Edward POV

– Bueno Edward, creo que hemos cerrado un buen negocio. Me dijo Eleazar, palmeándome el hombro. –Tu padre estaría muy orgulloso de ti, mírate eres un gran hombre de negocios.

– Gracias Eleazar, pero sabes que apenas soy un simple profesor de biología, con una carrera en medicina sin terminar. Le dije.  –Todo lo que logramos hoy fue gracias a ti, por llevar a flote las empresas de mi padre.

– No es nada, sabes que lo hago con gusto, vamos a tomar algo para celebrar.

– Te lo agradezco, pero regresare a la suite, Bella me esta esperando.

– sabes es una buena chica, se ve que te quiere, mira que acompañarte dos semanas y estar sola encerrada en la suite mientras tu te reunías para el  cerrar el negocio, no lo hace ninguna otra si no mira mi caso Carmen no quiso acompañarme. Me dijo afligido.

– Lo se, Bella es una gran mujer, por eso quiero regresar al hotel.

– Bueno creo que yo iré hacer unas compras ya sabes cositas que Carmen me pidió. Me dijo despidiéndose de mí

Yo pedí un taxi para regresar al hotel, me moría por ver a Bella, cuando salí la pobre estaba dormida, me siento tan culpable tenerla encerrada en la suite teníamos dos semanas en Cambridge, yo tenia que resolver unos negocios de la empresa de mi padre, había invitado a Bella que viniera conmigo, ella había acepto al principio viajaríamos los tres Bella, Anthony y yo, pero Emmett dijo que Bella necesitaba distraerse de lo sucedido con James y por ultimo Anthony no viajo con nosotros, yo salía en la mañana a las juntas y Bella se quedaba en la suite, siempre le dejaba mi tarjeta de crédito por si quería salir a dar una vuelta cerca del hotel y comprara algo, pero cuando llegaba al hotel la tarjeta estaba en la misma parte donde la había dejado en la mañana, nunca salía le gustaba esperarme, yo la lleva a cenar a diferentes restaurantes y la lleva a museos, de compras o simplemente caminábamos tomados de la mano, cuando llegaba cansado de las juntas me preparaba un baño en la tina, que me dejaba como nuevo seguido después de un rico masaje, en los cuales siempre terminábamos semi desnudos dándonos los mas ricos y excitantes orgasmos, Bella y yo compartíamos la misma habitación, pero aun no habíamos echo el amor, pero nos gustaba dormir juntos ella solo con bragas y yo en bóxer, cada caricia que nos dábamos era el interruptor para iniciar con la danza de nuestras manos tocándonos, explorándonos uno al otro no había lugar que mis manos no hubieran recorrido de su cuerpo, mi obsesión sus pechos sentirlos rosándome me excitaba era la parte de su cuerpo que mas me excitaba.

Llegue al hotel y antes de tomar el ascensor hice una llamada para la sorpresa que le tenia a Bella en la noche luego de hacerla y confirmar que todo esta preparado tome el ascensor subí a la suite, cuando salí de el un rico olor a lasaña recién hecha llego a mi nariz, camine a la sala, pero Bella no estaba, deje el portafolio en la mesita de la sala junto con una sorpresa que le traía a Bella y me empecé a quitar la corbata.

– Bella, amor ya llegue!!! Dije, en eso una Bella feliz salió corriendo de la cocina para brincar a mis brazos.

– Edward!!!!. Dijo pegando un brinco y quedando ahorcajas sobre mi yo la levante de los glúteos y la acerque mas a mi ella puso sus manos alrededor de mi cuello y me beso. – Te extrañe. Dijo haciendo un puchero. – Cuando me desperté ya te habías ido.

– Lo siento, pero  no quise despertarte. Le dije caminando hacia un sillón y sentándome con ella aun encima mio.

– Estas perdonado. Me dijo besándome. – porque llegaste tan temprano??

– Bueno el negocio se cerro, así que soy todo tuyo este fin de semana.

– Enserio, entonces podemos viajar a Londres me gustaría conocerlo.

– Claro, amor. Le dije besándola. – Es mas nos vamos a Londres y de ahí volamos a Forks, que dices.

– Que me gusta la idea.

– Y que hiciste hoy?? Le pregunte, viendo hacia la mesa donde deje la tarjeta de crédito y la cual permanecía en el mismo lugar.

– No salí. Me dijo bajando la cabeza.

– Amor, te deje la tarjeta de crédito para que hicieras algunas compras, esperaba ver bolsas con tus compras por toda la sala y en la habitación, no se un par de zapatos, un vestido, joyería. Le dije.

– Yo no necesito de esas cosas, aun, creo que estoy bien de ropa. La bese de nuevo.

