Haciendo Elecciones (+18)

Autor: skuichy
Género: + 18
Fecha Creación: 26/01/2012
Fecha Actualización: 19/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 39
Comentarios: 248
Visitas: 145618
Capítulos: 54

Todo comenzó con una atracción; me gustabas, quería cazarte. Ambos teníamos pareja, así que sólo era eso, un juego. ¿Pero que pasa cuando uno de los dos quiere más? El juego deja de serlo y una terrible verdad queda sobre nosotros. En el amor las cosas nunca son fáciles, claro tampoco nadie me advirtió que serían así de difíciles.

 

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Capítulo 8: Complicaciones

**Edward POV**

La vi entrar a su departamento y aceleré ya que mi cuerpo entero quería regresarse por ella. Esa chica de ojos como chocolate me estaba volviendo loco. Sin embargo me lo había dejado claro ella amaba a Black, quizás no tenía mucha oportunidad sobre ese chucho, solo me restaba esperar a ver que iba pasando con nuestros encuentros, a pesar de que me seguía repitiendo que ella era una aventura, cada día me daba más y más cuenta de que Bella, a diferencia de Jessica, había barrido casi por completo con el recuerdo de Tanya.

Tenía que pensar que iba a pasar respecto a mí con Jessica, quizás Bella si estaba muy enamorada de Black pero en cambio yo sentía más que amor… agradecimiento hacia Jessica y eso no estaba bien... nunca le estaría suficientemente agradecido por haberme salvado ese, día  quizás le pediría un tiempo.

Llegué a mi residencia y Alec me informó que Jessica acababa de llegar también, antes de estacionarme la vi afuera de su coche por lo que descendí del mío.

— Hola Amoor—  Gritó mientras saltaba a mis brazos.

—Eey Jess, ¿cómo estás? —La sostuve para que no se fuera a caer por el impulso de su abrazo, su blusa blanca cernida a su cuerpo destacaba los zafiros azules de sus ojos.

— Bien, te he extrañado mucho… —Con su dedo dibujaba pequeños círculos en mi pecho. Y luego se estiro para besarme y le correspondí pero solo unos instantes, estúpidamente no quería que ella, borrara el sabor de Bella.

— Mmm —Frunció el ceño por apartarme supongo, que demasiado rápido —Vamos adentro quiero... mostrarte algo —Dijo tomando las solapas de mi camisa y sus ojos azules relampaguearon cargados de sensualidad.

Tenía que hacer algo rápido para no entrar, no quería olvidar el momento que acababa de pasar con Bella, entonces se me ocurrió.

— ¿Qué te parece si vamos al cine?

— ¿Al cine? Desde cuando te gusta ir al cine Edward —Preguntó con voz contrariada.

— Desde hace mucho que no voy por mi trabajo y pues tu sabes que me asedian a veces los reporteros y no puedo salir a ningún lado por eso  quiero ir hoy.

— Lo que tú digas entonces —esbozó una sonrisa, sabía que no podía negarme nada.

Le abrí la puerta para irnos en mi auto, conduje muy despacio. En el camino ella se dedicó a contarme que me había extrañado, que había tenido muchas clases y todo cuanto venía a su mente, prolongué el momento porque entre más tarde saliéramos de la función, más fingiría estar cansado como para que me mostrara lo que seguramente no existía dentro de mi residencia, por su tono solo quería que pasáramos la noche juntos.

Nos bajamos y ella quería ver una película de amor, yo sugerí que mejor una de acción que me “moría” por ver. Así pasamos la tarde y saliendo la invite a cenar, todo cuanto se me ocurría para hacer tiempo. Ya por la noche llegamos tarde a mi casa.

—Ed que lindo día solo nos falta cerrarlo con broche de oro. —Se inclinó junto a mi pecho.

—Jess, preferiría irme a dormir, yo también me la pase bien pero mañana tengo muchos compromisos y me tengo que ir más temprano a la oficina...

