Haciendo Elecciones (+18)

Autor: skuichy
Género: + 18
Fecha Creación: 26/01/2012
Fecha Actualización: 19/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 39
Comentarios: 248
Visitas: 145649
Capítulos: 54

Todo comenzó con una atracción; me gustabas, quería cazarte. Ambos teníamos pareja, así que sólo era eso, un juego. ¿Pero que pasa cuando uno de los dos quiere más? El juego deja de serlo y una terrible verdad queda sobre nosotros. En el amor las cosas nunca son fáciles, claro tampoco nadie me advirtió que serían así de difíciles.

 

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Capítulo 21: Malos entendidos

 **Bella POV**

 Que horribles ojeras

 Eso de andar llorando toda la noche nunca deja nada bueno, pero no pude evitarlo. Suspire mortificada y me pase el corrector por el rostro, fue mala idea haberme hecho una coleta pero ya era demasiado tarde para otra cosa, mi cabello era un caos.

 Vacié el contenido de mi maleta en la cama revolviendo la ropa, como se nota que tomaste lo primero que estaba a la mano Isabella, bien ahí. Me puse una falda de color lila y la acompañe con una camisa, no quería ir informal todos los días y de todas formas no tenía más ropa así que una vez lista me dirigí a la oficina.

 Angela estaba preparando el desayuno y pase como un torbellino a su lado.

 

―Buenos días Angie se ve todo delicioso―tome una rebana de pan― pero ya me tengo que ir, nos vemos.

 

―¡Alto ahí Isabella Swan! – Me detuve en seco aún masticando la rebanada― Siéntate a desayunar.

 

―Se me hizo tardísimo Angie. No conoces a Victoria me regañara…

 

―Te llevas mi auto siéntate de una vez.

 

Desayune de todas formas con algo de prisa y repasándome mentalmente traerme más ropa y ayudar a Angie con su despensa, no podía estar además de viviendo en su casa devorando toda su comida. Salí disparada y casi me mato en los escalones, me aferré al pasamanos y termine de bajar con cuidado.

 

A pesar de estar en primavera no podía dejar de sentir un poco de frio el sol me reconforto, así como el pensar en Edward. Le mande un mensaje mientras esperaba la luz verde en el semáforo.

 

Buenos días señor Cullen ya quiero que regrese estoy extrañándolo como de costumbre… ¿tú me extrañas?

 

¡Buen día! Por supuesto que te extraño.

 

¿Qué tanto?― Quería que me lo dijera.

 

Bella quiero ser el que provoque tu sonrisa, el que te acaricie y toque sin prisas aquel por el que muerdes tu labio... Quiero ser todas tus razones, me muero por no habernos visto en estos días pero ya solo falta un día, te quiero – Mordí mi labio Edward podía ser tan romántico si se lo proponía.

 

— De nuevo tarde Bella— dijo Victoria viendo su reloj.

 

— Lo lamento tanto.

 

— Tienes suerte que Edward no esté aquí— me guiño un ojo y sentí mi cara en llamas.

 

Me encamine a la oficina tratando de borrar la sonrisita estúpida que me había provocado el comentario de Victoria y por suerte el día se pasó volando. Al salir de la oficina me estacione en un centro comercial que estaba cerca de la casa de Angie quería al menos hacerle una rica cena para darle las gracias.

 

Grandioso el centro comercial estaba llenísimo por lo que me pare al final del estacionamiento, lleve algunas cosas para mí, para poder bañarme y lo demás para la cena. No supe a qué hora compre tantas cosas, solo a mí se me ocurre venir cargando con esto habiéndome estacionado tan lejos.

 

Compre tanto como si aún viviera con Jake, Suspire y levante mi mentón viendo al frente no iba a llorar más por eso.

 

Qué raro me parecía ver el volvo de Edward del otro lado de la calle, de verdad ya estoy alucinándolo me fije bien para comprobar que no era, obvio no podía ser pero no podía apartar la mirada. Dos personas se besaban enseguida del carro y . . .

