Destinados (+18)

Autor: a_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 31/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 178
Visitas: 220916
Capítulos: 59

TERMINADO

Durante esos meses sin saber de él mi vida había pasado sin más. Me había dedicado a mi trabajo, a evitar a mi ex, y a intentar recuperar algo de lo que había sido Isabella Swan.

La ruptura de mi compromiso a un mes de la boda me había afectado a todos los niveles. Me había vuelto más huraña y desconfiaba de los hombres y las relaciones, y motivos no me faltaban?

Pero todo tiene un principio y un final, y seguramente yo ya estaba a medio camino de lo que sea que el destino me tenga preparado.

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Capítulo 42: Ella no está.

Jacob POV


Victoria me había mandado un mensaje de donde se encontraba con Edward, esto me concedía margen suficiente para mi plan.


A las nueve de la mañana Bella salió del apartamento que compartía con aquel miserable. Su cuñadita la había venido a buscar. Se encaminaron a las afueras de la ciudad, a casa de los Cullen.


Imaginaba que al estar Edward todo el día con Victoria, ella no se quedaría sola en casa. Me preguntaba que excusa le habría dado aquel mal nacido para cubrir su salida con Victoria?


Estaba seguro que para él trabajando en un hospital no era algo complicado inventar cualquier excusa creíble sobre algún paciente.


Imaginaba que pasaría el día en casa de los Cullen, por lo que decidí volver después del almuerzo, cuando parecía más probable que regresara a su apartamento.
Sobre las seis y media de la tarde salió un coche en el que iba Bella en el asiento del copiloto.


Seguí al coche hasta el apartamento de Bella, donde la dejó a eso de las siete  y se marcho.


Sabía que Edward no había regresado, pues Victoria me había enviado un mensaje para decirme que habían llegado a puerto a eso de las siete, así que aún estaría desembarcando y yendo a buscar el coche.
Tenía el tiempo justo, pero lo iba a aprovechar, esta vez no cometería el mismo error.

 

Bella POV


Jasper me dejó en casa a eso de las siete.


Pasé por casa de Rosalie y Emmet para decirles que ya había regresado, ambos estaban en pleno torneo de juegos con la wii, por lo que me fui a mi apartamento, no me apetecía tener compañía.


Edward aún no había llegado, por lo que decidí ocupar mi tiempo con algo de lectura. Hacía algún tiempo que me quería empezar a leer de nuevo Cumbres borrascosas, así que aquel era un momento igual de bueno que cualquier otro.


Cuando me senté en el sofá y llevaba unos diez minutos concentrada en la lectura, oí el sonido de la puerta, así que supuse que sería Edward.


Me quedé en el sofá de espaldas a la entrada esperando que viniera a darme un beso.

Noté unos brazos en mis hombros y sonreí pensando en que dulces eran los reencuentros.


Noté como me ponían algo delante de la nariz e intenté forcejear, pero no sé en qué momento caí en un pesado estado de somnolencia y de ahí a la inconsciencia.

 

Edward POV


Tomamos el coche y me dirigí a casa de Victoria. Intentando no parecer desesperado por dejarla en su casa, pero si conduciendo a una velocidad bastante elevada, cosa que por otro lado era habitualmente mi modo de conducir.


Ella no se percató de mi nerviosismo, llevaba impregnada en su cara una sonrisa que no se había borrado en ningún momento.


No entendía el motivo de aquella sonrisa, pero aquella mujer me causaba muy mala espina, quería tenerla lejos de mí y de Bella a como diera lugar.


Llegamos sobre las siete y veinte, así que descendí del coche para abrirle la puerta como siempre hacía, y ayudándola a salir.


La acompañé hasta la entrada de su casa y allí nos despedimos.


Victoria se comportó besando dulcemente mi mejilla y no intentando nada más.


- He pasado un día estupendo, espero repetirlo pronto – dijo sonriente.


- Sin duda – dije yo sin que ella percibiera la doble intención de mis palabras – debo irme, es algo tarde y tengo asuntos que resolver.


- Está bien, nos llamamos? – preguntó algo tímida.


- Por su supuesto. Hasta pronto – dije despidiéndome, a lo que ella respondió con un beso en mi mejilla que me dejó congelado en el sitio.


