Contacto (+18)

Autor: greis24
Género: Romance
Fecha Creación: 27/04/2013
Fecha Actualización: 01/01/2014
Finalizado: NO
Votos: 28
Comentarios: 165
Visitas: 82022
Capítulos: 51

Isabella Swan es una joven publicista con una tarea difícil por delante: transformar al equipo de Hockey sobre Hielo New York Blades, unos chicos bebedores, gamberros y salvajes en un grupo dócil y educado. su mayor obstáculo será  el capitan Edward Cullen, para quien el concepto de relaciones Públicas significa salir con una modelo diferente cada semana. L a actutud negativa de E dward a la hora de hacer algo similar a un anuncio dirigido al público familiar entorpecerá los objetivos profesionales de Isabella. El odio es mutuo hasta que -sin quererlo ni buscarlo- se encontrarán descubriéndose el uno al otro sus virtudes más recónditas.


Contacto la historia es original de un libro de deirdre Martin. Escrita primeramente por Cerezo de Luna con los personajes de Sailor Moon, yo con el debido permiso de ella lo tomé y le hice algunos cambios incluido los personajes de la saga crepúsculo de la magistral Meyer, les recuerdo que la copia y publicacion de esta historia esta prohíbida sin el permiso de cerezo o el mío. sin mas que decir espero que disfruten la historia aqui les dejo el prefacio. ( aqui tienen una pagina que acabo de crear donde publicare mis siguiente proyectos y les recomendare historias y canciones las que gusten agreguenme https://www.facebook.com/pages/Historias-Greiis/473715916083296 )

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Capítulo 13: Capitulo 13

Capitulo 13

— ¡Oh, Dios mío! ¿Has visto eso? ¿Has visto lo que acaba de hacer, esa cosa con el disco? ¿Qué ha sido eso?

Antes de responder a la pregunta de Victoria, Bella esperó a que se apaciguase el salvaje rugido de la multitud congregada en los Met Gar. Era sábado por la noche y los Blades jugaban en casa contra su rival número uno, el New Jersey. James Ivanov, dorsal número cincuenta y cinco, acababa de marcar el primer gol a los diez minutos de partido. Las entradas se habían agotado y el público se mostraba entusiasmado, una afición famosa tanto por su fidelidad al equipo como por su griterío tanto de alegría como de insatisfacción. Bella echó un vistazo al mar de caras electrificadas que llenaba el sobrecalentado pabellón y se sintió contagiada por la energía de la multitud, un escalofrío de emoción recorriéndole el cuerpo.

Tal vez fuera porque empezaba a comprender lo que sucedía allí abajo, en la pista de hielo, o tal vez tuviera que ver con que conocía personalmente a los jugadores, pero la verdad era que el hockey empezaba a gustarle y empezaba también a valorar las excepcionales habilidades y talentos necesarios que acompañaban el juego profesional. No era algo que fuera a comentar con nadie, excepto quizá con Jason y su hermano y su padre. Se imaginó explicándoselo a su madre y a sus hermanas y vio enseguida al trío Amazon mirándola con desdeñosa condescendencia. En cuanto a Benjamín... mejor olvídate de él, como solía decir la tía de Victoria. Benjamín le preguntaría con sarcasmo si había sufrido un golpe de stick en la cabeza, o si se había sometido a una lobotomía sin decírselo. Una cosa era trabajar como relaciones públicas de un equipo de hockey, y otra muy distinta cogerle afición al deporte. ¿Qué era eso que siempre decía Benjamín? ¿Que las masas son un montón de tontos del culo? «Que Dios me ayude», pensó Bella, avergonzada. Independientemente de que se sintiese cómoda con ello o no, tenía que deshacerse de él.

—Lo que acabas de verle hacer es lo que se conoce como «finta»—le explicó—Es cuando el jugador que lleva el disco realiza un movimiento engañoso para sortear al oponente, o cuando engaña al portero para obligarle a abandonar su posición.

—Por eso ha enviado el disco hacia un lado y luego ha cambiado rápidamente hacia la otra dirección—observó excitada Victoria.

—Correcto.

Victoria se volvió hacia Bella.

—¿Cómo has aprendido todo esto?

Bella se encogió de hombros.

—Simplemente viéndolos jugar.

