Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220918
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad.

Bella POV


El día de ayer con Edward fue maravilloso. Después de la comida en el Bistro francés, nos fuimos a dar un paseo por las calles de New York. Pasamos a recoger el coche del aparcamiento y nos fuimos hasta nuestro nuevo apartamento. Allí estaban las cajas de la mudanza que habían traído del apartamento que compartía con Rosalie. Me quedaban cosas por colocar, así que en las próximos día, cuando no estuviera “de compras” con Alice, debía venir al apartamento con Edward para organizar un poco mis cosas. Pero esa tarde no pude organizar nada, ya que en cuando cruzamos la puerta del apartamento Edward empezó a besarme y yo correspondí a sus besos, y una cosa llevo a la otra y terminamos haciendo el amor sobre la alfombra del salón, allí entre cajas de mudanza.


Tuvimos varios orgasmos, y no sé muy bien cuanto tiempo pasamos allí tumbados desnudos el uno al lado del otro, pero cuando nos quisimos dar cuenta ya estaba llegando el crepúsculo que indicaba el final de un nuevo día, y la hora de regresar a casa de los Cullen.


- Creo que es hora de volver a casa – dijo Edward levantándose y tendiéndome su mano para ayudarme a levantarme también.


- Si, de lo contrario vamos a llegar tarde a la cena – contesté pegándome a su cuerpo y besándolo.
Nos vestimos y salimos del apartamento a buscar el coche para ir de regreso a casa de los padres de Edward.

 

Edward POV


Llegamos justo a tiempo para la cena, teniendo que aguantar durante toda la noche las bromas de Emmet acerca de nuestra vida sexual. Cosa que le divertía al ver como Bella se sonrojaba ante sus comentarios cada vez más subidos de tono. Pese a los coscorrones que Rosalie le daba él seguía con sus bromas, hasta que Bella se giró hacía él e hizo algo que no esperaba.

- Sabes algo Emmet? Para que tengas más detalles, ésta noche me iré a la habitación de Edward y grabaremos un video, y Rosalie hará lo mismo – ambas se guiñaron un ojo sin que Emmet las viera – y mañana comparamos, o mejor aún, lo colgamos en You Tube para que opine todo el mundo. Qué te parece?


Emmet se había quedado blanco cuando Rosalie acepto el reto.


- Me parece justo Bella – dijo Rosalie chocando la mano de Bella – Osito hoy duermo yo también contigo y grabaremos nuestra noche.

Emmet tenía los ojos como platos, hasta que Bella no aguantó más y estalló en carcajadas junto con el resto de la familia.


- Vaya Emmet, parece que has encontrado la orma de tu zapato – dijo Carlisle riendo – desde luego que Rosalie era lo que necesitabas.


Emmet seguía sin entender que se trataba de una broma. Miró a Rosalie con cara de preocupación.


- Osita, no iba en serio no? – preguntó asustado.

Todos estallamos de nuevo en carcajadas, y Emmet frunció el ceño comprendiendo que Bella y Rosalie le habían gastado una broma.


Cuando terminamos de cenar todos se fueron a sus habitaciones y una vez más nos quedamos solos Bella y yo viendo la televisión en la sala.

- Quiero dormir contigo ésta noche – le dije susurrándole al oído.


Bella se me quedó mirando con una sonrisa timida y con sus mejillas sonrosadas.


- Solo dormir lo prometo, pero necesito tenerte cerca – le dije besando sus labios.


Ella asintió y se levantó.


- Voy a por mis cosas y avisaré a Rosalie, te espero en tu habitación – me dijo besando mis labios y subiendo escaleras arriba.


Esa noche dormimos juntos. Tenía a la razón de mi vida entre mis brazos, y dormí feliz por tenerla cerca, sentir el aroma de su pelo y el calor de su piel cerca de mi cuerpo. Aquello era todo lo que podía desear, y la tenía allí conmigo.

 

 


Alice POV


Me levanté en cuanto amaneció. Hoy tenía muchas cosas que hacer. Por la mañana debía ir al centro a supervisar como estaban las obras de mi tienda. Por fin me había decidido a poner mi propia tienda y vender mis diseños. Era algo arriesgado, pero necesitaba hacerlo. No podía pasarme la vida trabajando como diseñadora para otro, tenía ganas de abrir mi mente y crear, sin ataduras, sin limitaciones.
Papa me había ayudado económicamente con todo, ya que yo sola no podía con los gastos que representaba emprender aquella aventura en solitario, pero estaba segura que en poco tiempo le podría devolver el dinero que me habían prestado. Mis padres se negaban a ello, decían que era un regalo, pero yo no quería abusar de ellos, me habían prestado un dinero que pensaba devolverles, o de lo contrario hacerlos socios de mi negocio.