—Ed desde cuando tienes tantos compromisos, ¿tengo que recordarte que eres el director de la empresa? No creo que pase nada si un día llegas tarde. —Afirmó.

—Precisamente porque soy el director tengo que ocuparme de más cosas que un empleado ordinario… —Acerqué una mano a su cintura y con la otra le toque la nariz. Ella   suspiró

—Está bien... Supongo... ¿te veré mañana? —En eso recordé que el mentado Jacob ya estaría de regreso.

— Si mañana nos hablamos —Sin darme tiempo a pensar, se colgó a mi cuello dándome un beso largo y profundo. Su boca era no muy carnosa como la de Bella y su lengua no tenía el mismo sabor, tengo que admitir que tampoco era malo, solo diferente… me deshice de su abrazo. —Nos vemos entonces.

**Bella POV**

—Hola Jake

—Hola amor, ¿Cómo te ha ido, que tal el trabajo ya estás en casa?

— Justo vengo llegando.

— ¿TAN TARDE?—Gritó.

—Eh… bueno… es que me pase por algunos alimentos para la cena…—conteste nerviosa

— Ahh... bueno no me gusta que andes sola tan tarde, mañana ya regreso quiero ir por ti a tu oficina no quiero que te regreses sola.

—Este... Si está bien pasa como a las siete.

— Bien… te extraño mucho Bells nos vemos.

—Sí, nos vemos—  Colgué antes de que notara mi nerviosismo.

Me dejé caer en el sillón de la sala, ¿Qué debía hacer? Pobre de mí Jake no se merecía esto.

Él trabajando arduamente y yo… mordí mi lengua, pero él también me tenía muy descuidada ¿Cuánto hacia que no lo veía? ¿Ya casi el mes? Por otro lado el que fuera por mí al trabajo solo significaba una cosa, en un tiempo no me traería Edward… de hecho ya había pensado en juntar un poco más de dinero para comprarme un auto no era conveniente que nos besáramos de esa manera cuando me traía, la gente podía vernos.

Pensé que no podría dormir pero sin embargo caí en un sueño profundo, al día siguiente me puse una camisa color azul y unos jeans de nuevo con tacones, nunca me había gustado ser tan formal me sentía más cómoda siendo casual así que dejé mi cabello suelto de nuevo. Al llegar Victoria me miró con una sonrisa y con unos ojos que no supe descifrar…

—Buenos días señorita Swan.

— Que tal Victoria Buen día… ehmm  ¿ya llego el señor Cullen?

— Por supuesto que sí…— de nuevo la sonrisa —él es muy puntual.

— Ehh yo lo… lo lamento de nuevo vengo un poquito tarde.

Mientras corría como loca a mi oficina, escuché la risita de Victoria, ¡qué extraña! Pero bueno creo que ya comenzaba a caerle bien. Caminé rápido y casi me tropiezo con un compañero, me sonrojé al tirarle los papeles y me disculpé porque ya iba tarde con el director Cullen… me sonrojé de nuevo pensando en él.

Cuántos errores en este día Isabella, ¡muy bien si sigues así te darán un premio por ser la más obvia del mundo! entré a nuestra oficina un poco apurada y sin tocar. Él no se giró para verme, como siempre cual adonis estaba de nuevo mirando por la ventana, pero no sonreía, en cambio yo no pude evitar una estúpida sonrisa tímida de solo verlo. Era como una aparición, como un ángel, como entrar a un edén… suspiré me di la vuelta para cerrar la puerta y finalmente se giró caminando lentamente hacia mí con su andar felino, que me cautivaba, sus ojos no me transmitían nada malo a pesar de su seriedad.

El estúpido y habitual rubor subía por mis mejillas al verlo, siempre tan elegante. Hoy su hermoso abrigo negro que le llegaba hasta debajo de las rodillas lo hacía verse imposiblemente sexy, la camisa blanca destacaba ese color raro e intenso de su mirada, hoy parecían azulados hacían que me derritiera en el más cálido de los fuegos. Cerró la puerta de nuevo con seguro y puso sus manos en mi cintura atrayéndome hacia él con fuerza. Sorprendía y aliviada lo miré feliz al ver que no estaba molesto, él también suspiró. Su cálido aliento rozó mi piel erizándola, que insano se estaba volviendo mi cuerpo con solo sentir el contacto de su piel.