 

Edward sostenía a la misma rubia que había besado Jake entre sus brazos, sus manos sostenían firmemente su cintura mientras lo devoraba literalmente, luego él paso sus manos entre su cabello, no puede ser las piernas me fallaron primero y luego el resto del cuerpo, los ojos llorosos impidieron que pudiera ver más, el sonido de las cosas quebrarse al resbalarse de mis manos sin fuerza me sobresalto logrando así que pudiera parpadear, vi que también el sonido los hizo voltear y nuestras miradas se cruzaron, no necesitaba explicarme nada lo vi correr hacia mí y como pude me subí al carro. Las estúpidas manos me temblaban para prenderlo finalmente acelere hasta el fondo para huir.

 

No podía conducir bien, las lágrimas me nublaban la vista y no sentía mi pie lo suficientemente firme en el acelerador, continúe así por varias calles hasta que tome la carretera. Me iba muriendo. Pase un bache y el carro se sacudió fuertemente no podía continuar así iba a dañar el carro de Angela, la sangre había abandonado mi cuerpo no tardaría en sufrir un colapso por lo que como pude me orille en la carretera. Recargue mi frente contra el volante y apreté los ojos. Mentiste. Había dicho que no estaba en la ciudad y ya había regresado. Lo peor había vuelto con la tipa que "le había roto el corazón" golpee el volante.

 

―¡Ahora todos me ven la cara! ¿A qué hora me volví la reina de las estúpidas?

 

Todo comenzó a dar vueltas en mi cabeza mire hacia enfrente y no había nada, ni fuera ni en mi corazón. La noche me absorbía jalándome hacia sus profundidades, se abrió la puerta del copiloto pero no podía moverme para ver quién era y poner el seguro, en fin daba lo mismo. Alguien me zarandeaba, me hablaba a gritos, la voz del que juraría era mi ángel, mi propio milagro personal me sacudía una y otra vez, su voz se escuchaba rota. No quiero volver a la realidad, que mala soy hasta para escapar me ha dado alcance, seguramente quiere explicarme su versión pero ¿qué me va a decir? Poco a poco fui recordando, tome fuerzas y abrí los ojos recuperándome de mi estado catatónico para mirarlo.

 

― ¡Bella! ¡Por Dios tienes que escucharme!― desesperado tomo mis manos entre las suyas.

 

― No hay nada que decir― Logre articular palabra. Mi voz sonó dura y firme asombrándome pues pese a mi estado, las lágrimas habían cesado.

 

― Claro que lo hay, sé que no es fácil de creer, pero ella me beso es que yo la fui a buscar por qué…

 

― ¡Basta Edward! No necesito tus explicaciones, lo que no entiendo es por qué me engañaste, ¿Qué querías de mí? Solo una amante y tener otra amante ¡¿y así seguir tu vida?― grite soltándome de sus manos como si me quemaran. Sus ojos esmeraldas un poco llorosos, no deberían convencerme.

 

― Sé que suena muy estúpido pero, te lo explicare.

 

― ¡No!, y hazme el favor de bajarte de mi auto o me bajare yo― quise abrir el auto pero él había puesto con el botón los seguros.

 

―Joder Bella solo déjame explicártelo y después me bajare y no te volveré a buscar nunca te lo juro― Lo mire tratando de no llorar. No hice más movimientos por escapar, lo dejaría que intentara convencerme sin embargo después de que me dijera sus mentiras le pediría que se bajara para marcharme – quería saber si Jacob salía con Tanya, me moría de curiosidad por saberlo y de ser así descubrirlo para tontamente correr a contártelo, me regrese antes porque sabría que no tendría forma de escabullirme de ti para buscarlo y comencé mi tonta faceta de detective. Los vi salir juntos en la tarde pero eso no me decía nada, no significaba que te engañara, alcance a Tanya y ofreció contarme si la llevaba a su casa… accedí como un estúpido con tal de que me lo dijera y me lo confirmo Bella…―

 

―Eso ya lo sabía Edward, lo descubrí ayer. No tenías por qué hacer todo esto ¡gracias! ahora ya lo sé y también sirvió que con ese encuentro ustedes arreglaran sus diferencias, ahora si me permites...― Encendí el vehículo, cerró la llave apagó el motor y se guardo las llaves.

