Haciendo Elecciones (+18)

Autor: skuichy
Género: + 18
Fecha Creación: 26/01/2012
Fecha Actualización: 19/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 39
Comentarios: 248
Visitas: 145645
Capítulos: 54

Todo comenzó con una atracción; me gustabas, quería cazarte. Ambos teníamos pareja, así que sólo era eso, un juego. ¿Pero que pasa cuando uno de los dos quiere más? El juego deja de serlo y una terrible verdad queda sobre nosotros. En el amor las cosas nunca son fáciles, claro tampoco nadie me advirtió que serían así de difíciles.

 

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Capítulo 6: Aventura

**Bella POV**

No me lo podía creer, cuando sus labios tocaron los míos fue eléctrico lentamente se movieron entre los míos, con mucho cuidado como si fuera a romperme. Me quedé inmóvil sin responder su beso, dos sensaciones extrañas recorrían mi cuerpo; el miedo y el deseo.

Deslizó lentamente una de sus manos a través de mi cabello y luego me atrajo más hacia él, su sabor prendió cada parte de mi ser que no sabía ni que existía, un escalofrió recorrió toda mi espalda y bajo directo a mi intimidad  y como si hubiera estado esperando esto desde hace mucho tiempo, mi boca que estaba estática comenzó a moverse por voluntad propia contra la suya, haciéndolo jadear. Deslicé mis manos adentro de su saco para poder abrazarle la espalda, sentí que no estaba suficientemente cerca de él y quería más de su olor y sabor, él se estremeció con mi contacto y su besó ya no fue tierno, fue cargado de pasión contenida. Clavando sus manos en la piel de mi cintura baja me arqueó contra él. Nuestro beso se tornó más urgente, él siguió el borde de mis labios con su lengua y mis manos recorrieron el ancho de su gran espalda, sintiendo cada uno de sus firmes músculos, hundiendo mis dedos en su piel deslicé mis manos lentamente ahora por su pecho para enroscarlas en su cuello, mientras que una de sus manos me seguía sujetando fuertemente la cintura, la otra fue subiendo despacio por mi vientre pasando por mis senos y sin detenerse, subió trémula por mi cuello. Sus dedos se enredaron en mi cabello acercándome más a él, haciéndome jadear nuestras lenguas se encontraron y me asombré de su sabor exquisito, y de pronto como si hubiera corrido un maratón, comenzó a faltarme  el aire.

No sé si leyó mis pensamientos o le pasaba lo mismo pero Edward dejó de besarme, deslizando sus labios por el lóbulo de mi oreja, pasándose por el cuello, luego sus manos bajaron lentamente por mi espalda, y para mi sorpresa,  me tomó por los glúteos y me levantó dejando que todo mi peso descansara sobre su cuerpo, sosteniéndome con una mano sin dificultad, subió la otra mano por mi pierna colocándola a la altura de su cintura.

La cabeza comenzaba a darme vueltas, la sangre pasaba como fuego liquido por mis venas, nublando mis sentidos y su boca ardiente sobre la mía me hacía imposible cualquier raciocinio… abrí mis ojos de golpe, esto no podía estarme pasando... no… tenía que despegarme de él. Una pequeñita voz en mi cabeza comenzaba a gritar que esto no se lo merecía Jake. Con mucha dificultad solté su cabello y bajé mis manos a su pecho, entendió lo que quería y con un suspiró me bajó hacia el suelo de nuevo. Sin soltar ambas manos en mi cintura me dio un pequeño beso más, acarició mi mejilla con su pulgar y recargó su frente contra la mía, noté que no era la única que batallaba para respirar, se rió muy bajito su aliento aún me tenía adormecida.

— Lo lamento Bella...— Dijo casi en un suspiro.

— No, Edward... yo… es que... Tú sabes que yo tengo novio. —Me habría encantado morderme la lengua pero necesitaba dejar las cosas en claro, aunque… para ser sincera ya no tenía nada claro…

— Lo sé… tu sabes que yo también, pero nada ni nadie me va a quitar este momento, no quiero que te sientas comprometida a nada. —Liberando sus manos de mi cintura,  se irguió frente a mí. Asombrándome ante su grandiosa estatura, deslizó ambas manos en sus bolsillos del pantalón y sus orbes verdes me miraron aun de forma ardiente. —Entiendo que ambos estamos con alguien, y que yo  no voy a destruir tu relación con Jacob, pero lo que siento por ti es muy... intenso. —Tragué saliva.

—También me gustas, mucho para ser sincera, pero ¿qué vamos a ganar confesándonos? —Ridículamente sentí que lo estaba perdiendo, mi corazón latía muy rápido contra mis costillas. Cómo podía… ¿quererlo? vaya estupidez una lagrima rodó por mi mejilla, me di cuenta porque estiró su mano para limpiarla.

