Bella POV

No aceptar la proposición de matrimonio de Edward fue lo mas difícil que había echo me dolía que el pensara que no lo amaba, pero al explicar todo comprendió Edward era realmente un hombre maravilloso, por eso apenas llegáramos a Forks hablaría con Emmett para decirle la verdad así Rosalie no estuviera presente, luego mas adelante hablaríamos con ella, pero no yo no quería seguir ocultándole la verdad mas Edward.

– ¿Porque tan callada? Me pregunto acariciando mi espalda desnuda haciendo pequeñas figuras con sus dedos en ella.

 Yo hacia acosta desnuda sobre su pecho después de haber terminado de hacer el amor por segunda, esta tan feliz ahora era completamente suya y nadie cambiaría eso.

– Solo pensaba en lo feliz que soy cuando estoy a tu lado y mas ahora. Le respondí besando su pecho.

– Y nuestra felicidad será completa cuando regresemos y Anthony este con nosotros. Yo levante mi mirada para encontrarme con esos hermosos ojos verdes, él acaricio mi mejilla. –Bella, amor quiero que vivamos juntos, no soportaría estar lejos de ti, menos con lo que paso esta noche entre nosotros.

– Edward, yo no se…

– Que te da miedo? Me pregunto besando mis hombros.

– Nada, solo que la gente murmuraría si te vas a vivir conmigo a la casa y en el instituto tu o yo perderíamos el trabajo.

– Bella yo no me iría a vivir a tu casa. Me dijo riéndose

– No y ¿entonces?

– Tu te mudarías a la casa grande con Anthony, sé que mis padres se alegrarían mucho de tenerlo todos los días ahí y no se mas adelante podamos construir una casa cerca de la casa grande. ¿Qué piensas?

– Mientras estés tu no mi importa vivir debajo de un puente. Le dije.

– No exageres, sabes que eso nunca pasara, nunca te llevaría a vivir a ti y Anthony debajo de un puente, entonces aceptas que vivamos juntos apenas lleguemos a Forks y aceptas vivir en la casa grande.

– Si. Le dije besándolo.

– Amor me haces tan feliz y con lo del instituto veremos como lo manejamos Alice y Jasper lo supieron llevar y mantener en secreto muchos años creo que nosotros también, además Emmett siempre pasa por ti para ir al instituto y eso es una gran ventaja, por otra parte las únicas murmuraciones de la gente es que tu andas con Emmett y no conmigo eso es un punto a nuestro favor. Dijo soltando una carcajada.

– No ve la gracia. Le dije incorporándome y sentándome tome un cobertor y me cubrí con el.

– No te enojes. Dijo sentando detrás mí y empezando a besar mi cuello. – después de que aceptes ser mi esposa no tendremos que ocultarnos mas y el director del instituto no podrá hacer nada, además… dijo me tiendo sus manos entre el cobertor y acariciando mis senos. – no creo que nos despida el esta muy contento contigo porque las chicas ganaron el campeonato y tiene la fe que para el próximo semestre lo vuelvas hacer y en mi caso, bueno no lo haría ya que el sueldo que ganamos mis hermanos y yo lo donamos para las becas de los estudiantes.

– Oh Edward… le dije excitada al oír como me decía todo eso en mi oído y masajeaba suavemente mis pechos.

– Por otro lado son muy pocos los que saben en Forks que somos novios, solo mi familia, la tuya y Jacob, Leah y Seth. Me dijo besándome esta vez yo solté un gemido.

– Edward maldición. Le dije, mordiéndole el labio.

–Mmmmm… que quiere mi princesa. Me dijo volviéndome hacia él y quitándome el cobertor.

– Te quiero a ti, ahora!!!

– Eres insaciable. Me dijo acostándome nuevamente sobre la manta y el posesionándose entre mis piernas. – Pero me gusta.  y empezó a rosar mi entrada con la punta de su miembro. –Te gusta así.

– Siiiiiiiiiiiii. Le dije.

– Esta vez no te voy hacer el amor te voy a coger. Me dijo.

– Si por favor cógeme. Le dije en tono desesperante en el momento que Edward iba a entrar en mi de una sola estoca su celular sonó.

– Maldición. Dijo. –Quien podrá ser. Se levanto y tomo su celular.

– ALÓ!!! Dijo en tono molesto. – Sabes cuando se trata de interrupciones eres un maestro… – Deja de molestar y dime que quieres… le dijo con el que hablaba. –Ya te la comunico… – Ten. Me dijo, dándome el celular. – es Emmett.

