**Edward POV**

-¿A dónde vamos? –Pregunto Bella cuando no nos dirigíamos con la demás gente si no a otro patio del aeropuerto.

-¿Creías que viajaríamos con los demás?, yo tengo mi jet privado y nos iremos en el, ¿recuerdas lo del reportero? Lo vi abordar un avión, se confundió con mi vuelo –

Me reí, en realidad le había dicho a la recepcionista que cuando el reportero le preguntara a donde me dirigía por favor le dijera que iría a el Caribe, desde que Bella me comento que la deslumbraba note que tenía ese pequeño don con algunas mujeres. Por lo que la recepcionista accedió muy fácilmente.. Bella me sonrió y nos dispusimos a abordar.

- ¿Y bien cuando me dirás en donde está tu casa? –

-¿Siempre eres así de desesperada?

-Si-

-Entonces lamento decepcionarte te diré hasta que lleguemos,  de hecho poco antes de llegar tendrás que usar esto – le mostré una cinta negra – No quiero que arruines mi sorpresa-

-¿Haces esto muy seguido?- Se volteo para el otro lado refunfuñada parecía una niña pequeña era adorable

-¿Lo de vendar ojos o lo de escaparme con mujeres?- me fulmino con la mirada- Es sarcasmo Bella no, para tu tranquilidad no he hecho esto nunca.

-Ajá…-Rodee mis ojos

– Mejor cuéntame ¿cómo te fue con Jacob batallaste para convencerlo? – Pregunte como no queriendo la cosa.

-Si... un poco, de hecho se molesto cuando le dije que vendrías tú también – Dijo mientras acomodaba el cuello de mi camisa  - Pero... – De pronto su mirada se desvió y no dijo nada.

-¿Qué ocurre?-  Dio un largo suspiro y ya me estaba impacientando.

- No sé es que ayer vi el nombre de una chica anotado en su cuaderno y…. Me pregunto si tendrá una amante y yo no lo sabía – Me lo conto sin mirarme a los ojos.

Sentí una adrenalina tremenda, mi pecho quería estallar de felicidad de solo pensar que pudiera tener una amante y si Bella se diera cuenta ya no habría pretextos entre nosotros, pero al desviar su mirada de la mía note que le dolía que ese chucho la lastimara, aún lo quería…

- Y la verdad es que ni con qué cara reclamarle - Continuo – estaba escrito Tanya y un número… – ¿Tanya? No… no de ninguna manera podría ser la misma, por supuesto que no pero la verdad que yo ya le había perdido la pista hacía más de un año, pero… aunque borrara su número de mi celular no podía borrarlo de mi mente, no sabía si continuaba siendo el mismo puesto que ante su insistencia de contactarme yo había cambiado de número…

-¿Tienes el número? ¿Podrías mostrármelo?- Pregunte impaciente. Me miro a los ojos como extrañada.

-No, lo deje en casa ¿por?- No tenía caso que me estuviera volviendo loco por saber, ya con mi reacción rara la había sacado de lugar y no quería interrumpir nuestros momentos juntos con dudas sobre nadie. Regresando quizás podía investigar a ese Jacob…

-No por nada olvídalo, mejor hablemos de otras cosas – acomode un mechón de su cabello detrás de su oído– En realidad tengo muchas preguntas que hacerte, cuéntame ¿cuál es tu color favorito?…-

Y así continuamos el viaje platicando un poco de todo yo quería conocerla más a fondo me conto donde conoció a Ángela, me conto que sus papas eran divorciados y que le había causado un fuerte dolor esa separación,  fue en ese momento de tristeza cuando Jacob había aparecido en su vida bueno en realidad lo conocía desde niña pero hasta entonces se hicieron novios, yo escuchaba atentamente todo, quería saber absolutamente todo de su vida y de ser posible no hablar para nada de la mía… en realidad no quería contar el fiasco por el que había pasado. El piloto nos informó que ya íbamos a llegar por lo que pese a sus protestas le puse la cinta que llevaba.

