Haciendo Elecciones (+18)

Autor: skuichy
Género: + 18
Fecha Creación: 26/01/2012
Fecha Actualización: 19/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 39
Comentarios: 248
Visitas: 145651
Capítulos: 54

Todo comenzó con una atracción; me gustabas, quería cazarte. Ambos teníamos pareja, así que sólo era eso, un juego. ¿Pero que pasa cuando uno de los dos quiere más? El juego deja de serlo y una terrible verdad queda sobre nosotros. En el amor las cosas nunca son fáciles, claro tampoco nadie me advirtió que serían así de difíciles.

 

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Capítulo 34: No importa el tiempo

**Bella POV**

 

-Piso 9 por favor- Su voz chillona además de insolente me incomodo mirándome de arriba abajo enarque una ceja pero me controle y curve mis labios en un intento de sonrisa despectiva presione el botón mientras veía que Edward soltaba una estúpida risita.

Se me estaba haciendo eterno el camino, mientras ella tomaba su camisa con una mano y con la otra subía sus dedos caminando a través de su pecho mordí mi labio nerviosa se acercaba muchísimo a su boca mientras le decía no sé ni que cosas, él tenía sus manos a los lados de su cintura y estaba recargado contra el espejo del elevador sus dientes resplandecían con su sonrisa mientras le contestaba, se puso de puntitas para besarlo… ahhh nononono solté un bufido, juro que si lo hace paro el elevador y me bajo en cualquier piso, sentí la sangre agolparse en mi cabeza y aseguraría que estaba roja del coraje… en eso se abrió la puerta agradecí a todos los cielos llegar a su piso.

-Bueno… estaré en mi habitación… por si… decides cerrar el contrato- Se  soltó riendo y le robo un pequeño beso luego se libero de su cuerpo desganada, caminando sensualmente mientras salía sin dejar de mirarlo sentí un coraje tan inmenso y aguante la respiración para asegurarme de no dejar salir las estúpidas lagrimas que me amenazaban, por favor no aquí, no frente a él  apreté mi bolso fuertemente y aspire regulando mi respiración.

-Gracias, si cambio de parecer serás la primera en saberlo…- Giño un ojo y se cerraron las puertas del elevador, se quitó su saco y lo hecho hacia atrás en su hombro.

Las lágrimas fueron desplazadas por furia lo mire a los ojos y me devolvió la mirada sonriendo con la sonrisa torcida que más me gustaba pero que en este momento no es conveniente, ¿Qué se proponía sonriendo así? Quizás quería matarme de coraje, camino hacia a mí clavando su vista en mis ojos su andar felino como cazando a su presa sus ojos inmersos llenos de diversión y más cosas que ni siquiera era capaz de definir… me envare, las piernas me flaquearon haciéndose muy débiles paso su brazo muy cerca de mi cuerpo sin dejar de mirarme… inclino su rostro un poco hacia mí… y presiono otro botón, supuse el de su cuarto ¿en realidad estaba volviéndome loca?? Se retiró volviendo a ponerse en el otro extremo del elevador se recargo contra el espejo y miro hacia arriba aguantando una sonrisa. Odie en ese instante estar en el piso 18, de reojo vi que él estaba en el 13.

Seguía con su estúpida risa contenida y me sostenía la mirada de vez en vez, tenía mucho coraje no tenía caso hablar con él de nada podía hacerlo en este momento podía pero por mí que se fuera a la fregada ¿de qué servía tanto esfuerzo de mi parte en haberle dejado?, en pasar por tantas cosas, en haberle creído sus mentiras de que por mi había cambiado que ya no tenía ojos para otra mujer ¿si en cada conferencia que lo veía no paraba de coquetear con todas??, era mucho peor que cuando lo conocí, ¡era un mujeriego de primera!… intente decirle todo esto al menos con una mirada furibunda pero pareció no captarlo porque seguía sonriendo curvando sus labios hacia arriba como desafiante se abrió la puerta del elevador y camino hacia afuera, no pude contenerme mientras lo veía caminar hacia su cuarto.

