Haciendo Elecciones (+18)

Autor: skuichy
Género: + 18
Fecha Creación: 26/01/2012
Fecha Actualización: 19/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 39
Comentarios: 248
Visitas: 145646
Capítulos: 54

Todo comenzó con una atracción; me gustabas, quería cazarte. Ambos teníamos pareja, así que sólo era eso, un juego. ¿Pero que pasa cuando uno de los dos quiere más? El juego deja de serlo y una terrible verdad queda sobre nosotros. En el amor las cosas nunca son fáciles, claro tampoco nadie me advirtió que serían así de difíciles.

 

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Capítulo 2: La nueva Asistente

**Bella POV**

De pie frente a una gran ventana que dejaba ver toda la ciudad estaba un hombre alto de cabello rebelde y cobrizo contemplando la vista supuse. Su traje de color negro resaltaba su blanca piel, no usaba corbata y sus manos estaban metidas en sus bolsillos, su nariz era perfecta y sus labios delgados formaban una línea recta, dándole un aspecto de seriedad a su rostro, nunca en mi vida había visto algo tan hermoso y tan intimidante.

Se giró hacia mí y no sé qué cara me vería pero sonrió, y me sonroje automáticamente, como idiota. Sus ojos eran de un verde esmeralda que con la luz los hacía verse hermosos, sus pestañas enmarcadas hacían parecer que tenía delineados los ojos y sus cejas pobladas solo le daban un aspecto más varonil. No, definitivamente me encontraba en un sueño y no en una entrevista.

— Hola, eres mi última entrevistada toma asiento por favor. —Ohh... voz linda y aterciopelada, trague compulsivamente.

— Gracias—  me pregunte si sería capaz de responder a más preguntas.

— Bien, pues básicamente necesito una persona que me ayude a manejar este desastre como veras—  dijo mientras con su mano señalaba un montón de papeles en su escritorio y cajas de más papeles en una esquina. Eso solo quería decir una cosa…

— Disculpa tú... Eres... El Director Ejecutivo...—Sí hablando como babosa y en susurros iba a darme la entrevista. Él me miro de forma divertida e hizo una sonrisa torcida.

— Claro, es que este desorden no me da la seriedad adecuada, si me viera mi padre ya me habría corrido—  dijo con risitas, yo estaba en shock. —Y bien... —continuó. — ¿Me podrías dar referencias de ti? ¿qué sabes hacer, traes tu solicitud? —preguntó mientras observaba mi carpeta la cual pensé que ya habría arrugado de tanto que la retorcí en mis manos.

—Este, si disculpa—  Extendí mi mano para entregársela mientras mordía mi labio inferior, me daba tanta vergüenza ver la carpeta hecha un asco.

Cuando estire mi mano para darle la solicitud roce su piel, y miles de terminaciones nerviosas se prendieron como si yo fuera gasolina y el fuego, como si el toque hubiera sido eléctrico, definitivamente me estaba volviendo loca, y como tonta retiré mi mano. Él de nuevo sonrió, ¿Qué diablos me estaba pasando? ¿Cómo podía sentir todo eso con un hombre que apenas estaba conociendo? Tomé aire necesitaba tener un poco de control de mi misma para responder sus preguntas.

—Te puedo decir que me gradué de Harvard y que trabaje en algunos despachos contables, nunca he trabajado de asistente pero te aseguro que no te arrepentirás si me contratan, aprendo con facilidad y manejo muy bien los balances generales. — fue todo lo que se me ocurrió decir, pff que absurda respuesta no había mencionado nombres de ninguna compañía importante y en mi currículo podría verificarlo, lo más probable es que no me dieran el empleo, pero al menos había conocido a el hombre más guapo que jamás creí que existiera, sonreí de solo pensar en eso.

—Muy bien ¡me parece excelente!—sonó el teléfono y lo contesto rápido — ¿Si, Victoria? Ah... Dile que ya sabe bien la respuesta, sí, ¡como cada noche!—  colgó de pronto molesto y puso sus dedos en el puente de su nariz, como mortificado.

—Haz de disculparme pero me tengo que retirar, esto es una de las cosas que más me molesta… contestar el teléfono, espero que no te moleste cuando recibas miles de llamadas—  soltó una risita.

¿Eso que quería decir? ¿Qué me daba el empleo? A lo mejor solo lo dijo al aire... Extendió su mano en señal de despedida y yo rápido la tomé, de nuevo esa sensación rara corrió por mi cuerpo quemando cada parte de mi ser, me asustó esa nueva sensación y solté rápido su mano. Sí otra vez, como niña de campo.