 

― No he terminado, no estaba enterado que tú ya lo sabías ¿por qué no me lo dijiste por mensaje?

 

No te lo dije por el dolor que me causo saberlo.

 

― No sé― Me encogí de hombros.

 

― En fin llegamos a su casa me dijo que le abriera la puerta y entonces jalo mi mano ¡y joder se me trepo Bella! me mordió para poder acercarse a mi boca, quise quitarla pero no pude con facilidad, ¿eso no lo viste?― quería creer en sus palabras, pero cuando recordaba la escena no era eso lo que veía así que rompí en llanto otra vez.

 

― Por favor Bella no puedes creerte eso que viste, de qué han servido mis besos, mis caricias, nuestros te quiero, si en mí no confías, ¿si ahora nos estamos perdiendo? Jamás volvería con Tanya y bien lo sabes, ¿cómo puedes dudar así de mí? por favor Bella tienes que creerme― jalo mis manos hacia él y me obligo a acercarme abrazándome fuertemente.

 

― Nunca ha tenido sentido que me quieras... a penas y nos conocemos – llore contra su pecho.

 

Levanto mi cabeza con las dos manos y me miró. Luego se acerco a mí y me besó a la fuerza, proteste entre sus labios. Sostuvo mi rostro aferrándome al suyo, intente empujarle con mis débiles manos pero no pude no solo porque fuera más fuerte que yo… lo amaba ya demasiado como para hacerme la digna y quitarme de su manos, demasiado como para poder rechazar el sabor de su boca, quizás me había precipitado… ¿cómo alguien que había quedado tan lastimado iba a volver con la misma mujer? El destino nos había hecho una mala jugada. Bueno eso quería creer…

 

― Quiero estar contigo, ser tuyo ― su aliento golpeo en mi piel.

 

― Edward es que yo…

 

― Shhh, no me digas nada ¿Dónde estás quedándote?

 

― ¿Cómo sabes que no estoy en mi casa?― Frunció el ceño.

 

― Eso no importa, ¿Dónde te estás quedando?

 

― Con Angela.

 

― Quédate conmigo hoy.

 

― No Edward no creo que sea conveniente…

 

― Por favor― mordí mi labio y me concentre en sus ojos parecían sinceros.

 

Su mano recorría perezosamente mi mejilla, mi mente gritando que me fuera y mi cuerpo amenazado con sufrir una combustión por tenerlo tan cerca. Suspire derrotada.

 

― Bueno, solo… vamos a llevar el auto y a por algunas de mis cosas a mi departamento.

 

**Edward POV**

 

No podía separarme de ella, no hoy, así que después de dejarle a Angela su auto nos dirigimos a su departamento.

 

Ya lo conocía por fuera, pero me moría de curiosidad por entrar así que sin esperar ninguna invitación me baje rápido y le abrí la puerta.

 

― No me tardo, no es necesario que me acompañes…―No respondí y jale su mano para caminar hacia adentro. No se movió ni un milímetro. Enarque una ceja, estaba estática rehusándose a que la acompañara.

 

― No piensas moverte― no era pregunta.

 

― No.

 

― ¿Así las cosas?

 

―No quiero que veas el desastre― Ah bueno si solo es eso…

 

La tome de la cintura y chillo mientras la cargaba en brazos tratando de zafarse.

 

― ¿Qué más ocultas, tienes algún esclavo sexual encadenado?

 

― ¡No! ¿Cómo puedes…?

 

Puse un dedo en sus labios ―Entonces andando.