— ¿Es posible que te pongas más hermosa cada día? – Parpadeé asombrada ¿él hablando de hermosuras? —Creo que por tu seguridad mandare hacer uniformes para todos, así de cuello alto y ropa holgada y fea.

—Señor Director creo que no se ha dado cuenta de lo tremendamente hermoso que usted se ve hoy —Murmuré subiendo mis manos a su pecho —en cambio a mí me ahorraría las batallas que libró en las mañanas para saber cómo vestirme —toqué su mejilla con mi mano y cerrando sus ojos se recostó sobre ella en un acto tremendamente íntimo.  

—El azul la hace ver increíblemente bien señorita Isabella… pensándolo bien tendrá que vestirte así más seguido.

Se acercó lentamente hasta mi rostro y depositó sus labios en los míos, nuevamente las oleadas de calor que sentía al estar con él recorrían todo mi ser, era cómo si su sabor embriagara por completo mi mente impidiéndome pensar, enredé mis manos en su cabello sintiendo la textura suave y lisa, este beso fue diferente a los demás, no era urgente pero si cargado de pasión, él movía sus labios lento, pero concienzudamente contra los míos y su lengua rosaba apenas la mía, desesperándome. Una sensación recorría todo mi cuerpo incendiándome lentamente… no me tocó esta vez, solo me sujetó fuertemente de la cintura, y en mi mente ya estaba resoplando de frustración ¿Qué pensaría de mí? ¿Qué siempre estaba deseosa? ¿Qué Jacob sin duda no me satisfacía? Abandoné esos pensamientos, lo que pensara de mí o no dejo de importarme, cuando deslizó sus manos por mi nuca y me aferró a él.

Mis manos bajaron por su cuello codiciosas con la intención de comenzar a desnudarlo y en eso sonó el teléfono, se separó de mí con una risita y gruñí frustrada mientras me movía a contestarlo. Ya no volvió a tocarme durante el día y traté de ordenar mi mente y mi cuerpo. Sin duda esto no estaba nada bien, la hormonal Isabella estaba teniendo un mal día sin duda…

Conformé el día pasaba estuvimos viendo algunos ajustes, y claro no podía dejar pasar sus preguntas respecto a Jake, a su vez me platicó de su salida con Jessica y sentí como una nueva emoción envolvía mi cuerpo... eran…. celos, muchos celos pero ¿quién me creía yo para estarlo celando? De hecho había algo que me faltaba decirle…

—Edward hoy… hoy vendrá Jake por mí —Estaba acomodando unos papeles y dejó de hacerlo sin mirarme luego de unos segundos continuó.

—Ah muy bien entonces eso quiere decir que no te llevo hasta nuevo aviso.

— Ajá…—Contesté nerviosa, su tono era muy raro sin ninguna expresión y me negó su mirada.

En este tiempo creía reconocer sus miradas, a veces con ese verde intenso que podía desnudarme casi con la mirada, a veces oscuros de deseo, a veces oscuros llenos de silencios…

Continuamos trabajando y Edward hizo muchas llamadas durante todo el día, estuvo muy ocupado y sentía cierta tensión entre nosotros o quizás solo eran mis imaginaciones no podía saberlo, estaba muy nerviosa ya casi era la hora de salida ¿Cómo debía despedirme? Con un ¿hasta luego? ¿Con un beso? Aagg que tontería, ¡que ganas de batallar!

— Así que... —Interrumpió mis pensamientos —Al menos… ¿te puedo acompañar al estacionamiento? —En mi mente casi di brinquitos estúpidos.

— Claro, si así lo deseas. — Mordí mi labio inferior encantada de que dijera eso. Me miró y solamente asintió.

