Contacto (+18)

Autor: greis24
Género: Romance
Fecha Creación: 27/04/2013
Fecha Actualización: 01/01/2014
Finalizado: NO
Votos: 28
Comentarios: 165
Visitas: 81988
Capítulos: 51

Isabella Swan es una joven publicista con una tarea difícil por delante: transformar al equipo de Hockey sobre Hielo New York Blades, unos chicos bebedores, gamberros y salvajes en un grupo dócil y educado. su mayor obstáculo será  el capitan Edward Cullen, para quien el concepto de relaciones Públicas significa salir con una modelo diferente cada semana. L a actutud negativa de E dward a la hora de hacer algo similar a un anuncio dirigido al público familiar entorpecerá los objetivos profesionales de Isabella. El odio es mutuo hasta que -sin quererlo ni buscarlo- se encontrarán descubriéndose el uno al otro sus virtudes más recónditas.


Contacto la historia es original de un libro de deirdre Martin. Escrita primeramente por Cerezo de Luna con los personajes de Sailor Moon, yo con el debido permiso de ella lo tomé y le hice algunos cambios incluido los personajes de la saga crepúsculo de la magistral Meyer, les recuerdo que la copia y publicacion de esta historia esta prohíbida sin el permiso de cerezo o el mío. sin mas que decir espero que disfruten la historia aqui les dejo el prefacio. ( aqui tienen una pagina que acabo de crear donde publicare mis siguiente proyectos y les recomendare historias y canciones las que gusten agreguenme https://www.facebook.com/pages/Historias-Greiis/473715916083296 )

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Capítulo 32: Capitulo 32 (Noche vieja aparición de Edward)

capitulo 32 

(Bueno chicas aqui les dejo dos capitulos uno corto y otro largo espero les agraden y voten y comenten porfa un beso a todas)

—Eres patética. Completamente y tremendamente patética—dijo Victoria.

Bella subió un poco más el volumen del televisor. Era Nochevieja y Victoria tenía previsto salir a bailar con su hermana Kate y varios de sus amigos. Habían invitado a Bella, pero ella había declinado la invitación con la excusa de que no sabía bailar. En realidad, lo único que quería era esconderse en su apartamento y torturarse imaginándose con qué supermodelo estaría Edward comiendo y bebiendo y disfrutando de una romántica cena a la luz de las velas.

—Lo siento, no puedo permitir que hagas esto—Victoria cogió el mando a distancia y, empuñándolo como una pistola en dirección al televisor, lo apagó.

Bella suspiró.

—Victoria.

— ¿No crees que es patético pasarte la Nochevieja sola y tirada en el sofá viendo Tal como éramos?

—La miro cada año—protestó Bella.

—Pero no sola y en Nochevieja—dijo Victoria, intentando convencerla—Vamos, Bella.

—Ya te lo he dicho, Victoria. No estoy de humor para salir de fiesta, ¿entendido?—Se sumergió bajo la manta que la cubría y miró a su amiga—Y ahora, por favor, devuélveme el mando a distancia.

Victoria se lo entregó a regañadientes.

—Yo tampoco estoy de humor. Pero voy a ir. Todo es por culpa de ese simplón, ¿verdad?

— ¿Simplón?

—Cullen.

Bella encendió de nuevo el televisor.

— ¿Qué pasa con él?

—Estás triste por su culpa.

—No estoy triste, Victoria.

—Bien. Entonces estás deprimida—Se puso unos tacones que la encumbraron sobre Bella como un edificio—¿Qué tal estoy?

Bella le sonrió.

—Estupenda.

—Puedo decirle a Kate que espere mientras tú te vistes como una flecha y te maquillas un poco. No le importará.

—No, gracias—Estiró el cuello para poder mirar más allá de donde estaba Victoria—¿Podrías moverte un poco hacia un lado? Hubbell y Katie están a punto de verse por primera vez.

Victoria refunfuñó de frustración y buscó en el baúl su bolsito de pedrería.

—Eres la mujer más testaruda que he conocido en mi vida—Se inclinó y pellizcó a Bella en la mejilla—Recuerda, me quedaré a dormir en casa de mis padres.

—Que te lo pases muy bien.