– Emmett. Dije tomando el celular.

– se breve. Me dijo Edward. – quiero cogerte. No pude evitar ponerme roja.

– Emmett!! Le dije.

– Peque ¿Cómo estas?

– Bien no me puedo quejar. Y vaya que me había quejado pero de placer. – ¿ Y como esta Anthony?

– Excelente se aportado muy bien. ¿Cuándo regresan?

– Creo que el domingo o el lunes no se. Le dije viendo a Edward el cual me hacia señas con los dedos que cortara la llamada.

–  Ah bueno y como se aportado Edward contigo?

– Excelente ha sido muy buen guía turístico mañana viajaremos a Londres.

– ¿que bueno dicen que es una ciudad muy linda yo nunca eh ido así que tráeme un suvenir? En eso Edward impaciente se volvió a posicionar sobre mí dándome un beso y luego empezó a rosar nuevamente su punta en mi entrada.

– Claaaarooo. Le respondí a Emmett

– dile a Edward que me avise a que horas regresan y yo iré con Anthony a recogerlos al  aeropuerto. Me dijo Emmett, mientras Edward  se acercaba a mi otro oído y me susurro algo.

– O cortas la llama o te cojo mientras hablas con mi hermano. Mi piel se erizo cuando Edward termino de decirme.

– Si..ii. le dije a Emmett, pero Edward entendió que el si era por lo que él me había dicho y sin  pensarlo entro en mi en una estocada haciendo que yo soltara un grito de placer.

– Bella esta bien? Me pregunto Emmett.

– Si… le dije, pero Edward cada vez me daba estocadas mas fuertes.

– MALDICION. Grite. – Emmett pooo..de..mos… hablaaaarrr, mañaaaaanaaaaaaaa. Le dije llena de placer.

– De verdad estas bien???

– Estoy súper bien créeme. Le dije tratando de sonar normal, mientras Edward se reía y seguía entrando y saliendo de mí rápidamente.

– Ah bueno entonces hablamos mañana. Emmett no había terminado de decir eso cuando yo ya había apagado el celular y lo había tirado no se por donde.

– MALDICION EDWARD… Le dije excitada. – pudiste esperar que terminara de hablar con Emmett.

– Te dije que fueras breve. Me dijo riéndose para luego besarme. – Te gusta lo que te hago.

– Claro que si amor. fue lo único que le dije mientras me aferraba a su espalda, Edward se movía cada vez más rápido hasta que sentí esa ola de calor en mi bajo vientre. –Oh Edward.

– Lo se bebé yo también lo siento venir. Dijo cuando llegaron juntos nuestros orgasmos.

Edward cayo sobre mi pecho desnudo agitado mientras yo sentía hasta su ultima gota de su elixir caer dentro de mi, se sentía tan cálido y me hacia sentir tan suya.

Nos quedamos así unidos por un rato, hasta que muy a mi pesar Edward salió de mi, diciéndome que era hora de irnos ya que Garrett y Kate nos estaban espera bando, después de vestirnos caminamos de regreso a la casa.

– ¿Edward?. Le dije tristemente.

– Si

– Regresaremos algún día, digo a la orilla del lago, bajo la luces de las lámparas y de los sauces.

– Claro amor te lo prometo que regresaremos al igual que tu ese lugar es muy importante para mi. Me dijo besándome

Cuando salimos de la casa un taxi nos estaba esperando, Edward me ayudo a subir para luego subir él le dio al chofer la dirección, el cual sonrió con malicia cuando Edward le dijo a donde quería que nos llevara

  – ¿Qué es este lugar? Pregunte cuando el taxi paro enfrente de un edificio lúgubre y oscuro.

– Una discotheque. Me dijo Edward mientras me ayudaba abajarme del taxi.

– Pero esta todo apagado, no hay luz ni ruido. Dije extrañada

El solo me sonrío y me tomo  de la mano para conducirme  a una pequeñas escaleras de cemento que conducían a lo que parecía era el sótano del edificio, pasamos un portón para luego ingresar  por una pequeña puerta,  yo  no dejaba de sujetarme la mano fuertemente estaba asustada ante ese panorama frio y oscuro,  cuando ingresamos atravesar del marco de la puerta dos hombres altos saludaron a Edward.