Iría a comer a casa, y luego por la tarde Bella y yo teníamos una nueva cita con Aro. No sabía en qué momento Bella le iba a contar a mi hermano todo, solo esperaba que entendiera que esto lo había hecho porque Bella me lo había pedido como un favor, y que si alguien debía contarle algo era ella y no yo.


Estaba traicionando la confianza de mi hermano, pero de igual modo que él no le contó a Bella lo de Jacob y yo pese a saberlo me callé porque era algo que no me correspondía a mi contarle a Bella, esto era lo mismo. Bella me había pedido un favor y yo la estaba ayudando y respetando su decisión de no contarle nada a Edward.

 

 

Bella POV


Cuando nos despertamos con los primeros rayos de sol, la casa estaba en silencio. Edward bajó a la cocina para preparar el desayuno mientras yo regresaba a mi habitación para darme una ducha. Cuando estaba a punto de salir noté como alguien se metía en la ducha conmigo.


- Que haces? – pregunté algo sobresaltada. Una cosa era dormir juntos y otra ducharnos juntos.


- Estamos solos en casa – contestó pegando su pecho a mi espalda.


- Donde está Esme? – Ya sabía que Alice tenía cosas que hacer, pero pensaba que Esme iba a estar en casa.


- Se ha ido con Alice, nos ha dejado una nota en la cocina junto con el desayuno, así que tenemos un rato para ducharnos juntos – me dijo dándome la vuelta para quedar cara a cara.


Podía notar su miembro erecto en mi estómago, y como mi intimidad se iba humedeciendo y no precisamente por el agua de la ducha.


Nos empezamos a acariciar cariñosamente, y poco a poco se transformó en algo demandante y excitante.
Edward me tomó por la cintura levantándome del suelo y yo pasé mis piernas alrededor de su cintura aferrando mi agarre. Apoyo mi espalda contra la pared y me penetró.


El placer que se experimentaba en la ducha era algo distinto a lo que se experimentaba cuando hacíamos el amor en la cama, era algo distinto. Notar como el agua resbalaba por nuestros cuerpos desnudos mientras ambos jadeábamos de placer.


Llegamos juntos al clímax. Nos lavamos el uno al otro y dimos por finalizada la ducha para bajar a desayunar.


El resto de la mañana lo pasamos en la piscina, tomando el sol y haciéndonos arrumacos en las tumbonas del jardín.


Más tarde mientras Edward preparaba un asado, yo preparé las ensaladas y un postre, un tiramisú que sabía que le gustaba.


- No has preparado tarta de moras? – me preguntó acercándose a mis labios para besarme.


- No, pensaba que el tiramisú era tu preferido – le dije juguetona, sabía perfectamente el motivo de preguntar por la tarta de moras.


- Mmmmm….creo que prefiero la tarda de moras – dijo atrayéndome hacía él por la cintura y besándonos apasionadamente en los labios.


Nos dejamos llevar por la pasión, yo enredando mis manos en su pelo, y él atrayéndome hacía su cuerpo y pegándonos el uno al otro de un modo que debería ser ilegal. Un carraspeo nos sacó de nuestra burbuja personal.


- Ejem…siento interrumpir, pero está ya la comida? – preguntó la vocecilla de Alice divertida desde la puerta de la cocina.
Esme estaba tras ella con la misma cara de diversión que Alice.


Edward me puso a su costado sin soltar mi cintura y contestó con una sonrisa en sus labios.


- No, aún le queda media hora al asado – dijo divertido.


- Bien entonces iré a cambiarme para la tarde de compras.


Me costaba separarme de Edward toda la tarde, y más hacerlo engañándolo, creo que él no entendería mi postura y mi decisión, y por el momento prefería mantenerlo en secreto, sólo Alice sabía a qué dedicábamos realmente las supuestas tardes de compras, entre otras cosas porque ella también participaba.


Creo que cuando regresara al trabajo sería más fácil ocultarle a Edward dónde pasaba las tardes tres veces en semana, ya que siempre podía decir que me quedaba trabajando o en alguna reunión.