Victoria movió afirmativamente la cabeza con solemnidad, impresionada, y volvió a concentrar su atención en la acción que se desarrollaba en la pista. Bella estaba a punto de contarle la verdad—que se había comprado un ejemplar de Hockey para tontos que estaba estudiando con fervor religioso— pero decidió callársela. Era mucho más divertido que Victoria la tuviese por un genio de los deportes capaz de utilizar la jerga del hockey sin ningún problema.

Bella miraba también la pista de hielo, sus ojos buscando, como siempre, el jersey con el dorsal número veintinueve. Edward estaba en el centro de la pista en posición de comienzo del encuentro, a la espera del lanzamiento del disco. Vio cómo se movían sus labios y dedujo que seguramente estaba intentando provocar al contrario para desconcentrarle en su juego. Bella sabía, por sus paseos por el vestuario, que solía cruzar más de una palabra con el oponente cuando era necesario y no quería ni pensar en lo que probablemente debía estar insinuándole al otro sobre su madre o su hermana. Ty ganó el saque y todos los cuerpos empezaron a deslizarse por el hielo, una danza frenética y brutal de poder y velocidad que resultaba estimulante.

Bella se dio cuenta en aquel momento, abucheando al árbitro cuando pitaba algo mal y lanzando gritos de alborozo cuando uno de los jugadores del Jersey recibía un golpe bueno y limpio, que finalmente pensaba en el equipo como «los chicos», igual que Jason. Porque eso es lo que eran: chicos, con sus personalidades, con sus preferencias y sus aversiones, como cualquiera. A esas alturas, sabía ya bastante bien con quién podía contar en cualquier momento para las actividades de relaciones públicas, y quién se negaba a hacer cualquier cosa por ayudarla; quién prefería realizar actividades directamente con niños, y a quién le iba más acicalarse y codearse con los grandes de la sociedad de Nueva York para demostrar que «nobleza obliga». Eran un buen grupo, trabajadores y generosos, pese al comportamiento desordenado durante los fines de semana que muchos de ellos seguían teniendo. Pero en aquel sentido, el tiempo corría de su lado. Si conseguía permanecer allí, no tenía la menor duda de que con su mano de hierro acabaría logrando que la mayoría se implicase en un par de actividades para mejorar su imagen.

Exceptuando a su santificado capitán, por supuesto.

No lo conseguía. No conseguía entrarle. Sabía que tenía un espíritu generoso, porque lo había comprobado personalmente, tanto con su hermano como con los jugadores. Sabía que era una persona atenta, si es que el casi «estrangulamiento» de James a bordo del tren hacia Washington D. C. la semana pasada podía servir como ejemplo. ¿Por qué seguía resistiéndose de aquella manera a la publicidad, especialmente a la del tipo que ella pretendía llevar a cabo, si todo era simplemente por una buena causa? ¿Y por qué últimamente la evitaba como si fuese la peste? Bueno, la verdad era que siempre la había esquivado, sobre todo cuando la veía acercarse con una libreta. Pero desde el incidente del tren, se mostraba incluso más poco comunicativo de lo habitual, y cuando se dignaba a hablar con ella, lo hacía con monosílabos y de forma lacónica, con lo que algunos interpretarían como mala educación. ¿Qué sucedía allí?

La pregunta seguía dándole vueltas en la cabeza mientras ella y Victoria veían a los Blades vencer a los Jersey por cinco a dos. Finalizado el encuentro, Victoria apuró su cerveza y, después de aplastar el vaso de plástico vacío contra el suelo de cemento, se volvió hacia Bella, impaciente.

—Quiero conocerlos.

— ¿A quién?

— ¿A quién?—repitió Victoria, exasperada—¡Ya sabes a quién! A los Blades. Llévame al vestuario.

—Oh, no. De ninguna manera—Bella intentó imaginarse a Victoria sumergiéndose en aquel mar de carne sudorosa y musculosa y supo por instinto que acabaría en desastre. Además, no estaba de humor para ver al equipo entero convertido en un atajo de bobos sólo de ver a su atractiva amiga—Olvídalo.

—Vamos—le suplicó Victoria.

—No.

— ¿Y no podemos quedar con ellos en un bar o algo así? Sé que algunos salen a tomar un par de copas después de jugar en casa, y sé que tú sabes dónde van. Vamos, Bella—Unió las manos como si estuviera rezando, su expresión equiparable a la mirada inocente de una niña del coro—Por favor...