– Dios amor, que hice para ser tan bendecido contigo, sabes lo que desearía mi padre y Jasper porque mi madre y Alice fueran como tu, ellas tendrían esta habitación repletas de bolsas de los mejores locales.

– A mi no me da lo de comprar. Me dijo mirándome a los ojos. – Me conformo con lo que tengo.

– Eres la mejor. Le dije acercándola más a mí. – estabas cocinando. Le pregunte.

– Si encargue unas cosas a la tienda del hotel y le dije que la cargaran a la cuenta de la habitación, no hay problema. Me dijo preocupada

– Claro que no tontita.

– Bueno ya el almuerzo esta iré a servirlo, mientras tú toma un baño para que te relajes. Me dijo tratando  de soltarse de mí, pero yo no la deje la apreté más junto a mí. – Edward voy servirte de almorzar.

– Quiero el postre de primero. Le dije pasando mi nariz por su cuello, pude sentir como su piel se erizaba.

– Las normas de etiqueta dice que primero va el plato principal y de último el postre. Me dijo desabrochando botón por botón mi camisa.

– Al diablo la etiqueta. Dije tirándola sobre el sillón quedando yo encima de ella. – tu eres mi plato principal, el extra y mi postre y a veces es necesario el postre de primero. Le dije quitándome la camisa y el pantalón, para luego hacer lo mismo con la ropa de ella me volví a colocar encima de ella, ella apretó sus muslos todavía más alrededor de mi cadera y estimuló su pelvis con mi pene. Sé que ella podía sentir mi erección contra su cuerpo, sostuve su cabello y la acerqué más a mí. Se volvió a estimular contra mí. Deje salir un quejido bajo bajé una de mi mano y empecé a masajear el calor entre sus piernas

– Ed..ward..

pase mis manos sobre sus pechos, apretándolos suavemente y frotando sus pezones con mis pulgares.

–Oh… Por favor… –Pasó sus piernas alrededor de mis caderas y arqueó su espalda.

– Aquí no. le dije levantándome del sillón quería probar algo nuevo, pero quería hacerlo en un lugar mas cómodo la levante del sillón y la lleve a la habitación, la acosté sobre la cama y me volví a posicionar sobre ella esta vez fui yo el que estímulo mi cuerpo contra el de ella. Pasé mi lengua desde la base de su garganta, entre sus senos, bajando por su vientre parando, seguí el camino y pase sobre su bragas oí un quejido cuando pare mi lengua sobre sus pliegues, baje por sus piernas mientras besaba sus muslos, rodillas, pantorrillas y tobillos. Cuando llegué al pie de la cama me puse de pie y me quite el bóxer, Bella se me quedo viendo y pude ver   como miraba mi miembro erecto por ella, era la primera vez que Bella me vía completamente desnudo, gentil mente me acomodé sobre ella manteniendo casi todo mi peso en mis brazos. Apretó sus piernas contra mi cintura y se agarró de mis hombros. –Bella, eres tan sexi. La bese mientras movía mi erección extremadamente dura contra sus bragas increíblemente mojadas. –Eso se siente tan bien. Movía toda la extensión de mi miembro contra ella y de vez en cuando entrando en ella por encima de sus bragas. Quería romper esas bragas y alejarlas de su cuerpo pero no, aun no era el momento de poseerla aun no, seguí en mi movimiento  rápidamente me di cuenta que ella ya estaba teniendo un orgasmo.

– Edward… no pares… eso se siente tan bien.

– Vente para mí Bella. Seguí creándola fricción contra ella hasta que llego al orgasmo. No podía parar de mirarla. Ella era absolutamente maravillosa y nunca me voy a cansar de crearle tanto placer. Cuando terminó la acerqué a mí y la bese.

– Te gusto? Le pregunte besando su cuello.

– Ha sido maravilloso. Me dijo. – eres tan perfecto. Paso su mano por mi torso desnudo descendiendo hacia mi miembro. –Ahora me toca a mi darte placer. Dijo, tomando mi pene entres sus manos y masajeándolo yo caí acostado de espaldas en la cama, mientras Bella estaba hincada entre mis piernas bombeando. –Te gusta? Me pregunto con la voz ronca.

– Siii y muchooo. Le dije soltando un quejido.

– Esto te va a gustar más. Me dijo yo la volví a ver ella me devolvió la mirada y me sonrió agachándose a la altura de mi miembro, no por todos los santos esta chica me iba a matar, dejo de bombear mi pene y lo introdujo en su boca y esta vez fue con su boca y su lengua que me estaba llevando al clímax, tire mi cabeza hacia tras dejándome disfrutar del placer que sentía al tener mi pene en la boca de Bella, agarrando la colcha de la cama fuerte con mis manos sentí que estaba llegando mi momento, pero un momento Bella aun seguía y no paraba tenia que detenerla no se seria un caballero de mi parte si me venia en su boca.