 

 

Edward POV


Estábamos acabando de hacer la comida y aún no era hora de que Bella se marchase de compras con Alice y ya la echaba de menos. Me costaba separarme de ella, por varios motivos, a aparte de que necesitaba tenerla cerca, no me dejaba del todo tranquilo la idea de que pudiese encontrarse con Jacob por New York.
Bella era testaruda y no iba a dejarme contratar un guardaespaldas para su seguridad, al menos durante un tiempo hasta comprobar que Jacob no tenía intención de volverse a acercar a ella. De modo que debía hacerlo a sus espaldas y pidiendo que la siguieran a  distancia suficiente para que no notara la presencia de su protector.


Había una empresa que se dedicaba a ello, eran discretos y profesionales. Harry,  el abogado de la familia me había facilitado un número, esa misma tarde aprovechando que Bella se iba con Alice de compras, iría al centro a concretar los detalles.
Esperaba poder contarle algún día a Bella la verdad, pero por el momento se me hacía demasiado difícil alejarme de ella y dejarla desprotegida.
Almorzamos todos juntos, hoy Emmet y Rosalie llegaron temprano junto con Jasper. Papá también se había tomado la tarde libre para poder ayudar a Esme con algunas compras por la tarde.


- Bella es la horaaaa – gritó el duende de mi hermana tirando del brazo de Bella y separándola de mi lado.


- Nos vemos a la hora de la cena si? – me dijo besando mis labios antes de que el duende diabólico la alejara de mí para toda la tarde.


- Está bien, diviértete – le dije con una sonrisa.
Bella me lanzó una mirada que no conseguí descifrar, no sabía si era de pena por alejarse de mi lado toda la tarde, o de frustración por sufrir una tarde entera de compras sabiendo lo poco que le gustaban.


Cuando Alice y Bella se marcharon y me quedé a solas con Emmet, ya que Rosalie estaba con Jasper y Esme en la cocina, aproveché para contarle mis planes y pedirle que  me acompañase a aquel primer encuentro.

- Emmet que me dice? Me acompañaras? – pregunté después de comunicarle mis intenciones.


- Sabes que te arriesgas a que Bella te despelleje vivo si se entera de que le has puesto un…como decirlo “guardaespaldas secreto” sin su consentimiento? – me dijo Emmet muy serio.


- Lo sé Emmet, y tú que harias si fuera Rosalie, te quedarías tan tranquilo sabiendo que su ex novio psicópata obsesionado con ella está libre y puede volver a hacerle daño? – pregunté mordaz


- No, supongo que no. Creo que también me plantearía lo mismo que te estás planteando tú – contestó Emmet – cuenta conmigo Edward.


Emmet se levantó y fue a la cocina, no sé qué excusa le puso a Rosalie, pero en media hora ya estábamos en el coche camino de la agencia Mulder.


Llegamos al edificio donde estaba ubicada la agencia. No había placas ni nombres en la puerta. Yo sabía el número y el piso donde se encontraba, por lo que llamé al timbre y enseguida di mi nombre y nos abrieron el portal.


Subimos en el ascensor hasta la 8ª planta. Ya nos esperaba una señorita en la puerta.


- Señor Cullen, sígame – dijo profesionalmente.
Emmet y yo asentimos y seguimos a la chica pelirroja de largas piernas, creo que me resultaba familiar.

Entramos a una sala de espera con confortables sillones. Estaba claro que los clientes de la agencia Mulder no eran de cualquier clase social, todo lo contrario, por el aspecto de la oficina y del mobiliario, creo que se trataba de gente adinerada que lo que buscaba era discreción y un servicio distinto a lo que había por ahí.


La señorita se dirigió a una mesa con un ordenador y pulsó el botón de un interfono.


- Señor Mulder el señor Cullen ha llegado – dijo acercando sus labios al aparato.

- Bien Victoria, hágalo pasar – contestó el interfono. Era una voz masculina.


La señorita Victoria, así había oído que se llamaba…ya sabía de que la conocía. Aquella chica había llegado al hospital el mismo día que Jacob atacó a Bella, a ella también la había agredido su ex marido, si no recordaba mal.


Victoria se acercó hasta nosotros.

- El señor Mulder los recibirá ahora – dijo con un gesto con la mano indicando que la siguiéramos.


- Bien – contesté poniéndome en pie y Emmet me imitó a mi lado.


Victoria nos guió por un pasillo hasta una puerta de madera de un despacho. Tocó un par de veces y la voz masculina del otro lado le indicó que entrase.