—Muchas gracias por su tiempo señor Cullen, —di media vuelta quería salir disparada de su oficina. Estaba aturdida, excitada, asustada. Casi me estampo con un enorme macetero por ir viendo a hacia abajo pero no me giré para ver si me había visto.

Cuando llegue al departamento Jacob no estaba, siempre llegaba muy tarde ya que saliendo de la universidad trabajaba en un despacho de abogados y muchas veces le dejaban trabajo de tiempo completo ya que había casos que tenía que tener listos por la mañana, inclusive algunas veces salía de viaje con sus jefes para hacer auditorias en diferentes estados. Alegrándome un poco de que no estuviera me tumbé en la cama no quería que nada interrumpiera el hecho de que quería acostarme y cerrar los ojos para verle de nuevo...

Era increíble que él fuera el director de la casa de valores, ¿cuál sería su nombre? Que tonta además había asumido que era un hijo del Señor Cullen ni siquiera pensé que pudiera ser un familiar, me conecte al internet desde mi celular para buscar más información, y ahí estaba...

Edward Cullen egresado de Harvard, maestría en Finanzas, es uno de los herederos del imperio de la Casa de Valores Cullen, su padre de nombre Carlisle Cullen, tiene además otros dos hijos Emmett y Alice, su madre Esme como se le conoce en el medio, dueña de la cadena de Hoteles Cullen...

Dios sí que estaban nadando en dinero, que en realidad es lo último que le hace falta, pensé, cerré el celular y seguí pensando en su rostro. No era como si Jacob hubiera dejado de gustarme o porque tenía esos pensamientos, simplemente entre Jacob y yo también las cosas andaban un poco frías y... a nadie le hacía daño soñar tantito ¿No? Todas lo hacemos, pero Edward, él removió un poco esa delgada línea de la fidelidad hasta con el pensamiento.

Escuche como giraban la llave de la puerta y me pare de inmediato, asustada como cuando te atrapan haciendo algo malo. Era Jacob.

— Hoola amor vengo a comer antes de irme a el trabajo—  dijo mirándome de arriba abajo con ojos grandes y oscuros.

— Pues... veras vengo llegando— Empujé mi cabello detrás de mis oídos —no hice comida, deja te caliento rápido algo —me encamine a la cocina y saqué pasta que había quedado del día de ayer, la puse en el microondas cuando sentí que me abrazaba por la espalda.

— ¿De dónde vienes tan guapa?—  pregunto mientras movía mi cabello hacia un lado y sus grandes labios besaban mi cuello. Una de sus manos subió de forma sugerente por mi blusa.

— Te dije que iría a una entrevista de trabajo, ¿lo recuerdas? —Me molesto que ni siquiera lo recordara por lo que con uno de mis brazos me zafé de su abrazo empujándolo hacia atrás.

Por lo que retrocedió, le puse tiempo a la comida y me recargue contra la barra sin encararlo para esperar a que estuviera la comida lista y servirle. De pronto sentí como sus manos subían por mis muslos hasta mi falda e intentaban bajar mi ropa interior.

— Jake ¿qué haces? —dije mientras trataba de voltearme y echarle una mirada furiosa, no estaba de humor para eso.

Me sujeto la espalda con una mano y me reclinó sobre la barra impidiendo que pudiera mirarlo, sentí su erección entre mis glúteos y me estremecí.

— Así que te pusiste muy guapa para coquetear con el Director General, ¿ehh?—  escuché como se desabrochaba el pantalón, aún seguía deteniéndome con una mano por lo que no podía mirarle estaba reclinada en la barra, subió mi falda y sentí como sujetaba su erección y me daba pequeñas nalgaditas con el.

— Basta Jake, deja servirte la comida se te hará… tarde—  intente sonar molesta pero me fallo la última palabra al quebrárseme la voz.

Eso basto para que se introdujera en mi con fuerza moviéndose de arriba hacia abajo, se me escapó un gemido ante la fuerza que utilizo, él retiró su mano de mi espalda y jaló suavemente de mi cabello para que me enderezara hacia él, gimiendo me arqueé contra él.

—Tú solo eres mía, ¿verdad? —Dijo con la voz entre cortada por la excitación y la fuerza que estaba empleando para penetrarme.

No respondí, yo no era de nadie.

Apretó mis senos con sus manos y luego volvió a reclinarme sobre la barra esta vez la use como apoyo para controlar mi cuerpo que se movía junto con el suyo, empujándome un poco hacia afuera sentí que se enterraba más profundo y volví a gemir. Esto lo excito aún más y con mayor velocidad me embistió reclinando su cabeza en mi hombro mientras jadeaba en mi oreja, rompió nuestros gemidos al llegar al orgasmo con un grito, y se enderezo para que yo pudiera hacerlo también.