– Beeellaaa!!! Le dije, ella solo me contesto un Mmmmm. – No sigas, por favor.

– Po que??? Dijo con mi pene en su boca. – No te guta???

– Me encanta amor, pero ya no aguanto me voy a venir y no quiero hacerlo en tu boca. Le dije, retorciendo la colcha por los calambres que recorrían mi cuerpo tratando de evitar entrar al orgasmo. – Por favor amor.

– Ta bien. Dijo, dejando libre mi pene y ahí fue cuando llego mi orgasmo, Bella se acostó junto a mi yo la jale y la bese.

–Gracias, eso estuvo maravilloso. Le dije.

– Tu también.

– Bueno es hora de almorzar. Le dije, ella se levanto rápidamente me tiro mi bata, ella se puso la de ella, se metió al baño oí la llave de la ducha abierta y salió.

– Te prepare la tina para que tomes un baño mientras caliento la lasaña. Me dijo dándome un beso.

– Gracias, eres un amor, no te apetece tomar ese baño conmigo. Le dije yo sabia que no lo haría, la idea de los dos desnudos en la tina no era muy buena idea.

– Muy gracioso Edward. Me dijo dándome un golpe. –Te burlas de mi, sabes lo que deseo tomar un baño contigo y sabes muy bien que si no lo tomo es por tu culpa. Dijo saliendo de la habitación yo me levante de la cama riéndome, sé que se había enojado, pero en la noche le recompensaría la bromita.

Tome en baño que Bella me había preparado, me vestí y fui directo a la cocina, pero Bella no estaba salí a la sala y ahí estaba con mi billetera en una de sus mano y una foto en la otra, vi como las lagrimas bajaban por su mejilla.

– Amor, pasa algo??? Ella se volvió lentamente hacia mí, con sus ojos llenos de lágrimas.

– Aun la amas??? Me dijo dándome la foto, maldición pensé que las había quemado se me debió quedar.

– Bella, estabas revisando mi billetera? Le dije, consternado acaso aun dudaba de mi amor y desconfiaba de mí.

– No, claro que no, cuando salí de la habitación, fui a la cocina a calentar la lasaña y regrese a la sala a levantar nuestra ropa cuando levante tu pantalón tu billetera se salió del bolsillo y se cayó cuando la junte se salió la foto. Me dijo, sentándose en el suelo llorando. – Aun la amas es por eso todavía tienes esa foto de los dos juntos.

– Amor. le dije hincándome junto a ella. – Tanya ya no significa nada en mi vida, hace tiempo que deje de amarla, mucho antes de que tú llegaras a mi vida.

– Entonces porque aun conservas la foto. Me dijo. – yo no ando fotos de Riley en mi cartera, ni de mi exesposo.

– Riley!!! Dije admirado, era la primera vez que Bella decía el nombre de su exnovio enfrente mio ni siquiera me ha dicho como se llama el papa de Anthony. – Así se llama tu ex el que te agredía.

– Si, pero no me cambies el tema. Me dijo enfadada.

– Pensé que las había quemado todas, pero al parecer se me quedo esta. Dije. –Bella Tanya es parte de mi pasado, no quiero que sea un fantasma que te martirice, confía en mi, yo te amo mas de lo que ame a Tanya, contigo e echo cosas que nunca hice con Tanya te lo aseguro. Si Bella supiera pensé.

– Cosas como que??? Pregunto, maldición mejor no hubiera dicho eso.

– Bueno creo que es hora de decirte mi secreto. Le dije incorporándome y levantando a Bella del suelo y nos sentamos en un sillón quedamos frente a frente.  – esto es difícil, para mí–. Bella tomo mis manos.

– Lo entenderé. Dijo

– Empecemos con  una pregunta. Le dije. – si quieres me la contestas pero con esta pregunta se empieza. Le dije. – Amor, a que edad dejaste de ser virgen. Bella se quedo callada, dudaba en contestarme o no

– A los 20 años. Dijo algo melancólica. –Pero no entiendo que tiene que ver a cuantos años perdí mi virginidad con que tú y Tanya hallan terminado. De pronto como si lo hubiera entendido su boca hizo una gran – oooooooh. Para luego mover su cabeza confusa.

– Ya lo entendiste. Le dije.

– Edward me estas diciendo que tu eres virgen todavía??

– Si. Le dije bajando el cabeza avergonzado.

– Por Dios soy una idiota. Dijo tirándose sobre mí. – Perdóname. Me dijo besándome. –todo este tiempo te estado ofuscando y presionando a que mi hicieras el amor, sin entender que era que tu, bueno que tu nunca lo has hecho.