 

La baje de mis brazos, suspiro mortificada y jalo ahora ella de mi mano. Abrió la puerta de su departamento y me dedique a observarlo detenidamente. Las paredes color crema un tanto gastado, no reflejaban la luz que provocaba Bella, el piso era de madera y crujía al caminar. Una planta había muerto, seguramente por falta de agua, sin embargo estaba muy en orden y lo mejor: olía completamente a Bella, toda la casa tiene un poco de ella, en los colores, en los cuadros. Me deje caer pesadamente en un sofá de color arena y vi la mesa de centro, tenía una foto de ella y Black. Se veían felices, fruncí el ceño.

 

― Lo lamento no tuve tiempo de limpiar.

 

― Tira ya esta foto― la tome entre mis manos para observarla detenidamente y ella me extendió su mano pidiéndomela por lo que tuve que dársela.

 

― Todo ha pasado tan rápido― murmuro con un deje de tristeza.

 

No, no te quiero ver triste. Me levante del sofá y la abrace por la cintura inclinándome a su oído.

 

― Creo que debo subirte el sueldo― susurre.

 

― ¿Qué?

 

― No te mereces vivir aquí, mereces un castillo o una mansión cuando menos― pase mi nariz por su cuello deleitándome con su aroma.

 

― Efectivamente, creo que debo pedirle a mi jefe un aumento, es un poco tacaño ¿sabes? no me acabalo ningún castillo con mi miserable sueldo― Apretó sus labios conteniendo una sonrisa y me pegó con el retrato en el pecho.

 

― Ha de ser un tipo de lo peor.

 

Se libero de mí con una sonrisa y se la devolví dándole un pequeño beso mientras se iba a hacer su maleta.

 

Cuando terminó finalmente me dispuse a llevarla a mi residencia.

 

―Debí imaginarme que vivías en una mansión― dejo escapar un suspiro, veía al frente mordiendo su labio inferior.

 

―No es una mansión Bella es solo mi casa y también es tuya― me estacione y corrí antes de que se bajara, siempre tenía esa costumbre de querer bajarse sin esperar a que le abriera la puerta, la cargue en brazos tomándola por sorpresa para entrar juntos a mi casa.

 

Camino pasando sus manos ligeramente por la tela de los sillones y como niña curiosa me miró para ver si podía explorar, le sonreí abiertamente y se puso a caminar por toda la casa.

 

Yo me descalce y me senté sobre uno de los sillones para admirarla estaba asombrado de tenerla ahí, la propia casa cobraba vida con su presencia, sí definitivamente la quiero viviendo aquí, iluminando mi casa y mi vida entera, me levante buscándola.

 

Estaba en el pasillo y se asustó cuando la tome por la cintura. Estaba viendo una foto de mi familia.

 

― ¿Y cómo te fue con tu familia, si los visitaste?―note en su voz una pequeña nota de sarcasmo. Aún dudaba de lo que le había contado.

 

―Por supuesto, me fue muy bien ya me extrañaban mucho, tenías razón no debo dejar de frecuentarlos tanto tiempo― la gire para que quedara de frente a mí– ¿me crees?

 

Sus manos se posaron sobre mi pecho, comencé acercarme a ella pasando mi vista por todo su cuerpo, nunca tendría suficiente de ella… cerré mis ojos y pase mi nariz por su rostro dejando que su olor nublara mis pensamientos, quería recorrer cada centímetro de su cuerpo y de ser posible detener el tiempo, los abrí de vuelta y me topé con su mirada nos quedamos así mirándonos… amarle me resulta tan fácil, que no necesito de porqués, no necesito dudas, ni miedos. No necesito cambiarle en algo solo la necesito a ella. Y toda ella me abrumaba.

 

Como pude me deshice de su mirada y le tome la mano guiándola a mi habitación para que la conociera. Camino lentamente recorriendo todo con su mirada. Me recargue en la puerta sin poder dejar de admirarla. Su blanca piel, sus largas y torneadas piernas, su cabello largo y un tanto ondulado, su falda lila ceñida a sus caderas… aún no sabía si toda ella ya me pertenecía o no, me resultaba imposible no sentirme atraído y enamorado de vivir en el peligro de saber que justo ahora quizás estaba pensando en él, joder que sentimientos tan encontrados. Volteó de pronto y me miró.