– Señor Masen, la mesa de siempre. le dijo  uno

– Gracias Michael. Le dijo Edward . – Mis amigos nos deben estar esperando.

– Si el señor Garrett y la señora Kate hace un par de horas llegaron.  Le dijo el hombre extraño y nos acompañó hasta la mesa donde estaban Kate y Garrett.

– Bella!!! Me dijo Kate donde me vio, yo  le sonríe a pesar de ser hermana de Tanya me había  caído muy bien Kate.

Edward se disculpo por la tardanza de nosotros en llegar, pero Garrett dijo no importaba que lo bueno estaba por empezar

 – Te gusta el lugar?? Me pregunto Garrett.

– Si al principio me asusto un poco la fachada, pero veo que el interior luce mejor. Le dije ya que su sótano no era el sótano normal de cualquier edificio si no que era una discotheque el cual esta decorado muy lujosamente había una barra a cada lado y mesas alrededor de la pista de baile.

– Veraz Bella. Me dijo Garrett. – Se dice que este tipo de edificaciones existen por todo Inglaterra y que fueron construidos para el escape de muchos hombres que no les gusta llegar a su casa temprano, con sus esposas o novias, es algo así como una sociedad secreta, al principio asistían solo hombres a una típica platica con los amigos un trago, ver un partido de futbol, pero los tiempos cambian y la mujer a tomado mucha fluidez en el mundo también y pues necesitaban también un lugar para escaparse de sus maridos, novios y a veces de sus hijos y así se establecieron estos bares, que luego se convirtieron en discotheque. Volví a ver alrededor de la barra y si podía ver a las personas vestidas con su ropa habitual de trabajo algunos con saco y corbata al igual que las mujeres.

– Me gusta. Dije. – A Emmett le gustaría un lugar así. Dije recordando como a Emmett le encantaba conocer lugares así.

– Créeme que le fascina. Me dijo Edward sonriendo.

– Pero tengo entendido por Emmett que el nunca a visitado Inglaterra, como sabes que le fascina.

– Cielo. Me dijo. – en los Estados Unidos hay discotheque o bares de este tipo, de hecho en Forks existe uno pequeño, has visto el edificio que esta cerca de la jefatura de policía.

– Si, el comedor de bien social de Forks. Dije

– Exacto, su sótano no es que digamos donde guardan la comida.

– ¿Y tu asistes a menudo? Le dije haciendo un puchero de solo imaginar a Edward solo en un lugar así en Forks y el montón de chicas detrás de el hizo que me dieran celos.

– Ya no. Me dijo abrazándome. – digamos que ya no necesito ir a ese lugar porque me gusta estar en otro lugares.

– Si en cuales? Le pregunte aun mas preocupada

– Eso depende de los lugares en que tú estés, por ejemplo en este momento me gusta estar aquí así junto a ti. Me dijo besándome. – ¿Qué quieres tomar amor? me pregunto Edward.

– Lo mismo que tú pidas. La verdad era que no era muy buena para tomar y sabia por Emmett que Edward tampoco, Edward me dio un pequeño beso y llamo al mesero y pidió dos cervezas sin alcohol.

– Bella. Me dijo Kate.– Voy al tocador no quieres acompañarme.

– Claro. Dije, Edward se levanto para que yo pudiera salir de mi asiento. – Ya venimos. Le dije dándole un pequeño beso.

– No tardes que te extraño. Me dijo dándome una pequeña nalgada.

Garrett solo soltó la risa ante las acciones que Edward hacia, Kate y yo llegamos al tocador me lave las manos mientras Kate entraba al servicio sanitario, salió y se lavo las manos, yo saque mi brillo labial de mi bolso.

– Sabes Bella, me alegro tanto que Edward te allá encontrado. Me dijo Kate mientras se pasaba delineador en sus ojos. – Garrett y yo sufrimos mucho cuando estábamos en la universidad y sucedió todo aquello entre Tanya, Jasper y Edward.

– Yo lo amo y mucho. Le dije. – sabes yo tuve una mala experiencia también cuando estaba en la universidad me costó años superarlo hasta que Edward apareció en mi vida y lo cambio todo.

– Los dos son muy afortunados al haberse encontrado. Me dijo

– Gracias. Recogimos nuestros bolsos y salimos del baño.

– Espera. Me dijo Kate. – acompáñame a la barra a comprar un cajetilla de cigarros es que se me acabaron o por no decir que Garrett de lo mas seguro me los voto.