– No es tu culpa, debí decirte desde el principio, desde aquel día en la playa.

– Un momento. Dijo incorporándose. – Y tu fama de don juan con las chicas de Forks.

– Nunca pasó de besos, cuando ellas querían algo mas, les decía que no podía porque era tarde y tenía otro compromiso y les decía que para la próxima, pero luego no volvía a llamarlas. Dije avergonzado.

– Mmm entiendo, pero porque??? Me pregunto.

– Mis padres biológicos siempre me dijeron que era bueno esperar a la persona indicada y que no había mas bello que entregarse a la persona que amas y bueno yo a Tanya la quise, pero nunca la ame, nunca me dio esa sensación de ser la adecuada y al parecer ella no le gusto la idea, ella me amaba a su manera, pero necesitaba algo que yo no quería darle y lo busco en otro lado.

– Con Jasper. Me dijo.

– Si Jasper, fue su muñeco sexual por decirlo, a diferencia que él si se enamoro de ella, pero no quería lastimarme y decidió salir con Alice para olvidarla, pero Tanya lo seguía buscando, Jasper y Alice se hicieron novios y un año antes de nuestra graduación Alice vino a visitar a Jasper y nos encontramos  por casualidad en el ascensor, Jasper y yo vivíamos juntos en un departamento, ese día yo salí temprano de clases porque al profesor se le presento un problema familiar, cuando Alice y yo llegamos al departamento Jasper y Tanya estaban en la sala teniendo sexo, eso fue algo que me lastimo mucho, no por Tanya en ese momento me di cuenta que no la amaba, pero si por Jasper él era mi hermano y me traiciono, pero a pesar de eso me di cuenta que fue mas duro para Alice porque ella amaba a Jasper, desde niña.

– Pero ella lo perdono.

– Porque lo amaba, pero a Jasper le costó conseguirlo, lamentablemente después descubrió que su único y verdadero amor era Alice, yo lo perdone porque en parte era mi culpa Tanya busco en Jasper sexo y lujuria, cosas que yo nunca le di, después de graduarnos nunca volvimos a saber de Tanya.

– Y que pasa conmigo? Me pregunto confundida y temerosa. –Digo soy yo la indicada.

– Tú eres lo mejor que me ha pasado, ya te dije que contigo he hecho cosas que no le hice a Tanya ni a ninguna otra, contigo eh aprendido lo que es la sexualidad. Le dije bajando la bata que traía puesta, y dejando descubiertos sus senos desnudos, pase mis labios sobre sus pezones, ella trago grueso. – Tú despiertas en mí el deseo, el deseo de explorar el cuerpo de una mujer. Le dije jalándola hacia mí y tocándola por encima de sus bragas. –pero no de cualquier mujer, si no solo el tuyo, no sabes lo que se me antoja quitarte y poseerte, hacerte mía. Le dije jalando el elástico de sus bragas. Ella soltó un resoplido

– Pero??? Me dijo.

– Quiero que sea especial para los dos. Le dije acomodándole la bata de nuevo. – Espero me entiendas.

– Lo entiendo, aunque ahora no se si realmente sea yo la indicada. Dijo cabizbaja.

– Porque dices eso. Le dije mirándola a los ojos

– Porque no estamos en las misma condiciones. Dijo llorando. – Me hubiera gustado, esperarte a ver sido tuya desde el principio.

– Bella, amor no digas eso, yo te amo como te conocí, si lo que dices no hubiera pasado no tendrías a Anthony.

– Tienes razón, Anthony fue el regalo que me dio la vida al perder mi virginidad. Ahora era yo el confundido.

– Bella solo has estado con un hombre?

– El padre de Anthony fue y a sido el único con el que yo estado. Dijo tristemente. – Pero no me gusta hablar del tema.

– Bueno que tal si vamos a almorzar. Le dije ya que vi que ella no quería seguir el hilo de la conversación

– Esta bien, creo que debo volver a calentar la lasaña.

– Yo te ayudo. Le dije.

– Ten. Dijo entregándome la foto, la tome y la despedace, ella sonrió.

–Mejor. Dije abrazándola por detrás mientras caminábamos a la cocina, no me dijo nada solo volvió de lado su cabeza y me dio un beso. – Nunca dudes de mi amor. susurre  en sus labios. – Eres la única mujer que ha despertado en mi el deseo y amor, las dos cosas juntas.

– Y tú a mí. me dijo.

Bella POV

Después de almorzar Edward se ofreció a arreglar la cocina así que yo aproveche para descansar un rato me acosté sobre la cama y tome el control de la televisión y empecé hacer zapping buscando un canal , pero la verdad es que no me sacaba de la mente la confesión de Edward, nunca me espere que el fuera virgen aun yo  no merecía a alguien como él, que pasara cuando descubra la verdad y sepa quien es el padre de Anthony, miles de preguntas pasaban por mi cabeza Edward espera la mujer indicada y yo no puedo ser esa mujer, como se me escapo  esto de las manos, Caleb tenia razón nunca debí enamorarme de Edward.