—Lo mismo digo—gritó Victoria corriendo ya hacia la puerta—Y no comas muchas guarrerías.

—De acuerdo—le prometió Bella.

Pulsó la tecla de «Pausa» y vio cómo Victoria se iba. Después de oír cómo cerraba las tres cerraduras de seguridad, volvió a tumbarse y se relajó. De acuerdo, tal vez era patética. ¿Y qué? Podía haber sido peor: podía haber aceptado la invitación de Benjamín para asistir a una lectura de poemas de Leonard Nimoy que se prolongaría toda la noche. Además, ¿qué tenía de malo pasar la Nochevieja sola? Odiaba toda esa alegría falsa e inventada, la presión de tener que pasarlo bien. Pasarlo bien era algo que tenía que producirse de manera natural, que no debería de ser una obligación.

Volcó su atención a las reservas que había sobre el baúl que hacía las veces de mesita de centro. Guarrerías varias y Coca-Cola Light. Un DVD de Ghost por si le apetecía llorar aún más después de Redford y Streisand. «Victoria no sabe lo que se dice. ¿Patética? Lo mejor es quedarse en Club Bella, pequeña».

Sacudió los almohadones, abrió la bolsa de Doritos y pulsó la tecla de «Play». El teléfono sonó justo cuando había encontrado la postura ideal para permanecer tumbada, apoltronada y cenar. ¿Descuelgo o no descuelgo? Persona de costumbres, descolgó.

— ¿Diga?

En el otro extremo de la línea hubo una décima de segundo de duda.

— ¿Bella? Soy Edward.

«Oh. Dios mío».

—Edward—respondió Bella, esperando que el chirriar que había notado en su voz hubiese pasado desapercibido en el otro lado del teléfono—¿Qué pasa?

—Acércate a la ventana del salón y corre las cortinas.

— ¿Qué?—Borracho, tenía que estar borracho. Y ni siquiera era medianoche.

—Haz lo que te digo—le insistió Edward—Acércate a la ventana.

— ¿Se trata de alguna broma?—Se imaginó abriendo las cortinas y encontrándose a los Blades al completo saludándola enseñándole el culo.

—No es ninguna broma—le garantizó Edward—Hazlo, simplemente, ¿vale? Confía en mí.

—De acuerdo—respondió Bella de mala gana. Se sentó, los Doritos cayeron por todas partes, y envuelta en su manta, se acercó a los grandes ventanales que dominaban la calle y corrió la cortina. Abajo, vio un taxi estacionado delante de una cabina telefónica. Y en la cabina telefónica, saludándola con la mano, estaba Edward.

— ¿Qué demonios...?

—Vístete. No es necesario nada elegante, con unos vaqueros y un jersey hay más que suficiente.

— Edward...

—No te molestes en maquillarte, no lo necesitas. Te espero abajo en cinco minutos.

Cuando estaba a punto de decirle que sí, se le ocurrió que él se había presentado en su casa imaginándose que ella no tenía nada que hacer, que era, la típica chica a la que nadie invita a nada. Pues muy bien, le demostraría que estaba equivocado.

—Lo siento, tengo otros planes.

Antes de la respuesta, hubo una décima de segundo de inesperado silencio.

— ¿Entonces por qué vas en chándal y con una mantita sobre los hombros?

—Porque mi cita y yo hemos quedado para celebrar una agradable y cómoda Nochevieja en casa. De hecho, debe de estar al caer.

— ¿De verdad? En este caso, esperaré fuera de tu edificio y le saludaré cuando el portero le abra—Colgó el teléfono.

— ¡Mierda!—exclamó Bella, apartándose de las cortinas y colgando de un golpe el teléfono. ¿Por qué no viviría en un piso más alto? ¡La había visto en chándal! ¿Y ahora qué? Volvió corriendo al sofá y se derrumbó en él. Cuando el teléfono sonara otra vez, y sabía que lo haría, no lo cogería, no pensaba cogerlo. Pasaron cinco minutos. Diez. Sonó por fin. Respiró hondo para calmarse y respondió.

— ¿Dónde está tu cita misteriosa?

—Acaba de llamar para decirme que no puede venir. Tiene la gripe. ¿Quieres alguna cosa?

