño, pero nada de amor, no el amor que debes sentir hacia la persona con la que vas a pasar el resto de tu vida.
Rosalie POV
- NO PUEDO CREER QUE ESE PATÁN SE ATREVA A DIRIGIRTE LA PALABRA!!!! – bufé enfadada en la puerta del local. - Sabes Rosalie? – dijo Bella animada – Ya no me importa, no voy a malgastar mi tiempo en compadecerme de mi misma. Sigo queriendo a Jacob, pero verlo me ha servido para darme cuenta que quizás todo lo que ha pasado ha sido lo mejor, ya que me hubiera casado con alguien que realmente no me habría hecho feliz, ni yo a él. Me he dado cuenta que entre Jacob y yo hay una gran amistad, nada más. - Hay? – dije incrédula. - Si Rose, ahora aún no puedo volver a ser su amiga, pero con el tiempo creo que lo seremos, quizás no como antes, pero lo conozco desde que tenía 2 años de edad y sigo sintiendo por él un cariño especial.
Después de todo no había resultado tan malo que Bella viera a Jacob, esto había hecho que mi amiga se quitase un peso de encima que parecía que no la dejaba vivir, obligándola a ir arrastrándose por la vida a diario.
Esto tenía que ser positivo, de algún modo Bella estaba abierta de nuevo a vivir y hoy mismo empezaríamos.
- Bella, que te parece si nos vamos a cenar hoy? – pregunté animada. - Hoy? Pero si es lunes.. – preguntó mi amiga confusa. - Y? qué importancia tiene, creo que debemos aprovechar que estas de tan buen humor y recuperar el tiempo perdido. - De acuerdo! Vayamos a cenar! Pero yo invito – contestó animada.
No podía negarme, ya que había conseguido que aceptara si le decía que pagaba yo se echaría para atrás, así que solo asentí y nos despedimos para irnos cada una a nuestro trabajo.
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