– Fumar es malo.

– Lo se Bella estoy tratando de dejarlos, pero mi marido piensa que lo puedo hacer así no mas, eso lleva su tiempo, ahora solo me fumo uno por día y no una cajetilla entera como antes.

– Que  bueno Kate. Le dije dándole ánimo y caminando hacia la barra.

Kate se acercó y pidió una cajetilla la pago y la hecho en su bolso cuando íbamos de regreso me tropecé con un escalón que no había visto haciendo que chocara contra el cuerpo de un hombre.

– Perdón. Le dije levantado la mirada.

– No hay problema. Me dijo. –Bella!!!, parece que nos volvemos a encontrar.

– Hola Derek. Le dije al reconocerlo, era con el hombre que había estado hablando en la mañana frente a la vitrina de la joyería del hotel.

– Bella no presentas a tu amigo. Me dijo Kate.

– Si disculpa, Kate es Derek Hale, Derek ella Kate Denali una amiga.

– Mucho gusto. Dijeron los dos.

– Y que hacen aquí. Me pregunto Derek.

– Bueno vinimos con mi esposo y un amigo el cual es el novio de Bella. Le dijo Kate.

– Así que tienes novio. Dijo. –Lastima te iba a invitar a bailar.

– Te lo agradezco, pero estoy acompañada. Le dije.

– Pero porque no nos acompañas a la mesa y así te presentamos a Garrett mi esposo y a Edward el novio de Bella. Le dijo Kate.

– No creo que sea buena idea. Dije temiendo la reacción de Edward.

– Bella tiene razón. Dijo Derek. – espero verte pronto Bella, mucho gusto Kate. Dijo despidiéndose de nosotras, nosotras regresábamos a la mesa donde estaban los chicos, Kate no dejaba de decirme de lo guapo y atractivo que estaba Derek y debía reconocer que tenía razón.

– No deja de mirarte y esta guapísimo. Me dijo Kate  – ¿De donde lo conoces?

– ¿De quien hablan? Pregunto Edward  jalándome  y sentándome en sus  piernas.

– Del amigo de Bella que nos encontramos en la barra. Dijo Kate abrazando a Garrett.

– ¿Amigo? ¿ Cual amigo? Dijo Edward viéndome serio, eso era lo que me temía que reaccionara como lo hizo cuando me vio con Jasper, respire profundo y como pude le conteste.

– No es mi amigo. Le dije nerviosa.

– Entonces quien es? Hablo Garrett.

– No se, solo sé que se llama Derek Hale,  hoy se me acerco en el living del hotel cuando estaba viendo la vitrina de la joyería. Les dije. – intercambiamos algunas palabras y trato de ayudarme con las bolsas, pero te juro Edward que nunca lo había visto en mi vida.  Dije nerviosa.

Preocupada de que se levantara y me hiciera un escandalo como me los hacia Riley cuando salíamos algún lado juntos y algún hombre se me acercaba hablar para invitarme a salir, todo eso era lo que provocaba sus celos que terminaban en golpes.

– Amor, tranquila no estoy molesto contigo es común que alguien se te acerque y te hable eres hermosa. Me dijo acariciando mi espalda para calmarme.

– Entonces no te enojaras conmigo.

– No seas tonta, sabes que hoy mas que nunca sé que me amas, me lo demostrarte. Me dijo mordiéndome un labio, a mi mente se me vine el lago nuestras caricias nuestros besos y nuestra primera vez haciendo el amor.

– Te amo. Le dije besándolo.

– Y yo a ti y bueno volviendo al tema ese hombre esta aquí. Me dijo.

– Si allá en la barra. Dijo Kate, señalando. – Que raro ya no esta, nosotras lo invitamos a nuestra mesa, es que invito a Bella a bailar y ella le dijo que no porque venia con su novio al parecer no le causo mucha gracia, entonces yo lo invite para presentarles a ti y a Garrett. Pero seguro se fue.

– Creo que debo andar con cuidado alguien esta interesado en ti. Dijo Edward

– Pero a mi el único que me interesa eres tu. Le dije y el me volvió a besar nuevamente apasionadamente, en ese empezó a sonar una canción de salsa y lo solté. – Me gusta esa canción. Dije viéndolo a los ojos.

– Lo siento bebé. Me dijo. – No se bailar ese ritmo.

– Lastima hace tiempos que no bailo ese tipo de música. Dije. – Y si te enseño.

