Un Cuento de Hadas Moderno (+18)

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 01/12/2010
Fecha Actualización: 02/12/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 29
Visitas: 328510
Capítulos: 53

Bella recibe una beca para estudiar su carrera universitaria en Londres; allí conocerá a un chico de ensueño...¿los príncipes azules existen?, puede que sí.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, le pertenece Sarah-Crish Cullen,  yo solo la subo con su autorización, es otra de mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora. Las localizaciones y monumentos de Londres son reales.

 

 

 

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Capítulo 3: Adiós Forks...hola Londres

Una voz gangosa me despertó de mis recuerdos, anunciando que en media hora el vuelo tomaba tierra en el aeropuerto de Heathrow. Una vez que recogí mis tres enormes maletas, y pasé todos los trámites de aduana, me dispuse a buscar un taxi, que me llevara a mi nueva casa.

El aire húmedo y el cielo encapotado, tan parecido a Forks, me dio la bienvenida a Londres.

Di la dirección al taxista, un nombre de unos sesenta años, muy agradable y simpático, el cuál me iba contando y explicando los monumentos; estaba fascinada, todo lo que había soñado visitar estaba allí, el Big Ben, el Parlamento, la Torre de Londres, la Catedral de St. Paul, Trafalgar Square, la abadía de Westminster... estaba flotando, no podía ser verdad.

Mi universidad y mi apartamento estaban en el centro de Londres, por lo que el viaje en taxi fue un poco largo. Pillamos un poco de atasco en el centro, por lo que me dediqué a observar un edificio impresionante, blanco y enorme, con una enorme verja que lo rodeaba, y custodiado con miles de guardias.

-¿Ese es el palacio de Buckingham?- pregunté al amable conductor.

-Exacto...hay es donde vive la familia real; ¿ves la bandera ondeando a lo alto?- me preguntó mientras yo asentía, a la vez que me siguió explicando.

-Cuándo está la bandera en lo alto del mástil, significa que los reyes están aquí; cuándo están de viaje o en el palacio de Windsor, su residencia de verano, no hay ninguna bandera- me explicaba animadamente, podría dedicarse a ser guía turístico.

-No podría vivir allí...tendría que usar un mapa permanentemente- musité.

El hombre reía suavemente, mientras continuaba contándome.

-Eso mismo pienso yo...incluso el rey lo mencionó un día en una entrevista, que a veces seguía perdiéndose ahí dentro- me relataba mientras los dos nos reíamos.

-El rey es una persona amable, ha impulsado muchas reformas y mejoras para la sociedad y ha hecho mucho por que el país prosperara.. es un buen hombre- me dijo el taxista.

-Me imagino que la gente lo admira mucho- le respondí.

-Así es, los ingleses admiramos y queremos a la familia real, la monarquía aquí es una tradición muy arraigada- me seguía relatando.

Después de sortear el atasco, por fin llegamos a la que sería mi nueva casa. Pagué al taxista, dándole una pequeña propina por ser tan amable y atento.

Ante mi se encontraba una casa antigua, con la fachada blanca. Los balcones y ventanales le daban un aire del siglo pasado. Por lo que me habían dicho, eran casa antiguas, reformadas por el gobierno y empleadas para estudiantes y personas mayores.

Mi apartamento se encontraba en el segundo piso, únicamente había un apartamento por piso. Me dirigí adentro, y para mi alivio, había un pequeño ascensor.

Al llegar allí, toqué el timbre, al momento sentí unos pasos apresurados llegar a la puerta.

Una chica guapísima, rubia y alta, con ojos azul eléctrico me recibió con una gran sonrisa.

-Me imagino que eres mi compañera Isabella- me dijo amablemente y se inclinó para darme dos besos.

-Así es, pero dime Bella por favor, supongo que tú eres Rosalie-le dije una vez le devolví el saludo.

-Llámame Rose...pero vamos pasa, deja que te ayude- dijo mientras se apartaba para que pudiera entrar y me ayudaba con las maletas.