Salí zumbando de allí. Pisando el acelerador a fondo.

Quería ver a Bella y borrar de mi mente la imagen de Victoria, no quería volver a verla, de eso estaba seguro.


Llegué a casa en apenas diez minutos. A las siete y media ya estaba entrando en el ascensor. Cuando llegué a nuestro piso pude ver como la puerta del apartamento estaba entreabierta, seguramente Bella acababa de llegar.


Mi corazón se desbocó pensando en mi amor, pero cuando entré al apartamento algo me decía que allí había pasado algo.


Había un libro tirado en el suelo, junto al sofá. La lámpara de la mesa auxiliar de la sala estaba en el suelo también.


- BELLA? – llamé buscando a Bella por el apartamento, entrando como un torbellino en la cocina, allí no estaba.


Me dirigí a nuestra habitación y sobre la cama estaba una pequeña bolsa que Bella utilizaba los fines de semana. Mire en el baño.


- BELLA? – volví a llamar – Vamos Bella si esto es una broma no tiene gracia – dije algo molesto pensando que si la bolsa estaba en casa Bella me estaba gastando una broma y en cualquier momento saldría de su escondite, pero no me cuadraba lo del libro y la lámpara…


Fui de nuevo a la sala, al estudio e incluso miré en la terraza.


- BELLAAAAA!!!! – grité de nuevo. No estaba. Y lo peor de todo es que ella había llegado a casa.
Tomé mi teléfono y llamé a Alice.


- ALICE, ESTÁ BELLA AHÍ EN CASA? – dije algo nervioso.


- No Edward, ya debería estar ahí, Jasper y ella se marcharon hace ya más de una hora – dijo mi hermana confundida – pasa algo Edward?


- BELLA NO ESTÁ! NO ESTÁ EN CASA, Y TODAS SUS COSAS ESTÁN AQUÍ, INCLUSO SUS LLAVES DEL APARTAMENTO, SU TELEFONO, TODO!!!!


- Edward cálmate, fuiste a ver si está en casa de Emmet? – dijo mi hermana intentando calmarme.


- NOOOO!!!!  - contesté saliendo del apartamento como alma que lleva el diablo a casa de mi hermano.
Llamé a la puerta con el puño y abrió Rosalie de inmediato.


- ROSALIE ESTÁ AQUÍ BELLA?


- No Edward, ella llegó a saludarnos y se marchó a casa.


- NO ESTÁ EN CASA!!!!!


- Que pasa Edward? – preguntó Emmet acercándose.


- BELLA NO ESTÁ EN CASA EMMET, ALGO MALO HA SUCEDIDO!!!


- Cálmate Edward! vamos hacía allá.


Nos dirigimos al apartamento de nuevo y Emmet y Rosalie observaban todo, la lámpara caída, el libro.


- Todas sus cosas están aquí - dije saliendo de la habitación con la bolsa en la mano - no se ha llevado nada. Encontré la sala con el libro en el suelo y la lámpara también, y la puerta del apartamento estaba abierta.


- MALDITO JACOB – dijo Rosalie.


- Jacob? – preguntamos Emmet y yo al unísono.

- SI! HOY ERA EL DIA PERFECTO! TU CON VICTORIA TODO EL DIA FUERA Y ÉL CON TIEMPO SUFICIENTE PARA LLEVARSE A BELLA!!!! – dijo gritando muy exaltada.


- Cálmate Rosalie, no podemos sacar conclusiones precipitadas – dijo Emmet tomando a Rosalie de la cintura.


Como desearía tener a Bella ahora junto a mi tomándola de la cintura como Emmet estaba haciendo en éste preciso momento con Rosalie.


- AH NO? ACASO NOS HEMOS EQUIVOCADO LAS OTRAS VECES QUE ESE MAL NACIDO HA INTENTADO ATACAR A BELLA? – repitió Rosalie.


- Debemos llamar a la policía – dijo Emmet muy seguro de sí mismo sacando su teléfono del bolsillo de su pantalón.


- Espera, te daré el teléfono del oficial que lleva el caso – dije sacando una tarjeta de mi cartera.
Llamamos a la policía y nos fuimos fuera del apartamento a esperar su llegada.