– Me gustaría, pero prefiero tomar las clases en privado antes de hacer el ridículo en público.

– Deberías buscar al tal Derek tal vez si se sepa bailar ese ritmo. Me dijo Kate tomando un sorbo de su trago, lo que hizo Edward le lanzara una mirada de asesino

– Bella!!! Me dijo Garrett. – Tu bailas salsa?

– Si, cuando estuve casada mi ex esposo el y yo tomamos clases de baile juntos ya que el nunca bailaba soltero.

Eso algo que hice por Emmett, siempre vivía obstinado porque nunca había podido aprender a bailar y eso era algo que Rosalie odiaba ya que ella estudiaba danza y siempre le reprocho que nunca hacia el intento por aprender, así que como un regalo de mi parte para Rosalie y que esperaba que algún día me lo agradeciera me inscribí con Emmett en una academia de baile después que Anthony nació ahí aprendimos a bailar salsa, bachata, merengue, cumbia y bolero, vals, quebradita y  hasta el pasito duranguense.

– Quieres bailar conmigo, yo se bailar salsa. Me dijo Garrett, volví  a ver  a Edward como pidiendo su aprobación.

– Ve, sé que te mueres por bailar esa canción. Me dijo.

– Gracias. Me dijo dándome un beso. – Kate no te importa? Le pregunte

– Claro que no, yo me quedo con Edward al igual que él yo  no bailo ese ritmo. Me dijo, me levante de las piernas Edward , cuando Garrett me extendió la mano.

– Te dedico esta canción. Le dije en los labios, a Edward cuando fui  a bailar con Garrett al centro de la pista.

Me acople muy a Garrett bailando a pesar de que él era mas alto que yo disfrute mucho bailar con Garrett, después de que terminamos de bailar regresamos de nuevo a la mesa, conversamos un rato mas acomode mi cabeza en el hombro de Edward.

– ¿Estas cansada? Si quieres nos vamos ya. me dijo dándome un beso en la frente.

– No, aun no, quiero bailar contigo. Le dije respirando en su cuello, me encantaba su olor, Edward se levanto de la silla junto conmigo y me llevo al centro de la pista y empezamos a bailar, levantaba mis brazos acariciando su rostro y moviendo mis caderas sexualmente, mientras que él colocaba sus  manos a cada lado de mis muslo hasta donde le llegaba lo largo de mi vestido, frotando estos y levantando un poco el vestido con nuestros movimientos, trate de alejarme un poco de él porque solo sentir sus manos acariciándome me ponía…, pero el me jalo mas a su cuerpo colocándome una mano alrededor de mi espalda apretándome mas hacia el yo solo coloco mis manos sobre su pecho, entonces Edward empezó a cantarle una parte de la canción que bailábamos sobre mis  labios

“con la forma en la que sexi me baila… y lo rico que labios me besan a tu lado se me pasa la horas… lejos de ti no salen de mi cabeza…”

No pude mas el deseo de que Edward me volviera hacer el amor me estaba matando, me mordí el labio y le susurro al oído, que quería irme para el hotel, él pensó que estaba aburrida, pero cuando le dije que no que solo quería que me volviera a hacer el amor, basto para que me tomara de la mano y nos dirigimos donde estaba  Garrett y Kate y nos despedimos, Edward  le dio  por escusa que mañana saldríamos a primera hora a Londres, ellos nos disculparon haciéndonos prometer que volveríamos pronto a visitarlos y que traeríamos Anthony la próxima vez.

Salimos de la discotheque y Edward pedio un taxi, a pesar de ser tarde no nos costó conseguir uno.

– Te he dicho lo mucho que te amo. Le dije

– No, desde hace 30 minutos. Me dijo besándome, ese beso se prolongo demasiado y hubiéramos seguido si no hubiera sido por el chofer del taxi que nos dijo que ya habíamos llegado al hotel, después de pagarle al taxista, caminamos hacia el hotel, cuando llegamos al ascensor Edward me apoyo a Bella contra la pared de este.

– Edward. Dije preocupada. – alguien podría abrir el ascensor.

– Nadie, lo hará este ascensor es privado solo tu y yo lo usamos es el único que sube y baja a la suite donde estamos hospedados. Me dijo besando mi cuello.

– ¿Y las cámaras de video?