Una vez dentro miré a mi alrededor. El apartamento no era muy grande, pero tampoco diminuto. La amplia sala de estar, con un precioso ventanal, daba al parque que había enfrente de la casa. Todo el suelo de la viviendo era de madera, menos el cuarto de baño y la cocina, lo que le daba un aspecto confortable. Los muebles modernos y nuevos.

La cocina estaba separada del salón por un mostrador, rodeado éste de dos taburetes altos. El cuarto de baño, de colores marrones claros y modernos muebles, estaba en medio de un pequeño pasillo, y a cada lado dos puertas.

-Te estaba esperando para ver los dormitorios y así poder elegir juntas- me explicó Rose con una sonrisa.

Asentí mientras abría una de las puertas. La amplia habitación, se un suave color lila, era luminosa y casi más grande que mi querida habitación de Forks. La espaciosa cama , con una mesilla al lado, estaba pegada a la pared. Enfrente había un enorme armario empotrado. Debajo de la ventana, una amplia mesa de estudios. Los muebles eran de madera de tono claro, y juveniles.

Rose y yo nos dirigimos al otro dormitorio, idéntico al mio, excepto el color de las paredes, pintadas de azul cielo.

Finalmente yo me quedé con la primera habitación, ya que el violeta era uno de mis colores favoritos, y Rose no tuvo inconveniente alguno.

Rose y yo decidimos salir a comprar varias cosas que necesitábamos, entre ellas sábanas y toallas, y de paso ir al súper. Estaba agotada, pero si aguantaba hasta la hora de acostarme, me acostumbraría al nuevo horario.

Una vez volvimos, ya había oscurecido, por lo que decidimos hacer sencillo de cenar. Después de recoger todo, nos fuimos a las habitaciones; simplemente coloqué el nórdico y la funda violeta que había adquirido, y me metí en la cama. Mañana ya tendríamos tiempo de ordenar el resto de la casa y de charlar más profundamente acerca de nosotras. Caí rendida en un profundo y reparador sueño.

A la mañana siguiente me desperté relativamente temprano; miré mi reloj, ya adaptado a la hora londinense, y vi que eran las nueve y media de la mañana. Me levanté de un salto de la cama, y me asomé a la ventana. Hacía un poco de frío, pero el cielo estaba despejado.

Salí para darme una ducha y vestirme, la casa estaba sumida en silencio, por lo que deduje que Rose aún no se había despertado.

Una vez duchada y enfundada en unos vaqueros y una camiseta, decidí preparar el desayuno.

Mientras estaba en ello oí a Rose dirigirse al baño; al aparecer ella por la sala ya había preparado café, tostadas y una macedonia de frutas.

-Buenos días- me saludó Rose mientras se estiraba, aún con el pelo húmedo.

-Buenos días Rose, ¿has descansado?- le pregunté mientras terminaba de poner la mesa.

-Si, la verdad es que lo necesitaba; vaya, gracias por el desayuno- me dijo mientras se sentaba y se ponía un café.

-Jajajja...de nada, ya te tocará a ti hacérmelo- le dije con una sonrisa malévola.

-Eso está hecho- agregó ella.

Una vez terminamos de desayunar, nos sentamos en el sofá, dispuestas a conocernos más.

-Háblame de ti, creo que eres de un pueblo del Estado de Washintong, ¿cierto?- me preguntó.

-Así es, se llama Forks, allí nací y crecí junto a mis padres- le conté mientras me sentaba en el sofá, con las piernas cruzadas.

-Mi padre se llama Charlie, es el jefe de policía; su mujer se llama Sue- le expliqué.

-¿Su mujer?- preguntó extrañada.

-Si, ella es la segunda mujer de mi padre- le seguía explicando.

-¿Y tu madre?, ¿están divorciados?- me preguntó extrañada.

Bajé la vista, mientras mi mirada se tornaba triste.

-Mi madre murió hace cinco años- le contesté con tristeza.

-Oh Bella, lo siento de veras- me dijo con tono de disculpa y pena en su voz. -Debí haber sido más delicada...- empezó a disculparse.

-No tranquila, no pasa nada; sólo es que me sigue costando hablar de ello- la intenté calmar.