Subimos al elevador y en cuanto las puertas se cerraron, me acorraló como una verdadera fiera, besándome con rudeza, tan profundamente que las fuerzas en mis piernas se desvanecieran, haciendo que me recargara contra la pared. Él se separó de mí y deslizó sus labios a mi cuello.

—Hum Bella, me siento muy vulnerable contigo… por un lado me gusta ser el secreto que a él le guardas… pero también quiero que aunque estés con él te sientas mía… —Se enderezó para mirarme.

Sus ojos llameaban con una intensidad que me dejo atónita y con el estómago inundado de mariposas; las puertas del elevador se abrieron aterrizándome inmediatamente.

Me separe de él y me adelanté un poco, busqué por todos lados con la mirada, un tanto asustada a Jacob. Él aún no llegaba, suspiré relajando mi cuerpo y cuando me giré hacia Edward, él estaba sonriendo.

—Supongo que todavía no llega. —Dijo en tono burlón —Está a salvo señorita Isabella, me dan ganas de que además de mi asistente sea mi nueva espía personal, Jessica tiende a seguirme ¿no la ve por aquí también? —Le saqué la lengua.

—Ni siquiera la conozco. —Murmuré de pronto indignada y continúe caminando sintiendo como me seguía. Jessica era lo último que me gustaría ver, podía imaginármela como una modelo…

El estacionamiento era techado y por la hora ya estaban prendidas las luces tenues que adornaban solo ciertos rincones y la salida. De pronto Edward me tomó de la cintura, solté un pequeño grito, asustada, haciéndolo reír bajito mientras se recargaba en uno de los pilares atrayéndome con él.

—Se supone que debería estar enojado yo y no tú —Sus manos recorrían errantes mi espalda, pegándome a su cuerpo, luego descendió su nariz tocando mi cuello. —Siempre quieres cambiar los papeles.

—Le diré a Jake que me llevé al cine, quizás haya buenas películas, ¿alguna recomendación? —Pregunté en tono sarcástico mientras me daba besos en el cuello, luego volvió a mirarme mientras una sonrisa malévola se dibujaba en su rostro.

— Sí, Jess se moría por ver una de amor, ve a verla quizás hasta llores.

Apreté mi boca conteniendo toda la ira del mundo, sentí que echaba chispas ¿Jess? La llamaba Jess, no Jessica, no mi novia, Jess.

Edward sintió mi cuerpo tenso y me abrazó con tanta fuerza estampando sus labios a los míos que no pude negarme, era como un hechizo y sin duda yo estaba embrujada. Mis manos con esa nueva modalidad de actuar por mí sin siquiera darme cuenta, ya estaban enredadas en su hermoso cabello cobrizo. Sus piernas se abrieron paso entre las mías para estar más cerca, sentí el sabor de su lengua erizando cada parte de mí, inhalé todo el perfume que emanaba su cuerpo y atraje más su rostro, sus manos descendieron hasta mis glúteos apretándolos con fuerza restregándome a su notable erección, y Dios, quería hacerlo aquí en pleno estacionamiento.

Mi cuerpo respondiendo de nuevo a sus caricias sin control, mi intimidad palpitando enloquecida de deseo,  nunca me cansaría de sus caricias de su cuerpo de la textura de su boca, el sonido de una motocicleta que entraba por el estacionamiento me hizo envararme, abrí mis ojos asustada y me topé con la mirada retadora de Edward. También tenía sus ojos abiertos y sus orbes verdes me miraban llenos de deseo y posesión. Siguió besándome como si la vida se le fuera en ello, quise separarme pero mordió mi labio sujetándome con más fuerza, mientras enredaba sus manos en mi cabello, presionándome más a su rostro. No podía creer lo arriesgado que estábamos siendo ¿Qué demonios te pasa Isabella Swan? ¿A qué hora te volviste esto?