– No tiene cámaras de video. Me dijo bajando lentamente el zipper de mi vestido, soltó una pequeña risa. – Oh Bella hoy me has hecho el hombre más feliz. Dijo bajándome el vestido hasta mi cintura y acariciando mis senos desnudo, no pude evitar curvear mi espalda al sentir sus manos en mi cuerpo, beso mi barbilla, mi cuello hasta llegar a mis senos y tomar uno en su boca, mordiéndolo, chupándolo, mientras con una de sus  manos pellizcaba el otro.

– Ed…Ward.

– Te voy a comer. Me dijo. – eres la oveja y yo el león. En eso la puerta del ascensor se abrió llegando a la suite, me solté de él  y salió corriendo en forma de juego.

– No te tengo miedo, no eres más que un gatico. Le dije riendo.

– No debiste haber dicho eso. Me respondió corriendo tras de mi. – Ya veraz cuando te atrape oveja juguetona.

– Se te olvida que esta oveja es profesora de educación física y que corre 10 kilómetros al día. Le dije corriendo, mientras con mis manos cubría mis senos desnudos.

– Buen punto. Me grito , pero en un descuido y al pasar muy cerca de su lado me sujeto de la cintura quedando mi espalda hacia su pecho. – Te atrape. Me dijo, llevándome a la sala, pero no esperaba me encontrarme con lo que nos esperaba en ese momento, Edward quedo  sorprendido al verla ahí parada a dos metros de nosotros a una hermosa mujer rubia, alta y de cuerpo de modelo, me sentí poca cosa ante esa mujer, pero me llene de nervios me solté del agarre de Edward y me puse detrás de él y me acomode el vestido.

– Hola Edward!! Dijo ella caminando hacia Edward.

– Rosalie!!! Hermana. Le dijo abrazándola. –que haces aquí?

– Bueno la academia donde estudio tiene una presentación en este hotel mañana y yo soy una de las bailarinas y supe que estabas hospedado aquí así que me tome la libertad de pedirle al gerente del hotel que me permitiera esperarte aquí. Le dijo soltando su abrazo. – Eres el mismo cuanto me alegro verte de nuevo.

– Y yo a ti… estas hermosa la misma diría yo, Rose permite presentarte a la mujer que me ha hecho tan feliz. Le dijo Edward volteándose hacia mi, yo estaba en estado de shock, porque ahora y porque hoy ella tenia que aparecer en nuestras vidas, no era que no quisiera verla solo que no sabría como reaccionaria ella ante mi presencia, me di cuenta que necesitaba a Emmett en este momento sujetando mi mano.

– No es necesario Edward, ya nos conocemos. Dijo Rosalie.

– Como que ya se conocen. Dijo Edward intrigado.

Rosalie no le respondió nada solo camino hacia mí,  en sus ojos estaban llenos de desprecio, odio y rencor se acercó a mí.

– No sabes cuanto espere hacer esto. Me dijo Rosalie, dándome una fuerte cachetada haciendo  que cayera al piso.

– ROSALIE!!! Grito Edward, corriendo hacia mí para ayudarme, pero Rosalie se interpuso ante él y volvió hacia mí y me sujeto de los hombros fuertemente y levantándome, yo no decía nada solo lloraba, sabía que hoy era el día en que Rosalie se desquitaría de mí por lo que le hice en el pasado.

– Y entonces. Me dijo  Rose. – No vas a decir nada , MALDITA ZORRA. Y me volvió a pegar.

– Rosalie. Le dije  llorando. – las cosas no son como tu crees. Pero Rosalie no me dejo hablar y me volvió a pegar.

Edward Como pudo logro  meterse en el medio y cubrirme antes de que Rosalie me volviera a dar otro golpe.

– Maldición, Rose que te pasa? ¿Por qué golpeas a Bella? Le dijo. – Amor estas bien. Dijo volviéndome hacia donde yo estaba.

– Edward yo… yo lo siento. Le dije llorando.

– DIME QUE PRETENDIAS ACOSTARTE CON MIS HERMANOS, NO TE BASTO METERTE CON MI PROMETIDO Y QUITARMELO, SI NO QUE AHORA TE METES CON EDWARD Y QUE PASARA CUANDO TE ABURRAS DE ÉL IRAS TRAS JASPER, MALDITA ZORRA. Me grito Rosalie 

– De que hablas?. Le dijo Edward  a Rosalie, levantándome del suelo y sentándome en un sillón.

– De que tu querida noviecita fue la tipa que estaba con Emmett ese día en departamento el día que llegue de sorpresa, por la que Emmett me dejo.

