Contacto (+18)

Autor: greis24
Género: Romance
Fecha Creación: 27/04/2013
Fecha Actualización: 01/01/2014
Finalizado: NO
Votos: 28
Comentarios: 165
Visitas: 82015
Capítulos: 51

Isabella Swan es una joven publicista con una tarea difícil por delante: transformar al equipo de Hockey sobre Hielo New York Blades, unos chicos bebedores, gamberros y salvajes en un grupo dócil y educado. su mayor obstáculo será  el capitan Edward Cullen, para quien el concepto de relaciones Públicas significa salir con una modelo diferente cada semana. L a actutud negativa de E dward a la hora de hacer algo similar a un anuncio dirigido al público familiar entorpecerá los objetivos profesionales de Isabella. El odio es mutuo hasta que -sin quererlo ni buscarlo- se encontrarán descubriéndose el uno al otro sus virtudes más recónditas.


Contacto la historia es original de un libro de deirdre Martin. Escrita primeramente por Cerezo de Luna con los personajes de Sailor Moon, yo con el debido permiso de ella lo tomé y le hice algunos cambios incluido los personajes de la saga crepúsculo de la magistral Meyer, les recuerdo que la copia y publicacion de esta historia esta prohíbida sin el permiso de cerezo o el mío. sin mas que decir espero que disfruten la historia aqui les dejo el prefacio. ( aqui tienen una pagina que acabo de crear donde publicare mis siguiente proyectos y les recomendare historias y canciones las que gusten agreguenme https://www.facebook.com/pages/Historias-Greiis/473715916083296 )

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Capítulo 30: Capitulo 30 (Noche Buena)

Capitulo 30

 

Nochebuena. Bella estaba en el dormitorio de su infancia. Abajo, la alegría y el buen humor seguían a todo volumen, ahogando casi los compases del Bing Crosby Christmas que su padre se empeñaba en tocar en el transcurso de la fiesta familiar desde siempre. Había dedicado el tiempo necesario a dar la cara, a saludar a los amigos de sus padres a charlar con los clientes más importantes de su padre. Viendo a su infinitamente encantadora madre, animada por los cócteles, pasear entre los invitados, procurando que todo el mundo estuviese feliz y debidamente atendido, se le ocurrió que era precisamente de ella de quien había adquirido su habilidad para moverse a sus anchas en un salón atiborrado de gente. Era cuestión genética.

Después de asegurarse de que todo el mundo la había visto, se preparó un platito de aperitivos, se sirvió una muy merecida copa de champán y subió a arreglarse un poco a su antiguo tocador, con la intención de reaparecer después de un ratito de paz y tranquilidad.

La habitación no había cambiado desde que ella la ocupara siendo una adolescente: la misma cama con baldaquín, con tocador y armario a conjunto, la misma alfombra de peluche de color blanco. La parte posterior de la puerta seguía cubierta por un collage hecho con programas teatrales y carteles de espectáculos de Broadway a los que había asistido, y el mullido diván tapizado con seda de color rosa que utilizaba para dejar su ropa seguía en la misma esquina, junto con la librería empotrada. Era la habitación en la que solía soñar. Qué apropiado, entonces, que sentada ahora en su cama, blanda como el malvavisco, empezara a divagar sobre Edward.

Estaba enfadada con él por muchísimos motivos: su postura—ninguna postura—respecto al caso Ivanonv; su negativa a dedicar dos minutos de su tiempo a los hombres que firmaban sus cheques; su beso en la fiesta. No tendría que haberle dejado hacerlo. Y debería de haberle montado un numerito y echarlo lejos de su lado. Todo el mundo había pensado que aquel abrazo era una broma, pero ambos sabían perfectamente que no era así. Le había dicho que quería demostrarle lo que se estaba perdiendo. ¿Significaría aquello que él también estaba perdiéndoselo? ¿O simplemente pretendía hacerla subir por las paredes?

Solía burlarse de las amigas que afirmaban echar tanto de menos a sus amantes que incluso sentían dolor de verdad. Ahora sabía que no exageraban. Sentía dolor por él, un dolor tan intenso que incluso se había imaginado dejar de lado su enfado y confesarle que su postura respecto a James le traía sin cuidado, que no podía seguir ni un día más sin sentir su cuerpo junto al suyo. Después de la fiesta de Navidad, había cogido el teléfono media docena de veces como mínimo y en cada ocasión se había acobardado. La posibilidad de un rechazo era demasiado desoladora y su necesidad era tan intensa que le provocaba tanto vergüenza como debilidad.