– Ya termine. Dijo Edward sentándose a mi lado. –¿Qué vez?

– Nada no sé que ver

– Busquemos una película, te parece. Me dijo tomando el control remoto.

– Quiero salir? Le dije poniendo mi barbilla en uno de sus hombros, el soltó el control remoto y me volvió a ver.

– Pensé que estabas cansada?

– Bueenoooo yooo, olvídalo. Le dije.

– Esta bien saldremos, pero no ahora si no en la noche a cenar a uno restaurante muy fino es uno de mis restaurantes favoritos. Me dijo, yo me mordí el labio en forma de frustración.

– Cielo, sucede algo. Me dijo Edward al darse cuenta que algo me preocupaba.

– Prefiero cenar aquí. Le dije.

– Bella es nuestra ultima noche en Cambridge, mañana viajamos a Londres.  ¿Que pasa, porque no quieres salir?

– No tengo ropa apropiada. Le dije avergonzada y era que en mi maletas traía solo jeans, blusas, faldas, pero no un vestido ya que la verdad nunca me ha llamado la intención de usar y como nunca salgo a eventos jamás he comprado uno y los pocos que tengo los use cuando estaba embarazada y me quedan enormes.

– Es por eso, amor tu hasta con una sabana envuelta te vez sexi. Me dijo dándome un beso.

– No creo que me dejen entrar con una sabana al restauran.

– Ellos se lo perderían, espera aquí. Dijo pegando un brinco de la cama y corriendo a la sala, volvió en menos de 30 segundos con una caja grande de regalo – esto es para ti, ten ábrelo.

– Edward sabes que no me gustan los regalos.

– Es solo por esta vez. Me dijo haciendo un puchero.

– Esta bien. Abrí con cuidado la caja quitando el listón. – Por Dios es hermoso.- dije  sacando un vestido de color azul corto.

– Es para que te lo pongas para la cena. Me dijo. – Cuando pase por la tienda y lo vi puesto en el menique te imagine con este vestido. – ¿Te gusto?.

– Si y mucho.

– ¿Qué  pasa amor? Me pregunto al ver que me mordía el labio con fuerza

– No tengo zapatos adecuados, Dios soy patética verdad. Le dije a punto de llorar.

Edward se levanto de la cama, tomándome de la mano me llevo hasta la sala y tomo la tarjeta de crédito que hacia dos semanas había dejado ahí para que yo la usara, pero que yo nunca quise usar, después que el tomo me llevo hacia el ascensor.

– ¿A donde vamos? Le pregunte cuando la puerta del ascensor se cerró.

– A comprar lo que necesitas para esta noche. Pero cuando yo iba a decir salgo puso un dedo sobre mis labios para que no digiera ni una sola palabra. – Escúchame porque solo una sola vez te lo voy a decir, eres mi novia y mi mujer aunque la ultima no completamente, pero todo lo que tengo es para ti y Anthony, sé que me dirás que no tengo porque gastar mi dinero en ti.

– Exacto. Le respondí. – Ya has gasto trayéndome a Inglaterra haciéndote cargo del vuelo y del hotel.

– Que parte de que eres mi mujer no entendiste. Me dijo con el ceño fruncido. – Se supone que lo que es tuyo es mio y lo mio es tuyo, así que no reniegues y vamos de compras. Yo solo asentí, ya que sabia que llevarle la contraria era Edward discusión perdida.

Después de tres horas de compras donde Edward me hizo no solo comprar los zapatos y accesorios que necesitaba  para el vestido, si no que también lencería de Victoria Secrect, el cual las dependiente de la tienda que nos atendió se le iba los ojos en Edward, pero él siempre estuvo a mi lado sujetándome de la mano para que viera que no tenia ojos para nadie mas que solo para mi, llegamos al hotel.

– Espera aquí. Me dijo, cuando estábamos en el living del hotel. – Veré si tengo algún mensaje en la recepción.

Yo le hice caso y me senté en uno de los sillones del living, puse las bolsas de las compras al suelo en eso me quede mirando hacia la joyería del hotel me levante cargando las bolsas y camine hacia la vitrina me pare en frente de ella al ver las sortijas de compromiso eran tan preciosos, aunque demasiado ostentosas para mi gusto no me gusta las cosas que brillen tanto en mi dedo algo sencillo era lo mio, en eso saque mi cartera de mi bolso y de un pequeño aposento de mi cartera en una funda de terciopelo gris desenvolví la sortija que Emmett me dio esa vez en el hospital y recordando sus palabras me la coloque en el dedo.