-Eres un desvergonzado- Dije entre dientes ya estaba lo había dicho sin pensarlo igual y ni me había escuchado agradecí que las puertas del elevador ya se iban cerrando y solté todo el aire de golpe no me había dado cuenta de que venía conteniendo la respiración.

Edward se dio la vuelta para mirarme con curiosidad enarco una ceja mirándome de arriba abajo

-¡Mira quién habla!… cuanto lo lamento por Jacob…- En eso las puertas del elevador se cerraron.

¿Pero qué demonios había dicho!!?? ¿¿Mira quién habla??, ¿Qué quiso decir? ¿¿Qué la fácil era yo?? me sentí furiosa y presione el botón muchas veces para que se abriera la puerta del elevador de nuevo, no sabía bien que me pasaba si era el alcohol o qué pero sentí un coraje tremendo, se abrieron las puertas de nuevo y lo volví a ver ya estaba abriendo la puerta de su habitación.

-¿Pero cómo te atreves!? Repíteme lo que dijiste!- Ladre furiosa caminando hacia él.

-Ah… ¿de nuevo tú? ¿Era eso lo que querías decirme hace rato? - Soltó con desdén y levanto el mentón -DIJE: Mira quién habla… ahora ¿qué?. Me vas a negar que tú tampoco estuviste seduciendo a Mike Newton o ¿quizás a Aro??- Abrió la puerta de su habitación y aventó su saco.

-¿¿Qué rayos te pasa?? Obvio no era eso de lo que te quería hablar pero ya no tiene caso y ¿tú de qué estás hablando!? Si tú eres el mujeriego aquí, no me quieras cambiar el tema, ya vives con Jessica y te pones hacerle esto!!- Grite furiosa acercándome todavía más a él no podía creer que me hubiera dicho eso.

-Yo también puedo tener mis aventuras ¿no crees??- Se recargo contra el marco de la puerta- Cómo te atreves a decirme desvergonzado mientras que tú te dedicas a tener aventuras con tu jefe, con tus clientes o en un antro!! - Exclamo ahora molesto y sus ojos resplandecieron llenos de rencor.

-Eres un…..- La sangre me hirvió por completo, con toda la fuerza posible lance mi mano hacia su rostro pero la sostuvo y con su mano libre toco mi cuello deslizando lentamente pasando por mis senos hasta llegar a mi cintura en donde se enrosco sacándome de lugar esa reacción -Suéltame ¿¿Qué te pasa??-  Mi voz ya no sonaba histérica si no nerviosa sus manos en mi cuerpo me hacían hiperventilar no podía dejarme llevar por esa sensación que palpitaba en mi intimidad ah no, no dejaría que me invadieran esas sensaciones…- Ya… ya me tengo que ir-

-Tú te vas a la hora que yo quiera que te vayas, no antes ya me canse de tus juegos Isabella- Libero mi mano con la que pensaba abofetearlo tomo mi cintura con ambas manos pegándome a su cuerpo mirándome con rabia  me quede boquiabierta pero trate de recomponer mis facciones.

-Tú no puedes obligarme a nada, ¡déjame!- Empuje su pecho, frunció el ceño mientras veía todo mi cuerpo y ni se inmutaba con mis intentos de zafarme  me miro a los ojos.

-¿Sabes qué? -Preguntó entre dientes- he tratado de apartarme de ti he pensado muchas veces en lo que tengo que decirte he tratado de ser amable, incluso he tratado en mostrarme compresivo a pesar de todo lo que me haces- declaró apretando mi cintura.

-¿Mostrarte comprensivo? ¿Tú?- Pregunte tratando de apartarme de su agarre- Yo iba a decirte las cosas con tranquilidad, sin discutir ni alterarme aun y con qué te estoy viendo coqueteando con todas, aunque me costara la misma vida lo iba hacer-

-¿A decirme qué cosas? –

-¡Cállate! ya no tiene caso hablar de eso cuando te veo que vienes en el ascensor en todo tu esplendor de amante!- Grite furiosa las lágrimas traicioneras querían salir mordí mi labio conteniéndolas.