—No llores Bella, lo último que quiero es hacerte sentir mal, ¿qué te parece si tomamos esto con calma? No seremos los primeros ni los últimos, tú no sientes nada por mí, y no tienes por qué hacerlo, la verdad yo no puedo dejar de querer a Jessica… no de momento... pero puedes tomar de mi lo que quieras. —Sonrió encogiéndose de hombros.

Lo miré fijamente tenía la cabeza hecha un lio, no definía bien este sentimiento si solo era puro deseo o si quizás había algo más… las estúpidas lagrimas seguían rodando por mis mejillas. Pobre de Jake no podía hacerle esto, a mí no me iban esta clase de jueguecitos peligrosos y desconocidos; ¡No! Yo no soy una de esas!

Edward se acercó nuevamente hacia mí deslizando lentamente sus manos por mi cintura atrayéndome hacia él, y mis manos que parecían tener voluntad propia lo abrazaron.

 ¿O tal vez sí sería una de “esas”?... sí con el hombre adecuado… suspiré de nuevo.

No sé cuánto tiempo duramos así… mis sollozos ya habían terminado y con ellos el remordimiento, mentiría si negara lo que realmente sentía, me estaba excitando con solo imaginar su musculosa espalda y ni pensar en el resto de su glorioso cuerpo… cuando hable finalmente mi perspectiva ya era otra.

—Edward... —Murmuré contra su pecho. Él se separó un poco para mirarme a los ojos, mis manos descansaban sobre su pecho y él no me había soltado—  tienes razón vamos a tomarnos esto con calma... y pues a ver qué pasa... —Asentí también en mis adentros perdiéndome en sus ojos esmeralda desconectando así mi mente de lo que estaba bien o mal, metiendo a la vocecita en un cajón y echándole llave.

Él me devolvió la mirada y una hermosa sonrisa torcida apareció en su rostro, eso era lo único que necesitaba, me dio otro beso rápido.

—Te prometo que no va a pasar nada que tu no quieras… por lo pronto creo que debemos volver no tardaran en venir a buscarnos. —Dijo echando un vistazo arriba de su hombro.

Era cierto ya había olvidado porque estábamos aquí... Sonreí y bajé perezosamente mis manos para separarme de su abrazo, sin embargo él me sujeto fuerte y apretándome fuerte contra su cuerpo volviendo a depositar sus labios en los míos. Mis manos lo tomaron con fuerza, subiendo rápido hacia su rostro atrayéndolo más hacia a mí. Dios, me moría por volver a probarlo, y sí, simplemente embriagador. Él suspiró y se rió entre dientes separándose de mí un poco.

—No me tientes a tomar prestada una de las habitaciones del hotel Bella... —Murmuró con su voz cargada de sensualidad mientras deslizaba su pulgar por mis mejillas.

Total que ya había aceptado mis más ocultos deseos… ¿qué diferencia había? De ahora en adelante ya no podría verlo solamente como mi jefe y quien sabe cuánto tiempo pudiéramos estar así, sus ojos hipnotizándome y mis deseos ocupando completamente mi mente respondieron por mí.

— ¿Enserio podrías hacer eso?

—Claro que podría hacer eso... ¿Quieres ir? —Enterrando sus dedos en mi espalda deslizándolos lentamente hacia mis glúteos sin llegar a tocarlos sentí me respondía que él también quería ir.

Un escalofrió recorrió toda mi columna haciéndome estremecer entre sus brazos y de pronto él buscó mi boca ansioso, y en este momento pensé que me rompería en mil pedazos.

—Sí...—Jadeé o balbuceé quien sabe.

—Bien... —Y me soltó por lo que me sentí contrariada y vacía de pronto —Solo hare una llamada… —Sacó su celular y marcó — ¿Victoria? Me tengo que retirar algo de lo que he comido me cayó mal, ya mande a Bella en un taxi a su casa nos vemos mañana en la oficina. —Colgó el celular y con una sonrisa traviesa, tomó mi mano guiándome de regreso al hotel.

**Edward POV**

Bella sujetaba fuertemente mi mano mientras íbamos en el elevador rumbo a una de las suites donde pensaba hospedarme al terminar la cena. Cerrando mis ojos traté de concentrarme en cualquier otra cosa que no fuera la hermosura de mujer que venía sujetando mi mano, si pensaba en su cálido sabor en mi lengua me daban ganas de parar el elevador en este mismo momento para besarla salvajemente, me sentía peor que un adolescente, no podía creer como habíamos cambiado este día y rogaba para que no terminara jamás.