 

Victoria POV


Sobre las ocho mi teléfono sonó indicándome que era la llamada que había esperado.


- Hola – contesté.


- Hola – recibí como saludo del otro lado de la línea.
- Ya la tienes? – pregunté.


- Si, ya es mía, tienes vía libre – contesto.


- Bien! Perfecto!


- Nos hablamos, adiós.


- Adiós – colgué.

 

Todo había salido según lo planeado, sin duda hoy había sido un día perfecto. Había pasado el día completo con Edward y me había quitado de en medio el único obstáculo que podía existir entre nosotros: Bella.


Jacob POV


Salí del apartamento a toda prisa cargando a Bella. Tenía el coche aparcado en la parte trasera del edificio, así que saliendo por la puerta de servicio nadie me vería.


Tumbé a Bella en el asiento trasero y la maniaté y amordacé, no me apetecía tener ninguna sorpresa durante el trayecto por si despertaba antes de lo previsto de la dormidera de cloroformo. No sabía cuánto rato era necesario tener el algodón empapado delante de la nariz de alguien para dormirlo, así que cuando noté que dejaba de forcejear, esperé un rato antes de apartar el algodón empapado.


Ya me encontraba a las afueras de la ciudad cuando recibí un mensaje de Victoria en el que me informaba que Edward ya la había dejado en casa. En un rato llegaría a su apartamento vacio. Hubiese dado lo que fuera por estar presente cuando él entre en el apartamento y vea que Bella no está, que ha desaparecido, y que no tiene la menor idea de con quién ni donde está.


Si realmente la amara tanto no estaría saliendo con Victoria! Así que él no la merecía! Realmente no la amaba como yo lo hacía!


Yo amaba a Bella, y ella estaría a mi lado para siempre.


Llegamos a la casa que había alquilado hacía ya un mes, aquí nos quedaríamos por el momento, debía acudir a la vista que tenia la próxima semana para no levantar sospechas de mi implicación en la desaparición de Bella.


Cuando todo estuviese resulto y saliese en libertad, porque sin duda sin la declaración de Bella no había acusación, me llevaría a Bella lejos de allí, a un lugar a empezar de nuevo los dos juntos.


Sabía que al principio le costaría aceptarme de nuevo, y más por el modo en el que la había traído de vuelta a mi lado, pero a la larga ella entendería que es lo mejor, que debemos estar juntos, y que el maldito de Cullen está con Victoria.


Saqué a Bella del coche. Seguía profundamente dormida. La llevé a su habitación, ya que por el momento era demasiado pronto para compartir una.
La dejé sobre la cama y salí de la habitación encerrando a Bella en su interior.

Allí tenía todo lo que necesitaba, ropa en el armario, agua, un baño, una televisión, incluso le había comprado su champú favorito de fresas.


Preparé la cena para cuando Bella despertase, sabía que aún no había cenado, así que hice unos spaguettis.

 

Bella POV


Sentía la cabeza espesa, nublada. Intentaba abrir los ojos pero me costaba, no conseguía enfocar mi vista.
Después de varios intentos conseguí entreabrir mis ojos para ver donde estaba y que había pasado. Me imaginaba despertando en el hospital de nuevo, ya que era visitante asidua del mismo en los últimos meses.


Miré a mi alrededor algo confusa, aquello no era el hospital y tampoco Edward estaba allí mi lado como en otras ocasiones.


Debía ser muy tarde, ya que no entraba luz solar por la ventana enrejada que había en la habitación.
Estaba en una habitación que no conocía, tumbada en una cama que no conocía. Nada de lo que tenía a mi alrededor me resultaba familiar, no sabía dónde me encontraba. Y si me había desmayado en la calle y alguien me había llevado a su casa?


Me levante tambaleante y me dirigí hacía la puerta, pero no pude abrir, estaba cerrada. Golpee para ver si alguien me oía, y grité para ver si tenía alguna respuesta.


- HOLA? HAY ALGUIEN AHÍ?


Nadie contestó. Puse la oreja en la puerta para intentar escuchar algún sonido procedente del otro lado. Nada.


- HOLA? – llamé de nuevo golpeando nuevamente la puerta.


Volví a pegar la oreja a la puerta y me pareció escuchar unos pasos que se acercaban hasta donde yo estaba.