Lo que menos podía creer era como sin pensarlo, me apretujé más contra su cuerpo sintiéndolo completamente, el otro lado de mi mente decía ¡oh vamos solo un poco más!... y luego te sueltas… para mi suerte él dejo de besarme,  me di cuenta de que me faltaba el aire porque estaba jadeando de una manera absurda, él se inclinó sobre mi hombro con una risita, era tan hermosa como si un angelito se riera en mi oído pero sin duda era más bien un demonio ¡sin duda!.

—Piensa en mí cuando estés con él...—Irguiéndose frente a mí me miró intensamente. Elevé mi mirada.

— Pe… pero...

—Solo hazlo —interrumpió — yo haré lo mismo, además supongo que ya no te veré sino hasta el lunes. —Suspiré, había olvidado que era viernes.

Sus ojos estaban cargados de deseo oscurecidos como nunca, dio media vuelta con ambas manos en sus bolsillos mientras caminaba para el lado contrario de donde venía el sonido de la moto, dirigiéndose hacia su vehículo. Como idiota, me quedé observándolo atónita y aún turbada por las sensaciones que me provocaba.

— ¡Bells!—  Gritó Jake, haciendo que diera un respingo del susto, ya que aún miraba a Edward el cual se giró y vio a Jacob y después me lanzo una mirada felina furiosa. Tragué saliva y como pude me giré y camine hacia él.

—Hola… —Susurré mientras llegaba a él.

Jacob me abrazó muy fuerte y me dio un beso apasionado, por más que trate de separarme no pude con facilidad.

—Te extrañe, sube vamos a cenar algo. —Sus ojos tenían un aspecto que no pude descifrar no supe si estaba feliz de verme o feliz de haber hecho su acto de presencia frente a Edward.

No quise girar mi vista, no quise pensar en lo que significaba eso pero el sonido de unas llantas rechinando de algún vehículo que podía jurar era Edward, me hizo apretar fuertemente mis ojos, me subí a la moto y nos fuimos.

Capítulo 7: Juegos Capítulo 9: Cada quién con su cada cual

 


Capítulos

Capitulo 1: Superando Errores del pasado Capitulo 2: La nueva Asistente Capitulo 3: La razón Capitulo 4: Conociéndonos Capitulo 5: La comida Capitulo 6: Aventura Capitulo 7: Juegos Capitulo 8: Complicaciones Capitulo 9: Cada quién con su cada cual Capitulo 10: Aclarando dudas Capitulo 11: Planeando nuestra salida Capitulo 12: Bora Bora Capitulo 13: A flor de Piel Capitulo 14: Frente al mar Capitulo 15: Deteniendo el tiempo Capitulo 16: De regreso Capitulo 17: El viaje Capitulo 18: Confesiones Capitulo 19: Verdades al descubierto Capitulo 20: De regreso del Viaje Capitulo 21: Malos entendidos Capitulo 22: Cuestión de tiempo. Capitulo 23: Sorpresas Capitulo 24: Haciendo elecciones Capitulo 25: Por algo pasan las cosas Capitulo 26: Empezar de nuevo Capitulo 27: Cambios Capitulo 28: Amigos Capitulo 29: Final del día Capitulo 30: Salida Capitulo 31: Salida segunda parte Capitulo 32: Cosas por hacer Capitulo 33: Las Vegas Capitulo 34: No importa el tiempo Capitulo 35: En peligro Capitulo 36: Contigo Capitulo 37: Una nueva oportunidad Capitulo 38: Un mes Capitulo 39: Impulsos Capitulo 40: Queja Capitulo 41: Cita Capitulo 42: Nada es lo que parece Capitulo 43: Confrontaciones Capitulo 44: No hay vuelta atras. Capitulo 45: Central Park Capitulo 46: ¿Qué soy para ti? Capitulo 47: Visitas inesperadas Capitulo 48: Noticia Capitulo 49: Reacciones Inesperadas Capitulo 50: Adicción Capitulo 51: Todo o nada Capitulo 52: Propuesta Capitulo 53: Transtornos Capitulo 54: Tú, mi felicidad.

 


 
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