Abrí la puerta para que entrara primero a la habitación y ella sonrió mordiéndose el labio inferior, ese gesto suyo tan endemoniadamente sexy, entre después que  ella y antes de darle oportunidad a despegarse de mi tiré de su brazo trayéndola devuelta hacia mí, como un puto desesperado. Ella comprendió mi estado y me acercó a ella metiendo sus manos a través de mi cabello. Era extraño porque esto lo había hecho miles de veces, ¿Cuántas mujeres no me habrían acompañado después de una conferencia?

Pero no, ella no era como todas esas y para mi desgracia, con ella me sentía muy extraño, voluble, como que ningún contacto era el suficiente. Comprendí poco a poco que me iba a costar mucho compartirla con otro hombre pero ¿Quién sabe cuánto duraría esto? Quizás solo sería esta ocasión… y en vez de estar pensando pendejadas pasé mi mano por sus senos abarcándolos de forma grosera, estaba molesto por sentirme así, pero conforme sus manos descendieron a mi cuello quitándome mi saco, esos pensamiento salieron por completo de mi mente y me enfoqué en el presente, sí fuera solo esta vez, entonces la disfrutaría al máximo.

La ayudé quitándome la corbata mientras ella me iba desabotonando la camisa, luego deslizando mis manos por debajo de su vestido, apreté su respingón trasero. Ella gimió en mi boca despertando todos mis sentidos, me estaba volviendo loco era un hecho. Deseaba tumbarla en la cama y lamerla entera, saborear su paladar y fundirme en ella de todas las maneras posibles. Pero no, no podía hacerlo, al menos no en esta primera vez.

Ella me quitó la camisa enterrando sus uñas en mi espalda, besándome el cuello. Inclinándome un poco besé su hombro desnudo, mientras mis manos buscaban el cierre de su vestido. Me estaba desesperando, quería arrancárselo pero de nuevo me contuve cuando finalmente encontré el cierre y bajándolo de prisa  lo escuché caer en seco sobre nuestros pies. Bella jadeaba mientras una de sus rodillas ascendía hasta la altura de mis muslos, con una mano la sujeté fuertemente mientras con la otra subí lentamente por su estómago recorriéndolo hasta llegar al borde de sus senos, sintiendo entre mis dedos el encaje de su sostén. Joder eran tan sexy que pudiera sentarme solo a verla modelar, en cambio deslicé lentamente mis manos hacia su espalda para deshacerme de el sostén. Nuestros ojos se encontraron y pensé que era la mujer más hermosa y frágil que había visto nunca.

La levanté y ella enrosco sus piernas en mi cadera, y mientras su piel quemaba la mía, me debatí entre estamparla en la pared para tomarla como un salvaje o guiarla a la cama.

Mejor la cama, dirigiéndome hacia la cama me perdí en el dulce sabor de sus senos succionándolos suavemente, sus pezones se irguieron correspondiendo a mi lengua, la deposité en la cama y sin despegarme de ella, la seguí besando. Nuestras lenguas se encontraron y mi piel ardió en llamas quemándome, envolviéndome por completo.

Con las yemas de mis dedos descendí hasta su intimidad, pasando por debajo de su ropa interior. Bella jadeó y mordió el lóbulo de mi oído, joder quería arrancárselas. Me aventuré más con mis dedos frotando su sexo, lo que la hizo arquearse hacia mí, solté una de mis manos de su cabello para poder quitarle de una puta vez la última prenda que tenía. De nuevo sobre ella, bajé besando su cuello, perdiéndome un poco en la redondez de sus senos pasándome de uno a otro, besando su vientre llegando a su intimidad, donde comencé a besarla suavemente, utilizando mi lengua, jugando con su clítoris, ella me enterró los dedos en la cabeza y sentí sus músculos tensarse cada vez más, y vez de pagarme de mí mismo por hacerla sentir así, comencé a excitarme demasiado, mi respiración comenzó a acelerarse, mis pulmones se expandían con fuerza. Estaba al limité, perdiendo el control, tomé aire. De seguir así me iba correr antes si quiera de penetrarla, por lo que me enderecé para quitarme el pantalón, ella también se enderezo para ayudarme besándome apasionadamente sin darme tregua. Joder nunca me habia sentido tan desesperado. De pronto y como un clic mi mente se aclaró, ¡Joder!

No traía protección… ¿Cómo había sido tan jodidamente estúpido de olvidar comprar preservativos? Solo pensé cuanto la deseaba, cuanto la necesitaba, en no abalanzarme como animal sobre ella en el elevador,  hablé para pedir una habitación, le hablé a Victoria para que no levantar sospechas, apagué incluso mi celular por si Jessica me fastidiaba y ni por error me paso por la mente ir a una farmacia a comprar lo que realmente necesitaría al estar aquí. ¡Jodido Idiota! Tuve que tragar saliva antes de volver hablar.

—Bella me vas a matar —Murmuré entre sus labios carnosos deseando yo mismo darme un tiro.