- Apártate de la puerta – dijo una voz masculina. Yo conocía aquella voz, me resultaba familiar…


- Cómo? – pregunté algo extrañada.


- Si quieres que abra apártate de la puerta, vete a la cama – volvió a decir la voz.


No entendía que estaba pasando no porqué alguien que supuestamente me había ayudado me tenía miedo? Me pedía que me apartara de la puerta?
Hice lo que la voz solicitó, deseaba acabar con esto lo antes posible e irme a casa.


La puerta se abrió y ante mis ojos apareció la persona que menos esperaba encontrar en ese preciso instante: Jacob Black.


Llevaba una bandeja con comida que dejó sobre la mesa que había junto a la entrada de la habitación.

 

Edward POV


La policía estuvo tomando huellas de todo el apartamento, haciendo fotos e interrogándonos a Rosalie, Emmet y a mí.


Según los expertos había signos de lucha claros en el apartamento, y marcas de ganzúas para abrir las cerraduras en la puerta.


Todo parecía indicar que una o más personas habían entrado en el apartamento y se habían llevado a Bella.

Estaba totalmente desesperado. No entendía quien podía haber hecho una cosa semejante, y cada vez más las palabras de Rosalie retumbaban en mi mente diciéndome que aquella idea era lo único que tenía sentido.


Flashback


- SI! HOY ERA EL DIA PERFECTO! TU CON VICTORIA TODO EL DIA FUERA Y ÉL CON TIEMPO SUFICIENTE PARA LLEVARSE A BELLA!!!!


Fin Flashback


No podía dejar de pensar que si hubiese estado en casa con Bella nada de esto hubiese sucedido.


Rosalie habló con el oficial al mando del caso, y le contó sus sospechas. El agente Smith estaba al corriente de todo lo que había sucedido con Jacob y Victoria, ya que días antes Emmet y yo habíamos ido a llevarle toda la documentación que habíamos conseguido con el detective acerca de la implicación de Victoria y de la información de la que disponía Jacob. Por otro lado también había sido él mismo el que nos había atendido cuando el encapuchado, que con toda certeza también era Jacob, había atacado a Bella en la puerta del gimnasio.


En esa ocasión también fue mi culpa, yo debí haber estado ahí esperando a Bella para que no estuviese sola en la calle esperando que llegase a recogerla.
Al cabo de un rato llegó el resto de la familia, Emmet había llamado a mis padres y Jasper y Alice también se encontraban en la casa en ese momento.


Carlisle estuvo hablando con la policía para ver cómo iban a organizar la investigación para localizar a Bella y si tenían alguna sospecha. Después de hablar un rato el oficial Smith y Carlisle se acercaron a hablar conmigo.


- Señor Cullen – dijo el oficial.


- Edward, solo Edward por favor – prefería que me llamase por mi nombre.


- Bien Edward, tenemos una idea bastante clara de lo que ha podido suceder, pero el problema es que no sabemos a dónde se han llevado a la señorita Swan.

- Saben que ha pasado? – dije algo aliviado.


- Sospechamos que ha pasado, no podemos afirmarlo con rotundidad – corrigió el agente.


- Le escucho – dije cruzando mis brazos sobre mi pecho y prestando la mayor atención posible al oficial.

- Creemos que la señorita Stewart se encargó de entretenerle lo suficiente para que el señor Black pudiese entrar y llevarse a la señorita Swan. Forcejeo, ya que el estado de la estancia así lo indica, pero la durmió, hemos encontrado un algodón con cloroformo entre los cojines del sofá.


- COMO? – dije algo sorprendido levantando el tono de voz.


- De ese modo la pudo sacar del edificio en silencio, y probablemente la condujo por la puerta de servicio. Allí debía tener un coche esperando para alejarse sin ser visto.


Tenía mis puños apretados y mis brazos colgando a ambos lados de mi cuerpo. Mi mandíbula también se había contraído, no podía creer que ese maldito hubiese sido capaz de entrar en nuestra casa y llevarse a Bella de ese modo, y él la amaba? Qué clase de amor era ese?