– Eso no puede ser. Dijo viéndome

– Vamos zorra niégale a Edward lo que le estoy diciendo, niégale que el día que visite a Emmett tu estabas en su departamento semi desnuda.

– Bella dime que es mentira lo que Rosalie dice. Me imploro Edward.

– Edward lo siento. Le dije llorando. – Lo que Rosalie dice es verdad. Edward  di unos pasos hacia atrás alejándose de mi, me levante y trate de sujetarme de una de sus manos. – Déjame explicarte.

– No me toques. Me dijo rechazándome. – Como pudieron engañarme de esta forma todo el tiempo, tú y Emmett se han estado burlando de mí.

– Edward me prometiste que me ibas a escuchar. Le dije tratando de hacerle recordarla promesa que había hecho antes de que hiciéramos el amor.

– Me das asco. Me dijo. – Eres igual o peor que Tanya, como pudiste, dime como. Me dijo saliendo de la suite.

– Debes estar feliz tu y Emmett, no solo me destruyeron a mi la vida, si no que también a Edward. Me dijo  Rosalie siguiéndome a Edward al ascensor.

– EDWARD ESCÚCHAME, LAS COSAS NO SON ASÍ, DÉJAME DECIRTE QUE PASO REALMENTE. Le grite, y pude ver como las puertas del ascensor se cerraban y la sonrisa maliciosa de Rosalie  fue lo ultimo que vi.

Caí sentada de rodillas al piso llorando de impotencia ante lo sucedido Edward se entero de la forma menos indicada y ahora me odiaba, no podía permitir que me dejara tenia que escucharme comprender como sucedieron las cosas, ahora era imposible hablar con él, pero apenas se calmara resolveríamos esto, esa era la única esperanza que mantenía, me levante del suelo y me acomode en el sillón a esperar a que él regresara, poco a poco el sueño me fue ganando hasta caer un sueño profundo.

Desperté teniendo la esperanza que todo lo sucedido la noche anterior hubiera sido una pesadilla, pero al verme descubrí que no aun traía el visto que Edward me había regalado, mire el reloj de la pared, eran las 9 de la mañana y no sabia nada de Edward, en eso oí ruidos de en la habitación me levante y salí corriendo a esta

– ¿¡EDWARD!? Dije al entrar a la habitación, pero no él no estaba era Rosalie, recogiendo la ropa de él, ella ni me miro solo me ignoro. –¿ donde esta Edward?

– No te importa. Me dijo duramente.

– Claro que me importa necesito hablar con él, aclararle todo.

– De verdad si eres sínica. Me dijo caminando hacia mí. – Te vas a vivir a Forks y te presentas como la mejor amiga de Emmett,  pero lo menos que hacen tu y el imbécil ese es decir que tu eres la zorra que se revolcaba con el en la universidad, si no mas bien embaucan al pobre Edward.

– Tú no sabes nada. Le dije.

– Ja, ja, ja no se nada no me hagas reír, se te olvida que tu me quitaste el hombre de mi vida, no te basto meterte en su cama si no que te embarázate de él.

– Por favor Rosalie déjame aclararte como se dieron las cosas, pero primero quiero hablar con Edward.

– No me interesa aclarar nada contigo y para que lo sepas Edward regreso anoche mismo a Forks yo vine a recoger las cosas que dejo para enviárselas, pero obvio tus no estas en esas cosas.

– Es mentira Edward no pudo haberse ido sin mi. Le dije.

– Claro que lo hizo en este momento debe estar llegando a Forks me dejo esto para ti. Dijo buscando en su bolso, saco lo que estaba buscando y me lo tiro en los pies. –Tu pasaporte,  haznos un favor porque no desapareces de nuestras vidas para siempre. Me dijo.

– Porque Rosalie? Le dije

– Y toda lo preguntas. Dijo tomando las maletas con las cosas de Edward. – Y agradece que no le dije el lazo que los une a ti y Emmett. Y salió de la habitación. – Otra cosa. Dijo volteándose hacia  mí. – La suite esta cancelada por órdenes de Edward tienes hasta las diez para desocuparla. Y diciendo esto salió de la suite.

Sentí mi mundo derrumbarse, había perdido a Edward y ahora él había regresado a Forks sin mi lo único que me quedaba era el pasaporte con el tiquete de avión, pero lo menos que quería era regresar tal ves debería hacerle caso a Rosalie y desaparecer de su vida para siempre empezar una nueva vida donde nadie me conociera.