— ¿Mmm? —Respondió sin dejar de besarme, me separé un poco.

—Maldita sea Bella, es que no traigo protección… —Quería morir ahí mismo, que alguien me diera una patada. Simplemente no había aprendido la lección.

Ella me miró fijamente y se rió bajito, y joder ¿Qué tenía esto de gracioso? Volviendo a estampar sus labios en los míos, me dejó desconcertado, y como estaba, no podía seguirla besando por lo que se separó de mí

—Yo me cuido no te preocupes —Sorprendido la miré agradeciendo a todos los cielos.

Casi me arranqué el pantalón, por lo que volvió a reírse. Me subí como loco sobre su cuerpo y colocándome entre sus piernas, me introduje lentamente, pesé a que me moría por embestir como loco. Otro gemido se escapó de su boca por lo que la bese de nuevo para calmar nuestros sonidos, cerré mis ojos, de solo pensar en la sensación que me produjo el no tener que usar el molesto preservativo, de sentir sus cálidas paredes apretando mi erección… Moví mi cabeza a los lados, no podía dejar de excitarme con cada puto pensamiento, y cuando menos pensé ya estaba embistiendo más rápido mientras sentía que ella arañaba lentamente mis brazos haciéndome jadear.

A pesar de estar con tantas mujeres en mi vida nunca había sentido así la experiencia, extrañas descargas eléctricas recorrían mi cuerpo, su olor a fresas y miel nublaba toda mi lucidez matando mis intentos de portarme como caballero, de todas formas eso había dejado de serlo hacía ya mucho tiempo. Embistiendo frenético, me perdí en el sonido del golpeteo de nuestras caderas, su cuerpo se  estremeció apretando por completo toda mi erección y un espasmo de placer recorrió todo mi cuerpo convirtiéndonos en uno solo. Joder fue tan placentero que me quedé inconsciente por unos segundos hasta que me di cuenta de que estaba totalmente encima suyo. Avergonzado me enderecé para que no sostuviera todo mi peso pero ella me abrazó fuertemente. La miré y me derretí en su intenso chocolate…  ohh no esto sí que estaba muy mal.

No podía dejarme llevar era solo un acostón, un ligé, una más. Después de todo quien sabe si volvería a pasar, después de todo ella ya tenía novio, vivían juntos… Deslizando sus manos lentamente a través de mis costados, enredó sus dedos en mi cabello jalándome lentamente hacia su boca, y joder. ¿Es que podía haber algo mejor en el mundo? Curvé mi boca en una media sonrisa y me acerqué a ella dejándome embriagar de nuevo por su sabor, ya mañana me ocuparía de mis tormentosos pensamientos.

Capítulo 5: La comida Capítulo 7: Juegos

 


Capítulos

Capitulo 1: Superando Errores del pasado Capitulo 2: La nueva Asistente Capitulo 3: La razón Capitulo 4: Conociéndonos Capitulo 5: La comida Capitulo 6: Aventura Capitulo 7: Juegos Capitulo 8: Complicaciones Capitulo 9: Cada quién con su cada cual Capitulo 10: Aclarando dudas Capitulo 11: Planeando nuestra salida Capitulo 12: Bora Bora Capitulo 13: A flor de Piel Capitulo 14: Frente al mar Capitulo 15: Deteniendo el tiempo Capitulo 16: De regreso Capitulo 17: El viaje Capitulo 18: Confesiones Capitulo 19: Verdades al descubierto Capitulo 20: De regreso del Viaje Capitulo 21: Malos entendidos Capitulo 22: Cuestión de tiempo. Capitulo 23: Sorpresas Capitulo 24: Haciendo elecciones Capitulo 25: Por algo pasan las cosas Capitulo 26: Empezar de nuevo Capitulo 27: Cambios Capitulo 28: Amigos Capitulo 29: Final del día Capitulo 30: Salida Capitulo 31: Salida segunda parte Capitulo 32: Cosas por hacer Capitulo 33: Las Vegas Capitulo 34: No importa el tiempo Capitulo 35: En peligro Capitulo 36: Contigo Capitulo 37: Una nueva oportunidad Capitulo 38: Un mes Capitulo 39: Impulsos Capitulo 40: Queja Capitulo 41: Cita Capitulo 42: Nada es lo que parece Capitulo 43: Confrontaciones Capitulo 44: No hay vuelta atras. Capitulo 45: Central Park Capitulo 46: ¿Qué soy para ti? Capitulo 47: Visitas inesperadas Capitulo 48: Noticia Capitulo 49: Reacciones Inesperadas Capitulo 50: Adicción Capitulo 51: Todo o nada Capitulo 52: Propuesta Capitulo 53: Transtornos Capitulo 54: Tú, mi felicidad.

 


 
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