Bella se lo pensó. A ser sincera, lo último que le apetecía era meterse en un bar lleno de humo y ver cómo Victoria buscaba al amor de su vida entre los jugadores. Precisamente lo que necesitaba, su compañera de piso saliendo con uno de los Blades. Además, aquella semana había salido ya tres noches, pues había tenido que asistir a diversos actos para recaudar fondos, y estaba agotada; lo único que quería era ir a casa, darse una ducha y meterse en la cama con el último número de la revista People. ¿Era mucho pedir? Al parecer sí, si es que la expresión de Victoria, que empezaba a metamorfosearse en una mirada de «Me debes una», servía como indicación.

—De acuerdo—accedió Bella, mientras Victoria se ponía a dar palmas de placer—Pero con una condición.

— ¿Cuál?

—A, comportarte, y B, saldremos hasta las dos como máximo.

—De acuerdo. Y ya que tú pones dos condiciones, yo también pondré una.

— ¿Cuál?—preguntó recelosa Bella.

—Que cuando lleguemos allí me digas cuál de todos ellos está más bueno desnudo.

Bella entornó los ojos.

—No lo sé. Los veo todos iguales.

Lo cual era mentira. Sabía perfectamente bien quién era el mejor, pero de ninguna manera pensaba contárselo a Victoria, por si acaso estaba allí.

Capítulo 12: Capitulo 12 Capítulo 14: Capitulo 14 (Edward se hacerca a bella)

 


Capítulos

Capitulo 1: Capitulo 1 Capitulo 2: Capitulo 2 Capitulo 3: Capitulo 3 Capitulo 4: Capitulo 4 Capitulo 5: Capitulo 5 Capitulo 6: Capitulo 6 Capitulo 7: Capitulo 7 Capitulo 8: Capitulo 8 Capitulo 9: Capitulo 9 Capitulo 10: Capitulo 10 Capitulo 11: Capitulo 11 Capitulo 12: Capitulo 12 Capitulo 13: Capitulo 13 Capitulo 14: Capitulo 14 (Edward se hacerca a bella) Capitulo 15: Capitulo 15 Capitulo 16: capitulo 16 (sorpresa no grata) Capitulo 17: captitulo 17 (visita inesperada) Capitulo 18: capitulo 18( y lo que no se podía evitar) Capitulo 19: capitulo 19 (interrupcion) Capitulo 20: capitulo 20 (la despedida de Benjamín) Capitulo 21: Capitulo 21 (no vale la pena) Capitulo 22: Capitulo 22 ( victoria y james) Capitulo 23: Capitulo 23(los hechos) Capitulo 24: Capitulo 24 (dando la cara) Capitulo 25: Capitulo 25 (la boca amenazadora y mentirosa de james) Capitulo 26: capitulo 26 (la pelea de edward y bella) Capitulo 27: Capitulo 27 (las cavilaciones de bella) Capitulo 28: Capitulo 28( La fiesta de navidad) Capitulo 29: 29 capitulo ( la ramita de muerdago) Capitulo 30: Capitulo 30 (Noche Buena) Capitulo 31: Capitulo 31 (Noche vieja) Capitulo 32: Capitulo 32 (Noche vieja aparición de Edward) Capitulo 33: Capitulo 33(sorpresa de edward en noche vieja) Capitulo 34: Capitulo 34 (celebracion privada de año nuevo) Capitulo 35: capitulo 35 (jacob en mi apartamento) Capitulo 36: Capitulo 36 (cambios en el trabajo) Capitulo 37: Capitulo 37 (James sigue con las suyas) Capitulo 38: Capitulo 38 (La propuesta de Edward) Capitulo 39: Capitulo 39 La lección de James! Capitulo 40: Capitulo 40 (charla con jason ) Capitulo 41: CAPITULO 41: planteando el problema Capitulo 42: Capitulo 42: Noticia inesperada Capitulo 43: capitulo 43: descubrimiento Capitulo 44: capitulo 44: declaración Capitulo 45: capitulo 45: el miron Capitulo 46: capitulo 46: El adios Capitulo 47: capitulo 47: la decision de bella Capitulo 48: Capitulo 48: Corazón de Hielo o no? Capitulo 49: Capitulo 49: Es hora de que lo sepas... Capitulo 50: Capitulo 50: Mi sabio padre Capitulo 51: Capitulo 51: LA DECISIÓN MAS IMPORTANTE SIEMPRE SERAS TU <3

 


 
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