-Isabella… - Sonrió de forma irónica - es que en verdad que no te entiendo… ¿Qué más te da como sea? he tratado de ser un perfecto caballero contigo, me he dicho una y otra vez que tenía que mostrarme atento, prudente, mesurado... cortés como sea para que te quedaras conmigo intente ser un buen sujeto incluso trate de ser tu amigo pero  ¿Sabes qué?-

-¿Qué? - Me atreví a preguntar, a pesar de ver la tormenta que rugía tras sus ojos.

-Qué no soy un buen sujeto, no soy inofensivo ni comedido, ni amable, ni tu amigo ni mucho menos prudente- Asentí eso ya lo sabía de hecho era un descarado de lo peor- Bien, me alegra que lo comprendas -afirmó- porque ahora mismo no voy a ser nada cortés.

-Ya sé que no eres nada cortés de hecho ¡eres un mujeriego y un cavernícola! ¡Suéltame de una maldita vez!- Bufé histérica empujándolo.

– ¿Ves? Ahora si lograste tirar a la mierda mi auto terapia mis nuevos planes!… así que dile a Jacob que se puede ir al diablo!! Y en cuanto a ti, que te quede bien claro que siempre serás mía- sentenció, bajando la cabeza hacia mí y besándome con rudeza.

Quise pegarle más fuerte pero me jalo hacia su habitación cerrando la puerta de golpe con su pie, continuo besándome y su boca me transmitía una clase de sentimientos muy extraños entre rabia, miedo y  desesperación mientras forcejeábamos en la habitación yo intentaba morderle la boca, al menos intentaría sacarle sangre, él hizo lo mismo mordiendo mi labio inferior enterrándome sus dientes mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo mis caderas, mis muslos mis pechos nos tropezamos con un sillón y termine debajo de él, jale de su cabello con mis dos manos para quitármelo de encima mientras intentaba patearlo me retorcí entre sus brazos pero Edward era muchísimo más fuerte soportaba sin dificultad mis golpes juraría que las sentía como caricias sus piernas se abrieron paso entre las mías quedando completamente encima de mí luego con un jadeo salvaje introdujo su lengua abriéndose paso entre mis labios sus manos se aferraron a mi rostro y nuestros ojos se encontraron… su respuesta inesperada me sobrepasó, simplemente el sabor de su boca me hizo olvidar cualquier disgusto, me perdí sencillamente en el sabor de su lengua en sus labios sabían mucho mejor que la miel: cálidos y fríos, suaves y firmes abri mis ojos y me tope con su intensa mirada sus pupilas oscureciéndose segundo a segundo llenas de deseo podría jurar que estaba hipnotizada, disfrutando el olor que emanaba su cuerpo deje de jalarle el cabello para que se quitara y en lugar de eso lo jale hacia mí con fuerza como si la vida se me fuera en ello, totalmente extasiada mi cuerpo vibraba de placer reconociéndolo peor aun reclamándolo sus brazos me estrechaban con la misma intensidad con la que yo le buscaba, bajo besando mi cuello y sentía contra mi piel su lengua rozándome apenas, de la manera más sexy posible su boca se encontró con mi tirante y gruño un poco rompiéndolo para morder mi hombro sacándome un jadeo busque de nuevo su boca y mordí su labio inferior introduciendo mi lengua, pasando mis dedos por su rostro por sus pómulos y finalmente por su cobrizo cabello atrayéndolo hacia mí de nuevo no me importaron las demás mujeres él era solo mío al menos en este momento, me levanto un poco para deslizar el cierre de mi vestido mientras sentía sus manos aferrándose a cada parte de mi cuerpo sujetando fuertemente mis glúteos jalándome aún más hacia él, lo empuje hasta que logre que se sentara me deshice del estorboso vestido y me senté en horcajadas sobre él me miro con una sonrisa juguetona.

-¿Sabes que te vez adorable cuando te pones celosa?- su tono de voz me provoco escalofríos

-Cállate te equivocas si piensas que me celo de alguien, en realidad no me importa lo que hagas con tu vida - Respondí recordando las mismas palabras que él me había dicho en un tiempo- Por mi acuéstate con todas!- Sus dedos se abrieron como un abanico por mi espalda

-Insistes en que pierda mi autocontrol...- Deslizo sus dedos bajando hacia mis glúteos apretándome contra su erección provocándome un gemido.