 

― ¿Algo va mal?― caminó hacia mi extendiendo su mano sobre mi rostro. Cerré los ojos rehusándome a mirarla.

 

― Me preguntaba si… ya tomaste una decisión...― Logre decir.

 

―Edward…. Yo… aún no he hablado con Jake no pude verlo después de que me entere, prometí hablarle en cuanto regresara para…―

 

― No me digas más― La interrumpí― ¿Cuánto tengo que esperar solo dos semanas más?― Mierda mi voz salió un poco áspera y lo último que quiero es verme como un loco desesperado. Presionándola. Mordió su labio y asintió ― está bien esperare, pero al menos ¿puedes quedarte conmigo durante ese tiempo?― Una amplia sonrisa se dibujo por su rostro.

 

― ¿Lo dices enserio?

 

― No, lo dije para ver si te emocionabas― fruncí el ceño― por supuesto que te lo digo enserio.

 

― Bueno… si tú quieres…― recostó su cabeza en mi pecho.

 

Mi corazón bombeo con fuerza, quería gritar, levantarla y dar mil vueltas pero me limite a levantar su mentón. Perdiéndome en sus ojos deposite mis labios en los suyos comenzando lentamente a besarla. Una de mis manos estaba firme en su cintura aferrándola a mi cuerpo y con la otra recorrí con la yema de los dedos el contorno de sus pómulos, su cuello, sus hombros, poco a poco sin prisa, con calma, saboreando cada rincón, haciéndola estremecer.

 

Grabando en su memoria una noche inolvidable despacio desabotone su camisa y seguí recorriendo con mis dedos el contorno de su figura pasando ahora por el nacimiento de sus senos, toque ligeramente el encaje de su sostén, su lengua encontró la mía y continuamos besándonos, solté su sostén mientras la empujaba hacia la cama.

 

― ¿Me extrañaste?― su voz sensual mando una corriente por todo mi cuerpo.

 

Joder, sí.

 

―En realidad no mucho― respondí. Me pare sobre el borde de la cama haciendo acopio de todas mis fuerzas para no abalanzarme sobre ella.

 

― Pues yo sí, y te quiero sentir ahora― Sonreí y jalo de mi camisa.

 

Acomode mi cuerpo entre sus piernas y seguí besándola recorriendo lentamente con mis labios su vientre, mis manos se amoldaban perfectamente a sus curvas, me jaló hacia su rostro para besarme y comenzó a desabotonar mi camisa y le ayude para zafarme de ella lanzándola por algún lugar de la habitación. Con una mano me apoye para que no cargara todo mi peso y con la otra descendí hasta sus muslos entrando por debajo de su falda, subió sus manos lentamente por mi espalda rozándome apenas con las yemas de sus dedos. Un jadeo involuntario salió de mi boca.

 

― Pensé que no me habías extrañado―musito entre mis labios.

 

— Ya sabes que si— gruñí en respuesta.

 

Termine de desnudarla y ella a mi pero no quería hacerle el amor todavía, quería continuar disfrutando de su sabor, quería prolongar este momento lo más que pudiera. Mis dedos se abrieron camino en su intimidad haciéndola soltar un gemido contenido, deslice mi lengua por todo su cuerpo hasta perderme en su intimidad aferró sus manos a mi cabello, sin poder evitarlo sonreí por su prisa su cuerpo mandaba electricidad por todo mi ser, me pregunto si algún día dejara de pasarme como la primera vez que la toque sin duda agradezco que esto no acabe con el tiempo. Subí de nuevo besando su abdomen, succionando un poco sus pezones, mis manos recorrían lentamente el contorno de su pierna pasando por su rodilla…

 

― Edward...― dijo de pronto y me incorpore para mirarla― Es en este preciso instante cuando tus labios tocan mi cuerpo, cierro los ojos y pretendo imaginar que de verdad eres mío…― Enredó una de sus manos en mi cabello atrayéndome a su boca y con la otra presionó mi espalda contra su cuerpo, desmoronando todos mis planes de hacer las cosas lentas y despertando en mi interior un fuego que me consumía.