- Por los actos del señor Black podemos deducir que padece un trastorno obsesivo compulsivo por la señorita Swan, por lo que no debemos dejar que sospeche en lo más mínimo que andamos tras él. La señorita Stewart de igual modo Edward, su relación con ella debe permanecer como hasta ahora, no debe notar nada. Seguirá viéndose con ella, y si pregunta le dice que Bella se ha marchado del apartamento y no sabe nada de ella, esa será la versión que daremos por el momento, nadie debe saber nada.


- COMO? PERO COMO VOY A SEGUIR CON MI VIDA COMO SI NADA? – dije exaltado. Me estaba pidiendo que fingiera que no me importaba tener a Bella a mi lado? Que la razón de mi existencia, mi amor, la persona más importante en mi vida no estaba y yo debía seguir con mi vida como si nada? – NO PUEDO!!!!!!!


- Edward – habló Carlisle poniéndome su mano sobre mi hombro izquierdo intentando transmitirme tranquilidad. Esa tranquilidad que solo Carlisle era capaz de tener y transmitir por muy mal que estuviesen las cosas – escucha lo que dice el señor Smith, es por el bien de Bella.


Me relaje y asentí a lo que mi padre me pedía, y el oficial prosiguió.


- Edward necesitamos que no sospechen nada. No creo que anden lejos, pero si los alertamos podrían huir y no encontraríamos a la señorita Swan. Si conseguimos que se confíen cometerán algún error y ahí podremos dar con el paradero del escondite donde el señor Black retenga a la señorita Swan.


- Entiendo – dije aún con mis puños apretados. No era del todo una idea descabellada. La cosa estaba en fingir que todo era normal y Bella se había ido por voluntad propia.


- Ahora nos marchamos, hablaremos seguido para informarle de los avances. Si descubre alguna otra cosa, detalle, por pequeño que sea, no dude en llamarme a cualquier hora del día. Buenas noches – se despidió el oficial Smith.


La policía abandono el lugar dejando el apartamento silencioso. Solo quedaba mi familia. Miré sus caras y no pude más, me derrumbé en el suelo sobre mis rodillas y empecé a llorar como un niño.


A llorar como hacía años que no lloraba, desesperado, sintiéndome culpable y con una gran opresión en mi pecho por no saber dónde y cómo se encontraba Bella.
Unos brazos fuertes me rodearon y me levantaron del suelo. No opuse resistencia al agarre, pues no me quedaban fuerzas para ello.


Emmet me sentó en el sofá y no dijo nada, solo tomo mi mano con fuerza y se quedó allí sentado, a mi lado.
Noté movimiento en la habitación, sabía que el resto de mi familia aún permanecía allí, pero no era consciente de qué era lo que estaba pasando a mi alrededor.


Al cabo de un rato de haber sacado fuera todo lo que había estado guardando desde el momento que entré por la puerta y vi que Bella no estaba, fui consciente de que pasaba a mi alrededor. Mi padre estaba sentado frente a Emmet que seguía sujetando mi mano. No se había separado de mí en todo este rato, ni había soltado mi mano. No sé cuánto tiempo había transcurrido desde que me derrumbé.


Enfoqué mi vista en la mirada preocupada de mi padre. A su lado estaba mi madre también con los ojos rojos por haber estado llorando.


A lo lejos podía ver en la cocina a Rosalie con la cabeza apoyada en el hombro de su hermano Jasper, que la abrazaba por la cintura, y la figura de mi hermana Alice en la cocina preparando té.


Toda mi familia había permanecido allí, esperando a que saliera del letargo en el que me había sumido, apoyándome y demostrándome que podía contar con ellos.


- Gracias – conseguí decir mirando a Emmet y a mis padres.


- No tienes nada que agradecernos hijo, estaremos siempre a tu lado, pase lo que pase, y para lo que nos necesites – dijo mi padre tomando mi mano libre.


A mi madre se le escaparon unas lágrimas que rodaron por sus mejillas mientras intentaba sonreírme para transmitirme ese amor de madre tan grande que Esme tenía, no solo por sus hijos, sino también por Bella, Rosalie y Jasper.


Miré a Emmet y no hicieron falta palabras, solo con su mirada sabía que estaba ahí, que me apoyaría contra viento y marea, así lo había demostrado siempre.
Mis padres se quedaron a dormir en el apartamento que tenían en el edificio, y Alice y Jasper con ellos. Se había hecho tarde para regresar a la casa de las afueras.