- Adelante – contestó la voz del que se suponía era el señor Mulder.


Entramos al despacho y Victoria se retiró.


- Señor Cullen – dijo el hombre mirándonos a Emmet y a mí como intentando adivinar cuál de los dos era el que había llamado.


- Ambos somos el señor Cullen, pero el que llamó en éste caso fui yo, doy Edward Cullen, y él es mi hermano Emmet Cullen – dije estrchando su mano y seguidamente Emmet también la estrchó saludando al señor Mulder.


- Encantado señores Cullen, soy Sam Mulder – dijo el hombre haciendo un ademán con la mano para que tomasemos asiento – y bien, ustedes dirán que les trae por la agencia Mulder.


- Se trata de mi prometida, necesito protección para ella, y Harry Clearwater el abogado de nuestra familia, me ha dicho que ustedes son los más discretos que hay – dije llendo al grano para no perder tiempo con formalismos.


- Bien, y debe suponer que la señorita… - dijo la frase sin acabar.


- Swan, Isabella Swan – completé la frase.


- La señorita Swan no está al corriente de que va a tener protección, o me equivoco – pregunté el señor Mulder levantando una de sus espesas cejas.

- Efectivamente, la señorita Swan no debe saber nada al respecto, no deseo saber cuáles son sus movimientos ni donde va, solo quiero que la protejan y que nada malo le paso. Hace cerca de un mes sufrió una agresión en su oficina por parte de su ex novio, y ahora está en libertad bajo fianza hasta que se celebre el juicio, y no quiero que se acerque a ella.
 
- Entiendo. Necesito todos los datos de la señorita Swan, su dirección de residencia, su dirección del trabajo y lo que tenga también de su ex novio.

- Bien – empecé a darle los datos que me solicitó y él iba tomando notas.

- Y cuando desea que empecemos con la tarea de protección – preguntó el señor Mulder.

- Cuanto antes, si es posible a partir del lunes, que ella se reincorpora al trabajo – contesté esperando respuesta afirmativa.

- De acuerdo, el lunes empezaremos con la protección de la señorita Swan, tal y como hemos acordado nos limitaremos a los horarios en los que la señorita Swan esté fuera del apartamento que comparten, esto serán de siete de la mañana a diez de la noche – dijo el señor Mulder.

Cuando finalizamos la entrevista el señor Mulder llamó a Victoria por el interfono y ésta apareció en el despacho para acompañarnos a la puerta después de estrechar la mano de Emmet y la mía y despedirnos del señor Mulder.


Salimos de la oficina y nos dirigimos al aparcamiento a por el coche, aprovecharíamos que estábamos en el centro para pasar por nuestros apartamentos a revisar que tal estaba todo, ordenar algunas cosas  y volver a la casa Cullen.

Emmet POV

Tengo que reconocer que pensaba que mi hermano estaba exagerando con todo aquello de ponerle protección a Bella, pero realmente cuando me puse en la situación de que la que estuviese a merced de un ex novio psicópata fuese Rosalie, tengo que reconocer que mi perspectiva había cambiado. Si fuera Rosalie la que hubiese sufrido la agresión que sufrió Bella yo creo que hubiera matado con mis propias manos al que se hubiese atrevido a ponerle las manos encima.
Edward se había contenido suficiente, pero saber que el maldito perro de Jacob estaba libre y podía acercarse a Bella en cualquier momento, me tenia de los nervios incluso a mí.


Bella se veía tan frágil e indefensa…hablando de Bella, que hacía entrando con Alice a ese gimnasio de artes marciales?


- No son Alice y Bella aquellas dos? – pregunté a Edward que iba conduciendo.


Paró el coche a un lado y ambos miramos como Alice y Bella entraban al gimnasio.


Edward sujetaba el volante con ambas manos y se le estaban poniendo los nudillos blancos.

- Ed, relájate o vas a arrancar el volante de cuajo – le dije a Edward poniendo una de mis manos sobre una de sus manos que apretaban el volante.

- Qué diablos hacen Bella y Alice en ese gimnasio? – dijo Edward con la mandíbula visiblemente tensa.


- Bien, solo pueden haber un par de posibilidades. O bien están haciendo ejercicio aprendiendo artes marciales o bien se han equivocado y en un momento saldrán de nuevo viendo su error.


Nos quedamos en el coche allí parados esperando a ver salir a Alice y Bella, y cerca de hora y media después ambas salieron del edificio seguidas de un tipo algo y musculoso. Era bien parecido y salía riendo con ambas. Al llegar a la calle abrazó a Alice y luego a Bella y se despidieron.