Le conté de mi vida en Forks, así como de la enfermedad y muerte de mamá, ella me escuchaba atentamente, mientras asentía y seguía preguntando. No me era muy fácil abrirme a gente nueva, pero Rose me inspiraba confianza.

-¿Y que hay de ti Rose?; ya sabes casi todo de mi, hasta de los novios que nunca he tenido, te toca- la animé.

-Pues... nací en Nueva York, pero cuándo tenía dos años a mi padre lo trasladaron a Boston. Mi padre es agente del FBI y mi madre decoradora; tengo dos hermanas, son gemelas y este año empiezan el instituto, se llaman Kate e Irina-empezó a explicarme.

Pasamos casi toda la mañana en el sofá, hablando de nuestras vidas y de la que nos esperaba durante los próximos años. Rosalie se había matriculado en derecho civil, por lo que compartiríamos algunas clases.


El resto del mes pasó rápido. Hicimos turismo, aprovechando que durante el curso no tendríamos tanto tiempo, recorriendo los lugares más famosos de Londres, así como averiguando las diferentes zonas de tiendas, ya que a ambas nos encantaba la ropa y los complementos.

También aprovechamos para salir a cenar y tomar una copa el día de mi cumpleaños, para conocer el animado ambiente de Londres. Terminamos de tramitar los últimos papeleos en la universidad, y comprando los libros necesarios.

Rose y yo comparamos los horarios, compartíamos varias asignaturas, ya que el primer año era bastante general en todas las especializaciones de derecho. Era un alivio, aunque me había adaptado muy bien a Rose, y ella a mi, era bastante tímida en lo que a conocer gente se refiere.

Al contrario, Rosalie es atrevida, con un carácter fuerte, Sue y mi padre dicen que nos compenetraremos bien.

El último viernes antes de que empezaran las clases, íbamos a salir para aprovechar el final de las vacaciones; pero Rose se puso mala del estómago, así que nos quedamos en casa, tumbarradas en el sofá delante de la tele.

Pasaba los canales, sin encontrar nada interesante, hasta que dí con un programa de crónica rosa, es decir, de cotilleo puro y duro.

Lo dejé por insistencia de Rosalie, que le iban bastante ese tipo de programas. Yo tenía mi libro en mi regazo, mientras mi amiga escuchaba atentamente los cotilleos, hasta que la voz de la presentadora me hizo levantar la vista.

-"Cambiando de asunto, los reyes están de vuelta de su viaje oficial a Suecia y Noruega. Han sido una semana intensa para sus majestades, recorriendo varias ciudades nórdicas. Por otro lado, fuentes cercanas a la casa real aseguran que el príncipe heredero regresa a Londres, después de haber pasado dos años en la academia militar de Sandhurst, en Alemania. Según se ha hecho saber, el príncipe ya ha completado su formación militar, y va a empezar sus estudios universitarios en el king`s College de Londres"-.

-¿Has oído eso?, el príncipe va a estudiar en nuestra universidad- me dijo Rose asombrada.

-Si, eso parece...-respondí también asombrada, mientras me acordaba del taxista que me trajo a casa, lo que me contó sobre la familia real.

Mientras hablábamos sobre ello, empezaron a pasar imágenes de la familia real por la tele. Volvimos la vista hacia la televisión.

Una pareja apareció en la tele; él era alto y rubio, con ojos dorados y mirada amable, y ella bajita, con el pelo color caramelo, que le llegaba a los hombros, una mirada dulce y maternal nacía de unos preciosos ojos verde-azulados. Ambos estaban elegantemente vestidos, y ella lucía una impresionante tiara de brillantes; eran el Rey Carlisle II de Inglaterra y su esposa, la Reina Esme, según relataba el narrador.

Al instante, un chico apareció en el aparato, era alto, al igual que el rey; su pelo, de un extraño color bronce, tenía un ligero despeinado, lo que le hacía aún más atractivo. Y sus ojos eran preciosos, de un color dorado intenso; a su lado una chica bajita, con cara simpática y amable sonreía con educación a su lado. Su cabello, negro y cortito, estaba peinado a la moda, con las puntas hacia todos los lados. Sus ojos eran de un color verde-azulados, al igual que los de la Reina Esme.