—Ya te lo he dicho. Vístete y baja en cinco minutos. Tengo una sorpresa para ti.

—Necesito diez minutos como mínimo.

—Está bien, diez—Podría decirse que casi había oído cómo se le fruncía el entrecejo. Y mientras, a Bella le daba vueltas la cabeza.

—No querría ser impertinente, pero ¿cómo supiste que estaría en casa?

—No lo sabía. He tentado la suerte. Ya sabes lo que dicen: Quien se atreve, gana. Nos vemos en diez minutos—Colgó.

Pasmada, Bella colgó también el teléfono. No sabía qué hacer. No sabía qué pensar. Se sentía atontada y excitada y asustada, todo a la vez. Se dirigió a su habitación para vestirse en pleno estado de choque. Vaqueros y jersey, había dicho. Pues eso haría. ¿Sin maquillaje? Ni pensarlo. Jamás iba a ninguna parte sin un toque de rímel y barra de labios como mínimo, y aquella noche no era ninguna excepción. Era Nochevieja...una noche que, tenía la sensación, jamás olvidaría.

Capítulo 31: Capitulo 31 (Noche vieja) Capítulo 33: Capitulo 33(sorpresa de edward en noche vieja)

 


Capítulos

Capitulo 1: Capitulo 1 Capitulo 2: Capitulo 2 Capitulo 3: Capitulo 3 Capitulo 4: Capitulo 4 Capitulo 5: Capitulo 5 Capitulo 6: Capitulo 6 Capitulo 7: Capitulo 7 Capitulo 8: Capitulo 8 Capitulo 9: Capitulo 9 Capitulo 10: Capitulo 10 Capitulo 11: Capitulo 11 Capitulo 12: Capitulo 12 Capitulo 13: Capitulo 13 Capitulo 14: Capitulo 14 (Edward se hacerca a bella) Capitulo 15: Capitulo 15 Capitulo 16: capitulo 16 (sorpresa no grata) Capitulo 17: captitulo 17 (visita inesperada) Capitulo 18: capitulo 18( y lo que no se podía evitar) Capitulo 19: capitulo 19 (interrupcion) Capitulo 20: capitulo 20 (la despedida de Benjamín) Capitulo 21: Capitulo 21 (no vale la pena) Capitulo 22: Capitulo 22 ( victoria y james) Capitulo 23: Capitulo 23(los hechos) Capitulo 24: Capitulo 24 (dando la cara) Capitulo 25: Capitulo 25 (la boca amenazadora y mentirosa de james) Capitulo 26: capitulo 26 (la pelea de edward y bella) Capitulo 27: Capitulo 27 (las cavilaciones de bella) Capitulo 28: Capitulo 28( La fiesta de navidad) Capitulo 29: 29 capitulo ( la ramita de muerdago) Capitulo 30: Capitulo 30 (Noche Buena) Capitulo 31: Capitulo 31 (Noche vieja) Capitulo 32: Capitulo 32 (Noche vieja aparición de Edward) Capitulo 33: Capitulo 33(sorpresa de edward en noche vieja) Capitulo 34: Capitulo 34 (celebracion privada de año nuevo) Capitulo 35: capitulo 35 (jacob en mi apartamento) Capitulo 36: Capitulo 36 (cambios en el trabajo) Capitulo 37: Capitulo 37 (James sigue con las suyas) Capitulo 38: Capitulo 38 (La propuesta de Edward) Capitulo 39: Capitulo 39 La lección de James! Capitulo 40: Capitulo 40 (charla con jason ) Capitulo 41: CAPITULO 41: planteando el problema Capitulo 42: Capitulo 42: Noticia inesperada Capitulo 43: capitulo 43: descubrimiento Capitulo 44: capitulo 44: declaración Capitulo 45: capitulo 45: el miron Capitulo 46: capitulo 46: El adios Capitulo 47: capitulo 47: la decision de bella Capitulo 48: Capitulo 48: Corazón de Hielo o no? Capitulo 49: Capitulo 49: Es hora de que lo sepas... Capitulo 50: Capitulo 50: Mi sabio padre Capitulo 51: Capitulo 51: LA DECISIÓN MAS IMPORTANTE SIEMPRE SERAS TU <3

 


 
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