Abatida, apuró la copa de champán. Ojalá Victoria estuviera allí con ella. Bella la había invitado pero, al parecer, en el clan de los Billbor(familia de victoria), no estar con la familia en Nochebuena era el equivalente a una traición y Victoria se había visto obligada a declinar su invitación. «Victoria está bastante bien teniendo en cuenta lo sucedido», pensó Bella. Sufría esporádicamente ataques de pánico y pesadillas, pero la psicoterapia estaba ayudándola y estaba más decidida que nunca a llegar hasta el final en el caso Ivanov, por muy amargo que pudiera ser dicho final. De haberse encontrado ella en su lugar, no sabía si lo llevaría todo tan bien. Decidió llamar a casa de los Billbor para desearles feliz Navidad, pero justo cuando iba a coger el auricular del teléfono de la mesita de noche, oyó que llamaban flojito a la puerta y Jacob asomó la cabeza.

— ¿Te escondes?

—Un rato—Bella colgó el teléfono y dio unos golpecitos a la cama indicándole con ello a su hermano que podía tomar asiento. Jacob entró en la habitación y cerró la puerta a sus espaldas sin hacer ruido. Estaba ruborizado y le brillaban los ojos, parecía más pequeño de los doce años que tenía.

— ¿Has estado bebiendo a escondidas del ponche de papá «Salta, brinca y desnúdate»?—le preguntó Bella con desconfianza.

—Mamá me deja tomar una copa—respondió a la defensiva, sentándose a su lado— ¿Qué pasa? —le preguntó, tratándola como a uno de sus compañeros de colegio.

—Todo va bien. ¿Y tú?

—Bien. Estoy un poco...

Empezó a toser, una tos profunda y muy sonora que había estado atacándole todo el día. Bella le dio unos golpecitos en la espalda hasta que se recuperó.

— ¿Te traigo un poco de agua?—le preguntó.

Jacob negó con la cabeza.

—Esta tos es muy fea—observó Bella con preocupación.

—No es más que una tos—dijo Jacob malhumorado—No tiene importancia.

—Si tú lo dices. Pero pareces un ganso moribundo.

Jacob hizo una mueca y picó un tocinillo de cielo del plato de papel que sostenía ella.

— ¿Cómo están los Blades?

—Bien.

— ¿Cómo está Edward Cullen?

«Es un cabrón gigantesco». Bella cogió una tostada untada con queso brie y le dio un mordisco.

—Está bien.

—Rosalie dice que es gay.

Bella casi se atraganta con la tostada y se puso a toser, escupiendo las migas.

— ¿Qué?—consiguió articular mientras sacudía las migas.

—Rosalie dice que es gay. Explicó que un día que salieron, él casi ni la besó, cuando todos los tíos caen siempre a sus pies y luego no puede sacudírselos de encima. Dijo que está muy claro que es gay.

—Ya—Bella se mordió el labio, casi sin poder contener la risa. «Caramba, hermanita, siempre te equivocas en esas cosas». Se sintió feliz al darse cuenta de que Edward le había dicho la verdad cuando aseveró que no se había acostado con Rosalie...aunque no sabía qué importancia tenía eso ahora— ¿Tú qué piensas?—le preguntó a Jacob.

Jacob se encogió de hombros.

—No creo que lo sea.

— ¿Y eso?

—Porque, ¿recuerdas aquella vez que me llevaste contigo a la pista? No paró de mirarte las tetas.

— ¡Jacob!—exclamó Bella, avergonzada.

—Es verdad—dijo su hermano, protestando. Se llevó a la boca otro tocinillo de cielo—De todas maneras, no me importa lo que sea. Es un tío estupendo.

—Sí que lo es—dijo Bella en voz baja, asolada de repente por una sensación de tristeza. Era evidente que estaba sufriendo una pequeña crisis nerviosa. En un momento dado estaba al borde del ataque de risa al ver que Rosalie daba por hecho que una falta de atracción hacia ella equivalía a homosexualidad, y un instante después estaba a punto de echarse a llorar. ¿Y por qué? ¿Por qué había dado por terminada una relación sexual informal con un deportista estúpido que, de todos modos, nunca habría llegado a ninguna parte? Chorradas. Aquello era un caso extremo de depresión navideña, y ya está. Otra copa de champán y empezaría a sollozar al oír cualquier villancico.