Estaba alucinada, era un chico guapísimo...¿Era el príncipe?... El narrador nos sacó de dudas, eran el príncipe Edward y su hermana, la princesa Alice.

-Wow...no está nada mal- dijo Rosalie.

-La verdad es que es muy guapo- dije yo con la mirada puesta en el televisor.

-Si, aunque los prefiero morenos- dijo Rosalie, mientras se levantaba del sofá para prepararse una infusión, y de paso traerme un café.

Al regresar ella al sofá, el programa ya había terminado, y daba paso a una comedia romántica, que nos quedamos a ver.

Al acabar la película, nos despedimos mientras nos encaminamos a nuestros dormitorios. Me revolví en la cama, ya que el café que me había tomado no me dejaba conciliar el sueño. Cuándo por fin pude dormir, una melena cobriza se coló inconscientemente en mi mente.

 

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Aquí tenéis otro capítulo de esta historia, y de paso aprovecho para aclararos algo sobre el espacio de tiempo que va a pasar en el fic. En principio, la historia va a transcurrir durante los cinco años universitarios y los dos posteriores. Los primeros cinco capítulos serán durante el primer curso, en los que, ya os adelanto, que no va a pasar mucha cosa. La verdadera historia empezará en el segundo curso de universidad, por lo que estos primeros capítulos los considero una especie de introducción a la historia, aparte de que, para mi gusto son necesarios para entender lo que va a pasar después.

También aprovecho para agradecer los votos y favoritos.

Espero que os guste.

 

Capítulo 2: Dulces y Dolorosos Recuerdos Capítulo 4: Regreso al hogar

 


Capítulos

Capitulo 1: Prólogo Capitulo 2: Dulces y Dolorosos Recuerdos Capitulo 3: Adiós Forks...hola Londres Capitulo 4: Regreso al hogar Capitulo 5: Primer día de clases Capitulo 6: Los principes azules si existen Capitulo 7: Largo verano de incertidumbre Capitulo 8: Entre sedas y terciopelo Capitulo 9: Volverte a ver Capitulo 10: Reacciones Capitulo 11: Besos furtivos Capitulo 12: Norfolk Park Capitulo 13: Simplemente amor Capitulo 14: Desahogo Capitulo 15: Confesiones suegra- nuera Capitulo 16: Un americano en Londres I Capitulo 17: Un americano en Londres II Capitulo 18: Un verano inolvibable I Capitulo 19: Un verano inolvibable II Capitulo 20: Chantajes Capitulo 21: Descubrimientos Capitulo 22: Un país sorprendido Capitulo 23: Acoso y derribo Capitulo 24: No hay final feliz Capitulo 25: Soledad Capitulo 26: Anhelo Capitulo 27: Quiero y no puedo Capitulo 28: Sospechas Capitulo 29: Hallazgos asombrosos Capitulo 30: Abriendo los ojos Capitulo 31: Y sin ti no puedo vivir Capitulo 32: Volviendo a vivir Capitulo 33: La Prometida del Príncipe Capitulo 34: Una pareja más o menos normal Capitulo 35: Salida al mundo Capitulo 36: Anochecer bajo el puente de los suspiros Capitulo 37: London Fashion Week Capitulo 38: California Dreamin Capitulo 39: Entre leyes y bisturíes Capitulo 40: ¿Qué llevas debajo? Capitulo 41: ¿Vacaciones tranquilas? ¡Ja! Capitulo 42: Encajando en el puzzle Capitulo 43: Víspera de boda Capitulo 44: Gran Bretaña ya tiene a su princesa Capitulo 45: Perdidos Capitulo 46: Cumpliendo un papel Capitulo 47: Primeras navidades de casados Capitulo 48: Apuestas Capitulo 49: Nueva vida en palacio Capitulo 50: Epilogo Capitulo 51: Outtake 1: Verano real en Forks Capitulo 52: Outtake 2: Obligaciones reales Capitulo 53: Outtake 3: ¡Qué alguien atrape a ese ratón!

 


 
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