Alice y Bella fueron a buscar el coche de Alice que estaba aparcado dos calles más  abajo, y arrancaron y se marcharon.


Edward arrancó también el coche y las siguió.

- Edward estas seguro que quieres hacer esto? – pregunté mirando a Edward que iba pendiente del coche de Alice que estaba tres coches por delante del nuestro.


- Si – contestó como única respuesta.


El coche de Alice entró en el centro comercial, y nosotros también lo hicimos.


Alice aparcó el coche y nosotros aparcamos lejos de ella, lo suficiente para poder verlas sin ser vistos.
Salieron del coche y se dirigieron hacía las escaleras mecánicas de entrada al centro comercial y nosotros siguiéndolas a distancia.


Estuvieron comprando y riendo hasta que se marcharon de nuevo hacía el coche y nosotros las imitamos.


Edward salió del aparcamiento antes que Alice y se encaminó hacia las afueras de la ciudad, rumbo a casa de nuestros padres.

- Que ha sido eso Edward? – pregunté algo confuso – No confías en Bella? crees que te engañaría llevándose a Alice para hacerlo? – pregunté algo irritado. No entendía la reacción de mi hermano, estaba seguro que todo tenía una explicación.


- Emmet, ni una palabra de lo que ha sucedido ésta tarde – dijo Edward seco – no quiero que le digas nada ni siquiera a Rosalie, nadie debe saber que hemos visto a Alice y Bella ésta tarde, diremos que hemos estado en nuestros apartamentos y hemos regresado para la cena, entendido? – dijo cortante.


- Tú mandas. Espero que sepas bien lo que estás haciendo – contesté enfadado. Creo que Edward se estaba equivocando, solo esperaba que todo esto no tuviese consecuencias para su relación con Bella.

Llegamos a casa antes que Alice y Bella, y Edward cambió su cara de disgusto por una cara de perfecta normalidad en cuanto cruzamos la puerta de casa.
A los veinte minutos llegaron Alice y Bella cargadas de bolsas de la compra, y Bella se acercó a Edward.


- Tu hermana es una torturadora – dijo besando los labios de Edward.


- Ah sí? Habéis estado toda la tarde en el centro comercial? – preguntó Edward.

- Dónde si no íbamos a estar! – contestó Alice entrando a la sala cargada de bolsas.

Bella le ocultaba a Edward sus visitas al gimnasio junto con Alice. Edward tenía esa mirada que yo conocía bien, y estaba seguro que la cosa no iba a acabar bien, conocía a mi hermano y esa mirada indicaba que estaba maquinando.

 

Bella POV

La clase de defensa personal había sido agotadora. Y luego la visita al centro comercial para hacer algunas compras había sido la gota que había colmado el vaso para dejarme muerta. Estaba agotada, sólo pensaba en mi cama, en dormir…


Mañana me esperaba otra sesión más de gimnasio, pero valía la pena el esfuerzo. Me estaba poniendo en forma, ya no tenía agujetas y estaba aprendiendo muchas llaves para defenderme de un posible agresor y a escapar de algunos agarres peligrosos.


Aro decía que en un mes iba a estar preparada para defenderme, y eso me hacía feliz, no quería que Edward estuviese preocupado constantemente por mi seguridad. Sólo debía mentirle un mes, cuando estuviese preparada le mostraría a Edward y al resto de la familia que era capaz de defenderme sola.


Para completar las clases de defensa personal Aro nos había dado un programa de ejercicios para hacer en la sala de máquinas del gimnasio. Los ejercicios nos ayudarían a tonificar los músculos y a ponernos en forma.


Llegamos a casa y ya estaba toda la familia allí. Noté a Edward algo raro cuando me acerqué a saludarlo. Quizás eran imaginaciones mías, esto de tener un secreto me hacía ver fantasmas donde nos los había.

- Tu hermana es una torturadora – dije besando los labios de Edward.


- Ah sí? Habéis estado toda la tarde en el centro comercial? – preguntó Edward.


- Dónde si no íbamos a estar! – contestó Alice entrando a la sala cargada de bolsas y representando perfectamente su papel.


Edward me miró de un modo extraño, había algo en su mirada que no conseguía descifrar, pero me daba malas vibraciones, algo no estaba bien.

Capítulo 20: Consecuencias Capítulo 22: Cambio de planes

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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