«Isabella Marie Swan, sé que no fui el novio perfecto cuando estuvimos juntos y que todo lo que te paso es por mi culpa, pero lo único bueno que hay de todo esto es esa criatura que esta creciendo en tu vientre, me harías el honor de convertirte en Isabella Marie McCarty. Me dijo poniéndome el anillo de compromiso en mi dedo. »

– No le gusta su sortija. Me dijo un hombre que estaba parado a mi lado no me había percatado, en que ese momento había llegado, era un hombre de piel blanca su cuerpo era igual de Edward solo que un poco mas bajo y sus ojos color verde, su cabello negro e igual de rebelde que el de Edward, reaccione inmediatamente y me quite la sortija y la volví a guarda en la funda gris y la guarde en mi cartera tome las bolsas. – Perdón no fue mi intención molestar, sus pensamientos, es increíble como un anillo cambia la vida de las personas. Me dijo melancólico viendo las sortijas. – Son hermosas, verdad??

–  Si. Le respondí. – solo que no son mi estilo.

– Mmmmm, te gustan mas finas o sofisticadas??? Pregunto

– No, me gustan más sencillas y no tan extravagantes.

– Guao es la primera mujer a la que escucho decir eso, y si no es mucho atrevimiento porque no utiliza la que tenia hace un rato en su dedo.

– Lo siento debo irme. Le dije, la verdad no sé que hacia hablando con ese hombre, pero cuando tome una de mis bolsas se me cayo al suelo y al agacharme a juntarla en se me adelanto y la junto. – Gracias

– No hay de que, permite ayudarte. Me dijo tomando las demás bolsas.

– No es necesario yo puedo. No quería ni pensar si Edward me vi hablando con este hombre a como era de celoso.

– Bueno pero puedo saber tu nombre, al menos.

– Soy Isabella Marie Swan, pero me puedes decir Bella.

– Mucho gusto Isabella. Dijo tomando mi mano y dándole un beso. – Mi nombre es Derek Hale. Y soltó mi mano.

– Bella!!!. Dijo la voz de Edward detrás mio.

– Edward!! Le dije volteándome, preocupada.

– Que haces aquí y sola?? Pregunto sorprendido.

– Bueno yoooo no estoy sola estoy con él. Dije volviéndome para presentarle a Derek, pero cuando lo hice el ya no estaba.

– Con quien. Pregunto aun más sorprendido que yo.

– Donde esta??

– Quien??

– El hombre que?? Olvídalo. Le dije tomando las bolsas, Edward me ayudo tomándolas en una de sus manos y con la otra me abrazo y para darme un beso después en la frente yo no pude evitar volver a ver hacia atrás para ver si volvía a ver a Derek, pero no lo halle mas.

Seis horas después

– ESTAS  LISTA? Me grito Edward desde la sala.

– Si. Dije saliendo del dormitorio y caminando hacia donde estaba él, nuestras miradas se encontraban para luego acercarse a mí y tomarme de una mano haciendo que girara para contemplar como me quedaba el vestido.

– Estas hermosa, hermosa no, estas indeseablemente hermosa. me dijo acercándome a su cuerpo y acariciando mis hombros desnudos para luego dejar pequeños besos en ellos.

– Es mejor que vayamos a cenar, porque si nos quedamos no saldremos. Le dije agitada.

– Tienes razón. Dijo tomando mi mano

 Salimos del hotel y Edward pidió un taxi, le dio la dirección al chofer, llegamos a un restaurante cerca del centro de Cambridge, donde Edward tenia la reservación hecha, después de cenar, me llevo a dar un paseo cerca de un lago, donde las estrellas del cielo reflejaban en el.

– Te gusta. Me dijo abrazándome por atrás, y respirando en mi hombro sentí como una corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo.

– Si y mucho??? Le respondí entrelazando nuestros dedos.

– Te tengo otra sorpresa. Dijo soltándome del abrazo pero aun sosteniendo mi mano, caminamos alrededor de la laguna y llegamos a una casa hermosa con un gran jardín, Edward toco el timbre y el portón se abrió, caminamos hacia la puerta principal, pensé que Edward iba a tocar, pero al subir el último escalón del porche un hombre salió.

– Edward!!!. Le dijo. Pensé que no ibas a venir, todo esta listo.

– Lleve a Bella a cenar. Dijo

– Así que tú eres Bella. Dijo viéndome.

– Si, Bella es Garrett un viejo amigo de la universidad. Me dijo

– Mucho gusto Bella, Edward me hablado mucho de ti.