Mi padre me dio un sedante suave para ayudarme a descansar, realmente lo necesitaba, estaba agotado y con ganas de dormir para intentar despejar mi mente de todo lo que había sucedido.

 


Bella POV


- TU? – pregunté confusa.


- A quien esperabas? – dijo ácidamente – a Cullen?


- Por supuesto que no, él no necesita sacarme a rastras ni inconsciente – dije en tono de enfado. Empezó a carcajearse.


- Si claro, él prefiere dedicar su tiempo a estar con otra – eso me había dolido. Era cierto, Edward había pasado el día con Victoria, pero yo sabía sobradamente el motivo, y no era lo que Jacob y la propia Victoria creían.


- Él nunca haría lo que tú hiciste – dije con los dientes apretados.


- No claro! El es San Edward! – dijo riendo de nuevo a carcajadas – es un hombre, igual que el resto, espera a ver lo que tarde en olvidarte.


- Olvidarme del mismo modo que tu lo has hecho? – dije poniendo mis manos en mi cintura a modo de chulería. Mis palabras no le agradaban en absoluto, podía verlo en la posición en la que habían tomado sus cejas, fruncidas y juntas, y sus labios apretados – porque no entiendo el motivo por el cual estamos aquí y me sacaste de mi casa.


- Bella – dijo relajando su gesto y dando un paso hacia mí extendiendo su mano, a lo que yo respondí retrocediendo un paso hacia atrás, entonces él detuvo su avance – todo lo que pasó entre nosotros fue un mal entendido, un estúpido mal entendido, nunca debimos habernos separado por aquello.


- Aquello? Te refieres a acostarte con tu secretaria? Te refieres a que yo te encontré revolcándote con ella en tu despacho? – dije sonriendo – pues déjame decirte que gracias a aquello descubrí la clase de hombre con el que me iba a casar, y por dios! Que me alegro enormemente de haberlo hecho antes de que fuese demasiado tarde!


Se quedó callado adoptando de nuevo el gesto de disgusto en su cara.


- Gracias a ti conocí a Edward, y déjame decirte que es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida.


- Pues lo siento por ti pero no volverás a verlo así tenga que acabar contigo – dijo alzando un puño.

- Atrévete a tocarme maldito Jacob Black, pero eso si, escóndete bajo las piedras cuando lo hagas porque Edward dará contigo – dije apretando mis dientes de modo amenazante.


Estalló en una sonora carcajada.


- Realmente me crees tan estúpido como para haber dejado pistas de que fui yo quien te sacó de tu nidito de amor?, ni Edward ni nadie te encontrarán jamás, así que depende de ti que vida quieres llevar, si encerrada en estas cuatro paredes, muerta y enterrada o bien como mi mujer, que es lo que debió suceder.


- PUDRETE JACOB!!!!!! – le espeté apretando mis puños con los brazos tensos a lo largo de mi cuerpo.

- Ya cambiarás de idea, no tenemos prisa. Ahí tienes tu comida. En el armario a ropa de tu talla, y tienes todo lo necesario en el baño para asearte cuando lo desees.


Dio media vuelta y salió de la habitación cerrando la puerta con llave desde el otro lado.


Mi mente empezó a trabajar a mil. No podía creerlo, Jacob había llegado demasiado lejos. Se había atrevido a entrar en mi apartamento y secuestrarme. Me tenia retenida dios sabe dónde y allí estaba a su merced.
Pero no se iba a salir con la suya, conseguiría escapar, o eso o mejor muerta que ser su mujer.

 

Edward POV


Una semana, ya había pasado una maldita semana sin noticias de Bella. Ese era el tiempo que llevaba encerrado en mi apartamento. No tenía fuerzas para nada. El pelo de mi barba cubría mi cara. Todo estaba hecho un desastre, llevaba una semana sin arreglar el apartamento ni a mi persona.


La vista contra Jacob por atacar a Bella en su oficina había sido aplazada hasta tener noticias de Bella, ya que era la demandante, por lo que ese maldito ni tan siquiera tuvo que ir al juzgado. Mejor así, si lo hubiese tenido frente a mí creo que no me habría aguantado las ganas de estrangularlo con mis própias manos.
Perdido en mis pensamientos la voz de Rosalie hizo que diera un respingo en mi asiento.