— Eres sensacional—  dijo dando pequeños beso en mis mejillas.

—Y tú eres un abusón —respondí mientras caminaba hacia el baño.

En realidad hacia mucho que no teníamos sexo ya hasta estaba pensando en no tomar anticonceptivos inútilmente. Quería creer que eso se debía a su escuela, él tenía muchos exámenes  y cuando no estaba haciendo eso estaba revisando casos, por lo que no me ponía mucha atención a pesar de la brusquedad del encuentro no voy a negar que fuera muy excitante. Me vino a la mar de bien sobre todo, para quitar esa tensión sexual que había sentido con… Edward…  

Ya que estaba en el baño decidí tomarme una ducha para relajar más mi cuerpo, siempre me sentía muy bien cuando me bañaba con el agua muy caliente y más ahora con este frío me gustaba hirviendo, a lo lejos escuche cuando Jacob se iba.

— Amor no creo llegar esta noche, te amo ¡nos vemos mañana!—  después escuche el cerrar de la puerta.

**Edward POV**

Ahí me encontraba mirando de nuevo por la ventana, como anhelaba que el jodido día ya terminara. Había recibido muchas personas para el Asistente que estaba buscando, en su mayoría mujeres, todas haciendo voces sexys o mostrando un escote llamativo con tal de ocupar el puesto, cuando entró Victoria escuche que dijo — Adelante – cerrando la puerta.

No tenía ganas de voltear de seguro era otra mujer más con alguna recomendación de algún amigo millonario o quizás otro vestido sugerente, que flojera.

No escuche que dijeran buen día ni nada por lo que me giré para ver al mudo o muda que estuviera allí. Ella no era la excepción me miraba como deslumbrada, sin embargo algo en su persona me llamo la atención, no estaba vestida de ninguna manera sugerente de hecho se veía recatada.

Pero la blusa azul resaltaba mucho su pálida piel y la falda le daba vida a su silueta, seguramente debajo de toda esa ropa escondía un hermoso cuerpo. Su cabello largo de color café con el reflejo del sol me parecía ver destellos rojos ¿quizás?, sus ojos grandes achocolatados me miraban con mucha intensidad por lo que sonreí y ella mordió su labio de forma muy sensual a mi parecer, poniéndose roja.

—Hola, eres mi última entrevistada toma asiento por favor. —Ronronee a propósito para ponerla más nerviosa, luego hice un ademán para que se sentara.

— Gracias— respondió como un ratoncito asustado. Volví a sonreír maliciosamente.

—Bien, pues básicamente necesito una persona que me ayude a manejar este desastre como veras —dije mientras con mi mano señalaba un montón de papeles en mi escritorio y cajas de más papeles en una esquina. Me avergoncé un poco en ese momento

— Disculpa tú… Eres... El Director Ejecutivo...—lo dijo de  la misma manera tímida y separando cada palabra, obvio debió imaginarse que yo solo era un entrevistador, semejante tiradero y además se me había olvidado al menos usar corbata, naturalmente pensaría que no lo era, además pensándolo bien me dio curiosidad que no me reconociera como todas las demás mujeres, le sonreí por su comentario mientras trataba de justificarme.

—Claro, es que este desorden no me da la seriedad adecuada, si me viera mi padre ya me habría corrido—   sin duda mi padre me habría corrido, él era tan meticuloso en ese aspecto. Me reí de solo imaginar su cara si viera mi oficina. — Y bien...— dije mientras la observaba con más atención — ¿Me podrías dar referencias de ti?, ¿Qué sabes hacer, traes tu solicitud? —Sonreí de ver como apretaba fuertemente su solicitud, pobre se encontraba muy nerviosa, y yo me encontraba sonriendo por todo como un pendejo.

De pronto todo lo que hacía me daba curiosidad, se mordía el labio y bajaba la mirada, nunca intento ser sexy ni sugerente sin embargo tenía algo que me estaba intrigando y... hasta gustando.

— Este, si disculpa—  extendió su mano un tanto temblorosa.

Me apresuré a tomarla ya que con sus movimientos me daba la impresión de que se le caería y se pondría aún más sonrojada de lo que ya estaba y por lo mismo chocaron nuestras manos cuando me la dio, al toque de su piel sentí un escalofrío desde la nuca hasta la espalda baja, como cuando tocas un aparato eléctrico y te pasa esa corriente de energía tan rápida y tan intensa a la vez. Jamás me había pasado esto con nadie, interrumpió mis ensoñaciones contestando lo que ya ni recordaba que le había preguntado.

—Te puedo decir que me gradué de Harvard y que trabaje en algunos despachos contables, nunca he trabajado de asistente pero te aseguro que no te arrepentirás si me contratan, aprendo con facilidad y manejo muy bien los balances generales —mmm además lista y se ve que tiene deseos de aprender y superarse.