Así  Emmett seria feliz y Anthony crecería con el y en un futuro no me odiaría por todo lo que hice y Edward tal vez con el pasar de los años recuperaría su vida de nuevo, decidida tome mi maleta y recogido todas mis pertenencias y salí del hotel sin mirar atrás mis lagrimas corrían por mis mejillas. Cuando salí a la calle oí mi nombre.

– ¡Bella!, por Dios estas bien? Era Derek pero no le respondí seguí caminan lo ignore, camine hasta que me sentí cansada y llegue a un parque y me senté en una banca a descansar y tratando de pensar a donde iría ahora, tenia la opción de regresar a Forks lo cual no quería o desaparecerme como Rosalie me dijo, en eso alguien interrumpió mis pensamientos.

– Disculpe señora. Era un niño como la edad de Anthony.

– Si, pequeño, acaso te perdiste??

– No mi mama esta allá. Me dijo señalando a una señora que hablaba por teléfono. – Es que se me soltó mis agujetas y no se atarlas, me podrías ayudar.

– Claro. Le dije el niño subió su pie en la banca y yo le ate las agujetas. –Listo!!

– Gracias. Yo le acaricie el rostro en eso su madre llego

– Disculpe espero que no la esté molestando. Me dijo

– No tranquila solo se me acerco para que ataras sus agujetas.

– Es usted muy amable.

– No es nada yo tengo un hijo de su misma edad. Le dije. – A ver pequeño como te llamas?

– Caleb. Me dijo, sonriéndome, en ese momento recordé a mi querido Caleb el que me había advertido lo que sucedería si seguía con Edward porque no le hice caso desde el principio “Y si lo llamo” pensé “él vive en Ipswich, ¡no! él se vino molesto…, pero nada perdería que seria lo peor que podría pasar que no quiera verme”

– Disculpe. Le dije a la madre del niño. – A donde  queda la estación de buses que me lleve a Ipswich?

La señora muy amablemente me dio la dirección, le agradecí y tome mis maletas y me fui rumbo a Ipswich, sin dinero tuve que deshacerme de lo mas valioso que tenia mi sortija de matrimonio, la que Esme y Carlisle me nos habían dado con tanto amor a mi y Emmett, pude a ver empeñado mi anillo de compromiso, pero tenia el sueño que algún día Emmett y yo se la daríamos a Anthony para cuando se comprometiera, con lo que me dieron por la sortija compre el tiquete para Ipswich tome el bus temiendo a que Caleb no me quisiera ver.

Llegue al centro de Ipswich a pesar de ser un ciudad pequeña contaba con grandes locales comerciales, ingrese a un bar y pedí la dirección de la familia Danvers, al parecer todos la conocen y la aprecian mucho ya que no tuve problemas con que me la dieran cuando salí del bar salí con la intención de tomar un taxi, pero mientras caminaba a la central un tipo de mal aspecto paso a mi y me arrebato mi bolso con el poco dinero que me quedaba del empeño y se echo a correr sin poder alcanzarlo y sin dinero no me quedo otra que caminar hasta casa de Caleb, pero al parecer el destino la tenia contra mí ya que empezó  a caer una tormenta, pero aun así seguí caminando sin detenerme sentía que mis pies ya no daban un paso mas estaba cansada, con frio y hambre ya que no había comido desde el día anterior, agotada débil llegue a la casa de Caleb, con las pocas fuerzas que me quedaba logre tocar a la puerta un hombre no muy mayo abrió la puerta.

– ¿En que le puedo ayudar? Me dijo

– Yoooo bussscoooo aaaaaaaaa. En ese momento todo a mi alrededor daba vueltas me sentía debilitada. – Caaa… leb… fue lo último que recuerdo que dije antes de desmayarme.

Hola perdon por el atrazo, pero en que he tenido muchos problemas personales pero espero en Dios que pronto se resuelvan, por el momento aqui les dejo este capitulo, se que es muy repetitivo a los dos ultimos que subi pero necesitaba describir lo que pasaba por la mente de Edward y Bella.

De adelanto para el proximo le dire que tiene que ver con el regreso de Bella un mes despues de que Edward la dejo en Inglaterra, habra sorpresa, intriga, venganza y una Bella completamente distinta, un Edward sometido en la tristeza y un Caleb luchando por su amor.

las quiero

Besiticos.