– El placer es mio, lamento decir que Edward nunca me hablado de usted. Dije viendo a Edward

– Dime Garrett. Me dijo. – Y me imagino que no te hablado de mi debido al vinculo a quien estoy unido. No entendí esa parte, Edward le volvió los ojos en blanco a Garrett mientras ingresábamos a la casa, llegamos a la sala y se encontraba una mujer muy hermosa alta y rubia, la cual se levanto del sillón donde estaba para saludar a Edward.

– Pero mira, si es Edward, cuando Garrett me dijo que estabas en Cambridge, no lo creí. Le dijo. – Cuanto ha pasado.

– Tres años, bueno casi cuatro años. Le dijo Edward. – Bella amor, ella es Kate, Kate ella es Bella, mi prometida. Prometida, como?, cuando? Y donde, volví a ver a Edward y el solo me dio una de esas sonrisas que me vuelven loca.

– Bella bienvenida. Me dijo saludándome con un beso. – No sabes cuanto me alegro que Edward allá rehecho su vida de nuevo.

– Gracias. Dije desconcertada. – Tienen una bonita casa.

– Eres muy amable es de mis hermanas y mías, todos vivimos aquí. Me dijo, no me sorprendía ver a una sola familia viviendo bajo el mismo techo, si los Cullen lo hacían porque ellos no. –lastima que mis hermanas  tuvieron que viajar hoy a Ámsterdam por asuntos de negocios familiares.

Nos sentamos, conversamos de lo muy a lo ameno sobre su tiempo en la universidad como Garrett y Kate se conocieron y luego se casaron eran un matrimonio muy lindo, pero aun no tenían hijos, querían esperar y disfrutar de su matrimonio un tiempo mas.

– Y tienes hermanos?? me pregunto Kate.

– No soy hija única del primer matrimonio de mis padres, mi madre se caso hace ya unos diez años de nuevo, pero no a tenido mas hijos, mi padre se caso hace cinco meses y espero que ellos si me den un hermanito. Le dije, Edward tomo mi mano.

– Bella tiene un hijo de seis años. Les dijo Edward.

– En serio, a que edad lo tuviste? Pregunto Garrett.

– A los 20 años.

– Es increíble, eras una niña y tu embarazo fue normal?, tuviste complicaciones durante tu embarazo? Y  como fue el parto?. Me sentí bombardeada de preguntas de Garrett.

– Perdona a mi esposo, es que es medico y trabaja en una fundación de madres adolescentes para ayudarlas con sus embarazos. Me dijo Kate.

– Oh, no esta bien. Le dije. –Bueno los tres meses normales achaques ya sabes. Mentí en esa parte ya que los dos primeros meses pase en coma. – luego tuve dos meses de reposo porque estuve a punto de perder a mi hijo, fue algo muy frustrante y mi parto fue normal y salió bien a pesar que se me adelanto una semana antes de la fecha.

– Sabes me gustaría hablar con tu medico el que atendió tu parto, para que me de un porcentaje de madres adolescentes que atiende el, tienes sus números.

– No es necesario. Le dijo Edward. – El medico que atendió a Bella fue Carlisle

– Así que Carlisle. Dijo tocándose el mentón.

– Y ustedes tienen hermanos. pregunte.

– Eleazar es hermano de Garrett. Me dijo Edward, solo son ellos dos. – Carmen es prima de Kate.

– Mmmmm, todos se conocen entonces.

– Y yo tengo dos hermanas. Dijo Kate tomando una foto de la mesita que estaba a la par  y pasándomela, era una foto de Kate con sus dos hermanas, las tres eran rubias y altas, solo que Kate tenia el cabello lacio la otra ondulado y la otra por Dios no la había reconocido, volví a ver a Edward el cual bajo su mirada al verme, la otra era rubia y de cabello rizado.

– La mayor es Irina, le sigo yo y la menor es Tanya. Me dijo Kate, ese era el vinculo que Garrett dijo que lo unía  Tanya era su cuñada, en ese momento sentí mi estomago revuelto, Edward me trajo a la casa de Tanya.

– Amor estas bien?? Me pregunto preocupado al ver que me llevaba la mano a la boca evitando no vomitar.

– No, no lo creo, necesito ir al baño.

– Por aquí. Me dijo Kate.

– Deja yo la llevo. Dijo Edward siguiéndome, genial era con el único con el que no quería estar en este momento, me metí al baño cerrándole la puerta en su cara y ya adentro pude vomitar todo lo que mi estomago revuelto no quería.

– Bella ábreme. Decía Edward.

– VETE, ERES UN…, UN…

– Amor lo siento, si te decía a donde te traería no hubieras querido venir.

– CALLATE. Le grite para volver a vomitar, después de  vomitar todo me lavé la cara y me enjuague la boca, abrí la puerta y ahí estaba el arre costado sobre a la pared del pasillo.