A diferencia de mis otras entrevistadas que se preocupaban más por subirse un poco la falda o hablar de sus relaciones con algunos amigos míos del medio, ella me había dicho lo que en realidad sabía hacer, por ultimo sonrió de una manera que me hizo sentir que estaba muy segura de sí misma.

— ¡Muy bien me parece excelente! —conteste animado y en eso sonó el teléfono y lo conteste rápido, me había tomado por sorpresa.

–Sí,  ¿Victoria? Dije con voz seria no me gustaba que me pasaran llamadas en plena entrevista.

—Disculpe señor Cullen pero es su novia Jessica en la línea, ¿se la paso? Solo quiere saber si ira a cenar esta noche…—  la interrumpí, ya estaba molesto.

— Ah… Dile que ya sabe bien la respuesta. Sí, ¡como cada noche!—  colgué demasiado enojado, era increíble que cada día me hiciera la misma pregunta, lo mismo de siempre, si fuera a cancelar los planes rutinarios le avisaría ¿no? Creo que ya le estaba agarrando mucha idea a Jessica, me olvide de la pobre muchacha que me veía con sus hermosos ojos… Pero tenía que tener unas palabritas con Jessica inmediatamente.

— Haz de disculparme pero me tengo que retirar, esto es una de las cosas que más me molesta contestar el teléfono, espero que no te moleste cuando recibas miles de llamadas—  De pronto lo tenía decidido quería que trabajara conmigo no me importaba ver más currículos toda ella me intrigaba y quería conocerla... Un poco más, me dio risa de solo pensar eso.

Extendí mi mano para dar por terminada la conversación sin dejar de mirarla a los ojos. Ella respondió de la misma manera y de nuevo sentí esa oleada de calor tan intensa con más fuerza al tener su mano completa sobre la mía y no solo un rose, me estremecí ante el contacto y ella soltó rápido su mano, me pregunte si le molestaría mi piel.

—Muchas gracias por su tiempo señor Cullen,—  se dio la vuelta y salió a grandes zancadas de mi oficina por poco choca con una maceta pero siguió derecho y sin voltear.

¿Qué me había pasado con ella? De pronto ya imaginaba que se sentiría tocar su delicada espalda desnuda y besar su largo cuello mientras... basta Edward  me dije a mí mismo y tomé solamente mi maletín para irme rumbo a casa, tenía que tener una plática con Jessica.

Me disponía a salir de mi oficina cuando volvió a sonar el teléfono…

 

Capítulo 1: Superando Errores del pasado Capítulo 3: La razón

 


Capítulos

Capitulo 1: Superando Errores del pasado Capitulo 2: La nueva Asistente Capitulo 3: La razón Capitulo 4: Conociéndonos Capitulo 5: La comida Capitulo 6: Aventura Capitulo 7: Juegos Capitulo 8: Complicaciones Capitulo 9: Cada quién con su cada cual Capitulo 10: Aclarando dudas Capitulo 11: Planeando nuestra salida Capitulo 12: Bora Bora Capitulo 13: A flor de Piel Capitulo 14: Frente al mar Capitulo 15: Deteniendo el tiempo Capitulo 16: De regreso Capitulo 17: El viaje Capitulo 18: Confesiones Capitulo 19: Verdades al descubierto Capitulo 20: De regreso del Viaje Capitulo 21: Malos entendidos Capitulo 22: Cuestión de tiempo. Capitulo 23: Sorpresas Capitulo 24: Haciendo elecciones Capitulo 25: Por algo pasan las cosas Capitulo 26: Empezar de nuevo Capitulo 27: Cambios Capitulo 28: Amigos Capitulo 29: Final del día Capitulo 30: Salida Capitulo 31: Salida segunda parte Capitulo 32: Cosas por hacer Capitulo 33: Las Vegas Capitulo 34: No importa el tiempo Capitulo 35: En peligro Capitulo 36: Contigo Capitulo 37: Una nueva oportunidad Capitulo 38: Un mes Capitulo 39: Impulsos Capitulo 40: Queja Capitulo 41: Cita Capitulo 42: Nada es lo que parece Capitulo 43: Confrontaciones Capitulo 44: No hay vuelta atras. Capitulo 45: Central Park Capitulo 46: ¿Qué soy para ti? Capitulo 47: Visitas inesperadas Capitulo 48: Noticia Capitulo 49: Reacciones Inesperadas Capitulo 50: Adicción Capitulo 51: Todo o nada Capitulo 52: Propuesta Capitulo 53: Transtornos Capitulo 54: Tú, mi felicidad.

 


 
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