Trate de desabrochar su camisa pero los botones se resistían haciéndome perder la paciencia así que rompí los botones para admirar su hermoso pecho, pase mis manos avariciosas por todo sus músculos él deslizo sus manos por mi vientre ningún toque parecía el suficiente me perdí por completo en la belleza que irradiaba, mi cuerpo le necesitaba como al mismísimo aire, me era imposible retirarme aunque lo quisiera, cosa que no era el caso mis sentidos estaban nublados entre el alcohol y su belleza sus manos imponentes no ayudaban en nada solo me excitaban más y más y en esa locura me entregue de lleno a mis deseos a lo que mi cuerpo gritaba por sobre toda razón, lo único que podía pensar era en tenerlo dentro de mí solo para revivir, solo podía pensar en eso se me olvido que le tenía algo que decir, que estaba enojada con él, no era posible como me dominaba el deseo por sobre cualquier juicio me pregunte si estaría drogada, quizás solo todo se resumía a una sola palabra lo amaba por sobre todas las cosas, por sobre cualquier orgullo o razón y no había nada que pudiera hacer contra eso… su boca encontró la mía besándome desenfrenadamente subió sus manos apretando con fuerza mi espalda y yo me apretuje más increíblemente buscando fundirme con su cuerpo deslizo lentamente sus manos hacia mis senos dándole ligeros masajes paso la yema de sus dedos por dentro de mi sostén y siguió su camino ahora hacia mi espalda lo jalo con fuerza soltándolo y este se devolvió azotando mi espalda con el elástico abrí mis ojos y le hice una mueca mientras él me devolvió solo su sonrisa torcida comencé a moverme sintiendo el roce de nuestros sexos en respuesta jadeo en mi oído y me volvió a recostar sobre el sillón para ceñirse contra mi cuerpo comenzó a desabrocharme el sostén encontró mis senos y los pellizco y mordió yo comencé  a desabotonar su pantalón con urgencia, comprendió mi estado o quizás ya estaba en el y se deshizo por completo de su ropa se separó un poco de mi para ir por un preservativo en lo que yo me quitaba mi ropa interior pero no se lo puso subió lento por mi cuerpo besando mis rodillas lamiendo mis muslos hasta llegar a mi intimidad solté un gemido muy audible cuando su lengua entro en mí, moviéndola con lentitud torturándome sus manos se deslizaron hacia mis glúteos jalándome más a su rostro me estaba volviendo loca mis gemidos se volvieron descontrolados si alguien escuchaba juraría que me estaban matando sin duda estaba muriendo pero de placer cambio una de sus manos y la deslizo lentamente hacia mi intimidad introduciendo sus dedos mientras su boca succionaba mi labios vaginales mordió ligeramente mi clítoris y sentí los estremecimientos previos al orgasmo mi espalda tensa, mis músculos entumeciéndose uno a uno… estaba perdiendo el conocimiento con sus caricias y no quería eso, pretendía que nos viniéramos juntos.

-Por… favor- Logre apenas decir y busque su mirada.

-Por favor… ¿qué?-  Me miro con una sonrisa traviesa.

-Hazlo ya… te… te necesito dentro de… mi- Apenas lograba hablar ya que no dejaba de hacer lo que estaba haciendo con sus manos.

-No- Gruño

-Eddwarrd..- Rogué, temí morir bajo esa tortura.

-Dilo- Dijo mientras frotaba con sus dedos mi intimidad

-Decir ¿qué?- Pregunte casi como un suspiro.