— ¿Por qué te has puesto tan seria, mequetrefe?—Jacob la enlazó con una cariñosa llave de judo y le dio un golpecito en la cabeza con los nudillos.

—No me llames mequetrefe—le avisó Bella con falsa seriedad, deshaciéndose de la llave y vengándose de su hermano alborotándole el pelo, algo que sabía que odiaba—¿Qué me dices si bajamos de nuevo los dos?

—Allí abajo es todo aburridísimo—se lamentó Jacob—Además, papá no para con el cedé de ese cantante que ya está muerto.

—Pues entraremos en la cocina y robaremos unas galletas. Ya sabes que mamá no las saca nunca hasta el último momento.

—Pensaba que querías esconderte.

Bella se encogió de hombros y se dirigió hacia la puerta.

—De uno mismo es imposible esconderse.

— ¿Qué?

—No importa. Anda, bajemos.

Capítulo 29: 29 capitulo ( la ramita de muerdago) Capítulo 31: Capitulo 31 (Noche vieja)

 


Capítulos

Capitulo 1: Capitulo 1 Capitulo 2: Capitulo 2 Capitulo 3: Capitulo 3 Capitulo 4: Capitulo 4 Capitulo 5: Capitulo 5 Capitulo 6: Capitulo 6 Capitulo 7: Capitulo 7 Capitulo 8: Capitulo 8 Capitulo 9: Capitulo 9 Capitulo 10: Capitulo 10 Capitulo 11: Capitulo 11 Capitulo 12: Capitulo 12 Capitulo 13: Capitulo 13 Capitulo 14: Capitulo 14 (Edward se hacerca a bella) Capitulo 15: Capitulo 15 Capitulo 16: capitulo 16 (sorpresa no grata) Capitulo 17: captitulo 17 (visita inesperada) Capitulo 18: capitulo 18( y lo que no se podía evitar) Capitulo 19: capitulo 19 (interrupcion) Capitulo 20: capitulo 20 (la despedida de Benjamín) Capitulo 21: Capitulo 21 (no vale la pena) Capitulo 22: Capitulo 22 ( victoria y james) Capitulo 23: Capitulo 23(los hechos) Capitulo 24: Capitulo 24 (dando la cara) Capitulo 25: Capitulo 25 (la boca amenazadora y mentirosa de james) Capitulo 26: capitulo 26 (la pelea de edward y bella) Capitulo 27: Capitulo 27 (las cavilaciones de bella) Capitulo 28: Capitulo 28( La fiesta de navidad) Capitulo 29: 29 capitulo ( la ramita de muerdago) Capitulo 30: Capitulo 30 (Noche Buena) Capitulo 31: Capitulo 31 (Noche vieja) Capitulo 32: Capitulo 32 (Noche vieja aparición de Edward) Capitulo 33: Capitulo 33(sorpresa de edward en noche vieja) Capitulo 34: Capitulo 34 (celebracion privada de año nuevo) Capitulo 35: capitulo 35 (jacob en mi apartamento) Capitulo 36: Capitulo 36 (cambios en el trabajo) Capitulo 37: Capitulo 37 (James sigue con las suyas) Capitulo 38: Capitulo 38 (La propuesta de Edward) Capitulo 39: Capitulo 39 La lección de James! Capitulo 40: Capitulo 40 (charla con jason ) Capitulo 41: CAPITULO 41: planteando el problema Capitulo 42: Capitulo 42: Noticia inesperada Capitulo 43: capitulo 43: descubrimiento Capitulo 44: capitulo 44: declaración Capitulo 45: capitulo 45: el miron Capitulo 46: capitulo 46: El adios Capitulo 47: capitulo 47: la decision de bella Capitulo 48: Capitulo 48: Corazón de Hielo o no? Capitulo 49: Capitulo 49: Es hora de que lo sepas... Capitulo 50: Capitulo 50: Mi sabio padre Capitulo 51: Capitulo 51: LA DECISIÓN MAS IMPORTANTE SIEMPRE SERAS TU <3

 


 
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