**Bella POV**

Por la mañana me despertaron los timbrazos que daba mi celular, pensé que sería una alarma hasta que vi número desconocido

— ¿Sí?, diga—  respondí un tanto soñolienta

— Isabella Swan? Le hablo de la Casa de Valores Cullen, es para informarle que ha sido seleccionada para trabajar con nosotros, el señor Edward necesita que se presente hoy mismo para comenzar con sus actividades —De mi boca no salió nada dejando bien claro que me quede en shock

— ¿Isabella? —Llamaron de nuevo del otro lado de la línea. Y por su voz supe que era Victoria. Me aclaré la garganta.

— Sí, disculpa en una hora y media estoy ahí.

De nueva cuenta alistándome a velocidad absurda, no encontraba que ponerme y saqué rápido un pantalón de vestir y una camisa blanca, me pasé el cepillo y eche conmigo la bolsa de cosméticos para darme una pasadita en el camino.

Al llegar me encontraba más nerviosa que el día anterior de solo pensar en Edward ya estaba hiperventilando.

—Sígueme —Victoria me guió de nuevo por aquél gran pasillo y dejándome frente a la puerta de caoba dio la media vuelta y se fue. Di unos toques con mis nudillos para saber si podía pasar.

—Adelante  –Contesto la misma voz seductora y aterciopelada.

Frente al escritorio hundido entre mil papeles, estaba de nuevo aquél ser irreal. Su pantalón de vestir y una camisa de color negra sin fajar lo hacía ver increíblemente informal pero no por menos guapo. Dio media vuelta mirándome y sonrió.

— Buenos días, te ves muy bien hoy también, ven ayudarme con estos papeles.

— Gracias —Sonrojada de nuevo cual chica de campo me acerqué hacia él.

Mientras acomodábamos el desorden, preguntaba que si cuando me había graduado, donde había vivido. Le conté que mi padre viva en Forks y mi madre…. en Jacksonville. No quería hablar de mi mamá…  solo le dije que yo me había mudado por mis estudios. Preguntó que si donde vivía, que si tenía vehículo, comenté que no me dijera Isabella odiaba el nombre completo, le pedí que solo me llamara Bella. Así se fue la tarde acomodando papeles y arreglando su oficina. De cuando en cuando lo miraba fijamente, me fijaba en su sonrisa, en el verde intenso de sus ojos, su sonrisa torcida, estaba cautivada con su aroma, nunca me había pasado esto con ningún hombre, y también note su mirada fija en momentos, me mordí el labio cuando capture su mirada.

—Disculpa si te miro tanto, en verdad que me tienes cautivado. —Murmuró de pronto.

— ¿Cómo dices?—Me volví a sonrojar.

—Si con tu destreza —Ahh… pensé, maldita imaginación volátil —eres muy hábil mira ya tenemos toda la oficina limpia. —Hasta ese momento lo había notado ahora que lo mencionaba uff y yo que ya me había ilusionado con su comentario. Miré la hora y ya eran pasadas las 8. —Ohh ya es muy tarde. —Pensé en voz alta

—Sí, cuanto lo lamento no era mi intención que se hiciera tan tarde, ¿tienes algún compromiso?

Dude en responderle no sabía que decir, si Jacob estaría o no en la casa... lo más probable sería que no ¿y si en realidad quería preguntarme que si tenía novio? Noto mi debate interno y me respondió

—Si quieres puedo llevarte a tu casa, sé que vienes en taxi y ya es muy tarde para irte sola, no me gusta que andes sola...

Mi corazón se paró, de solo pensar en ir en su automóvil. —Sí... Te lo agradecería mucho. —Susurré mientras mi corazón latía desaforadamente.

—No se diga más mañana necesito que me hagas una agenda tengo una comida y me gustaría que me acompañaras, te cuento en el camino, vámonos. —En ese momento sonó su celular, miró el número y dudó en contestar sin embargo lo hizo — ¿Qué paso?.... No, Jessica hoy no vayas a la casa llegare tarde... la verdad no sé si  mañana tengo una cena con unos inversionistas… ok entonces nos vemos. —Colgó. Luego suspiró profundamente me miró a los ojos hizo su sonrisa torcida y me dijo —Andando.

En el camino a el estacionamiento me preguntaba quién sería Jessica, obvio debí imaginarme que alguien tan guapo como él no podía estar solo, pero me daba miedo preguntarle y me daba más miedo esta sensación de celos que tenía repentinamente, yo no era nada para él, solo su asistente y de seguro ni siquiera era de su gusto, esa llamada sirvió para que me aterrizara de esa nube tan alta en la que ya me encontraba.

— Te noto muy seria, ¿paso algo malo? —Preguntó sacándome de mis ideas.

— No, para nada... Lamento si interrumpí algo para ti... —Tenía que decirlo, quería que me dijera que era su novia o algo notó el rumbo de mi pregunta.

—Mmm no, lamento que escucharas eso, Jessica es… bueno mi novia...—Me lo imaginaba y ridículamente  me sentí triste.