-Di que eres mía- Me ordeno y me mordí el labio no quería responder eso como si fuera propiedad de alguien entonces jugó con mi clítoris lentamente incrementando el vaivén de sus dedos, un calor subió por todo mi cuerpo mi espalda se contrajo arqueándome mi intimidad palmito varias veces contra sus dedos descendiendo los estremecimientos por mis muslos y continuando por el resto de mi cuerpo retorciéndome de placer. Provoco mi orgasmo y no le había dicho lo que quería escuchar

-Basta Edward deja de jugar- entre jadeos seguí pidiéndole que entrara en mí

Finalmente mis suplicas cambiaron su mirada, se puso el preservativo y rápido subió de nuevo por mi cuerpo sentía el contacto de su cadera con la mía me estaba dando pequeñas mordidas en los senos y su sexo rozaba con la entrada del mío negándose a entrar todavía, suspire mortificada me estaba haciendo sufrir seguía succionando ahora mi cuello y me moví para que no me hiciera marcas subió lamiendo mi mandíbula hasta llegar a mis labios y me miro.

-No importa que no me respondas, yo sé que mis caricias te hacen falta tu cuerpo te delata solo yo te hago sentir de esta manera- Dijo apretándose más a mí clavándome su intensa mirada sentí la punta de su erección entrar haciéndome jadear- yo soy tu dueño aunque no quieras aceptarlo- Sus ojos más oscuros y su voz ronca por la excitación solo me ponían más frentica estaba a punto de perder el juicio

Jale de nuevo de su cabello atrayéndolo a mi boca pensando que se estaba volviendo un engreído de primera, baje mis caderas obligándolo a entrar en mí, soltó un jadeo y yo también al sentirlo por fin adentro, comenzó a embestirme con fuerza libere un gemido muy perceptible y enterré mis manos en su cuerpo, mis uñas lo arañaban intensamente y comenzamos a gemir juntos, busco mi boca y mordió mi labio mientras mis gemidos no cesaban mi cuerpo tenia vida propia desconectado de mi mente lo sentía adentro de mí y no era suficiente, enrosque mis piernas en su cintura pidiéndole por más me sentía envuelta en esas maravillosas sensaciones, sus manos se cernieron sobre mi cintura atrayendo más hacia él, ningún toque parecía bastarme, a pesar de que sentía sus manos fuertes contra mi cuerpo, apoyo su frente en mi hombro.

-Así que …solo… una aventura eh..?- Murmuro con la voz entre cortada

-Soolo eso- Decidí seguirle el juego a estas alturas debería de saber que no lo era, conteste con mi voz como un hilo.

-Y aademás… yoo soy… el desvergonzado- Apoyo sus manos en el respaldo del sillón para embestirme con más fuerza.

-Eres de lo peor!- Grite retorciéndome de placer mis piernas se apretaron contra su cintura clave los talones en sus muslos y jale de su cabello para mirarlo fijamente.

-Después dee essto… quiero… quee dejes de seducirme - Se sacudió de mis manos succionando uno de mis senos mordiendo mis pezones.

-Noo… dejjare que vuelvas… a tocaarme-

-Quuiero borrarte de… mi piel quiieroo quee.. desaparezcas!- Tomo mi rostro entre sus manos y comenzó a besarme rayando en la violencia

Ya no pude responderle me sentía turbada de tanto placer apoyo su frente en la mía y solo pude dejarme llevar por este sentimiento tan potente lo amaba más de lo que admitía, y sí, mi cuerpo rogaba por sus caricias y lejos de sentirme drogada más bien me sentía adicta a su cuerpo, a su aroma, a sus besos… abrió sus ojos y se encontró con los míos derritiéndome una vez más en el agua esmeralda de sus ojos continúe con mis gemidos mientras le miraba para excitarle más y él me devolvió su felina mirada clavando sus dedos en mi piel, nunca nos habíamos hecho el amor mirándonos sus movimientos se hicieron más rápidos, mas bruscos, más fuertes y me apreté aún más contra su cuerpo haciendo fuerza con mis piernas para sentirlo más adentro cerré mis ojos ya no podía postergarlo más sentía que estaba alcanzando otro orgasmo increíblemente y ya no me estaba importando esperarlo o no, mordió de nuevo mi boca adentrándose completamente en mi cuerpo enredo sus manos en mi cabello y  detuvo sus embestidas haciéndome jadear, mi cuerpo tembló al interrumpir el placer abrí mis ojos unas lagrimas amenazaban con salir y me topé con su felina mirada.