– Te sientes mejor. Me dijo acariciando mi mejilla. – Estas pálida.

– Todo por tu culpa. Le sisee

– Lo siento, debí haberte dicho.

– Sabes como me hubiera sentido si aquí estuviera ella.

– Eso no hubiera pasado porque no hubiéramos venido si te traje fue porque yo sabia que ella no estaba.

– A quien tratas de proteger a ella o a mí. le dije enfadada.

– Tontita, ya te dije hoy temprano que te amo a ti. Dijo acercándose a mí. – Eres la única a quien protejo. Y me beso. – Ahora regresemos a la sala. Me dijo en los labios.

– Nunca me lo vuelvas hacer. Le dije.

– Jamás. Me respondió, volvimos a la sala y después de que logre convencer a Garrett que no era porque estaba embarazada y que solo había sido un coraje, se tranquilizo.

– Bueno creo que es hora de la sorpresa de Bella. Dijo Garrett.

– Otra, cuantas mas esta noche.

– Nos vemos en la discotheque. Dijo Kate, tomando su bolso y un abrigo. – quedan en su casa. Dijo al salir de la sala solo oí cuando la puerta se cerro.

– Que sucede Edward, de que sorpresa hablo Garrett. Le dije.

– Cuanto me amas?

– Mucho

– Confías en mí.

– Hasta mi muerte. Le respondí.

– Ahora ven. Me dijo dirigiéndome por la puerta trasera de la sala y llegar al patio trasero empezamos a cruzar el patio.

– Espera. le dije Ya que mis tacones se hundían en el césped, él se agacho y me los quito y los llevaba en una de sus manos y la otra lleva mi mano, llegamos hasta a la orilla del lago y ahí en medio de dos sauces había una serie de lámparas encendidas y bajo de estos una manta y varios cobertores junto a una bandeja con uvas, una botella de vino y un par de copas.

– ¿Qué es esto? Pregunte.

– Una de las dos ultimas sorpresa que te tengo esta noche. Me dijo, me senté sobre la manta y el hizo lo mismo para destapar la botella de vino, lleno una copa y me la paso, luego lleno la de él. – Quiero proponer un brindis, por la mujer que me cautivo ese día en el aeropuerto y que llego a mi vida llenando ese vacío que pensé que nunca nadie llenaría, salud. Dijimos chocando nuestras copas y tomando.

– Yo quiero proponer un brindis por ese hombre distraído que hizo que me capuchino callera al suelo y me encontrara con esos ojos que me cautivaron y que llego a mi vida despertando en mi ese sentimiento que durante tantos años quise mantener dormido por miedo a sufrir y que el despertó desde ese día en el aeropuerto. Dije.

– Bella te amo. Me dijo besándome.

– Y yo a ti. Me tomo de la mano y me puso de pie al igual que él.

– Bella eres todo lo que yo busco en una mujer, me das amor, cariño, deseo y lujuria, no aguanto tenerte lejos de mí ya no, esta dos semanas han sido maravillosas y no quiero tener que regresar a Forks y estar separados.

– Edward no entiendo que me quieres decir. Le dije

Edward no respondió, solo saco una cajita negra del bolsillo de su pantalón la abrió y saco una sortija, mientras clavaba una rodilla en el suelo y con una de sus manos tomo mi mano izquierda.

– Isabella Marie Swan, ¿Quieres casarte conmigo?

¿Qué les pareció? Acaso se imaginaban que Edward fuera virgen aun y quien será s el hombre misterioso que se acercó a Bella el la joyería, aceptará Bella la proposición de matrimonio, espero sus comentarios…

 Retribuciones:

ISSABELLACULLEN645: En el próximo capitulo que subiré vendrá lo que sucedió y porque Edward abandono a Bella.

ALEVILSA: Mi querida lectora silenciosa gracias por tu comentario, la verdad aun no se que pasara con Caleb siento que el es una parte importante en esta historia y le puedo sacar mas provecho. Y me alegro mucho de que un TICA como yo lea mi relato.

DANNYFER: Gracias por estar ahí y espero que todo salga bien en la escuela lo primero es el estudio, así que  no los descuides.

LEYSSY: Saludos hasta Perú y gracias por seguir pendiente de moi relato.

NATITAX_CULLEN_BLACK: Bienvenida y gracias por querer mi relato, espero seguir viendo comentarios tuyos.

Y por ultimo mi seguidora numero uno:

KRISTY_87: Gracias, gracias por estar ahí desde el principio y si creo que bella regresara pero mas fría y dura que antes y Edward bueno sufrirá mucho ya que Caleb aprovechara este momento de debilidad para luchar por Bella, pero no lo culpen él ama a bella y sabe todo lo de su pasado un punto a favor de él, él solo quiere que bella sea feliz.