- YA ESTÁ BIEN EDWARD – me gritó Rosalie que llevaba un rato en el apartamento con Emmet – NO PUEDES SEGUIR ASÍ, A BELLA NO LE HABRÍA GUSTADO ESTO – me dolía oír su nombre, pronunciarlo, recordarla, pero no podía huir de ello. Bella era mi vida, y ahora no estaba, me la habían arrebatado – Edward por favor debes seguir adelante, ir a trabajar por favor!


Mire a Rosalie con ojos suplicantes. Porqué me hacía esto? Ella mejor que nadie podía entender como me sentía, ya que Bella era su mejor amiga.


- No puedo Rosalie, simplemente no puedo – contesté sin fueras ni para articular mis palabras.


- Edward, recuerdas lo que dijo la policía de la normalidad? Así no estás ayudando a Bella!!! por dios Edward!


En eso tenía razón. Me levanté y me fui al baño. Miré mi reflejo en el espejo, realmente tenia mal aspecto. A parte de la barba, unas ojeras completamente moradas se habían formado bajo mis ojos, dando un aspecto aún más deprimente.


Me enjaboné la cara y me afeité la barba. Luego me metí en la ducha y me lavé y asee. Me vestí con ropa limpia y recogí toda la habitación, cambiando las sabanas de la cama y preparando todo para hacer la colada.


Cuando salí Rosalie y Emmet habían recogido la sala y la cocina, y Rosalie estaba cocinando algo que olía muy bien.


Me acerqué hasta la barra de la cocina donde Emmet estaba sentado leyendo el periódico.


- Tienes mejor aspecto – me dijo levantando la vista de su lectura.


- Gracias – contesté.


- Ya está lista la comida – dijo Rosalie sonriendo y pasándonos lo necesario para preparar la mesa.
Nos sentamos a comer y al principio los tres estábamos en silencio, hasta que decidí hablar.


- Siento mucho mi comportamiento durante ésta semana. Rosalie tienes razón, debo seguir con mi vida, o al menos aparentar que lo hago. Hoy llamaré a Carlisle para decirle que mañana vuelvo al hospital.

- No tienes que disculparte Edward, te entiendo perfectamente, y sé lo duro que esto te debe estar resultando, pero tenemos que mantener la esperanza de encontrar a Bella.


Asentí con la cabeza y seguimos hablando de cómo habían pasado la semana Emmet y Rosalie, y de algunas otras cosas banales.


Después de comer nos fuimos a dar un paseo hasta casa de mis padres, había tenido a mi madre muy preocupada y sabía que le alegraría verme más o menos de una pieza. Era domingo y sabía que el resto de la familia estaría allí.


Después de pasar la tarde en casa de mis padres volvimos a la ciudad, se había hecho tarde.


Mis padres se mostraron felices por mi vuelta al trabajo y por haber empezado a salir de casa.
Cuando llegué al apartamento y abrí la puerta, al entrar encontré un sobre que habían deslizado bajo la puerta.


No tenía remitente ni dirección, solo estaba mi nombre y mi apellido escritos en la parte delantera.
Abrí el sobre y en su interior había una carta.

 


Bella POV


Llevaba ya una semana encerrada, y no sabía si era debido a aquel encierro o a que Jacob me estaba dando algo con la comida, pero no me sentía bien. Me levantada mareada y con nauseas. Durante el día me encontraba mejor, pero por las mañanas el malestar estaba siempre presente.


Jacob venía cada día a traerme la comida y la cena, pero no habíamos vuelto a cruzar ni una palabra. Yo me limitada a no mirarlo siquiera, y él entraba y dejaba la bandeja de comida y se marchaba.
Debía encontrar la manera de salir de allí, de lo contrario acabaría volviéndome loca.


No dejaba de pensar en Edward, él no sabía dónde estaba ni porque me había marchado, probablemente pensaría que lo he abandonado…o quizás sospechara de Jacob y me estaba buscando?


No podía saber si había algún indicio en el apartamento de que me habían secuestrado, no sabía cómo había quedado todo, ya que Jacob me había sacado inconsciente del lugar.