-Mírame Isabella,  di que eres mía-

-Edward… yo..yo.. ahh…- Comenzó a moverse lentamente

-Si no lo dices soy capaz de dejarte así, me iré en este mismo instante-

¡NO! No quería que se fuera y no porque pensara que obvio me estaba matando de placer sino porque se acabaría todo se llevaría mi alma, mi vida completa, inconteniblemente las lagrimas salieron de mis ojos.

-¿Qué no lo ves? Soy tuya Edward-

Sonrió maliciosamente y continuo con las embestidas succionando uno de mis senos con fuerza enrosque fuertemente mis piernas a su cadera como si se me fuera la vida en ello y con una última estocada sentí su cuerpo estremecerse en mi brazos viniéndose en mi como nunca lo habíamos hecho, como nunca me sentiría con nadie tenía razón, sentí una electricidad recorrer todas mis piernas mi cuerpo se contrajo y estallo en mil pedazos de placer mi intimidad palpito en su erección rodeándola y me quede inconsciente por unos momentos él seguía jadeando en mi boca no podía creer lo que me hacía sentir. Enrede mis manos en su cabello impidiéndole que se fuera besándole pero él se enderezo por lo que lo mire confundida e incluso asustada, pero solo fue para levantarme como si fuera una muñeca enrosque mis manos en su cuello y aspire su aroma una sonrisa se dibujó en mi rostro olía maravilloso me recostó en la cama, se abrió paso entre mis piernas y continuamos besándonos lentamente probándolo para nunca olvidar su dulce sabor luego deslice mi lengua por su paladar mientras él acariciaba mi rostro…


Nenas! disculpen la tardanza es que además de ocupada me andaban queriendo traicionar las ideas, espero que les guste no se desesperen todo pasará por algo, gracias mil a Rebbe que me ha ayudado mucho con retomar el rumbo que tenia planeado para la historia a Martha que siempre me pone comentarios muy lindos a todas mis demás lectoras silenciosas y a las que se me esten olvidando un saludote a todas recuerden pueden agregarme en facebook http://www.facebook.com/#!/profile.php?id=100002421598362 saludos!

Capítulo 33: Las Vegas Capítulo 35: En peligro

 


Capítulos

Capitulo 1: Superando Errores del pasado Capitulo 2: La nueva Asistente Capitulo 3: La razón Capitulo 4: Conociéndonos Capitulo 5: La comida Capitulo 6: Aventura Capitulo 7: Juegos Capitulo 8: Complicaciones Capitulo 9: Cada quién con su cada cual Capitulo 10: Aclarando dudas Capitulo 11: Planeando nuestra salida Capitulo 12: Bora Bora Capitulo 13: A flor de Piel Capitulo 14: Frente al mar Capitulo 15: Deteniendo el tiempo Capitulo 16: De regreso Capitulo 17: El viaje Capitulo 18: Confesiones Capitulo 19: Verdades al descubierto Capitulo 20: De regreso del Viaje Capitulo 21: Malos entendidos Capitulo 22: Cuestión de tiempo. Capitulo 23: Sorpresas Capitulo 24: Haciendo elecciones Capitulo 25: Por algo pasan las cosas Capitulo 26: Empezar de nuevo Capitulo 27: Cambios Capitulo 28: Amigos Capitulo 29: Final del día Capitulo 30: Salida Capitulo 31: Salida segunda parte Capitulo 32: Cosas por hacer Capitulo 33: Las Vegas Capitulo 34: No importa el tiempo Capitulo 35: En peligro Capitulo 36: Contigo Capitulo 37: Una nueva oportunidad Capitulo 38: Un mes Capitulo 39: Impulsos Capitulo 40: Queja Capitulo 41: Cita Capitulo 42: Nada es lo que parece Capitulo 43: Confrontaciones Capitulo 44: No hay vuelta atras. Capitulo 45: Central Park Capitulo 46: ¿Qué soy para ti? Capitulo 47: Visitas inesperadas Capitulo 48: Noticia Capitulo 49: Reacciones Inesperadas Capitulo 50: Adicción Capitulo 51: Todo o nada Capitulo 52: Propuesta Capitulo 53: Transtornos Capitulo 54: Tú, mi felicidad.

 


 
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