 

Me acomode abriéndome paso entre sus piernas y entre de una sola estocada. Gemimos juntos y comencé a embestirla se aferró a mi cuello y apretó con fuerza sus piernas a mi cintura.

 

—No son imaginaciones, ya te lo he dicho soy tuyo—Jadee en su oído.

 

Recorrí su cuello dejándole besos húmedos y aceleré mis movimientos, mi piel ardía en llamas. Sostuve sus caderas con mis dedos hundidos en su piel y arquee mi espalda apretándome contra ella, gimió y nuestros ojos se encontraron deslizó sus manos a mi cabello enredándolo entre sus dedos. Nos besamos tan profundo que sentí el beso en lo más hondo de mi alma.

 

– Te… amo― murmuró entre cortadamente y sus palabras me golpearon mentalmente.

 

Por primera vez en siglos podía ser yo mismo, podría romper las restricciones que me había impuesto de no enamorarme de nadie. Una cosa era querer y otra amar, sin duda amar era algo muy intimo y peligroso. Sobre todo peligroso. Su cuerpo se arqueo mientras tenía un orgasmo y Dios…Mío. Nunca en mi vida había visto un espectáculo tan hermoso, y para mi suerte o desgracia no había marcha atrás. También la amaba. Cerrando los ojos eche mi cabeza hacia atrás y me concentre única y exclusivamente en ella. Un poderoso orgasmo atravesó todo mi cuerpo desconectando mi mente.

 

―Como yo a ti― susurre.

 


Hola nenas, este capi fue beteado por Irene Cullen, espero que les haya gustado :)

Capítulo 20: De regreso del Viaje Capítulo 22: Cuestión de tiempo.

 


Capítulos

Capitulo 1: Superando Errores del pasado Capitulo 2: La nueva Asistente Capitulo 3: La razón Capitulo 4: Conociéndonos Capitulo 5: La comida Capitulo 6: Aventura Capitulo 7: Juegos Capitulo 8: Complicaciones Capitulo 9: Cada quién con su cada cual Capitulo 10: Aclarando dudas Capitulo 11: Planeando nuestra salida Capitulo 12: Bora Bora Capitulo 13: A flor de Piel Capitulo 14: Frente al mar Capitulo 15: Deteniendo el tiempo Capitulo 16: De regreso Capitulo 17: El viaje Capitulo 18: Confesiones Capitulo 19: Verdades al descubierto Capitulo 20: De regreso del Viaje Capitulo 21: Malos entendidos Capitulo 22: Cuestión de tiempo. Capitulo 23: Sorpresas Capitulo 24: Haciendo elecciones Capitulo 25: Por algo pasan las cosas Capitulo 26: Empezar de nuevo Capitulo 27: Cambios Capitulo 28: Amigos Capitulo 29: Final del día Capitulo 30: Salida Capitulo 31: Salida segunda parte Capitulo 32: Cosas por hacer Capitulo 33: Las Vegas Capitulo 34: No importa el tiempo Capitulo 35: En peligro Capitulo 36: Contigo Capitulo 37: Una nueva oportunidad Capitulo 38: Un mes Capitulo 39: Impulsos Capitulo 40: Queja Capitulo 41: Cita Capitulo 42: Nada es lo que parece Capitulo 43: Confrontaciones Capitulo 44: No hay vuelta atras. Capitulo 45: Central Park Capitulo 46: ¿Qué soy para ti? Capitulo 47: Visitas inesperadas Capitulo 48: Noticia Capitulo 49: Reacciones Inesperadas Capitulo 50: Adicción Capitulo 51: Todo o nada Capitulo 52: Propuesta Capitulo 53: Transtornos Capitulo 54: Tú, mi felicidad.

 


 
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