Ya era casi la hora de comer, así que Jacob no tardaría en aparecer con la bandeja del almuerzo, pero está vez estaba decidida a hablar con él, necesitaba algo para aquellos mareos y nauseas, hoy me había sentido mal toda la mañana.


Oí que la puerta se abría pero no me moví de la cama, estaba hecha un ovillo en ella. Hacía un rato que había estado vomitando y estaba aún algo mareada.
Jacob entró y dejó la bandeja, y noté su mirada clavada en mi figura.


- Necesito algo para las nauseas – le dije, haciendo parar en seco su avance de nuevo hacía la salida de la habitación.


- Te encuentras mal? – dijo acercándose hacía la cama.


- Llevo un par de días con mareos y vómitos. Pensaba que se me pasaría pero no se me pasa – dije levantando mi vista para mirarlo.


- Te traeré algo – me dijo con semblante preocupado.
Jacob salió de la habitación y regresó al cabo de una media hora. Yo no me había movido del sitio y no había tocado la comida. Ya empezaba a sentirme algo mejor, pero no lo suficiente para comer.


- Te he traído un jarabe para las nauseas y los vómitos, te lo tienes que tomar media hora antes de las comidas – dijo dejando un frasco de jarabe sobre la mesita de noche.


- Gracias – contesté.


Qué pasaría si enfermaba? Se vería Jacob obligado a sacarme de allí y llevarme a un hospital. Podía ser mi oportunidad para escapar.

Capítulo 41: Salida en velero Capítulo 43: Sorpresa inesperada

 


Capítulos

Capitulo 1: Sorpresa inesperada. Capitulo 2: Mi destino. Capitulo 3: Vagando por mi mente Capitulo 4: Recuperando mi vida Capitulo 5: Invitación Capitulo 6: Preparativos Capitulo 7: La casa de los Cullen Capitulo 8: Confidencias Capitulo 9: Fiesta de pijamas Capitulo 10: Tocando el cielo Capitulo 11: Un día maravilloso Capitulo 12: Crueles intenciones Capitulo 13: No puedo perderte, tú eres mi vida. Capitulo 14: No puedo separarme de ella Capitulo 15: De vuelta Capitulo 16: Disfrutando el momento Capitulo 17: La propuesta Capitulo 18: ¿Cuándo pensabas decírmelo? Capitulo 19: Misterios Capitulo 20: Consecuencias Capitulo 21: Se que le estoy mintiendo, pero ahora no puedo decirle la verdad. Capitulo 22: Cambio de planes Capitulo 23: Todo tiene un principio y un final Capitulo 24: Forks mi oasis personal. Capitulo 25: De vuelta a mi vida. Capitulo 26: Isla Esme Capitulo 27: Disfrutando del paraíso. Capitulo 28: Volviendo a la realidad Capitulo 29: Ella de nuevo en mi vida. Capitulo 30: Se ha descubierto el pastel Capitulo 31: La verdad siempre sale a la luz. Capitulo 32: No quiero separarme de ti nunca más. Capitulo 33: La mudanza Capitulo 34: No puedo soportar ver a Bella con él. Capitulo 35: El cumpleaños de Esme. Capitulo 36: Me estoy volviendo paranoica. Capitulo 37: Una nueva Bella. Capitulo 38: Descubriendo sus intenciones Capitulo 39: Fin de semana y vuelta al trabajo Capitulo 40: Disfrutando juntos Capitulo 41: Salida en velero Capitulo 42: Ella no está. Capitulo 43: Sorpresa inesperada Capitulo 44: A salvo Capitulo 45: El reencuentro Capitulo 46: Nueva vida Capitulo 47: Dulce espera Capitulo 48: Bella...te necesito. Capitulo 49: El juicio. Capitulo 50: El jucio (parte 2) Capitulo 51: Disparo fallido Capitulo 52: Todo lo que me importa está aquí. Capitulo 53: Tengo una boda que organizar!!!! Capitulo 54: Hogar, dulce hogar Capitulo 55: La boda Capitulo 56: La boda II Capitulo 57: Luna de miel Capitulo 58: Tengo algo que decirte...(Capitulo final) Capitulo 59: Epílogo

 


 
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