—Pero hemos estado teniendo unas dificultades últimamente... —sonrió mirando hacia abajo moviendo su cabeza a los lados —En realidad no sé ni porque te estoy contando esto, lo lamento—  Dijo mirando hacia abajo y casi creo que se sonrojó.

—No, no tienes por qué avergonzarte.. Todos tenemos problemas, es normal ¿no?—  Quería alentarlo quería que me siguiera contando mi corazón latió fuerte con la idea de pensar que no estaba bien con su novia, ¿qué me estaba pasando??

— ¿También tú tienes novio? —Preguntó mientras bajábamos por el ascensor, sentí un balde de agua fría no quería contestar eso

— Sí… —Respondí como no queriendo decirlo. Pero también estamos atravesando por algunas dificultades —en realidad no estaba mintiendo la tarde de sexo con Jake había sido la primera ¡en 2 meses! no tomando en cuenta que ya tenía 2 días sin llegar a dormir por su trabajo…

— ¿En verdad? —respondió como aliviado. —Creí que era el único que se la vive peleando —sonrió y su sonrisa brillaba más aún a pesar de la tenue luz del elevador.

Caminamos por el estacionamiento era subterráneo y a penas se podía ver el vehículo las tenues luces lo hacían verse un tanto sombrío  abrió la puerta de su vehículo, plateado un volvo parecía ser, luego corrió por el otro lado para subir a el auto me dio risa que lo hiciera.

— ¿Qué pasa? —Preguntó con una sonrisa, pero me daba pena decirle que me reí de que corriera para subirse así que cambie de tema.

— Me pregunto cómo es que te dije que peleaba con Jacob —Me reí de nuevo por lo absurda de mi respuesta.

— ¿Jacob? con que así se llama ¿eh? —Preguntó elevando una cobriza ceja se, me mordí el labio inferior, se veía tan guapo. Y yo diciéndole el nombre de mi novio, tonta tonta me golpe mentalmente.

— Sí…

— ¿Y cuánto tienen de novios? —Preguntó curioso yo no quería hablar de Jacob no ahora que venía con él.

— Tenemos 2 años y medio y ¿tú con Jessica?—  Así sería más fácil cambiar de tema

— Vamos para un año —Contesto secamente, por lo que no dije nada más.

— Te quería comentar de lo de mañana, —Rompió el silencio que comenzaba a invadir el automóvil — Vamos a ir a una comida a las 2 me gustaría que te pusieras algún vestido de coctel, le dije a Victoria que ya te depositara una parte de tu sueldo por si no tenías vestido para que pudieras ir a comprarlo, quizás tengamos que durar ahí hasta en la noche… ¿Habrá algún problema con Jacob si llegas muy tarde? —Me miró fijamente, me sorprendió que ya memorizara el nombre.

— No —respondí de inmediato, — No creo que haya problema, Jacob tampoco a estando viniendo a la casa a dormir… Se la vive de viaje —De pronto vi mi calle que nos estábamos pasando —perdón da ¡vuelta aquí! —grité como idiota, con un giro rápido que ni se sintió tomamos el camino mientras él sonreía supongo que por mis gritos de loca.

— Ahí es —Dije apuntando a los departamentos, estacionó el automóvil y extendí mi mano para despedirme de él formalmente. No sabía cómo despedirme de pronto ya nos teníamos muchas confianzas…

Jaló mi mano hacia él y se acercó a mi cara y me dio un beso en la mejilla dejándome varada y roja. La sensación de electricidad recorrió mi cara pasando por mis manos. Él soltó una risa.

—Perdón no era mi intención despedirme así pero no me gustan las formalidades, de ahora en adelante nos despediremos y saludaremos de beso. —Una seductora sonrisa se dibujó en sus labios, y cual mensa solo pude asentir. Apoyándome en el marco me sujetpe con fuerza para poder salir del carro.

**Edward POV**

Después de dejar a Bella en su casa, conduje despacio rumbo a mi casa. Por primera vez en no sé cuánto se podía decir que venía feliz. Su perfume había dejado impregnado el vehículo, hacía mucho tiempo que no pasaba un rato tan agradable conversando con alguien, en cuanto entre en mi casa me descalcé y caminé hacia mi habitación. Recostándome sobre la cama,  cerré los ojos recordando lo vivido...

Habíamos platicado de muchas cosas de cuando en cuando la miraba y se sonrojaba y sentía que ella también me veía a mí, por eso me animé a preguntarle si tenía novio, claro que tenía, no había apreciado realmente su belleza hasta hoy. Sus caderas le daban forma a su pantalón recto de vestir su blusa blanca resplandecía junto con su piel, su hermoso cabello olía a fresas y sus ojos de un intenso color chocolate me miraban llenos de preguntas. Debo admitir que me molesto que tuviera novio y más aún que vivieran juntos, eso implicaba que compartían sus noches, la intimidad de una pareja, casi como Jessica y yo, solamente que aún no daba el paso de pedirle a Jessica que se viniera a vivir conmigo. Con ella me sentía feliz, a diferencia de con Jessica hacia mucho que no me sentía tan entusiasmado por una comida. Me dormí pensando en el día de mañana.