La ayude bajar del avión y en tierra la cargue hasta el vehículo que tenía solo para esas ocasiones en las que viajaba a mi casa de playa, acelere para llegar lo más pronto posible me moría por estar ya a solas con ella y además Bella estaba muy impaciente con la cinta en sus ojos. Una vez adentro verifique que los de la servidumbre hubieran hecho caso de todo lo que pedí cuando informe que iría para allá entonces la ayude a salir del carro y descubrí sus ojos.

**Bella POV**

-Ya puedes abrir tus ojos – su voz aterciopelada  tenía un ligero fondo de ansiedad

Al abrirlos no podía creer aquello, la casa era más bien una cabaña gigantesca situada sobre el mar, nos rodeaban unas majestuosas rocas volcánicas, me descalce para sentir la arena blanca entre mis pies,  había un pequeño camino de madera que se tenía que atravesar para llegar a ella y estaba alumbrado por pequeñas velas..

-¿Te gusta? Bienvenida a Bora Bora - Me miro Edward con una gran sonrisa.

-Esto.. Edward es maravilloso!... ¿rentaste este lugar?-  silencio sepulcral - Este lugar es ¿tu -yo? Pregunte separando las letras

-Es un regalo de mis padres- Se encogió de hombros, como si le hubieran regalado un chocolate se acercó a mí y me beso luego me guio atreves de aquel camino para llegar

Al caminar pude observar lo cristalina del agua se veía de color esmeralda y el cielo parecía infinito, al llegar abrió la puerta y me dejo pasar primero.

El piso era de duela y las paredes eran blancas con adornos de madera en la parte superior, en la entrada había una sala enorme de color blanco y en la parte de al fondo podía observar una gran cocineta de color aluminio, toda la cabaña era como un sueño la mayoría de las paredes eran ventanas que daban a el mar y tenían a los lados cortinas blancas para cerrar la vista a el océano.

-¿Quieres conocer mi habitación- enarque una ceja- Vamos no te voy a violar-

-A menos mal ya me estaba asustando-

-Al menos no todavía- Reprimió una sonrisa y extendió su mano hacia mí, me sonroje automáticamente y le tome la mano. 

Al abrir la puerta de la habitación de nueva cuenta me dejo entrar primero, en el suelo de madera había muchos pétalos de color lila y blancos que guiaban a la hermosa cama blanca que también estaba cubierta de pétalos las paredes de la habitación eran de una exótica decoración en madera y había una gran ventana justo frente a la cama, la cual daba salida hacia una terraza donde se podía observar la puesta de sol que comenzaba. Tomo mi mano y me giro hacia él.

-No te burles pero siempre soñé con compartir este lugar con una persona que fuera verdaderamente especial para mí, por lo tanto siempre que vengo a sido solo - me susurro- No mentí cuando te dije que nunca había hecho esto-

No podía decirle nada aquél lugar era lo más hermoso que había visto nunca y no podía creer que yo fuera la persona especial de la que hablaba, desde el momento en que lo vi supe que lo amaría, al tocarlo por primera vez supe que quería que fuera mío y al besarnos supe que jamás podría dejarle…  así que extendí mi mano hacia su rostro y lo atraje hacia mí, él me abrazo suavemente y me puse de puntitas para acercar mis labios a los suyos disfrutando de su sabor, con mi lengua entreabrí sus labios hasta disfrutar de lo dulce de su paladar, subió sus manos recorriendo mi rostro con las yemas de sus dedos, abrí mis ojos y me tope con los suyos abiertos también hundiéndome en el verde de su mirada, del mismo color esmeralda que el agua que nos rodeaba e igual de intensa que el océano completo, desearía que de verdad me amara como sentí que lo amaba en ese instante… no había nada que pudiera interrumpirnos nada que pudiera no encajar, mi cuerpo se amoldaba perfectamente al suyo y mis labios encontraban su lugar, cerré mis ojos nuevamente.